No valen los aplausos ni los homenajes post mortem: tenemos que exigir a los gobiernos que dejen de maltratar al personal sanitario, docente, de limpieza, guardas forestales, bomberos, emergencias y demás servicios esenciales. Hay que subirles el salario, darles estabilidad laboral, darles medios y proporcionarles condiciones dignas para trabajar.
Me duele en el alma ver cómo los bomberos se juegan la vida para proteger nuestros bosques, nuestras casas, huertos y animales domésticos y salvajes. En la mayoría de los incendios son los vecinos y las vecinas los que les están cuidando, aportando cada cual lo que puede.
España está ardiendo por todos lados, en muchas comunidades no hay medios suficientes para pararlos, y además están tratando fatal a las personas que ponen su cuerpo y su vida para proteger nuestras vidas. En esta semana han muerto dos trabajadores en España por culpa de la violencia institucional que ejercen los gobernantes de las comunidades autónomas, que privatizan y recortan en servicios esenciales.
Mientras, el gobierno central mira para otro lado y se gasta nuestro dinero en armas y en aviones que no sirven para salvar vidas, sino para matar.
Sabemos perfectamente cómo cuidar la naturaleza durante el invierno para evitar incendios, si los políticos no toman las medidas necesarias deben ir a prisión. Son los responsables del cuidado de nuestras tierras, son los que recalifican terrenos quemados para venderselos a la industria inmobiliaria, son los que destrozan nuestro patrimonio público para regalárselo a empresas privadas. Sus políticas son criminales, porque matan personas y millones de animales cada año.
Hay que acabar urgentemente con esta locura de cada verano, y no valen excusas: tenemos los medios, los conocimientos y las habilidades necesarias para cuidar la naturaleza, proteger nuestras tierras, y cuidar a los que nos cuidan.
Coral Herrera Gómez