26 de marzo de 2022

Liberarse de la necesidad de ser deseadas

Ilustración de Marynn


Nos han hecho creer que la medida de nuestra valía es nuestra belleza, y que para ser felices, necesitamos que los hombres nos deseen y nos amen. Y para ello tenemos que estar guapas, siempre disponibles, y en constante competición con nosotras mismas y con las demás mujeres. Sin embargo, esta utopía de la felicidad es una trampa: ser deseadas sexualmente no nos garantiza que nos vayan a querer bien, ni que nos vayan a amar más. A las guapas también les ponen los cuernos, también las sustituyen por otras guapas, sufren malos tratos, y también las matan. 

Da igual lo que hagamos para cumplir con los mandatos de la belleza, el mundo está lleno de mujeres jóvenes, hermosas e inteligentes. El patriarcado nos pone a competir y nos somete a través de nuestros miedos y complejos, y el ego: la obsesión por la belleza no sólo nos baja la autoestima, también nos vuelve narcisistas e inseguras. Nos quiere entretenidas en nosotras mismas, ilusionadas y frustradas por la necesidad de brillar, destacar por encima de las demás, y obtener prestigio social.


Hay que tener mucho cuidado con este culto al cuerpo, hoy moldeado y tiranizado para despertar el deseo sexual de los hombres. Porque todas, absolutamente todas nosotras envejecemos, da igual las dietas, las cremas, los tratamientos y las operaciones a las que sometamos a nuestros cuerpos. Si nos dejamos dominar por el ego y el narcisismo, nos aislamos de las demás: cuando empezamos a perder puntos por la edad, nos vemos solas y reducidas a la nada.


Nuestra meta en la vida no puede ser ir de compras, vestir a la moda, pasar horas frente al espejo, ir al salón de belleza, acumular likes en Instagram con tus selfies, posar sexys para ellos y agradar a los demás... 

Porque si eso se convierte en el centro de nuestras vidas, cuando los hombres dejan de desearnos, y las demás mujeres dejan de envidiarnos, nos sentimos invisibles y vacías.

 Y cuando nuestros cuerpos se transforman con la maternidad, es peor aún, porque muchas se castigan todavía más para borrar las huellas de la maternidad. Disciplinar el cuerpo y luchar contra él requiere, cada año, más horas de tortura, y más dinero. Invertir en nuestros cuerpos para venderlos no nos libera, nos hace más esclavas de la industria de la belleza y el negocio del deseo masculino.

A muchas de nosotras nos ha liberado el feminismo, y ya sabemos que es más importante entrenar el corazón para ser buena persona, que cumplir con los vanos imposibles de la belleza patriarcal. No compensa para nada machacarnos en el gimnasio y pasar hambre, no hace falta sufrir para estar guapa. Lo que nos pone guapas es la sonrisa y la alegría de vivir.


Cuando comprendes esto, aprendes a distinguir lo importante de lo superfluo, y el día en que te das cuenta de que es mucho más importante estar viva y estar sana, vivir sin dolores ni enfermedades físicas y mentales, que lucir bella, entonces das un gran paso hacia la liberación.


Y una vez empiezas a caminar hacia ella, aprendes a cuidarte de verdad, pones tu energía, tu tiempo y tu dinero en otros proyectos más placenteros, te lo trabajas para ser mejor persona, tu vida se llena de pasiones y afectos, la belleza pasa un segundo plano, y empiezas a disfrutar más de la vida.


Es un proceso de liberación bien hermoso, que se disfruta más si en el camino ayudamos a las niñas para que se lo ahorren, y a las adolescentes que ya están sometidas a la tiranía de la belleza y de la mirada del macho. Podemos ayudarles a iniciar su propia liberación para que el sueño de sus vidas no sea tener muchos seguidores, sino mucha gente querida a su alrededor. 


Porque de verdad, no necesitamos ni la admiración, ni la envidia, ni los likes en redes sociales.


Lo que necesitamos de verdad, todas y cada una de nosotras, es mucho amor del bueno.


Coral Herrera Gómez 




Mujeres que se liberan: ¿quieres unirte a nosotras?


24 de marzo de 2022

La culpa, la responsabilidad y la autocrítica amorosa



Uno de los grandes descubrimientos que iluminaron mi vida: el día en que dejé de echarle la culpa de todo a los demás y asumí la responsabilidad de mis actos, de mis palabras, de mi forma de relacionarme con el mundo. Dejé de hacerme la víctima cuando entendí la responsabilidad que tengo yo en los conflictos con los demás, y aprendí a hacer autocrítica amorosa.  

La gran mayoría de la gente es incapaz de admitir que se ha equivocado, que ha cometido un error, que no ha sabido gestionar una situación... lo fácil siempre es victimizarse y echarle la culpa a alguien. Y lo más común es que las personas que utilizan esta estrategia la repitan siempre: intentan dar pena para que les perdones o les des la razón. Pero jamás piden disculpas ni cambian su comportamiento, porque les va bien así, y porque así es como dominan y manipulan a los demás. 

A mi me cambió la vida cuando entendí que victimizarse y culpar al resto es una forma de ejercer el poder que puede llegar a ser muy violenta. Para los demás no es fácil defenderse porque si me coloco desde la posición de la "buena", al otro le pongo en el bando de los "malos", y le obligo a darme la razón, a ceder en un conflicto, o a que hagan lo que yo quiero-necesito-deseo que hagan. Les hago sentir culpables para no hacerme yo responsable. 

