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7 de marzo de 2022

Una estrategia eficaz para charlar sobre feminismo e igualdad



Ilustración de Michele del Campo

Lo mismo en el aula que en el bar, en la oficina, o en la fábrica: no perdáis el tiempo discutiendo sobre la "guerra de sexos" y el clásico debate entre machismo y feminismo. Aún la mayor parte de la población no ha podido estudiar nada sobre el movimiento de liberación de las mujeres, porque no se enseña en las escuelas, y apenas se habla de patriarcado en las universidades. 

Es mucho más efectivo tirarles la pelota en su tejado, ponerles a pensar, y retarles a que se pongan creativos y busquen soluciones por sí mismos. 

En las aulas podéis dividir al alumnado en grupos y proponerles que imaginen que llegan a gobernar un país, y lanzar algunas preguntas para trabajar el tema del feminismo, la igualdad y los derechos humanos: 

¿Qué harías tú para parar el incremento de violaciones grupales de hombres contra niñas y mujeres?

¿Como acabarías tú con la doble jornada laboral de las mujeres que conviven con hombres que no se hacen responsables de las tareas básicas para la supervivencia y los cuidados?

¿Qué medidas tomarías para que las mujeres dejen de cobrar un 25% menos en sus empleos?

¿Qué harías para acabar con los 135 femicidios que ocurren cada día en el planeta?

¿Como haríais vosotros para liberar a las esclavas sexuales y cerrar los campos de concentración de mujeres y niñas que hay en cada pueblo y carretera de vuestro país?

¿Como ayudarías a las mujeres que quieren ser bomberas o ingenieras, para que puedan elegir con libertad su profesión?

¿Qué medidas tomarías para que las trabajadoras del hogar tengan los mismos derechos y los mismos ingresos que el resto de las profesiones?

¿Como acabarías con las muertes de los chicos que son asesinados en las peleas entre bandas?

¿Qué podríamos hacer para que las mujeres puedan disfrutar del sexo y el amor, para que seamos libres de elegir a nuestras parejas?

¿Qué se podría hacer para que las mujeres podamos separarnos de nuestras parejas sin miedo a la pobreza o sin miedo a ser aniquiladas?

¿Qué medidas tomarías para acabar con la mutilación genital femenina y los matrimonios infantiles?

¿Como pararias el tráfico de mujeres, niñas y bebés secuestrados con fines de explotación sexual y reproductiva?

¿Qué harías para que las niñas de los países más pobres puedan ir al colegio y a la universidad?

¿Qué medidas tomarías para acabar con los abusos, el maltrato y la violencia sexual que sufren las niñas y los niños en el seno de sus familias?

¿Cómo hacer para frenar los espectáculos de tortura animal, y lograr que la gente deje de disfrutar con el sufrimiento de los demás seres vivos?

¿Cómo acabarías con la pobreza que somete a las mujeres a la explotación doméstica, laboral, sexual, y reproductiva?

¿Cómo rodarías una película o un videoclip libre de mitos y estereotipos de género?

¿Cómo pararías la violencia contra los hombres que no obedecen los mandatos de género?

¿Cómo ayudarías a los hombres gays, bisexuales, y diversos que sufren discriminación y violencia por no ser machos heteros?

¿Cómo garantizarías a las mujeres su derecho a elegir una maternidad libre, o a no ser madre?

¿Cómo trabajarías para que todos y todas tengamos autonomía emocional y económica, y no nos relacionemos por interés o por necesidad?

¿Cómo harías para parar la exclusión social que sufre la gente inmigrante, la gente mayor, la LGBT, con enfermedades o discapacidades enfermedades físicas y mentales?

¿Cómo bajarías las tasas de suicidio masculino, y las de muertes provocadas por la violencia entre hombres?

¿Cómo les ayudarías a ser más libres y a mejorar sus relaciones afectivas, sexuales y sentimentales?

¿Cómo lograrías que todos los seres humanos tuviéramos nuestros derechos humanos fundamentales garantizados?

¿Qué medidas tomarías para parar la autodestrucción del planeta y la violencia que hace sufrir a millones de seres humanos, animales y demás seres vivos?

¿Cómo harías para eliminar el sufrimiento de hombres y mujeres en todo el mundo, y para que todas y todos podamos vivir mejor?

¿Cómo puedes tú contribuir a estas transformaciones sin ser gobernante, y que tienes que cambiar tú en ti mismo/a?

Pueden usar las leyes, obvio, pero también tendrán que investigar e idear medidas para que esas leyes se conviertan en realidad: sociales, políticas, económicas, culturales, deportivas, científicas, educativas... Tendrán inevitablemente que pensar en políticas públicas pero también en cómo cambiar la cultura patriarcal basada en los valores de la dominación y la sumisión, la acumulación y acaparamiento de riqueza y poder, el narcisismo, el egoísmo y el individualismo, la violencia como estrategia para conseguir lo que queremos, el odio contra las mujeres libres... 

Podéis tener a mano siempre las cifras oficiales y trabajar en base a ellas, para anclar al público en la realidad, y para ayudarles a expandir su imaginación, a usar su inteligencia, a aumentar sus conocimientos, a desarrollar la empatía y la solidaridad, a enseñarles a pensar en el Bien Común, y a implicarles personalmente en la construcción de un mundo más pacífico, igualitario y amoroso.

Es más fácil implicarles en la igualdad y en la no violencia cuando les pones a crear y a imaginar. Al menos, a mí me ayuda mucho en mis talleres para adolescentes, y quizás os pueda ayudar también a vosotras. 

(Si no aceptan las estadísticas sobre la realidad de las mujeres y los hombres, entonces hará falta un taller previo sobre qué son los estudios científicos, para qué sirven, cómo los usan los gobiernos, cuáles son las fuentes de información fiables, etc)

Coral Herrera Gómez


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      La Revolución Amorosa en la Coeducación


La Revolución Amorosa en la Coeducación

Ilustración Michele del Campo


El amor es una energía que mueve el mundo: si sobrevivimos como especie fue gracias a nuestra capacidad para ayudarnos unos a otros. Los grupos nómadas de los primeros humanos no dejaban atrás a sus familiares accidentados, enfermos o discapacitados, y cuidaban a sus bebés y a sus mayores durante muchos años. Nuestra infancia y nuestra vejez es muy larga, cada vez más: los humanos necesitamos al menos dos décadas de nuestra vida para completar el desarrollo de nuestros cerebros, y necesitamos también ayuda en los últimos años de nuestras vidas. El amor es lo que nos ha permitido establecer relaciones basadas en la empatía, la solidaridad y el apoyo mutuo. 

Sin embargo, en nuestra cultura el trono del amor lo ostenta el amor de pareja o el amor romántico, basado justamente en lo contrario: está impregnado de ideología patriarcal y capitalista y sus principales valores son el egoísmo, el individualismo, el narcisismo, y la explotación de las mujeres. 

