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22 de abril de 2020

13 consejos para divociarse bien



Si estás pensando en separarte o divorciarte, hazlo bien. Es un proceso muy doloroso, pero podemos ahorrarnos toneladas de sufrimiento si somos generosos, si nos cuidamos mutuamente, si cuidamos las palabras en las negociaciones, si le deseamos a la otra persona que le vaya bien, y si nos cuidamos a nosotros mismos y nosotras mismas. 

9 de abril de 2020

¿Eres celosa? Igual el problema no lo tienes tú



"Estás loca y tienes un problema muy gordo", "Me duele que no confíes en mí", "tus celos coartan mi libertad", "eres una paranoica y una celosa patológica", "¿en quién confías más, en mí o en ti, que estás mal de la cabeza?" 

Así consiguen los hombres infieles la libertad que necesitan para poder tener varias parejas mientras tú te mantienes fiel y monógama. Su estrategia es que te creas que el problema lo tienes tú, que pidas perdón por tus ataques de celos, que confíes más en el otro que en ti misma, que te sientas mal por buscar indicios de su infidelidad.  No sólo mienten compulsivamente para poder hacer lo que les da la gana, además son egoístas porque no permiten que tú también tengas otras parejas. Son hombres que mienten sin parar y te machacan la autoestima para que dudes de ti misma y para que no des problemas. Mucho cuidado.
 

Los hombres infieles que tienen pareja oficial utilizan varias estrategias para engañar a sus compañeras. El objetivo es compatibilizar el matrimonio con la vida de soltero y así poder tener una esposa oficial y varias parejas, o al menos, una gran lista de mujeres disponibles, pendientes, y deseosas de tener sexo con él.

Estos hombres practican la infidelidad como si fuera un deporte: su forma de mentir y engañarte, y obligarte a ser monógama es violencia. Para salir de estas relaciones de malos tratos, lo más importante es que entiendas la forma en que te hace sufrir. 

La estrategia más común es hacerte creer que eres una gran celosa sin tener motivos para ello: te acusan de querer amargarles la vida y te hacen sentir mal todo el tiempo. Incluso cuando encuentras pruebas de su infidelidad, él monta una gran bronca y te niega lo que están viendo tus ojos o lo que están escuchando tus oídos. Te repite que no es lo que parece, que estás loca y quiere que dudes de ti misma para que le pidas perdón tú a él. 

Cuando te humillas y le pides perdón, se siente el rey del mambo: se está riendo de tí en tu cara. 

¿Por qué lo hace? Porque es un machista que cree que tú no tienes derecho a tener más parejas porque eres mujer, y él si tiene derecho a estar con quien quiera, porque es un hombre. 

¿Cómo lo hace? Haciéndote sentir culpable y haciéndote creer que el problema lo tienes tú porque estás coartando su libertad. Te hace creer que la falta de libertad le está haciendo sufrir mucho y que eres una maltratadora, así puede hacerse la víctima y protestar porque no le gusta sentirse vigilado o controlado, aunque en el fondo le encanta porque si pudiera ponerte los cuernos con libertad, no le resultaría tan divertido y excitante.

Su estrategia es hacerte sufrir para él poder disfrutar de sus privilegios de hombre. Te pide que confíes en él como un acto de fe, es decir, ciegamente, como si él fuese un dios. 

Así es como se asegura de que cuando tengas indicios claros de su infidelidad, rápidamente confíes en él y desconfíes de ti misma. El objetivo es que no des crédito a lo que ves, lo que oyes y lo que piensas, y que dudes de tu cordura. Por eso te dice que estás loca, que tienes paranoias, que te inventas las cosas para torturarle. Así te instala en la duda permanente y te reprimes a ti misma cada vez que sospechas de él.

Porque si queda claro que tienes problemas de celos, él podrá hacerse la víctima todo el tiempo e incluso podrá explicarle a los demás que tú eres la mala de la película, con el objetivo de que los demás te presionen también y te sientas más culpable aún. Así cada vez que él tenga una cita para serte infiel, tú te quedarás sola pensando que tienes alucinaciones o estás perdiendo la cabeza, y cuando él llegue no dirás nada, para que parezca que no has sufrido y que todo está bien.

Cuanto más culpable te sientes por tener celos y sospechas, más libre intentas que se sienta tu pareja. Cuanto peor tienes la autoestima, más sumisa eres con tu pareja y más aguantas los cuernos, ya que crees que es todo una invención en tu cabeza.

