1 de octubre de 2023

Los hombres que me gustan




Los hombres que me gustan 

No llevan traje y corbata

No usan relojes caros

No tienen coches de lujo

No son ricos ni famosos

No son hombres poderosos


Los hombres que me gustan 

No tienen cuerpos perfectos y musculados

No tienen millones pudriéndose en el banco

No son violentos ni agresivos,

No sueñan con ser presidentes, mafiosos o narcos.


Los hombres que me gustan no usan su fuerza y su poder para imponer sus deseos

No odian a las mujeres 

No se sienten superiores a ellas

No se sienten dueños de sus vidas

No buscan una sirvienta

Buscan a una compañera con la que compartir la vida y las tareas.


Los hombres que me gustan no le tienen miedo al amor ni a las mujeres, 

no le tienen miedo al sexo ni al placer femenino, 

son hombres con capacidad para dar y recibir cariño y ternura.


Los hombres que me gustan son hombres sensibles, 

honestos 

e inteligentes.


Son hombres que cuidan y 

se comprometen con las causas en las que creen, y con la gente a la que quieren.


Los hombres que me gustan son hombres que leen, estudian e investigan, 

hombres que escuchan, 

hombres que crecen y evolucionan, 

y se lo trabajan para ser mejores personas.


Los hombres que me gustan son 

los hombres que creen en la justicia social, en la igualdad, en la libertad, en los derechos humanos. 

Son hombres que crean un mundo mejor, y contribuyen desde su vida cotidiana a hacer real la utopía.

Los hombres que me gustan no se aprovechan de las mujeres más pobres para satisfacer sus deseos y cubrir sus necesidades, 

no se forran explotando a mujeres y niñas, 

no utilizan a sus parejas para liberarse de las tareas domésticas y vivir como reyes.

Los hombres que me gustan son hombres rebosantes de energía y de alegría de vivir, 

hombres que cuidan sus emociones para no sufrir y no hacer sufrir a los demás, hombres que no necesitan dominar ni someter a los demás. 

Son hombres que valoran y abrazan la vida.

Los que más me gustan son los hombres humildes y conscientes de sus límites, hombres que se revisan, se cuestionan a sí mismos, saben aceptar con deportividad las derrotas, y saben pedir ayuda cuando lo necesitan. 

Los hombres que me gustan son aquellos que disfrutan desnudando su alma, 

y saben hablar de sus emociones,

y se abren en canal ante ti, 

y pueden mostrar su vulnerabilidad sin miedo.

Son hombres leales a sus principios, hombres valientes que no obedecen los mandatos del patriarcado, que se rebelan ante los abusos de poder, que renuncian a sus privilegios masculinos porque saben que lo personal es político y que la revolución empieza dentro de uno mismo. 

Los que más me gustan son los que han tomado conciencia de que el frente de batalla de las mujeres está en la cama y en la casa. Y que si ellos cambian, los demás se contagian.

Los hombres que me gustan no niegan su racismo, se trabajan su racismo. 

Y su clasismo, su xenofobia, su machismo, su homofobia, y todas las enfermedades de transmisión social.

Los hombres que me gustan son honestos y sinceros, 

saben hacer autocrítica amorosa, 

saben cuidarse a sí mismos, 

y saben cuidar sus relaciones, también cuando se terminan.

Los hombres que me gustan me seducen con sus actos, no con discursos. Me encandilan con su forma de ser y de relacionarse, no con palabras vacías.

Los hombres que me gustan son los hombres que ya no hacen sufrir por amor a sus compañeras.

A mi me gustan y me encantan los hombres que aman y respetan la naturaleza, no se dedican a destruirla ni a destruirse a sí mismos. 

Son esos hombres que caminan descalzos, con los pies en la tierra, y a veces miran al cielo, y sueñan con un planeta sin pobreza, 

sin violencia 

y sin guerras.


Los hombres que me gustan son hombres autónomos que no necesitan criada. Son hombres que se trabajan sus patriarcados, y que se quitan la corona para aprender a relacionarse con las mujeres de igual a igual. 