Gracias al amor romántico, hasta el hombre más pobre del planeta tiene una criada gratis las 24 horas, y para toda la vida. La gran mayoría de las mujeres de este planeta tiene doble jornada laboral: una remunerada (y precaria), y otra completamente gratis, cuidando a los familiares de ambos, criando bebés, y haciendo las tareas básicas para la supervivencia. 

¿Cómo ha logrado el sistema que las mujeres nos esclavicemos a los hombres de manera voluntaria? Haciéndonos creer que hemos venido a esta vida a cuidar a un hombre, y haciéndonos creer que este es nuestro destino, que amar es aguantar, amar es soportar, amar es sacrificarse, y que obtendremos una recompensa si renunciamos a nuestro tiempo libre y nuestro derecho al descanso. En realidad la recompensa es para ellos, que gracias a los cuidados que reciben y a nuestro trabajo gratis puedan vivir como reyes, con sirvienta sin salario. 

¿Cómo cambiar nuestras formas de relacionarnos? 

La clave está en los cuidados: si no son mutuos, son explotación. 

En las relaciones en las que no hay reciprocidad, hay abuso.

¿Cómo hacer para que el amor de pareja sea una estructura de relación igualitaria, y cómo liberarlo de toda su carga patriarcal?, ¿cómo hacer para que el amor deje de ser una experiencia carcelaria y nos permita relacionarnos desde la igualdad y la libertad? 

En los 70 comenzamos la revolución sexual, y ahora estamos haciendo la revolución amorosa, que consiste en liberar al amor del machismo y la dominación masculina. Las mujeres feministas nos estamos trabajando los patriarcados que nos habitan para poder construir relaciones basadas en el compañerismo, pero es obvio que para poder querernos bien, necesitamos que los hombres se unan a la revolución, y empiecen también a trabajarse sus patriarcados, tomen conciencia de cómo sufren y ejercen violencia, renuncien a sus privilegios, se hagan responsables de las tareas de crianza y cuidados, y aprendan a relacionarse en igualdad con el resto de los seres humanos y los seres vivos. 

Al cambiar nuestras formas de relacionarnos, podremos cambiar también nuestras formas de organizarnos política, social, y económicamente. 

Todas las revoluciones tienen su propia utopía: la de los amores compañeros, una estructura de relación basada en la reciprocidad, el respeto, los buenos tratos, el compañerismo y la ternura radical. 

Las personas adultas necesitamos desaprender todo lo que aprendimos sobre el amor romántico, y las historias que nos enseñaban a ser hombres o mujeres, y cómo debían ser las relaciones entre nosotros. Las nuevas generaciones necesitan otros modelos, otros referentes, otras estructuras de relación que no estén basados en el interés propio ni la dependencia mutua, y que les permitan disfrutar del amor. 

Una educación revolucionaria y amorosa tiene que estar basada en los valores del pacifismo, el ecologismo, y el feminismo: igualdad, equidad, justicia social, paz, libertad, amor, respeto a la naturaleza y los seres vivos, cuidados compartidos, solidaridad y compañerismo. 

Necesitamos una revolución cultural y educativa para poder hacer la revolución amorosa, y ya tenemos los medios: la coeducación feminista y la educación emocional pueden proporcionarnos las herramientas para querernos bien y para construir relaciones igualitarias. 


En esta asignatura habría tres ejes fundamentales: 

La Historia del Movimiento de liberación de las mujeres. Las niñas necesitan referentes de mujeres inteligentes y valientes que lucharon para que ellas tuvieran hoy los derechos. En la televisión solo les ofrecen modelos de mujeres narcisistas obsesionadas con la belleza y el dinero que guerrean entre sí: el sistema educativo entonces debería poder mostrarle otros modelos de feminidad, y otras formas de relacionarnos entre nosotras.


El trabajo de masculinidades, para que los niños sepan que hay muchas formas de ser hombres, y para que puedan desmitificar la violencia de sus héroes masculinos. Durante toda su formación podrán aprender a relacionarse sin dominar y sin someter a los demás, a desobedecer los mandatos, y a liberarse de los roles de género. Podrán, también, quitarse la corona de rey para poder convertirse en verdaderos compañeros de las mujeres.


Enseñar a las niñas y a los niños a leer los mensajes insertos en la información y en los relatos: cómo nos cuentan las cosas, qué nos venden en los productos culturales, por qué y para qué. Si les ofrecemos las herramientas para entender cómo se usan los mitos y los estereotipos para perpetuar el patriarcado, podrán desmontar toda la ideología del machismo en cualquier relato: canciones, películas, novelas, series, videojuegos, cómics, programas de televisión…


Otros contenidos esenciales de este tipo de educación amorosa, sexual y emocional son:

Aprender los fundamentos de la ética amorosa y la filosofía de los cuidados. 

Desmitificar el romanticismo patriarcal en las aulas, y mostrar la diversidad sexual y amorosa de nuestras relaciones. 

Desmitificar el sufrimiento como vía para alcanzar la felicidad: no es necesario pasarlo mal, ni ganamos nada sufriendo o haciendo sufrir a los demás. El amor es una experiencia gozosa basada en el placer, y solo se puede disfrutar en igualdad y en libertad. 

Desmontar los valores del romanticismo para entender por qué las mujeres no somos libres, ni somos iguales a los hombres, y por qué el amor de pareja nos somete.

Identificar todas las formas de violencia que existen a través de la experiencia personal para tomar conciencia de cómo usamos nuestro poder, y cómo sufrimos y ejercemos la violencia.

Identificar nuestro lugar dentro de las jerarquías de poder del sistema capitalista y patriarcal, y la manera en que usamos nuestro poder para conseguir lo que queremos, lo que necesitamos y lo que deseamos. 

Aprender a gestionar nuestras emociones de manera que no nos hagan daño, y no hagan sufrir a los demás, y aprender a resolver nuestros conflictos sin violencia.

Tomar conciencia de nuestro modo de comunicarnos y de comportarnos con los demás, y del impacto que nuestras palabras y nuestras acciones tienen en los demás. 

Tomar conciencia de las estructuras con las que nos relacionamos: actuamos bajo la lógica del interés y el beneficio propio, en relaciones de abuso, dominación y sumisión. Bastaría con promover nuevas estructuras de relación basadas en la empatía, la solidaridad, la cooperación, y el apoyo mutuo.

Entender cómo funcionan el capitalismo y el patriarcado, comprender por qué unos grupos sociales dominan a las grandes mayorías (clases sociales), y por qué los hombres viven como reyes y las mujeres como sirvientas.

Desmontar todas las ideas del patriarcado sobre la superioridad de los hombres blancos heterosexuales con respecto a los hombres homosexuales y bisexuales, los hombres de otras etnias y nacionalidades, las personas mayores, las mujeres y las niñas, los animales y demás seres vivos. 

Utilizar la creatividad y la imaginación para soñar con nuevas maneras de relacionarnos, para imaginar otras formas de amarse y de quererse, para transformar el amor de pareja y liberarlo de todos sus mitos.

