30 de noviembre de 2016
Sexualidad Queer: gente "rara" y amores diversos
Este artículo forma parte de la Revista del Instituto de la Juventud de España, INJUVE, en la que encontraréis material didáctico para trabajar con gente joven el tema de las identidades, las TIC, lo queer y la sexualidades diversas.
Mi aportación es el capítulo 4 que podéis leer y descargar aquí:
Sexualidad Queer, de Coral Herrera
Publicado por
Coral Herrera Gómez
29 de noviembre de 2016
Sobre la Renta Básica y los vagos
Hay una forma de acabar con la pobreza: no es una utopía ni es magia.
Es la Renta Básica, que permitiría una vida digna para todo el mundo y acabaría con la exclusión de los millones de personas que no pueden acceder al mercado laboral por culpa de las indecentes tasas de desempleo. Lo dicen los economistas, que es completamente viable. Pero a las élites no les hace gracia lo de acabar con la precariedad, el hambre, la angustia o el frío de tantas personas, ¿que harían ellos sin pobres?
Me contestan en mi perfil de facebook que un salario mínimo para todxs acabaría con la cultura del esfuerzo y aumentaría la vagancia. Imagino que la buena señora se refería a los ladrones y corruptos: banqueros, empresarios y políticos que se dedican a vivir de nuestros recursos. Muchos de ellos son vagos y maleantes, y no van a la cárcel. Roban y trapichean con total impunidad.
En cambio la clase trabajadora se vería muy beneficiada, porque no tendríamos que aguantar malos tratos, ni aceptar salarios indignos ni dejaríamos que los empresarios pisoteen nuestros derechos fundamentales. Todo serían beneficios para las mayorías...
Si quieres puedes leer más aquí:
http://www.publico.es/economia/crecen-voces-plantean-renta-basica.html
Es la Renta Básica, que permitiría una vida digna para todo el mundo y acabaría con la exclusión de los millones de personas que no pueden acceder al mercado laboral por culpa de las indecentes tasas de desempleo. Lo dicen los economistas, que es completamente viable. Pero a las élites no les hace gracia lo de acabar con la precariedad, el hambre, la angustia o el frío de tantas personas, ¿que harían ellos sin pobres?
Me contestan en mi perfil de facebook que un salario mínimo para todxs acabaría con la cultura del esfuerzo y aumentaría la vagancia. Imagino que la buena señora se refería a los ladrones y corruptos: banqueros, empresarios y políticos que se dedican a vivir de nuestros recursos. Muchos de ellos son vagos y maleantes, y no van a la cárcel. Roban y trapichean con total impunidad.
En cambio la clase trabajadora se vería muy beneficiada, porque no tendríamos que aguantar malos tratos, ni aceptar salarios indignos ni dejaríamos que los empresarios pisoteen nuestros derechos fundamentales. Todo serían beneficios para las mayorías...
Si quieres puedes leer más aquí:
http://www.publico.es/economia/crecen-voces-plantean-renta-basica.html
Publicado por
Coral Herrera Gómez
25 de noviembre de 2016
Sobre la violencia machista y la indiferencia
Para quien no sepa que es el patriarcado o para toda la gente que niega su existencia: el patriarcado es una estructura marcada por las jerarquías, el poder y la violencia, y la dominación de un grupo humano sobre los demás. Los feminicidios, las violaciones, los abusos sexuales, el acoso sexual callejero, las mutilaciones genitales a niñas, la trata de esclavas sexuales, los empalamientos, las lapidaciones, la violencia obstétrica contra embarazadas y madres, los matrimonios obligados con violaciones diarias, los embarazos de niñas y adolescente, la brecha salarial, el lenguaje sexista, los malos tratos, todo ello es consecuencia del patriarcado.
Para acabar con el patriarcado necesitamos una profunda transformación cultural, social, sexual, emocional, politica y económica, pero sobre todo tenemos que acabar con la indiferencia y el negacionismo: cada diez minutos una mujer es asesinada por su compañero o ex compañero en el mundo.
#MachismoMata #25N#VivasNosQueremos #NoMorimosNosMatan
Las mujeres, las niñas y los niños, los animales tenemos derecho a una vida sin violencia emocional, psicológica o física. Una vida sin discriminación, sin invisibilización, sin malos tratos, sin acoso callejero, sin miedos, sin violencia obstétrica, sin abusos sexuales, sin violaciones, sin mutilaciones genitales, sin humillaciones, sin insultos, sin malos tratos. #MachismoMata #VivasNosQueremos
Publicado por
Coral Herrera Gómez
12 de noviembre de 2016
Sobre el amor a Dios y el odio a los pobres
Clasismo sin_vergüenza: el otro día la vicepresidenta de Costa Rica, Ana Helena Chacón, publicó un artículo sobre la reducción de la pobreza en el país. Me impresionó mucho que la gente en vez de alegrarse, se dedicara a meterse con la clase trabajadora.