Los que me gustan, son esos hombres en permanente construcción que están educando a sus hijos para que no sean como sus abuelos, y a sus hijas para que sean mujeres libres y autónomas.

Los hombres que más me gustan, sin duda alguna, son los que han comprendido la dimensión política del amor y los cuidados. 

Son esos hombres que cambian pañales, que limpian el cuarto de baño, que barren y friegan, que se intercambian recetas de cocina con los amigos. 

Son los hombres que hacen lavadoras, doblan y colocan la ropa, compran la comida, la cocinan y la sirven en la mesa. Son hombres que cuidan los espacios que habitan, y sus redes afectivas: no solo disfrutan de sus paternidades, también cuidan de sus padres, madres, hermanas y hermanos, nietos y nietas, cuidan a sus parejas, a sus amigos y amigas, y cuidan las comunidades a las que pertenecen. 

Son hombres con capacidad para reírse de sí mismos y para llorar contigo si lo necesitan. Son hombres que saben reconocer sus errores, aprender de ellos, y pedir una disculpa sincera.

Los hombres que me gustan son pocos,

pero los reconozco enseguida 

porque me miran a los ojos, 

me hablan de tú a tú, 

no me tienen miedo,

y me tratan como a una compañera.


Coral Herrera Gómez 






Coral Herrera Gómez, editorial Catarata, Madrid, 2019




Todos los libros de Coral Herrera 

29 de septiembre de 2023

El Abandono Intermitente




Abandono Intermitente: una de las violencias más comunes que ejercen los hombres patriarcales contra sus parejas es la de simular que están muy enfadados y muy dolidos, y desaparecer dos o tres días para estar con otras mujeres. 


Es un método muy efectivo porque sirve para dos cosas a la vez: por un lado, pueden hacerse una escapadita sin que les pillen, y dedicarles tiempo a sus amantes, o hacer una visita al burdel. 


Por otro lado, sirve para disciplinar a las mujeres: si a ellas les aterra que su marido desaparezca varios días,  intentarán ser complacientes y obedientes y no llevar la contraria a su hombre para que no se largue. Ellas no saben que ellos buscarán cualquier excusa para enfadarse cuando necesiten hacer sus escapadas, y no saben que ellos se están aprovechando de su sentimiento de culpa: son muchas las que asumen estos castigos porque llegan a creer que los merecen. 


Es una forma de sometimiento muy eficaz: si no se portan bien, si intentan limitar su libertad, tendrán su merecido.


Es un mecanismo de tortura psicológica, porque saben lo mucho que sufren algunas mujeres con el miedo al abandono total. Durante la ausencia, ellos no cogen el teléfono y no dicen donde están, algunas sufren paranoias y entran en un bucle de angustia y ansiedad que las agota, las amansa y las domestica. Ellos, cuando regresan al hogar, se hacen los víctimas para que ellas crean que la culpa de todo es de ellas: son ellas las que les obligan a largarse, porque ellos "no pueden más con la situación".

Muchas acaban pidiendo perdón, y entonces ellos las regalan una reconciliación bonita y una mini luna de miel por unos días para "compensar" el sufrimiento causado.

El abandono intermitente sirve para que las mujeres sean más sumisas y para que ellos puedan hacer uso del privilegio masculino a tener una doble vida con total impunidad. Es una estrategia masculina porque nosotras no podemos hacer lo mismo, especialmente si tenemos hijos y mascotas que cuidar. Desaparecer por unos días es un privilegio de aquellos hombres que pueden hacerlo, y muchos creen que en vez de un privilegio, es un derecho natural, porque llevan siglos usando este método de tortura psicológica y emocional contra sus compañeras. Cuanto más dependientes son ellas, más miedo al abandono sufren, y peor lo pasan. 

Lo llaman amor tormentoso, o amor tóxico, pero es terrorismo machista.

