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20 de agosto de 2025

Lectura colectiva de Mujeres que ya no sufren por amor

 



Fecha de inicio: 3 de septiembre 

Día: miércoles de cada semana

Hora: 18 horas de España. 

Formato: online.

Edad: desde los 14 años 

Precio: 30 euros la entrada, 

4 euros al mes si os hacéis suscriptoras de mi página de Patreon

GRATIS si sois alumnas del Laboratorio del Amor




Queridas amigas, os invito a leer juntas el libro Mujeres que ya no sufren por amor, y a comentar todos los temas de cada capítulo para trabajar en profundidad cada uno de ellos. 

Las sesiones constarán de dos partes: en la primera leeremos un capítulo y la sesión será grabada. En la segunda detenemos la grabación y comenzamos a trabajar en los contenidos, aportando con preguntas, reflexiones, vivencias personales, todos los aportes son súper bienvenidos: vamos a construir conocimiento y saberes entre todas. Y todas podemos aportar desde nuestras experiencias personales y nuestros conocimientos. 

Publicaré en Patreon y el Laboratorio del Amor los vídeos de las lecturas cada semana para las que no podáis asistir, y un breve texto resumen con los contenidos que hemos trabajado. 

No es necesario tener el libro para participar en la lectura,

pero si quieres adquirirlo en formato ebook, kindle o en papel, puedes adquirirlo en tu librería favorita o en Amazon, aquí tienes los enlaces.


Sois todas súper bienvenidas, 

Ya podéis comprar la entrada 

o suscribiros a Patreon por 4 euros al mes

o entrar en el Laboratorio del Amor

Coral 


29 de mayo de 2025

El poder de las Mujeres Solteras



Una de las cosas que están cambiando a toda velocidad en nuestra sociedad es la imagen de las mujeres solteras, su status social y el espacio que ocupan en nuestra sociedad, que es cada vez más grande. 

Las solteras han sido siempre una amenaza porque son impares en un mundo hecho por y para las parejas felices que van a fundar una familia feliz. En los eventos sociales (bodas, funerales, bautizos, comuniones, día de la Madre, cena de Nochebuena, comida de Navidad, etc) y en las renuniones sociales y familiares van solas.

Y se las ve estupendamente.

Y eso constituye en primer lugar una amenaza para los hombres, que temen que sus compañeras envidien la autonomía, la libertad y la alegría de las mujeres solteras. 

Ya no son unas fracasadas que no han conseguido novio y se sienten avergonzadas, ya no son esas mujeres que buscan emparejarse desesperadamente en las fiestas: ahora son mujeres normales y corrientes que tienen muchos seres queridos a su alrededor.

No las falta novio, no las falta amor: viven rodeadas de amigas, amigos, familia, animales domésticos, y el centro de su vida está ocupado por ellas mismas, no por un hombre. 

No las falta de ná.

Eso es lo que las hace tan peligrosas: una mujer soltera es la prueba de que las mujeres podemos vivir perfectamente sin marido. Y muchos hombres están convencidos de que son un mal ejemplo a seguir para sus parejas.

Además, ellos creen que cuando una mujer no pertenece a uno de ellos, cualquiera puede intentar tener sexo con ellas porque en realidad las mujeres sin pareja son patrimonio colectivo de los hombres. Por eso no soportan que ellas digan que no. Y tampoco soportan pensar en la envidia que sienten sus esposas de la libertad, la autonomía, y la vida sexual y amorosa de las mujeres solteras.

Para las mujeres casadas y emparejadas, también las solteras son una amenaza. Algunas creen que sus maridos podrían querer acostarse con ellas, o que ellas podrían robarle a sus maridos. Las ven como rivales, sobre todo si son guapas, jóvenes y felices.  

Las mujeres estamos dando un salto gigante porque gracias al feminismo hemos tomado conciencia de que las mujeres no deberíamos colaborar con el patriarcado, y el primer paso es no rivalizar ni competir entre nosotras.

Ya no es tan fácil distinguir en en las fiestas y demás eventos sociales a las mujeres que no tienen pareja porque hay muchas mujeres emparejadas que tienen su propia agenda y salen sin sus parejas. Las mujeres hemos conquistado (negociando con el compañero) nuestros propios espacios y nuestro propio tiempo. En las agendas de las mujeres hay tiempo para la pareja, y tiempo para una misma, y para nuestras pasiones y seres queridos.

Antiguamente toda la vida social se hacía con el marido, y luego cuando nos dejaban en casa ellos se escapaban. Ahora ya no: nosotras tenemos nuestros espacios propios con amigas, pasamos fines de semana en retiros con otras mujeres, estudiamos juntas, hacemos activismo social y político, salimos a divertirnos juntas.

