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7 de octubre de 2021

Para ser feliz no necesitas a un hombre




Para ser feliz no necesitas un hombre que te ame. Necesitas una red de cuidados y apoyo mutuo. Si no la tienes, comienza a tejerla con mucho amor del bueno. Será el mayor tesoro que tendrás en tu vida: tu gente querida.

#Mujeresqueseliberan #AmordelBueno #Cuidados #ApoyoMutuo #Amor #Felicidad

18 de septiembre de 2021

¿Qué es la autodefensa emocional?

 




En la última década mujeres de todo el mundo están participando en talleres formativos para la autodefensa en situaciones de violencia física y violencia sexual. Ahora vamos a empezar a formarnos en la autodefensa emocional, para hacer frente al maltrato y la manipulación psicológica y emocional que ejercen nuestras parejas (y otros familiares y seres queridos, y hasta señores desconocidos) sobre nosotras. 

Muchas mujeres sufrimos problemas de autoestima y dependencia emocional, y son muchos los hombres que se benefician de ello. 

En primer lugar, los empresarios. Nosotras gastamos mucho dinero en las empresas de los hombres: se hacen ricos gracias a nuestros complejos, inseguridades y miedos. Ellos saben bien como manipularnos: nos ofrecen modelos de mujeres irreales para que invirtamos todo nuestro tiempo, nuestra energía y nuestros recursos en parecernos a ellas. Además, nos bombardean a diario a través de los medios con la amenaza de que nadie nos va a querer si no nos sometemos a la tiranía de la belleza. Quieren que consumamos sus productos sin parar, y se aprovechan de nuestro miedo a la soledad y nuestro miedo a que nadie nos quiera. Nos engañan con la idea de que disciplinando y torturando nuestros cuerpos, gastando tiempo y dinero en nuestros cuerpos, encontraremos al príncipe azul. 

No solo se benefician de nuestra baja autoestima las industrias relacionadas con la belleza y el bienestar: también los curas y los pastores de las iglesias, los gurús y los chamanes, los asesores espirituales, los coachers y terapeutas no profesionales que nos venden soluciones milagrosas y fórmulas mágicas para la felicidad. 

Además de todos estos señores que se forran a nuestra costa, también los hombres que dicen querernos se aprovechan de nuestra baja autoestima, de nuestra necesidad de sentirnos amadas, y del rol de mujer cuidadora y complaciente que llevamos encima. La mayoría de ellos se limitan a recibir cuidados sin darlos, y a vivir como reyes. La prueba de ello es la doble jornada laboral de las mujeres y las millones de horas que invertimos cada año en trabajar gratis: los hombres disponen del doble de tiempo libre que nosotras, porque nosotras nos encargamos de cuidarles a ellos y asumimos sus responsabilidades y obligaciones como si fueran nuestras. 

Nos hacen creer que si un rey nos ama, nos convertiremos en reinas. Pero en realidad, acabamos todas de sirvientas.

Básicamente en esto consiste la estafa romántica. 

¿Cómo no caer en ella, y cómo proteger a las nuevas generaciones para que no caigan?

La autodefensa emocional consiste en entender la forma en que los demás nos manipulan para que nos gastemos dinero en sus proyectos, o para que les cuidemos sin recibir cuidados a cambio.

Entender cómo educa el patriarcado a los hombres para que aprendan a dominar y a someter a las mujeres de su vida, y cómo nos educan a nosotras con la idea de que sin un hombre no somos nada, nos puede ayudar a rebelarnos y a evitar las relaciones basadas en la manipulación romántica. 

Cuando logramos ver las estructuras con las que los hombres nos someten y nos explotan, entonces ya no nos engañan más. A muchos les han enseñado utilizar el amor romántico en beneficio propio, y saben usar su poder para controlar y dominar a sus parejas con gran maestría. Por eso nosotras tenemos que liberarnos del mito, liberarnos de la adicción romántica, entender las estrategias que utiliza la gente (y las instituciones, y las iglesias, y las sectas, y la publicidad y los medios) para manipularnos, y generar nuestras propias estrategias para que no nos manipulen. 

La manipulación emocional es una estrategia que los demás usan para conseguir lo que quieren de nosotras. ¿Y qué quieren de nosotras? Que vivamos en guerra contra nosotras mismas, que cumplamos con nuestro rol, que seamos obedientes, que consumamos sin parar, y que seamos dependientes de ellos. 

Casi todos los hombres saben que cuanto más baja está nuestra autoestima, más sufrimos por amor, y más manipulables somos. Los hombres necesitan mujeres enamoradas, complacientes y sumisas. Y muchos saben cómo conseguir no sólo una, sino varias mujeres enamoradas a su alrededor. 

Evitar la manipulación romántica no es fácil. Primero porque cuando estamos drogadas de amor hasta las cejas, nos cuesta identificar a los hombres manipuladores. Segundo porque la mayor parte de ellos  adulan nuestro ego mediante halagos y piropos, y cuando ya nos tienen enamoradas, entonces nos bajan de los cielos a los infiernos. Empiezan mostrándose como príncipes azules, nunca se descubren la careta hasta que no nos tienen de rodillas. 

Entonces van alternando una de cal y otra de arena. Nos hacen creer que somos maravillosas y especiales, para que vivamos pendientes de su reconocimiento y para que creamos que sin ellos no somos nada. Cuanto más sufrimos, con más intensidad nos entregamos, y más frágiles somos. Es una fórmula infalible, por eso el mundo está lleno de mujeres que sufren por amor.  

Unos usan sus encantos, otros las amenazas, otros el chantaje emocional.. son varias las estrategias que utilizan los manipuladores para alimentar nuestra sensación de vulnerabilidad. El objetivo es que nos sintamos poca cosa, que no pensemos en nuestro beneficio sino en el suyo, que nos sintamos culpables y vivamos presas de miedos e inseguridades, que obedezcamos los mandatos de género y tratemos de adaptarnos a nuestro rol de mujeres cuidadoras. 

