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12 de julio de 2022

Autocuidado para chicas que no quieren sufrir por amor

 



¿Qué le diría yo a las chicas jóvenes que van a empezar su primera relación amorosa y no quieren sufrir ni pasarlo mal?


Que se cuiden mucho a sí mismas, y entre ellas. Y que entrenen en las artes del autocuidado feminista todo el tiempo, tengan o no pareja.


Les diría que lo primero, antes de empezar una relación, es asumir la responsabilidad enorme que tienes sobre tu bienestar y tu salud mental y emocional. 


Y que para poder cuidarte a tí misma, tienes que entender que tú eres dueña de tu vida y de tu amor.


Autocuidado es dejar inmediatamente a tu pareja la primera vez que te insulta. No importa que te pida perdón, con una vez que intente hacerte daño es suficiente. 


Autocuidado es dejar a tu pareja la primera vez que se burle de ti para humillarte, o haga bromas crueles para que los demás se rían también de ti. 


Autocuidado es dejar esa relación de inmediato, la primera vez que lo haga. No puedes permitirte el lujo de estar con personas que tienen complejo de inferioridad y necesitan aplastarte para sentirse superiores a ti.


Autocuidado es reaccionar rápido si en vuestro primer conflicto o problema te trata mal, te grita o te hace sentir una basura.


Autocuidado es entender que por mucho que te guste alguien, no puedes permitirte el lujo de estar con una persona que no controla su ira.


Es en el primer conflicto donde puedes ver con claridad el infierno que puedes pasar si te comprometes con una pareja que ejerce violencia verbal contra tí: amenazas, insultos, chantaje emocional, comentarios cargados de desprecio, palabras que hieren.


Autocuidado entonces, es que no te comprometas en ninguna relación hasta que os toque vivir la primera pelea. Si la otra persona es capaz de expresar como se siente sin hacerte daño, y si quiere arreglar el problema, todo bien. Si lo único que quiere durante la pelea es hacerte sentir mal, entonces tienes que alejarte inmediatamente. 


Autocuidado es renunciar a tu romance con rapidez, no pasar ni una, desenamorarte rápido, en cuanto notes que tu pareja quiere quiere hacerte sufrir.


Recuerda que estar enamorada, encantada, encandilada o intoxicada no es una excusa para quedarte en relaciones donde no te quieren bien. 


Autocuidado es tener muy claro que te mereces buenos tratos todo el rato, y que tú eres la máxima responsable de tu felicidad.


Autocuidado es también ser humilde, aceptar la realidad, y asumir que tú no vas a cambiar a nadie con tu amor. 


No pierdas tiempo y energía tratando de enseñar a tu pareja a tratarte bien. 


Es más importante que pongas el foco en cuidarte a tí misma.


Recuerda siempre, todo el rato, que tienes derecho a vivir una Buena Vida. 


Y cuando se te olvide, ojalá todas las mujeres de tu vida puedan recordártelo cada día.


Coral Herrera Gómez 


Libros para la Revolución Amorosa

El Laboratorio del Amor 

9 de julio de 2022

Espacios de liberación y amor entre mujeres


Una de las mejores cosas de ser mujer es que nosotras tenemos tres espacios amorosos en los que podemos desnudarnos, abrir nuestros corazones, desahogarnos, llorar y reír, compartir secretos, jugar como niñas, crear, cantar, danzar y divertirnos juntas. Son espacios de liberación y disfrute en los que todas damos y recibimos cuidados.

El primer espacio lo disfrutamos con amigas y mujeres de nuestra familia, con las que creamos redes de afecto y apoyo mutuo que nos permiten sobrevivir.

El segundo es el de los pequeños grupos de mujeres con los que nos juntamos para hacer talleres, para compartir conocimientos y saberes, para leer libros y ensayos, para investigar y aprender cualquier cosa juntas, para hacer retiros espirituales, para hacer terapia, para hacer deporte, para organizarnos por alguna causa, para trabajar en nuestras liberaciones, y para prestarnos ayuda mutua.

El tercero es más amplio, es el de los grupos femeninos grandes: manifestaciones, concentraciones, congresos, jornadas, seminarios, proyectos artísticos, colectivas feministas de carácter cultural, social y político, las asociaciones, las casas de mujeres, y las comunidades virtuales de mujeres en lnternet.

En estos espacios las mujeres dejamos de ser empleadas, madres, hijas, esposas, y dejamos nuestra máscara social para integrarnos en una comunidad en la que todas hablamos el mismo idioma, y podemos ser nosotras mismas, aunque no nos conozcamos. 

Son espacios seguros en los que nos sentimos libres para hablar de sexo, de emociones, y sentimientos, para disfrutar juntas de nuestras pasiones, para mostrar nuestros proyectos y crear alianzas, para sanar y florecer juntas. 

Es muy reconfortante a la par que terapéutico darte cuenta de que tus problemas personales son también colectivos, y que por tanto, las soluciones tienen que ser colectivas. 

Y que no estamos solas, somos muchas mujeres con ganas de defender nuestro derecho a vivir una Buena Vida. 

