16 de enero de 2025

Las niñas no nacen siendo narcisistas


Las niñas no nacen siendo narcisistas, superficiales, egocéntricas, ni estúpidas. Ninguna de nosotras tenemos un gen que nos condene a vivir obsesionadas con la belleza y el dinero. Ninguna niña nace para ser sirvienta doméstica o sirvienta sexual de uno o varios hombres, todo eso lo aprenden con pantallas, viendo televisión y navegando en redes sociales. 

En las redes sociales las niñas aprenden desde muy pequeñas a exhibirse para gustar a los hombres adultos. Aprenden a bailar sexy, a maquillarse y a peinarse, a hacerse las uñas, a estar a la moda, y a despreciar a las niñas que no se someten a la tiranía de la belleza ni a los mandatos de género. 

Siguen a influencers a las que admiran por su belleza y por su capacidad para hacer dinero, y la gran mayoría son mujeres muy conservadoras y reaccionarias disfrazadas de modernas. Unas te invitan a convertirte en chica mala y sexy, disponible para todos los hombres, y otras te invitan a convertirte en una chica buena, obediente y sumisa, la esposa perfecta que vive por y para el marido (hasta que él la abandona por otra más joven)

Hay un enorme boom de novelas románticas creadas para que las niñas se hagan masoquistas y disfruten sufriendo la violencia de sus amados. Y estas novelas tiene mucho más alcance e impacto que cualquier campaña institucional contra la violencia machista.

Gracias a estas influencers muchas chicas viven en guerra contra sus cuerpos y contra las demás mujeres, gastan toneladas de dinero en moda y belleza, desarrollan trastornos alimentarios varios, se hipersexualizan y viven de rodillas frente a un novio machista. 

Las chicas que se obsesionan con complacer a los hombres son más vulnerables a sufrir violencia, y conozco a muchas madres desesperadas tratando de salvar a sus hijas de jóvenes violadores y femicidas. Es muy difícil que abran los ojos después de pasar tantos años de su vida consumiendo patriarcado. 

Cuantas más horas pasan frente a la pantalla, más se obsesionan con su aspecto físico y con las historias románticas. Las niñas consumen ideología a través del entretenimiento, una ideología basada en los valores del capitalismo y del patriarcado: individualismo, consumismo, egoismo, competición, dominación y sumisión, acumulación y acaparamiento, jerarquías, destrucción y violencia. 

Apenas hay influencers que les hablen de justicia social, derechos humanos, igualdad, solidaridad, ternura, cuidados, y amor.  Muy pocas hablan de utopías y de la posibilidad de construir un mundo mejor. Apenas hay mujeres hablando del Bien Común, desde la ideología del pacifismo, el ecologismo y el feminismo, y las que más seguidoras tienen son mujeres patriarcales de derecha y extrema derecha que no hablan de política, pero que transmiten su ideología sin complejos.

La mayoría de las madres y los padres se encogen de hombros y te dicen que no pueden hacer nada, pero lo cierto es que sí podemos sentarnos a ver con ellas esos contenidos, a cuestionar los mensajes que les envían, y a explicar los valores y principios que subyacen a esas producciones audiovisuales. 

También tenemos el límite del tiempo: no es lo mismo asomarse a la pantalla tres o cuatro horas el fin de semana que pasar cuatro horas al día. 

Algo que puede ser un auténtico salvavidas para muchas niñas: libros donde puedan asomarse a las historias de las mujeres importantes de nuestra cultura. 

Y hablar mucho, mucho, sobre el capitalismo y el patriarcado, sobre el amor y la belleza, sobre las relaciones humanas y sobre lo que de verdad importa.

Coral Herrera Gómez


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15 de enero de 2025

Crítica feminista a la película "Ballerina"



Ayer vi la película de Ballerina y me quedé impactada. 

Estos son algunos de los mensajes de la película:

- No importan los medios que uses para conseguir tus sueños. Si tú quieres ser una estrella no importa que hagas daño a los demás, lo importante es triunfar.

- Los que saben de verdad sobre ballet son los hombres: ellos son los verdaderos maestros de todas las artes.

- Si alguien te apoya y te cuida, y confía en ti, no pasa nada si le decepcionas: basta con pedir perdón con cara angelical. Con esta técnica podrás hacer daño a con quien quieras, todo el mundo te perdonará siempre.