Las relaciones de pareja sólo pueden funcionar cuando los cuidados y el amor es mutuo. Sin embargo, muchas mujeres aceptamos relaciones en las que no nos sentimos correspondidas y en las que solo nosotras cuidamos, sin recibir apenas cuidados, porque nos han hecho creer que así somos las mujeres de bondadosas. Nos invitan todo el tiempo a dar sin esperar nada a cambio, y nos engañan con la idea de que cuando nos enamoramos no podemos hacer nada más que dejarnos llevar por "el amor", y adaptarnos a lo que quieren, desean y necesitan nuestros compañeros masculinos. 

La autodefensa emocional consiste en entrenar día a día para aprender a decir que no, para poner límites a los demás, para no dejarnos engañar, para no caer en la adicción de la droga del amor. En este proceso tenemos que tomar conciencia de las estrategias que utilizan para manipularnos, y aprender a usar nuestro poder para que no nos exploten y no abusen de nosotras. 

Somos cada vez más las mujeres que queremos relaciones igualitarias y sanas, cada vez somos más la que exigimos que el reparto de las tareas de cuidados sea justo y equitativo. Queremos que los hombres practiquen la responsabilidad afectiva, pero también nos responsabilizamos de nuestro propio autocuidado: para ello tenemos que tener claro qué necesitamos nosotras, qué deseamos nosotras, qué queremos para poder vivir bien, y qué cambios tenemos que hacer para lograrlo. 

Cuando estamos sin  pareja es más sencillo, pero cuando nos enamoramos, resulta muy difícil compaginar el romanticismo patriarcal con nuestros principios feministas, basados en la igualdad, la no violencia, la cooperación, el apoyo mutuo y los cuidados compartidos. 

El mito romántico es una estructura de relación basada en el sometimiento de las mujeres, por eso nos resulta tan difícil encontrar hombres con los que poder vivir el amor sin entrar en conflicto con nosotras mismas. 

Al amor hay que ir con cuidado, porque las mujeres nos jugamos mucho: basta con echar un vistazo a las cifras de violencia sexual, emocional y psicológica, física, económica... que sufrimos en nuestros hogares cada día para entender que el amor romántico es una estafa. 

Los hombres tienen el doble de tiempo libre en todo el mundo y hasta el hombre más pobre del planeta tiene criada las 24 horas del día, los 365 días del año. 

Es urgente entonces desarrollar estrategias de autodefensa para que el amor no nos haga presas ni nos ponga de rodillas frente a los hombres. 

Para ello, tenemos que defender nuestros derechos, no sólo en las calles, también en la casa y en la cama. Y tenemos que trabajar mucho en nuestra autonomía emocional, para que nadie nos imponga sus necesidades y deseos. 

Cuando aprendemos a defender nuestros derechos y a usar nuestro poder, entonces podemos negociar las condiciones de la relación y llegar a firmar un contrato amoroso. Este contrato es una forma de establecer acuerdos para cuidar el amor y para construir una pareja basada en los valores del compañerismo, la empatía, la solidaridad y la justicia social. 

Es cierto que son muy pocos los hombres dispuestos a negociar y a alcanzar pactos: han sido educados para ser obedecidos y para ser cuidados por las mujeres. Pero en la medida en que no encuentren mujeres obedientes y complacientes, tendrán que renunciar a sus privilegios y empezar a entender que los cuidados, si no son mutuos, son explotación pura y dura. 

Independientemente de lo que hagan ellos, nosotras lo tenemos claro: ya no nos engañan más, ya no nos manipulan más, ya no nos someten en nombre del amor. Se acabó lo de trabajar gratis, se acabó lo de dar sin recibir nada a cambio, se acabó la doble jornada laboral, se acabó la doble vida de los hombres, y lo de servir y cuidar a cambio de nada. 

Con la autodefensa emocional podremos también impedir que nos machaquen la autoestima y nos hagan sufrir. Podremos aprender a identificar a la gente que nos quiere fieles a una religión, a una marca de cosméticos o a un hombre. 

Podremos evaluar si hay condiciones para disfrutar del amor, a poner límites a los demás, y a imponer nuestras líneas rojas. 

También aprenderemos a expresarnos sin miedo, a ser asertivas, a trabajar en equipo, a comunicarnos sin violencia, a confiar en nosotras mismas, y a identificar cuando no nos están tratando bien, o cuando nos están intentando manipular. 

Lo de sufrir por amor, lo de aguantar y soportar, se va a acabar.

Ya no nos engañan más.  

Ahora tenemos una de las mejores herramientas del feminismo para hacerle frente a la manipulación romántica: la autodefensa emocional. 

Coral Herrera Gómez


Si quieres saber más sobre la autodefensa emocional, puedes adquirir mi nuevo libro 

Si quieres entrenar con nosotras, vente al taller Mujeres que se liberan en el Laboratorio del Amor


¿Quieres leer el prólogo?




14 de septiembre de 2021

Prólogo de El Contrato Amoroso, de Coral Herrera






Desde que se publicó mi libro Mujeres que ya no sufren por amor, somos cada vez más las mujeres que estamos hartas de sufrir y pasarlo mal, y de vivir de rodillas frente al Señor: nos hemos puesto en pie y tenemos claro que no hemos nacido para ser esclavas del amor.


Durante este tiempo he estado fabricando, junto a mis compañeras del Laboratorio del Amor, las herramientas que necesitamos para liberarnos individual y colectivamente, para llevar la utopía a la práctica, y para dejar de sufrir y empezar a disfrutar del amor. Estamos reivindicando nuestro derecho al placer, al goce y a vivir una buena vida libre de sufrimiento, de explotación y de violencia. Además, estamos sembrando las semillas de la revolución amorosa, y recogiendo ya sus primeros frutos.


Han pasado cuatro años desde que planteé la posibilidad de dejar atrás el romanticismo patriarcal y sustituir las formas tradicionales de relaciones de pareja por los amores compañeros. Pero lo cierto es que esta utopía aún no es posible porque para poder querernos bien y para poder disfrutar del amor, tenemos que poder querernos en libertad y en igualdad.


Y las mujeres, ni somos libres, ni somos iguales.