Es hermoso poder pertenecer a estas comunidades y compartir el trabajo que estamos haciendo cada una para liberarnos (de los miedos, de la culpa, de los mitos, de los mandatos, de la angustia, del cansancio), celebrar juntas los éxitos y acompañar a las que están en ello, abrazar a las que están empezando, y aprender de las veteranas, que nos demuestran que sí se puede, y nos enseñan el camino a seguir.

Yo me siento muy afortunada por poder disfrutar de estos espacios tan amorosos, me dan energía y alegría para poder soportar este ritmo de vida tan bestial que llevamos. 

Y me siento muy orgullosa por la capacidad tan hermosa que tenemos para organizarnos, da igual que seamos 20 o 200: nos lo pasamos súper bien, aprendemos un montón, y volvemos a casa llenas de rebeldía y de amor.

Hoy venía pensando en el tren que me encantaría que mi hijo Gael pudiera disfrutar con grupos de chicos cuando sea mayor. 

Estoy segura de que si los hombres pudieran crear sus propios espacios de liberación y acompañamiento, vivirían mucho mejor y disfrutarían más de sus relaciones. 

Sé que hay unos cuantos brotes de hombres en proceso de liberación, pero son muy pocos aún: les queda mucho para llegar a la primavera.

Mientras ellos arrancan, nosotras seguimos caminando. 

Yo siento que hay que cuidar con mucho mimo y ternura estos espacios de intimidad y amor entre mujeres, crear muchos más, expandirlos y multiplicarlos, que haya varios en cada barrio, en cada comunidad, en cada pueblo. 

Porque a muchas mujeres les salva la vida tener una red de apoyo, y porque son nuestra mejor medicina, una hermosa fuente de energía, y uno de los mayores regalos de la vida. 

#mujeresqueseliberan #amorentremujeres #cuidados #gruposdemujeres #buenvivir #buenavida #autocuidado #feminismo# liberación #colectivas #buenavida  #comunidaddemujeres

22 de junio de 2022

Mujeres que trabajan con mujeres


Os presento con mucha ilusión mi nuevo taller para mujeres que trabajan con mujeres: psicólogas, terapeutas, docentes y educadoras, trabajadoras sociales, técnicas de igualdad, sexólogas, orientadoras...

Es un taller virtual que dura 3 meses, no hay horarios y puedes hacerlo a tu ritmo. 

Está pensado para las profesionales que trabajan con mujeres y quieren conocer mejor nuestra cultura amorosa. entender cómo aprendemos a ser hombres y mujeres, cómo aprendemos a amar, y cómo a través de los mitos románticos asumimos los roles de género, los valores y los mandatos del patriarcado. 

Es un curso ideado para facilitar la liberación de las mujeres y el trabajo personal basado en el contratro amoroso con una misma: un método basado en la autocrítica amorosa y la autodefensa emocional con el que aprenderemos técnicas para llevar la teoría a la práctica, y nos centraremos en la fabricación de herramientas para entrenar en las artes de la asertividad, la comunicación no violenta, el autocuidado, la autoestima y el uso de nuestro poder. 

Aprenderemos las estrategias para ayudar a las mujeres a aprender a negociar con ellas mismas, con sus parejas, y con el resto de sus relaciones sociales y afectivas. Y profundizaremos en las claves del trabajo que hacemos las mujeres para liberarnos de la espiral de la violencia machista, de la explotación doméstica y emocional, de la culpa y los miedos, la dependencia emocional, la adicción romántica, y el sometimiento que sufrimos cuando nos enamoramos y nos emparejamos con hombres machistas.

Aprenderemos a llevar el feminismo a nuestro día a día, a nuestras relaciones y a nuestra forma de trabajar, a nuestra vida personal y profesional, para poder enseñar a las mujeres cómo el feminismo les puede ayudar a cuidarse y a tener una Buena Vida, libre de sufrimiento y violencia. 


CONTENIDOS

Fundamentos de la cultura romántica y la violencia machista

Amar es cuidar: otras formas de querernos son posibles. 

Amar es disfrutar: tengo derecho a tener una Buena Vida. 

La autocrítica amorosa

Autodefensa emocional: autocuidado y autoestima

El contrato amoroso (conmigo misma y con mis parejas)

Mi poder y el poder de las mujeres. 

Liberaciones nuestras de cada día: Herramientas para llevar la teoría a la práctica. 

Ejercicios y herramientas para nuestro trabajo personal y nuestra actividad profesional.


QUÉ INCLUYE 

2 Cursos:  Mujeres que trabajan con mujeres + Mujeres que se liberan

9 masterclass

3 meses en la Comunidad de Mujeres.

3 encuentros en directo, uno cada mes.

30 vídeos exclusivos de Coral Herrera

Acceso a la Biblioteca del Amor y descarga gratis de todos los contenidos.

Diploma con el que podrás acreditar haber estudiado en el Laboratorio del Amor con Coral Herrera Gómez



Tienes el botón de inscripción en mi web: 

http://otrasformasdequererse.com/mujeres-que-trabajan-con-mujeres/

13 de abril de 2022

No necesitas intermediarios


 "Dios me mira, se fija en mí, me desea sexualmente, me ama, luego yo soy una diosa"

 El romanticismo patriarcal nos lleva a endiosar a los hombres solo para sentirnos especiales y únicas, distintas a las demás. 