Cuando empiezo a darme cuenta del impacto que tiene en los demás mi forma de relacionarme, y del daño que puedo llegar a hacer con mi forma de manipular, entonces me lo empiezo a trabajar. 

Da miedo ver tu propia mezquindad, da miedo asomarse a tu oscuridad, da miedo mirarse en el espejo y ver a tu ego pidiendo más, pero cuando descubres que puedes ser mejor persona y que todo se puede trabajar en esta vida, y cuando tienes las herramientas, y gente a tu alrededor que las usa, es mucho más fácil.  

Necesitamos aprender a hacer autocrítica amorosa y a ser responsables, desde la más tierna infancia, lo mismo en casa que en las aulas. 

Coral Herrera Gómez

#Culpa #Responsabilidad #Dominación #Manipulación #Poder #AutocríticaAmorosa #TodoSePuedeTrabajar #Coeducación

23 de marzo de 2022

Salir del nido, y echar a volar: el gran salto de tu vida

Ilustración de Cristina Troufa

Una de las claves para tener una buena salud mental y emocional es romper a tiempo el cordón umbilical con tus progenitores, sin sufrir y sin hacerles sufrir a ellos. 

Para poder crecer y llegar a ser una persona adulta con autonomía, es más fácil si tus padres o cuidadores te protegen y te quieren, y a la vez facilitan el desarrollo de tu autonomía y te enseñan a cuidarte a ti misma.

Cuanto más cuidada y querida te sientes, más seguridad y confianza sientes en ti misma para dar el salto. 

Cuanto más pronto aprendes a cuidarte a ti misma, más fácil es prepararte para salir del nido y echar a volar.  

Sin embargo, no tenemos apenas herramientas como hijos e hijas para dar este salto, probablemente uno de los más importantes en la vida

Y además, el sistema en el que vivimos propicia las relaciones interesadas y basadas en la necesidad y la dependencia. 

Mucha gente sale de los cuidados del papá y la mamá para refugiarse en los cuidados que nos brinda la pareja, y esta falta de autonomía nos lleva a construir relaciones insanas basadas en la necesidad, y no en la libertad.

Las madres y los padres tampoco tienen herramientas para trabajarse su egoísmo y su propia dependencia. No es fácil asumir que la crianza consiste básicamente en cuidar durante años a una persona que tiene que alejarse de ti para construir su propia identidad y vivir su propia vida.

Mucha gente se siente frustrada por su propio egoísmo: tuvieron hijos para no estar solos y para ser cuidados en la vejez. 

Otros se frustran porque sus criaturas no son lo que ellos soñaron, pero lo cierto es que los bebés se convierten en seres humanos que hacen sus propias elecciones y toman sus propias decisiones. 

No podemos ser lo que ellos quieren, porque muchos sueñan con criar un Mozart o un Messi. Las exigencias maternas y paternas nos pueden llegar a enfermar, porque hagas lo que hagas, nunca se sentirán orgullosos de ti. 

Y además te dirán mucho eso de: "me has decepcionado", cuando te exijen que estudies Medicina, y tú prefieres ser cooperante en un país remoto. O quieren que seas abogada, y tú lo que quieres es tener tu propio huerto. O quieren que sigas con el negocio familiar, y tú quieres mudarte a otro pueblo o a otra ciudad. 

A veces para crecer hay que matar simbólicamente a la madre y al padre, para luego relacionarte con ellos desde otro lugar, desde tu yo adulto.

Cuanto más egoístas son los cuidadores, más difícil es la rebelión. Pero cuando no te permiten ser tú misma, no hay otro camino para poder vivir tu vida que la sublevación. 

Porque cuanto más tardes en salir, más grande será el miedo, y puede ocurrir que llegue ese momento en que ya no puedas irte porque la dependencia ya es mutua, y tú padre o tu madre, o los dos, ya no saben o no pueden vivir sin tí.

Si logras salir, y aprendes a disfrutar de tu autonomía, puede que un día te veas en el bando contrario. 

Y entenderás que no es fácil: a todos nos cuesta soltar el control y dejar que nuestras niñas y niños se hagan responsables de su propia vida. 

Ser madre o padre requiere de muchísima generosidad, pero no todos tenemos la capacidad para querer sin poseer y sin dominar. 

Hasta el punto de que hay gente que siente unos celos terribles porque sus hijas/os desarrollan otros vínculos fuertes y hermosos con otras personas, y forman sus propias familias con amigos, amigas y/o pareja. 

Por eso es tan complicado que los progenitores dominantes acepten a las nueras y los yernos, y por eso las relaciones familiares son tan difíciles: si tu madre o tu padre tienen demasiado poder sobre ti, será muy difícil que tu pareja asuma esa relación de dependencia. 

Así que para poder vivir tu vida, tienes que soltarte de la mano y empezar a caminar sola.

Lo ideal es que sea un proceso tranquilo y gradual, pero a veces es urgente: cuando tus padres intentan castrarte para que sigas bajo su tutela y no crezcas nunca, tu deber es salir de su nido. 