Para llevar la utopía de los amores compañeros a la realidad necesitamos sustituir la competitividad por la cooperación, y el individualismo por las relaciones de apoyo mutuo. Hay que parar la guerra contra las mujeres, transformar las masculinidades, acabar con las estructuras del pasado e inventarnos otras basadas en la empatía, la solidaridad, los cuidados y el compañerismo.


Ya estamos haciendo la revolución amorosa, pero aún nos queda mucho. Y de momento nosotras estamos solas, porque los hombres aún no se han unido.


Nosotras necesitamos un cambio personal y político que nos permita querernos mejor a nosotras mismas, y entre nosotras, y sobre todo necesitamos acabar con el patriarcado en la cama, en la casa, en nuestra pareja. 


Es una cuestión de autodefensa emocional: no podemos ir desnudas al amor mientras ellos van armados hasta los dientes.


Así que necesitamos un contrato para construir una relación basada en los cuidados y el compañerismo, con nosotras mismas y con nuestras parejas.


En este libro encontrarás ejercicios prácticos y herramientas con las que podrás aprender a negociar, a tomar conciencia de las condiciones en las que estás negociando y a identificar tu posición de poder antes de la firma del contrato. Podrás aprender a usar tu poder para evitar el abuso y la explotación por parte de tu pareja, aprender a cuidarte a ti misma y a cuidar tu relación, y a terminarla si no se dan las condiciones para quererse bien.


Vamos a tomar conciencia de por qué los acuerdos con la persona amada son importantes, cómo comunicarnos sin violencia y de una forma asertiva y amorosa, cómo ahorrarnos toneladas de sufrimiento, cómo practicar la autodefensa emocional, cómo construir una relación igualitaria, sana y con mucho amor del bueno.


Vamos a aprender a utilizar el método de la autocrítica amorosa para nuestro trabajo de desarrollo personal, con el objetivo de mejorar la relación con nosotras mismas, con nuestras parejas y con los demás. También vamos a aprender a cuidarnos cuando estamos enamoradas, cuando nos desenamoramos y cuando nos separamos.


Con los textos, los ejercicios prácticos y las herramientas podrás hacerte muchas preguntas, conocerte mejor a ti misma y entender las estructuras de poder en las que nos relacionamos a diario.


En toda la obra hablaremos mucho del ego y del poder, del arte de la no violencia, de la importancia de desterrar el sufrimiento de la ecuación amorosa. En ella encontrarás muchas claves para trabajar los patriarcados que te habitan, a solas y en pareja, y también encontrarás muchas razones para la rebeldía y la revolución.


Porque trabajando con este libro vas a aprender que el contrato con tu pareja puede funcionar o no, pero que la prioridad siempre es el compromiso contigo misma, y el contrato que firmas contigo misma. Solo así podrás identificar cuándo hay que deshacer el vínculo y liberarnos de relaciones en las que no hay reciprocidad, no nos tratan bien, no nos cuidan bien, y en las que, en definitiva, no disfrutamos sino que además sufrimos.


La primera norma del autocuidado es romper las relaciones que nos perjudican y respetar los pactos con nosotras mismas: traicionarse a una misma es demasiado doloroso. Lo que necesitamos no son guerras internas, sino un oasis de paz, de amor y de luz en nuestro interior.


El amor de pareja es una construcción viva: se transforma y requiere muchos cuidados. Si bien hoy sigue siendo un potente dispositivo de control social sobre las mujeres, también sabemos de su enorme potencial revolucionario, porque el amor romántico no es la única forma de relacionarse: hay muchas maneras de quererse.


La estructura patriarcal nos hace prisioneras y nos pone de rodillas frente a las personas de las que nos enamoramos. Para ser libres podemos renunciar al amor, pero también tenemos la posibilidad de transformar el amor y liberarlo de toda su carga sexista y misógina.


El amor se puede desmontar y reinventar, y para ello hay que cambiar no solo nuestras formas de relacionarnos, sino también de organizarnos social, política y económicamente. Esto significa que si lo personal es político, lo romántico también es político, y que en la medida en que nos liberamos nosotras, también estamos contribuyendo a la construcción de un mundo mejor.


Las mujeres estamos haciendo un trabajo maravilloso para quitarnos la venda de los ojos, para comprender cómo funciona la estafa romántica y cómo nos afecta. Nos estamos sintiendo cada vez más dueñas de nuestra vida, de nuestro amor, de nuestras emociones, y ya no queremos vivir el amor como una experiencia carcelaria.


Nuestros cambios están contribuyendo a cuestionar la hegemonía heterosexual y el sistema patriarcal: leemos, escuchamos a las demás, conversamos, estudiamos, hacemos terapia, asistimos a jornadas, congresos, talleres, cursos, creamos redes y estamos mezclando todo el tiempo nuestros conocimientos teóricos con nuestras vivencias personales.


Los hombres, mientras, están un poco perdidos. Se dice que la crisis de la masculinidad empezó en los ochenta, pero la realidad es que estamos en pleno siglo XXI y muchos siguen actuando y relacionándose igual que sus abuelos. Unos niegan la estructura de violencia y opresión contra las mujeres, otros se hacen preguntas pero se resisten, unos han empezado a trabajar sus patriarcados, pero la verdad es que son pocos los hombres que desean renunciar a sus privilegios y empezar su proceso de transformación.


Este libro puede que les ayude a entender cómo usan su poder y a encontrar herramientas para elaborar sus contratos de amor de una forma igualitaria, justa y solidaria. Pero depende, obviamente, de su capacidad para desobedecer el patriarcado y entrenarse en las artes de la autocrítica amorosa.


Soy consciente de que todo lo anterior supone mucho trabajo: no es nada fácil concebir un contrato en el que nosotras adquirimos conciencia de nuestro poder para negociar, y ellos de su necesidad de renunciar a los privilegios que han tenido hasta ahora. Pero este contrato amoroso es la única manera de poder disfrutar del amor, y para ello hay que abrir mucho la mente, ensanchar nuestros horizontes y disfrutar de los cambios que van surgiendo en nuestro camino hacia la liberación.


