22 de septiembre de 2020
Cuidarnos entre nosotras
20 de septiembre de 2020
Amor y cuidados entre mujeres lesbianas
Muchas mujeres lesbianas y bisexuales tienden a reproducir los mismos esquemas de relación que las parejas heterosexuales, porque todas hemos aprendido a amar en el patriarcado. A veces hay reparto de roles y otras veces no lo hay, pero el patriarcado está presente en nuestras relaciones y en nuestras emociones: creemos que para amar hay que sufrir, creemos que el amor nos puede cambiar y mejorar la vida, creemos que amar es poseer, creemos que amar es para siempre.... son los mensajes con los que nos han bombardeado para convertirnos en adictas al amor, y para ponernos de rodillas frente a los hombres, o frente a otras mujeres.
Las mujeres lesbianas y las bisexuales también mitifican e idealizan a sus parejas, también creen que el amor puede salvarlas, también se decepcionan y se frustran, también sufren la necesidad de ser amadas y el miedo a la soledad, también se creen que estando solas les falta algo. Estamos todas dentro del patriarcado, y lo tenemos dentro de nosotras, también.
El amor entre mujeres también está atravesado por miedos, egoísmos, y luchas de poder. Nos relacionamos en estructuras de dominación y sumisión, establecemos relaciones interesadas, y nos portamos mal cuando vivimos el amor como una guerra. Así nos han enseñado a amar a todas, en casa, en la escuela, en la tele, en el cine, en la literatura... el mito del amor romántico está por todas partes.
Además, las mujeres que aman a otras mujeres tienen que batallar con un mundo patriarcal que no soporta el amor entre mujeres. La mayoría lucha por amar en libertad y ser feliz, pero es muy duro lidiar con la lesbofobia, la discriminación y el odio misógino.
Es muy duro tener que esconderse y vivir en el armario, es muy duro también salir de él.
No es fácil, tampoco, tener relaciones en las que la otra persona no ha salido aún del armario, no es fácil sufrir el rechazo de tu familia y de tu comunidad, no es fácil vivir con la sensación de que no eres como las demás, ni convivir con el miedo a la discriminación y a la violencia.
Tampoco es fácil ser feminista y sentir la enorme contradicción entre lo que pensamos y lo que deseamos, entre lo que decimos y lo que hacemos: nuestra mente ha avanzado mucho gracias al trabajo que estamos haciendo por liberarnos del machismo y tumbar el patriarcado, pero nuestras emociones siguen siendo patriarcales.
Aquí lanzo algunas propuestas para despatriarcalizar las relaciones entre mujeres, y para cuidarnos más y mejor entre nosotras:
- Romper con los mitos de los cuentos de hadas,
destronar la pareja como forma suprema de amor, y explorar nuevas formas
de querernos y de relacionarnos.
- Cuidar a las mujeres con las que ligamos en persona y virtualmente, no importa si la relación dura unas horas, una noche, o un año. No importa si hay química, si se agota, si es una relación formal o una aventura: hay que tratarse bien al empezar, durante la relación, y al terminar.
- Si empiezas un romance, ir despacito para conocerse bien y para disfrutar de la borrachera del amor, sin olvidarse nunca de las resacas que nos dejan las fiestas.
- Tratar de acompasar el ritmo y la intensidad cuando iniciamos la relación para que no haya desequilibrios.
- Tratarnos de tú a tú, sin endiosarnos, sin ponernos de rodillas, sin relacionarnos en jerarquías: amar siempre es mejor en horizontal.
- Aprender a escuchar y a comunicarnos con amor.
- Aprender a negociar: con nosotras mismas, y con nuestras parejas, para llegar a acuerdos que nos permitan disfrutar del amor a las dos.
- Vivir el amor e inventarlo con toda la libertad del mundo: sin modelos a seguir, sin religiones del amor, y sin modas que nos limiten o nos condicionen.
- Intentar hacernos la vida más fácil y más bonita, y que ese trabajo sea mutuo.
- Respetar la libertad de movimientos de la pareja, que jamás ninguna tenga que pedir permiso para entrar, salir, subir o bajar, para pasear o viajar, para estudiar o trabajar.
- Respetar los espacios y los tiempos de nuestra pareja.
- Respetar las redes familiares, las redes sociales y afectivas de nuestra pareja.
- Tratarnos mutuamente como mujeres adultas, y autónomas, capaces de cuidarnos a nosotras mismas.
- Ser generosas entre nosotras: dar lo mejor de nosotras mismas, sin dejar de ser nosotras mismas.
- Dedicarle tiempo al amor: es una de las bases fundamentales para cuidar una relación. Vivimos en un mundo en el que apenas tenemos horas en el día para amarnos, para cuidarnos, para dedicarlos a disfrutar del amor, por eso es tan importante organizarse bien para dedicarle tiempo de calidad al amor.
- Elaborar juntas los pactos de construcción de la pareja, y respetarlos. Según vayaís evolucionando, podréis revisarlos y transformarlos.
- Si estáis enamoradas, y tenéis las mismas ganas, si os sentís correspondidas y cuidadas, sed valientes y apostar por disfrutar de la relación.
- Si vivís juntas, repartir equitativamente el peso de las tareas domésticas y de cuidados.
- No meter en la pareja a las ex. El pasado debe quedar atrás para poder vivir el amor en libertad.
- Ser humildes, leales y trataros como compañeras: una relación es más fácil con mucho apoyo mutuo, empatía y solidaridad.
- Trabajarse cada cual todo aquello que no le hace bien, o le hace daño, o daña a la pareja y a los demás. Trabajarse para ser mejor persona y para poder dar lo mejor de ti en tus relaciones.
- Cuidar la salud sexual propia y la de la compañera. Poner atención a los cambios hormonales y a los ciclos menstruales de cada una para poder cuidarnos mutamente.