Su facebook y el del Presidente de la República se llenaron de comentarios clasistas tipo: "los pobres deberían dejar de ser tan vagos y ponerse a trabajar de verdad", "los pobres en realidad no quieren salir de la pobreza", "algo hacen mal y por eso son pobres", "los pobres son unos ignorantes", "los pobres se aprovechan de las ayudas del Estado", y también, por supuesto, muchos comentarios xenófobos y racistas contra los pobres que vienen de fuera.
En esos comentarios asquerosos siempre metían a Dios de por medio, y yo me preguntaba: ¿pero cómo se puede ser seguidor/a de Jesús y odiar tanto a la clase trabajadora?. ¿Es compatible el amor a Jesús y el odio al prójimo?, ¿cómo es posible que haya gente tan violenta presumiendo de ser buenos cristianos?, ¿por qué no les da vergüenza manifestar públicamente su desprecio hacia los inmigrantes y la gente humilde?, ¿cómo es que no sienten ni una pizca de agradecimiento por las mujeres que crían a sus hijos e hijas, que limpian su mierda, que planchan sus ropas y cocinan los alimentos que comen, a los hombres que reparan sus casas, arreglan sus jardines y limpian sus carros?
¿De dónde viene tanta ignorancia, miedo y odio? ¿Se hereda genéticamente, se adquiere a través de los medios de comunicación, o lo aprenden en las parroquias y en las escuelas de ricos?
Su facebook y el del Presidente de la República se llenaron de comentarios clasistas tipo: "los pobres deberían dejar de ser tan vagos y ponerse a trabajar de verdad", "los pobres en realidad no quieren salir de la pobreza", "algo hacen mal y por eso son pobres", "los pobres son unos ignorantes", "los pobres se aprovechan de las ayudas del Estado", y también, por supuesto, muchos comentarios xenófobos y racistas contra los pobres que vienen de fuera.
En esos comentarios asquerosos siempre metían a Dios de por medio, y yo me preguntaba: ¿pero cómo se puede ser seguidor/a de Jesús y odiar tanto a la clase trabajadora?. ¿Es compatible el amor a Jesús y el odio al prójimo?, ¿cómo es posible que haya gente tan violenta presumiendo de ser buenos cristianos?, ¿por qué no les da vergüenza manifestar públicamente su desprecio hacia los inmigrantes y la gente humilde?, ¿cómo es que no sienten ni una pizca de agradecimiento por las mujeres que crían a sus hijos e hijas, que limpian su mierda, que planchan sus ropas y cocinan los alimentos que comen, a los hombres que reparan sus casas, arreglan sus jardines y limpian sus carros?
¿De dónde viene tanta ignorancia, miedo y odio? ¿Se hereda genéticamente, se adquiere a través de los medios de comunicación, o lo aprenden en las parroquias y en las escuelas de ricos?
Publicado por
Coral Herrera Gómez
9 de noviembre de 2016
Sin machismo, los hombres serían más felices
- Sin machismo, los hombres no asesinarían a otros hombres: el 95% de los asesinos de hombres, son hombres. Así que en un mundo libre de machismo, habría menos asesinatos de hombres y de mujeres, es decir, habría menos violencia, menos sufrimiento, menos dolor. Los hombres no perderían a sus hermanos, padres, abuelos o amigos, y tampoco a las mujeres de su entorno familiar y socioafectivo. Habría menos entierros, menos duelos, menos sufrimiento: todos saldríamos ganando si pudiéramos acabar con la violencia patriarcal.
- Sin machismo no habría dominadores ni dominados. Los hombres no tendrían que someterse a otros hombres, ni arrodillarse ante ellos, ni obedecerlos, ni vivir esclavizados para enriquecerlos. No habría jerarquías ni viviríamos en un mundo tan competitivo: los hombres no tendrían que someterse al estrés de ser los mejores en todo, no se sentirían perdedores todos los días, no tendrían que pisotear a los demás para subir más alto. No tendrían por qué tener complejos de inferioridad o superioridad: podrían relacionarse de igual a igual con otros hombres, con las mujeres, con los niños y las niñas, con los animales de su entorno, y con la Naturaleza. Su salud mental y su salud física mejoraría mucho, y podrían relacionarse con más amor, respeto y ternura entre ellos, y con nosotras.