Si cada vez hay más mujeres solteras es porque hay pocos hombres con ganas de trabajarse por dentro para crecer y para dedicarse al desarrollo personal. Nosotras somos cada vez más selectivas y exigentes, y no nos conformamos con migajas. Buscamos compañeros que sepan estar a la altura, que no busquen una sirvienta, que den la talla, y hay muy pocos. Así que no perdemos tiempo y energía en relaciones con hombres a los que ya sabemos que no vamos a cambiar. 

Los hombres más misóginos andan cabreadísimos, en especial los incels que declaran públicamente su odio contra las mujeres porque no queremos tener sexo ni relaciones de pareja con ellos.

No se les ocurre que igual no les elegimos porque son unos machistas, porque no saben relacionarse con nosotras como si fueramos seres humanos, porque nos siguen tratando como objetos de usar y tirar. 

Y porque ya sabemos que se está mucho mejor sola que mal acompañadas.

Mientras ellos siguen rabiando, las mujeres seguimos avanzando. Nos hemos quitado el miedo a que no nos quiera nadie, porque ahora sabemos que el amor está en todas partes. Aspiramos a juntarnos con alguien capaz de renunciar a sus privilegios, de respetar nuestros derechos humanos fundamentales, de hablar de sus emociones y sentimientos, de hacer terapia, de hablar sobre la relación. Hombres que sepan cuidarse a sí mismos y sepan cuidar sus vínculos afectivos y sentimentales. 

Y si no hay (porque los hombres capaces de hacer autocrítica amorosa no abundan), nuestras vidas siguen su curso. Nuestros proyectos, nuestra carrera profesional, nuestra red de amor y de apoyo mutuo, nuestras aficiones: nosotras disfrutamos de la vida, con y sin pareja. Y si llega alguien especial en nuestras vidas, ya sabemos cuidarnos a nosotras mismas para evitar relaciones de abuso y de maltrato. 

Como hemos tomado conciencia de que las relaciones tienen que ser recíprocas y que el amor es un trabajo de cuidados, no nos conformamos con menos.

El poder de las solteras es cada vez más grande, porque estamos trabajando mucho en nuestra autonomía, y porque cada vez se separan más mujeres de sus novios, amantes y maridos. Ya no aguantamos, no toleramos, no soportamos: tenemos cada vez más claro cómo queremos vivir las relaciones, y cómo negociar para que sean relaciones igualitarias, sanas y bonitas. 

Y este poder de las solteras no va a parar de crecer, porque ya nos hemos dado cuenta de que si no tenemos pareja no estamos solas: estamos rodeadas de gente que nos quiere y nos cuida. 

Y que no nos falta de ná si no tenemos un hombre a nuestro lado.

Una vez que saboreamos la libertad, ya no tenemos ganas de volver a depender de nadie nunca más.

Coral Herrera Gómez


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10 de diciembre de 2024

Da el paso acompañada: con amigas es más fácil




Si crees que tu pareja puede reaccionar mal o muy mal si le dejas, queda con él en un sitio público con gente, a la luz del día, y convoca a tus amigas y amigos para que estén cerca, por si tu pareja se pone agresiva. Si necesitas quedar con él para que te dé tus cosas, o si tienes que hacer una mudanza, nunca lo hagas sola, pide acompañamiento a tu gente querida. Si después de la ruptura crees que puede intentar hacerte daño, deja que te acompañen tus amigas y avisa a toda la gente que puedas para que él sepa que no estás sola. 

Las mujeres que reciben cuidados y protección de su comunidad tienen más probabilidades de salir de una relación violenta, pero para las que viven en otro pueblo, otra ciudad u otro país es más difícil, porque cuando no tienes redes eres más dependiente y te sientes más vulnerable. 

Si no tienes gente querida que te ayude a salir (a menudo es un proceso que dura semanas o meses), pide ayuda a profesionales de los servicios sociales y de la salud mental, o a las asociaciones y colectivas de mujeres más cercanas. Muchas médicas y doctoras de familia ya tienen la formación para ayudarnos a todas en los centros de salud.

También tus vecinas y compañeras de estudio y de trabajo pueden ayudarte: sean o no feministas, hay muchas mujeres sororarias en el mundo. Las mujeres desde siempre nos hemos ayudado entre todas, porque llevamos milenios sufriendo, resistiendo y haciendo frente a la violencia en todas sus formas. 

Entre todas nos escuchamos, nos cuidamos y nos arropamos: todas sabemos lo difícil que es tomar conciencia de lo que nos está pasando, lo mucho que nos cuesta después hablar de ello, y la odisea que supone dar el paso hacia la liberación. 

Sabemos respetar los tiempos de cada una y acompañar todo el proceso de una forma amorosa. 

Sabemos, también, celebrar las liberaciones de cada una de nosotras, y acompañarnos en el camino hacia una nueva vida.