Así él puede acostarse con sus parejas tranquilamente mientras tú estás ocupada yendo al psicólogo para que te ayude a ser menos celosa.

A la larga, empiezas a obsesionarte con tu celotipia: lees posts sobre cómo dejar de ser celosa, vas a charlas y conferencias, entras en foros para conocer a otras mujeres celosas, intentas sanar tus celos... mientras tu pareja sigue divirtiéndose con sus amigas y amantes riéndose en tu cara.

La única manera de salir de esta relación de violencia y malos tratos es darte cuenta de que este tipo mentiroso e infiel es un tipo violento, aunque no te insulte ni te golpee. Cualquier tipo que quiera hacerte creer que estás loca está ejerciendo violencia sobre ti. 

Así que si estás sufriendo porque estás junto a un hombre infiel, es muy importante que la dejes de inmediato y tomes conciencia de que para muchos hombres la infidelidad es un estilo de vida y una forma de estar en el mundo, es un deporte más de la masculinidad patriarcal: creen que tienen derecho a tener varias parejas, y que tú no tienes el mismo derecho que ellos. 

Es machismo puro y duro: es la doble moral según la cual la infidelidad de los hombres es "normal" o "natural", y la de las mujeres es un pecado que pagamos con la muerte. A ellos se les perdonan las aventuras después de tres días durmiendo en el sofá, y a nosotras nos asesinan. Nos educan desde muy pequeñas para que: 
- aprendamos a ser celosas y vivamos la vida como policías del amor, intentando amarrar a ese hombre promiscuo mediante técnicas de vigilancia, coacción, y castigo
- intentemos complacerle constantemente para que no se vaya con otras. 
- aprendamos a vivir con los cuernos y los llevemos con resignación y con dignidad. 

Por eso es tan importante que nos demos cuenta de que no tenemos por qué aguantar, ni sufrir, ni resignarnos, y que no podemos estar con hombres tan machistas y violentos porque destrozan nuestra salud mental con sus técnicas de manipulación. 

Los que realmente tienen que acudir a terapia son ellos: necesitan trabajar el tema de la honestidad porque son educados para mentir sin parar, y para obligar a sus parejas a ser monógamas mientras ellos no lo son. Es un problema social y cultural que tiene que ver con cómo los hombres construyen su masculinidad: ahora mismo hay millones de hombres en el mundo que siendo promiscuos se emparejan en monogamia y se casan para seguir su vida de soltero como si nada. Y este es todo el problema, en realidad: que no quieren tener una sola pareja y que para poder vivir su vida como quieren, tienen que mentir y hacer sufrir a muchas mujeres. 

Tener esto en cuenta es fundamental para dejar de tener celos: nosotras no tenemos por qué cargar con los problemas de honestidad de la masculinidad tradicional, ni tenemos por qué aguantar malos tratos en ninguna relación. 

El amor es para disfrutar, no para sufrir: 

mucho cuidado con los hombres que te dicen que estás loca. 

Coral Herrera Gómez


Publicado en Mente Sana


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Podcasts sobre el tema: 








19 de marzo de 2020

Las pasiones de las mujeres



"Las pasiones nos ayudan mucho a desconectar de la realidad, a centrarnos en una sola cosa, a crecer y a obtener placer. Nos hacen sentir bien. Esto nos ayuda mucho a mantener el ánimo, a conocernos mejor y a aprender a disfrutar de nuestra propia compañía.

Las pasiones nos hacen más autónomas, nos cambian la percepción del paso del tiempo y nos permiten saborear la soledad. A la vez, nos facilita el conectar con gente desconocida con la que compartimos las mismas pasiones y sentimos que pertenecemos a una comunidad de gente diversa que interactúa unida por las pasiones

Tener nuestras propias pasiones nos permite superar la dependencia emocional en nuestras relaciones y nos ayuda a manejar nuestro miedo a la soledad: estamos comprobando que para estar bien necesitamos ante todo estar bien con nosotras mismas.

Nuestras pasiones nos conectan con el placer y, cuanto mayor es el placer que sentimos, más calidad de vida, salud física, mental y emocional tenemos"

de Coral Herrera Gómez en mi blog de Mente Sana

12 de marzo de 2020

El rinconcito de los ex



Hay ex que se resisten a ser guardados en el rinconcito de nuestro corazón en el que están todos los amores del pasado, y que se empeñan en formar parte del presente a toda costa. Son egocéntricos, inseguros, y necesitan estar siempre en primer plano. Si no quieren quedarse en el rinconcito, mejor sácalos de tu corazón. 