Para poder disfrutar tenemos que alcanzar unos pactos que nos permitan cuidarnos y cuidar la relación durante el tiempo que permanezcamos juntos. Para ello, nos hace falta una enorme cantidad de honestidad, valentía, empatía, generosidad, ternura, comunicación, solidaridad, apoyo mutuo, paciencia infinita... Pero también muchas herramientas para revisar nuestro comportamiento y nuestra forma de relacionarnos, para hacer elecciones y tomar decisiones, para ser responsables y actuar en compromiso con nosotras mismas.


Aquí encontrarás muchas de las claves que te pueden ayudar a construir tu contrato desde los valores y principios de la ética amorosa. La ética amorosa consiste en poder relacionarnos como iguales y querernos desde la filosofía de los cuidados y los buenos tratos.


Conocerse mejor a una misma y a la pareja, conocer mejor nuestra cultura amorosa, es esencial para poder romper con el romanticismo patriarcal y para atrevernos a configurar nuestro propio contrato de amor.


Si aprendemos a usar nuestro poder y a negociar nuestros contratos, no solo vamos a vivir mejor nosotras, sino también las demás. Porque este proceso de liberación y de toma de poder es contagioso e influye en todas las mujeres de nuestro entorno.


Cuando todas comprendemos que sí es posible hacer cambios aunque estemos muy enamoradas, y que sí es posible vivir una buena vida libre de sufrimiento, entonces la transformación personal se convertirá en colectiva.


Espero que disfrutes mucho de este camino, sola o en pareja, que puedas llevar al día a día todos los descubrimientos y aprendizajes para que te sean realmente útiles en tu proceso de liberación y en la elaboración de tu contrato amoroso con la persona o las personas a las que quieres.


No te olvides de que no estás sola: somos muchas las mujeres en proceso de cambio, y cada vez somos más.


Coral Herrera Gómez 






¡Ya disponible en papel, pronto en ebook!


¿Quieres ver el índice del "El contrato amoroso"?



Librerías en las que puedes adquirirlo:


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27 de agosto de 2021

Mujeres que se liberan

 



¿Qué queremos las mujeres? Dejar de sufrir por amor y liberarnos: el feminismo es un movimiento por la liberación de las mujeres. Cada vez somos más mujeres las que queremos liberarnos de las cadenas que no nos permiten volar.

¿De qué queremos liberarnos? De los miedos, de la culpa, de los roles y los mandatos de género, de los complejos y las inseguridades, de la guerra en nuestro interior, de la dependencia emocional.

Queremos liberarnos de la adicción al amor romántico para poder vivir una buena vida, libre de explotación y sufrimiento.

Queremos aprender a cuidarnos y a querernos a nosotras mismas

Queremos aprender autodefensa emocional para trabajar nuestra autonomía, queremos aprender a negociar con nuestras parejas, a poner límites y saber decir que no.

Queremos aprender a usar nuestro poder sin que nadie nos haga daño, y sin hacer daño a nadie.

Queremos liberarnos de los patriarcados que nos habitan, de los estereotipos y los mitos, de los sueños que nos vendieron acerca del paraíso romántico

Queremos dejar de esperar milagros románticos, queremos amar de pie, no vivir de rodillas.

Queremos dejar el pasado atrás, terminar los duelos interminables, y viajar ligeras de equipaje, mirando hacia el futuro,

Queremos construir relaciones igualitarias, libres, sanas, basadas en la ternura y los buenos tratos en las que podamos ser nosotras mismas sin miedo.

Queremos expandir el amor a todas nuestras redes afectivas, para poder vivir rodeadas de gente que nos quiere bien y nos cuida,

Queremos aprender las artes de la autocrítica amorosa y de la no violencia para hacer los cambios que necesitamos para ser mejores personas, y para sufrir menos y disfrutar más del amor.

Si tú también quieres liberarte, ¡vente al curso del Laboratorio del Amor!




METODOLOGÍA

El curso consta de 4 módulos:

  1. AUTONOMÍA Y AUTOESTIMA
  2. AUTOCRÍTICA AMOROSA
  3. AUTOCUIDADOS Y CUIDADOS
  4. LIBERACIÓN

 

DURACIÓN: Cada módulo dura dos semanas. En total, son 8 semanas de curso, pero puedes organizarte el tiempo como desees.

FECHA: 1 de septiembre

HORARIOS: No hay horarios: puedes entrar a cualquier hora, trabajar a tu ritmo y dedicarle el tiempo que quieras a cada módulo.

PRECIO: 100 euros

INCLUYE:

  • 4 masterclass exclusivas de Coral Herrera en formato vídeo.
  • 5 packs de herramientas con lecturas y ejercicios.
  • Cada mes celebramos un encuentro en directo en el que ponemos en común el trabajo que hacemos cada una, compartimos saberes y aprendizajes, y nos acompañamos entre todas.
  • Descarga gratis de todos los contenidos.
  • Acceso libre a la Biblioteca del Amor, donde encontrarás muchos recursos y materiales.
  • Formarás parte de la Comunidad de Mujeres durante todo el tiempo que estés con nosotras.

Puedes apuntarte en mi web: 

www. otrasformasdequererse.com

24 de junio de 2021

No es lo mismo ser la surfera que la novia del surfero



No es lo mismo ser la surfera que ser la novia del surfero.

No es lo mismo tener una gran pasión, que sentarte a ver cómo disfruta tu hombre en el mar, en la montaña, en la cancha, o en el escenario.

No es lo mismo ser protagonista que ser espectadora.

No es lo mismo compartir tu pasión con otras mujeres, que sentarte con las demás novias a ver cómo disfrutan ellos con sus pasiones artísticas o deportivas.

Es hora de dejar de contemplar, aplaudir y animar a los hombres y a sus héroes masculinos.

Ya es hora de ponerse en pie y gozar con nuestras propias pasiones, tengamos o no tengamos pareja.

Las mujeres nacemos para disfrutar, no para quedarnos sentadas a ver cómo los hombres disfrutan.

#mujeresquedisfrutan #mujeresenpie #nuestraspasiones


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9 de junio de 2021

3 consejos para trabajar la autoestima desde la autocrítica amorosa



3 consejos para trabajarte la autoestima desde el método de la autocrítica amorosa:  

1) El trabajo de la autoestima, mejor en buenas compañías. Aprender a cuidarse a una misma es un trabajo personal, pero también es colectivo: somos muchas mujeres tratando de construir una relación bonita con nuestro propio yo, y si nos juntamos, es más fácil que podamos disfrutar del viaje. Podemos aprender mucho unas de otras, y compartir nuestros aprendizajes y saberes para que todas avancemos juntas. 