¿Os ha pasado alguna vez a vosotras con alguna pareja?, ¿conocéis a mujeres que lo sufren? 

#abandonointermitente #violenciapsicológicayemocional

#malostratos

#ViolenciaContraLasMujeres  #TerrorismoMachista

Coral Herrera Gómez





 ¡Vente con nosotras al Laboratorio del Amor! ❤️



27 de septiembre de 2023

¿Por qué nos cuesta encontrar pareja a las mujeres?



Si a las mujeres de hoy en día nos cuesta tanto encontrar pareja es porque es muy difícil encontrar hombres capaces de cuidarse a sí mismos y cuidar sus relaciones. 

Son muy pocos los hombres que no se aprovechan de las mujeres de su vida. El gran privilegio masculino es poder recibir cuidados sin darlos, y son muy pocos los que están dispuestos a tener relaciones de cuidados mutuos en las que haya reciprocidad. 

Las mujeres a menudo caemos en la trampa que nos tiende el patriarcado cuando nos promete que nuestro amor transformará a nuestra pareja de forma mágica. Nos han hecho creer a todas que los hombres pueden cambiar si aguantamos, si soportamos, si tenemos paciencia, y que habrá premio para las que se sacrifiquen y sufran mucho. 

El "premio" es que tu pareja pase de ser un ogro a convertirse en un príncipe azul: si te quedas a su lado, el egoísta mentiroso se convertirá en un hombre honesto, leal, y fiel. Tu amor le curará de sus adicciones, de su mal genio, de su machismo, y si le ayudas a resolver sus problemas, te amará para siempre. 

Nosotras ya no creemos en los milagros románticos y sabemos que no hay recompensa por sufrir por amor, También sabemos que nadie cambia si no lo necesita, y que nosotras no podemos autoengañarnos más, ni dejar que nos engañen: es nuestro deber estar lúcidas, ser realistas y prácticas, y tener los pies sobre la tierra. 

Es un despilfarro de tiempo y energía intentar "educar" a los hombres y ayudarles a crecer y a desarrollarse como personas para que sean adultos funcionales. Ellos viven mejor en una eterna adolescencia, con una mamá que se encargue de todo: a nosotras no nos sale a cuenta batallar en una lucha de poder sin fin que no vamos a ganar. 

Nadie cambia si no lo necesita. Si los hombres no cambian es porque están muy cómodos así. 

La vida les sonríe, viven como reyes en sus hogares, ¿por qué iban a querer cambiar?

Nosotras sí necesitamos cambios, por eso estamos yendo a terapia, por eso trabajamos en nuestro crecimiento personal, leemos y nos formamos, escuchamos podcast, hacemos cursos, devoramos libros, y creamos grupos de mujeres que se están trabajando sus patriarcados y están trabajando en su liberación. 

Los hombres tienen un trabajo descomunal por delante, pero aún no han empezado. Se resisten profundamente a los cambios, algunos son profundamente conservadores, reaccionarios y anti feministas, y aunque parezcan muy modernos o progeres, siguen pensando como sus abuelos: que las mujeres hemos venido al mundo a servirles, y que cuanto más dócil y sumisa sea una mujer, mejor para ellos. 

La gran mayoría de los hombres necesitan trabajar a fondo su machismo, y su miedo y rechazo hacia el amor y las mujeres. Pero también necesitan curar los traumas de la infancia y las heridas de la adolescencia, aprender a hacer autocrítica amorosa y a trabajar por dentro para ser mejores personas, a cuidar su salud mental y emocional, a identificar y a expresar sus emociones sin hacer daño a nadie, a resolver conflictos sin violencia, a ser honestos, a cuidar sus relaciones, y a cuidarse a sí mismos. 





Si los hombres no se quieren a sí mismos, ¿cómo nos van a querer a nosotras?

Si no se comprometen consigo mismos, ¿cómo van a comprometerse con nosotras?

Ellos van buscando criadas, nosotras vamos buscando compañeros.

Nosotras ya llevamos un largo recorrido, ellos apenas están empezando. 