- Si eres un chico y te gusta una chica ten en cuenta que primero tienes que aguantar malos tratos hasta que ella se dé cuenta de lo mucho que vales. Ellas se hacen las duras y hay que acosarlas hasta que logres ablandar su corazón.

- Si has sufrido mucho en la vida tienes derecho a aplastar a los demás, por ejemplo si eres huérfana y pobre.

- Las mujeres son malvadas entre ellas, por eso no hay que tener amigas ni fiarse de ninguna.

- Al amigo gordo hay que tratarle como si fuera un ser inferior, porque los gordos son tontos, vagos yY glotones.

- Las pobres son pobres porque quieren, porque las que de verdad quieren ser ricas se esfuerzan: tú puedes ser quien quieras ser haciendo daño a quien haga falta. 

- Las mujeres son muy complicadas y no hay forma de entenderlas, pero se derriten si les hinchas el ego y les repites todo el tiempo que son fantásticas, únicas, especiales, maravillosas e increíbles. 

- Si eres profesora o profesor es fundamental que trates mal a tus alumnas, para aprender hay que sufrir y no romper nunca la cadena de la violencia. Cuando seas profesora podrás maltratar a tus alumnas de la misma manera que te maltrataron a ti.

-A las chicas las puedes manejar como quieras si les haces creer que no son como las demás chicas. Ellas necesitan sentirse especiales porque se odian entre ellas.

-Cuando eres una estrella puedes llegar tarde a todos sitios, y cuando ensayas para una obra, el equipo de gente no importa, porque el foco está puesto en ti y eres tú la que vas a brillar. Es cierto que han ensayado muy duro, pero olvídate de tus compañeros y compañeras de reparto, lo importante es destacar siempre por encima de los demás.


Coral Herrera Gómez


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Las niñas no nacen siendo narcisistas




11 de enero de 2025

¿Liderazgo femenino o cooperación entre mujeres?




La gran mayoría de mujeres que están en puestos de poder dentro del mundo de la política y la economía son mujeres que imitan a los hombres patriarcales. Hacen lo mismo que ellos: financian a los bancos y las grandes empresas con el dinero que ponemos entre todos, y trabajan para los lobbys más grandes (farmacéutica, industria militar, poder religioso, explotación sexual y reproductiva, etc) 

En estos últimos años las instituciones han insistido mucho en el tema de los liderazgos femeninos, y lo importante que es que las mujeres aprendamos a ser lideresas y a ejercer el poder. Sin embargo, desde el feminismo lo que queremos es cambiar el poder, no ejercerlo igual que los hombres. Queremos abolir las jerarquías, no situarnos en la partes altas de la pirámide social. Queremos abolir las estructuras de dominación y sumisión, y estamos convencidas de que otras formas de ejercer el poder son posibles.

El liderazgo se trabaja desde el individualismo, pero podríamos trabajarlo desde lo comunitario. En lugar de enseñar a las niñas a mandar, ¿no sería mejor que les enseñáramos a todas a juntarse y a trabajar en red? 

Mi propuesta es que enseñemos a las niñas y a las mujeres a organizarse para defender sus derechos y hacer frente a las injusticias. Nosotras ya sabemos que solas no podemos, pero unidas es más fácil. Lo que creo que necesitamos es aprender a relacionarnos horizontalmente, no verticalmente, y aprender a cuidar las relaciones dentro de las redes de mujeres. 

La Historia nos demuestra que los grandes avances que hemos conseguido los hemos hecho juntas, no cada una por su lado. Que cuando aprendemos a autogestionarnos y a trabajar en equipo, cuando aprendemos a resolver conflictos sin hacernos daño, cuando no hay luchas de poder ni luchas de egos, cuando compartimos los beneficios entre todas de manera equitativa, los proyectos salen adelante. Lo mismo los proyectos políticos, sociales, artísticos, deportivos, que los científicos o empresariales: sólo es posible avanzar en comunidad y poniendo en el centro los cuidados.

Los grupos de mujeres son un salvavidas para muchas: no solo nos ayudamos económicamente entre nosotras, también nos ayudamos a transitar duelos, a liberarnos, a crecer, y a adquirir conocimientos. Los grupos de mujeres son un refugio para muchas víctimas de violencia machista y violencia vicaria, muchas se salvan de la muerte gracias al apoyo que reciben de las vecinas y las compañeras de estudios o de trabajo.