La liberación llega, compañeras, cuando dejamos de dejamos de usar a los hombres como intermediarios, cuando dejamos de anhelar la divinidad, y cuando controlamos nuestro ego. 

Para amarnos a nosotras mismas no necesitamos ponerles a ellos en medio, no necesitamos enamorarnos del deseo o del amor que hay en sus ojos. 

Podemos encontrarnos con nosotras en el espejo, en nuestra propia mirada amorosa. 

Para aceptarnos, valorarnos y querernos no necesitamos intermediarios, basta con aprender a conectar con nosotras mismas.

Coral Herrera Gómez

8 de febrero de 2022

La Revolución Amorosa, por Coral Herrera Gómez



Primero fue la Revolución Sexual 

Nuestras madres y abuelas lucharon a finales del siglo XX contra la culpa y el pecado, y por su derecho al placer. Los métodos anticonceptivos y de protección ayudaron a separar el sexo de la reproducción, la enfermedad y la muerte.

En los años 70 las mujeres reivindicaron su libertad sexual, su derecho a elegir libremente la maternidad, su derecho a gozar y a vivir una vida libre de violencias. Por eso lucharon por nuestro derecho al aborto, y lucharon contra la trata y la prostitución, la mutilación genital femenina, el acoso sexual en las calles, en el transporte público, en los centros de estudio y de trabajo. 

También denunciaron las violaciones que sufrimos las mujeres por parte de nuestros padres, padrastros, abuelos, tíos, hermanos, primos, maridos, y amigos "de confianza" de la familia, y años después, se atrevieron a denuciar a jefes, gerentes, curas, directores de cine, productores, profesores y hombres poderosos con nombres y apellidos en las sucesivas olas del #MeToo.

Hemos avanzado mucho en estos años, aunque aún mucha gente sigue educando a sus hijas para que vivan su sexualidad en torno a las necesidades de los hombres, para que se desvivan por gustarles y complacerles, para que se sientan culpables de las violencias sexuales que sufren y para que las callen, para que vivan siempre de rodillas frente a los hombres (en el burdel, en la Iglesia o en casa), y para que los niños aprendan a tratarlas como meros objetos sexuales de usar y tirar. 

Hoy nuestra cultura sigue siendo profuindamente patriarcal y machista, como hace 40 años, pero las mujeres no nos callamos y señalamos a todos los hombres que siguen promoviendo la cosificación de las niñas y las mujeres, y a todas las personas que siguen defendiendo la idea de que las mujeres pobres son libres para alquilar y vender sus cuerpos y sus bebés, y para permitir que los hombres hagan negocio con ellos. 


A la revolución sexual se le une ahora la Revolución Amorosa: 

Las mujeres ya estamos hartas de sufrir por amor: hemos destronado al amor de pareja como la única forma posible para alcanzar la felicidad, queremos liberar al amor del machismo y transformarlo de arriba a abajo, para que el amor no nos duela, ni nos someta. Queremos sacar de la violencia a todas las mujeres que siguen creyendo que amar es aguantar, queremos acabar con los femicidas que asesinan cada día a 137 mujeres en el planeta a las que dicen amar. 

El amor ya no puede ser una vía hacia la opresión, el sufrimiento y la muerte, sino una experiencia gozosa que nos permita tejer redes amorosas en las que la pareja es un elemento más, pero nunca el único. 

Como nos han educado para que seamos todas dependientes emocionales y adictas al amor, estamos desaprendiendo todo lo que nos enseñaron para poder ser libres. Porque cuanto más yonkis somos, más violencia y abusos aguantamos por parte de hombres. En las leyes de algunos países las mujeres parecemos seres libres, sujetos de pleno derecho, pero la realidad es que hay millones de mujeres esclavizadas por el amor romántico que viven de rodillas y al servicio de un macho.

¿Cómo nos esclaviza el amor romántico a las mujeres "libres"? Echen un vistazo a las estadísticas del uso del tiempo libre: las mujeres trabajadoras tienen 2 jornadas laborales al día, una dentro de casa y otra fuera, y las que tienen hijos sufren el peso de 3 jornadas laborales, y nada de tiempo libre. Mientras, los hombres solo tienen una jornada laboral y disponen de mucho más tiempo para invertir en su carrera profesional, para hacer ejercicio físico, para dedicarse a sus pasiones, para dedicar tiempo a su gente querida, para descansar, para disfrutar de la vida y para tener todas las amantes que quieran. 

Ninguna mujer es obligada a cuidar a un hombre de por vida, pero son millones las que viven sirviendo a sus maridos. Nos han hecho creer que el trabajo gratuito es amor, que todas nacimos para sufrir y sacrificarnos, que solo los hombres tienen derecho a ser felices, que nuestra función es que ellos vivan como reyes, y que al final de nuestra vida habrá una recompensa por todos nuestros sacrificios. 