No lo hagas sola, déjate acompañar: solas no siempre podemos, pero con amigas, compañeras y vecinas sí que se puede.


Coral Herrera Gómez 


8 de noviembre de 2024

¿Cómo proteger a las niñas de la adicción romántica y de la violencia machista?




El mito del amor romántico tiene un impacto enorme en las niñas y las adolescentes, que son las más vulnerables porque son más fáciles de manipular. Mientras los niños varones se hacen adictos al porno, ellas se hacen adictas al amor romántico, y esto les afecta a todos los niveles: a su salud mental y emocional, a la relación que tienen con su cuerpo y con su salud física, a las relaciones que tienen con otras chicas, a su rendimiento académico, y a la forma en que diseñan su proyecto de vida.

Desde pequeñitas nuestra cultura patriarcal fomenta en ellas el narcisismo: los relatos que consumen les ofrecen modelos femeninos a seguir de chicas obsesionadas con la tiranía de la belleza: la moda, los cosméticos, los quirófanos, los tratamientos, las cremas, las dietas y las sesiones para machacarse en el gimnasio… 

Es una estrategia perfecta para que las niñas aprendan a ser mujeres patriarcales y consumistas, y para que obedezcan los mandatos de género, además de una fuente de negocios inagotable. La publicidad les bombardea a diario para que gasten dinero en estar guapas, corregir sus imperfecciones, odiar su cuerpo, y empezar una guerra contra sí mismas. Lo hacen mediante amenazas: “nadie te va a querer si estás gorda”, “eres fea y por eso nadie te elige como novia”, “te vas a quedar sola si no disciplinas tu cuerpo”

En la adolescencia la necesidad de sentirse aceptada por el grupo es fortísima, pero además también las enseñan a aspirar a ser las mejores en todo, a complacer a todo el mundo, a vivir para agradar y encantar a los hombres. Su autoestima depende de si son o no atractivas para ellos: no se valoran si ellos no las valoran. Desde pequeñas las enseñan que las demás mujeres son una amenaza, y que tienen que competir entre ellas para ver quién es la más guapa, la más sexy y la más popular.

La vía para alcanzar status dentro de la jerarquía social es ser elegida por el macho o por los machos alfa del barrio o del instituto. Por si solas no lo logran: es a través de la validación y el deseo de los hombres que adquieren su rango. Para seducirle y enamorarle, tienen que competir con las demás, y parecer más mayores de lo que son.

El objetivo de encontrar al príncipe azul es casi la única meta de las niñas que sufren adicción romántica. Y como muchas están presas de su ego, buscan desesperadamente validarse a través de los machos más patriarcales y poderosos. Quieren un hombre que se desviva por ellas y se ponga de rodillas, pero las que acaban arrodilladas son ellas

Las niñas que caen en la trampa romántica luchan por estar a la moda y por parecer “modernas” y “transgresoras” como los machos alfa, que parecen muy rebeldes pero en realidad también viven sometidos a los mandatos de género del patriarcado.

Las novelas románticas actuales son iguales que las del siglo XIX: les meten toneladas de sadomasoquismo en vena para que crean que amar es sufrir, y que cuanto más sufran, y más se sacrifiquen “por amor”, más grande será el premio. Su deseo sexual no importa: todo en el sexo debe girar en torno al placer del macho. Aprenden muy pronto a someterse en la cama, y también fuera de ella: se sienten esclavas del amor y sirvientas de su macho, creyendo que atravesando el valle de Lágrimas llegarán pronto al Paraíso romántico.

Las adolescentes pronto se dan cuenta de que el patriarcado solo les ofrece dos posibilidades: o convertirse en la Diosa Venus  (una mujer sexy que se acuesta con quien quiere), o la Diosa Hera (la esposa perfecta)

No tienen mucho margen: o eligen ser mujeres buenas (discretas, sacrificadas, sumisas al macho patriarcal) o mujeres malas (putas, zorras, guarras, etc que están disponibles para todos los hombres porque nunca serán elegidas como novias)

Para ellas es muy difícil escapar, porque los machos lo tienen muy claro: las buenas pueden alcanzar el trono del matrimonio (y comprometerse a no tener relaciones con otros hombres), y las malas son para follar, objetos de usar y tirar.

Para seducirlas, el patriarcado las hace creer que es posible actuar como una Afrodita para enamorar al macho, y luego convertirse en Hera, para poder ser la novia oficial de Zeus, el marido de Hera, el dios de todos los dioses.

Pero es una trampa: si los machos logran acostarse contigo a la primera, nunca te eligirán como esposa, siempre serás la amante. Y al revés: si intentas comportarte como una mujer buena, tendrás que renunciar a tener relaciones con chicos hasta que llegue tu príncipe azul, que te quieren virgen e inmaculada.

