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11 de junio de 2015
Video Coral Herrera Junio 2015
Este vídeo dura solo dos minutitos, lo hicimos en el Centro Cultural de España en Costa Rica para promocionar mi charlita de esta tarde en San José, espero que les guste ;)
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Coral Herrera Gómez
18 de marzo de 2014
La interconexión del amor
Un grupo de alumnas y alumnos del Pregrado de Comunicaciones de la Universidad de Antioquía (Colombia) ha realizado un estudio de investigación de mi trabajo en las redes y como resultado han presentando un artículo de investigación y un vídeo precioso:
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Coral Herrera Gómez
30 de octubre de 2013
Mi participación en el Glosario Feminista en Lengua de Signos
Estoy muy orgullosa de presentarles el primer Glosario Feminista en Lengua de Signos que ha coordinado Iztiar Abad publicado por Revista piKara, en castellano y en euskera. Yo participo en dos definiciones: Identidad de Género e Identidad Sexual.
http://glosario.pikaramagazine.com/glosario.php?lg=es&let=i&ter=identidad-de-genero
http://glosario.pikaramagazine.com/glosario.php?lg=es&let=i&ter=identidad-sexual
Muy contenta de poder haber aportado mi granito de arena a este proyecto para llegar a las personas con discapacidad auditiva y de estar entre las colaboradoras con Alicia Puleo , Asma Lanrabet, Beatriz Gimeno , Beatriz Ugarte Maiztegi, Chus González García, Clara Murguialday, Coral Herrera Gom , Edurne Bengoetxea Sorozabal, Elena Simón Rodríguez, Gracia Trujillo, Ianire Estébanez , Itu Medeak , Josetxu Riviere Aranda, Karmele I. Ruiz Antolín, Maitena Monroy Romero, Margarita López Carrillo, June Fernández, Mari Luz Esteban, Marina de la Hermosa, Matilde Fontecha Miranda, Mentxu Abril, Mikel Otxoterena Fernández, Miriam Ocio Sáenz de Buruaga, Norma Vázquez, Raquel (Lucas) Platero, Rocío Lledó, Teresa Maldonado Barahona, Teresa Torns, Zuriñe Mbaztan y Yaratullah Monturiol.
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Coral Herrera Gómez
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23 de julio de 2012
Amores horribles: machismo y misoginia
"Algunas mujeres se conquistan con palabras de honestidad y respeto, otras con gestos de amor y cariño. Para todas las demás existe Master Card"
encima de machista, con errores tipográficos y ortográficos! |
¿Saben?, en mi recolección de carteles sobre "Amores Horribles" lo peor no es encontrarme con estas imágenes machistas. Lo peor son los comentarios derivados de estas imágenes, que me dan ganas de llorar, sobre todo por la cantidad de mujeres que se prestan a reír o a hacer comentarios chistosos. Es lo verdaderamente terrorífico.
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Coral Herrera Gómez
25 de junio de 2012
Amores horribles: Los celos en las redes sociales
En esta nueva entrega de "Amores Horribles en Facebook" hay carteles aún más terribles que los anteriores, sobre todo porque me he encontrado (y mucha gente me ha enviado) multitud de carteles de mujeres celosas:
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Coral Herrera Gómez
15 de abril de 2012
Los mitos románticos en AVATAR
En Avatar se cambian los roles y la protagonista de la historia, la índigena Neytiri le enseña al héroe a sobrevivir en Pandora. En la mayor parte de las películas, siempre son los hombres los que enseñan a las mujeres a superar sus miedos, su torpeza, sus debilidades; ellos son los que enseñan baile, artes marciales, filosofía, ciencia; ayudan a las mujeres a sobrevivir en la selva o el desierto, a saltar por los edificios de las ciudades, a trepar rascacielos o resolver problemas irresolubles.
Por eso sorprende que en esta superproducción sea la hija del jefe la que enseñe al humano a cazar, a domar animales salvajes, a volar en los monstruos, a saltar entre los árboles, a confiar en sus capacidades, a aprender un idioma nuevo, a percibir la magia de la naturaleza y saber como interpretarla.
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Coral Herrera Gómez
28 de febrero de 2012
25 años de Cine dirigido por Mujeres
Presentación en la Filmoteca Nacional del libro digital "25 años de cine"
El pasado 16 de febrero, de la mano de CIMA, se presentó en Madrid, en la sede de la Filmoteca Nacional en el Cine Doré, el libro digital ’25 años de cine’ de la Muestra Internacional de Cine y Mujeres de Pamplona.
En la presentación estuvieron presentes la cineasta Helena Taberna, Elena San Julián y María Castejón Leorza, organizadoras de la Muestra, y ésta última editora de la publicación, así como Coral Herrera y María Castrejón, dos de las autoras del libro.
La publicación digital gratuita supera ya las 1.000 descargas; contó con el apoyo del Instituto Navarro de las Artes Audiovisuales y la Cinematografía (INAAC) y del Ayuntamiento de Pamplona. En él hay ensayos, entrevistas a directoras( como la francesa Agnes Vardá, la alemana Margarethe von Trotta, la argentina Lucía Puenzo, la egipcia Amal Ramsis y las españolas Helena Taberna y Juana Macías), guías didácticas, opiniones de profesionales que han pasado por la Muestra y una memoria escrita y gráfica de estos 25 años.