Ahora que nos hemos rebelado contra esta enorme injusticia, ya tenemos claro que si los cuidados no son mutuos, son explotación.


¿En qué consiste la Revolución Amorosa?

Es una lucha de las mujeres feministas que estamos hartas de sufrir y de desperdiciar nuestro tiempo y energía en el amor romántico. Desde que empezó el siglo XXI hemos dado escribiendo, leyendo, debatiendo, y analizando el mito romántico. Ya sabemos que es una estafa con la que han sometido a millones de mujeres, y ya estamos trabajando en nuestras liberaciones, personales y colectivas. 

Estas son las claves de la Revolución Amorosa: 

- Las relaciones que no están basadas en los cuidados mutuos y la reciprocidad son relaciones de explotación y abuso.

-Las mujeres tenemos derecho a disfrutar de la vida y que para eso necesitamos tener energía y tiempo libre para descansar, para dedicarnos a nuestras pasiones y a nuestra gente querida. 

-No podemos seguir priorizando el bienestar y la felicidad de los hombres: nuestras necesidades, deseos y apetencias son más importantes. El auto cuidado de las mujeres es un asunto político de primer orden. 

- No necesitamos reyes a los que servir, lo que nosotras queremos son compañeros. No podemos vivir en relaciones que no sean igualitarias: vivir de rodillas frente a un hombre no es bueno para nuestra salud física, mental y emocional.

- Sabemos que se vive mejor sin pareja que mal acompañada, y que nunca estaremos solas si tenemos una buena red afectiva a nuestro alrededor. 

-No es lo mismo relacionarse desde la libertad que desde la necesidad: debemos cultivar la autonomía económica y la autonomía emocional para no depender de los hombres y para que no dependan de nosotras. 

- Sabemos que para tener autonomía hay que seguir luchando para que todas las mujeres tengan empleo digno e ingresos dignos, porque la pobreza y la dependencia emocional femenina no son un problema personal sino un problema político. 

- Ya tenemos claro que Cupido no tiene un poder total sobre nosotras, que ningún hombre lo tiene, y que cada vez somos las Mujeres que ya no sufren por amor 

- Las mujeres somos dueñas de nuestro amor y de nuestras vidas: somos responsables de nuestro bienestar y nuestra salud mental, y somos libres para hacer elecciones, para tomar decisiones, para llevar las riendas de nuestra vida. 

-Las mujeres enamoradas somos capaces de cualquier cosa: ya hemos comprobado que podemos desenamorarnos cuando queramos y que no tenemos por qué vivir presas del amor romántico.  

- Estamos trabajando para ahorrarnos toneladas de sufrimientos innecesarios porque cada vez le damos más valor a nuestro tiempo y nuestra energía, y queremos vivir mejor. 

- Hemos aprendido que otras formas de quererse, de relacionarse y de organizarse son posibles, y que solo transformando nuestras relaciones, podemos cambiar el mundo entero.

- Nuestros problemas personales son políticos: millones de mujeres viven con la autoestima por los suelos y sufriendo por hombres que las tratan como si fueran basura. Es un problema estructural: educamos a las niñas para que aguanten malos tratos y se crean que la violencia es romántica. Ya no más.

- Las mujeres estamos haciendo autocrítica amorosa para liberarnos de la culpa, del miedo, de los celos, la envidia, la rabia, la frustración, la dependencia emocional...y todos los patriarcados que nos habitan, porque queremos ser mejores personas y aportar con nuestra transformación a la construcción de un mundo mejor. 

- Las mujeres estamos aprendiendo autodefensa emocional y estamos aprendiendo a usar nuestro poder para evitar la explotación, el abuso y la violencia de los hombres.

-Hemos tomado conciencia de que el amor romántico es una droga, que podemos pedir ayuda para liberarnos de la adicción que nos metieron en la infancia, y que podemos desengancharnos y liberarnos. 

- Ahora ya no participamos en el pacto de silencio que protege a los hombres, denunciamos en redes las violencias que sufrimos, compartimos la información entre nosotras y nos cuidamos entre todas. 

- Ya sabemos quienes se benefician de nuestro sufrimiento romántico, y lo tenemos muy claro: ya no nos engañan ni nos manipulan más. 

- Ya sabemos que el amor no lo puede todo, que no podemos cambiar a los hombres, y que los hombres no cambian por sí solos porque no tienen necesidad: les va muy bien así. La única transformación posible es la que hacemos en nosotras mismas. 

- Tenemos claro que no nacimos para ejercer de vigilantes, de policías ni de carceleras, y que solo podemos relacionarnos con hombres honestos. También sabemos que no abundan y que no podemos esperar a que los hombres tomen conciencia de lo importante que es trabajarse la honestidad.

- Hemos aprendido que la violencia verbal es violencia, y que es tan grave la violencia física como la violencia emocional y psicológica. Y sabemos que los hombres que se benefician de nuestro sufrimiento son unos maltratadores, y que no debemos caer en la trampa en la que nos meten los cuentos y las películas: nuestro amor no cambia a ningun hombrem, y aguantar malos tratos no tiene premio ni recompensa. 

