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20 de marzo de 2025

Love Revolution de Coral Herrera Gómez

 



Estoy muy emocionada con mi nuevo proyecto de Escritura Acompañada. Se llama Love Revolution: es una obra de ensayos cortos que voy a escribir en tiempo real con mis lectoras, suscriptoras y mecenas de Patreon, y con mis compañeras del Laboratorio del Amor. Empiezo hoy y no sé cuánto tiempo tardaré en completarla. Durante todo el proceso creativo mis lectoras podrán darme feedback y contribuir según vaya publicando los textos.
Escribir es un ejercicio muy solitario, y yo soy de las que no enseño nada a nadie hasta que termino y reviso mil veces. A veces sufro mucho, sobre todo cuando se acerca el final, y siento que esta idea de escribir acompañada por mis lectoras puede ayudarme mucho a disfrutar más y a sufrir menos.
Es un proyecto auto gestionado para poder interaccionar con mi público sin intermediarios, en un espacio seguro a salvo de haters.
Hay dos formas de apoyar: podéis comprar el libro en construcción y verlo crecer, o suscribiros a mi Patreon. En cada publicación podréis dejar vuestros comentarios, sugerencias, y críticas constructivas, y aportar con vuestros conocimientos, reflexiones y experiencias.
Este es el enlace al libro en construcción,
¡mil gracias por el apoyo a todas y a todos!

3 de marzo de 2025

Otras formas de seducir y de ligar son posibles

 



Otras formas de seducir y de ligar son posibles: sí, claro que es posible cortejar a una mujer de un modo respetuoso y divertido. Para que todos y todas podamos disfrutar del proceso de seducción, la clave es que todo sea mutuo y recíproco.

¿Cuál es el problema?

Que durante muchos años los hombres han creído que resultan más atractivos si se imponen físicamente y si acorralan a las mujeres. Les pasa a los machos tradicionales y también a los progres: muchísimos hombres tienen problemas para hacer del cortejo una experiencia divertida y excitante para los dos. Ahora que ya está claro que la técnica de imponerte y de acosar a las mujeres de una forma agresiva no sólo no funciona, sino que además es violencia, es hora de aprender a ligar sin acpsar y sin hacer daño a nadie.
El cortejo es un baile en el que las dos personas se muestran al otro y exhiben su belleza y habilidades. Las risas y el juego son dos elementos fundamentales para tener relaciones sexuales. Las normas son muy simples: el cortejo empieza cuando la persona que recibe la invitación la acepta, y las dos personas tienen derecho a terminar el baile en cualquier momento.
Muchos hombres no se dan cuenta de que es un baile, no una batalla, y no entienden que si una mujer no acepta el baile y el juego, no hay que insistir y hay que aceptar la derrota.
El juego del amor no es una guerra, los machos no tienen que salir victoriosos de ella.

Los cuerpos de las mujeres no son territorios de conquista, no son trofeos de caza, ni son botines de guerra.

No son objetos, no son premios.

Hay hombres que les da pereza la danza del cortejo, y prefieren pagar y ahorrarse todo ese proceso: son tipos que no entienden que si el deseo no es mutuo, es explotación y violencia. Les importa muy poco si el otro ser humano siente o no siente deseo, ellos saben que necesita el dinero y que simulará deseo, pasión y lo que haga falta.
A los machos que tienen mucho poder les cuesta mucho aceptar que les digan que no, y a otros les encanta: para ellos es un desafío, un reto. Se aburren con las fáciles y les excita muchísimo el juego de la dominación y la sumisión, aunque casi nunca eligen el papel de sumiso ni de siervo.
Porque no es placer sexual lo que buscan, es el placer del poder lo que realmente les excita.
El juego del cortejo les sirve para verse más grandes, más atractivos, más admirables: cuanto más narcisistas son, más necesitan tener su propio harén de mujeres.

Y cuánto más difícil les resulta conquistar a una mujer, más se excitan, por eso no entienden que cuando una mujer dice no, es no.


¿Cuál es la solución?

Generalmente los humanos antes de meterse en el baile del cortejo, tontean. El tonteo es una aproximación, pero no siempre tiene como fin empezar un baile ni tener sexo.

Generalmente el tonteo es un tanteo, pero también se hace porque es divertido.

No siempre se pretende establecer intimidad sexual ni tampoco llegar a la cama. Esto es muy evidente en la oficina o en el centro de trabajo: la gente se hace bromas picantes, se intercambian miradas, sonríen y se contonean un poco, y en la atmósfera se nota la tensión sexual, que puede ser muy leve o muy intensa, y puede durar años o darse solo de forma puntual.