Cuando no tienes tu propia red de afectos, sino que compartes la de tus padres, cuando no te emparejas nunca, cuando pasas la mayor parte de tu tiempo de ocio con tus progenitores, es porque algo va mal. Hay una edad en la que ya estamos construyendo nuestros lazos, nuestras propias redes familiares, nuestras relaciones sexuales y sentimentales, nuestro propio mundo. Y lo más sano es ir soltando poco a poco, para que sea un proceso ntaural y tranquilo. 

Cuando estás enferma, cuando te sientes deprimida, cuando necesitas un cambio pero estás bloqueada, puedes intentar escuchar a tu cuerpo con amor, porque una vez que sabes lo que quieres, sólo tienes que confiar en ti, y ser leal contigo misma. 

Es cierto que da miedo y también da pereza, se está muy a gusto bajo el ala protectora.

La vida parece más fácil cuando tú no tienes que hacerle frente, y cuando cuentas con la ayuda constante de tus cuidadores. 

Pero no es gratis: el precio que pagas es muy alto, porque desde la dependencia no puedes ser quien tú quieres ser realmente, ni tienes la libertad para elegir tu proyecto de vida, ni adquieres la madurez que necesitas para resolver problemas y para hacerte cargo de tí misma. 

Además, las madres y los padres que hacen su vida en torno a tí, acaban dependiendo de tí, y entonces la salida se hace todavía más difícil. Y es cuando puedes empezar a sentirte atrapada, especialmente si tus hermanas y hermanos han logrado salir.

Hay veces que nos tenemos que ir demasiado pronto del hogar, pero no queda otro remedio que hacerlo. Cuando estás sufriendo maltrato psicológico, emocional y físico, es necesario salir corriendo. Las cifras nos revelan que es en la familia donde sufrimos los mayores niveles de abuso y violencia (psicológica, física y sexual), así que hay gente que para poder sobrevivir tiene que salir de casa muy pronto.

Permanecer en el nido cuando te quieren cortar las alas pone en peligro tu salud mental y emocional, y tu propio proyecto de vida: las luchas de poder en la familia nos quitan mucho tiempo y muchísima energía. Esta energía la necesitamos para construir otros vínculos, elegir a nuestra propia familia y fundar nuestro propio nido. 

Sería maravilloso si en las aulas nos dieran herramientas para hacer esta transición tan importante sin sufrir y sin hacer sufrir, sin dramas ni traumas. Cuando te separas de tu familia de nacimiento con amor, con alegría, compartiendo el proceso con generosidad, es mucho más fácil. 

Necesitamos entrenar estas habilidades para que podamos no solo desarrollar nuestra autonomía como hijas, sino también ayudar en el futuro a nuestras hijas e hijos a independizarse de nosotras. 

Este trabajo nos permitiría además tener relaciones sanas y amorosas con nuestras parejas, porque al salir del hogar no buscaríamos un sustituto de papá o de mamá, sino alguien con quien compartir la vida en una estructura igualitaria, amorosa y de apoyo mutuo.

Pero no solo necesitamos herramientas para construir nuestra identidad sin traumas, para volar del nido con alegría, para cuidarnos a nosotras mismas y a cuidar nuestras relaciones. 

También es fundamental que existan las condiciones sociales y económicas para que podamos volar: la enorme distancia entre los salarios y los precios de los alquileres no permite hoy por hoy a la mayoría de la gente joven empezar su propio proyecto de vida. Y muchos están sufriendo porque no saben cómo transitar desde la adolescencia hacia la adultez, desde la dependencia hacia la autonomía.

Estoy segura que trabajar esto en las aulas bajaría las cifras de enfermedades mentales y suicidios, y ayudaría a millones de personas a sufrir menos y a vivir mejor.

#Volar #Autonomía #Crianza #Rebelión #maternidad #paternidad #Independencia #saludmental #cuidados #educación #adultez #relaciones #amor

Coral Herrera Gómez 

22 de marzo de 2022

Nos salvaron los unicornios



Hoy nos han salvado los unicornios. Gael quería elegir su pasta de dientes, y en la estantería solo había de princesas y de asesinos. Le he dicho que fuéramos a otra tienda donde hubiese pasta de otros colores, con otros dibujos, y ha protestado, así que he rebuscado y un poco más allá he visto una de unicornios. A Gael le encantan los unicornios, menos mal. 

He salido de la tienda pensando que lo tenemos todo en contra. Ellos quieren niños violentos y obsesionados con el éxito, el poder y el dinero. Quieren niñas narcisistas obsesionadas con la belleza, el amor romántico y el dinero. 

Nosotras estamos intentando criar niñas y niños que sean buenas personas y que contribuyan a la construcción de un mundo mejor, pero es una tarea titánica. Ellos son los dueños de la industria del juguete y de los medios de comunicación, los dueños de las empresas de publicidad, las industrias culturales, la industria del porno y los medios de comunicación. Tienen un ejército de publicistas, guionistas, diseñadores y creadores de contenido que perpetúan los estereotipos de género, los mitos, los roles y los mandatos del patriarcado en todas sus producciones: canciones, videoclips, películas, dibujos animados, cómics, programas de televisión, anuncios publicitarios. 

También inundan de azul y rosa las mochilas, las tazas, los estuches, las camisetas, los edredones, la pasta de dientes: es casi imposible encontrar otros colores, y otros dibujos que no sean guerreros o princesas.