- Nos estamos liberando de la tiranía del "qué dirán", y de los roles y los estereotipos que nos dicen cómo debemos ser, porque queremos amar en libertad y ser siempre nosotras mismas 

- Hemos descubierto que para ser felices no necesitamos a un hombre: necesitamos una red de gente que nos quiera bien. 

- Ya sabemos que el Hombre no es el centro del Universo, y estamos aprendiendo a cuidarnos y a querernos al margen de ellos: cada vez hay más mujeres que se aman, y cada vez nos sentimos más libres para gozar entre nosotras. 

-Ahora sabemos que es imposible disfrutar del amor con un hombre que no sabe cuidarse a sí mismo, que no sepa cuidar los espacios que habita ni las personas a las que quiere. 

- Cada vez somos más desobedientes, y más realistas: ya no nos comemos el cuento de la monogamia, y nos vamos quitando la venda unas a otras. Ya no toleramos el privilegio masculino a tener una doble vida, y a tener las amantes que quieran mientras nosotras renunciamos por completo al sexo y al amor encerradas en casa. 

- Estamos convencidas de que tenemos derecho a disfrutar, sin renunciar ni sacrificarnos, y sin aguantar. Sabemos ya que amar no es sufrir, y que si tenemos una relación de pareja es para gozar, no para pasarlo mal. 

-Ya sabemos que no debemos resignarnos ni conformarnos con hombres que no dan la talla para ser buenos compañeros porque no se han trabajado todo lo que se tienen que trabajar. 

-Hemos aprendido que con la mayoría de los hombres lo que mejor funciona es tenerlos como amantes, o con la fórmula magistral: tú en tu casa y yo en la mía. 

-Ya sabemos que solas no podemos: nos necesitamos unas a otras, y en buenas compañías los procesos de liberación son más fáciles y se viven mejor. 

- Ya somos plenamente conscientes de que dejar de sufrir por amor es revolucionario porque la principal batalla del feminismo está en nuestros corazones y nuestro sexo, en la cama y en la casa: no vamos a vivir más de rodillas frente al Señor. 

- Ya estamos fabricando las herramientas que necesitamos para que el feminismo nos haga más libres y para poder llevar la teoría a la práctica, y estamos empezando a recoger los frutos de las semillas que estamos plantando para que todas podamos vivir una Buena Vida. 

- Ahora que sabemos usar nuestro poder, ya nuestras vidas no están centradas en ceder y en complacer. Porque sabemos lo que queremos y lo que no queremos, sabemos decirlo en voz alta, hemos aprendido a decir que no, y sabemos poner límites.

 -Ahora que estamos entrenando en las artes de la asertividad, ya podemos firmar un contrato amoroso con nuestras parejas en el que establecer las condiciones para poder querernos bien, y para construir una relación igualitaria basada en los cuidados mutuos y el compañerismo. 

-Las mujeres sabemos que tenemos derecho a vivir una buena vida, libres de sufrimiento, y que este derecho es universal e inalienable

- Soñamos con nuevas utopías amorosas en las que mujeres y hombres podamos querernos bien, en libertad y en igualdad, en relaciones basadas en los cuidados, la solidaridad, la honestidad, el trabajo en equipo y los buenos tratos: los amores compañeros.


La Revolución Amorosa es imparable, y ya no hay vuelta atrás: cada vez somos más mujeres disfrutando de estos procesos de liberación personal y colectiva. En la medida en que vayamos transformando nuestras relaciones, vamos cambiando la sociedad en la que vivimos, porque lo romántico es político y otras formas de quererse son posibles.

Los hombres pueden seguir luchando contra nuestras liberaciones y quedarse solos, o pueden empezar las suyas propias. 

Nosotras ya hemos avanzado mucho y no nos vamos a quedar sentadas a esperar a que nos alcancen ellos: ya estamos recogiendo los frutos de las semillas que hemos ido sembrando, ya estamos cosechando triunfos, y aunque a muchos les de miedo esta revolución, cada vez somos más. 

¡Amar es cuidar, amar es disfrutar!

Coral Herrera Gómez


Artículo en inglés



Libros para la Revolución Amorosa

Podcast para la Revolución Amorosa

Posts para la Revolución Amorosa














































¡Vente con nosotras al Laboratorio del Amor!

2 de febrero de 2022

Libros para la Revolución Amorosa

 



Editorial Catarata, 2021, Madrid. 





Revolution Amoureuse, Coral Herrera Gómez

Editorial Binge Audio Editions, 

Traducción de Sophie Hofnung,

París, France, 2021.

Puedes adquirirlo en Fnac y en más de 160 librerías de Francia.




Libros de la Catarata, Madrid, 2020. 

Formato: papel y ebook








Coral Herrera Gómez, Editorial Libros de la Catarata, Madrid, 2018.











Coral Herrera Gómez, editorial Catarata, Madrid, 2019











Coral Herrera Gómez, Editorial Fundamentos, Madrid, 2011. 
Formato: papel






25 de diciembre de 2021

Brindis por las Mujeres que se liberan


Un brindis por todas las mujeres que están ideando su proceso de liberación y pensando, mientras brindan en las cenas y comidas, que este es su último año. 