Y muchas veces ese tonteo no nos lleva a la cama ni acaba en un polvo.
¿Cómo saber si la otra persona quiere algo con nosotros?

La clave es aprender a leer el lenguaje corporal, y aprender a escuchar las señales que te envía el cuerpo de la otra persona. Su forma de comportarse y de moverse te dice si le gustas o no. En los espacios donde no se puede hablar como por ejemplo una discoteca o un concierto, los cuerpos son super expresivos y se comunican con los demás. Se dicen cosas como: “me gustas mucho”, estoy deseando que te acerques”, “me encanta mirarte”, “me gustaría acercarme”
Pero también se dicen: “lo siento no me gustas nada”, “lo siento no quiero que te acerques”

Los machos más patriarcales creen que el rechazo es una invitación a la insistencia, porque antiguamente las mujeres tenían que hacerse las duras y decir que no aunque quisieran decir que sí.
Hoy en día la cosa ha cambiado: cuando las mujeres decimos sí es sí y cuando decimos no es no.

Pero los hombres más machistas no soportan que les digas que no, y no paran hasta que consiguen su objetivo, muchas veces porque su ego está obsesionado con triunfar.

Para ellos es una cuestión de números: cuantas más mujeres seduzcan y se lleven a la cama, más machos son. Su prestigio depende del número de mujeres que logren penetrar, por eso muchos se lanzan al consumo de cuerpos como si fuera un concurso.
El concurso es entre ellos, claro. No se lanzan a la caza de mujeres para gozar, lo hacen para que los demás machos les admiren y les envidien. A muchos de ellos ni siquiera les gustan las mujeres, les parece que son seres inferiores y aburridos que solo tienen valor si son follables. A las “feas” no se acercan, ni a las gordas, ni a las mayores: sólo quieren chicas jóvenes y guapas. Algunos las quieren inocentes e inexpertas, otros prefieren mujeres empoderadas para someterlas.

La mayoría no quieren sexo para gozar ni para divertirse, lo que quieren es sentirse poderosos.
Hasta hace muy poco estos machos poderosos gozaban de una impunidad total gracias al pacto de silencio, pero se ha roto con el MeToo, ya las mujeres ahora gritamos, se acabó el silencio.

Es un movimiento tan masivo que ha iniciado la cuarta ola del Feminismo. Las mujeres estamos haciendo Historia: ahora que os acosadores son denunciados por sus víctimas, se acabó aguantar, soportar y tolerar, se acabó el secreto y la impunidad.
Entonces, ¿cómo ligar ahora?, preguntan muchos machos, asustados ante la ola de mujeres que ya no callan más. Muy fácil: puedes tontear e invitar a bailar a una mujer siendo respetuoso, sin necesidad de acorralar y de imponerte físicamente. Puedes leer el lenguaje no verbal de la otra persona,: si no le gustas, no te mira y no te sonríe. Si te da la espalda es porque no quiere que te acerques. Si te da señales de que le gustas entonces tú también puedes emitir las mismas señales.
Si tienes dudas puedes atreverte a ser honesto y valiente: “oye me gustas muchísimo pero no sé si es recíproco“

Porque esta es la clave principal: si los dos os estáis divirtiendo en el cortejo y si los dos tenéis las mismas ganas, entonces tenéis la oportunidad de pasarlo muy bien juntos.
Si no es mutuo entonces hay que saber aceptar con humildad que no le gustas,

o que le gustas pero no quiere nada contigo.

Para los machos patriarcales no es nada fácil ser humilde, pero todo se puede trabajar en esta vida.

Es cuestión de entrenar para liberarte de tu machismo, y de mantener a raya el ego.

Es cuestión de escuchar y de aceptar que el deseo debe ser siempre mutuo y recíproco.

Y no solo es cuestión de aprender: también es importante que se lo enseñéis a los demás hombres.

Ligar tiene que ser un baile divertido y placentero para todos, y para todas.

Otras formas de seducir, cortejar y ligar son posibles.

Coral Herrera Gómez




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8 de noviembre de 2024

¿Cómo proteger a las niñas de la adicción romántica y de la violencia machista?




El mito del amor romántico tiene un impacto enorme en las niñas y las adolescentes, que son las más vulnerables porque son más fáciles de manipular. Mientras los niños varones se hacen adictos al porno, ellas se hacen adictas al amor romántico, y esto les afecta a todos los niveles: a su salud mental y emocional, a la relación que tienen con su cuerpo y con su salud física, a las relaciones que tienen con otras chicas, a su rendimiento académico, y a la forma en que diseñan su proyecto de vida.

