Hay una estrategia que utilizan algunos hombres para recuperar su libertad que consiste en portarse mal contigo para que les dejes.
Lo hacen por cobardía, por egoísmo, por pereza, o por pura crueldad: creen que si te hacen sufrir mucho les vas a dejar enseguida. El problema es que no tienen en cuenta que muchas mujeres pueden aguantar años, y toda la vida, sufriendo, y que muchas creen que se merecen la violencia que reciben.
Estos hombres que hacen sufrir a sus parejas combinan diferentes técnicas: te tratan con indiferencia, se muestran distantes, se ponen misteriosos o ambigüos, aparentan que están en una crisis y que necesitan "pensar" si quieren estar contigo o no.
Cuanto más opacos, confusos y turbios se ponen, más daño te hacen.
Algunos te hacen ver que se esfuerzan por verte aunque no tengan ganas, para que te sientas agradecida y en deuda.
Te llaman menos, te dan plantones, te dan excusas tontas, dejan de tener tiempo para tí, te hacen sentir insegura y celosa, te dejan pistas para que descubras sus infidelidades, te mienten, te hablan con desprecio, te humillan, y aprovechan la información que tienen de tí para hacerte daño donde más duele.
Generalmente estos hombres se esfuerzan en demostrarte todo el tiempo que no te aman para que tú reacciones y les dejes.
Tontean con otras mujeres para que les veas y te enfurezcas, tienen cambios de humor y de estado de ánimo muy bruscos, a ratos están encantadores y a ratos parecen monstruos.
Usan mucho la técnica de darte una de cal y otra de arena para confundirte y para que creas que estás loca.
Unos te hacen sentir una carga para ellos, como si pesaras toneladas.
Otros te van amenazando con la idea de que se van a ir, pero no se van nunca.
Te hacen sentir vergüenza delante de tu gente, te humillan en público, te hacen sentir insegura, te culpan de lo mal que va la relación, y van aumentando su crueldad para obligarte a tomar la decisión de dejarles.
¿Cual es el problema? Que hay parejas que pasan años así, y hay mujeres que no les dejan por muy mal que les traten.
Estos tipos no se conforman con destrozar la salud mental y emocional de sus víctimas, muchos culpabilizan a la víctima, y se victimizan cuando ellas por fin dan el paso: "me ha dejado", dicen algunos entre lágrimas, mientras por dentro brindan por su nueva libertad.
Algunos son tan malvados que te dicen que sí te quieren, pero... que eres tú la que lo está estropeando porque protestas por todo, y te inventas cosas para amargarles la vida.
Y otros son tan retorcidos que quieren hacerte creer que tú eres la culpable de todo: ellos querrían amarte pero no pueden porque estás amargada y te comportas como una loca.
Es una de las formas de violencia machista más crueles: maltratarte y hundirte hasta que no puedas más, o hasta que pierdas la cabeza.
Se llama violencia psicológica y emocional: cuando alguien te hace sufrir en beneficio propio, está ejerciendo violencia sobre ti.
En este caso el beneficio que obtienen es destruirte para que les dejes, tú quedes como la mala, y él como el bueno.
Es violencia machista, y hace tanto daño como la violencia física.
¿Cómo protegerse y dejar de sufrir?
Las mujeres tardamos demasiado tiempo en irnos: como nos han hecho creer que amar es sufrir, que amar es aguantar, sacrificarse y resignarse, asumimos que es "normal" soportar tanto dolor, nos cuesta mucho identificarlo como malos tratos.
Además, nos han engañado con la idea de que él puede cambiar. El cuento de que un día de forma mágica se dará cuenta de lo maravillosa que eres, de lo estúpido y malvado que ha sido, de que nadie le amara como tú, es una trampa.
Ninguno se transforma en una buena persona de la noche a la mañana.
En este caso, él no va a cambiar porque en el fondo de su alma lo que desea es recuperar su libertad, que te apartes y les dejes.
Nosotras tenemos dos herramientas potentes: el instinto de supervivencia y el sentido común, que nos mueven a irnos de los sitios donde no nos quieren bien, y a protegernos cuando se están aprovechando de nosotras o nos están tratando mal.
El tiempo es un aliado también. Cuanto antes te des cuenta de que tu pareja quiere que le dejes, más rápido puedes actuar.
Si el objetivo de él es destrozarte para que les devuelvas su libertad, el tuyo es ahorrarte toneladas de sufrimiento: en cuanto empiecen con la indiferencia, la desgana, la falta de cuidados, el misterio, la ambigüedad, los engaños, las mentiras, las infidelidades, los comentarios despreciativos, los castigos y el mal trato, hay que cortar de raíz, y terminar la relación.
Además de la falta de cuidados, otra señal muy clara de que hay que acabar una relación está en tí, en tu propio cuerpo. Cuando empiezas a sentir preocupación, angustia, ansiedad, tristeza, miedos, pensamientos obsesivos, hay que darse prisa.
En cuanto empiece a doler, hay que impedir a toda costa que te haga daño, y cuidarse mucho a una misma.
Es importante que no se nos olvide que sufrir no es gratis: tiene un coste altísimo. A las mujeres nos pone de rodillas, nos envejece, nos enferma, nos quita la paz mental, nos roba la energía y el tiempo, nos amarga la vida.
Sé que es un trabajo descomunal luchar por dentro contra el mito de que el amor todo lo puede, pero es una trampa para que aguantemos violencia de tipos que no solo no nos aman, sino que están deseando librarse de nosotras.
Nosotras no nacimos para sufrir, ni podemos ayudar a ningún maltratador, ni podemos cambiarles. Ellos son destructivos y lo que quieren es aniquilarse, y destruirte a tí también.
El único cambio posible es el que está en tu mano, el que haces tú, cuando decides ser honesta y responsable contigo misma, y empiezas a protegerte y cuidarte.
La primera regla del auto-cuidado es salir de una relación en cuanto empieces a sufrir.
Cuando tu pareja no te cuida ni se cuida es porque no le importas, no te ama, y no te quiere.
Si te está pidiendo a gritos que le dejes, date prisa, sal de ahí, libérate cuanto antes:
Tu salud mental y emocional es sagrada.
Tu tiempo es oro.
Tu vida es solo una.
Coral Herrera Gómez
Si quieres separarte de tu pareja o ya estás en ello, vente con nosotras al grupo de Mujeres que se separan del Laboratorio del Amor
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