Aprender a usar nuestro poder para el Bien Común, poniendo en el centro la cooperación y los cuidados mutuos, y el derecho de todas y todos a tener una Buena Vida,  libre de violencia, explotación y sufrimiento.

Adquirir las herramientas para imaginar otras formas de organizarnos basadas en los derechos humanos fundamentales,. 

Aprender que lo personal es político: nuestros problemas no son individuales, sino sociales, y necesitamos por lo tanto soluciones colectivas. 

Aprender a cuidarse a sí mismos/as, a cuidar sus relaciones, a cuidar los espacios que habitan y a cuidar el planeta. 

¿Se imaginan cómo cambiaría el mundo si aprendiéramos a tratarnos y a querernos bien?

Coral Herrera Gómez


Este artículo ha sido publicado en la Revista monográfica TE Mujer 8 de marzo 2022 junto con otras compañeras: Lidia Fernández, Carmen Heredero, Marina Subirat, Victoria Rosell, Pamela Palenciano, Rocío Niebla, Equal Saree, Leonor Goicoechea



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17 de agosto de 2017

Consejos para chicas que quieren disfrutar del amor





Si tuviese una máquina del tiempo, regresaría a mi adolescencia a contarme unas cuantas cosas que he ido aprendiendo en el camino. Siento que me hubiera venido estupendamente una visita de mi yo actual cuando era más joven y estaba llena de miedos, tenía una idea completamente mitificada del amor, y caminaba por las sendas marcadas por la tradición patriarcal. Estos son los consejos que me daría a mi misma, quizás haya chicas jóvenes que querrían escucharlos: 

- El amor es para disfrutar. Hay que romper con la idea patriarcal de que las mujeres tenemos que sufrir, sacrificarnos y renunciar a todo por amor. El amor tiene que ser una fuente de goce, placer, aprendizajes, crecimiento, alegría y orgasmos. Si estás en una relación en la que no lo estás pasando bien, si te juntas a una persona adicta al drama o a la violencia pasional, corta por lo sano. Sufrir por amor daña gravemente tu salud emocional y sentimental, y no sirve para nada: es una forma de perder el tiempo y las energías que podrías emplear en otras experiencias más enriquecedoras. 


 -Eres estupenda, independientemente de cuánto ligues, de si tienes o no pareja. Tu valía personal no tiene nada que ver con gustarle a una persona, o a cien personas. Sigues siendo maravillosa independientemente de que se enamoren de ti o no, sigues siendo la misma aunque dejen de amarte. Así que los rechazos y las rupturas no tienen por qué dañar tu autoestima: hay veces que se da la chispa de la química entre dos personas, y otras veces que no, y no pasa nada. 


- Si quieres que el amor sea una experiencia maravillosa, es fundamental que la gente con la que te juntas se sienta libre para quedarse, o para irse de tu lado. No hay nada que alimente más el amor que la libertad, de la misma manera que el sentirse aprisionada u obligada mata cualquier sentimiento amoroso. Y a la inversa: no permitas que nadie te ate con la excusa de que te ama: no perteneces a nadie, y eres radicalmente libre para estar en una relación o para dejar de estar en ella, y para tomar tus propias decisiones. Tu pareja, sea chico o chica, también. 



- Desmitifica el amor. No es cierto que el amor da la felicidad: a veces te mete en infiernos horribles de dolor y sufrimiento. No es cierto que teniendo pareja nunca más te vas a sentir sola: solos estamos todos en este mundo, y caminamos por la vida con acompañantes que van y vienen. No es cierto que el amor te salva de ti misma o soluciona tus problemas, tu vida mejora en función de cómo tomes tus decisiones y cómo aprendas a gestionar tus emociones, no en función de la aparición de un príncipe azul que cambie tu vida mágicamente. 

- Hay muchas formas de amarse y de quererse, muchos modelos de amor: no estás obligada a imitar la estructura que le impusieron a tus abuelos o a tus padres. No importa si se pone de moda una nueva forma de quererse, no importa si todas tus amigas creen que su modelo es el mejor, no importa si la persona que te gusta prefiere tal o cual modelo. No te ates a ninguna religión del amor, aunque te la vendan como algo subversivo: lo realmente transgresor es vivir tu sexualidad y tus relaciones como a ti te apetezca, sin miedo al qué dirán. No te encajones en ninguna etiqueta: hetera, lesbiana, bisexual, monógama, poliamorosa... puedes ser lo que te apetezca y cambiar las veces que te apetezca. Habla contigo misma y escuchaté: ¿cómo te apetece a ti vivir el amor, los amores de tu vida?

-Se está mejor sola que mal acompañada: solas no estamos nunca, tenemos un montón de gente que nos quiere. No tener pareja(s) no es un fracaso: el fracaso es estar con alguien que te hace daño, que no te quiere bien, que no te trata bien. El fracaso es estar en una relación que no funciona, que no te hace sentir bien, que no te hace feliz. Se está mejor soltera que en infiernos románticos que te chupan las energías. 


- Estás guapa, eres guapa. Como eres joven, eres tremendamente bella. Hay una cosa que se llama "lozanía" y que la tienen todas las mujeres de tu edad. Nosotras las que ya estamos entrando en los cuarenta lo vemos desde lejos: tenéis todas una piel hermosa y unos ojos brillantes. Sois guapísimas todas, pero no os dais cuenta porque todo el tiempo os bombardean desde los medios de comunicación para que os comparéis entre vosotras, para que os sintáis todas feas, imperfectas, demasiado delgadas o demasiado gordas, demasiado altas o demasiado bajitas. El objetivo de la industria de la belleza es que te llenes de inseguridades y de complejos y te veas fatal a ti misma porque cuanto peor te sientes, más consumes: ropa de moda, revistas de belleza, perfumes, cosméticos, gimnasio, peluquería, operaciones estéticas, etc. Cuanto peor está tu autoestima, más sumisa eres a los mandatos del patriarcado, por eso para tenerte bien jodida tratan de hacerte creer que si no eres guapa, no se van a enamorar de ti y te vas a quedar sola. 

- Tu cuerpo es tuyo, y es hermoso así como es. Aprende a amarlo, a cuidarlo, y a protegerlo: en este mundo patriarcal, muchos hombres creen que los cuerpos de las mujeres son de ellos, y por eso creen que pueden tocarnos cuando quieran, creen que pueden violarnos a solas o en grupo, creen que pueden alquilar por un rato nuestros coños, que pueden traficar con nuestros úteros, que pueden secuestrar nuestros cuerpos para enriquecerse con el mercado de esclavas sexuales. Tu cuerpo es tuyo: no es del novio, ni del juez, ni del médico, ni del cura, y esto significa que tendrás que luchar para que te respeten, en un mundo donde los cuerpos de las mujeres son objetos para ser disfrutados e intercambiados por los hombres. 