No podemos quedarnos sentadas esperando, ni rebajar nuestro nivel para que nos alcancen. Empeñarse en que el marido se comporte como un compañero es una tarea muy ardua, y es muy frustrante pasarse la vida peleando. 

Creo que lo mejor para nosotras es admitir que no es fácil encontrar un compañero con el que disfrutar del sexo y del amor en igualdad y en libertad. 

No hay apenas hombres capaces de construir relaciones igualitarias, y nosotras nos jugamos mucho en el amor, porque en ocasiones puede ser una trampa mortal: las mujeres emparejadas son las que más violencia sufren en el mundo. Algunas pasan 50 años de su vida sufriendo explotación doméstica y explotación emocional, abusos, violaciones y malos tratos, y algunas de ellas son asesinadas por sus maridos. 

Así que no podemos correr riesgos: tenemos que protegernos mucho y aprender a cuidarnos en el amor. 

A nosotras lo que más nos conviene es trabajar en nuestra autonomía económica y emocional, y ser muy selectivas a la hora de buscar pareja. Nunca debemos conformarnos con hombres que no dan la talla y que no tienen la altura necesaria para tratarnos de tú a tú. 

No debemos resignarnos a la idea de que "los hombres son así"

Tenemos que tomar conciencia además que una vez que nos metemos, es muy difícil echar para atrás.

 Cada vez es más difícil salir de la cárcel del matrimonio, porque no tenemos dinero para divorciarnos: hoy separarse es un lujo al alcance de muy pocas mujeres.  

Así que hay que pensarselo mucho a la hora de compartir la vida con un hombre. 

Después de darle muchas vueltas, algunas de nosotras hemos llegado a la conclusión de que se está mejor soltera que mal acompañada y que en caso de enamoramiento, la mejor fórmula es la de "tú en tu casa y yo en la mía", la única forma de que los hombres más machistas no te traten como a una sirvienta.

Estoy convencida de que los hombres empezarán a hacer cambios cuando no encuentren pareja y se queden solos. Será entonces cuando empiecen a adaptarse a los nuevos tiempos y a hacer todo el trabajo interno que ahora no quieren hacer. 

Mientras llegue ese momento, nosotras avanti, imparables, siempre hacia delante, en el camino hacia la liberación y hacia la Buena Vida.

Mientras ellos se lo piensan, nosotras sigamos soñando y trabajando por una vida mejor y un mundo mejor. 

Pongamos el foco en nosotras mismas, y en la gente que nos quiere y nos cuida.

Sigamos juntas el camino con otras mujeres, ellos que se queden atrás si quieren.


Coral Herrera Gómez


Otros artículos: 

Los hombres, mejor como amantes

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Son muy pocos hombres

No te cases nunca: vamos a contar verdades

Declaración Universal de los Privilegios del Hombre

Los hombres que no cuidaban a las mujeres

Dejar de maternar hombres adultos, y empezar a maternarse a una misma

La Revolución de los Cuidados

Prólogo del libro: Hombres que ya no hacen sufrir por amor



Todos los libros de Coral Herrera Gómez




Escuchalos aquí 






19 de septiembre de 2023

Coral Herrera en México: Universidad Autónoma de Guerrero

septiembre 



MÉXICO


UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO



Sesión de clausura en el V Diplomado Internacional en Igualdad de Género y Derechos Humanos


Universidad Autónoma de Guerrero


20 de septiembre,  Conferencia en Acapulco





21 de septiembre, taller en Acapulco






22 de septiembre, Conferencia en Chilpancingo




septiembre 


MÉXICO

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO





21 de septiembre, taller en Acapulco




22 de septiembre, Conferencia en Chilpancingo






12 de septiembre de 2023

No es necesario que te rompan el corazón: puedes aprender a amar sin sufrir



El amor es un arte, afirmó Erich Fromm. Y como en todas las artes, podemos investigar, estudiar y practicar para poder disfrutarlo más.

