Hoy cumplimos 6 años juntas en el Laboratorio del Amor,
y para celebrarlo, hemos activado 10 becas
y hemos lanzado una oferta para que podáis suscribiros
a la Comunidad de Mujeres por solo 15 euros al mes.
¡Hasta el 3 de julio!
Hoy cumplimos 6 años juntas en el Laboratorio del Amor,
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Ningún hombre nace violento: les enseñamos a serlo.
La violencia masculina no es innata, no es natural, su origen no es biológico ni genético. Los niños aprenden el machismo y la violencia en casa, en la calle y en la escuela, y lo interiorizan a través de los chistes, los refranes, las canciones, los juguetes, los anuncios publicitarios, los cuentos, las noticias y los programas de televisión, las series infantiles, las películas, el porno, los videojuegos, los vídeos de YouTube y Tiktok, y las redes sociales.
Ni el machismo ni la violencia están en el ADN masculino. Los bebés nacen todos siendo buena gente, pero vivimos en una cultura patriarcal que mitifica y ensalza al macho violento, y que no nos ofrece apenas ejemplos de masculinidades no violentas, ni tampoco nos ofrece herramientas para resolver nuestros conflictos sin violencia.
Es urgente derribar la educación patriarcal que están recibiendo millones de niños y niñas en el mundo a base de estereotipos, mitos, creencias erróneas y mandatos de género. La violencia, lo mismo que se aprende, se desaprende también.
#LaViolenciaNoEsNatural
#ElMachismoSeAprende
3 consejos para trabajarte la autoestima desde el método de la autocrítica amorosa:
1) El trabajo de la autoestima, mejor en buenas compañías. Aprender a cuidarse a una misma es un trabajo personal, pero también es colectivo: somos muchas mujeres tratando de construir una relación bonita con nuestro propio yo, y si nos juntamos, es más fácil que podamos disfrutar del viaje. Podemos aprender mucho unas de otras, y compartir nuestros aprendizajes y saberes para que todas avancemos juntas.
Además, es importante que entendamos que la autoestima se construye en relación con la gente. Nos han hecho creer que la autoestima es un trabajo que hacemos en soledad, pero en realidad sólo podemos poner en práctica la teoría interaccionando con los demás.
Son tus relaciones con la gente las que te permiten analizar si tu trabajo avanza, si te estás tratando bien a ti misma, si te tratan bien, y si sabes tratarles bien. Porque trabajamos la autoestima no sólo para aprender a querernos bien y para cuidarnos a nosotras mismas, sino también para aprender a querer bien y para cuidar nuestras relaciones.
El objetivo es tener una buena relación contigo misma, y a la vez poder también construir relaciones igualitarias, sanas, equilibradas con los demás. La única forma de construir relaciones libres de sufrimiento y violencia es que todos y cada uno de nosotros y nosotras nos lo trabajemos a fondo para fabricar las herramientas que necesitamos.
En la medida en que aprendes a cuidarte más y mejor, también aprendes a cuidar las relaciones que te hacen feliz, y a alejarte de aquellas que te hacen sufrir. En la interacción social es donde podrás darte cuenta de muchas cosas: si florecen las semillas que has ido sembrando en tu trabajo personal, si tienes una relación bonita contigo misma, y si estás aprendiendo a cuidarte a ti misma.
2) No hay trabajo de autoestima sin trabajo de autocrítica amorosa: no es fácil asumir la responsabilidad que tenemos sobre nuestra salud mental, emocional y física, pero es la primera tarea cuando empiezas a trabajar tu autoestima.
No sólo tenemos que ser responsables de nuestro bienestar, sino que además tenemos que ser honestas con nosotras mismas para evitar el auto engaño, y comprometernos en serio con nuestro auto-cuidado.
Los cambios empiezan cuando aprendes a identificar los patriarcados que te habitan, qué te duele y te hace sufrir, qué cosas de ti hacen daño a los demás. Porque así puedes identificar qué necesitas trabajarte para vivir mejor, y para que la vida de los demás también sea más fácil y más bonita.