Los machos patriarcales no quieren tener novias, pero el patriarcado les seduce con la idea de que si tienen novia pueden también tener las amantes que quieran, y que es más emocionante hacerlo clandestinamente. 

Los machos patriarcales dominan el escenario, mientras que los demás les aplauden y les admiran. Son muy pocos los chavales que desobedecen los mandatos de género y son capaces de relacionarse con las mujeres como compañeras. Los estudios nos muestran que los chicos cada vez son más conservadores, machistas, racistas, homofóbicos y de derechas. 

Para las adolescentes es muy difícil encontrar chicos que no sufran misoginia con los que poder vivir una relación basada en la igualdad, la libertad, los derechos humanos, el disfrute y el placer, la ternura y los buenos tratos.

Muchas de ellas se pasan años soñando con el día de su boda, invirtiendo mucha energía, mucho tiempo y mucho dinero en este sueño. Viven en guerra contra sí mismas, desarrollan una fuerte dependencia emocional, desarrollan depresiones y trastornos alimentarios, se hunden psicológicamente si no son elegidas por los más guapos de la comunidad. 

Nadie les cuenta lo que pasa después de la boda, cuando acaba la luna de miel. No saben que cuando entren en palacio no van a ser las reinas, sino las sirvientas. Y cuando se den cuenta ya será muy tarde, y la mayoría aprenderá a resignarse. Porque nuestra cultura sigue romantizando la violencia y haciéndoles creer que “quien bien te quiere te hará llorar”, o que “los que más se pelean, son los que más se desean”

El mayor peligro que corren nuestras adolescentes con el amor romántico es sufrir violencia emocional y psicológica, violencia sexual, malos tratos y agresiones. Las estadísticas nos muestran que cada vez hay más niñas y adolescentes con protección policial por el riesgo que corren de ser agredidas o asesinadas por sus novios y ex novios. Esta violencia machista va es proporcional al aumento de la misoginia en nuestra cultura, y cada vez es más difícil protegerlas, porque el mito del amor romántico sigue siendo uno de los métodos de control y sometimiento más eficaces del patriarcado.

En mi libro 100 preguntas sobre el amor, les explico todo esto a las chicas, y desmonto todos los mitos del romanticismo patriarcal para que no caigan en la trampa, para que se liberen de la adicción y de la dependencia emocional, y para que aprendan a defender su libertad y sus derechos humanos fundamentales. Espero que te sea útil y te ayude mucho a trabajar el tema de las emociones y de las relaciones con tus hijas, sobrinas, alumnas, y vecinas.

Coral Herrera Gómez 




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14 de octubre de 2024

Cómo me liberé de la droga del amor



 

Yo no lograba entender por qué cuando estaba cerca de mi droga, yo cambiaba y dejaba de ser yo. Y no solo eso: era capaz de engañarme y traicionarme a mí misma, y hacer cualquier estupidez con tal de conseguirla. Me resultaba alucinante verme a mí misma desdoblada: podía estar en la mañana pensando racionalmente y tomando decisiones sensatas y feministas, y luego en la noche hablando con él por teléfono como si nada, derretida de amor y riendole las gracias. 

Si yo había decidido que no nos veríamos más, y él llamaba para decirme que necesitaba verme, entonces me olvidaba del acuerdo conmigo misma, y le decía que sí, que podía venir a verme. Y claro, eran polvazos intensos los que echabamos, porque yo siempre juraba que iba a ser el último. Y ya sabemos que los últimos polvos, cuando estás muy enamorada, son intensos, maravillosos, e inolvidables. ...


Ya puedes escuchar o leer el capítulo 8 de mi libro: Cómo dejé de sufrir por amor. 

Cada semana publico dos nuevos capítulos en Patreon y en Ivoox para suscriptoras:


Leer en ebook

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Escuchar en Ivoox 




8 de octubre de 2024

Cómo me liberé de la cárcel del amor






 

Yo estuve cuatro años esperando "a ver si él se daba cuenta". 

Cuatro años de autoengaño. 

Cuatro años esperando a que el Príncipe Azul regresara de sus batallas.

Cuatro años creyendo que estaba presa en la cárcel del amor, condenada a sufrir. 

Hasta que la que" me di cuenta" fui yo.

Me di cuenta de que los muros no eran de humo sino de titanio, que las ventanas y las puertas estaban abiertas, que la vida estaba pasando muy deprisa, y que yo no la estaba disfrutando. 

Me harté de esperar y de sufrir por amor y empecé mi camino hacia la liberación. 

