No hay premio, no hay recompensa por sufrir. Sufrir no nos hace más fuertes, ni más sabias, ni más especiales.
Sufrir no es necesario para conseguir las metas que te propones: sólo necesitas constancia, energía, disciplina, y mucho amor. Cualquier proyecto personal, en pareja, colectivo (proyecto vital, proyecto artístico o cultural, empresarial, político o social) requiere de mucha responsabilidad y compromiso, pero no hace falta sufrir, ni sacrificarse, ni entregarse a la causa descuidandote a ti misma.
Sufrir no ayuda a que nos quieran más o nos quieran mejor. En nuestras relaciones podemos ahorrarnos toneladas de sufrimiento haciendo elecciones y tomando decisiones, poniéndo límites y aprendiendo a defendernos y a cuidarnos a nosotras mismas.
En este audio te cuento por qué hemos llegado a creer que para llegar al paraíso hay que subir la Cuesta del Calvario y atravesar el Valle de Lágrimas, y cómo desaprender estas ideas para sufrir menos, y para disfrutar más de la vida.
Coral
Ya puedes escucharlo en Patreon,
Spotify e Ivoox