Además, es importante que entendamos que la autoestima se construye en relación con la gente. Nos han hecho creer que la autoestima es un trabajo que hacemos en soledad, pero en realidad sólo podemos poner en práctica la teoría interaccionando con los demás. 

Son tus relaciones con la gente las que te permiten analizar si tu trabajo avanza, si te estás tratando bien a ti misma, si te tratan bien, y si sabes tratarles bien. Porque trabajamos la autoestima no sólo para aprender a querernos bien y para cuidarnos a nosotras mismas, sino también para aprender a querer bien y para cuidar nuestras relaciones. 

El objetivo es tener una buena relación contigo misma, y a la vez poder también construir relaciones igualitarias, sanas, equilibradas con los demás. La única forma de construir relaciones libres de sufrimiento y violencia es que todos y cada uno de nosotros y nosotras nos lo trabajemos a fondo para fabricar las herramientas que necesitamos.  

En la medida en que aprendes a cuidarte más y mejor, también aprendes a cuidar las relaciones que te hacen feliz, y a alejarte de aquellas que te hacen sufrir. En la interacción social es donde podrás darte cuenta de muchas cosas: si florecen las semillas que has ido sembrando en tu trabajo personal, si tienes una relación bonita contigo misma, y si estás aprendiendo a cuidarte a ti misma. 


2) No hay trabajo de autoestima sin trabajo de autocrítica amorosa: no es fácil asumir la responsabilidad que tenemos sobre nuestra salud mental, emocional y física, pero es la primera tarea cuando empiezas a trabajar tu autoestima. 

No sólo tenemos que ser responsables de nuestro bienestar, sino que además tenemos que ser honestas con nosotras mismas para evitar el auto engaño, y comprometernos en serio con nuestro auto-cuidado. 

Los cambios empiezan cuando aprendes a identificar los patriarcados que te habitan, qué te duele y te hace sufrir, qué cosas de ti hacen daño a los demás. Porque así puedes identificar qué necesitas trabajarte para vivir mejor, y para que la vida de los demás también sea más fácil y más bonita. 

Una vez que identificas qué necesitas trabajar para ser mejor persona y para cuidarte a ti misma, puedes elegir las estrategias que vas a utilizar para tu trabajo, y elaborar tus pactos para cuidar la relación contigo misma. 


3) La autoestima se trabaja a la vez que el ego: tu ego quiere sentirse única y especial, quiere aplausos y suspira por los "me gusta" en redes sociales, pero en realidad no los necesitas para nada. 

La autoestima es la relación que construyes contigo misma, y para sentirte bien contigo misma, no necesitas el aplauso y la envidia de los demás, ni necesitas sentirte importante, necesaria, o imprescindible. 

Tampoco necesitas compararte con otras mujeres, ni sentirte diferente a ellas, ni sentirte superior a  ninguna de ellas. 

No necesitas el reconocimiento ni el deseo masculino: sólo necesitas conocerte bien a ti misma, aceptarte a ti misma, y trabajarte todo aquello que crees que puedes mejorar. 

Puedes levantar tu autoestima sin necesidad de compararte con otras mujeres, ni de querer ser la mejor, ni situarte como reina o diosa de tu mundo: en realidad, lo único que necesitas es sentirte aceptada por tu comunidad, y sentirte querida y cuidada por nuestra gente. 

No necesitas sentir que vales más que las demás y que eso te hace más respetable, porque todas nosotras nos merecemos ser respetadas y bien tratadas por igual. 


Si quieres aprender el método de la autocrítica amorosa y trabajarte la autoestima en buenas compañías, vente a la Comunidad de Mujeres del Laboratorio del Amor. Al entrar recibirás 4 packs para trabajar a tu ritmo, y encontrarás mucho material, foros, ejercicios y herramientas. Además, nos reunimos en directo cada mes para trabajar juntas desde todos los rincones del mundo, ¿te apuntas? 

Aquí tienes toda la información y el botón de inscripción, ¡te esperamos!

Coral Herrera Gómez 


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Ser "normal", o ser tú misma: la rebelión contra la tiranía de la normalidad





Autoestima y resistencia política 





PODCAST: 


12 de mayo de 2021

Puedes desenamorarte cuando quieras

by Cécile Desserle



Una de las mentiras más grandes que nos hemos creído las mujeres es que no podemos hacer nada para desenamorarnos, y eso nos condena a quedarnos relaciones en las que no somos felices o en las que no somos correspondidas. 

Sin embargo, ahora que hemos descubierto cómo usan el mito romántico para someternos y ponernos de rodillas, ya no nos engañan más. Sabemos muy bien que las relaciones sin reciprocidad ni cuidados no funcionan. 

Sabemos que no estamos condenadas a sufrir por amor, que nosotras podemos elegir y tomar decisiones, que podemos cuidarnos a nosotras mismas, y entre nosotras, 

Ya sabemos que somos dueñas de nuestro amor

Es más, ya descubrimos que estar enamorada no es una excusa para quedarnos en relaciones en las que no hay reciprocidad y en las que no nos sentimos bienqueridas ni cuidadas. Sabemos que las mujeres, aún estando profundamente enamoradas, podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos

¿Cómo empezamos? 

Primero vamos a tomar conciencia: ¿por qué hay que desenamorarse cuando no nos quieren? 

1) Desenamorarse es el principio de una nueva vida. Sólo tienes que convertir el presente en pasado, es decir, cambiar de etapa vital mirando hacia el futuro. La vida humana está constituida por diferentes etapas, y en cada una de ellas adquirimos nuevos conocimientos, vivimos nuevas experiencias, dejamos atrás algunos amores, llegan otros nuevos... parece que es la vida la que nos marca el final y el inicio, pero resulta que nosotras también podemos cerrar etapas de nuestra vida y empezar otras nuevas. 

