30 de abril de 2012

Mujeres en la Prehistoria: mitos, estereotipos y roles de género






La serie de dibujos animados "La familia Picapiedra", está basada en la idea de que la desigualdad de nuestra sociedad es universal y eterna, es decir, que las jerarquías y las divisiones existen desde el principio de los tiempos. Por eso pensamos y representamos a nuestros antepasados aplicando los esquemas de nuestra cultura: las mujeres limpiaban la cueva y cocinaban en ella, muy felices, y los hombres salían a buscar alimentos, arrastraban a sus mujeres de los pelos y las defendían de otros ataques, siendo los responsables de la seguridad del poblado. 

Esta visión estereotipada de la Prehistoria es el resultado de nuestra mirada patriarcal sobre el pasado, porque suponemos que la dependencia emocional femenina es "natural", que nuestra forma de organizarnos ha sido siempre la misma, y que la pareja es la base fundamental de todas las comunidades humanas. Sin embargo, los estudios antropológicos con enfoque de género han dado al traste con esta visión estereotipada de los inicios de la Humanidad.

Leyendo los estudios en torno a la materia, es imposible imaginar que una mujer prehistórica pudiese estar encerrada en la cueva por voluntad propia esperando a su compañero, y suspirando por tenerle cerca. Cabe suponer que las relaciones amorosas de entonces eran más libres e igualitarias porque no estaban marcadas por la necesidad de las mujeres de tener a un hombre proveedor de recursos. 


22 de abril de 2012

Soluciones para afrontar la soledad





Las protagonistas de las historias de amor están siempre solas, o se sienten solas. Los protagonistas varones, casi siempre lo están. Solos salvan el mundo. Solas esperan a que llegue El Salvador. Solas se quedan en sus palacios. Solos se van a correr aventuras. La cultura nos vende la soledad heroica como el lugar desde el que puedes encontrar el amor. Únicamente tienes que ser paciente y esperar a que te elija un Príncipe Azul.


La soledad es una construcción cultural, producto del individualismo, que arrasa como una enfermedad en los habitantes de las ciudades del siglo XXI. Nos provoca depresiones, alimenta los miedos, crea multitud de fantasmas, nos hace sentirnos vulnerables y frágiles. 


Vivimos en una sociedad que se organiza de dos en dos, de modo que quien no encuentra pareja o no la quiere, se queda solo o sola, rodeada de parejas felices. El individualismo está acabando con las redes de solidaridad y ayuda mutua que aún existen en el ámbito rural: el encierro de las parejitas en sus casas, centradas en sí mismas, aisladas de su comunidad, ha vaciado las calles de gente que antes se juntaba para charlar, pasar el rato, tomar aire fresco, intercambiar noticias, y resolver problemas comunitarios. En esta época posmoderna nos buscamos, nos encontramos, nos fusionamos y nos separamos de dos en dos, siempre buscando ese difícil equilibrio entre la libertad, la autonomía, y la necesidad de afecto que tenemos. 

Le pedimos a una sola persona que nos colme de felicidad: ni siquiera sabemos disfrutar del amor como un fin, sino que para nosotros representa un medio para alcanzar otras cosas: felicidad, placer, compañía asegurada, estabilidad, recursos... Nos fabricamos utopías románticas que nos salven de la soledad y de los problemas a los que no podemos hacer frente en solitario, pero cuando los sueños románticos no se cumplen, parece que hemos fracasado. 


La búsqueda de pareja nos hace emplear una cantidad de tiempo y energía descomunales que podríamos emplear en otras cosas más útiles y provechosas. Los espejismos románticos sirven para mantenernos entretenidas, sumergidas en fantasías individualistas, cada cual buscando su propio paraíso, ajenos a lo común, a la comunidad. Si nos juntásemos en redes más amplias de amor y afecto, evitaríamos la soledad y seríamos menos vulnerables. Podríamos sentirnos útiles y realizados aportando colectivamente a la mejora y transformación de la sociedad: a los humanos nos gusta mucho hacer sentir bien a los demás, ayudar a la gente que lo necesita. 


Solo tenemos que sacar lo mejor de nosotros y dejar a un lado las diferencias, porque estamos divididos por etiquetas que a la vez que nos definen, nos separan y nos enfrentan los unos a los otros, siempre bajo la lógica de que unos son "nosotros", y los demás son "los otros", unos son los buenos, y otros son los malos, unos son los ganadores, y otros los perdedores. Nos hablan mucho de amor desde los púlpitos de las Iglesias o desde la industria cultural, pero no se promueve jamás el amor hacia la colectividad. La gente sufre enfermedades sociales como la homofobia, el racismo, la transfobia, el machismo, la lesbofobia, la xenofobia, y todos los miedos posibles hacia la gente diferente, diversa, o gente que se resiste a ser etiquetada. 


Para construir amor del bueno, tenemos que acabar con los discursos de odio, y con estos miedos prefabricados que nos inoculan a unos contra otros. La gente no es  mala: son las estructuras de relación las que nos enemistan. Nos relacionamos en base a jerarquías, luchas de poder, intereses personales, envidias, egoísmo: tenemos que encontrar otras maneras, entonces, de querernos más y mejor. 