En definitiva, una obra que ofrece interesantes y necesarios recursos para ir esbozando nuevos trazos en la historiografía feminista del cine y que anima a la reflexión.
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Coral Herrera Gómez
20 de noviembre de 2011
12 de noviembre de 2011
La mitificación del macho violento
Es urgente dejar de mitificar al macho violento, y dejar de ensalzar al narco, al mafioso, al asesino en serie, al psicópata, al guerrero en todas nuestras producciones culturales. ¿Cómo vamos a acabar con las guerras, los atentados, los tiroteos, los asesinatos, la tortura y la violencia contra las mujeres si los héroes de nuestra cultura no saben resolver sus conflictos sin violencia? Los protagonistas de las películas y las series consiguen lo que desean o lo que necesitan torturando, golpeando, asesinando a sus enemigos y a sus enemigas, ¿cómo vas a decirle a un niño que hay otras maneras de conseguir lo que uno quiere o de resolver sus problemas si no tiene referentes en los que fijarse?, ¿cómo vamos a dejar de fabricar machos dominantes si no hay otros modelos de masculinidad en nuestra cultura?
La mitificación del macho violento es la base de todas las películas, series de televisión, videojuegos, novelas, spots publicitarios, y productos culturales. En todos ellos se rinde tributo a la virilidad hegemónica: siguen ensalzando un modelo de masculinidad hegemónica basada en la fuerza bruta, en la dominación y en la capacidad para dar muerte a todos sus "enemigos", y a todas las mujeres que no cumplen con su rol femenino tradicional.
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Coral Herrera Gómez
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5 de noviembre de 2011
EL ROMANTICISMO PATRIARCAL EN EL CINE DIRIGIDO POR MUJERES
PELÍCULAS ANALIZADAS
1) Para que no me olvides, Patricia Ferreira, 2005.
2) Mi Vida Sin Mí (My life without me), Isabel Coixet, 2003.
3) Te doy mis ojos, Icíar Bollaín, 2003.
4) Siete mesas de billar francés, Gracia Querejeta, 2007.
5) Romance X, Catherine Breillat, 1999.
6) El Piano, Jane Campion, 1993.
7) Lost In Translation, Sofia Coppola, 2003.
El cine y el
amor romántico
El cine es un
mecanismo narrativo que nos transmite unos modelos amorosos adecuados a la
ideología hegemónica del capitalismo, las democracias y el patriarcado. Los
relatos románticos de nuestra era posmoderna nos han transmitido la idea del
amor como una salvación, de modo que en nuestra cultura posmoderna constituye
una especie de utopía amorosa colectiva
que sin embargo se inscribe con fuerza en nuestros cuerpos, nuestra sexualidad,
nuestro mundo afectivo.
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Coral Herrera Gómez
16 de octubre de 2011
Después del final feliz de la boda...
“Después del beso, la Bella Durmiente descubrió una suegra infame, un príncipe no tan azul y unos niños no tan indefensos. Es decir, la vida misma”.
Ana María Matute
Estas son las princesitas guapas que están deseando encontrar a su príncipe azul...
Según la artista canadiense Dina Goldstein, Blancanieves no parece muy contentacon su nueva vida en palacio...
Ella es Blancanieves, cinco años después, rodeada de chiquillos mientras su príncipe azul come palomitas y ve el fútbol, ajeno al discurrir de la vida familiar...
Ella es Cenicienta, ¿recuerdan?, la dulce muchachita que iba a ser feliz con su príncipe azul en su palacio... aquí la vemos tres años después, sola, aburrida, y ahogando sus penas en el alcohol...
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Coral Herrera Gómez
22 de junio de 2011
El romanticismo patriarcal en el cine dirigido por mujeres
De 2011-06-22 |
Hoy sale a la luz el libro: "25 años de cine. Muestra Internacional de Cine y Mujeres de Pamplona", publicado por Ilpes Elkartean Navarra, una Fundación de carácter cultural que organiza anualmente la Muestra Internacional de Cine y Mujeres.
Para conmemorar su 25 aniversario han lanzado un libro digital y colaboro en él con un artículo titulado:
"El Romanticismo patriarcal en el cine dirigido por mujeres", en el que analizo los mitos románticos de varias películas:
• ‘Mi Vida Sin Mí’ (‘My Life Without me’), Isabel Coixet, 2003.
• ‘Te doy mis ojos’, Icíar Bollaín, 2003.
• ‘Siete mesas de billar francés’, Gracia Querejeta, 2007.
• ‘Para que no me olvides’ Patricia Ferreira, 2005.
‘Romance X’, Catherine Breillat, 1999.
• ‘El Piano’, Jane Campion, 1993.
• ‘Lost In Translation’, Sofia Coppola, 2003.
Podeis descargaros gratis el libro en esta web:
http://www.muestracineymujeres.org/
Espero que lo disfrutéis.