Desde pequeñitas nuestra cultura patriarcal fomenta en ellas el narcisismo: los relatos que consumen les ofrecen modelos femeninos a seguir de chicas obsesionadas con la tiranía de la belleza: la moda, los cosméticos, los quirófanos, los tratamientos, las cremas, las dietas y las sesiones para machacarse en el gimnasio… 

Es una estrategia perfecta para que las niñas aprendan a ser mujeres patriarcales y consumistas, y para que obedezcan los mandatos de género, además de una fuente de negocios inagotable. La publicidad les bombardea a diario para que gasten dinero en estar guapas, corregir sus imperfecciones, odiar su cuerpo, y empezar una guerra contra sí mismas. Lo hacen mediante amenazas: “nadie te va a querer si estás gorda”, “eres fea y por eso nadie te elige como novia”, “te vas a quedar sola si no disciplinas tu cuerpo”

En la adolescencia la necesidad de sentirse aceptada por el grupo es fortísima, pero además también las enseñan a aspirar a ser las mejores en todo, a complacer a todo el mundo, a vivir para agradar y encantar a los hombres. Su autoestima depende de si son o no atractivas para ellos: no se valoran si ellos no las valoran. Desde pequeñas las enseñan que las demás mujeres son una amenaza, y que tienen que competir entre ellas para ver quién es la más guapa, la más sexy y la más popular.

La vía para alcanzar status dentro de la jerarquía social es ser elegida por el macho o por los machos alfa del barrio o del instituto. Por si solas no lo logran: es a través de la validación y el deseo de los hombres que adquieren su rango. Para seducirle y enamorarle, tienen que competir con las demás, y parecer más mayores de lo que son.

El objetivo de encontrar al príncipe azul es casi la única meta de las niñas que sufren adicción romántica. Y como muchas están presas de su ego, buscan desesperadamente validarse a través de los machos más patriarcales y poderosos. Quieren un hombre que se desviva por ellas y se ponga de rodillas, pero las que acaban arrodilladas son ellas

Las niñas que caen en la trampa romántica luchan por estar a la moda y por parecer “modernas” y “transgresoras” como los machos alfa, que parecen muy rebeldes pero en realidad también viven sometidos a los mandatos de género del patriarcado.

Las novelas románticas actuales son iguales que las del siglo XIX: les meten toneladas de sadomasoquismo en vena para que crean que amar es sufrir, y que cuanto más sufran, y más se sacrifiquen “por amor”, más grande será el premio. Su deseo sexual no importa: todo en el sexo debe girar en torno al placer del macho. Aprenden muy pronto a someterse en la cama, y también fuera de ella: se sienten esclavas del amor y sirvientas de su macho, creyendo que atravesando el valle de Lágrimas llegarán pronto al Paraíso romántico.

Las adolescentes pronto se dan cuenta de que el patriarcado solo les ofrece dos posibilidades: o convertirse en la Diosa Venus  (una mujer sexy que se acuesta con quien quiere), o la Diosa Hera (la esposa perfecta)

No tienen mucho margen: o eligen ser mujeres buenas (discretas, sacrificadas, sumisas al macho patriarcal) o mujeres malas (putas, zorras, guarras, etc que están disponibles para todos los hombres porque nunca serán elegidas como novias)

Para ellas es muy difícil escapar, porque los machos lo tienen muy claro: las buenas pueden alcanzar el trono del matrimonio (y comprometerse a no tener relaciones con otros hombres), y las malas son para follar, objetos de usar y tirar.

Para seducirlas, el patriarcado las hace creer que es posible actuar como una Afrodita para enamorar al macho, y luego convertirse en Hera, para poder ser la novia oficial de Zeus, el marido de Hera, el dios de todos los dioses.

Pero es una trampa: si los machos logran acostarse contigo a la primera, nunca te eligirán como esposa, siempre serás la amante. Y al revés: si intentas comportarte como una mujer buena, tendrás que renunciar a tener relaciones con chicos hasta que llegue tu príncipe azul, que te quieren virgen e inmaculada.

Los machos patriarcales no quieren tener novias, pero el patriarcado les seduce con la idea de que si tienen novia pueden también tener las amantes que quieran, y que es más emocionante hacerlo clandestinamente. 

Los machos patriarcales dominan el escenario, mientras que los demás les aplauden y les admiran. Son muy pocos los chavales que desobedecen los mandatos de género y son capaces de relacionarse con las mujeres como compañeras. Los estudios nos muestran que los chicos cada vez son más conservadores, machistas, racistas, homofóbicos y de derechas. 

Para las adolescentes es muy difícil encontrar chicos que no sufran misoginia con los que poder vivir una relación basada en la igualdad, la libertad, los derechos humanos, el disfrute y el placer, la ternura y los buenos tratos.

