Los cinco pilares sobre los que se asienta el patriarcado son:
La explotación doméstica
La explotación laboral
La explotación emocional
La explotación sexual
La explotación reproductiva
De las mujeres
El patriarcado es explotación de mujeres, la explotación es violencia, y la única manera de acabar con ella es acabar con el abuso, la desigualdad y la pobreza.
Las víctimas de la explotación son las mujeres, que son las que ponen el cuerpo, la energía y el tiempo para que los hombres ganen dinero, se reproduzcan y vivan como reyes en sus casas.
Todo nuestro sistema depende del altruismo, de la generosidad, de la entrega de las mujeres, y no podría sobrevivir sin el trabajo gratis o precario de las niñas y las mujeres más pobres del mundo.
Estamos hablando de casi 11 billones de dólares al año, es lo que aportamos las mujeres con nuestro trabajo invisible de cuidados y servicios a los hombres.
Pero hay mucho más.
Los hombres ricos ganan millones de dólares con la industria de los cuerpos: porno, prostitución y trata, alquiler de mujeres y compraventa de bebés, más la industria de las clínicas de estética,
todos son negocios de hombres, y todas las que ponen su cuerpo son mujeres.
Que las mujeres puedan explotarse a sí mismas no es un acto de libertad y no es una reivindicación feminista: el feminismo lleva siglos luchando contra la pobreza, la explotación, y la violencia que sufren las mujeres más pobres y oprimidas del planeta.
El feminismo es un movimiento contra la dominación y la violencia que defiende la idea de que todas las mujeres tenemos derecho a tener derechos.
Las mujeres feministas luchamos para que todas las mujeres podamos tener una vida libres de pobreza, explotación, sufrimiento y violencia.
También luchamos contra los mitos del patriarcado que nos quieren hacer creer
que vinimos al mundo a servir a los hombres y a ayudar a los ricos,
que el trabajo gratuito es amor,
y que las mujeres pobres son libres para hacer lo que quieran con su cuerpo.
No hay libertad cuando hay necesidad.
Así que para que las mujeres podamos ser libres, hay que abolir la explotación en todas sus formas,
no legalizarla.
Coral Herrera Gómez