NOTICIAS:
El libro fue presentado por Laura Seara, directora del Instituto de la Mujer.
http://www.noticiasdenavarra.es/2011/06/23/ocio-y-cultura/cultura/ipes-publica-un-libro-digital-que-visibiliza-la-labor-de-las-directoras-de-cine
AMECO PRESS:
http://www.amecopress.net/spip.php?article7236
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Coral Herrera Gómez
24 de abril de 2011
El Amor de Coca Cola
Esta imagen vale más que mis palabras: para vivir en un mundo mejor basta con abrazarse con fuerza al amor de tu vida, porque es el camino para la felicidad. Esta imagen tan romántica no es nada inocente; nos dice: para ser felices basta con tener a alguien a tu lado, o entre tus brazos, para olvidarse de las desgracias mundiales.
Coca Cola nos presenta el amor romántico como panacea a todos nuestros males y los de la humanidad. El amor correspondido como tabla de salvación, el romanticismo idealizado como refugio frente al mundo, como solución a la soledad, como paraíso en el que lograr la felicidad.
Y es que el amor en sí no es más que un medio para alcanzar metas más altas, aunque también lo puedes disfrutar como un fin en sí, del mismo modo que la Coca Cola; sólo con beber el refresco ya experimentas "un mundo de sensaciones" en tu boca, pero que además te socializa, te da alegría, te permite olvidar las penas y recordar que "Todo va mejor con cocacola",y gracias a ella puedes experimentar la "Sensación de vivir", porque Coca Cola es "La chispa de la vida", y si te sientes triste, preocupada, o deseperado, puedes abrazar "El lado Coca Cola de la vida".
El amor romántico de Coca Cola es un amor heterosexual, entre dos jóvenes blancos, adultos de diferente sexo en edad reproductiva, siempre sanos, jóvenes y guapos, de clase media y occidentales. Ese es el modelo canónico que nos han vendido hasta la saciedad en las novelas, las películas, las series televisivas; y todas las demás formas de relacionarse erótica y sexualmente han sido invisibilizadas, o simplemente presentadas como desviaciones a la norma.
Y es que el amor que rompe con la dualidad, con la heterosexualidad, con las diferencias de edad, de clase social, de idioma o religión, no vende. No vende porque los tríos y los cuartetos son aberraciones que se oponen a la pareja, porque una señora no puede enamorarse de su jardinero, porque dos mujeres no pueden unirse desafiando el institnto reproductivo, porque el amor entre ancianos es obsceno, porque el amor entre dos hombres es vicio, porque el amor en grupo es lujuria, porque el amor entre gente con deficiencias psíquicas o trastornos mentales no es amor...
El amor de Coca Cola es un amor idealizado, siempre presentado como una fuente inagotable de armonía, paz conyugal, diversión y cariño a borbotones. Es una utopía posmoderna que nos hace olvidar que los seres humanos no somos perfectos, y por tanto las relaciones entre nosotros tampoco lo son; no se nos muestra entonces que el romanticismo patriarcal está basado en la dependencia mutua (dictada por la división de roles), la necesidad, las luchas de poder, el miedo a la soledad, el deseo de belleza y de juventud eterna, la mitificación de una estructura que genera más dolor, decepciones y frustración que otras relaciones afectivas menos idealizadas.
El amor de Coca Cola nos enseña que para ser feliz no hay que unirse en redes de cooperación y solidaridad mutua, que no es necesario organizarse contra los abusos del poder ni contra la deshumanización del sistema capitalista, que no sirve de nada tratar de cooperar en la creación de un mundo sin guerras, sin destrozo medioambiental, sin jerarquías que discriminen... no, lo importante es TENER a alguien, unirse a otro yo solitario y hacer frente al mundo en parejas, unidos para siempre en una burbuja de felicidad y armonía individualista.
Coca Cola nos invita a consumir y a olvidarnos de los problemas, y crea campañas inundadas de optimismo donde se nos dicen cosas como "por cada científico diseñando un arma nueva, hay un millón de mamás haciendo pasteles".
Si, las mamás en casita cocinando, sin duda contribuye a crear un mundo más dulce y amable...
Y es que Coca Cola ha organizado el I Congreso de la Felicidad y ha creado el Instituto de la Felicidad, para tratar de animarnos dado el pesimismo generalizado que cunde ante las guerras, los desastres nucleares, las playas contaminadas, los bajos salarios, los millones de parados, los vertidos de crudo, el enriquecimiento de los ricos, el empobrecimiento de los pobres, la corrupción de los políticos, la falta de ética de las empresas y sus directivos, la contaminación del aire, la violencia machista, el maltrato infantil, las redes de tratas de personas....
Coca Cola nos propone que seamos optimistas, que nos amemos de dos en dos, y que nos reproduzcamos alejando la rabia, la preocupación, el dolor y la indignación por la crisis económica... con el optimismo lograremos alcanzar la felicidad (aunque solo sea la propia)
Y antes de terminar, recuerden que para ser feliz hay que beber este refresco y ante todo, tener pareja, si no échenle un vistazo a la web de la Felicidad Coca-Cola:
http://www.institutodelafelicidad.com/feli/amor-y-sexo/el-amor-lo-m%C3%A1s-importante
Otros artículos relacionados:
Los mitos románticos en AVATAR
El beso de Iker a Sara
Después del final feliz de la boda...