Muchas de ellas se pasan años soñando con el día de su boda, invirtiendo mucha energía, mucho tiempo y mucho dinero en este sueño. Viven en guerra contra sí mismas, desarrollan una fuerte dependencia emocional, desarrollan depresiones y trastornos alimentarios, se hunden psicológicamente si no son elegidas por los más guapos de la comunidad. 

Nadie les cuenta lo que pasa después de la boda, cuando acaba la luna de miel. No saben que cuando entren en palacio no van a ser las reinas, sino las sirvientas. Y cuando se den cuenta ya será muy tarde, y la mayoría aprenderá a resignarse. Porque nuestra cultura sigue romantizando la violencia y haciéndoles creer que “quien bien te quiere te hará llorar”, o que “los que más se pelean, son los que más se desean”

El mayor peligro que corren nuestras adolescentes con el amor romántico es sufrir violencia emocional y psicológica, violencia sexual, malos tratos y agresiones. Las estadísticas nos muestran que cada vez hay más niñas y adolescentes con protección policial por el riesgo que corren de ser agredidas o asesinadas por sus novios y ex novios. Esta violencia machista va es proporcional al aumento de la misoginia en nuestra cultura, y cada vez es más difícil protegerlas, porque el mito del amor romántico sigue siendo uno de los métodos de control y sometimiento más eficaces del patriarcado.

En mi libro 100 preguntas sobre el amor, les explico todo esto a las chicas, y desmonto todos los mitos del romanticismo patriarcal para que no caigan en la trampa, para que se liberen de la adicción y de la dependencia emocional, y para que aprendan a defender su libertad y sus derechos humanos fundamentales. Espero que te sea útil y te ayude mucho a trabajar el tema de las emociones y de las relaciones con tus hijas, sobrinas, alumnas, y vecinas.

Coral Herrera Gómez 




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5 de octubre de 2024

Yo creo en un mundo mejor: amor, espiritualidad y utopías


El otro día me preguntaron cuál era mi relación con lo sagrado y con la espiritualidad. Yo no pertenezco a ninguna religión, pero es en la naturaleza donde me siento conectada con la maravilla de la existencia y la inmensidad del Universo. Rodeada de seres vivos es donde yo me siento sobrecogida y conmovida por el milagro de la vida: árboles, plantas, agua, animales, sol, nubes, viento… caminar es mi forma de elevarme y de gozar sintiendo un profundo amor por todo lo que me rodea. 

También me gusta pensar, leer y ver documentales sobre el Cosmos, sobre el principio y el fin del Universo, sobre la formación de las estrellas y los planetas, sobre el surgimiento de vida en la Tierra, y la búsqueda de formas de vida fuera de ella. Aún no hemos encontrado ni rastro, por eso la aparición de vida en este rincón de la galaxia me parece un milagro.

No creo en las reencarnaciones ni en otras dimensiones de la vida fuera del cuerpo, pero creo que aquí mismo podemos transformar la realidad. 

Mi única religión son las utopías sociales, y solo profeso devoción hacia la gente que sueña con un mundo mejor. 

Si hay algo sagrado para mí son los derechos humanos y los valores y principios que contienen: dignidad, igualdad, paz, libertad, empatía, solidaridad y justicia social.

Creo en el Bien Común, y en la capacidad de los seres humanos para resolver nuestros conflictos sin violencia, para organizarnos de otras maneras, para cuidarnos unos a otros y para vivir en paz con los demás seres vivos.

Creo en la fuerza del amor, de la bondad y en la ética, en la cooperación, el apoyo mutuo, los buenos tratos, el trabajo en equipo, los cuidados y la ternura radical.

Creo firmemente que todos y todas tenemos derecho a vivir una vida libre de pobreza, explotación, sufrimiento y violencia. 

Creo que nadie va a venir a salvarnos: la salvación está en nuestras manos y es una responsabilidad colectiva. 

El único paraíso en el que creo es aquel que podemos construir entre todas y todos. Hay días en los que pierdo la fe y me invade la desolación, pero lo que mantiene encendida mi esperanza es conectarme con la gente que también cree en lo mismo que yo. 

Para mí juntarme con utópicas y utópicos es como ir a misa: yo me conecto con lo sagrado en las protestas, en las manifestaciones, en las reuniones de la comunidad, y en los espacios que comparto con mujeres que sueñan y luchan por la utopía de un mundo mejor.

Coral Herrera Gómez


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1 de octubre de 2024

Refugios de Mujeres: Coral Herrera en México

 



El 4 de octubre vamos a celebrar este evento en directo para contaros sobre el Proyecto Refugios de Mujeres que vamos a celebrar la última semana de octubre en México. 