En lugar de apostar a los liderazgos, podríamos sustituir la estructura patriarcal del poder por una estructura asamblearia en las que todas seamos iguales, y todas podamos participar en las propuestas y en la toma de decisiones. 

Que todas tengamos voz y voto, que nadie tenga que obedecer a nadie, que todas aprendamos a coordinar y a cuidar la comunidad, que repartamos los recursos de forma equitativa, que nos alternemos en estas tareas para que nadie se aferre a ningún cargo, que todas podamos poner nuestro poder al servicio del bien común y no lo usemos en beneficio propio. 

Sería una forma de demostrarle al mundo que hay alternativas a las formas de organización patriarcal, sería una buena forma de llevar la teoría a la práctica y de abrir el camino a otras formas de relacionarnos y organizarnos. 

Coral Herrera Gómez


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19 de diciembre de 2024

Congreso CIMASIGUAL III: abril 2025




Call for Papers: este año tengo el honor de formar parte del Comité Científico del III Congreso de Masculinidades e Igualdad organizado por la Universidad Miguel Hernández de Elche (España)

Celebraremos el CIMASCIGUAL III de forma mixta (online/presencial) en la Universidad Miguel Hernández de Elche (Alicante, España) entre el 3 y el 5 de abril de 2025.

Está organizado por el Observatorio de las Masculinidades y el Grupo de Investigación Economía, Cultura y Género (ECULGE), y con la colaboración de la Unidad de Igualdad y el Centro Interdisciplinar de Estudios de Género de la UMH.


Ya están abiertas las convocatorias para participar presencial o virtualmente. 



Recepción de ABSTRACT o RESUMEN hasta el 10 de enero de 2025.

Aquí tenéis toda la información: 

https://congresomasculinidades3.umh.es/sesiones-cientificas/

10 de diciembre de 2024

Da el paso acompañada: con amigas es más fácil




Si crees que tu pareja puede reaccionar mal o muy mal si le dejas, queda con él en un sitio público con gente, a la luz del día, y convoca a tus amigas y amigos para que estén cerca, por si tu pareja se pone agresiva. Si necesitas quedar con él para que te dé tus cosas, o si tienes que hacer una mudanza, nunca lo hagas sola, pide acompañamiento a tu gente querida. Si después de la ruptura crees que puede intentar hacerte daño, deja que te acompañen tus amigas y avisa a toda la gente que puedas para que él sepa que no estás sola. 

Las mujeres que reciben cuidados y protección de su comunidad tienen más probabilidades de salir de una relación violenta, pero para las que viven en otro pueblo, otra ciudad u otro país es más difícil, porque cuando no tienes redes eres más dependiente y te sientes más vulnerable. 

Si no tienes gente querida que te ayude a salir (a menudo es un proceso que dura semanas o meses), pide ayuda a profesionales de los servicios sociales y de la salud mental, o a las asociaciones y colectivas de mujeres más cercanas. Muchas médicas y doctoras de familia ya tienen la formación para ayudarnos a todas en los centros de salud.

También tus vecinas y compañeras de estudio y de trabajo pueden ayudarte: sean o no feministas, hay muchas mujeres sororarias en el mundo. Las mujeres desde siempre nos hemos ayudado entre todas, porque llevamos milenios sufriendo, resistiendo y haciendo frente a la violencia en todas sus formas. 

Entre todas nos escuchamos, nos cuidamos y nos arropamos: todas sabemos lo difícil que es tomar conciencia de lo que nos está pasando, lo mucho que nos cuesta después hablar de ello, y la odisea que supone dar el paso hacia la liberación. 

Sabemos respetar los tiempos de cada una y acompañar todo el proceso de una forma amorosa. 

Sabemos, también, celebrar las liberaciones de cada una de nosotras, y acompañarnos en el camino hacia una nueva vida.


No lo hagas sola, déjate acompañar: solas no siempre podemos, pero con amigas, compañeras y vecinas sí que se puede.


Coral Herrera Gómez 


5 de diciembre de 2024

Eventos de Coral Herrera en Diciembre


 Este mes tengo dos eventos: uno virtual, y otro en Madrid.