Una vez que identificas qué necesitas trabajar para ser mejor persona y para cuidarte a ti misma, puedes elegir las estrategias que vas a utilizar para tu trabajo, y elaborar tus pactos para cuidar la relación contigo misma.
3) La autoestima se trabaja a la vez que el ego: tu ego quiere sentirse única y especial, quiere aplausos y suspira por los "me gusta" en redes sociales, pero en realidad no los necesitas para nada.
La autoestima es la relación que construyes contigo misma, y para sentirte bien contigo misma, no necesitas el aplauso y la envidia de los demás, ni necesitas sentirte importante, necesaria, o imprescindible.
Tampoco necesitas compararte con otras mujeres, ni sentirte diferente a ellas, ni sentirte superior a ninguna de ellas.
No necesitas el reconocimiento ni el deseo masculino: sólo necesitas conocerte bien a ti misma, aceptarte a ti misma, y trabajarte todo aquello que crees que puedes mejorar.
Puedes levantar tu autoestima sin necesidad de compararte con otras mujeres, ni de querer ser la mejor, ni situarte como reina o diosa de tu mundo: en realidad, lo único que necesitas es sentirte aceptada por tu comunidad, y sentirte querida y cuidada por nuestra gente.
No necesitas sentir que vales más que las demás y que eso te hace más respetable, porque todas nosotras nos merecemos ser respetadas y bien tratadas por igual.
Si quieres aprender el método de la autocrítica amorosa y trabajarte la autoestima en buenas compañías, vente a la Comunidad de Mujeres del Laboratorio del Amor. Al entrar recibirás 4 packs para trabajar a tu ritmo, y encontrarás mucho material, foros, ejercicios y herramientas. Además, nos reunimos en directo cada mes para trabajar juntas desde todos los rincones del mundo, ¿te apuntas?
Aquí tienes toda la información y el botón de inscripción, ¡te esperamos!
Coral Herrera Gómez
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Ser "normal", o ser tú misma: la rebelión contra la tiranía de la normalidad
A mí me ha ayudado mucho pactar conmigo misma una fecha de liberación. Sirve para cuidarte, para poner límites a los demás, para ponértelos a ti misma. Es muy útil para empezar o terminar algo que pospones indefinidamente, para dejar de perder tu tiempo y de malgastar años de tu vida, y para atreverte a hacer cambios. Muy útil también para terminar relaciones que no funcionan, para evitar el autoengaño, para liberarte de una adicción, para que no te esclavice la esperanza en un cambio que no llega, para arrancar un proyecto, para cerrar una etapa de tu vida, para empezar otra nueva. También nos ayuda a resolver situaciones que se alargan y de las que no sabemos salir. Ponerte fecha o ponerle fecha a los demás te ayuda a pensar en las estrategias que necesitas para salir de ahí, y también te ayudan a imaginar tu liberación: ¿cómo va a ser todo después de ese día?
Para respetar este pacto tienes que confiar en tí misma y tener claro que no puede haber prórrogas: has de comprometerte en serio para respetar los acuerdos contigo.
Ponte una fecha de liberación en el calendario, verás como te ayuda a tomar decisiones, a empezar los cambios que necesitas, y a poner en marcha tu plan para vivir mejor y para disfrutar de una buena vida.
#tufechadeliberación
Revista Con la A. Número 75 |
El día 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, propuse a las mujeres en mi muro un sencillo ejercicio que consistía en calcular las horas que han trabajado gratis para su marido y su patrón (o patrones). Encontré una herramienta muy útil para calcularlo, pero cuando me puse yo a hacer el ejercicio, me di cuenta de que no era tan sencillo como parecía.
En mi caso, calcular la cantidad de horas que he trabajado gratis para hombres en sus universidades, empresas, medios de comunicación, etc. desde el año 2010 se me antojó una tarea imposible. Porque no es sólo calcular lo que dejé de cobrar, sino también el dinero que me gasté en desplazamientos, alojamiento, comida, etc.
Trabajar gratis es muy caro, pero tardé mucho en darme cuenta.