Es un proyecto que ideamos Marilú Rasso y Andrea Gómez con el objetivo de recaudar fondos para el Refugio de Espacio Mujeres AC. 

El Laboratorio del Amor se ha unido a la Escuela Feminista Luna para apoyar este Refugio: voy a impartir una conferencia por la mañana y otra por la tarde en Ciudad de México el día miércoles 23 de octubre, y el fin de semana del 25 al 27 un taller en Malinalco, en una casa en el campo. 




Si quieres conocer el Refugio puedes entrar en

Aquí tienes los carteles y los enlaces para apuntarte: 




Si quieres reservar ya tus entradas para la Conferencia en Ciudad de México puedes hacerlo aquí.





Reserva aquí tu fin de semana en Malinalco con la Escuela Feminista Luna.


Más eventos de la Gira 2024: 

22 de septiembre de 2024

¿Dónde se aman los adolescentes?

 



Yo tuve muchísima suerte en mi juventud. Cuando me enamoré y me emparejé por primera vez, me tocó lo mismo que al resto de mis amigas y amigos: besarme y rozarme en los bancos del parque y en callejones oscuros en pleno invierno. Recuerdo que nos buscábamos la piel a través del abrigo y las múltiples capas de ropa que llevábamos, y nos amábamos desesperados, sin poder desnudarnos ni compartir intimidad. Recuerdo a los tipos que se paseaban mirando a las parejas en la oscuridad, y el miedo que sentía cuando se nos acercaban demasiado. Solo podíamos disfrutar del sexo con alegría cuando mis padres o los suyos se iban de viaje y nos quedábamos solos en casa haciendo fiestas del amor. 

Cuando mi chico me presentó a sus padres, me empezaron a invitar a comer y luego la madre, una de las suegras más amorosas que he tenido jamás, nos invitaba a dormir la siesta porque se nos notaba muy cansados. 

Recuerdo que estudiábamos juntos por las tardes y siempre me invitaban a cenar y de vez en cuando a dormir, yo llamaba a mis padres para avisarles, y pasábamos la noche de amor tan felices. Siempre teníamos condones en el cajón de la mesilla de noche, aparecían allí como por arte de magia. 

Hoy cuando veo a las parejas besándose y frotándose en los soportales, en las esquinas, en los callejones oscuros, en los soportales en los días de nieve, lluvia o frío extremo pienso, ojalá tuvieran unos padres y madres amorosas que les dejaran compartir caricias y orgasmos en su propio hogar. Los hijos de los ricos tienen dinero para ir a un hotel, y la gente en los pueblos tiene más rincones para esconderse, pero en las ciudades es mucho más difícil. 

La gran mayoría de jóvenes que viven en casa de sus padres no tienen dónde amarse. Y las parejas que más difícil lo tienen son las parejas de mujeres y de hombres, que además tienen que ocultarse por el peligro que corren de sufrir agresiones a causa de la lesbofobia y la homofobia. 

Las y los adolescentes necesitan espacios seguros y calentitos en los que poder explorar y descubirir el sexo sin miedo, y poder gozar del amor sin prisas, lo mismo las parejas heterosexuales que las parejas lesbianas y gays. 


Y sí, aunque te cueste un poco asumirlo, tu hija también, tu hijo también lo necesita.

¿Qué tal si hacemos de nuestros hogares espacios seguros para que puedan amarse sin correr peligro y sin pasar frío?

Coral Herrera Gómez






















15 de septiembre de 2024

Cómo dejé de sufrir por amor: Manual de Autoayuda Feminista para dejar tu relación.




Título: Cómo dejé de sufrir por amor. Manual de Autoayuda feminista para dejar tu relación.

Escrito y narrado por: Coral Herrera Gómez

Producción sonora y diseño de portada: Jorge Morales Carbonell

ISBN: en construcción

Formato: Audiolibro

Fecha: Septiembre 2024

Lugar de creación: Ourense, Galicia, España.


Contenido:

En este audiolibro te cuento cómo dejé una relación después de cuatro años intentando separarme, y cómo me liberé de mi adicción romántica y mi dependencia emocional. No hay soluciones mágicas: para dejar de sufrir por amor, hay que trabajar.

Y en este libro voy a contarte cómo me lo trabajé yo, y cómo he trabajado en mi autonomía, mi autoestima, mi autocuidado y mi autodefensa emocional. En estos últimos años he enseñado el método de la autocrítica amorosa a muchas mujeres de España y América Latina que han trabajado conmigo en la Ética del Amor y la Filosofía de los Cuidados.

He impartido muchas charlas para desmontar los mitos románticos y para hablar de otras formas de quererse, de relacionarse, de organizarse, y también de separarse. Desde el convencimiento de que podemos aprender a construir relaciones sanas e igualitarias, también podemos aprender a dejar las relaciones en las que no somos felices.