Para conocer mejor nuestra cultura amorosa, y para conocernos a nosotras mismas, no hace falta pasar por varias relaciones desastrosas.

Aprendemos a golpes y a patadas, desde la más tierna infancia: nos gritan y nos castigan "para que aprendamos", nos pegan mientras afirman: "lo hago por tu bien".

No, lo haces porque no sabes manejar tus emociones y no tienes más herramientas pedagógicas. Hay otras formas de educar que no usan el sufrimiento y no dañan la salud mental y emocional, y estos métodos también están avalados por la Ciencia, que por fin ha derribado el mito de que "la letra con sangre entra". La tortura y el machaque psicológico solo dan placer al que la ejerce, y pueden servir para obligar a memorizar contenidos, pero no para asimilarlos ni comprenderlos.

Cuando vamos creciendo, nos repiten una y otra vez que para estar guapa hay que sufrir, para vivir un romance hay que sufrir, para sacarse una carrera hay que sufrir, para cumplir tus sueños hay que pasarlo mal.

No es cierto.

No es verdad que para aprender tienes que sufrir y pasarlo mal. No es cierto que para vivir mejor tienes que sacrificarte, dejar de vivir la vida, y destrozar tu salud mental y emocional.

Hoy la ciencia afirma que nuestro cerebro aprende más y mejor cuando algo nos interesa o nos apasiona. Los seres humanos aprendemos desde el goce, crecemos, maduramos y nos hacemos más sabias cuando disfrutamos adquiriendo nuevos conocimientos, cuando nos mueve la curiosidad y el placer de saber, de conocer, de experimentar.

No es necesario vivir un trauma para ser más consciente y para tener más herramientas para la supervivencia: también podemos investigar, leer, escuchar, debatir y entrenar en las artes del Buen Vivir. Y precisamente cuanto más sabes del amor, más te cuidas a tí, y más cuidas tus relaciones.

El sufrimiento no es necesario para ser mejores personas, ni para crecer, y la prueba está en los niños y las niñas, mirad cómo se convierten en genios y en expertos cuando algo les apasiona.


Lo de atravesar el valle de lágrimas para llegar al paraíso es un mito religioso.


Esforzarse no es sinónimo de sufrir, es una forma de trabajar que requiere de tí mucha energía y mucho tiempo, muchas ganas y mucha actitud.


Yo recuerdo que me esforcé mucho en la Universidad, pasé muchas horas leyendo y estudiando, pero no fue un infierno. Lo hice disfrutando, y si pudiera, me pasaría la vida haciéndolo.


Aprender el arte de amar es como aprender el arte de conducir. No es necesario chocar mil veces contra otros coches, ni estamparse cien veces en un muro.


Tú no coges un coche a lo loco porque no quieres matarte. Lo que haces es apuntarte a una autoescuela, estudiar las señales, entender el código del tráfico, y luego ensayar y entrenar con ayuda profesional hasta que estás lista para presentarte al examen. Sigues las normas de seguridad, respetas el límite de velocidad, te pones el cinturón. Y si haces muchos kilómetros, con la práctica te conviertes en una experta.


Este es el enfoque que aplico yo en mis clases, en mis cursos, en mis talleres y en mi Laboratorio del Amor: ahorrarnos todo el sufrimiento posible, y aprender desde el disfrute. 


El arte de amar requiere de trabajo personal, es cuestión de tomar conciencia y entrenar: podemos aprender a querernos y a cuidarnos mucho antes de que nos rompan el corazón.


Podemos aprender a aceptar nuestro cuerpo y nuestra vida antes de desarrollar una enfermedad mental, emocional o física.


Podemos desarrollar habilidades para comunicarnos, para dialogar, para resolver nuestros conflictos sin violencia.


Podemos entrenar para aprender a negociar con la pareja y con todas nuestras relaciones, y a defendernos del abuso de los demás.


Podemos tomar conciencia de las violencias que sufrimos y ejercemos, podemos hacer autocrítica amorosa y empezar a trabajar en todo aquello que nos hace sufrir, y hace sufrir a los demás. 