- Disfruta de tu sexualidad, libera tu imaginación, júntate para compartir placeres con quien quieras, cuando quieras, como quieras, y cuantas veces quieras. Olvídate del qué dirán: el machismo nos hace creer que el deseo de las mujeres es algo anormal o patológico, por eso inventaron la palabra "ninfomanía" para insultar a las mujeres libres que viven su erotismo y su sexualidad como desean. Si sientes curiosidad por probar el sexo con tus amigas, no te reprimas: atrévete a explorar, a descubrir lo que te gusta, a probar experiencias nuevas. El sexo con chicas es fantástico: no te niegues a ti misma la posibilidad de disfrutarlo por miedo al qué dirán, a las etiquetas y a los prejuicios y las fobias sociales. Cuanto antes te liberes de esas cargas, mejor: no esperes a los 40 años para hacer lo que te apetezca. 


- Aprender a decir "NO" es fundamental. Hay que decirlo cuando no nos sentimos bien, cuando no queremos hacer algo, cuando no nos apetece o no podemos hacer lo que nos piden los demás. Hay que poner límites a la gente y a las parejas, aunque cueste mucho. Resulta más fácil cuando te sientas a hablar y a pactar contigo misma lo que quieres y lo que no. Lo que te apetece y lo que no. Cuando lo tienes claro, puedes ceder en algunas cosas, pero no en lo fundamental. En el sexo, tu pareja tiene que respetar si no te apetece hacer el amor: no estás obligada incluso cuando has dicho primero que sí y luego tu cuerpo te dice que no. Recuerda: no es no. 

- Sé tu misma. No te empequeñezcas para ligar. No dejes de ser quien eres, no te avergüences de ti misma, no trates de cambiar para adaptarte a los demás. Lo que nos enamora de alguien es su luz, su alegría de vivir, su poder, su fuerza para resolver problemas y para luchar por lo que quiere. Lo que nos atrae de la gente es su seguridad en sí misma, su forma de relacionarse y de moverse en el mundo. Así que no te escondas, no te invisibilices, no te apagues ni dejes que te apaguen. Brilla con toda tu luz y sé tú misma: no permitas que te aplasten ni que te pidan que seas quien no eres. 


- Sola eres más vulnerable, dependiente y necesitada de afecto. No dejes que tu pareja te aísle y te aleje de tu gente querida, nunca. No hagas lo mismo con tu pareja cuando la tengas: el amor hay que multiplicarlo, expandirlo, ensancharlo y hacerlo más y más grande. Lo más valioso que yo conservo hoy, veinte años después, son mis amigas y amigos. Con ellas me he reído tanto, he aprendido tanto, he conversado tanto: con ellas he hecho las mayores locuras, he crecido como persona, he viajado, he construido muchas cosas, y me he construido a mi misma. Los novios y las novias van y vienen: las amigas y los amigos permanecen durante años, y a veces, durante toda la vida. Por eso es tan importante quererlos y cuidarlos, tengas o no pareja: porque son tu gran tesoro. Si tienes una hermosa red afectiva en tu vida, nunca estarás necesitada de amor y será más difícil que se aprovechen de ti o te hagan daño.


- El amor ni se mendiga, ni se exige. Si te quieren bien, a disfrutar. Si no te quieren bien, si no te tratan bien, si no te quieren como tú quisieras, entonces corta por lo sano. Las relaciones en las que no eres correspondida y no hay reciprocidad son las más dolorosas, así que no tienes por qué conformarte con lo poco que te den, ni tienes por qué quedarte esperando a ver si la otra persona se enamora de pronto de ti. Recuerda que la gente se junta para probar, y que en los inicios de una relación a veces hay química y salta la chispa, y otras veces no. A veces descubrimos que somos afines y compatibles, y otras veces vemos que no lo somos y que por mucho que nos queramos, no podemos estar juntos. Utiliza el sentido común: si funciona, adelante. Si no funciona, a otra cosa mariposa.


- Sé asertiva y sincera; di como te sientes, di lo que quieres, di lo que te apetece, y no tengas miedo a la reacción de la otra persona. Puedes decir todo sin hacer daño a los demás, con respeto y ternura. Ser asertiva es evitar por un lado la agresividad (imponerte al otro para que haga lo que tú deseas) y por otro lado la victimización (hacer sentir culpable a la otra persona cuando no cumple con tus expectativas). En temas de amor, no vas a lograr jamás que te amen tratando de dar pena o de hacer sentir culpable o mala persona a tu pareja porque no hace lo que tú quiere o no te da lo que tú necesitas. La única responsable de tu felicidad eres tú: libérate del masoquismo romántico, el mejor invento del patriarcado para tenernos a las mujeres constantemente sufriendo y pasándolo mal porque no somos amadas como soñamos. 


-El amor no es una guerra, y las personas con las que te juntas no son tus enemigos a los que debes vigilar, controlar y castigar. Amar es cuidar a la otra persona, tratarla bien, dar lo mejor de ti en la relación, y que la otra persona sepa también cuidarte, incluso cuando se acaba la relación. No es cierto que los que más se pelean son los que más se desean, no es verdad que del amor al odio hay un paso, y es mentira que quien bien te quiere te hace llorar. Quien bien te quiere te trata bien y contribuye a tu felicidad, y las peleas románticas no son una prueba de amor. Vivimos en un mundo cruel y violento, por eso lo verdaderamente subversivo es lograr relacionarte con la gente desde el amor, la ternura, el cariño, y la alegría de vivir. Además, puedes separarte con amor y cariño: los finales de las parejas no tienen por qué ser traumáticos, desgarradores o terribles. Otros finales son posibles. 

- Cuidaté y usa anticonceptivos: tus compañeros sexuales o sentimentales no te van a querer más si les permites penetrarte sin condón. Es absurdo pensar que así vas a retener a un chico que te gusta: te expones inncecesariamente a embarazarte y a contraer enfermedades de transmisión sexual. Cuantas más veces te expongas, más posibilidades tienes de que te toque la lotería. Y la que sufre la enfermedad y el aborto eres tú, no ellos: no te la juegues. Cuida tu salud, cuida tu cuerpo, y no cedas a los chantajes de aquellos a los que les importa más su placer que tu salud y tu bienestar. 


- Confía en ti misma. Por supuesto que eres capaz de cualquier cosa que te propongas, pero tardamos muchos años en comprenderlo porque los mensajes machistas en los los medios nos hacen creer que las mujeres somos inferiores y por eso necesitamos al lado a un hombre valiente que nos cuide, nos ayude, nos mantenga, nos apoye y nos proteja. Confía en ti, en tus habilidades, en tus potencialidades, en todo lo que se te da bien, en tu capacidad para aprender, para mejorar, para hacer lo que vas a hacer. Hazlo con todo el amor del mundo, inténtalo con todas tus energías, y verás cómo si se puede. No esperes a tener cuarenta años para confiar en ti misma: cuanto antes, mejor.