Si tú también quieres dejar de sufrir por amor y empezar a cuidarte a ti misma, yo te acompaño. En este libro no solo te cuento mis experiencias personales y mi trabajo más intimo, también es un manual de autoayuda feminista para la liberación.

Estoy segura que ayudará a muchas mujeres a dejar las relaciones en las que no son felices, el amor no es recíproco, y los cuidados no son mutuos. Y a las que no estáis en una relación, os ayudará mucho a dejar de esperar la llegada del príncipe azul y soñar con milagros románticos.

Espero que os guste y os sea muy útil

Coral



Indice

Bienvenida

EN EL CAMINO HACIA LA LIBERACIÓN


1. ¿Estás bien?

2. El termómetro del desamor

3. ¿Cómo saber cuándo hay que dejar una relación?

4. Aún estoy enamorada

5. Separarse no es una derrota, es una liberación

6. Mi camino hacia la liberación

7. Cómo me liberé de la cárcel del amor

8. Cómo me liberé de la droga del amor

9. Cómo me liberé de la guerra contra mí misma

10. Cómo me liberé de la presión familiar y la presión social


DOSIS DE REALIDAD

11. Pero ¿por qué no les gusta mi novio?

12. No lo vas a cambiar

13. El amor no es una inversión

14. El tiempo es oro

15. Los privilegios de los hombres

16. No nos compensa: Te lo demuestro con cifras

17. Los peligros del amor romántico

18. ¿Te está pidiendo a gritos que le dejes?

19. ¿Por qué los cuernos son violencia?

20. ¿Por qué es tan difícil divorciarse para las mujeres?

21. Algunos de los peros que te pones para no separarte

22. Puedes dejarlo cuando quieras

23. ¿Cómo afectaría a mis hijos e hijas la separación?

24. ¿Cuándo se vuelve peligroso un ex?


EL FINAL FELIZ


25. Bienvenidas de Soltera

26. Decálogo del Autocuidado

27. Ser leal a tí misma

28. La Autodefensa emocional

29. ¿Cómo le digo a mi pareja que quiero separarme?

30. ¿Cómo aceptar que mi pareja ya no me quiere?

31. Mujeres que... se empoderan

32. Otras formas de separarse son posibles

33. ¿Cómo ahorrarte todo el sufrimiento posible?

34. Cierre y Contacto Cero: la única fórmula para

desengancharse

35. Atrevete a soñar

36. El amor está en todas partes.

37. Tu mayor tesoro: la gente que te quiere y que te cuida

38. Ya estoy haciendo las maletas, ¿qué me llevo?

39. Mi final feliz

40. Enamoraté otra vez de la vida



                                    Ya puedes escucharlo en Patreon






6 de septiembre de 2024

El abismo entre hombres y mujeres es cada vez más grande



El abismo entre hombres y mujeres es cada vez más grande: ya no hablamos el mismo idioma.

La brecha emocional e intelectual entre hombres y mujeres es abismal, y se ensancha cada día más. Las mujeres estamos estudiando muchísimo, y nos apuntamos a todo tipo de formaciones: cursos, talleres, másters, diplomados, doctorados. No paramos de devorar libros, documentales, podcast, etc sobre la Historia de la teoría y la práctica feminista. Estudiamos la obra de grandes pensadoras e investigamos sobre la vida de las activistas y las políticas que desobedecieron al patriarcado y se volcaron en la lucha feminista. 

Las mujeres además hacemos terapia individual y en grupo para aprender a cuidar nuestras emociones, para hablar de lo que nos duele y nos oprime, para aprender a cuidarnos y a cuidar las relaciones, y para sanar las heridas de la infancia y la adolescencia. 

Vamos de lo personal a lo político, tratando de entender el mundo en el que vivimos para poder transformarlo, y tratando de comprendernos a nosotras mismas para luchar por una vida mejor para todas. 

Nosotras soñamos y creamos un mundo nuevo, y estamos trabajando por la justicia social, la igualdad, la libertad y los derechos humanos fundamentales. Hemos puesto los cuidados en el centro, para que sean compartidos y colectivos. Hemos puesto nombre a todas y cada una de las violencias que sufrimos. 

Y mientras, ellos se aferran al antiguo sistema con desesperación. No leen, no estudian, no escuchan y no entienden nuestro idioma: quieren una vuelta al orden patriarcal en el que ellos mandaban como reyes. 

No se les ocurre siquiera imaginar su propia utopía, lo que quieren es derribar la nuestra. Tampoco quieren unirse a la revolución: si no la lideran, si no pueden ser los protagonistas, no les interesa. La gran mayoría de hombres no quiere oír hablar de cambios ni de transformaciones: ellos quieren que todo siga igual, y se enfadan con las mujeres que soñamos con otras formas de relacionarnos y de organizarnos. 

