¿Qué le diría yo a las chicas jóvenes que van a empezar su primera relación amorosa y no quieren sufrir ni pasarlo mal?
Que se cuiden mucho a sí mismas, y entre ellas. Y que entrenen en las artes del autocuidado feminista todo el tiempo, tengan o no pareja.
Les diría que lo primero, antes de empezar una relación, es asumir la responsabilidad enorme que tienes sobre tu bienestar y tu salud mental y emocional.
Y que para poder cuidarte a tí misma, tienes que entender que tú eres dueña de tu vida y de tu amor.
Autocuidado es dejar inmediatamente a tu pareja la primera vez que te insulta. No importa que te pida perdón, con una vez que intente hacerte daño es suficiente.
Autocuidado es dejar a tu pareja la primera vez que se burle de ti para humillarte, o haga bromas crueles para que los demás se rían también de ti.
Autocuidado es dejar esa relación de inmediato, la primera vez que lo haga. No puedes permitirte el lujo de estar con personas que tienen complejo de inferioridad y necesitan aplastarte para sentirse superiores a ti.
Autocuidado es reaccionar rápido si en vuestro primer conflicto o problema te trata mal, te grita o te hace sentir una basura.
Autocuidado es entender que por mucho que te guste alguien, no puedes permitirte el lujo de estar con una persona que no controla su ira.
Es en el primer conflicto donde puedes ver con claridad el infierno que puedes pasar si te comprometes con una pareja que ejerce violencia verbal contra tí: amenazas, insultos, chantaje emocional, comentarios cargados de desprecio, palabras que hieren.
Autocuidado entonces, es que no te comprometas en ninguna relación hasta que os toque vivir la primera pelea. Si la otra persona es capaz de expresar como se siente sin hacerte daño, y si quiere arreglar el problema, todo bien. Si lo único que quiere durante la pelea es hacerte sentir mal, entonces tienes que alejarte inmediatamente.
Autocuidado es renunciar a tu romance con rapidez, no pasar ni una, desenamorarte rápido, en cuanto notes que tu pareja quiere quiere hacerte sufrir.
Recuerda que estar enamorada, encantada, encandilada o intoxicada no es una excusa para quedarte en relaciones donde no te quieren bien.
Autocuidado es tener muy claro que te mereces buenos tratos todo el rato, y que tú eres la máxima responsable de tu felicidad.
Autocuidado es también ser humilde, aceptar la realidad, y asumir que tú no vas a cambiar a nadie con tu amor.
No pierdas tiempo y energía tratando de enseñar a tu pareja a tratarte bien.
Es más importante que pongas el foco en cuidarte a tí misma.
Recuerda siempre, todo el rato, que tienes derecho a vivir una Buena Vida.
Y cuando se te olvide, ojalá todas las mujeres de tu vida puedan recordártelo cada día.
Coral Herrera Gómez