Todos los días les bombardean por todos los canales posibles, y les seducen con modelos de masculinidad y feminidad patriarcal, hombres forzudos y sin sentimientos, y mujeres criadas para servir a los hombres.

La tarea que estamos acometiendo las mamás y los papás es titánica. Nuestra cultura es una oda constante al macho violento y a la mujer complaciente, todos los contenidos están impregnados de los valores más peligrosos: el individualismo, el consumismo, el egoísmo y el egocentrismo, el afán de dominación, el acaparamiento de riqueza. Hasta los chistes están impregnados de racismo, clasismo, misoginia: intentar educar a los niños y a las niñas para que piensen en el Bien Común y en los valores de la cooperación y la solidaridad, la ética amorosa y la filosofía de los cuidados es una auténtica odisea. 

La sociedad rechaza a la gente que se atreve a ser diferente, y excluye con crueldad a todos los que no obedecen las normas y no se ajustan a los estereotipos de género. La infancia y la adolescencia necesitan sentirse parte de la sociedad, así que a la gran mayoría le resulta imposible escapar, y se acaban adaptando. Y los que no se adaptan, a veces tienen que pagar un precio muy alto.

Aunque intentemos mantener a nuestras criaturas lejos de la violencia de las pantallas y lejos de los centros comerciales, aunque intentemos que nuestras hijas no crean que la salvación está en ser deseada y amada por un hombre, aunque intentemos que nuestros hijos no aprendan a odiar a las niñas y al color rosa, es muy complicado. 

Si sus amigos desde los 8 años ven violaciones de niñas y mujeres en el porno, explicarles que masturbarse viendo a mujeres humilladas que sufren es violencia no sirve de mucho. Porque para ellos es lo "normal": vean si no cuáles son los vídeos más buscados en las plataformas de pornografía. 

Educar niños y niñas que sepan cuidarse y cuidar a los demás, y cuidar el planeta en el que viven es un desafío constante. El profesorado, los padres y las madres estamos solas frente a un puñado de señores que quieren perpetuar un sistema basado en las jerarquías y la violencia, y tienen todos los medios, porque ellos controlan la cultura, la educación, la información y el entretenimiento. 

Aun así, siento que mi pareja y yo no estamos solos, que hay mucha más gente tratando de dar herramientas a sus hijos e hijas para que sean libres, para que desarrollen el pensamiento crítico, para que sepan cómo, por qué y para qué les mandan esos mensajes a través de los relatos, para que puedan analizar la realidad y contribuyan a transformarla. 

Sé que no es fácil educarlos para que sean buenas personas, pero por mi parte haré todo lo posible para que Gael pueda serlo. Le estoy poniendo todo el amor y la energía del mundo, y aunque a veces me parezca una tarea descomunal, sacaré fuerzas de donde pueda, y seguiré buscando la manera de que no tenga que elegir entre machos violentos y cabreados, y princesitas obedientes. 

Desde hoy sé que en los rincones, escondidos, están los unicornios de colores.

Coral Herrera Gómez 

18 de marzo de 2022

El cambio empieza en ti: dos preguntas para empezar




No te gusta el mundo en el que vives. No sabes por dónde empezar para cambiarlo. Lo personal es político: el cambio empieza en ti.

Vivimos en un sistema de dominación y explotación basado en las jerarquías, en la violencia, y en la opresión de las mujeres, las niñas y los niños, los animales y demás seres vivos. Se llama Capitalismo, se apellida Patriarcado.

Si queremos transformar este mundo, podemos empezar trabajando por dentro para tomar conciencia de cómo lo sufrimos, y cómo lo ejercemos. Para liberarnos de sus mandatos, revisar nuestros privilegios y cambiar la forma en que usamos nuestro poder, podemos hacernos dos preguntas.

La primera es:

¿Cómo me aprovecho yo de las mujeres de mi entorno social y familiar?


Y la segunda:

¿Cómo me beneficio yo de la pobreza y la explotación laboral, doméstica, sexual y reproductiva que sufren las mujeres y las niñas más pobres del planeta?

Sobre sus hombros y en sus cuerpos se sustenta todo el sistema capitalista y patriarcal. En las casas, en las fábricas, en el campo, en los burdeles, en las granjas de bebés, en la ropa que usamos y los alimentos que comemos: todos nos beneficiamos de alguna forma.

Lo personal es político: nuestros cambios personales se convierten en cambios colectivos. Empecemos por nuestras propias vidas, nuestra forma de relacionarnos con los demás, nuestra forma de producir y consumir.

#SeLlamaCapitalismo #SeApellidaPatriarcado #Mujeres #Explotación #DerechosHumanos #DerechosDeLasMujeres #lopersonalespolítico

17 de marzo de 2022

Cómo defendernos del negacionismo sobre derechos humanos

Ilustración de Cristina Troufa


Gracias a la ciencia podemos conocer y entender la realidad en la que vivimos, o al menos, acercarnos a ella de una manera aproximada. Todos los días se publican informes en el mundo, de instituciones nacionales e internacionale,  organismos no gubernamentales, universidades e institutos de investigación, que nos ofrecen cifras sobre la cantidad de gente que sufre la pobreza, el hambre, la explotación laboral, el analfabetismo, las enfermedades, la violencia. 