Por eso la prensa anda tan preocupada: ellos votan a la derecha cada vez más, y siguen a partidos que provienen del fascismo y la dictadura, porque no soportan la idea de que otro mundo es posible. Y no asumen que para que haya justicia social tienen que dejar de tratarnos como mercancía y como sirvientas. 

Además son cada vez más anti-feministas: el cambio social implica un cambio personal radical, y les resulta demasiado grande, porque no quieren renunciar a sus privilegios. 

Este es el motivo por el cual a las mujeres nos cuesta tanto encontrar pareja: la mayoría de los hombres no soportan a las mujeres que toman conciencia de su poder y exigen ser tratadas como compañeras. Les sigue dando mucho miedo juntarse con mujeres que estudian y que luchan por una vida mejor. 

No saben cómo hacerlo, no saben manejar sus miedos e inseguridades, y sólo se sienten poderosos relacionándose en las estructuras tradicionales de dominación y sumisión. 

Las mujeres ya no queremos amar de rodillas, ni creemos en los milagros, ni estamos sentadas esperando a que los hombres abran sus mentes y sus corazones, así que preferimos estar solteras. Nosotras no vamos a dar ni un paso atrás, ni vamos a renunciar a la utopía. 

Coral Herrera Gómez 


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30 de agosto de 2024

Las heroínas del siglo XXI




Las heroínas del siglo XXI no llevan armas ni llevan capas. No están solas, luchan en grupo. No usan la violencia ni visten trajes sexys, no son mujeres atléticas, y no usan su fuerza física, sino su inteligencia, su sensibilidad, sus conocimientos, sus habilidades sociales, y su capacidad para trabajar en equipo. 

Son mujeres muy valientes que luchan por el territorio de sus comunidades, por el agua, por los derechos humanos, por la paz y la libertad. Son mujeres que se juntan para realizar diagnósticos sobre la realidad, para identificar los problemas y proponer soluciones. 

Son mujeres de todas las edades y etnias que protestan contra las injusticias, y creen que otro mundo es posible. Son mujeres generosas, solidarias, con unos valores y unos principios muy sólidos, y no se venden por unas monedas. Son mujeres honradas, y alegres que se organizan contra el narco, contra los ejércitos y los paramilitares, contra las multinacionales, contra los gobernantes tiranos que trabajan para los Señores de la Guerra y de las Farmacéuticas. 

Mujeres que se unen para erradicar la destrucción de la naturaleza, la pobreza, el hambre, la esclavitud y la trata. Juntas piden el fin de los femicidios y la violencia sexual, y luchan contra la explotación doméstica, laboral, sexual y reproductiva de las mujeres. Todas están volcadas en la tarea de acabar con las guerras y la violencia, pero muchas de ellas sufren represión , cárcel, torturas, y asesinatos. 

Porque aunque no lleven armas, tienen la capacidad de sacar a mucha gente a la calle, y de movilizar a amplios sectores de la población. Se enfrentan a los amos del mundo que están destruyendo el planeta y contaminando el aire que respiramos, los alimentos que comemos y el agua que bebemos. Ellas defienden nuestros ríos, bosques, pueblos, animales y seres vivos. Defienden a sus comunidades, pero también al ecosistema entero, y muchas pierden la vida.

Las heroínas del siglo XXI no salen en los cuentos, ni en las películas, ni en los telediarios, ni en los libros de texto. No protagonizan los cómics, ni los titulares de prensa, ni los libros de Historia. No tienen miles de seguidoras en redes sociales, no tienen dinero ni representación política. Muchas son mujeres pobres y sin estudios universitarios, muchas son indígenas, son negras, son campesinas, son madres, son lesbianas. 

Lo mismo se enfrentan a una hidroeléctrica internacional que excavan con sus manos buscando a sus hijas e hijos desaparecidos. Liberan a víctimas de la trata, ayudan a las personas migrantes, luchan por la Educación y la Sanidad, buscan a los nietos y a las nietas secuestradas, lideran los acuerdos de paz. Luchan en el campo, pero también en la ciudad, en las fronteras, en la selva, en los manglares, en el desierto, y la mayoría viven en América Latina (desde 2012 se han contabilizado cerca de 2.000 asesinatos de defensoras medioambientales y de derechos humanos en América Latina, y la mayor tasa de muertes la tiene Colombia)

Cada vez que viajo a México, Chile, Colombia… conozco a algunas de estas mujeres que luchan contra el sufrimiento de la población, y me vuelvo a España sobrecogida y llena de admiración. Sus historias me acompañan todo el tiempo, y cuando pierdo la fe en la Humanidad, acudo a ellas para volver a creer en la posibilidad de construir un mundo mejor. 