En el capítulo 7 de mi nuevo libro te cuento cómo empecé a trabajar en mí, ya puedes leerlo o escucharlo y leerlo en Patreon e Ivoox: 


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22 de agosto de 2024

¿Tú tampoco puedes divorciarte? El drama de la vivienda y la cárcel del amor




¿Tú tampoco puedes divorciarte? El drama de la vivienda y la cárcel del amor 

Tengo varias amigas que se quieren divorciar y no pueden. Les mucho costó dar el paso y cuando finalmente acordaron con sus parejas la separación, se dan cuenta de que no les dan las cuentas porque los precios de compra y alquiler de casas están por las nubes. 

El sistema nos quiere de dos en dos, por eso nos castigan si no nos emparejamos. ¿En qué consiste el castigo? Hay cientos de miles las mujeres jóvenes que no pueden salir del hogar e iindependizarse porque no tienen pareja para compartir gastos, y muchas se ven obligadas a convivir con su familia o con personas desconocidas. 

El drama de la vivienda mantiene, además, a miles de mujeres atrapadas en relaciones en las que no son felices, relaciones que no funcionan, y también relaciones en las que sufren explotación doméstica, violencia psicológica y emocional, violencia económica, física y sexual. 

Muchas mujeres se irían si pudieran, pero con un solo salario no pueden irse a ninguna parte, sobre todo si tienen críos. Cuantos más hijos e hijas tienen, más difícil resulta escapar. Según las leyes, todas somos libres para divorciarnos, pero lo cierto es que sin autonomía económica no podemos. De todas ellas, las que más sufren la violencia son las mujeres pobres, las mujeres inmigrantes y las que sufren discapacidad. 

Unas pasan toda la vida soportando y resistiendo como pueden, y la violencia solo termina cuando ellos las asesinan o cuando ellos mueren. Estamos hablando de que hay mujeres que pasan 50 o 60 años sufriendo violaciones y malos tratos, y no tienen medios para huir.

Cada día resulta más difícil separarse: es un lujo al alcance de muy pocas parejas porque se necesitan dos salarios para vivir: uno va a la hipoteca o el alquiler, y el otro hay que dedicarlo a subsistir. En las grandes ciudades, en las islas y en la costa es imposible vivir sola en un apartamento, excepto para las mujeres que gozan de un buen salario y no tienen crías.

Seguimos creyendo que las mujeres en Occidente somos libres, pero las leyes que nos protegen son papel mojado. No importa si el Estado reconoce el derecho de las mujeres a divorciarse: estamos igual que en los países donde no se nos reconoce ese derecho, porque no hay condiciones para que todas podamos ejercerlo.

El matrimonio es una auténtica cárcel para millones de mujeres que no pueden romper el contrato y dejar la relación. Cuanto más pobres y precarias somos, menos derechos tenemos, y cuantos más hijos e hijas, más pobres somos y por tanto, menos libertad tenemos. No podemos elegir qué tipo de vida queremos llevar, ni con quién queremos vivir, ni cuánto tiempo queremos convivir con alguien. 

Nos casamos pensando que podremos separarnos cuando queramos, pero la realidad es que no podemos. 

Ana de Miguel lo explica muy bien: cuando tu vida está determinada por la necesidad, no eres libre. No hay derechos ni libertad de elección y de movimientos sin autonomía económica. 

La Vivienda es uno de los derechos humanos fundamentales: todos y todas necesitamos un refugio seguro y bajo techo para dormir y para vivir. 

Todas las mujeres tenemos derecho a poder vivir solas o con nuestras crías: tener pareja no puede ser una obligación, pero lo cierto es que vivimos en un mundo que nos quiere de dos en dos, consumiendo y aislados de los demás. 

Y lo cierto es también que las personas más pobres del mundo son mujeres con hijas e hijos. Por eso la lucha por los derechos humanos no sirve de nada si no se erradica la pobreza. Las mujeres que viven en la pobreza sufren más el abuso, la explotación y la violencia de sus caseros, sus jefes y sus maridos.

Ante el drama de la vivienda, muchas mujeres están organizándose en pequeños grupos para convivir juntas, compartir la crianza y compartir gastos. 

Ahora mismo lo único que nos salva son las redes de apoyo mutuo entre nosotras, junto con la lucha feminista por la igualdad, y la lucha social a favor del derecho a la vivienda y en contra de la gentrificación, la especulación inmobiliaria, la codicia de los fondos buitre, los desahucios y el turismo depredador. 

Lo personal es político: estamos derribando los muros de la cárcel del matrimonio, y estamos reclamando políticas públicas que garanticen la autonomía económica de todas las mujeres, para que todas seamos libres y podamos elegir con quien queremos compartir la vida. 

Coral Herrera Gómez 


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30 de julio de 2023

Rosalía: consejos para superar el desamor



Rosalía se está separando, ¿qué le diría yo si me pidiese consejo para tener un duelo corto?

Yo le contaría que a mí me ha ayudado mucho el feminismo en mis separaciones, porque gracias al movimiento de liberación de las mujeres, estoy plenamente convencida de que yo no he venido al mundo a sufrir, y que tengo derecho a vivir una Buena Vida, libre de violencia y sufrimiento.