La vida es muy corta, no pierdas tu tiempo ni tus energías


- La juventud no dura toda la vida, el tiempo pasa muy deprisa. No lo pierdas intentando que relaciones que no funcionan, funcionen. No te quedes esperando el milagro romántico al que nos acostumbran las películas: las princesas Disney, como no tienen proyecto propio, se pasan la vida esperando. La Bella Durmiente estuvo cien años esperando a su príncipe, y la otra Bella pasó años esperando a que la Bestia cambiase. Nosotras no podemos quedarnos esperando al milagro romántico: tenemos muchas experiencias que vivir, mucha gente que conocer, muchas cosas que aprender. 


- El amor romántico es importante, pero no es lo más importante. Por encima del amor romántico estás tú, tu relación contigo misma, tu relación con tus seres queridos, tus proyectos y tus sueños, y por último, el amor romántico. Con los años vas aprendiendo a distinguir lo importante de lo que no es importante: así eres más práctica y sufres menos. Por ejemplo, que a tal chico no le gustes no es importante. El cáncer de alguien a quien amas sí es importante. La soledad y el dolor de alguien a quien quieres sí es importante. No tener dinero para comer a fin de mes sí es importante. Que el banco te eche de tu casa, sí es importante. Que maten a mujeres todos los días en todos los rincones del planeta, sí es importante. 


- No te vayas con el primer tonto que aparece por la esquina. Es un desperdicio enamorarse locamente de alguien a quien no conoces de nada y luego resulta ser un patán. Elige un buen compañero o compañera, no importa si tu relación dura una noche, una semana o un año. Lo importante es que te sientas bien tratada, que te sientas libre y a gusto, que te sientas bien con la persona con la que estés. 



- No te sacrifiques " por amor." No renuncies a tus proyectos ni a tus sueños por amor, no dejes de hacer nada de lo que te gusta hacer por amor. Los novios van y vienen, el de los 18 no es el definitivo, ni el de los 24, ni el de los 30: no hay novio definitivo. Y si el novio te dura veinte años, el consejo sigue siendo el mismo: para amar no hay que renunciar a nada. Si algún chico te pide que dejes tu pasión, lo hace desde el egoísmo, el miedo, el autoritarismo, los celos, la maldad, o la dominación, no desde el amor. Aplícate esta regla a ti misma: nunca le pidas a nadie que deje de hacer lo que le apasiona por ti. El amor es libre y la gente que te quiere bien respeta y ama tu libertad. 

- No pierdas el tiempo con gente que no sabe, no quiere o no puede disfrutar del amor. Dedica tus fuerzas a lo que te gusta, a lo que te apasiona, a lo que te mueve, y aléjate de las personas que quieren hacerte daño, que quieren dominarte, que quieren apagarte, que quieren aprovecharse o abusar de ti. Las relaciones llenas de peleas, dramas y luchas de poder son una pérdida de tiempo. Quien bien te quiere, no te hace llorar. Los que más se pelean, no son los que más se desean. Y no: del amor al odio no hay un paso. Hay un abismo inmenso. 

- Los duelos cuanto más cortos, mejor. No puedes pasar años enganchada del último ex: es una forma de esclavizarte a ti misma durante mucho tiempo, es una forma de auto-boicotearte y de negarte la posibilidad de vivir otras historias y otros romances. Hay que ser práctica: si no te quieren ya, si se te acabó el amor, si se deterioró la relación, si nos estamos haciendo daño, mejor liberarnos mutuamente. Ayuda mucho pasar el duelo en compañía, rodeada de la gente que nos quiere. Recuerda que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.



Con respecto a los chicos: 


- No te esfuerces en ser aceptada por los chicos adolescentes, en especial los machos alfa y sus seguidores. Es una tarea inútil: ellos se consideran diferentes a nosotras y buscan construir su identidad masculina desde la negación y la oposición a la feminidad. La virilidad patriarcal se construye desde estas tres negaciones: "no soy una chica, no soy un bebé, no soy homosexual". Así que los líderes, los guapos, los alfa, no te van a ver como a una igual. No importa lo que hagas: no te van a tratar como a una compañera, así que ni imitarles, ni masculinizarte, ni hacerte deseable va a servir para que te acepten en su círculo. 

-Evita a los chicos celosos, inseguros, miedosos, machistas y posesivos: cuando un hombre quiere controlar tus movimientos, darte permiso o no dártelo para hacer algo, cuando pierdes tu derecho a la privacidad y a la intimidad, cuando te sientes vigilada, cuando tienes que dar explicaciones de lo que vas a hacer o no, no es porque te quieran mucho. Es porque no te saben querer bien y porque se sienten poderosos al dominar a una chica maravillosa. La posesividad no es una prueba de amor, sino más bien una demostración de machismo, egoísmo e inmadurez. 

- ¿Por qué solo te quieren para tener sexo? La mayor parte de los chicos han aprendido que la única manera de relacionarse con las mujeres es para utilizarlas: las chicas están para follar, para aliviar su deseo sexual, para llevar los vídeos porno a la realidad. Les encanta que te enamores de ellos, que te dejes "hacer de todo", que te sometas a su deseo y a sus necesidades. Las chicas guapas además les dan prestigio, les otorga el certificado de macho, les eleva el status y les aumenta el Ego gracias a la admiración que despierta en tus amigos por tener una chica guapa a sus pies. La mayor parte de los chicos educados en el patriarcado dividen a las mujeres en dos grupos: las buenas (mujeres sin deseo sexual propio, mujeres obedientes a su rol sumiso, mujeres que aman con devoción y cumplen los mandatos de género, mujeres comprensivas con las travesuras de los hombres), y las malas (todas las demás). Su manera de relacionarse con las mujeres está basada en esta filosofía: las mujeres son todas unas putas menos mi abuela, mi madre y mi hermana, que son unas santas. A las putas me las follo (a unas las pago y a otras no), pero jamás se me ocurre concederlas el status de novias. Las utilizo para mi placer y luego las abandono. Hasta que aparezca mi princesa (mujer buena), y con ella me caso, asiento la cabeza y fundo una familia. Esta es la razón por la cual aunque tengas sexo con ellos, no significa que quieran tener una relación contigo: los más machistas valoran más a las mujeres que no tienen sexo, y las respetan mucho más. Ellas son las elegidas para tener una relación formal, aunque generalmente ninguno quiere tener una relación formal. 