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Coral Herrera Gómez
26 de julio de 2010
Dirty Dancing: análisis crítico de los mitos románticos y los estereotipos de género
Dirty Dancing es una de las películas que más veces he visto en mi vida y además fue la película con la que aprendí a amar románticamente. Estábamos en 7º de la EGB así que teníamos unos 12 años y entre unos cuantos preparamos bailes para la fiesta de fin de curso. Uno de ellos fue el tema The time of my life, que nos encantaba. Nos pasamos meses ensayando y viendo la peli, y aunque yo era la sustituta de la bailarina principal (que era Elvira, una de mis mejores amigas) me aprendí el baile de pe a pa y me enamoré locamente del chico. El chico aparte de hacerme rabiar en los ensayos, meterme mano y reírse de mí (recuerden que cuando las niñas empiezan con el sexo y el amor los niños siguen siendo niños tres años más) me dio mi primer beso, ese que no se olvida jamás en la vida y que supuso para mí un rito de paso que me inoculó un intenso y leal amor duradero que hoy está transformado en hermandad eterna y para siempre.
Aunque antes ya lo quisiera, la música de la banda sonora de esta película lo convirtió en mi auténtico e inolvidable primer amor; la mitificación peliculera fue fundamental para dejar en mi corazón una huella duradera. Y es que en definitiva, nuestros sentimientos son fabricados en la cultura, se meten en nuestro cuerpo y determinan nuestro deseo.
Aunque antes ya lo quisiera, la música de la banda sonora de esta película lo convirtió en mi auténtico e inolvidable primer amor; la mitificación peliculera fue fundamental para dejar en mi corazón una huella duradera. Y es que en definitiva, nuestros sentimientos son fabricados en la cultura, se meten en nuestro cuerpo y determinan nuestro deseo.
Hoy quería aprovechar el romanticismo inserto en mis genes culturales y de mi primer amor adolescente para analizar semióticamente la trama del guión, plagada de topicazos sobre lo que se supone que son o deben ser los hombres, las mujeres y las historias románticas.
La trama está ambientada en un resort de principios de los años 60 en los que una familia adinerada pasa sus vacaciones estivales. La película sigue la clásica trama patriarcal de chica- conoce- chico, ambos no pueden estar juntos por los motivos que sean, pero después de mucho esfuerzo logran superar todos los obstáculos y viven felices y comen perdices.
Del mismo modo que en Titanic y tantas otras, planea sobre dos espacios bien diferenciados: el mundo de los ricos y el de los trabajadores del complejo hotelero. Los clientes adinerados simbolizan el mundo de las convenciones hipócritas donde cada uno representa un papel con ayuda de su máscara social y donde la hipocresía atraviesa todas las conversaciones, todas las relaciones entre los hombres poderosos y sus mujeres. A la protagonista, interpretada por Jennifer Grey, le atrae mucho el mundo de los camareros y camareras porque el suyo le resulta superficial y vacío y se aburre (como todas las princesas en su castillo).
En el mundo oscuro, l@s currelas bailan dirty dancing, es decir, bailes eróticos donde dan rienda suelta al deseo y desfogan su cansancio, se distraen y disfrutan del poco tiempo libre que tienen. Nuestra protagonista, que ni siquiera tiene estatus de persona, sino de bebé (su nombre es Francis pero todos la llaman Baby), está impresionada por el ambiente sudoroso, caótico, y salvaje que se respira en el mundo caliente y nocturno. Pero sólo será plenamente aceptada en él cuando demuestra su humanidad y su valentía al ayudar a una bailarina que aborta y necesita que la sustituyan en el baile.
Baby representa el mito del patito feo que se convierte en cisne (es bella por dentro aunque no lo sepa, y además sufre el rito de paso que le convierte en mujer y en adulta gracias al amor). Ella entrega toda su alma durante unos días ensayando un baile para sustituir a la bailarina, pero es muy torpe y tiene miedo. Él la enseña, como buen hombre que es, a desafiar el miedo, a confiar en sí misma y a divertirse con el reto. El miedo femenino está simbolizado en el salto del baile que nunca logra hacer con la perfección técnica que se requiere. Lo ensaya una y otra vez pero no logra elevarse y mantener el equilibrio de la cima hasta que logra la seguridad y la confianza en sí misma(siempre gracias a él).
El "maestro" que le enseña el camino hacia la libertad, la sexualidad, la vida, es Johnny, el maravilloso Patrick Swayze, un hombre que ha vivido mucho, que está de vuelta de todo, que no cree en nada ni en nadie excepto en su propia superviviencia y que permanece blindado emocionalmente para no sufrir en un mundo competitivo y cruel. Aunque es prostituto (vive todo el año de lo que saca currando en verano y ofreciendo sus servicios ocasionalmente a ricachonas cachondas) él representa al Príncipe Azul, porque es un hombre que viene a salvar a la princesa de su tediosa y aburrida vida (una vez más: Blancanieves, Cenicienta, La Bella Durmiente son mujeres que se aburren o que llevan una vida sufridora de la que en lugar de escapar esperan ser rescatadas). Él le enseña a bailar, le descubre su propia fortaleza, le refuerza la autoestima, le hace creer en sí misma y sus capacidades.