2) Desenamorarse es una elección, y una decisión: eres libre puedes elegir si quieres quedarte junto a una persona, o si quieres dejar de compartir tu vida con ella. Bien porque ya no la amas, bien porque que no te quiere, o porque ambos estáis sufriendo mucho y no merece la pena vivir así. Lo importante es no sentirse culpable: hay que priorizar el bienestar propio. Y a nosotras las mujeres nos han educado para pensar más en las necesidades de los demás que en las nuestras. 

3) Desenamorarte es una demostración de amor hacia ti misma: si te quieres bien, te cuidas bien. Sufrir innecesariamente deteriora tu salud mental y emocional, y no hay medicina que repare los daños en tu cerebro, y en tu corazón. Así que para que el mito romántico no te destroce por dentro, tienes que cuidarte mucho y alejarte de las relaciones en las que no eres feliz. 

4) Desenamorarte te va a servir para vivir mejor, y para disfrutar más de la vida: una vez que tomas conciencia de que no naciste para servir ni para sufrir, entonces es más fácil que defiendas tu derecho a vivir una buena vida, y que dejes atrás todas las relaciones que te están amargando la existencia. 

5) Desenamorarte implica ser honesta y responsable: tienes que cuidarte mucho, mantener a raya el auto engaño y dejar de poner excusas. Puedes desvincularte de la persona a la que amas si logras conectar contigo misma y si logras comprometerte de verdad con tu auto cuidado. Basta con que te des cuenta de que exponerte al sufrimiento innecesariamente es maltrato contra ti misma, y que no te lo mereces.

Recuerda todo el tiempo cuáles son las palabras mágicas para cuidarte: honestidad, responsabilidad afectiva, y compromiso contigo misma. 

¿Cómo desenamorarte? 

Una vez que has tomado conciencia de que se vive mejor sin sufrir por amor, el siguiente paso para desenamorarte es pasar de la teoría a la acción: 

1) Tienes que dejar la relación. Estás sufriendo, y para dejar de sufrir y empezar una nueva vida, tienes que desvincularte. Ten presente todo el tiempo que el amor no es eterno y que tú lo que quieres en realidad es disfrutar del amor.

2) Puedes separarte con amor, sin necesidad de montar una guerra. Puedes romper la relación sin hacer sufrir a tu pareja, con honestidad y cariño, sin dramas ni tragedias. Cuanto más amorosa sea la ruptura, menos duele. Si no se está portando bien contigo, corta de raíz, y contacto cero.

3) Para separarte es necesario desengancharte. Y desengancharse requiere empezar con un proceso de desintoxicación, como cuando decides dejar cualquier droga o cualquier adicción. El amor es una droga muy potente y tu cerebro te va a pedir más, pero tú puedes controlar tus emociones, porque sabes cuidarte.  Lo primero siempre es tu salud y tu bienestar: cuando pasas el síndrome de abstinencia empiezas a sentirte mucho mejor.

4) Para desintoxicarte lo esencial es el contacto cero, es decir: no saber nada de la otra persona, no verla ni en pantalla. Lo mejor es desvincular tus redes sociales de las suyas durante un tiempo para no saber nada de tu ex: cuanta menos información tengas de su vida, mejor. 

5) Para pasar el duelo, hay que comer bien, dormir bien, beber mucha agua, cuidarte, y pedir apoyo emocional a tu gente. Puede que te apetezca estar tranquila en tu cueva, o al revés, que el cuerpo te pida salir y hacer cosas. Unas personas necesitan estar distraídas con muchas actividades, otras necesitan estar centradas en su duelo y hablar sobre ello con su gente: mira a ver cómo te sientes, y qué te apetece en cada momento. 

6) Diversidad afectiva y emocional: vuélcate en tus pasiones, y en la gente a la que amas. No te olvides de que el amor está en todas partes: en todas las relaciones que tienes con la gente, con los demás seres vivos, con los espacios, con los objetos, con el planeta, y contigo misma. Tienes mucho amor que dar y recibir: desmitifica el romanticismo y rompe con la idea de que la felicidad está en la pareja. 

7) Trabaja para liberarte del auto engaño y pierde del todo la esperanza: los milagros románticos no existen más que en las películas de final feliz. Tu duelo puede ser corto o largo: elige duelo corto. 

8) Intenta ser práctica y realista: se vive mejor soltera que mal acompañada, te mereces disfrutar del sexo, de la vida y del amor, y te mereces una buena vida, libre de sufrimiento. Tu sentido común puede ayudarte mucho: nadie mejor que tú sabe lo que te viene bien y lo que te hace feliz. Conecta contigo y cuídate.

9) El duelo se pasa mejor en buenas compañías: permanece cerca de la gente que te quiere y te cuida mucho. Juntate con las mujeres de tu vida: unidas lo pasamos mejor, y el olvido llega más rápido. Las mujeres nos apoyamos y nos contagiamos unas a otras de alegría de vivir y de energía positiva.

10) Mira hacia el futuro: imagina cómo va a ser la nueva etapa que comienza, cómo te gustaría que fuese tu vida, qué cosas nuevas y que gentes nuevas están por venir. Expande tu creatividad para diseñar tu nueva vida, y sé valiente para hacer frente a los miedos que surgen ante lo desconocido. 

Atrevéte a ser feliz y a abrirte a los cambios, imagina que después de un largo invierno, está llegando tu propia primavera, y que tú estás a punto de florecer. 

Tenlo presente todo el tiempo: de todas las drogas se puede salir, y el patriarcado se va a caer. 

Tú eres dueña de tus emociones, tus afectos y tus sentimientos, de tu cuerpo y de tu vida, y que nadie te diga que no puedes hacer nada: tú no naciste para ser una prisionera del amor.

Los muros de la cárcel romántica parecen de titanio, pero son de humo. Las puertas y las ventanas están abiertas: sal afuera sin miedo, eres una mujer libre que ya no quiere sufrir por amor.

Puedes desenamorarte cuando quieras. Confía en ti misma, aprende a usar tu poder, y ponte en acción.


Coral Herrera Gómez




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27 de abril de 2021

¿Por qué la autoayuda no te ayuda?




 ¿Por qué la autoayuda no te ayuda?