Las ciencias sociales nos dan datos sobre los salarios, la gente que tiene que emigrar, la salud mental y emocional de la población, la discriminación que sufren determinados colectivos por cuestiones de edad, nacionalidad, orientación sexual, color de piel, capacidades, aspecto físico, etc. 

Gracias a estos datos podemos saber cómo van los avances en derechos humanos en cada país, cuántas mujeres sufren discriminación, explotación y violencia machista, y con esos datos podemos tomar medidas para transformar la realidad, aprobar leyes para cambiar la sociedad, crear políticas públicas para trabajar por un mundo mejor. 

La mayoría de los políticos generalmente ignoran esos datos porque gobiernan para un pequeño grupo de banqueros y empresarios, y necesitan que todo siga como está. Pero además, los políticos de derechas y de extrema derecha niegan la realidad para frenar los avances que vamos haciendo con nuestras luchas sociales. Y ya lo hacen sin complejos: se acabó la corrección política y la moderación. 

Ayer mismo en España, dos políticos negaron la veracidad de los datos que tenemos sobre la violencia machista y la pobreza. Y la mayoría de los medios difundieron sus palabras sin ofrecer datos de la realidad para desmentirles.

Estamos hablando de un país con más de mil mujeres asesinadas a manos de sus parejas en los últimos diez años, de una país en el que se denuncia una violación sexual cada cuatro horas, un país con casi 11 millones de pobres de los cuales la mitad sufren pobreza severa, y la mayoría son mujeres sin pareja y con hijos. 

Estamos viviendo en la época de la posverdad, creada con la complicidad de los medios de comunicación, que difunden bulos y dan voz al negacionismo y plantean los temas como si fueran un asunto de opinión, no una realidad contrastada con cifras y estudios cualitativos y cuantitativos. ¿Sabéis por qué es tan peligro este discurso negacionista? 

Porque en Alemania negaron el holocausto nazi mientras estaba sucediendo, con el olor a cadáveres calcinados humeando en las chimeneas de los campos de concentración. 

Con sólo negar la existencia de estos campos de concentración crematorios, y la ayuda de los medios, la opinión pública miró para otro lado y se pudo exterminar a millones de personas. 

Hoy es delito en Alemania negar el holocausto. 

Es muy peligroso para nosotras que la gente no vea la estructura patriarcal sobre la que se sustenta nuestra opresión, somos la mitad de la Humanidad. 

Nos pone en peligro que la gente, aún teniendo datos fiables de fuentes fiables, se dedique a negar el acoso que sufrimos en redes, en las calles, en los centros de estudio y de trabajo, en el hogar. 

Es muy peligroso que nieguen la existencia de los campos de concentración para mujeres esclavizadas, los abusos sexuales que sufrimos en la infancia, el acoso en discotecas y conciertos, las violaciones grupales, los matrimonios forzados, las maternidades forzadas, la mutilación genital femenina, la brecha salarial, el desempleo, la precariedad y la falta de derechos que sufrimos en todo el mundo. 

Hay muchos países en los que no se hacen estas investigaciones, pero más grave aún es que en los países que sí tenemos datos, los políticos y los medios se dediquen a negarlos para manipular a la población. Negar la falta de derechos es violencia. 

¿Qué podemos hacer nosotras para defendernos? Podemos exigirle a los medios que dejen de funcionar como altavoz de los discursos negacionistas del trumpismo. Debemos pedirle al gobierno leyes que nos garanticen el derecho a recibir información veraz y datos sobre la realidad. Podemos informarnos sobre quién financia a los medios, y aprender a leer la forma en que las industrias culturales construyen los relatos, y entender cómo nos manipulan a través de nuestras emociones más primarias . Podemos exigir al gobierno que garantice la plurarlidad y la diversidad informativa. 

Creo que frente a la desinformación y la intoxicación, nuestra única salvación es que las niñas y los niños puedan, en las escuelas, estudiar ciencias sociales, aprender a pensar por sí solos, aprender a leer la ideología que subyace a las noticias y a los productos culturales, y estudiar las técnicas de comunicación para manipular masas de gente. 

Hay que enseñar a las nuevas generaciones a entender cómo nos manejan a través de las emociones (el enfado, el deseo, el miedo), y cómo apelan a nuestros instintos más destructivos para manejar a las masas.

Si entienden cómo se construye la realidad, cómo se perpetúa a través de los mitos y los estereotipos, y cómo podemos cambiarla para que todas y todos podamos vivir mejor, les daremos las herramientas que necesitan para defenderse de la manipulación, la desinformación, los bulos y las fake news.

Coral Herrera Gómez

#negacionismo #desinformación #Cultura #educación #mediosdecomunicacion #Ideología #realidad #comunicación #manipulación #resistencia

14 de marzo de 2022

Asignatura fundamental para la Vida: La Ética del Amor y la Filosofía de los Cuidados





La clave del cambio que necesitamos está en los cuidados. Para acabar con el sufrimiento de la población y construir un mundo mejor, podríamos empezar enseñando en la escuela los valores de la Cultura de la No Violencia, la Ética Amorosa, y la Filosofía de los Cuidados.

Aprender a cuidarme a mí misma/o, cuidar mi hogar y los espacios que habito, cuidar a mi gente, cuidar la naturaleza y cuidar al planeta: es una fórmula sencilla para mejorar nuestras formas de relacionarnos y de organizarnos.  

