Una de las claves para saber si estás tratando mal a una persona, es el nivel de desprecio con el que le hablas cuando estás tenso, cabreado, preocupado, estresado, o nervioso. Probablemente crees que es lo "normal" porque lo hace todo el mundo, y crees que cuando te enfadas puedes decir lo que te apetezca, y como te apetezca. Crees que es una forma "natural" de desahogarse, y piensas que con pedir perdón, después podrás arreglarlo. Pero no.
Cuando alguien ejerce violencia psicológica o emocional contra tí, tu corazón queda dañado para siempre. Es como si arrugas un papel, haces una bola, y luego tratas de que quede liso como antes. Nunca volverá a su estado original.
Está muy normalizado lo de hacer sentir mal a alguien cuando tú te sientes mal. Pero aunque sea algo corriente y común, es una de las formas de violencia más crueles.
No es necesario castigar con muestras de desprecio a alguien para someterlo, eso no te va a hacer sentir mejor.
Puedes expresar tu enojo o tu ira tranquilamente, sin herir y sin hacer sufrir a la otra persona. Es, de hecho la única manera de arreglar las cosas, hablando con calma y sin hacerse daño. Y es, también, una de las fórmulas para que tus relaciones duren: los buenos tratos.
Prueba a hacerlo cada vez que te pelees con alguien,
pon atención a cómo te tratas a ti mismo/a,
aprende a medir tus niveles de desprecio,
aprende a cuidar tus emociones para que no hagan daño,
y a cuidar tus palabras con amor.
Puedes entrenar con tu pareja, con tu gente querida, con gente conocida y desconocida a diario.
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Coral Herrera Gómez