Ella es una niña romántica e idealista que representa la inocencia (aquello que hace mucho Johnny perdió) y la pureza, es decir, es una mujer buena (deseable para el matrimonio y la maternidad). Ella le enseña al llanero solitario que la ternura es posible, que se puede confiar en las almas cándidas como la suya, que el amor existe y es desinteresado (ella, rica, lo ama a él, pobre). Ella le enseña el amor verdadero que él siente como imposible. Baby-Francis, con su dulzura y sus acciones heroicas logra ablandar su corazón, derribar su dureza, su armadura defensiva, y le enseña que no todas las instituciones están podridas, porque ella lucha por la justicia. Le demuestra que el sistema funciona aunque esté lleno de mierda, porque los ricos no son todos malos, y ella es el vivo ejemplo porque es íntegra y valiente y su corazón está del lado de los trabajadores y trabajadoras.
Francis-Baby es una heroína porque actúa en la trama de manera activa. Es rebelde porque desafía las normas de su mundo al bajar al nivel de la clase trabajadora, y sobre todo cuando la bailarina está desangrándose y se atreve a llamar a su padre, que alucina con las malas compañías de su hija (pero que como es un médico bondadoso, ayuda a la mujer y le salva la vida). El padre, que hasta ese momento había sido el único hombre de la vida de su adorada hija, se enfada muchísimo al sospechar que ha entregado su virginidad a un pobre que, (como todos los pobres que se acercan a herederas), solo la quiere por interés. Él quiere defender a su hija porque sólo él sabe que le conviene; Baby con su inocencia es una niña a la que los hombres quieren por un lado proteger, y por otro, pretenden enseñarle el mundo tal y como es, ponerle los pies en la tierra, y ayudarle a conseguir su autonomía. Su padre y su amante la quieren, ambos son hombres buenos y luchadores. Las malas son la madre, personaje insulso, completamente sumisa al pater, mujer florero ausente de la trama, y Lisa, la hermana, que cumple con el estereotipo de mujer frívola, mentirosa y egocéntrica.
Éste es el vídeo en el que se ve cómo ella rompe con el orden patriarcal, (sabiendo que va a decepcionar a su padre, que desea reservar su pureza para el matrimonio con un hombre rico) cuando decide ofrecer a Johnny su virginidad/inocencia. Es una decisión libre que inconscientemente va contra su padre y a favor de la naturaleza, porque siente deseo y porque se siente dueña de su cuerpo entregándose a él, dejándose guiar en la iniciación al sexo, como hizo en el proceso de aprendizaje del baile.
Él tiene miedo porque se siente inferior a ella; sabe que es más inteligente y sensible, que tiene todo un futuro por delante y que pertenece a una clase social superior. Ella quiere demostrarle que el amor lo puede todo; el modo en como lo convence para que él se atreva es mostrando su vulnerabilidad: "¿A mi? ¡A mi me da miedo todo! Me da miedo lo que vi. Me da miedo lo que hice. Quien soy. Y especialmente tengo miedo de salir de este cuarto y no volver a sentir en toda mi vida lo que siento estando contigo... Vamos a bailar".
Dirty Dancing - Cry to Me
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Cry To Me, de Solomon Burke
Después del dirty dancing, el temazo de Ottis Redding, These arms of mine, con el que se aman una tarde de verano:
Y el último vídeo es el del baile final: el padre está cabreadísimo y la hija se siente fatal por haber decepcionado a su hombre perfecto que hasta ahora la había querido incondicionalmente. Además está hecha polvo porque no podrá ver a su amado y el verano ha terminado. Todos se están tragando el tedioso espectáculo de la gala de cierre cuando de pronto aparece el príncipe montado en su moto (caballo blanco) que se planta delante de su princesa y le dice, con voz firme: No permitiré que nadie te acorrale.
Parece así pedir permiso al padre, pero en realidad lo que está exhibiendo es la superación de su complejo de pobre: ha decidido luchar por su amor, defender a su amada de la opresión del pater, hacerla sentir libre a través del amor. Johnny se la lleva y la coloca en el centro del escenario, desalojando al coro y atrayendo todas las miradas a su amada, a la que hace un homenaje delante de todos los empleados y clientela del hotel por su valentía y porque la ama. El beso del baile legitima su mutuo amor y eleva a la prota a la categoría de princesa.
Toda la escena del baile marca el paso de niña a mujer pública, de patito feo a princesa de cuento, y representa la belleza de su alma y la fuerza del amor verdadero entre ellos. También marca la reconciliación entre padre y novio porque éste finalmente cede a su hija, y el final de las tramas de los demás personajes, que bailan felices sin importar su clase social o su rol dentro del hotel. La música y la fiesta diluyen las fronteras, los prejuicios, el clasismo, la hipocresía y todo lo demás; el happy end que nos permite imaginar el futuro de la pareja ideal más allá de los títulos de crédito.