- Si sueñas con una historia de amor de película, no creas que se van a enamorar de ti por vestir sexy, por mostrarte disponible para tener sexo, por parecer una chica salvaje deseosa de tener experiencias nuevas. Para muchos de ellos, el amor es una cosa, y el sexo es otra: se enamoran de las chicas buenas, se follan a las malas. Ellos creen que las chicas dan sexo para conseguir amor, y que por el contrario, los hombres dan amor para conseguir sexoPero en realidad no tiene sentido separar una cosa de la otra, pues toda experiencia sexual puede ser amorosa, y toda experiencia amorosa puede ser erótica. Las mujeres también tenemos deseo sexual, también disfrutamos del sexo y necesitamos sexo como los hombres. La diferencia con ellos es que somos multiorgásmicas, por eso son tantos los que tienen miedo al poder de las mujeres y a la sexualidad de las mujeres. Muchas no descubrimos el potencial del placer porque construimos nuestra sexualidad en torno al placer de ellos, de lo que la industria del porno les ofrece a ello. Así es como existen muchas mujeres que no buscan su goce, sino hacer gozar al otro, y para eso se olvidan de su propio cuerpo y su propio erotismo, en el afán de agradar y complacer al otro.

- Los chicos que desobedecen al patriarcado son los más interesantes, y los únicos con los que se puede tener una relación de placer y compañerismo. Son esos chicos que no siguen al líder, que no le imitan, que no cumplen con los estereotipos de la masculinidad patriarcal. Son chicos que no compiten entre sí, no les gusta la violencia, no se someten a la dictadura del patriarcado que les dice cómo deben ser, no se han mutilado emocionalmente, no tienen que demostrar nada porque se sienten a gusto con su forma de ser. Esos son los chicos con los que puedes divertirte mucho, aprender, profundizar, explorar tu sexualidad, y construir una relación basada en el compañerismo.

- No les des tanta importancia: si quieres disfrutar de tu adolescencia y tu juventud, si quieres acabar con la desigualdad y el machismo, no los endioses ni los idolatres. No existen los príncipes azules: son chicos de carne y hueso, con multitud de defectos, y no los vas a cambiar. Con los años vas aprendiendo que en tu vida lo importante eres tú, tu bienestar, tu felicidad, tus sueños, tus proyectos, tus pasiones, tus relaciones sociales y afectivas, tu gente querida. La mejor manera de vencer al patriarcado es no vivir pendiente de ellos, y que tu autoestima no dependa de si ellos te aman o no te aman. 


No esperes a tener 40 años para liberarte

El miedo, de la vergüenza y la culpa, las tres grandes armas del patriarcado para esclavizarnos. Con el paso de los años nos vamos dando cuenta de esto y cuando alcanzamos la mediana edad somos más felices porque logramos liberarnos de todo y empezamos a pensar más en nosotras mismas y en nuestro bienestar. 


 - Tu gran culpa. Tienes derecho a ser feliz, a disfrutar, a elegir con quién quieres estar y con quien no, tienes derecho a ir y venir, a quedarte o a irte: eres libre para tomar decisiones que te beneficien a ti, y no por eso eres egoísta. Las mujeres tenemos todo el derecho del mundo a dejar las relaciones en las que no somos felices, así que no permitas que te sientas responsable de su felicidad o cuando te hacen sentir culpable por el bienestar de la persona que te exige que te quedes a su lado. La culpa es una potente arma de control social sobre las mujeres: no dejes que te hagan sentir mala persona cuando haces algo que te hace feliz, o cuando te proteges de situaciones que te hacen daño.


 - El miedo a la soledad, el miedo al abandono, el miedo al fracaso, el miedo a brillar, el miedo a que no te amen, el miedo a que te amen demasiado, el miedo a no enamorarte, el miedo a que se desenamoren de ti, el miedo al rechazo... el miedo es una arma de control social muy potente, porque sirve para crear masas desesperadas de mujeres de todas las edades, clases sociales, países y orientaciones sexuales que buscan el amor y se olvidan de quererse a sí mismas. No dejes que el miedo te paralice: la vida requiere mucha valentía y coraje, y cuando te atreves a vivirla sin obstáculos ni fantasmas, el gozo es indescriptible. 


- La vergüenza y el miedo al qué dirán: vivimos en una cultura muy hipócrita de doble moral en la que a la gente le encanta criticar, juzgar y señalar a todas las personas que no cumplen los mandatos de género. Sé desobediente y rebelaté: haz lo que te de la gana sin pensar en los demás. Generalmente los que más critican son los que más amargados están y los que más envidia tienen. También vas a recibir muchas presiones por parte de tu familia y tu entorno cercano: que cuando te echas novio, que cuando os casais, que cuando tenéis un bebé, que cuando tenéis otro bebé, que si no te apetece ir a por el niño ahora que tenéis dos niñas... la lista de exigencias es interminable, nunca acaba. Si decides no casarte, no tener hijas, no seguir la senda marcada por la sociedad, se van a poner muy pesados. Pero cada cual es libre de hacer lo que le apetezca con su vida, así que no te dejes presionar: tu vida es tuya y de nadie más. 



Rebelaté todas las veces que hagan falta: 


- El mayor acto de rebeldía contra el sistema consiste en quererte y cuidarte mucho. Ya que el patriarcado y el capitalismo nos quieren amargadas, acomplejadas, deprimidas, tristes, y en guerra contra nosotras mismas, entonces hay que querer bien a la compañera que va a estar junto a ti toda tu vida, desde la cuna a la tumba. Si te quieres podrás tener una relación muy bonita contigo misma, podrás ponerte las cosas fáciles, podrás elegir las mejores compañías, podrás hacer lo que quieras en tu vida. La persona que tiene la mayor responsabilidad sobre tu felicidad eres tú.  Cuanto más feliz seas, más felices somos todas las mujeres del planeta. 


- El segundo acto de rebeldía contra el sistema consiste en cultivar tu autonomía. Para poder construir relaciones igualitarias, es fundamental trabajar en tu independencia económica, emocional, sexual y sentimental. Aprender a estar sola, a resolver tus problemas con la ayuda de tus seres queridos, a disfrutar de tus pasiones en buenas compañías, es esencial para poder relacionarse desde la libertad, no desde la necesidad de ser amada. 


- El tercer acto de rebeldía consiste en no arrastrarte como una perra detrás de un macho alfa. En el mundo hay muchas mujeres que dependen económicamente de un hombre y tienen que obedecerle por miedo a quedarse sin recursos para ellas y sus hijas. Pero también hay muchas mujeres con autonomía económica que dependen emocionalmente de un hombre, y es gracias al patriarcado, que nos hace creer que sin ellos no somos nada. No somos medias naranjas esperando a ser completadas por otra media. Si el hombre del que te enamoras no se porta bien contigo, si te trata con indiferencia, si te chulea, si te marea, si te hace daño, si te controla, si pasa de ti, si no se implica en la relación, entonces mejor dejar la relación, y a otra cosa, mariposa. El amor sólo puede darse cuando hay igualdad, cuando existe el respeto mutuo, cuando hay reciprocidad, cuando ambas personas tienen ganas, energías y generosidad para quererse bien. 


- Puedes empezar ya mismo a llevar la teoría a la práctica: el feminismo aplicado a las relaciones románticas o de pareja consiste en quererse bien, tratarse bien, construir una relación sana y bonita desde la igualdad y la reciprocidad. Lo romántico es político: con el feminismo nos empoderamos individual y colectivamente, por eso queremos relacionarnos con los hombres desde el amor compañero o el compañerismo amoroso, evitando el sistema tradicional de sumisión-dominación que nos propone como modelo el romanticismo patriarcal. 