El día en que decidí que sólo trabajaría de un modo altruista para causas sociales y políticas, para proyectos culturales y para colectivos sin ánimo de lucro, mi vida cambió por completo.
Pero me llevó 10 años llegar a este momento.
¿Y cómo llegué a este pacto solemne conmigo misma? Pues gracias al feminismo, gracias a mis compañeras feministas.
Con ellas empecé a entender que lo de trabajar gratis no era un problema mío, sino un problema colectivo, que además afecta muchísimo más a las mujeres que a los hombres. Entendí que la precariedad y el abuso que sufría no se debían a mi forma de ser, sino a un sistema basado en la explotación.
A las mujeres nos explotan en todos los ámbitos: laboral, doméstico, sexual, reproductivo, emocional. Y el sistema capitalista se sostiene sobre esta explotación: sin nuestro trabajo gratis, sin nuestra energía y nuestro tiempo, nada funcionaría, y los hombres no podrían hacerse ricos.
Con mis compañeras feministas entendí por qué lo personal es político: porque lo que nos pasa a una, nos pasa a todas.
Trabajar gratis es un acto insolidario que hace mucho daño a todas las compañeras que se dedican a lo mismo que tú
Nos hemos hecho muchas preguntas a lo largo de estos años que nos han ido ayudando a tomar conciencia de que trabajar gratis es un acto insolidario que hace mucho daño a todas las compañeras que se dedican a lo mismo que tú. Porque si tú escribes e impartes formación gratis, impides que contraten a otras mujeres, y por supuesto que te contraten a ti misma. Devalúas completamente tu trabajo y el de tus compañeras.
Es duro cuando te das cuenta, pero es super necesario hacerse preguntas y confrontar la realidad, aunque duela. Os comparto algunas de estas preguntas que nos ayudaron:
¿Cómo consiguen los hombres que trabajemos gratis para ellos? A casi todas nosotras nos dicen lo mismo: “así te das a conocer”, “así te engorda el currículum”, “trabajar para nosotros aumenta tu prestigio”.
Pero lo cierto es que con prestigio no se puede pagar el alquiler, el agua y la luz. No puedes comprar pan ni pagar el teléfono, ni ir al dentista, ni puedes comprar alimentos.
¿Por qué nadie le dice a un fontanero, a un dentista, a un electricista o a un ingeniero que trabajen gratis?
Porque todos valoramos su trabajo, sus habilidades técnicas, sus conocimientos y su experiencia.
¿Por qué los hombres cobran más por su trabajo que nosotras las mujeres? Porque ellos también valoran su trabajo.
Mi amiga María Martín Barranco, que es una mujer muy sabia, nos puso un ejercicio: empezar a fijarnos en cómo negocian los hombres, cómo defienden el valor de su tiempo, y lo bien que exhiben sus competencias para venderse a sí mismos.
Me quedé maravillada al darme cuenta de que cuanto más se valoran a sí mismos, más les valoran las empresas, las universidades y las instituciones. Es decir, que se crea un efecto espejo: si yo tengo claro que soy valiosa, los demás me valoran más.
¿Por qué a la gente le gusta gastarse mucho dinero en algunas cosas, y otras las quiere gratis?
Porque la gente valora las cosas caras y no da valor a las cosas baratas. Asocian lo caro a lo bueno. Vean este experimento: una empresa de calzado barato en Nueva York se inventa una marca nueva, saca los zapatos a la venta con precios desorbitantes, y hace una exitosa campaña publicitaria. Lograron que la gente hiciese filas enormes para pagar 400 dólares por zapatos que en realidad costaban 20 dólares.
Más preguntas dolorosas: ¿quién me mantiene mientras yo trabajo gratis? ¿quién paga mis facturas? ¿cómo afecta a esa persona que yo no tenga ingresos? ¿qué tipo de relación puedo tener con alguien desde la dependencia económica? ¿es justo que alguien tenga que sostenerme mientras yo trabajo gratis con la excusa de que así me voy haciendo conocida?
¿Qué pasa cuando eres conocida? Que te siguen ofreciendo trabajo gratis....