6 de marzo de 2020

10 motivos para contarle que has sido infiel




Ya no vale la excusa de: "no te lo conté porque no quería hacerte daño". A la mayor parte de la gente nos duele más la mentira y el engaño que la infidelidad. Aquí diez motivos por los que deberías contarle a tu pareja la verdad antes de que se entere por otras personas, en mi post de Mente Sana.

13 de febrero de 2020

Cómo evitar decepciones en el amor



Las expectativas románticas se pueden trabajar desde la toma de conciencia del presente: “lo que hay aquí y ahora es un deseo de quererse, pero vamos a probar a ver si somos compatibles, si hay condiciones, si podemos disfrutar de esta historia de amor. Y si no se puede, no pasa nada”.

26 de diciembre de 2019

No has tenido mala suerte en el amor

La mala suerte en el amor la tenemos todas. Porque somos demasiadas intentando vivir historias de amor lindas y preguntándonos por qué no lo logramos. Pues bien, no funciona porque vivimos en un mundo muy desigual, violento y machista. Y así no se puede querer bien.



25 de diciembre de 2019

Es solo sexo



Cuando decimos que “solo” tenemos sexo con alguien es para dejar claro a ese alguien y a los demás que esa persona no es importante para nosotros. Es toda una declaración de intenciones para que él o ella sepa que no sentimos nada bonito o especial, ni lo vamos a sentir.

De alguna manera estamos avisando de que es una relación sin importancia que no va a crecer, ni tampoco va a durar, de que nuestras vidas no se van a ver en absoluto afectadas. Porque no es una relación, es “solo sexo”.

Nos han hecho creer que el sexo es algo sucio que podemos hacer con cualquiera y que el amor en cambio es algo hermoso que solo se hace con gente especial. Por eso decimos que una relación es “solo sexo” cuando queremos dejar claro que algo es nada.

Mi nuevo post en la revista Mente Sana. 

19 de diciembre de 2019

Las Asambleas del Amor






El amor es un trabajo de cuidados mutuos y compartidos. Es como una planta: cuando siembras la semilla, tienes que cuidarla y dedicarle tiempo para que brote, para que crezca, para que florezca y de frutos. Las relaciones, igual que las plantas, necesitan tiempo y cuidados: si no las nutres pueden morir, si las alimentas con amor, florecen y perduran en el tiempo. 

Para que una relación amorosa funcione, es preciso entrenar nuestra capacidad para comunicarnos y para trabajar en equipo, y toneladas de complicidad, generosidad, honestidad, ternura, solidaridad y compañerismo. 

Para poder querernos bien, además, necesitamos mucha capacidad para la autocrítica amorosa: si queremos que nuestras relaciones sean mejores, también nosotros y nosotras tenemos que ser mejores personas. 

Ninguno somos perfectos: todas y todos tenemos cosas que trabajarnos. En primer lugar, el ego, pero tambén los patriarcados que nos habitan, los miedos, la envidia, la avaricia, el afán de dominar, el uso del poder... 

Cuando podemos identificar  todo aquello que nos hace daño y hace daño a los demás, es más fácil ponerse a trabajar en ello. Y cuando no somos capaces de verlo, nuestros seres queridos pueden ayudarnos a tomar conciencia. 

Sin este trabajo de crecimiento y desarrollo personal no es posible relacionarse amcon los demás: todos tenemos defectos, y todos podemos trabajar en ellos. 

¿Qué más hace falta para cuidar una relación? 

Mucha lealtad y compromiso, pero también mucha capacidad para comunicarnos y para negociar los términos de la relación, del mismo modo que hacemos en nuestras comunidades y grupos sociales (asociaciones, sindicatos, colectivos, equipos, organizaciones, partidos políticos, etc) 

En ellas celebramos asambleas o reuniones periódicas para evaluar cómo está funcionando el grupo, y para planificar las siguientes semanas o meses. Cuando un proyecto está vivo, ya sea político, social, económico, cultural, deportivo, empresarial, etc precisa de sistemas de autoevaluación en los que poder identificar las debilidades y los desafíos a los que se enfrenta de cara al presente y al futuro. 

¿Cómo empezamos? 

Las parejas son un proyecto personal que emprendemos con otro ser humano. Algunas nacen de la pasión, otras de la amistad, pero no es una cuestión de magia, sino más bien de trabajo: para que se mantengan y crezcan es necesario sentarse a hablar y preguntarnos a nosotros mismos/as: 

  • ¿Qué tal estamos?, ¿qué necesitamos como pareja para estar mejor?, 
  • ¿qué necesito trabajar yo?, 
  • ¿qué podrías trabajar tú?, 
  • ¿qué necesitas para que estemos mejor?, 
  • ¿qué necesito yo?