-la mayor parte de los gurús de la felicidad son hombres, y muchos de ellos, de derechas.

-no utilizan la palabra "patriarcado", así que todos sus intentos de explicarte la realidad son un fracaso. 

-quieren hacerte creer que tus problemas son individuales y que lo que te pasa es culpa tuya, 

-te hacen creer que tú eres responsable de las agresiones que sufres porque tú las atraes:  machismo y misoginia en estado puro

-quieren hacerte creer que para liberarte del sufrimiento debes perdonar a todos los que te maltratan

-te hacen creer que es bueno sufrir abusos y violencias porque así aprendes cosas nuevas y te haces más fuerte

-te hacen creer que tú eres una víctima y nunca te invitan a hacer autocrítica para que tomes conciencia de cómo haces sufrir a los demás

-te quieren hacer creer que la felicidad está dentro de ti, y que si no eres feliz es porque no lo estás deseando con suficiente intensidad

-te quieren hacer creer que el éxito llega cuando lo deseas "de verdad" y tienes mucha fe: el pensamiento mágico como vía para la salvación 

-te hacen creer que Dios a tí sí te va a ayudar porque eres especial

-te quieren obsesionada y encerrada en ti misma, aislada de los demás. No te cuentan que para dejar de sufrir no solo necesitamos un cambio personal, sino sobre todo transformar nuestras relaciones, nuestra principal fuente de sufrimiento 

-te hacen creer que hay un paraíso para ti, que tienes que llegar sola a él, y que tienes que tener mucha fe y esperanza

-los mensajes de la autoayuda estan cargados de la ideología de derechas: te hacen creer que los pobres son pobres porque quieren, y que cualquiera puede triunfar si lo desea con mucha fuerza

-incentivan tu egoísmo para que busques solo tu beneficio personal, por eso quieren que te enfoques en atraer la abundancia para ti, pero no para tu comunidad ni para el planeta en el que vives

-te dicen que la felicidad está dentro de ti, que es una cuestión de actitud, pero en realidad no se puede ser feliz rodeada de gente que sufre. 

-el lema del "sálvese quien pueda" está todo el tiempo presente en sus mensajes: nunca te proponen que busques soluciones colectivas a problemas colectivos.

-te hacen creer que necesitas ayuda, pero no te cuentan que tú también puedes ayudar a los demás, y que de hecho somos más felices te dando ayuda que recibiendola.

Por eso la autoayuda no te ayuda: porque no  puedes ser feliz en un mundo donde nuestras relaciones están basadas en la explotación, el abuso y la violencia. Para ser felices necesitamos tomar conciencia de que lo personal es político, y que la única magia que nos puede salvar es construir un mundo mejor para todas y todos.

Coral Herrera Gómez

25 de abril de 2021

Herramientas para trabajar los celos



    Yo siempre he estado en pareja pensando que mi compañero va a ser honesto conmigo y me va a contar lo que pasa si en algún momento tiene una relación especial con una tercera persona, si le gusta o siente algo más, si se siente en crisis con respecto a nuestra relación. 

    Es decir, no doy por sentado que mi pareja vaya a durar toda la vida, ni que los sentimientos de la otra persona sean siempre los mismos y nunca cambien. Sé que quiere estar conmigo, pero también sé que puede enamorarse de otras personas.  

Cualquiera de nosotros puede jurar amor eterno como una declaración de intenciones: «me gustaría amarte toda la vida», pero no como una promesa, pues nunca se sabe si podremos cumplirla.  Primero, porque nuestro amor y nuestra relación de pareja puede deteriorarse con el tiempo, y segundo, porque puede que sin dejar de estar enamorados o enamoradas de nuestra pareja, nos enamoremos de alguien más. El amor no es eterno, aunque nos cueste asumirlo. 

Pueden suceder muchas cosas a lo largo del tiempo, así que no culpo a mis parejas cuando se desenamoran de mí o se enamoran de otras personas. No lo siento como una traición porque a mí también me ha pasado y he roto algunos corazones. Sin embargo, creo que mis parejas en general tampoco han sentido miedo o desconfianza en la relación, porque siempre me he comprometido a fondo en ellas y he intentado ser honesta todo el tiempo. Y creo que lo he conseguido. 

Cuando yo he sentido celos ha sido cuando he tenido la autoestima más baja, con multitud de miedos e inseguridades que me han hecho sentir a las demás mujeres como una amenaza. Una vez que entendí que ese es el objetivo número uno del patriarcado, lo de dividirnos y hacernos rivalizar entre nosotras, tuve claro que no quería compararme, competir ni guerrear con otras chicas. 

    Se trata, entonces, de entender que normalmente nos ponemos celosas de mujeres que nos gustan a nosotras. Mujeres que nos atraen y que convertimos en una amenaza, sin plantearnos siquiera que tal vez no le guste a nuestra pareja. 

    A mí lo que me ha funcionado es centrarme en mi relación, analizar cómo estoy con mi pareja, evaluar si confío en su honestidad y compromiso, valorar la solidez de nuestra unión amorosa. 

    Los celos no son sólo un asunto tuyo: hay gente que disfruta haciendo sentir celos a su pareja, y que utiliza los celos para hacer sufrir a su pareja de una forma consciente, con un propósito claro: provocar reacciones emocionales fuertes, para aprovecharse del sentimiento de fragilidad y miedo que nos invade cuando tenemos celos. 

    Así que hay que estar muy atenta a esta cuestión: ¿disfruta mi pareja cuando yo siento celos?, ¿se aprovecha de mis inseguridades?, ¿cómo se beneficia de mis celos y mi vulnerabilidad?

    Es más fácil no sentir celos cuando te juntas con una persona honesta que se compromete en la relación. No tienes ninguna garantía de que no vaya a ser infiel o a sentir ganas de serlo, pero sí puedes tener la certeza de que podrá contártelo porque te considera su compañera y no quiere que te enteres por otras personas. Es más fácil confiar en el otro cuando sabes que te quiere, te cuida y es honesto.  