Podemos aprender a valorar lo que tenemos y a disfrutar de la vida sin necesidad de vernos al borde de la muerte.


Podemos ser mejores sin tener que bajar a los infiernos: se trata de tomar conciencia, de atreverse a iniciar el camino del autoconocimiento, de empezar a fabricar nuestras propias herramientas para intentar disfrutar de la vida. Se trata de aprender a cuidar la relación contigo misma, y cuidar tus relaciones con los demás seres vivos.


No es necesario que te rompan el corazón mil veces: puedes aprender disfrutando, ensayando, entrenando día a día con toda la gente de tu entorno, y haciendo frente a las situaciones siendo conscientes de las estructuras con las que nos relacionamos. 


Y si lo hacemos en grupo, es mucho más fácil y más divertido que si lo hacemos solas. Rodeada de amor del bueno, se avanza y se aprende mucho más. 



Coral Herrera Gómez 




Si quieres aprender con nosotras, 


¡vente al Laboratorio del Amor!






Si quieres leer sobre el tema, aquí tienes mi último libro: 

100 preguntas sobre el amor 




Todos los libros de Coral Herrera 


10 de septiembre de 2023

Nuevo curso en el Laboratorio del Amor





El Laboratorio del Amor tiene nueva imagen y nuevos precios, ¿te apuntas con nosotras? 



¿Qué es la Comunidad de Mujeres? 

En la Comunidad de Mujeres nos acompañamos unas a otras en nuestros procesos de sanación, liberación y crecimiento personal.

Es un espacio permanente de escucha amorosa y apoyo mutuo: es el lugar en el que aprendemos a identificar lo que nos queremos trabajar para ser mejores personas, para vivir mejor, para tener una relación más bonita con nosotras mismas, y con los demás. En la comunidad compartimos lo que estamos aprendiendo con las demás, y nos ayudamos unas a otras.

Trabajamos juntas para llevar la teoría a la práctica, para desmitificar el amor romántico y para liberarnos de todo aquello que nos hace sufrir y no nos permite avanzar.

En la Comunidad de Mujeres nos dedicamos a construir conocimiento colectivo y a fabricar las herramientas que necesitamos para conocernos mejor a nosotras mismas, para entrenar en el arte del Autoconocimiento y el Autocuidado, y para aprender a cuidar de nuestras emociones y de nuestras relaciones. 

Mujeres que leen : una vez al mes nos juntamos en directo para leer juntas y para charlar sobre las lecturas. Son encuentros virtuales y los celebramos generalmente los domingos.

El resto del tiempo nos conectamos cuando queremos, charlamos en los foros, compartimos recursos y materiales, hacemos ejercicios y nos damos apoyo emocional.

Somos mujeres muy diversas, de todas las edades: puedes unirte a nosotras cuando quieras, cualquier día del año, y permanecer el tiempo que desees. 


Cursos del Laboratorio 

Los cursos son asincrónicos, es decir, en diferido: no hay horarios, puedes trabajar a tu ritmo y decidir cuánto tiempo le dedicas cada semana.

Encontrarás una ruta de trabajo, pero puedes organizarte a tu manera, y por supuesto, quedarte el tiempo que quieras.

Puedes apuntarte cuando quieras, permanecer un mes o tres meses, y al entrar pasas a formar parte de la Comunidad de Mujeres durante todo el tiempo que estés con nosotras.

Si haces click en las imágenes, puedes obtener más información sobre cada curso, y apuntarte con el botón de inscripción.


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Precios


Comunidad de Mujeres 1 mes: 50 euros

Incluye una sesión en el circulo de lectura virtual  Mujeres que leen.


Si además quieres hacer un curso:

Mujeres que se separan + 1 mes: 75 euros

Podrás estar un mes en la Comunidad de Mujeres, participar en el curso de un mes, y asistir a una sesión de Mujeres que leen.