La pandemia de suicidios y enfermedaes mentales demuestra que necesitamos con urgencia herramientas para parar la autodestrucción y frenar la violencia que ejercemos contra nosotros mismos/as, entre nosotros/as, y contra los demás seres vivos y el planeta.  

Es hora ya de aprender a cuidarnos y a cuidar nuestras relaciones: tenemos derecho a vivir una buena vida y a soñar con un mundo mejor. Y la Coeducación basada en los valores del ecofeminismo y el pacifismo es una herramienta muy poderosa para empezar los cambios que necesitamos. 

Los módulos de esta asignatura serían: 

1. Cuidarme a mí mismo/a: 

  - aprender educación sexual y emocional

  - aprender a construir una relación bonita con mi yo, aprender a quererme y a tratarme bien.,          

  - aprender a escucharme y a tener confianza en mi mismo/a

  - fortalecer mi autoestima

  -controlar mi ego y cultivar la humildad

  -aprender a cuidar mis palabras y la forma en que me hablo a mí misma y a los demás. 

  - aprender a cuidar mis emociones para que no me arrasen y no arrasen a los demás.  

  - adquirir herramientas para conocerme mejor y valorar mis habilidades y mis cualidades

  - trabajar en todo aquello que no me gusta de mí, aquello que me hace sufrir y hace sufrir a los   

     demás.

  - aprender a hacer autocrítica amorosa y trabajarme para ser mejor persona

  - aprender a cuidar mi salud mental y emocional 

  - aprender a cuidar mi salud sexual y a disfrutar de mis relaciones

  - aprender a valorar mi vida y a cuidarme la salud: conocimientos básicos de higiene, nutrición y bienestar 

  - aprender a ser responsable de mi bienestar y mi felicidad.

  - aprender mis Derechos Humanos fundamentales, y los de los demás. 

  - aprender a ser leal conmigo mismo/a.



2. Cuidar a los demás

  - aprender las artes de la asertividad y la Comunicación No Violenta

  - aprender a pensar en el Bien Común

  - entender las estructuras de relación humanas y las jerarquías de poder para cambiar mi forma de   relacionarme.

  - aprender a usar mi poder y entender cómo utilizan los demás el suyo.

  - aprender a cooperar y a construir redes de apoyo mutuo, 

  - desarrollar la empatía. la solidaridad y el compañerismo,

  - desaprender a divertirnos haciendo sufrir a los demás. 

  - aprender a relacionarnos desde el respeto y los buenos tratos.

  - análisis y deconstrucción de los valores del individualismo (egoísmo, narcisismo, etc)

  - reflexionar sobre el sufrimiento, la maldad y la crueldad 

  - desaprender los valores de la acumulación y el acaparamiento

  - aprender a compartir y a trabajar en equipo,

  - aprender a tejer alianzas y redes de apoyo mutuo.

  - aprender a resolver conflictos sin usar la violencia

  - entrenar para tomar conciencia del impacto que tiene en los demás lo que decimos, lo que deseamos, lo que pensamos y lo que hacemos. 

  - imaginar otras formas de relacionarnos y de querernos, libres de sufrimiento y explotación

  - reivindicar nuestro derecho y el derecho de los demás a disfrutar de una buena vida

 - cuidar a las personas mayores y a la infancia, cuidar a las personas y animales más vulnerables.

 - cuidar a mi pareja

 - cuidar a mis cuidadores

 -cuidar a mis mascotas y a mis plantas



3. Cuidar mi hogar y los espacios que habitamos, y cuidar mi planeta

 -aprender las tareas básicas para la supervivencia (higiene y limpieza, nutrición, salud física, mental y emocional)

 - asumir mi responsabilidad como ciudadana para la construcción de un mundo mejor.

 - aprender a disfrutar y a cuidar de la naturaleza y comprender el delicado equilibrio de nuestro ecosistema, 

 - adquirir inmunidad contra la intolerancia, las enfermedades de transmisión social y las fobias

 - aprender a valorar la diversidad biológica y cultural de nuestro planeta. 

 - imaginar otras formas de relacionarnos con el planeta y los demás seres vivos que lo habitan,

 - imaginar otras formas de alimentarnos, de producir, de relacionarnos.

 - imaginar modelos alternativos de organización social, política, económica, sexual y sentimental 

 - soñar con otros mundos e investigar con las herramientas de la ciencia para poder llevarlos a la realidad



En esta asignatura el tema transversal principal sería el de los Derechos Humanos, los movimientos sociales y los principios universales de la justicia social, la libertad, la paz, la solidaridad, los cuidados, y el amor.  

A nivel teórico, se trabajarían estos temas transversales: 

- Teoría de la cultura y los medios de comunicación: técnicas de construcción de la realidad y manipulación de masas.

- Teoría feminista e historia de la lucha por la liberación de las mujeres

- Teoría y movimiento ecologista

- Teoría y movimiento pacifista, antimilitarista.

- Estudios de masculinidades, antirracismo, diversidad y cultura de la no violencia. 