En mis duelos, me he sentido muy conectada a las millones de mujeres que en esos momentos estaban sufriendo por el desamor, y me ha ayudado mucho la rebeldía que llevo dentro: no quiero pasarme la vida sufriendo por la falta de amor. Y gracias al feminismo, hoy sé que el final de una pareja jamás significa que nos quedamos solas: estamos rodeadas de gente que nos quiere y nos cuida.


 ¿Qué más me ha ayudado a recomponer mi corazón roto?


Puedes seguir leyendo el post en el diario Público


26 de mayo de 2023

Entre nosotras: empatía, sororidad y compañerismo



Si tú jamás te has puesto de rodillas frente a un hombre, si nunca has sufrido violaciones por parte de tu pareja, si jamás has tenido que servir a un hombre y trabajar gratis para él, si estás orgullosa de ti misma porque no dependes económica ni emocionalmente de un hombre, es normal que te cueste entender por qué hay tantas mujeres en el mundo sufriendo explotación y violencia por parte de sus parejas.

Pero seguro que puedes trabajar un poco dentro de ti la empatía para intentar entender que la culpa no la tienen las víctimas, y que hay mujeres que han sido educadas para ser adictas al romanticismo, y para pasar su vida cuidando a un señor, aguantando, soportando y sacrificandose por él.

El amor romántico es una trampa para muchísimas mujeres porque todo el sistema está volcado en hacernos creer que la felicidad está en el matrimonio y en la familia, aunque las cifras sobre violencia machista, violencia contra la infancia, violencia contra las personas mayores y la violencia contra las mascotas en el seno de la "familia feliz" nos digan justo lo contrario.

El hogar es el sitio más peligroso del mundo para las mujeres, y para millones de ellas es imposible escapar. Cuantos más hijos tienen, cuanto más pobres son, más atrapadas están.

Pero también hay mujeres libres y con autonomía económica que están en la cárcel del amor, y que podrían salir de ella, pero no salen. Y es porque nos han hecho creer que sufrir por amor tiene premio, y tienen que darse cuenta de que es mentira. Que sufrir no tiene recompensa ni merece la pena. Y eso lleva su tiempo.

¿Por qué es tan difícil salir? Porque tenemos el mito dentro, y el amor es una droga muy poderosa y muy adictiva.

No todas las mujeres tenemos claro que no hemos venido a este mundo a sufrir, no todas saben que tienen derecho a una Buena Vida, no todas tienen herramientas para cuidarse a sí mismas y para defender su libertad y sus derechos humanos. No todas las mujeres tienen cerca a mujeres feministas que les ayuden a abrir los ojos.

Así que por favor, un poco de empatía si tú ya los has abierto. No ayuda que hables de las mujeres que sufren por amor desde una posición de superioridad: cada cual necesita su tiempo para salir del infierno. Desde fuera es muy fácil juzgar y decir: "yo jamás permitiría que un hombre me tratase mal". Pero desde dentro, muchas no pueden salir aunque quieran. Unas tienen recursos y red de apoyo, otras están solas y ni siquiera saben que el abuso y la explotación emocional, sexual y doméstica que sufren es violencia machista.

Algunas logran liberarse, otras no lo logran nunca, y otras pierden la vida en el camino, asesinadas a manos de su maltratador. No es un problema personal que cada cual tenga que resolver como pueda, es un problema social y político, es un problema colectivo, y es un asunto de todas y todos. Lo que tenemos que hacer es ayudarnos y cuidarnos entre nosotras, y crear redes de apoyo mutuo.

Si tú ya te has liberado, o si nunca has estado en la cárcel del amor, sé solidaria y ayuda a las demás a quitarse la venda, a abrir los ojos, y a salir de la jaula.

Estamos haciendo una revolución y necesitamos cooperación y trabajo en equipo, en el camino hacia la liberación tenemos que ir todas juntas.

Coral Herrera Gómez


#empatía #solidaridad #sororidad #liberación #mujeres #apoyomutuo

#feminismo

#revoluciónamorosa

#mujeresqueyanosufrenporamor

#mujeresqueseliberan 


Artículo en inglés: 

Among us: empathy, camaraderie and sisterhood


📚 Libros de Coral Herrera 

❤️ Laboratorio del Amor


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26 de febrero de 2023

Vamos a contar verdades



Vamos a contar verdades: seamos solidarias con las demás mujeres, contar nuestras historias es la única forma de hacer frente a los mitos patriarcales que nos quieren hacer creer que nuestra única fuente de felicidad es la pareja y los hijos. 

Igual que todas necesitamos quitarnos la venda y ponernos las gafas violetas, también necesitamos las gafas del amor, porque necesitamos desmontar los mitos y ver la realidad para poder sobrevivir a ella.

