¿Disfrutan los hombres del sexo y del amor?, es la
gran pregunta que me ha venido rondando por la cabeza desde que publiqué mi
libro Mujeres que ya no sufren por amor.
Nosotras llevamos décadas trabajando los patriarcados que nos habitan, y las
relaciones con nosotras mismas, entre nosotras y con los hombres, pero, ¿qué
están haciendo ellos mientras nosotras crecemos, evolucionamos, y nos liberamos
del machismo?, ¿cómo se sienten ante todos los cambios sociales, políticos,
económicos, culturales, sexuales y emocionales que está consiguiendo la lucha
feminista en todo el planeta?, ¿qué aportan ellos a esta
transformación?, ¿cómo reaccionan ante la pérdida de sus
privilegios?
Este nuevo libro está lleno de preguntas en torno
a la construcción de la masculinidad patriarcal y a las masculinidades
disidentes, la manera en que los hombres se relacionan consigo mismos, con los
demás hombres y con las mujeres, su forma de gestionar las emociones y los
sentimientos, y su relación con el amor romántico. Son preguntas que pueden
ayudar a los hombres que se lo trabajan y a los que tienen ganas de ponerse a
ello, pero no saben cómo. Las preguntas nos sirven para analizar la cultura en
la que vivimos, y para conocernos mejor a nosotros mismos: son herramientas muy
útiles para hacer autocrítica amorosa y para trabajarse todo aquello que
queremos trabajar para ser mejores personas y para disfrutar más de nuestras
relaciones, y de nuestras vidas.
Los hombres están, en este momento, en una
encrucijada histórica: tienen ante sí la oportunidad de unirse a la lucha por un mundo más pacífico, amoroso,
igualitario, diverso y ecológico, o pueden seguir como están, atrincherados en sus
posiciones, resistiéndose a una de las mayores revoluciones que están teniendo
lugar en este momento de la Historia presente.
El feminismo nos está cambiando la vida a millones
de personas, pero, ¿son capaces los hombres de disfrutar de estos cambios?,
¿por qué muchos de ellos siguen resistiéndose a la lucha por la igualdad y los
derechos de las mujeres?, ¿tienen herramientas y capacidad de autocrítica para
poder analizar el lugar que ocupan en el mundo, y su papel en una sociedad
patriarcal?, ¿se sienten preparados para los cambios que están por llegar?