Durante todo el curso, las y los estudiantes podrán disfrutar pensando en las grandes preguntas de la Humanidad e imaginando alternativas al sistema actual: 

¿es la vida un fenómeno frecuente en el Cosmos?, ¿existen otras civilizaciones, o estamos completamente solos en un Universo descomunal y gigantesco?, 

¿por qué está amenazada la vida en nuestro planeta, por qué la estamos destruyendo sabiendo lo que estamos haciendo?,

teniendo los conocimientos y habilidades necesarias para salvarnos, ¿ por qué no no lo estamos haciendo ya?, 

¿cómo hacemos para acabar con la desigualdad y las jerarquías?, 

¿cómo hacemos para acabar con la violencia y las guerras?, 

¿cómo distribuimos los recursos entre todos y todas para acabar con la pobreza, la explotación y el sufrimiento?, 

¿cómo hacemos para que podamos vivir todos y todas mejor que ahora?, 

¿cómo hacemos para comunicarnos, para cuidarnos y para querernos mejor?


Esta asignatura mezcla lo personal con lo político: se trata de dotar al alumnado de la capacidad para pensar en el Bien Colectivo y en la Comunidad de seres humanos de este planeta, para desarrollar su capacidad de pensamiento crítico, para dotarles de herramientas que les permitan leer la ideología sbyuacente a los mensajes que reciben a través de los medios y las producciones culturales, para incentivar el estallido de su imaginación, para adquirir los valores básicos para tener buenas relaciones y para trabajar por un mundo mejor. 

Cuando la primera generación reciba estas enseñanzas y aprendan estos valores, podrán educar a sus hijos sin violencia y podrán ayudarles a generar sus propias herramientas para cuidarse y cuidar a los demás. 

Tenemos derecho a pedirle a los gobiernos que nos ofrezcan una educación ecofeminista y pacifista, basada en la ética del amor y la filosofía de los cuidados, porque el futuro de la Humanidad depende de nuestra capacidad para cuidar el planeta y para pensar en el Bien Común.

La revolución amorosa comienza en las escuelas y en las universidades: sólo necesitamos enseñar a las nuevas generaciones a crear sus propias herramientas para contribuir a la construcción de un mundo mejor. 


Coral Herrera Gómez 


En Inglés: 

The Ethics of Love and the Philosophy of Care: A fundamental subject for life.


Artículos relacionados: 

La Revolución Amorosa en la Coeducación















13 de marzo de 2022

Herramienta para trabajar mi violencia

 


A quienes os estáis trabajando la violencia desde la autocrítica amorosa: empezad por lo más sencillo, que es también lo más difícil y lo más urgente. Probad a cuidar vuestras palabras y acciones cuando os sintáis invadidos por la indignación, la cólera, la rabia, los celos, la frustración... 

Esos momentos de intensas emociones son los mejores para entrenar: tenéis que intentar expresar lo que sentís sin insultar, sin menospreciar, sin humillar, sin gritar, y sin hundir a la otra persona. 

Lo mismo con tu pareja que con tus hijos e hijas, lo mismo en casa que en el trabajo, en la calle o en las redes sociales: expresa tu dolor o tu cabreo sin hacer daño a nadie. 

Puedes desahogarte de mil maneras sin herir, puedes también alejarte hasta que te calmes. No puedes tratar mal a la otra persona, sea cual sea el motivo por el cual estáis en conflicto. 

Cuando te sientas mejor, explica cómo te has sentido y por qué, y trata de pensar lo que dices , y cómo lo dices, y en cuidar con mucho amor tus palabras. 

Es cuestión de ponerle conciencia y entrenar un poco cada día, en todos los espacios que habitas, y con toda la gente con la que tratas.

Cuídate y cuida a los demás, puedes poner en práctica la ética del amor y la filosofía de los cuidados a diario. No estás solo, no estás sola: piensa que somos cada vez más gente trabajando personal y colectivamente por un mundo libre de sufrimiento y violencia.

Coral Herrera Gómez

Qué puedes hacer si tu gente no quiere a tu pareja




Es muy duro cuando a tu gente querida no le gusta tu pareja, por los motivos que sean (tiene un carácter difícil, es conflitivo, es demasiado celoso, no tiene habilidades sociales, no trata bien a tu gente, alguna vez te ha tratado mal delante de los demás, hace cosas raras difíciles de explicar, o simplemente no te ven feliz a su lado). Es importante que sepas que no puedes cambiar la forma de ser de tu pareja, ni cambiar el sentir de tu gente, pero hay muchas otras cosas que sí puedes hacer: 

-preguntarles por qué no se sienten cómodos con tu pareja, y poner atención a sus respuestas, sin ponerte a la defensiva, y sin tratar de justificarle. Simplemente, no interrumpas y escucha con atención amorosa lo que te están diciendo.

- ten en cuenta que tú estás bajo los efectos del romanticismo y ya sabemos que cuando idealizamos a alguien, no lo vemos tal cual es. Pero piensa que los demás no están drogados como tú, y que pueden ver la realidad con mucha más claridad que tú.

- controla tus niveles de autoengaño: si a muchas personas no les gusta tu pareja, es difícil que todos estén equivocados y que tú tengas la razón.

- no te lo tomes a lo personal: tu gente te quiere mucho, pero no quiere a tu pareja. No le rechazan para dañarte, sino todo lo contrario.

-tienes que asumir que dadas las circunstancias, tendrás que separar los ámbitos de relación, y dedicar tiempo a tu pareja por un lado, y a tu vida familiar y a tus amistades, de la forma más equilibrada posible.

-si tu pareja no admite que dediques parte de tu tiempo libre a tu gente querida porque él no está incluido, tendrás que hacerle entender que tu red afectiva y social es sagrada y no piensas renunciar a ella.