Para que las nuevas generaciones dejen de caer en la trampa del amor romántico y la maternidad, tienen que saber lo duro que es vivir en pareja, el trabajo personal enorme que requiere quererse bien, la falta de herramientas que tenemos para resolver problemas y resolver conflictos sin hacernos daño.

A las mujeres heterosexuales, hay que explicarles lo difícil que es encontrar un hombre sin problemas de honestidad y de masculinidad. Tienen que saber que maternar en un mundo anti-madres es una bestialidad. 

Muchas mujeres siguen creyendo en el mito de la familia feliz porque creen que ellas no han tenido suerte. Ven a todas presumiendo en las redes sociales de su familia feliz, y se preguntan por qué ellas no pueden. 

La realidad es que donde más peligro corremos las mujeres y las niñas es en el hogar, según la ONU, a manos de nuestros maridos, padres, hermanos, tíos, abuelos, padrastros, primos y amigos de la familia feliz. Es en la familia el lugar en el que más sufrimos la explotación, los malos tratos y la violencia: psicológica, emocional, económica, física sexual, vicaria. 

 Contar nuestras historias puede ayudar a muchas mujeres para que no caigan en relaciones tóxicas o de dependencia, y para que no crean las mentiras que se traga la mayoría. Hablemos de las renuncias y sacrificios, de la carga mental y emocional, de lo que hay que aguantar para que dure la pareja, de las violaciones en el seno del matrimonio, de los malos tratos, de las mentiras y de la decadencia a medida que se acaba "el amor"

Es importante que las nuevas generaciones sepan que los hombres en su mayoría no saben amar desde el compañerismo, que los que saben cuidarse a sí mismos y a sus hogares dejan de hacer las tareas en cuanto se casan, que muchos se convierten en un hijo más para tí.

Vamos a contarles las verdades que descubrimos nosotras cuando ya era tarde. Que no todo es de color de rosa, que no acabamos de princesas sino de sirvientas, que la gran mayoría de las mujeres casadas tienen doble jornada laboral y peor salud que las solteras, y que los hombres casados viven más tiempo, y viven mejor que los divorciados o los viudos.

Tienen que saber que nosotras con el matrimonio perdemos tiempo libre y tiempo para descansar, y que ellos tienen el doble que nosotras.

Tienen que entender que la monogamia es solo para nosotras, que muchos hombres casados tiene sexo con otras mujeres, gratis o pagando, y que tienen el privilegio de la doble vida igual que tu padre y tu abuelo. Y la prueba está en la cantidad de burdeles que hay en todos los países abiertos las 24 horas, los 365 días al año, con los aparcamientos repletos de coches de hombres casados.

Tienen que saber que no es posible conciliar la carrera profesional con la maternidad, que el día no tiene horas suficientes para brillar en el trabajo, tener la casa limpia y la nevera llena, la ropa lavada y doblada, para cuidar a tus padres y a tus hijos e hijas, para cuidar a tu pareja, a tus mascotas y a tus plantas, para cuidar a tus familiares dependientes, y para cuidarte a tí misma, hacer ejercicio, ir al salón de belleza, descansar entre medias, y dormir ocho o nueve horas. 

Tienen que saber que cuando pasa la emoción del parto, después de las fotos, la gente desaparece y te quedas sola con la cría, y que luego tienes que dejar a la cría con otras personas y volver a ser productiva y poder con dos y tres jornadas laborales. Tienen derecho a pensarse si les compensa gestar y parir para luego estar separada de su bebé 10 horas al día. 

Hay que contarles que los bebés no son muebles, que crecen y que tienen unas necesidades tremendas que los hacen muy dependientes, especialmente si nacen con problemas de salud, sobre todo los cinco primeros años de su vida.

Los bebes no están todo el día durmiendo y hay que tener una energía tremenda para criar, y la mayor parte de las mujeres se enfrentan solas porque los padres huyen al trabajo. Y muchos, cuando llega un bebé, se van de casa para no volver. Hay hombres a los que les aterroriza la paternidad y otros que se quedan contigo pero son padres ausentes que pasan de tí y de tus hijos, y te hacen sentir inmensamente sola. 

Hablemos de las hemorroides, de las estrías, del suelo pélvico, y la incontinencia. Hablemos de la falta de energía para tener sexo, del sexo después del parto, de los duelos por la muerte de los bebés que no nacieron.

Hablemos de los miedos del embarazo, de los malos tratos en el hospital, hablemos de la desolacion de la soledad, del agotamiento, del caos, de los castigos de las empresas a las mujeres que tienen hijos. 

Hablemos de la dependencia emocional, de cómo penalizamos a las mujeres que no quieren tener hijos, de las críticas que recibimos cuando somos madres, del trato que recibimos en un mundo anti-niños y niñas.