La gente anda buscando la manera de importarle a alguien, de ser especial para alguien, de tener a alguien al lado que le haga sentir vivo/a. No podemos comprar el amor, pero a menudo lo exigimos. Nos cuesta más dar que recibir, nos cuesta tener relaciones desinteresadas, nos cuesta hacer felices a los demás porque todos andamos buscando que nos quiera una sola persona, incondicionalmente y para siempre. 


Nuestras relaciones están también marcadas por el miedo a la soledad. Este miedo a quedarnos solos y solas es lo que nos lleva a construir relaciones de dependencia, a aguantar escenas dolorosas, a resignarnos aunque ya no haya deseo o pasión, a suplicar al otro/a, a arrastrarse como almas en pena, a deprimirse profundamente y a dejar de encontrarle sentido a la vida. Nos venden la idea de que sin amor uno no es nada, como decía Amaral en su canción. 


La solución para evitar a la soledad es nutrirnos de afectos diversos, construir relaciones de confianza y solidaridad con la gente, expandir las redes de cuido, disfrutar de la gente que te rodea: la familia, los compañeros y compañeras de trabajo, los y las vecinas, las amigas y los amigos. 



15 de abril de 2012

Los mitos románticos en AVATAR




En Avatar se cambian los roles y la protagonista de la historia, la índigena  Neytiri le enseña al héroe a sobrevivir en Pandora. En la mayor parte de las películas, siempre son los hombres los que enseñan a las mujeres a superar sus miedos, su torpeza, sus debilidades; ellos son los que enseñan baile, artes marciales, filosofía, ciencia; ayudan a las mujeres a sobrevivir en la selva o el desierto, a saltar por los edificios de las ciudades, a trepar rascacielos o resolver problemas irresolubles. 

Por eso sorprende que en esta superproducción sea la hija del jefe la que enseñe al humano a cazar, a domar animales salvajes, a volar en los monstruos, a saltar entre los árboles, a confiar en sus capacidades, a aprender un idioma nuevo, a percibir la magia de la naturaleza y saber como interpretarla. 




22 de marzo de 2012

Entrevista en La Directa



Álex Romaguera me hizo esta entrevista para Setmanari de Comunicació DIRECTA

Podéis leerla en catalán en: 


Aquí la tenéis en castellano: 


· ¿En que medida se ha desconstruido el discurso patriarcal del “hombre viril” y la “mujer femenina”?

Creo que esa deconstrucción se está dando en los círculos feministas, en el área de las masculinidades, en el seno del movimiento kuir, entre la gente que ha adquirido una mirada de género sobre la realidad; el debate es cada vez más rico gracias a las redes sociales. El resto de la gente que consume productos culturales de masas sigue asumiendo el discurso, lo reproduce en sus vidas cotidianas, y no lo cuestiona: la televisión, el cine, la radio y la prensa lo siguen repitiendo hasta la saciedad, aunque invisibilizado. Todo lo que aparece representado que no puede ser etiquetado, todas las mujeres masculinas, los hombres femeninos, los gays, lesbianas, intergenero, transexuales, etc. no encajan en este discurso bipolar. Por eso en el cine, en las noticias, en las series de televisión, en las revistas, etc solo aparecen modelos “normales”; los otros son considerados extravagancias, desviaciones, anormalidades, enfermedades o rarezas. El discurso mediático sigue siendo profundamente patriarcal. 


6 de marzo de 2012

300.000 visitas en el Rincón de Haika!







El Rincón de Haika ha superado las trescientas mil visitas, estamos de celebración. Dentro de dos meses el blog cumplirá 5 añitos (comencé en mayo de 2007), y en todo este tiempo ha parido más de 300 artículos (míos y reseñas de otr@s)


Desde pequeña quise dedicarme a escribir y hacía fanzines con fotocopias, con tiradas de cien ejemplares que nadie se leía y la gente abandonaba en las papeleras del instituto. Hoy en cambio me leen en muchos países diferentes (España, México, Argentina, Colombia,Chile, Perú, Estados Unidos, Venezuela, Costa Rica, Ecuador),  gente de todas las edades, razas, culturas (a veces han entrado de Japón, de Rusia, de Alemania, de Inglaterra, de Australia incluso), y a mi me maravilla visualizar los puntos del planeta desde los que la gente se conecta conmigo, a veces 300 personas diarias, que es una cifra brutal. 








Este blog lo abrí para comunicarme con mi gente durante mi encierro con la tesis doctoral, y poco a poco descurbí que era una herramienta fabulosa para intercambiar ideas, conocer otras bloggueras, ensanchar horizontes, ampliar mi mundo, comunicarme con la gente, dar a conocer mis escritos, compartir los textos de otra gente. 