- El amor hay que multiplicarlo y expandirlo: nunca debe reducirse a una sola persona. Tengas o no pareja, el amor es algo que está dentro de ti, no fuera de ti. Sé generosa con tu amor, repártelo con alegría entre la gente que te quiere. 


Coral Herrera Gómez






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¿Conoces el Laboratorio del Amor? Coral Herrera es la creadora y coordinadora de esta comunidad internacional de mujeres en Internet. Es una red social privada, y un taller permanente: puedes apuntarte en cualquier momento, desde cualquier país, y dedicarle el tiempo que quieras. En el Laboratorio tenemos una Biblioteca del Amor, foros temáticos de trabajo, un Foro de Acompañamiento, un Cine-Fórum, un Blog, y celebramos un chat al mes en directo. 
En mi web tienes toda la info y el botón de inscripción por si quieres unirte a nosotras: 


3 de febrero de 2017

Educación para el amor desde el feminismo y la diversidad

Tenemos que proteger a las niñas y las adolescentes del mito del amor romántico. Es urgente que les demos herramientas desde la más tierna infancia para que aprendan a distinguir entre la ficción y la realidad, a cuestionar la magia del amor, a analizar los mitos desde una perspectiva crítica, a despatriarcalizar las emociones, y a construir relaciones igualitarias, sanas y bonitas. 

No es justo dejarlas indefensas frente a la ideología que les seduce y les hace creer que el amor es la salvación y la solución, y que no es el amor entre nosotras, sino el amor hacia un hombre. Porque cuando se hacen adultas siguen consumiendo fantasías románticas, y configuran sus vidas en torno a la necesidad de sentirse amadas. 

Nos pasa a casi todas. Cuando nos hacemos adultas ya no creemos en el Ratoncito Pérez ni en Papa Noel, pero seguimos creyendo que el amor nos hará felices, será perfecto, y durará toda la eternidad. Nuestros sueños y nuestros proyectos se abandonan o se dejan para después porque nosotras no somos lo importante: ponemos el amor en el centro de nuestras vidas, y en eso se nos van las energías y el tiempo, en tratar de encontrar a nuestra media naranja. 

Hay millones de mujeres en el planeta que viven en ese mundo de ilusión y decepción constante, que dependen económica y emocionalmente de un hombre, que creen que sin pareja no son nadie, que no se sienten capaces de arreglar sus problemas por si solas, que aguantan malos tratos en nombre del amor, que se sienten inferiores, que creen que obedeciendo serán más amadas, que creen que para ser amada hay que sufrir, que piensan que la felicidad está en esperar pasivamente la llegada del príncipe azul. 

Como no nos enseñan en las escuelas, luego nos hacen falta muchos años de terapia y de duro trabajo personal para poder desaprender todo lo que aprendimos con los cuentos que nos cuentan. Si nos vacunasen contra esta magia podríamos acabar con tantas decepciones y sufrimientos, tantos embarazos prematuros, tantos sueños abandonados, tantas vidas rotas, y tanta violencia machista. 

Los niños y los adolescentes también necesitan herramientas para perderle el miedo al amor, para aprender a expresar sus emociones, para desaprender el machismo que aprenden en la televisión y en la cultura del entretenimiento. 

Los niños tienen que poder defenderse de la mitificación del macho violento, necesitan otros héroes y otros modelos de masculinidad para que aprendan a resolver sus problemas sin utilizar la violencia. Los niños tienen derecho a sentirse libres para vestirse como quieran, para llorar si lo necesitan, para pedir ayuda cuando se sienten tristes, para mostrar su vulnerabilidad sin miedo a las burlas. Los niños necesitan aprender a cuidarse y a cuidar a los demás, a respetar a las niñas y a si mismos, a dejar de considerar que las niñas son seres inferiores que han nacido para amar y para servir a los hombres. 

Los niños y adolescentes necesitan herramientas para gestionar sus emociones, y para aprender a relacionarse de un modo igualitario, en horizontal, sin jerarquías y sin esquemas de dominación ni sumisión. Necesitan mucho feminismo para aprender a ser seres autónomos que no dependan de su madre o de su novia, que no necesiten criadas, que no necesiten ser obedecidos. Necesitan amar y respetar la diversidad para que cualquiera de ellos puedan amar a otros hombres sin ser discriminados. 

Necesitamos mucho feminismo en las escuelas para aprender a querernos bien, para amarnos más y mejor, para poder alejarnos del modelo tradicional del romanticismo patriarcal y sus paraísos imposibles. Por eso es tan importante aprender a pensar por nosotros mismos, con perspectiva de género y con capacidad para analizar cualquier mensaje desde la crítica, visibilizar la ideología que subyace a los contenidos mediáticos, y así desmontar todos los cuentos que nos cuentan. 

Hay que desaprenderlo todo, resistir ante el bombardeo del romanticismo patriarcal, generar espacios de ternura, libres de machismo y llenos de solidaridad, cooperación, y ayuda mutua. Reinventarnos el amor, probar otras formas de querernos, imaginar otras estructuras sentimentales para poder sufrir menos, y disfrutar más del amor. 


 .
Coral Herrera Gómez


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27 de diciembre de 2016

Las niñas que querían ser adultas: embarazo adolescente y amor romántico


Collage: Señora Milton


Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cada año dan a luz 16 millones de adolescentes, entre los 15 y 19 años de edad, en todo el mundo. El 95% de éstos, ocurre en países en desarrollo. 
Cerca de 2,5 millones de adolescentes se someten cada año a abortos clandestinos, algunos acaban derivando en problemas graves de salud e incluso la muerte.
Cada año se producen en el mundo 7,3 millones de partos de niñas y adolescentes de hasta 18 años, de los cuales dos millones corresponden a niñas menores de 15 años. 
Cada día 20.000 menores de 18 años dan a luz y cerca de 200 mueren como consecuencia de un embarazo o un parto.
El riesgo de muerte materna es cuatro veces más elevado en las adolescentes menores de 16 años que en las mujeres veinteañeras. Las muertes de madres y bebés en el parto y el primer mes de vida son entre un 50% y un 100% más frecuentes en madres adolescentes que en madres de más edad; cuanto más joven es la madre, mayor es el riesgo para las madres y para los bebés.