¿Quieres seguir leyendo? En este enlace de la Revista Con la A puedes acceder al post entero.
GIRA 2021
No logramos avanzar en la lucha contra el terrorismo machista porque la Educación sigue siendo patriarcal y machista, sigue sin haber apenas mujeres en los libros de texto, los niños y niñas no reciben educación emocional ni estudian la historia del movimiento de liberación de las mujeres, no les explican cómo nació, como funciona y cómo se perpetúa el patriarcado, no trabajan las masculinidades no violentas, y no saben qué es el feminismo.
Seguimos educando a las niñas en la adicción al amor romántico, y deberíamos explicarles cómo los mitos románticos nos llevan a todas a asumir los roles de género y a obedecer los mandatos del patriarcado.
Deberíamos contarles por qué y para qué los medios nos invitan a soñar con el paraíso romántico, por qué nos siguen haciendo creer que la felicidad está en el matrimonio y la familia feliz, por qué nos engañan con la idea de que si no estamos en pareja somos unas fracasadas.
Deberíamos enseñarles a desmitificar el romanticismo y a relacionarse desde los cuidados y el buen trato.
Deberíamos darles las herramientas que necesitan para aprender a usar su poder y a gestionar sus emociones para que no hagan daño a nadie.
Deberíamos explicarles que el amor no es una cárcel, que no tienen por qué trabajar gratis para los hombres, que amar no es sufrir ni sacrificarse.
Deberíamos contarles que el amor es una construcción y que podemos transformarlo y reiventarlo para acabar con la explotación, el sufrimiento y la violencia.
Deberíamos dejarles imaginar otras formas de querernos diferentes para que todas y todos podamos disfrutar del amor en igualdad y en libertad.
Hay que enseñarles a ver los valores ocultos en los mensajes que consumen a diario, y a entender por qué y para qué los dueños de los medios insisten tanto en normalizar y romantizar la violencia, y en perpetuar esta sociedad de reyes y sirvientas que creyeron que el amor las iba a convertir en princesas.
Necesitamos otras historias, otros héroes y heroínas, otros finales felices, y otras formas de quererse.
Necesitamos que sepan que lo personal es político, que lo romántico es político, y que cambiando nuestra forma de relacionarnos podemos cambiar nuestra forma de organizarnos: es única vía para transformar nuestra sociedad, nuestra economía y nuestra política.
Necesitamos, entonces una revolución educativa y cultural, y un sistema que garantice la libertad, los derechos humanos, y la autonomía emocional y económica de las mujeres.
Y esto lo sabemos desde hace décadas: ¿cuándo formará parte de los planes de estudio esta filosofía de los cuidados y del buen trato?
Las semillas de la revolución amorosa tienen que sembrarse en las aulas, para que el arte de quererse bien florezca en las nuevas generaciones.
#LoRománticoEsPolítico #QuererseBien #AmarEsCuidar #OtrasFormasDeQuererseSonPosibles
Estoy muy feliz de contaros que ayer alcanzamos las 100 becas en el Laboratorio del Amor. Durante este año, cien mujeres de países diferentes han obtenido herramientas para negociar con sus parejas, o para dejar relaciones en las que no eran felices, para salir de relaciones tóxicas y violentas, para vivir el duelo acompañadas, y para ampliar sus redes afectivas y amorosas.
Quiero daros las gracias a todas las madrinas por el apoyo, aún quedan 50 mujeres en lista de espera, pero este año seguro que conseguimos otras cien becas más, ¡vamos a por ello! Gracias de todo corazón
by Cécile Desserle |
Cuando dejas a un lado la necesidad de poseer a alguien, de pronto puedes sentirte mucho más libre para ser tú misma/o, para compartir un tiempo inolvidable, para empezar una hermosa relación de amistad y por qué no, un gran amor sin sexo.
No hace falta follar para disfrutar de la gente ni para quererla.
No necesitas conquistar a nadie para sentirte especial, puedes aceptarlo con humildad. Y puedes seguir siendo esa persona encantadora, generosa y divertida que eras antes de que te dijeran que no.
Coral Herrera Gómez