Mujeres que se están ilusionando en secreto con la idea de que van a recoger los frutos de las semillas que están sembrando, y que el Nuevo Año es el inicio de una nueva etapa en la que van a echar por fin a volar.

Saben que no va a ser fácil, que liberarse es un proceso de trabajo interior muy duro, que una no se transforma de la noche a la mañana, que cada una de nosotras necesitamos nuestro tiempo para liberarnos. 

Saben que no existen los milagros, que ya han esperado demasiado a que algo o alguien las libere, que la única magia posible es la que hacemos nosotras mismas. Saben que los cambios empiezan cuando empezamos a movernos, a hacer elecciones y a tomar decisiones. 

Brindo por todas las que, aunque tienen miedo ante la incertidumbre, saben que ya no hay vuelta atrás.

Da vértigo darse cuenta de que el presente se está convirtiendo en pasado, pero la alegría de vivir les empuja para delante. El futuro está en sus manos, y ya nadie las puede parar: están todas convencidas de que tienen derecho a disfrutar de la vida. 

Este año, por fin, se van a liberar.

Coral Herrera Gómez

#Liberaciones #AVolar 

Año nuevo, vida nueva: no te quedes sentada esperando 

Celebremos nuestras liberaciones

Bienvenidas de Soltera: mujeres que se liberan

Tu chico no te lo va a regalar







Si quieres liberarte en buenas compañías, ¡vente al Laboratorio del Amor!

Empezamos un nuevo curso: 

Mujeres que se liberan 

¡eres bienvenida! 




20 de diciembre de 2021

Gracias por venir



Mañana termino mi #gira2021 en Granada, presentando mi nuevo libro, y a punto de terminar el año, me siento muy feliz de haber podido viajar tanto por España impartiendo conferencias y talleres presenciales, y virtuales en México y Colombia.

Mil gracias a toda la gente que llenó auditorios, salas, aulas, librerías y hasta la calle, en pleno centro de Madrid. Gracias por vuestros besos, abrazos y regalos, gracias por vuestros aplausos y vuestro amor, gracias por el calorcito que me disteis en todos los rincones.

Han sido miles de kilómetros, grandes ciudades y pequeños pueblos en Barcelona, Vigo, A Coruña, Tenerife, Gran Canaria, Huesca, Madrid, Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba, Cádiz, Jaén, Donosti, Tolosa, Pamplona, Santander, Ibiza, Valencia, Valladolid, Cartagena...

También tuve el placer de conectarme en directo con miles de personas en pueblos y cuidades México: Puebla, Oaxaca, León, Taumalipas, Morelia, Ciudad de México, y con Bogotá y Bucaramanga en Colombia.

Gracias a todos los ayuntamientos, institutos y universidades, ferias del libro, colectivas y asociaciones, escuelas feministas y unidades de Igualdad por contratarme, y por apoyar mi trabajo.

Ahora, después de mi cierre en Granada, toca descansar, disfrutar de mi gente querida, y poner en práctica las artes del autocuidado, para volver con nuevas energías en la #Gira2022.


Aquí podéis ver todas las fotos de mi Gira 2021

Próximos eventos 

14 de diciembre de 2021

Dejar de sufrir y de hacer sufrir a los demás


La Revolución Amorosa empezará el día en que dejemos de disfrutar haciendo sufrir a los demás. Nuestra cultura está basada en gran parte en el placer que sentimos  humillando, insultando, haciendo burlas y machacando a la gente. Nos sentimos poderosos y nos divertimos haciendo daño a otros humanos y demás seres vivos, y hasta pagamos por asistir a espectáculos en los que se tortura, física, mental y emocionalmente a otros.

Lo podéis ver todos los días en las redes sociales, en los medios de comunicación, en las aulas y en las oficinas, y en nosotros, en nosotras mismas. A la gran mayoría de la gente le encanta meter zascas, imponer su opinión, mostrar su superioridad, y ganar seguidores destrozando a quien sea. 

Basta con convertir a alguien en nuestro enemigo para convertirnos en fieras despiadadas: no reconocemos nuestra violencia verbal como violencia, y somos incapaces de responsabilizarnos del dolor que causamos para ganar las batallas. Sentimos un intenso placer cuando demostramos que somos superiores, y el placer aumenta cuando el público nos aplaude. 

Estamos enganchados y enganchadas a las guerras cibernéticas y cada vez necesitamos más violencia para disfrutar con estos subidones de adrenalina que experimentamos a diario en redes. No nos damos cuenta de que sus dueños se están enriqueciendo con las batallas, los odios, los linchamientos, las cancelaciones y las campañas para aniquilar a los que consideramos nuestros enemigos/as. Ellos nos controlan a través de nuestro ego y de la intensidad de nuestras emociones: así es como nos hemos hecho adictos a los teléfonos y como malgastamos toneladas de tiempo y energía en guerras absurdas a través de nuestros dispositivos.