Mujeres que se liberan + 3 meses: 100 euros

Incluye el curso, 3 meses en la Comunidad de Mujeres, y 3 sesiones de Mujeres que leen

Mujeres que trabajan con mujeres + 3 meses: 100 euros

Incluye el curso, 3 meses en la Comunidad de Mujeres, y 3 sesiones de Mujeres que leen

1 año: 350 euros

Incluye acceso a todos los cursos, y a todas las sesiones de Mujeres que leen. 


                                           Ya puedes inscribirte aquí 





Mujeres que se liberan, en Sevilla


Mujeres que se liberan: mi plan de liberación

Impartido por: Coral Herrera.

Formato: presencial

Dónde: Sala Mera, Sevilla

Día: Sábado 14 de octubre 2023

Horario: de 16 a 21h.

Ubicación: calle María Ràfols, 21

Contenido del taller: 

En este taller vamos a elaborar un plan de liberación personal y colectivo para empezar la Revolución por una misma. 

Nos vamos a liberar de la culpa, del miedo, de la guerra contra nosotras mismas, del autoengaño y el autoboicot, de la voz patriarcal que llevamos dentro. 

Nos vamos a liberar del pasado, del machismo, de los mitos, y de todo aquello que nos hace sufrir y hace sufrir a los demás.

Y nos vamos a liberar juntas: en este taller vamos a fabricar nuestras propias herramientas para trabajar en el autoconocimiento, la autoestima, el autocuidado, la autonomía y la autocrítica amorosa. 

Y vamos a poner en el centro el disfrute, el placer y los cuidados para aplicar la teoría feminista a nuestras vidas cotidianas, ¿te vienes?

El objetivo es liberarnos haciendo unos pactos con nosotras mismas que nos permitan vivir mejor, sufrir menos y disfrutar más de nuestros afectos, nuestra sexualidad y nuestras relaciones amorosas.


Precios:

Taller presencial: 30 euros


Taller presencial + 1 mes en el Laboratorio del Amor: 60 euros


¡Vente al #FindeFeminista en Sevilla que ha organizado Alicia Murillo Ruiz!

tienes toda la información en la web de la Sala Mera ❤️



Y si no puedes venir presencialmente, 

Únete virtualmente: 

puedes apuntarte al curso virtual de Mujeres que se liberan en el Laboratorio del Amor.


2 de septiembre de 2023

Redes sociales libres de violencia: un derecho fundamental de las mujeres



Yo trabajo desde hace años para Zuckerberg, Musk, y todos los dueños de las redes sociales. No me pagan: yo creo contenido para ellos, y ellos me dan visibilidad para poder vender mis libros, conferencias, talleres y cursos. A ratos quisiera dejarles porque me siento muy mal tratada, pero dependo de ellos porque soy trabajadora autónoma. 

Los algoritmos de estos hombres solo me viralizan cuando sufro ataques, porque sus redes se alimentan del odio. La gente se engancha a determinados temas principalmente desde la ira o el miedo, así que cuando hay polémicas y linchamientos públicos, los algoritmos te traen a muchas personas que no te conocen pero que disfrutan mucho en las lapidaciones públicas. 

¿Que ocurre cuando quieres defenderte y pides protección? Que si eres mujer y eres feminista, no puedes denunciar por delito de odio. Solo se pueden denunciar discursos de odio contra la población diversa: la misoginia y el anti feminismo no figuran en la lista de motivos para denunciar. Me siento no solo desprotegida, sino que además me echan a los leones y me usan para generar enganche.

Después de las amenazas de muerte que recibí en Twitter , los haters me han dejado tranquila. Pero estos días han venido cientos de mujeres y hombres machistas a una publicación sobre Jennifer Hermoso en mi página Coral Herrera Gómez Fanpage , y otra vez estoy recibiendo mensajes cargados de odio y desprecio, públicos y privados. 