Porque ellas lo tienen todo en contra, ocupan la escala más baja de la pirámide social, no tienen derechos humanos, sufren todo tipo de abusos, explotación y violencia del capitalismo y del patriarcado, pero no se rinden porque no pueden: no dejan de luchar porque les va la vida en ello. 

Cuando se me baja el ánimo y me invade la desesperanza y la desolación, pienso en todo lo que están consiguiendo las heroínas del siglo XXI, en sus pequeñas y grandes victorias, y me siento muy afortunada por poder visitar sus países y poder aprender de ellas. Son nuestro modelo a seguir, son el ejemplo que necesitan las nuevas generaciones de niñas y adolescentes para sobrevivir en un mundo tan injusto y desigual. 

Con sus historias lo que una aprende todo el tiempo es que lo personal es político y que para construir un mundo mejor necesitamos aprender a pensar en el Bien Común y a organizarnos con otras mujeres para luchar juntas para transformar la realidad.

Las heroínas del siglo XXI nos guían como las estrellas en el firmamento: ellas caminan adelante para que todas podamos soñar con un mundo mejor.

Coral Herrera Gómez 


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29 de agosto de 2024

Love Revolution en Canadá



La Universidad de Quebec en Montreal me ha invitado a impartir una conferencia virtual en Chaire Erica, la Cátedra para el estudio de las relaciones íntimas, conyugales y románticas. 

Se titula: "The Love Revolution: Other ways of loving are possible"

Será en inglés, el 6 de septiembre, a las 9 am horas de Canadá, y podéis apuntaros aquí: 

https://erica.uqam.ca/


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15 de agosto de 2024

Si no te enamoras y tu pareja sufre



Una de las cosas que más me costó aprender en la vida es que si no estás enamorado o enamorada, y tu pareja lo está pasando mal, hay que dejar la relación. A mí este consejo me habría venido súper bien, porque me ha tocado estar en ambos lados: no solo sufrí por la falta de reciprocidad, también he hecho sufrir porque no me enamoraba.

La honestidad es fundamental para que funcione una relación, y está muy bien ser sincero/a con tu pareja, pero no puedes aprovecharte de ella. Si tú no sientes lo mismo, juegas con ventaja. Lo más cómodo del mundo es dejarse querer, pero no es justo.

No podemos olvidar que cuando no alguien no se siente correspondido/a, inevitablemente sufre. 

Cuando la pasión no es mutua, hay gente que se resigna y se conforma con las migajas del amor, pero es por falta de autoestima, y porque nos han hecho creer en los milagros románticos y en la cultura del aguante, del sacrificio y del sufrimiento.

Sin embargo, en algún momento todos y todas protestamos cuando no nos sentimos cuidados y queridos. Aunque aceptemos que nuestra pareja no quiera vínculos románticos con nosotras, nos cuesta mucho no caer en la trampa de exigir o mendigar amor. Aunque sepamos que la otra persona no quiere comprometerse afectivamente, nos cuesta mucho reprimir nuestras emociones, y renunciar al deseo de ser amados. 

En nuestra cultura se asume que es la persona enamorada la que debe de dar el paso para romper la relación. Pero lo cierto es que cuesta mucho por el autoengaño, y porque cuando estamos muy cegados por el amor no perdemos la esperanza de que la otra persona al final se enamore. 

Yo me di cuenta de que cuando no te enamoras y tu pareja está sufriendo mucho, una debe asumir su responsabilidad afectiva y dejar la relación para que no se prolongue el calvario romántico. 

Es cierto que no es fácil dejar a alguien que te gusta, con la que conectas súper bien en la cama y fuera de ella, con la que te diviertes y te gusta compartir tiempo, pero también es cierto que es doloroso ver sufrir a alguien por ti. Y los reproches, las peleas, los llantos y el sufrimiento pueden llevaros a una relación tóxica de maltrato mutuo.

Si no tenéis las mismas ganas, si no hay el mismo nivel de intensidad emocional, si la relación está desequilibrada, el sufrimiento está asegurado. 

Asi que para ahorrarte sufrimiento a ti y a tu pareja, lo mejor es sentarse a hablar para valorar si se dan las condiciones para quererse bien. Y si no se dan, es mejor deshacer el lazo y que cada uno siga su camino.

Para que todos y todas podamos disfrutar del sexo y del amor, el deseo y los sentimientos tienen que ser recíprocos, y los cuidados deben ser mutuos. 

Coral















Coral Herrera Gómez Blog

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