- Si las cosas van mal, hay que hacer el esfuerzo de portarse bien, y tratarse bien para evitar sufrir o hacer sufrir a nuestra pareja.
- Revisar los patriarcados que nos habitan a cada una, y hacer autocrítica amorosa para trabajarlo también en la relación.
- Evitar el acaparamiento y la dependencia: no es tarea fácil porque estamos todas hambrientas de amor y compañía, y vivimos en un mundo muy individualista, pero hay que evitar la ansiedad romántica.
- Cuidar mucho la forma en que usas tu poder, y el poder que te da el amor cuando alguien se enamora mucho de ti.
- Cuidar el trato hacia nuestra pareja, incluso cuando estamos enfadadas, dolidas, estresadas o tristes.
- Cuidar a los seres queridos de tu pareja, y a los seres queridos en común: familiares e hijos/as, amigas, amigos, mascotas...
- Cuidar la convivencia y el espacio que habitáis juntas, cuidar la economía y los recursos que váis a compartir.
- Cuidarse y cuidar la salud mental y emocional: cada una debe sentirse la máxima responsable de su bienestar, pero también es importante preocuparse por el bienestar de la compañera con la que compartimos la vida, y apoyarla en los momentos más duros.
- Ser sinceras y honestas cuando nos sentamos a hablar de nuestros sentimientos y del proyecto de pareja. Ser sinceras, también, cuando ese proyecto está peligrando por algún motivo.
- Expresar lo que queremos y necesitamos, y expresar nuestros deseos de una forma asertiva.
- Cuando surjan conflictos, revisar las estrategias que ponemos en práctica para conseguir lo que deseamos o lo que necesitamos.
- Evitar caer en luchas de poder, y probemos a renunciar a ganar siempre, a llevar siempre la razón, o a conseguir siempre lo que queremos.
- Encontrar momentos de amor pleno, de atención y escucha total: se trata de dejar las pantallas a un lado, centrarse en tu pareja, y demostrarle el amor que sientes hacia ella con todos los sentidos puestos en ella.
- No alargar la relación si no hay reciprocidad o si sientes que al conocerla mejor, te están bajando los niveles de enamoramiento. Sólo a medida que os váis conociendo, es como podéis ver si hay algo más que química sexual, si la relación puede funcionar o no, si si sois compatibles o no, si hay condiciones para quererse bien, o no.
- Aprender a pelearnos sin hacernos daño: sin humillaciones, sin insultos, sin gritos, sin acusaciones falsas, sin amenazas, sin ir a dar donde más duele. Podemos protestar sin agredir verbalmente, podemos expresar nuestro enojo sin herir.´
- Construir una relación sana e igualitaria, basada en el buen trato, la comunicación, la empatía, la solidaridad, los cuidados, y el amor compañero.
- Identificar a tiempo cuándo una relación no da más de sí, o cuándo empieza a doler, para no alargar el final y poder empezar el proceso de la separación.
- Separarnos con cariño cuando se acabe la relación, renunciar a la guerra, y tratar de hacerlo lo mejor posible para no sufrir ni hacer sufrir a la otra persona.
Coral Herrera
Gómez
19 de septiembre de 2020
Disfrutar del Amor: 10 podcast para ti
Estoy impresionada con la audiencia que ha tenido mi programa de podcast "Disfrutar del Amor", han sido 10 capítulos de media hora emitidos desde mayo a septiembre. Me lancé a este mundo nuevo sin saber mucho, pero se ve que funcionó, porque el programa ya ha alcanzado las 90.000 descargas: 60 mil en Spotify, y 32 mil en Ivoox.
Millones de gracias a todas por escucharme, y por difundir los audios, ¡me hace muy feliz saber que os han gustado!
Aquí podéis escuchar y descargar gratis todos los capítulos:
18 de septiembre de 2020
Prohibido quererse: resumen de una distopía afectiva

Prohibido quererse: resumen de una distopía afectiva.
17 de septiembre de 2020
Entrevista a Coral Herrera en Radio Nacional de España
14 de septiembre de 2020
Dueña de mi amor. Mujeres contra la Gran Estafa Romántica
Una invitación a quitarle el arco y las flechas a Cupido, a destronar a los que quieren a las mujeres de rodillas y a liberarnos de las trampas del romanticismo.
Después de la revolución sexual, llega la revolución amorosa: las mujeres que queremos dejar de sufrir por amor estamos trabajando para desengancharnos de una de las drogas más potentes del mundo, y para evitar que más mujeres se conviertan también en yonquis del amor y sucumban a la gran estafa romántica. No podemos dejar solas a las niñas y adolescentes mientras las bombardean con cuentos de princesas y películas con final feliz. Hay que prepararlas para que no vayan desnudas a la guerra mundial contra las mujeres, creyendo ingenuamente en los mitos que nos ponen de rodillas: el mito romántico, el mito de la familia feliz, el mito de la conciliación.
Coral Herrera nos invita a levantarnos, a quitarle el arco y las flechas a Cupido, a destronar a los reyes que nos quieren de rodillas, y a liberarnos de las trampas del romanticismo. En este libro la autora desenmascara a todos aquellos que se benefician del sufrimiento de las mujeres e interpela a los hombres para que se unan a la revolución haciendo autocrítica amorosa, individual y colectiva. Lo romántico es político: con el feminismo hemos aprendido que no somos esclavas del amor y que no estamos a merced de los dioses ni del destino. Coral nos anima a tomar las riendas y a luchar por nuestra autonomía y libertad: tenemos derecho al placer y a disfrutar del amor, y a no olvidar nunca que todas somos dueñas de nuestro deseo, de nuestros sentimientos y de nuestros sueños.