Recuerdo cuando me visitaban diez personas al día, la ilusión que me hacía. Ahora el baile de cifras es superior, quizás porque publico con asiduidad, y sobre todo, gracias a las redes sociales, porque cada vez que alguien comparte un enlace mío se multiplican las vistas y van dando saltos exponenciales por la Red; hoy en día mucha gente tiene contactos de otras provincias, de otros países que lo leen y lo comparten, a su vez. 


La mayor parte de la gente llega desde mi página personal, facebook, twitter, google, y de blogs y webs que tienen mi enlace en sus muros. 


Gracias al blog he tejido redes de contactos con los que colaboro, o con gente a la que he podido ver en tres dimensiones y que nunca hubiera conocido de no ser por el blog. Y es que a través de esta red de enlaces he podido entrar en contacto con grupos de masculinidad, colectivos feministas y LGBT, estudios@s del tema de género, y gente a la que le encanta analizar el tema del amor  romántico. Gente atea y religiosa, gente que le gusta leer, gente de todas las ideologías, aunque con el idioma castellano como elemento común. 


Las entradas más leídas han sido: 





¿Qué es el Amor?
















Otros artículos: 


¿Es revolucionario el Amor Romántico?



El amor romántico desde una perspectiva científica. 

¿Por qué y para qué estudiar el amor?





La industria del amor romántico: el control social sobre nuestros sentimientos

El amor libre y la poliamoría



Postporno, pornoterrorismo, porno feminista


No es una crisis: es que ya no te quiero




EL AMOR Y LAS LUCHAS DE PODER









Quería agradecer a toda la gente que se pasa aquí cada semana para curiosear, leer, escribir en los comentarios, y acceder a otros enlaces. A menudo me enviáis correos que me animan mucho a seguir, porque hasta la llegada de Internet yo siempre escribí en el vacío; volcaba mis reflexiones en un diario que como era secreto no podía tener público. 


Escribir y que la gente proteste, aporte, critique, proponga, rechace, o explique su propia experiencia, sus puntos de vista, etc. me estimula mucho intelectualmente, porque la batalla es siempre contra las cosas que damos por supuesto, y yo tengo mucho de esas cosas. La opinión de la gente me abre los ojos, me da elementos para la duda, me hace cuestionarme a mí misma, me hace crecer, en definitiva. 


Gracias entonces por estar ahí, por compartirme, por leerme; espero poder seguir escribiendo muchos años sobre estos temas. 


Coral Herrera Gómez








Publico la actualización de mis artículos en: 


twitter: @coralherreragomez


facebook: 


https://www.facebook.com/pages/Especialista-en-Amorcom/362105195115



2 de marzo de 2012

Celebrando el 8 de Marzo




Estoy muy ilusionada porque un texto mío ha dado lugar a este cartel, diseñado por Ana Pérula, feminista de Córdoba, a partir de una cita mía. 



"El feminismo no quiere imponer un matriarcado basado en la violencia contra el hombre, como ha sido el patriarcado hasta ahora. No desea dejarlos sin voto, ni violarlos en las guerras, ni mutilar sus genitales en pro de una tradición cultural, ni confinarlos en el ámbito doméstico, ni quiere matarlos por adulterio. El feminismo
no pretende que los hombres sean propiedad de sus madres y luego de sus mujeres, ni desea que los hombres cobren salarios más reducidos, ni tampoco querría desterrarlos de las cúpulas de poder mediático, empresarial y político. No quiere traficar con cuerpos masculinos para el disfrute de los femeninos, ni desea que los niños varones estén desnutridos o abandonados en orfanatos, ni, por supuesto, promovería su marginación social o económica. Tampoco vetaría que los niños varones pudiesen ir a la escuela, ni les prohibirían el acceso a la sanidad y la Universidad. Comprendan que eso es una locura que no promueve el feminismo".

Coral Herrera Gómez


La usarán para celebrar el 8 de Marzo, y yo feliz porque me parece un mensaje pacifista que llama al fin de la guerra entre sexos, y porque derriba la imagen estereotipada del feminismo como hembristas odiadoras de hombres. El feminismo es una extensión en la lucha por los derechos humanos que no pretende someter a los hombres, quiere caminar con ellos de la mano. 






Esta cita fue publicada en el libro Feminismo para no feministas, de Rosario Hernández Catalán.

La escribí en el artículo: 
El feminismo en la educación y la cultura


1 de marzo de 2012

La doble moral sexual


Jesús perdonando a una adúltera

La doble moral es un mecanismo ideológico gracias al  cual las mujeres son apedreadas hasta la muerte por adulterio, y en cambio los hombres son admirados por su capacidad de seducción y conquista. Según esta doble moral, la promiscuidad femenina es un pecado aberrante digno de castigo, y la masculina es un símbolo de potencia, virilidad y éxito social. Es un pensamiento binario que contrapone a hombres y mujeres y que viene a decirnos, simplificadamente, que el placer masculino es "normal" y bueno, y el placer femenino es malo, anormal. Por eso no existe la palabra "ninfómkana" en masculino.



Coral Herrera Gómez Blog

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