El sábado 7 de diciembre imparto un taller virtual con la colectiva de Colombia Puenteras



Ya podéis inscribiros aquí


El miércoles 17 de diciembre por la tarde estaré en un conversatorio sobre la Renta Básica Universal e Incondicional en la sede de ATTAC de Madrid, en Atocha:



También  se retransmitirá por Zoom (tienes en el cartel los datos de acceso)


Y así termina una gira intensa que comenzó en enero de este año: he visitado Lyon (Francia), Bogotá y Villavicencio (Colombia), Santiago de Chile, Ciudad de México y Malinalco (Mexico) tres veces, y me he recorrido España de punta a punta, en grandes ciudades y pueblos pequeños: Barcelona, Málaga, Madrid, Valencia, Ourense, Santiago de Compostela, Lugo, Sabadell, Coslada, Alcorcón, Armilla, Mota del Cuervo, Jaén, Alicante, Bilbao, y Eibar.

Gracias a todas las personas que me contrataron y a todas las que vinisteis a verme, ha sido una gira maravillosa. 


Ver todos los eventos de Coral en 2024

Contratación 

29 de noviembre de 2024

El miedo al amor y el odio contra las mujeres


 

Me han publicado un artículo científico en la Revista Nuevas Tendencias en Antropología y me siento muy feliz:


“El miedo al amor y el odio contra las mujeres: análisis de los origenes de la violencia machista”


Para poder erradicar la violencia de género es necesario ir a la raíz: en este artículo vamos a profundizar en los orígenes de la misoginia y a responder a estas dos preguntas: ¿cómo aprenden los hombres a relacionarse con las mujeres?, ¿cómo son educados desde pequeños para tener miedo al amor y para odiar a las mujeres? 

Tomar conciencia sobre el origen del miedo y del odio puede ayudar a los varones a hacer autocrítica amorosa para liberarse de los patriarcados que les habitan, para tomar conciencia de sus privilegios, y para transformar sus relaciones basadas en el abuso y la violencia, en relaciones basadas en la igualdad, la libertad y el compañerismo. 

En este artículo vamos a analizar las causas de la guerra mundial contra las mujeres profundizando en los mitos en torno a las mujeres desobedientes y malvadas, el impacto de los mandatos de género en la construcción de la identidad masculina, la forma en cómo afecta a los niños varones el trauma de la separación con la madre, la diferencia en los niveles de desarrollo y maduración con respecto a las niñas, y los complejos de inferioridad y superioridad en los varones educados en el patriarcado.


Ya puedes leer el artículo aquí 


19 de noviembre de 2024

Día Internacional del Hombre: 19N




Hoy es el Día Internacional del Hombre 19N. Felicidades a todos los hombres que se trabajan sus patriarcados y desobedecen los mandatos de género, a todos aquellos que renuncian a sus privilegios de macho y que se esfuerzan por ser buenos compañeros, buenos papás y buenas personas. 


Yo brindo por todos los hombres responsables, solidarios, y comprometidos con los derechos humanos y con la construcción de un mundo mejor para todas y todos. 


Brindo por los que se quitan la corona, por los que entrenan en las artes de la autocrítica amorosa cada día, por los que no miran para otro lado y no se quedan callados ante el machismo de otros hombres.


Brindo por los que están aprendiendo a cuidarse y a cuidar, y a tratar como compañeras a las mujeres, por los que abrazan la igualdad y la libertad, brindo por todos aquellos que alzan la voz contra la violencia machista. 


Brindo por todos los que trabajan para que todas las personas podamos vivir una Buena Vida, libre de abuso, explotación y violencia. 


Brindo por todos los hombres a los que amo: mi papá, mi hijo, mi compañero, mis sobrinos, mis tíos, mis primos, mis ex, mis amigos y mis compañeros de lucha. 


Ojalá seáis cada vez más hombres los que toméis conciencia y os posicionéis contra la violencia y el sistema patriarcal

 💜💜💜

14 de noviembre de 2024

¿Cuando empezaron los hombres a odiar a las mujeres?