Sin embargo, no estamos condenados a vivir sufriendo y haciendo sufrir, podemos hacer muchas cosas para acabar con la violencia:

 -aprender a mantener el ego y los complejos de inferioridad y superioridad a raya, 

- aprender a usar nuestro poder sin hacer daño a nadie, 

- tomar conciencia del impacto que nuestra forma de ser y de relacionarnos tiene en los demás. 

- cuidar nuestras palabras y acciones,

- trabajarnos las emociones (el odio, el miedo, la envidia, la ira, la frustración, etc) para no hacer daño a los demás, ni a nosotros mismos/as.

- aprender las artes de la autocrítica amorosa, personal y colectiva.

- aprender las técnicas de la comunicación no violenta y los buenos tratos

- cuidar nuestra salud mental y emocional porque es sagrada, y, asumir que la salud emocional de los demás también lo es.

- practicar a diario para comunicarnos y relacionarnos desde la empatía y el respeto, la solidaridad y el compañerismo.

-construir una ética amorosa basada en la filosofía de los cuidados. 

-aprender a cuidarnos a nosotros/as mismas, cuidar las relaciones con los demás, y cuidar el planeta que compartimos

-tomar conciencia de que todos y todas tenemos derecho a una buena vida, libre de sufrimiento, explotación y violencia. 


Reivindicar y defender este derecho a una Buena Vida es el único camino hacia la utopía. Para poder vivir bien hay que acabar con el sufrimiento que nos causamos unos a otros en nuestra interacción diaria, tanto en el hogar y los espacios íntimos como en los espacios públicos, tanto en lo presencial como en lo virtual. 


Necesitamos, pues, mucha humildad y autocrítica para aprender a divertirnos de otras maneras. Y toneladas de amor del bueno y de ternura social para comunicarnos y relacionarnos de otras formas.


Vivir sin sufrir es un derecho universal de todos los seres vivos.

Vivir sin hacer sufrir es un principio fundamental para vivir en paz.


#RevoluciónaAmorosa #BuenosTratos #Cuidados #AutocríticaAmorosa #Empatía #ComunicaciónNoViolenta #AmorDelBueno #ÉticaAmorosa #SaludMental #SaludEmocional #EducaciónEmocional 

#Otrasformasdedivertirsesonposibles #Bienestar #Autocuidado #TernuraSocial  #VivirSinSufrir #VivirEnPaz #DerechoAUnaBuenaVida


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Cambia tu mundo, y cambias el mundo: la terapia es colectiva

No hay recompensa por sufrir por amor

7 de diciembre de 2021

Celebremos nuestras liberaciones



Las liberaciones hay que celebrarlas por todo lo alto. Es súper importante festejar con tu gente querida que has terminado una relación en la que no eras feliz. 

Brindar con tus amigas porque has sabido cuidarte a ti misma, y te has dado cuenta de que la vida es muy corta y el amor es para disfrutar. 

Celebrar tu inteligencia, tu honestidad, tu valentía, brindar las veces que sean porque no solo te has ahorrado toneladas de sufrimiento en vano a ti misma, también se las has ahorrado a la gente que te quiere. 

Celebrar que te has rebelado contra la cultura romántica del aguante y el sufrimiento, que sabes demostrarte cuánto te quieres a ti misma, y que has decidido liberarte porque tú, y todas las mujeres de este mundo, nos merecemos una buena vida. 

Celebrar que tu decisión no es un fracaso, sino un éxito; no es un final, sino un inicio. Compartir la alegría porque estás usando tus alas para volar y por fin disfrutas de tu libertad para elegir la vida que quieres vivir, y la gente con la que quieres compartirla. 

No importa lo que hayas tardado: lo importante es que no te has resignado y ya te estás liberando del miedo, de la culpa, de la dependencia o de la adicción romántica.

Has comprendido que no hay amor del bueno en las relaciones en las que los cuidados no son mutuos.  Y por eso hay que celebrar que eres responsable y madura, que te has comprometido con tu felicidad, que te estás haciendo una vida mejor. 

Estás llevando la teoría a la práctica y haciendo uso de tus aprendizajes: sabes que todo acto de autocuidado es un grandioso acto de amor hacia ti misma y hacia la gente que te quiere.

 Hay que dar la buena noticia y compartirla con alegría: tu gente se va a sentir aliviada, y probablemente muy feliz porque has priorizado tu salud mental y emocional y tu bienestar.

 Cuando una se libera, nos liberamos todas: inviten a sus amigas a comer o a cenar, a cantar y a bailar, a disfrutar que estamos vivas, a charlar junto a una hoguera durante horas una noche de luna llena... 

Brindemos todas las veces que haga falta por las nuevas etapas, ¡hagamos una costumbre celebrar fiestas y akelarres para celebrar las liberaciones nuestras, y las de las amigas!

#Mujeresqueyanosufrenporamor 

#Mujeresqueseliberan #celebrar #liberaciones #autocuidado


Coral Herrera Gomez 



Enlace al curso Mujeres que se liberan


Libros de Coral Herrera 

7 de noviembre de 2021

Révolution Amoureuse, de Coral Herrera Gómez



Os presento mi libro "Mujeres que ya no sufren por amor" traducido al francés 
por Sophie Hofnung para la editorial Binge Audio Editions.