No puedo olvidar la conversación que tuve hace un par de años en un viaje a Nicaragua con una niña de quince años que estaba en la playa deambulando. Le pregunté que qué quería ser de mayor y me dijo que quería ser esposa y mamá, porque no le gusta estudiar y se aburre mucho en la escuela. Le pregunté que dónde estaban sus amigas y me dijo que no tenía, porque las amigas te roban el novio y es mejor buscar novio sola. Que sí, que ella estaba buscando novio en las playas porque están llenas de gringos. Que su prima conoció a uno que se enamoró de ella y se la llevó a Estados Unidos. Ella ya tiene cuatro hijos y una casa grande y un carro lujoso. Él ya no es tan guapo, está gordo y le pega a veces, pero ella es feliz por poder vivir allá. Cuando viene a Nicaragua trae muchas cosas lindas. Ella quiere ser como su prima, salir de su pueblo, salir de la pobreza, encontrar a un gringo que se la lleve para allá. “En este pueblo no hay futuro. Yo quiero empezar otra vida, quiero que me ame un hombre rico, sólo quiero ser feliz”


Seguir leyendo el artículo en Pikara Magazine: 

http://www.pikaramagazine.com/2016/12/embarazo-adolescente-y-amor-romantico/

22 de diciembre de 2016

Foros del Laboratorio del Amor



En el Laboratorio del amor trabajamos muchos temas y en todos mezclamos lo personal con lo teórico, porque creemos que lo romántico es político, es decir, que podemos desmitificar, desaprender y despatriarcalizar el amor, e inventarnos nuevas formas de querernos. A nosotras mismas, a nuestras parejas, y a nuestra gente. Nuestro objetivo es fabricar colectivamente herramientas que nos ayuden a llevar la teoría a la práctica, a ser realistas, a elegir buenos compañeros o compañeras, a hacernos la vida más fácil y más bonita.

Los foros que tenemos abiertos en estos momentos son:

- Autoamor y autoestima
- Los celos.
- ¿Te estás enamorando?
- La poliamoría y los polidramas.
- Ligar en tiempos de Internet
- La convivencia en pareja.
- El sexo en la pareja.
- Desamor y rupturas
- Dinero y amor.
- Cómo aprendí a amar: amor y familia.
- Violencia y malos tratos en la pareja.
- Infidelidades (propias y ajenas).
- Las solterías y las soledades.
- Autoboicot y autocastigo
- Micromachismos y macromachismos.
- El Ego romántico.
- Relaciones con narcisos, marichulos y psicópatas.
- ¿Son mejores las relaciones entre nosotras?
- Amar sin miedos
- Termómetro del amor
- Maternidades
- Espiritualidad, energías, y feminismoç
-Mindfullness
- Herramientas para disfrutar más del amor




También tenemos un Foro de Acompañamiento en el que nos contamos las batallas del dia a día, los ligues, los enamoramientos, las separaciones... es nuestro espacio más personal, el lugar en el que compartimos alegrías y penas, nos escuchamos y nos apoyamos, nos damos buenos consejos, nos acompañamos, nos reímos y lloramos. Es un espacio de confianza, sororidad y amor del bueno en el que vamos pensando el amor a la vez que lo vivimos, y en el que no nos sentimos tan raras al escuchar a las demás.

Somos mujeres muy diversas de todas las edades y países. Heteros, lesbianas, bisexuales, casadas, solteras, monógamas, poliamorosas, ilusionadas y desengañadas, y a todas nos une el deseo de sufrir menos, y disfrutar más del amor.

Nos reunimos una vez al mes para chatear en directo, y tenemos una Biblioteca del Amor con muchos recursos (libros, videos, artículos, documentales, reportajes, entrevistas, etc) para estudiar el amor romántico.




Si decides unirte a nosotras, ¡eres bienvenida!

Más info e inscripciones en mi web:



13 de diciembre de 2016

Educación para ser una buena persona y para transformar el mundo




Ahora que soy mamá pienso en lo que me gustaría que estudiara mi hijo a lo largo de su vida. 

- Quisiera que tuviese herramientas, conocimientos y sensibilidad para que sea una buena persona, y que no sufra las enfermedades de transmisión social que provocan el miedo y el odio: machismo, racismo, clasismo, machismo, homofobia, lesbofobia, transfobia, etc. 

- Me gustaría que aprendiese a amar la diversidad biológica y cultural, que sea respetuoso con la naturaleza y los animales, y que tenga conocimientos y sensibilidad para luchar contra la destrucción del planeta. Me parece tan importante que conozca a fondo la lista de los Derechos Humanos Fundamentales, y los derechos de los animales y la naturaleza. Sería tan importante que pudiese también aprender a tener empatía y ser solidario, a ser sensible y a rebelarse ante el sufrimiento humano y animal. 

- Creo que sería esencial para su formación que tuviese herramientas para desmontar todas las mentiras que nos cuentan los medios de comunicación y las industrias culturales, para que pueda reflexionar sobre lo que nos cuentan, cómo nos lo cuentan, por qué y para qué nos lo cuentan, y también sobre lo que no nos cuentan. 

- Me encantaría que tuviera herramientas para conversar y pudiera disfrutar de largas y hermosas conversaciones con la gente. Que pueda hablar de sí mismo, de sus vivencias y emociones, que sepa hablar el lenguaje sentimental  y que pueda identificar, gestionar y expresar sus emociones. Todo para que pueda disfrutar del amor, el sexo, la amistad desde la filosofía del buen trato y del amor compañero. 

- Su formación nunca estará completa si no conoce la lucha feminista de las mujeres a lo largo de la Historia. A mí me borraron a la mitad de la Humanidad, pero me encantaría que en sus libros de texto aparezcan las mujeres importantes, y que en ellos se reconozca el valor de los aportes de las mujeres en todas las áreas de conocimientos. 

- Y por último, me encantaría que aprendiese a diseñar estrategias para la auto-gestión de los recursos, y la auto-organización sociopolítica, y así poder acabar con la desigualdad, la pobreza, la violencia y el destrozo del planeta Tierra. 

He aquí el listado de asignaturas que me encantaría poder enseñarle y que considero imprescindibles para su formación: 


- Derechos Humanos Fundamentales (con el listado de países que los    

  incumplen, las razones por las cuales los incumplen, y quién se beneficia)
- Feminismos: historia de los movimientos y teorías feministas en el mundo. 
- Masculinidades: teorías y movimientos.- Diversidad (sexual, cultural,       
  biológica, social...)
- Derechos de los animales y de la naturaleza.
- Educación para la gestión y expresión de las emociones y los sentimientos.
- Educación relacional: sexo, amor, amistad desde los buenos tratos. 
- Educación para la empatía, la solidaridad y el compañerismo.
- Comunicación, diálogo, escucha activa y respeto: cómo disfrutar y aprender a  
   través de la conversaciones.
- Herramientas para el análisis crítico de los contenidos mediáticos y culturales.
- Auto-gestión y auto-organización de las comunidades humanas. 
- Somos lo que comemos: cómo producir comida sana sin veneno. 
- Estrategias para acabar con la pobreza y la violencia patriarcal en el planeta   
  Tierra. 
- Estrategias para acabar con el destrozo medioambiental del planeta Tierra y para concienciar a las masas del grave problema utilizando la tecnología. 


Coral Herrera

Coral Herrera Gómez Blog

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