Los primeros homo sapiens no mataban a las mujeres, porque no existía el patriarcado ni la propiedad privada. Las primeras sociedades humanas eran tribales:, vivian en grupos pequeños, eran nómadas y se alimentaban de los vegetales que recolectaban y los animales que cazaban. Los seres humanos vivían muy pocos años, y eran una especie muy frágil y vulnerable: dependían de la solidaridad y el apoyo mutuo. Trabajan en equipo, todos los miembros del grupo eran importantes, y cada cual aportaba según sus capacidades y habilidades. Cuidaban a sus crías porque eran esenciales para la supervivencia de la gran familia que formaban: si las niñas y los niños morían, no había nuevas generaciones y el clan desaparecía. Las mujeres y los hombres adultos también eran importantes porque eran los que más energía tenían para cazar y recolectar, y para defender al grupo de los animales. Las personas mayores también eran indispensables porque tenían acumulado el conocimiento de todas las generaciones precedentes: sabían curar enfermedades, atender partos, enterrar a los que se iban. Sabían cómo hacer fuego, dónde encontrar agua, verduras y vegetales, insectos y plantas medicinales. Conocían las técnicas de caza, sabían trabajar la arcilla, la piedra y la madera para tallar instrumentos y herramientas, y eran los que transmitían las canciones y los relatos de generación en generación. 

Eran también los que sabían leer las estrellas y conocían los rituales para celebrar eventos importantes, como los nacimientos y las muertes o los cambios de estación. Los y las ancianas eran los que tenían la memoria histórica y los que sabían cómo comunicarse con las diosas. Y es que las deidades de la prehistoria eran femeninas, porque las primeras culturas humanas adoraban la abundancia, la fertilidad y la capacidad para gestar nuevas vidas. 

En nuestros primeros tiempos no existían las parejas tal y como las conocemos hoy en día. No sabemos mucho de sus relaciones sexuales y afectivas porque no conocían la escritura, solo tenemos huesos, dientes, vasijas, objetos, ropa y algunas herramientas. Pero si sabemos que vivian juntos, que caminaban sin dejar a nadie atrás, que cuidaban a las personas con enfermedades o discapacidades, o accidentadas, y que dependían unos de otros para sobrevivir. 

Sabemos que todos aportaban su granito de arena: unos cazaban, otros confeccionaban ropa, otros hacían cestos y para almacenar comida, otros limpiaban las cuevas, otros atendían a las personas enfermas, otros se encargaban de la dimensión espiritual de la comunidad, otros se encargaban de la defensa del grupo frente a los depredadores y a las catástrofes naturales. 

Cada cual según su edad y sus conocimientos, todos y todas eran importantes. Las estructuras eran comunitarias: algunos se organizaban en horizontal, y en otros había lideresas y líderes que se encargaban de coordinar el trabajo, de mediar en los conflictos, hacer cumplir las normas de cada grupo, y de las relaciones con otras comunidades humanas. Estos liderazgos solían ser grupales, por ejemplo las personas de más edad de los grupos. Aún hoy muchas comunidades tienen su Consejo de Ancianos y Ancianas. 

El patriarcado comenzó cuando dejamos de ser nómadas, inventamos la agricultura y empezamos a domesticar a los animales para poder comerlos. Fue en ese momento cuando inventamos la propiedad privada: esta tierra es mía, esta tierra es tuya. Cada cual trabaja su tierra y se queda con la producción. Con el excedente de los alimentos animales y vegetales, comenzó la acumulación y el acaparamiento. Surgieron los primeros “ricos”, que no solo tenían más riqueza que el resto , sino también más poder. Los que se quedaron sin tierra tuvieron que empezar a trabajar para ellos. 

No existían aún las monedas, así que los terratenientes les daban una pequeña parte de lo que producían ellos mismos, y se quedaban con la mayor parte de la cosecha, para intercambiarla por otras cosas con otros productores. 

Los terratenientes empezaron a transmitir su patrimonio a los hijos e hijas, y se dieron cuenta de que la única manera de que sus riquezas fuesen a parar a los hijos biológicos era encerrando a las mujeres en el hogar, y haciendo que trabajaran para ellos como si fueran empleadas, pero sin tener que pagarles. 

Fue hace 8 mil años cuando los hombres empezaron a explotar la tierra para obtener de ella el máximo rendimiento, y cuando empezaron a explotar a animales y a otros humanos para el trabajo en el campo. Las mujeres empezaron a ser confinadas en las casas y empezaron a sufrir explotación laboral, doméstica, sexual, y reproductiva. Tenían que parir a los herederos de sus esposos, encargarse de la comida, la limpieza, la crianza, y el cuidado de la familia al completo. Además, tenían que trabajar también en el campo y con las ovejas, cabras, vacas, caballos, burros, gallinas, gansos, cerdos, etc Solo los ricos y sus esposas podían liberarse del trabajo en el campo. 

