24 de julio de 2020

Definición de "Amor Romántico", por Coral Herrera





DEFINICIÓN DE AMOR ROMÁNTICO
Por Coral Herrera Gómez

El amor es una energía poderosa que mueve el mundo y nos ha permitido sobrevivir como especie. Dentro de ella hay muchos tipos de energías amorosas, y una de las más importantes es la del amor romántico, que podría definirse como el fenómeno químico, sexual, hormonal, político y cultural que atrae a los amantes entre sí bajo una intensidad descomunal, y que cuando es correspondido nos hace vivir una experiencia alucinógena que nos conecta directamente con el Cosmos. 

El amor romántico es una construcción cultural y social, un mito que se consolidó durante el siglo XIX en nuestra cultura occidental y que se expandió por todo el planeta gracias a la globalización. Hoy es un fenómeno universal que une a las personas de dos en dos, y que constituye un gran negocio para una industria centrada en las parejas y sus creaciones de nidos. 

El amor no nace, se hace: aprendemos a amar en el momento histórico que nos ha tocado, en la clase social a la que nos ha tocado pertenecer: interiorizamos la cultura amorosa en la que nacemos a través de la educación, la socialización y los medios de comunicación de masas. No se ama igual en un pueblecito de Japón que en un barrio de Montreal : el amor es un fenómeno en constante construcción que varía con las etapas históricas y épocas geográficas, y se alimenta de las culturas amorosas a las que coloniza.

La ideología que subyace al mito del amor romántico en la actualidad del siglo XXI es capitalista, colonialista y patriarcal. Es decir, que sus mensajes van dirigidos a mantenernos a las mujeres sometidas al dominio del varón, y presas de un engaño que dura hasta que maduramos o nos hartamos. Las mujeres son educadas para amar sin condiciones, en una posición de sumisión, y desde pequeñas invertimos toneladas de tiempo y energía en el amor romántico. Tanto que incluso el hombre más pobre y mísero del planeta tiene a una mujer trabajando para él y cuidándolo gratis, en nombre del amor. Son millones de horas las que dedicamos a trabajar gratis las mujeres en todo el mundo: la doble jornada laboral de las mujeres no solo es un rol femenino de nuestra cultura patriarcal, también se considera una demostración de amor hacia el marido y los hijos e hijas 

El amor también es una droga que nos tiene muy entretenidas. Nos hace pasar muchas horas soñando con el romance ideal, con la llegada de la media naranja, con el final feliz del cuento. Pero también nos hace daño, como cualquier droga, cuando abusamos de ella o nos excedemos en las dosis: el patriarcado nos quiere a todas adictas al amor romántico, y quiere que le demos prioridad a nuestra necesidad de vivir el romance por encima incluso de nuestro bienestar y nuestra salud mental y emocional.  

Cuando somos correspondidas, el amor es una de las experiencias más hermosas que podemos vivir en la vida. Si hay cuidados mutuos, respeto, honestidad, complicidad, comunicación, generosidad, compañerismo y solidaridad, y muchas ganas de disfrutar del amor, el amor es una vivencia llena de placer. Cuando podemos amar en libertad, el amor es una experiencia de liberación que nos permite disfrutar del sexo y de la vida, nos permite también ser nosotras mismas, conocernos mejor, trabajarnos por dentro, y crecer y potenciar nuestro desarrollo personal. 

El amor de pareja sólo puede disfrutarse en condiciones de igualdad, y cuando se da en un entorno libre de explotación y violencia. No nos han enseñado a tratarnos bien, a cuidarnos mutuamente, a disfrutar la relación el tiempo que dure, y a cortarla a tiempo cuando se acaba: necesitamos mucha educación sentimental, sexual y emocional para aprender a querernos bien. 

¿Por qué tanta insistencia con la pareja heterosexual y las familias felices? 

Porque las familias son las principales reproductoras, productoras y consumidoras: sostienen todo el sistema capitalista. Nos quieren de dos en dos, o de uno en uno, y nos quieren con afán reproductivo. Ahora en algunos países se permite el matrimonio igualitario y la adopción de parejas lesbianas y gays, siempre que funden una familia feliz al estilo heterosexual. 

El sexo y el amor romántico 

A las mujeres se nos educa para que no podamos separar sexo y amor romántico, y a los hombres justo para lo contrario. El mayor mandato del mito romántico es la monogamia y la exclusividad sexual y sentimental, pero es solo un mito construido para las mujeres. Los hombres siempre han gozado de una gran diversidad sexual y amorosa porque la doble moral les perdona todo. A las mujeres que gozamos de una vida sexual libre y diversa, se nos castiga rebajándonos a la categoría de “puta”, el insulto favorito de los machos patriarcales para intentar restringir o eliminar nuestra libertad sexual y amorosa.  

¿Por qué sufrimos tanto por amor? 

Porque el romanticismo y el cristianismo tienen muchas cosas en común: ambos prometen  paraísos de felicidad y abundancia, ambos exaltan el sufrimiento como una demostración de amor y una prueba de fortaleza interna. En ambos mitos hay heroínas y héroes sufridores, actos heroicos, dramas eternos, y la fe en la idea de que aunque esto es un valle de lágrimas, y lo mejor está por venir. A las mujeres nos hacen creer que aguantando y sufriendo se obtiene una gran recompensa (que te amen para siempre, que no te dejen nunca), mientras que los hombres son educados para defender su libertad, para vivir sus afectos con otros hombres y para no poner la pareja en el centro de sus vidas. El discurso romántico y el cristiano hegemónico tienen en común que ambos se dirigen a las mujeres, y ambos nos quieren de rodillas. 

Amor y feminismo

El feminismo trabaja para desmitificar el amor y construir relaciones igualitarias, sanas, libres de violencia y de dependencia. Sí es posible sufrir menos, y disfrutar más del amor. Pero hay que trabajar mucho en el ámbito educativo y en el cultural para reivindicar que otras formas de quererse son posibles, para liberar al amor de toda su ideología patriarcal, y para poner en el centro los cuidados mutuos, y los cuidados compartidos. Lo Romántico es político: el cambio tiene que ser a la vez individual y colectivo, y la revolución amorosa será feminista, o no será. 


Coral Herrera Gómez 


El Breve Diccionario de Feminismo  ya está en librerías, publicado por Los Libros de la Catarata y  coordinado por Rosa Cobo Bedia y Beatriz Ranea Triviño, junto a maestras y compañeras como Marcela Lagarde y de los Ríos, Alda Facio, Mari Luz Esteban, Nuria Varela, Silvia Buabent Vallejo, Beatriz Gimeno, Carmen Castro, Pilar Aguilar Carrasco, Mar Esquembre Cerdá, Alicia Puleo, Marian Moreno Llaneza, Laura Nuño Gómez, Luisa Posada Kubissa, Alicia Miyares, Carmen Ruiz Repullo, Henar Sastre Domingo, Victoria Sendon de Leon y muchas otras. Lo podéis comprar en papel y en ebook, en librerías y en la web de Catarata. 

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