Al inicio de las relaciones, las parejas iniciamos un proceso de negociación sobre qué tipo de relación vamos a tener, y cómo vamos a cuidarla.

Después de elaborar el listado de pactos y la firma del contrato amoroso, podemos establecer la periodicidad de las reuniones. 

Las asambleas del amor nos pueden ayudar a: 
  • conectar en profundidad con tu pareja
  • evaluar si hay condiciones para quererse bien
  • evaluar si ambos estamos cumpliendo con los pactos, 
  • plantear problemas y proponer soluciones 
  • resolver conflictos en un estado emocional de calma, 
  • hacer sugerencias para estar todavía mejor de lo que estamos 
  • identificar cuando tu relación está en crisis y precisa de más cuidados
  • evaluar si no estamos mejor separados que juntos, e identificar cuándo está terminando nuestra relación.

Pueden celebrarse una vez a la semana, una vez al mes, una vez cada dos meses..o surgir de forma espontánea, lo importante es que podamos crear espacios de atención plena y comunicación amorosa para poder expresarnos libremente, y para dialogar desde la tranquilidad, mirandonos a los ojos, escuchandonos con atención plena. 

Muchas parejas tratan de resolver sus conflictos cuando estallan, en un estado emocional que no facilita nada el diálogo, por eso es mejor hablar las cosas cuando estamos tranquilos.

La mayor parte de los proyectos de pareja fracasan cuando no hay comunicación, cuando no se habla de los problemas, cuando se dan por supuestas algunas cuestiones importantes, cuando la intensidad de las emociones no nos permite sentarnos a dialogar. 

En todas las terapias de pareja la comunicación es el eje central del trabajo, pero además hay que organizarse para que ambos podamos disfrutar del sexo y del amor en igualdad de condiciones. 

Algunos consejos para celebrar las Asambleas del Amor: 

-          El amor no es una guerra: no conviertas a tu pareja en un enemigo o enemiga del que tienes que defenderte, no conviertas tu relación en una batalla en la que necesitas ganar como sea. Disfruta del amor como un espacio de placer, cuidados y compañerismo, en el que tú puedas ser tú misma y en el que ambos/as podáis disfrutar del sexo y del amor. 

-          Identificar y trabajar los patrones de relación del romanticismo patriarcal.  Comportamientos que parecen “normales” o “naturales” cuando estamos en pareja como la posesividad, los celos, el control sobre la pareja, son esquemas de relación patriarcales basados en la dominación y la sumisión, y son a menudo violentos. Sin embargo, no reconocemos como violencia nuestra forma de imponernos sobre el otro, ni los insultos, los chantajes, las amenazas, el victimismo, los castigos, el engaño y las mentiras. Y es que nos han hecho creer que la violencia pasional es amor, y que cuanto más pasión hay, más sufrimiento se genera en la pareja, y por lo tanto, más amor hay. Sin embargo, ya sabemos que no hay por qué sufrir y pasarlo mal: el amor es una de las experiencias más hermosas de la vida y hay que disfrutarlo.

-          Disidencia: hay que desobedecer todos los mandatos de género que convierten a las mujeres en sirvientas de los hombres. Hay que acabar con el trabajo gratis de las mujeres, y repartir los cuidados, la crianza y las tareas domésticas entre ambos miembros de la pareja. Actualmente ellos siguen gozando de tres horas más al día de tiempo libre mientras nosotras hacemos doble y triple jornada. No nacimos para ser sirvientas, ni para criadas: para podernos relacionar en igualdad es fundamental relacionarnos en horizontal, romper con los roles y las tradiciones, y repartir las tareas en igualdad de condiciones.

-          Autocrítica amorosa: es esencial para evolucionar y crecer como persona. Uno de los principales trabajos que tenemos que hacer es intentar ser mejores personas, y para ello es fundamental liberarse del machismo y del patriarcado que todos y todas llevamos dentro. 

-          Trabaja tu Ego: el Ego siempre quiere dominar, imponer sus normas, saciar su deseo, recibir aplausos y reconocimiento de los demás, despertar su admiración y envidia, manipular su realidad y a la gente con la que se relaciona. El Ego necesita ganar, le gusta que le obedezcan, le gusta que los demás se sometan, necesita sentir siempre que tiene el poder y el control. Hay que trabajarlo mucho para que no estropee nuestras relaciones: cuanto más egoístas y egocéntricos somos, peor funcionamos en pareja.