Y no paro de preguntarme: sabiendo como saben ellos que las defensoras de los derechos humanos somos las que más violencia recibimos, las que más cancelaciones sufrimos, y las que más abandonamos estas redes cuando sufrimos acoso, ¿es que quieren que nos callemos todas, que nos vayamos todas, y sólo queden aquí trogloditas machistas y gente tóxica vomitando odio?

Llevamos años pidiendo unas redes sociales libres de violencia, unas redes que sean seguras para las mujeres, y que garanticen nuestro derecho a expresarnos, a comunicarnos, a debatir y a aprender, a mostrar nuestro trabajo, a compartir información y a organizarnos entre nosotras. 

Tenemos derecho a navegar y a relacionarnos en Internet con libertad, y sin miedo. 

Yo seguiré hablando del amor, de los buenos tratos, de la no violencia, del compañerismo y el apoyo mutuo, porque creo que el amor es más fuerte que el odio, y porque las redes, igual que las calles, también son nuestras.

Que tengáis un buen fin de semana ❤️

#redeslibresdeviolencia #redeslibresdemachismo 

#ElAmorEsMasFuerteQueElOdio


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29 de agosto de 2023

Los hombres necesitan su propia utopía





Las mujeres también somos patriarcales, en el mundo hay millones de mujeres machistas. La diferencia con los hombres es que nosotras tenemos un movimiento internacional y una propuesta teórica para cambiar la sociedad y mejorarla: el feminismo. 

Con el feminismo, las mujeres hacemos pedagogía y activismo social, luchamos por nuestros derechos, y creamos redes de apoyo mutuo. Gracias a la teoría feminista las mujeres podemos hacer autocrítica amorosa para tomar conciencia y liberarnos de los patriarcados que llevamos dentro, y ayudar a las demás mujeres a que se liberen también. 

Mientras que los hombres no tienen un movimiento propio para luchar contra las jerarquías, los mandatos de género, el abuso, la explotación y la violencia machista. Si los hombres se uniesen para luchar contra el patriarcado y el capitalismo, y tuviesen su propia utopía social, también podrían liberarse, hacer pedagogía y autocrítica, y podríamos trabajar juntos para construir un mundo mejor. 

Este es un pensamiento que me viene siempre que leo a los hombres que protestan porque a ellos los matan más, y es cierto: los hombres no solo nos explotan a nosotras, también se oprimen y se matan entre ellos. Pero la mayoría no logra entender que esta forma de relacionarse desde la dominación y la violencia es una estructura, y siguen creyendo que la lucha feminista es una guerra de sexos. 

Así que a los hombres aún les queda mucho camino hasta que logren comprender cómo usan su poder, cómo sufren y como ejercen el patriarcado. 

El primer paso es que entiendan que lo personal es político, y que la transformación de la sociedad es tanto individual como colectiva. Hay que empezar por uno mismo, y después juntarse con otros que estén en ello, y solo cuando sean muchos, podrán transformar la estructura con la cual nos organizamos y nos relacionamos. 

Y entonces podrán ponerle un nombre propio a su lucha, y podremos crear alianzas y caminar juntos hacia la utopía.

#movimientodeliberación #mujeres #hombres #Utopías  #masculinidades #feminismo

#MujeresEnLucha  #OtroMundoEsPosible


Coral Herrera Gómez


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27 de agosto de 2023

Disfrutar del amor: Podcast de Coral Herrera

 



¿Has escuchado mi podcast "Disfrutar del amor"? 

Son diez episodios cortos: 

1. Yonkis del amor 

2. ¿Y si no llega nunca el amor de mi vida?

3. Autonomía emocional: el amor no se exige ni se mendiga

4. Cómo trabajar el Ego para el Amor

5. Duelos y rupturas: cómo sufrir menos

6. ¿Por qué disfrutan haciendo sufrir a las mujeres?

7. ¿Cómo aprendemos a amar? Diferencias entre mujeres y hombres 

8. Cómo trabajar la dependencia emocional

9. Mujeres que sobreviven a la estafa romántica

10. Herramientas para disfrutar del amor


El programa está en iVoox y Spotify: 



 

 

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