Otros temazos de la Banda Sonora Original:
Love Man de Ottis Redding (baile sensual en la fiesta de l@s trabajador@s)
http://www.youtube.com/watch?v=46F3rJek_WE
Hungry Eyes de Eric Carmen (repaso romántico a los ensayos)
http://www.youtube.com/watch?v=WUxxTYFf-6E
Do you love me (The Countours) baile sucio
http://www.youtube.com/watch?v=x43vK0k6A2I
Lover Boy (Mickey and Silvia)
http://www.youtube.com/watch?v=IaIosGwPzjo
Wipeout
http://www.youtube.com/watch?v=Fyb3b5Hco3E
You dont own me (The Blow Monkeys)
http://www.youtube.com/watch?v=9azSWI_Tv9w
She's like the wind (Patrick Swayze):
http://www.youtube.com/watch?v=-pNpR6KGLEk
Where Are You Tonight (Tom Johnston) http://www.youtube.com/watch?v=Xmo8IK70pT8
In the Still of the Night, The Five Satins
http://www.youtube.com/watch?v=fBT3oDMCWpI
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Después del final feliz de la boda...
Publicado por
Coral Herrera Gómez
27 de marzo de 2008
EFECTOS IDE LOS MEDIOS DE (IN)COMUNICACIÓN
Este artículo lo escribí para la Tesina:
Herrera Gómez, Coral: "TELEVISIÓN Y ESPECTÁCULO. CRÓNICAS MARCIANAS COMO NUEVO MODELO DE ENTRETENIMIENTO", Universidad Carlos III de Madrid, 2004.Efectos intangibles de los medios de (in)comunicación.
“Las derrotas de las utopías históricas construidas en los últimos siglos han representado también la derrota de la Comunicación como instrumento de emancipación.” Manuel Vázquez Montalbán
La perspectiva que hemos decidido adoptar aquí con respecto a la cultura es desde una concepción amplia y transdisciplinar que incluye no sólo los aspectos relacionados con la historia, las tradiciones, las costumbres, las manifestaciones artísticas y el imaginario colectivo, sino que también engloba la economía, la organización política y social, y la construcción social de la realidad. Y atendiendo especialmente a su dimensión económica, es pertinente analizar, como vimos en el primer apartado, quién crea y difunde masivamente esa cultura, y cómo incide en la realidad de la sociedad. Como afirma Grossberg (1983), “admitir que el conjunto de la cultura refleja la realidad y la reproduce confiriéndole un sentido, no nos exime de examinar los intereses particulares que se manifiestan en tal o cual reflejo”. Desde que Umberto Eco (1968) hacía notar la paradoja de esta cultura de masas actual que no se crea y expande en todas las direcciones, sino que es monodireccional y parte de arriba hacia abajo, se hace pertinente, pues, analizar qué comunican las industrias culturales y tecnológicas, cómo lo hacen, de qué modo afecta a la población en vida cotidiana, y hasta qué punto se sirven los poderes políticos y económicos de ellas para condicionar, influenciar y perpetuar el orden económico (capitalismo) y político (democracias) vigente.
Mucchielli (2002) define la influencia como un asunto de creación de
significados: “Influir es hacer surgir por medio de manipulaciones contextuales ad hoc, un sentido que se impone a los interlocutores y los lleva a obrar en conformidad con él. La influencia es el fenómeno fundacional de la comunicación: la comunicación es influencia. Es la construcción en común, por parte de los actores, de una situación de referencia en la que los objetos cognitivos de la misma, a través de su puesta en relación, permiten desembocar en una acción conclusiva que se impone (...) existe una completa homogeneidad entre los fenómenos de propaganda, venta, persuasión, publicidad y seducción”.
Según Roiz (2002), persuadir significa “intentar modificar la conducta de las personas sin parecer forzarlas ni coaccionarlas (...), pero cualquier forma de persuasión tiene algo de coacción (...), presión que se fundamenta en la comunicación imperativa mediante el empleo de argumentos, verdaderos o falsos, por medio de técnicas de carácter lingüístico, semántico, psicológico y psicoanalítico para conseguir que determinados colectivos (como grupos profesionales, amas de casa., consumidores, ciudadanos públicos o audiencias) adopten ciertas creencias, actitudes, o conductas acordes con las instituciones, fines u objetivos de quienes emplean la persuasión”.
Y tanto en los spots publicitarios como en los programas, se utilizan técnicas semánticas para otorgar sentidos, y se repiten incesantemente elementos del lenguaje y la elaboración de frases clave, como eslóganes o lemas. El rumor o los tópicos y clichés (a nivel general) o las valoraciones (positivas o negativas) sobre cualquier aspecto, por parte de grupos u organizaciones –sobre todo cuando existe persistencia y permanencia en los procesos –crean, en fin, significados que circulan por el espacio social. La vocación de los códigos, nos dice Roiz (2002), es traducir la realidad y controlar de la forma más eficaz posible su ámbito de aplicación (...) nos ofrecen sentimientos de protección e incluso de esperanza, que son falsos porque se nos imponen como mecanismos de control comunicativo y porque siempre estamos expuestos debido a la propia condición humana, a la inseguridad, y sobre todo, a la incertidumbre.