-          Aprende a escuchar con amor: para hablar hay que practicar la escucha amorosa y activa, y ponerle plena atención a la otra persona. Intenta no interrumpir, deja a un lado las pantallas, mira a tu pareja a los ojos, y facilita el espacio de diálogo para que tu pareja pueda expresarse libremente y sin miedo a tus reacciones. 

-      Aprende a comunicarte con asertividad: expresa tus sentimientos, tus opiniones, tus apetencias, tus deseos y tus necesidades de una forma clara y sincera, sin miedo y sin hacer daño a nadie, explica qué quieres o qué necesitas sin adoptar un estilo agresivo ni victimista, y sin ambigüedades. Después viene el momento de negociar y hacer pactos, esta tarea os saldrá mejor si pensáis en el Bien común (es decir, no en lo que te conviene solo a ti, sino en lo que le conviene a la pareja) 

-          Aprende a ceder si estás acostumbrado a imponer tu voluntad. Aprende a ser humilde y generoso: no tienes porqué ganar todas las batallas. No es importante ser siempre el ganador. Se aprende mucho cuando no se consigue todo lo que uno quiere: aprovecha para aprender a elaborar pactos que os beneficien a ambos, o que, al menos, no os perjudiquen a ninguno.

-     Aprende a decir que no y a poner límites si eres la persona que siempre cede. Te sentirás mucho mejor si eres capaz de decir asertivamente porqué no quieres hacer algo, o porqué no estás de acuerdo en algo, o porque hay cosas que te hacen sentir mal. Es necesario para que tu pareja no abuse y no se aproveche de ti: bajo la lógica del capitalismo, nuestras relaciones están basadas en el abuso y la explotación, así que es fundamental entrenar en las artes de la autodefensa emocional. 

-          Líneas rojas: la mayor parte de las cosas son negociables, pero hay unas pocas que son innegociables. Cada cual tiene sus líneas rojas, es importante tenerlas claras y respetarlas, las propias y las de la otra persona. Si las líneas rojas chocan frontalmente, es mejor no seguir con la relación: ninguno de los dos tenéis por qué ceder en cosas que consideráis imprescindibles en vuestras vidas.

-          Cuando aparezca el conflicto, evitar el drama y la violencia: aún estando enfadados o dolidos, podemos tratarnos bien, hablarnos con respeto, alejarnos con cuidado, o sentarnos a hablar si ya nos sentimos preparados para tener una conversación profunda. Sin insultos, sin reproches, sin comentarios humillantes o despreciativos, sin gritos, sin malos tratos.

-          Usa tu sentido del humor y tu creatividad cuando estéis en una lucha de poder. Es todo mucho más fácil cuando nos podemos reír ambos de la situación, y de nosotros mismos. Entre risas es más fácil ponerse a buscar soluciones que nos ayuden a salir del conflicto sin que ninguno de los dos se sienta perdedor. Con humor es más fácil relativizar y restarle importancia al conflicto, y nos dispone mejor a ambos para negociar lo mejor para los dos.



Coral Herrera Gómez   



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29 de noviembre de 2019

Desconexión total para desengancharte del amor

Lo mejor para desengancharse de la droga del amor es no volver a probarla. Para separarse de tu pareja lo mejor es la desconexión total en la vida real y la vida virtual. Cero contacto.

Mi nuevo post en la revista Mente Sana.

30 de octubre de 2019

Si él no quiere usar condón

Si no se quiere poner condón, es porque no le importas. Si insiste repetidas veces que quiere penetrarte pero sin condón, es maltrato machista, porque te está pidiendo que arriesgues tu salud y tu vida por cuatro minutos de placer. No te va a querer mas por acceder a tener sexo sin condón: desgraciadamente no eres la única, hay millones de chicas que están dispuestas a arriesgarse a tener un embarazo o una ETS porque creen que así las van a elegir más veces, y que al final se enamorarán de ellas. 

Vamos a quitarnos la venda de una vez #SinCondónNoHayAmor

3 de junio de 2018

Coral en Mente Sana: Amor en Construcción



Estoy muy contenta de anunciarles que tengo un nuevo trabajo, en la Revista Mente Sana inauguro hoy mi propio espacio: "Amor en Construcción". 

Todos los lunes publicaré un nuevo post, espero que os guste el primero:

http://www.mentesana.es/blogs/coral-herrera/amor-construccion_1644

Coral Herrera Gómez Blog

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