Hablemos de las pastillas que nos tomamos para aguantar tanto trabajo dentro y fuera de casa, de los ansiolíticos, antidepresivos, y somníferos que tomamos para calmar la angustia, para sobrevivir al agotamiento, para sobrellevar la frustración, para poder con todo sin enfermar del todo.

Vamos a contar verdades para que las niñas y adolescentes desmitifiquen cuanto antes el matrimonio y la familia feliz, y para que puedan elegir libremente si quieren o no tener pareja y/o hijas. 

Solo si conocen la realidad y tienene los pies en el suelo podrán cuidarse a sí mismas y evaluar qué es lo que realmente quieren, y qué es lo mejor para ellas.

Coral Herrera Gómez 


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14 de febrero de 2023

Si todo es mutuo, es Amor del Bueno

 



En el sexo y el amor todo debe ser mutuo. Las ganas, los sentimientos, el deseo sexual, la ternura y los cuidados. 

Solo se puede disfrutar del sexo y del amor cuando hay correspondencia entre ambas personas, cuando a ambas les apetece lo mismo, y quieren un tipo de relación similar. Si hay reciprocidad, si tenemos la misma libertad y los mismos derechos, si las tareas se reparten por igual, si nos relacionamos en horizontal, de tú a tú, de igual a igual, podemos lanzarnos a disfrutar, y a vivir una bonita historia de amor. 

Las relaciones en las que el amor no es mutuo nos hacen sufrir mucho. Cuando lo damos todo y la otra persona tiene el privilegio de recibir amor y cuidados sin darlos, está abusando de nuestra generosidad y de nuestra vulnerabilidad. 

Si el amor no es mutuo, es explotación emocional. 

Si los cuidados no son mutuos, es explotación doméstica.

Si el deseo sexual no es mutuo, si el placer no es mutuo, es explotación y violencia sexual. 

Si nos quedamos a esperar el milagro romántico, vamos a sufrir mucho. Así que lo mejor es dejar la relación en cuanto notes que no es mutuo, lo mismo si te enamoras que si no te enamoras. Así no sufres, ni haces sufrir a tu pareja. 

Recuerda siempre: 

Es Amor del Bueno si todo es mutuo. 

Coral Herrera Gómez 










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6 de febrero de 2023

Taller en directo: La Revolución Amorosa

 


¿Tú también crees que tienes derecho a vivir una Buena Vida?,  ¿te gustaría conocerte mejor a tí misma?, ¿te has preguntado alguna vez  cómo dejar de sufrir y disfrutar más de la vida?,  ¿sabes que podrías vivir mejor si te liberas de los mitos románticos y de los mandatos sociales?, ¿te gustaría poder aceptarte a tí misma, a quererte bien y a  cuidarte mejor?,  ¿quizás necesitas herramientas para que el amor de pareja no duela, y para poder disfrutar de tus relaciones?, ¿te gustaría trabajar tu autonomía y tu liberación con compañeras que también quieren liberarse como tú?

 

El taller de la Revolución Amorosa son 4 horas en directo con Coral Herrera Gómez en grupos de sólo 10 mujeres.

Fecha y hora

sábado 25 de febrero

de 16 a 20 horas de España.

número máximo de alumnas: 10

 

Contenidos

Auto conocimiento: Herramientas para conocerte mejor

Autoestima y auto cuidado: Herramientas para quererte y cuidarte a tí misma

Autonomía y cuidados: Herramientas para cuidar tus relaciones

Autocrítica amorosa: Herramientas para la liberación

 

Precio

Taller virtual: 60 euros

Incluye:

  • 4 horas de masterclass en directo
  • 1 pack de lecturas, ejercicios y herramientas

Taller virtual  + 1 mes en el Laboratorio del Amor: 100 euros

Incluye:

  • 4 horas de taller virtual en directo
  • 1 Pack de herramientas con lecturas, ejercicios y herramientas
  • Foro de acompañamiento para expresar tus dudas, proponer temas y charlar con las compañeras.
  • 30 vídeos exclusivos de Coral Herrera.
  • 1 sesión en directo con la Comunidad de Mujeres de 2 horas. 
  • Acceso libre a la Biblioteca del Amor, donde encontrarás muchos recursos y materiales.
  • Descarga gratis de todos los contenidos.
  • Acceso a los foros, ejercicios y herramientas de la Comunidad de Mujeres durante un mes.
  • Obtendrás un Diploma con el que podrás acreditar haber estudiado en el Laboratorio del Amor con Coral Herrera Gómez

 


Tenéis toda la información y el botón para suscribiros en mi web. 

Por fin tenemos un taller para chicas adolescentes, se celebrará el día 26 domingo y tenéis toda la información y el botón para suscribiros aquí, en mi web.



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