El hombre, codificando y descodificando los signos y los símbolos del entorno, no se siente sólo; adquiere conciencia de lo colectivo como algo necesario, es decir, social”. Como los códigos son sistemas, las reglas de combinación de elementos de un repertorio se combinan a su vez con otros códigos, formando significados del mundo, lo que algunos semiólogos denominan “sistemas ideológicos” (Eco, 1981)”. El ser humano procesa y trasforma sus experiencias por medio de símbolos que le servirán como modelos de juicio y actuación. Y en este proceso, el ser humano se institucionaliza e internaliza las normas y el funcionamiento de la sociedad a la que pertenece.
Es por ello que el Estado de la Paleotelevisión aspiraba a poseer un férreo control sobre sus contenidos mediáticos; porque la televisión es un mecanismo de control social básico. Angel Benito (1982) destaca que este control social por parte de los medios es un arma de doble filo porque son utilizados como resistencia al cambio y para impedir la renovación de las estructuras. Según Ross , la formas de control social son básicamente de dos tipos: coactivas (aquellas prácticas sociales e instituciones denominadas propiamente “de control” por cuanto se apoyan en la fuerza directa: el sistema jurídico, legal, y policial; las fuerzas armadas, de propaganda y contrapropaganda), y persuasivas (las prácticas de comunicación e información, tanto a nivel interpersonal como institucional y de difusión pública).
Tanto Ross como Durkheim y Comte, creen que el problema principal de la sociedad es el del orden social, es decir, el de las formas y mecanismos para preservarlo o reconducirlo, evitando el conflicto permanente individuo-grupo-cultura. Dentro de los contenidos de influencia, afirma Roiz (2002), los emisores suelen imponer sus criterios sobre el mundo y la sociedad e incitan o provocan reacciones a su favor: “una de las formas de dominación más importantes en la sociedad de la información y el conocimiento es la que emana de la propiedad y el control directo de las empresas de comunicación, consideradas como transmisoras de información, entretenimiento, publicidad y propaganda, así como canalizadoras de la opinión pública. Esta dominación económica y empresarial, en última instancia, es política, y desde luego también ideológica”.
Un ejemplo claro de este poder mediático es el Informe de Fundesco de 1994, en el que se contempla, entre otras cosas, que “el 84.2% de los directores de prensa señala haber recibido indicaciones tácitas o expresas de los anunciantes. El 50 % de las respuestas matiza esa vinculación como razón para la inversión publicitaria, y el 75% refiere como expresión negociadora del anunciante la amenaza de retirar la inversión” . En este sentido, Lolo Rico (1994) opina que “la programación televisiva no es más que un pretexto para intercalar la publicidad y está hecha, en consecuencia, a gusto y medida de los publicitarios (...) dichos programas no pueden presentar contenidos que contradigan o se opongan a la falsa realidad que presenta y propone la publicidad” .
Como también entiende Eco, uno de los mayores problemas de esta cultura de masas se encuentra en que los operadores culturales actuales no pertenecen al sector de la cultura, sino al sector financiero y económico; y obviamente sus fines son lucrativos, no culturales.
La nuestra no es, pues, una cultura en la que sus receptores son también emisores o donde exista un intercambio, una verdadera comunicación. La realidad es más bien que una minoría ofrece información, entretenimiento y que construye espacios simbólicos en un proceso de comunicación unidireccional. Habermas (1999) distingue claramente dos formas de comunicación: la acción comunicativa (que supone el intercambio y la interacción de informaciones) y la discursiva (a través de la cual se busca dotar de validez al sistema de valores a través de su justificación). El primer caso, obviamente, ilustra la base de la comunicación humana entre dos o más individuos que intercambian información y conocimientos, y el segundo caso ilustra el modo en que un grupo o varios grupos comunican algo a una gran mayoría.
En este contexto se establece lo que algunos autores, como Noam Chomsky (1992), denominan darwinismo cultural: “No sería demasiado extraño que la imagen del mundo que ellos nos presentan no fuera sino un reflejo de los puntos de vista o de los intereses propios de los vendedores, los compradores y el producto en cuestión (...) las grandes empresas que se anuncian en televisión raramente patrocinan programas que aborden serias críticas a las actividades empresariales, tales como el problema de la degradación medioambiental, las actividades del complejo militar industrial o el apoyo de estas empresas a las tiranías del Tercer Mundo y los beneficios que obtienen del mismo”.
Para hablar de la ideología subyacente a los centros de poder mediáticos, utilizaremos el concepto propuesto por Berger y Lukman (1997) según el cual la ideología corresponde a una definición particular de la realidad anexionada a un interés de poder concreto. Es decir, cuando una persona o grupo de personas quieren transmitir su cosmovisión o su modo de entender y construir la realidad a otro grupo de personas e intentan imponerlo, o, como lo expresa Roiz: “La televisión, y en buena medida, la radio y la prensa, se han convertido, a medida que han ido eliminando su inicial vocación informativa y cultural, en máquinas de trasladar las ideas de los poderosos a los ciudadanos, concebidos claramente como públicos, audiencias, incluso como masas”.