    En las relaciones heterosexuales es fundamental tener en cuenta el nivel de machismo de tu pareja, y sus problemas de masculinidad. Los hombres de masculinidad frágil que necesitan reafirmar constantemente su virilidad son más mentirosos y más infieles, los hombres más patriarcales son aquellos que viven obsesionados por acumular conquistas, y engañar a todas sus parejas para poder hacer lo que les da la gana. 

  Cuanto más machista es un hombre, menos honesto es. Y cuanto más inseguro es un hombre,  más probabilidades hay de que te haga sufrir. 

Algo que a mí me ha ayudado mucho es poder hablar de mis celos sin complejos. Cuando era más joven, los disimulaba, y me los trabajaba yo sola a base de mandarme mensajes para la calma y para controlar mis emociones. Me daba vergüenza sentir celos, y además me parecía poco digno demostrarlos, así que los reprimía y me aguantaba yo sola con mi tortura. Ahora puedo hablar de ello con mi pareja, y hasta puedo reírme de mí misma. 

Con el tiempo acepté que los celos son naturales, que los sentimos todos en varios momentos de nuestras vidas, y que hay que trabajarlos para que no nos hagan daño, y no hagan daño a los demás. 

    Este es un principio fundamental para mí: nunca hacer sufrir a nadie por mis celos, ni a mi pareja, ni a las mujeres de las que me siento celosa. 

Yo sufro dos tipos de celos: los imaginarios y los reales. A veces vienen mezclados, pero me ha ayudado darme cuenta de que a veces los imaginarios son una forma de autoboicot. Me hago daño a mí misma cuando, sin motivos para ello, los celos nacen en mi cabeza, se me expanden por todo el cuerpo, me descompensan, y me hacen un agujero negro en el estómago. Estas son las dos herramientas que tengo para controlarlos:

            Cuidar mi cuerpo y mis emociones: respiraciones profundas, sesión de relajación y meditación, mensajes tranquilizadores y consejos a mí misma, tratar de no darle poder sobre mí a esa emoción, distraerme y estar activa.

            Compartir lo que siento: hablarlo con amigas y, esencial, con mi pareja, para poder desintegrarlo y que no tengan poder sobre mí. Para reírme un poco de mí misma y entender cosas simples como que es normal que yo o mi pareja nos sintamos atraídos por alguien más en algún momento. 

    En cuanto compruebo que el nivel de compromiso sigue siendo el mismo, me relajo y a otra cosa mariposa.

    Mis celos desaparecen cuando mi compañero o compañera me confirma que me quiere, y que quiere estar conmigo. Cuando además, sabes que si en algún momento quisieran estar con otras personas, van a poder ser honestas contigo. 

    También he aprendido que no puedo estar constantemente pidiendo a mi pareja que me confirme el compromiso afectivo que tiene conmigo porque es agotador, y porque desgasta mucho tener constantemente conflictos: es más bonito que las pruebas de amor surjan en el día a día, desde los cuidados. 

    Los celos reales son los que sientes cuando tienes motivos. Por ejemplo, cuando sabes que tu pareja ha sido infiel con todas sus parejas, y les ha obligado a todas a ser monógamas mientras él no lo era. ¿Cómo no sospechar que a ti te va a hacer lo mismo?, ¿por qué no te va a engañar a ti, porque eres especial?

    Hay algunos que practican la infidelidad como un deporte y no les importa el sufrimiento que causan: muchos viven convencidos de que no hacen nada malo y son muy buenas personas. A esos hay que tenerlos bien lejos de nuestras vidas. 

   La mentira y el engaño parecen consustanciales a la infidelidad, pero no lo son. Hay infieles que son sinceros y asumen las consecuencias de sus actos, por ejemplo, pierden a su pareja. O bien se comprometen a trabajar en ella para intentar superar la crisis. 

    La mayoría no lo cuentan porque son egoístas y malas personas: hay gente que se pasa la vida entera mintiendo y tratando de no ser descubierta, sobre todo los hombres, que han sido educados para no renunciar a una vida sexual amorosa diversa aunque se casen. 

    Para muchas mujeres, el problema con los celos es que nos bajan la autoestima. Pensamos que es culpa nuestra que el otro sea infiel porque no nos hemos cuidado lo suficiente, porque no hemos sabido darle lo que necesita, o porque no valemos nada y hay muchas mujeres más guapas, más sexis y más complacientes. Cuanto más bajo es nuestro nivel de autoestima, más celos sentimos: la inseguridad se retroalimenta en la medida en que creemos que los celos son un problema individual. Y en realidad es colectivo: se trata de que la monogamia es un mito construido por y para las mujeres. 

    Se trata, también, del miedo que nos inoculan desde pequeñas a que nos dejen de querer, a no recibir toda la atención y los cuidados que necesitamos, y a tener que compartirlos con los demás. Este miedo nos hace desconfiar de nosotras mismas y de nuestras parejas, y a veces convierte la relación en una auténtica pesadilla. 

    Para trabajar los celos creo que es muy importante trabajar la confianza y la comunicación dentro de la pareja, y que cada uno se trabaje la honestidad y la autoestima. Pero también es esencial evitar relacionarse, en la medida de lo posible, con hombres inseguros y con problemas de masculinidad: la honestidad no es una cualidad del hombre patriarcal, y nos hace sufrir demasiado. 

    La clave para trabajar los celos, entonces, es cuidarnos mucho a nosotras mismas, hablar de ello con nuestra pareja, trabajar nuestra autoestima, evitar compararnos con otras mujeres, y alejarnos de los hombres con problemas de honestidad, porque no son buenos compañeros para disfrutar del amor.

Coral Herrera Gómez




Este es el capítulo 10 del libro: "Cómo disfrutar del amor: Herramientas para transformar el mito romántico" , en el que podrás encontrar muchas más herramientas: para disfrutar del enamoramiento, para desmitificar las parejas felices, para trabajar tu autoestima, el autoboicot, el autoengaño, el miedo, la dependencia emocional, los duelos, para cuidarte a ti misma, para cuidar tus relaciones, para llevar la utopía a la práctica... 

Puedes leer el prólogo aquí, y puedes adquirir tu libro 


y también en Buscalibre y Amazon
 




Si quieres trabajarte los celos y muchas cosas más en compañía de más mujeres, 


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