- Sin machismo los hombres no sentirían la necesidad de abusar y violar a los más débiles. No se sentirían mejor dominando y haciendo sufrir a otros hombres, a niños, niñas o mujeres. Tampoco sufrirían la violencia agresiones sexuales, ni violaciones, ni serían víctimas de los abusos sexuales infantiles que hoy en día sufren a manos de otros hombres. No tendrían que prostituirse ni tendrían que drogarse para soportarlo, no tendrían que vivir una vida de humillaciones y dolor. Y las mujeres tampoco tendríamos que sufrir por lo mismo.
- Sin machismo los hombres serían mucho más libres, no tendrían por qué obedecer los mandatos de género que les obligan a ser agresivos, dominantes, ganadores. Podrían caminar, gesticular, vestirse como les diera la gana, sin sentir miedo al qué dirán, sin sentir vergüenza de su forma de ser o de sus deseos más íntimos. Podrían amar a otros hombres sin miedo porque no existiría la homofobia ni la transfobia.
- Son machismo, los hombres podrían vivir su sexualidad de una manera más libre y sana, con otros hombres y con las mujeres. Podrían olvidarse de la penetración y la eyaculación y disfrutar de los goces del cuerpo entero, de arriba a abajo, sin pensar en la meta final, disfrutando del mientras tanto. Podrían disfrutar del placer anal sin los miedos de hoy en día, podrían explorar su propio placer sin tantos obstáculos y trabas, sin tener que esconderse, sin tener tanto miedo a lo desconocido. Sin machismo, estarían mucho más abiertos a aprender cosas nuevas y a entender la compleja y fascinante sexualidad femenina.
- Sin machismo, los hombres no le tendrían miedo al amor, y aprenderían a amar sin poseer y sin dominar. Serían más libres para empezar y para terminar las relaciones sentimentales con hombres o con mujeres, gozarían más sin tener que obedecer o ser obedecidos, se sentirían mejor si aprendiesen a relacionarse desde el amor y la libertad. Disfrutarían más del amor porque no tendrían complejos de infierioridad, ni sentirían la necesidad de poseer, controlar o destruir a la persona a la que amasen. No tendrían miedo de ser abandonados o traicionados porque aprenderían a respetar, a cuidar y a amar su libertad y la libertad de las personas de las que se enamoran.
- Sin machismo los hombres podrían reírse de si mismos, hacer auto crítica, llorar en público, mostrar su vulnerabilidad, pedir ayuda cuando lo necesitan. No tendrían tanto miedo a hacer el ridículo y por tanto, se divertirían mucho más. Se sentirían mas libres, respetarían todos los modelos de masculinidad, no se verían obligados a adoptar el modelo hegemónico de masculinidad patriarcal, y no tendrían miedos ante la diversidad sexual y amorosa de la Humanidad.
- Sin machismo los hombres no tendrían por qué acumular propiedades, acaparar el poder, o ser siempre los protagonistas de la Historia de la Humanidad. No tendrían que afrontar solos los problemas de una familia o de la comunidad, y tampoco se les exigiría que fuesen los principales proveedores de recursos económicos. Sin machismo las mujeres también tendrían acceso a las tierras y a los medios de producción, así que no dependeríamos de ellos y las relaciones serían más sanas y horizontales. No serían los jefes ni los directores ni los amos del mundo: podríamos organizarnos en equipos de cooperativas en los que ellos no acaparasen el poder político y económico.
- Sin machismo, los hombres no tendrían que mutilarse emocionalmente, y serían libres para expresar cómo se sienten, sin miedo a ser insultados o humillados en público. Sin machismo ninguno sentiría la necesidad de reírse o de atacar a los hombres que hablan de sus emociones y sentimientos, podrían criar a sus hijos e hijas, disfrutar de su paternidad, aprender a cuidar a sus seres queridos. Podrían disfrutar de la diversidad de afectos que se tiene cuando uno es libre y los demás a su alrededor también lo son.
- Sin machismo los hombres vivirían más años porque no tendrían que perder la vida en peleas con otros hombres, no tendrían que someterse a conductas de riesgo para parecer muy machos, y podrían aprender a cuidarse a sí mismos.