David Morley , en este sentido, recalca que todo mensaje conlleva elementos directivos respecto de la clausura del sentido, y aunque es cierto que un mensaje no es un objeto dotado de una “significación real” y exclusiva, los mecanismos significantes que pone en juego promueven ciertas significaciones y suprimen otras, y así es como se imponen las significaciones preferenciales. Además, opina que “el poder de reinterpretación de los telespectadores está lejos de ser equivalente al poder discursivo inherente de las organizaciones mediáticas centralizadas. Son éstas las que definen lo que el espectador deberá interpretar. Poner unas y otras en un pie de igualdad resulta sencillamente absurdo”. Habermas (1999) entiende que es la función de las ideologías es "bloquear el diálogo, y eliminar responsabilidades por ambas partes”.
Si en los regímenes totalitarios que precedieron a los sistemas democráticos actuales se imponían las ideologías por la fuerza, es decir, existía una autoridad de la que emanaban todos los mensajes informativos, que controlaba todos los eventos, fiestas y manifestaciones culturales y artísticas, que vigilaba y castigaba opiniones, discursos e ideologías contrarias a la suya, hoy en día, las armas de los gobiernos actuales son intangibles y se difunden por cable, antenas, satélites, llegando al público en forma de mensajes que se dirigen no ya a la razón, sino hacia las emociones, y que promueven los valores propios del capitalismo y las democracias existentes. Como lo expresa Fromm (1947), “es como si a uno le tirotearan enemigos que no alcanza a ver. No hay nada ni nadie a quien atacar”. La autoridad que reina es anónima, por tanto, aunque la realidad es que el poder hoy lo detentan las empresas, los medios de comunicación y los políticos, y siendo, según Hartley (2000), “las audiencias televisivas las mayores comunidades colectivas que nuestra especie ha logrado alcanzar jamás”, es lógico que sean el lugar que los empresarios y los políticos más desean.
Porque, en última instancia, la influencia es un asunto de creación de significados y de sentidos sobre el mundo y el funcionamiento de las cosas; y el modo en como percibimos el mundo es fácilmente manipulable por la televisión, que suele ofrecernos un mundo amable, lleno de sonrisas, de posibilidades, de fantasías, cuya otra cara de la moneda (guerras, desigualdades e injusticias) pertenecen al destino fatal (“tiene que haber de todo en este mundo”). Y es en este sentido cuando la invasión del entretenimiento cobra mayor relevancia; se trata de amortiguar los duros golpes que nos proporcionan los telediarios y sumir al telespectador en una actividad escapista (ver la televisión, consumir) que le permita desentenderse de las desgracias ajenas y de las propias.
Con respecto al grado de manipulación de los medios y la capacidad de los telespectadores para desarrollar mecanismos de “defensa” y de juicio crítico, numerosos autores como Gubern (2000) afirman que nuestra capacidad para conocer, abstraer y reflexionar acerca de la información y de los contenidos mediáticos ficcionales o hiperreales se ha visto reducida y fragmentada especialmente debido a dos causas:
- El empobrecimiento de la experiencia directa, pues además de la soledad y el aislamiento del ciudadano actual a causa del individualismo, que conlleva un empobrecimiento de sus relaciones sociales y de su vida afectiva, éste dedica la mayor parte de su tiempo libre a consumir imágenes “fabricadas” que le permite asistir a eventos sociales como la misa dominical, el teatro, el fútbol, el cine, la música y el baile, entre otras cosas, sin moverse de casa.
- La reducción de otros puntos de vista y el empobrecimiento de las cosmovisiones. Según la teoría de la agenda setting, formulada por Mc Combos y Shaw en la década de los 90, los medios nos indican los asuntos sobre los que hay que pensar, es decir, imponen los temas de los que hay que hablar; inciden en los que ellos consideran más importantes, y al mismo tiempo se nos aporta una opinión ya mediada de los mismos.
Como ejemplo cabe destacar el tema actual del terrorismo, que es presentado como el problema del siglo XX y XXI, que a menudo sirve para ocultar o marginar otros muchos, como los derivados de la injusticia y las desigualdades propias del sistema capitalista y democrático: desigualdades, hambrunas, la pobreza, las guerras, las catástrofes medioambientales, etc. que desde luego afectan a la vida cotidiana de las personas en mayor grado que el terrorismo. Esta primacía del terrorismo en los medios y en las agendas políticas constituye la excusa perfecta de los gobiernos occidentales para aumentar el control social, recortar libertades en nombre de la seguridad, y aumentar el gasto en defensa, con el consiguiente beneficio de la industria armamentística. Asimismo, la teoría de la espiral del silencio, de Elisabeth Noelle Neumann, habla de la capacidad del medio televisivo de dar relevancia a unos temas y despreciar otros. La opinión pública se desplaza hacia aquel grupo que es considerado más fuerte, por estar más presente en el medio, mientras que los que opinan de forma diferente son considerados débiles.
Coral Herrera Gómez
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BIBLIOGRAFÍA
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Coral Herrera Gómez
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