Las mujeres y el ganado pasaron a ser objetos, bienes, propiedades de los hombres. Entre ellos se intercambiaban a las mujeres: los padres, vendían a sus hijas a cambio de otros bienes u otros animales, y a través de los casamientos las familias empezaron a unir tierras y patrimonio. Comenzó la herencia, y con ella la desigualdad y la explotación.

Lo explica muy bien Gerda Lerder en su obra, y también podéis leer a Joseph Campbell que nos explica cómo se dio el cambio cultural.

Los hombres empezaron a masculinizar a las deidades: las comunidades humanas dejaron de adorar a la fertilidad, para empezar a adorar la capacidad de dar muerte. Se sustituyó la adoración por la vida a la adoración de la fuerza y la violencia. 

Para someter a las mujeres primero tuvieron que aprender a verlas como seres inferiores, a odiarlas y a tratarlas como enemigas. Desde entonces hasta ahora, ese odio no ha desaparecido, y ha mutilado emocionalmente a millones de hombres que sufrieron la contradicción de odiar al grupo humano al que pertenecían sus madres.

Esta herida primaria del macho obligado a separarse de su madre para convertirse en un macho adulto y autónomo sigue abierta hoy en día. No hemos logrado resolver el tema de la autonomía, ni tampoco el trauma de los hombres que para vivir como reyes, se ven obligados a renunciar al amor, y son educados en el odio contra sus propias madres, hermanas, primas, vecinas y compañeras sexuales y sentimentales.

Los hombres empezaron a matarnos cuando las mujeres empezamos a desobedecer, cuando empezamos a hacer frente a las normas injustas, cuando nos resistimos a los mandatos del género, cuando nos impusieron las leyes del patriarcado y empezó la resistencia. 

Los hombres empezaron a matarnos cuando las mujeres quisimos romper las relaciones con ellos, e intentamos escapar del abuso y la explotación. Éramos sus propiedades privadas y para los grandes machos era impensable que ejerciéramos nuestros derechos y nuestra libertad, porque éramos parte de su patrimonio, del mismo modo que los animales y las tierras. 

Los machos no se contentaron con explotarnos a nosotras y a los demás seres vivos, sino que también empezaron a explotarse entre ellos. Los ricos se aprovecharon de los pobres, y cuando empezaron las guerras por el acaparamiento de territorios, empezaron a tener presos y a hacerlos esclavos. 

En el patriarcado todos sufrimos y ejercemos abuso, explotación y violencia sobre los demás. Excepto los que están arriba del todo, que viven como dioses porque tienen todo el poder. Y creen que por su posición dentro de la jerarquía, pueden usar y abusar de los demás.

¿Cual es la compensación que les ofreció el patriarcado a los hombres trabajadores? La posibilidad de hacer lo mismo que los ricos en sus propios hogares. Desde entonces, los hombres viven como reyes en sus casas, aunque fuera de ellas tengan que servir a otros hombres. 

Pueden estar muy sometidos en el campo o en la fábrica, pero luego llegan a casa y pueden comportarse como su patrón. Tienen a una mujer, hijas e hijos a su servicio. Y se creen dueños de sus vidas.

Las leyes del patriarcado permitían a los hombres patriarcales golpear, violar y matar a sus compañeras desobedientes. Y por eso hoy en día lo siguen haciendo aunque no sea legal. Están convencidos de que es su derecho. No solo odian a sus compañeras rebeldes, nos odian a todas. 

El patriarcado, entonces, no es un orden natural, no es eterno, y se puede derribar, como cualquier otro sistema político, económico y social. Si tenemos en cuenta que la especie homo tiene 2,5 millones de años de antigüedad y el Homo Sapiens tiene 200 mil años, es fácil darse cuenta de que 8 mil años no son nada. 

La lucha contra el patriarcado es tan antigua como el patriarcado. Las mujeres llevamos ocho mil años haciendo pedagogía, resistiendo y luchando contra el machismo y la misoginia. Y sabemos que el patriarcado no solo tiene una fecha de inicio, también tiene una fecha final.

Las mujeres feministas creemos y queremos un mundo mejor para todos y todas, y no pararemos hasta derribar el patriarcado. Nos queremos vivas.


Coral Herrera Gómez 









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