Autocuido: actualmente la mayor parte de los hombres educados en la tradición patriarcal no saben o no quieren cuidar de sí mismos porque siempre han tenido al lado a una mujer (la madre, la esposa, la hermana, etc) que se preocupa por su salud física, psicológica y emocional. Muchos de estos hombres tradicionales no hablan de sus problemas de salud ni van al médico porque les cuesta exponer su vulnerabilidad y no quieren parecer frágiles, ya que les han enseñado que la debilidad es cosa de mujeres, y lo peor para un hombre macho es que le comparen con una mujer. Les da miedo que los demás se burlen de su miedo al dolor, a la enfermedad y a la muerte, por eso no les gusta ir a los tanatorios ni a los hospitales, ni hablar de estos temas en profundidad. Generalmente son sus esposas las que se empeñan en llevarles al médico cuando les ven mal, y no suelen cuidar su dieta o su salud para prevenir enfermedades físicas. En el caso de las enfermedades mentales y emocionales, tampoco saben pedir ayuda: generalmente tratan de disimular su sufrimiento o lo expresan a través de la agresividad o la violencia. Sin machismo, los hombres tradicionales podrían aprender a pedir ayuda, a expresar sus emociones y sentimientos, a cuidarse a sí mismos como seres adultos.
Conductas de riesgo: los hombres mueren más por accidentes de tránsito (por conducción temeraria o por no respetar las señales de tráfico o los límites de velocidad) y por accidentes relacionados con la falta de prudencia en actividades físicas o deportes de riesgo. Estas conductas temerarias son una demostración de virilidad y valentía, por eso los hombres se sienten obligados a hacer el bruto y arriesgar su vida: para ellos es fundamental que los demás les vean muy "masculinos", o sea, muy fuertes y sin miedos, porque los miedos son "cosa de mujeres", y a ellos les aterra que les comparen con una mujer.
Peleas con otros hombres: sin machismo los hombres no tendrían que batirse en duelo con otros hombres para demostrar lo valientes que son, para defender su honor o el de su familia, para castigar a otros hombres por temas de celos, para descargar la agresividad acumulada, para sentir placer con los subidones de adrenalina... Sin machismo los hombres no se burlarían de otros hombres, ni tendrían que demostrarle nada a nadie: podrían vivir sin pelearse porque no les importaría la opinión de los demás sobre su hombría. Sin machismo viviríamos en una cultura más pacífica en la que los hombres podrían resolver sus conflictos sin violencia, y por lo tanto no morirían acuchillados, golpeados, descuartizados o tiroteados.
- Sin machismo, los hombres serían más felices porque las niñas, las mujeres adultas, las ancianas serían más felices también. Sin machismo podrían relacionarse con mujeres libres que no dependan de ellos, y no perderían sus energías en relaciones de poder: podrían relacionarse con amor con todas las mujeres y los hombres de su entorno, sin necesidad de poseer, dominar u obedecer a nadie.
Sin machismo, saldríamos ganando todas y todos. No es solo que nosotras tengamos derecho a vivir una vida libre de violencia: también a los hombres les beneficiaría mucho el final de la cultura patriarcal. Sin machismo los hombres patriarcales podrían deshacerse de sus cadenas, de sus miedos y de sus carencias. Serían más libres, más solidarios, más buenas personas, y tendrían mucha más salud emocional y mental.
Coral Herrera Gómez
Artículos relacionados:
Publicado por
Coral Herrera Gómez
8 de noviembre de 2016
Sobre las feministas radicales y extremistas
La mejor manera de deslegitimar y desprestigiar la lucha de la gente sensible que lucha por los derechos humanos y en contra de la violencia es llamarla "radical". A las feministas nos lo dicen mucho para quitarnos la razón o ridiculizarnos, también nos llaman extremistas, exageradas o locas.
No he oído nunca que alguien etiquete a los machistas como radicales, extremistas o fanáticos:debe ser que ellos son moderados. Matan, violan, maltratan, empalan, acosan, insultan moderadamente. Los indices de discriminación y violencia que sufrimos las mujeres son aberrantes, pero las que tenemos fama de exaltadas somos nosotras, las defensoras de la igualdad y la no violencia.
Este post de Yolanda Domínguez es buenísimo para repartir zascas cuando te llamen "radical".
Publicado por
Coral Herrera Gómez
4 de noviembre de 2016
Sobre la guerra contra las mujeres
¿No les parece que estamos hablando de una auténtica guerra con muchísimas víctimas inocentes? Cien mil personas que no pudieron hacer nada para defenderse, y que fueron brutalmente asesinadas solo por haber nacido mujeres. La violencia machista es la primera causa de muerte de mujeres en casi todo el mundo: el machismo nos mata más que el cáncer, el Sida, los infartos o los accidentes de tráfico. Una mujer cada diez minutos: esta cifra de femicidios es absolutamente obscena y supera con creces a los asesinatos por terrorismo, pero los machistas siguen negando la existencia de la violencia de género y la sociedad sigue indiferente, cruzada de brazos y mirando para otro lado.
¿Hasta cuando?
#MachismoMata #VivasNosQueremos#StopFemicidios #25N
Publicado por
Coral Herrera Gómez
Suscribirse a:
Entradas (Atom)