- si tu pareja se victimiza y te hace chantaje emocional para que dejes de ver a tus seres queridos, ponle límites y explícale que no te vas a quedar sola con él, porque sola eres más vulnerable y dependiente.

-no te victimices ni le hagas chantaje emocional a tu gente para que acepten a tu novio y le inviten a las reuniones.

- si tu pareja te da a elegir, nunca le elijas a él: si te quiere de verdad, respetará tu necesidad de dedicar tiempo a tur redes amorosas.

-piensa que por mucho que te empeñes, es difícil que tu gente se de cuenta de lo maravilloso y buena gente que es tu novio, especialmente si él no se ha portado bien en algún momento.

-piensa que tu gente está siempre ahí para ti, pero que las relaciones necesitan cuidados, y que si solo dedicas tiempo a tu pareja, te puedes quedar aislada, y es peligroso.

-Para tratar de solucionar el conflicto, tienes que ser muy realista y muy respetuosa: no puedes imponer a tu gente que comparta espacios y tiempo con tu pareja.

-si a tus hijos e hijas no le gusta tu pareja, no les obligues a convivir con él, ni a compartir espacios.

- si tienes hijos e hijas con tu pareja, no los involucres en el conflicto y facilita la relación con tu familia para que puedan tener vínculos bonitos con ella.

-no te olvides que el amor romántico suele durar menos que tus relaciones amorosas con tu gente de toda la vida.

- déjate cuidar: no le ocultes información a tu gente para proteger a tu pareja. No te sientas avergonzada ni presionada, no te esfuerces en dar una buena imagen de tu relación, porque a la gente que te quiere, no la engañas.

-cuídate mucho, mantente conectada contigo misma, escucha tu corazón y tu mente, y pide ayuda profesional si crees que lo necesitas.

Coral Herrera Gómez 


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12 de marzo de 2022

Usos perversos del amor romántico



¿Para qué sirve el amor romántico?

 Aquí algunos de los usos perversos con los que los hombres patriarcales abusan de las mujeres en todo el mundo.

- El amor romántico es el arma perfecta para conseguir una criada gratis y disponible las 24 horas, los 365 días del año. La usan muchísimos hombres que no tienen autonomía y necesitan cocinera, limpiadora, enfermera, secretaria, psicóloga, niñera. Además quieren recibir cuidados sin tener que darlos, y que la mujer sirva con una sonrisa permanente, que sea complaciente y cubra sus necesidades sexuales. 

- El amor romántico también se utiliza para parecer un señor respetable y padre de familia.

- Para tener descendencia de tus propios genes. La mujer que te permite reproducirte se encargará de toda la crianza y educación de las criaturas, gratis.

- El amor romántico sirve como entretenimiento para hombres aburridos y con la autoestima muy baja, y para que los hombres puedan sentirse importantes, imprescindibles, necesarios, y sean tratados como dioses.

- Sirve para tener a las mujeres más autónomas y poderosas de rodillas, y también a las más vulnerables: con el amor romántico los hombres patriarcales pueden tener amantes jóvenes que necesitan ayuda para estudiar en la Universidad o para alimentar a sus crías. 

- El amor romántico puede servir también para que una mujer les mantenga, en unos casos, y para hacerse rico, en otros: los hombres patriarcales lo usan para emparentarse con familias de dinero, para estafar a mujeres, para vivir cómo reyes, para pedir créditos a nombre de la enamorada, para hacer negocios con sus ahorros y su patrimonio.

- Los traficantes también lo usan para secuestrar a niñas y adolescentes para el tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual y reproductiva: la técnica más eficaz para esclavizar mujeres pobres es enamorarlas, y después sacarlas del país para llevarlas a los campos de concentración en Europa.

La técnica para enamorar a mujeres es muy antigua: los hombres inflan su con la autoestima muy baja para que se crean únicas y especiales, bombardearlas con regalos, piropos, promesas de futuro. Una vez enamoradas hay que bajarles del cielo al infierno, retirando progresivamente las atenciones y los halagos, para que empiecen a sufrir y a sentirse inseguras.

En este momento, los señores patriarcales ya las tienen a sus pies y pueden manipularlas como quieren. Ellas se preguntarán una y mil veces por qué él se comporta así, y vivirán con la esperanza de que él vuelva a tratarlas como reinas. Por eso tardan en darse cuenta de que en realidad su papel es el de sirvientas.

Es urgente que las niñas y adolescentes conozcan estos usos perversos del amor romántico, que escuchen a las víctimas sometidas a explotación doméstica, laboral, sexual y reproductiva, tienen derecho a saber la verdad de la estafa romántica.

Las niñas tienen que armarse con herramientas para trabajar el ego y la autoestima, y para conquistar su propia autonomía emocional y económica. Es la única manera de que el amor romántico no les someta, y no les destroce la vida. 

No podemos seguir educando a las nuevas generaciones de mujeres para que se hagan adictas al amor romántico: es una droga muy potente que nos hace mucho daño. 

Tenemos que proteger a todas las mujeres de la sumisión química, y formar redes de apoyo mutuo para rescatar a las que caen bajo el poder de los manipuladores, narcisistas, maltratadores, estafadores, esclavistas y femicidas.

Nos va la vida en ello. 

Coral Herrera Gómez


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