Les femmes du monde entier souffrent par amour, en rêvant d'un modèle d'homme qui n'existe pas, d'un partenaire idéal qui viendrait les sauver. Ce mythe de l'amour romantique, que la société nous présente comme le seul possible, bien aidée par la religion et l'industrie du divertissement, est toxique.

Individuellement et collectivement. Alors, le seul moyen de se désintoxiquer, c'est de faire la révolution !

Comment ? En interrogeant nos façons de s'aimer, pour nous libérer des normes, de l'éducation et des représentations qui enferment nos émotions ; en imaginant d'autres relations amoureuses et affectives dans un monde différent, et en osant les faire advenir.

En 23 courts chapitres précis et percutants, Coral Herrera Gómez nous donne des pistes très concrètes pour changer nos pratiques individuelles et collectives, afin de faire changer le monde. Car l'amour est un puissant outil de transformation : quand il dépasse les frontières du couple pour gagner le collectif, il est un moteur pour construire une société où l'exploitation, la violence et les hiérarchies n'ont pas droit de cité.


Puedes adquirirlo en Fnac y en más de 160 librerías de Francia.

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29 de octubre de 2021

¿Por qué el patriarcado nos roba el placer y los orgasmos?

 


¿Por qué el patriarcado nos roba el placer y los orgasmos?


¿Por qué las mujeres heterosexuales nos preocupamos más por el ego frágil de nuestros compañeros que por nuestro propio placer?, ¿por qué renunciamos a corrernos a gusto y le damos más importancia a los orgasmos masculinos que a los nuestros?

A los hombres les cuesta disfrutar del sexo y del amor porque no saben cómo hablar del tema. Están acostumbrados a hablar de sexo con otros hombres, generalmente para alardear de sus conquistas, no para intercambiar conocimientos en las artes del amor.

Con sus parejas femeninas les cuesta aún más porque no están acostumbrados a escuchar a una mujer hablar de su placer, de su deseo, de sus fantasías, de sus oleadas, de sus orgasmos múltiples.

Nosotras hablamos mucho de sexo con nuestras amigas. Con los hombres no podemos hablar porque la mayoría de ellos se asustan y sus penes se hacen pequeños cuando se ven frente a una mujer libre. Así que tenemos que tener cuidado porque si creen que somos mujeres para follar, no se van a enamorar de nosotras: la mayoría de los hombres siguen creyendo que hay mujeres buenas y malas, y que las malas son de usar y tirar.

La masculinidad patriarcal es muy frágil y a los hombres les cuesta disfrutar del sexo porque creen que su obligación como macho es eyacular para demostrar su hombría. Les falta humildad, curiosidad y generosidad: no preguntan a las mujeres qué es lo que les gusta en el sexo por miedo a no dar la talla, y aunque se avergüenzan de su ignorancia, les cuesta preguntar y prefieren aparentar que son machos potentes que saben complacer perfectamente a sus parejas.

Nosotras hacemos como que nos complacen para que no se sientan mal. 

Pero lo cierto es que estas mentiras piadosas solo sirven para que los machos mantengan su ego y no aprendan jamás a dar placer a una mujer.

¿Qué ocurre cuando nos atrevemos a decirle a nuestra pareja lo que nos gusta y lo que no, cuáles son nuestras fantasías y dónde están nuestros límites? Que los hombres se sienten incómodos porque tienen miedo a la mujer libre que conoce y ama su cuerpo.


8 de octubre de 2021

La batalla más dura del feminismo está en la casa y en la cama




Las estrategias que nos han enseñado a las mujeres para hacer frente al abuso y la dominación masculina no sirven.

-Ponerse sumisa solo sirve para que el otro se crezca y se ponga más dominante.
-Intentar no enfadar a tu pareja no sirve: en realidad no necesita motivos para estallar. Se enfadará igualmente.
-Intentar dar pena para que se apiade de ti no genera empatía ni ablanda el corazón del otro.
Más bien el efecto que provoca es el contrario: exacerba el sadismo del otro. Le hace sentirse más poderoso. Su ego necesita tenerte de rodillas.

Así que nos toca cambiar de estrategia, compañeras. Pongámonos en pie y aprendamos a usar nuestro poder para que no nos exploten, para que no nos hagan daño, y para que no nos dominen a través del amor romántico.

Aprendamos las artes de la asertividad para defender nuestras posiciones, para poner límites y aprender a decir que no.

Cultivemos la autonomía y la autoestima, y tomemos conciencia de que esto es una cuestión de justicia social: nosotras, las mujeres, somos personas libres y con derechos y queremos relaciones basadas en el respeto, la igualdad, y los cuidados mutuos.

Ahora que ya sabemos que no nacimos para servir, para sacrificarnos, ni para aguantar, exijamos un trato igualitario, sin dar un paso atrás.

La batalla más dura del feminismo está en la cama y en la casa: vamos a romper con la estructura de la dominación y la sumisión de una vez por todas. Los hombres tienen que quitarse la corona y sentarse a negociar.

A nosotras ya no nos engañan ni nos someten más




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