Esta dentro de mí. Y de ti. El pensamiento neoliberal está dentro de todos y todas nosotras. Hemos asumido las tesis de esta corriente política y económica y solo tomamos conciencia de ello cuando vemos el mundo desde una perspectiva ética, cuando usamos nuestra capacidad para el pensamiento crítico y nos empezamos a hacer preguntas.
Por ejemplo:
¿es ético tener que poner entre todos millones de euros de nuestros bolsillos para que los dueños de las grandes empresas vivan como reyes? El neoliberalismo defiende la reducción del Estado al mínimo, afirma que el mercado “se regula solo”, y quiere destruir el Estado del Bienestar y las ayudas que salvan de la pobreza a millones de personas. Pero no dice nada sobre las toneladas de dinero que reciben del Estado las élites de cada país: banqueros y empresarios, fundamentalmente. A la opinión pública se les hace creer que ellos son el motor de nuestra economía, pero lo cierto es que somos nosotros los que financiamos su tren de vida.
Más preguntas: ¿es ético creer que solo los ricos deben tener derecho a tener derechos? El neoliberalismo defiende la idea de que los derechos humanos son solo para los que pueden pagárselos, por eso afirma que la Sanidad y la Educación pública deben ser destruidas, y que la gente que no tiene dinero no tiene derecho a curarse de una enfermedad, y debe morir en su casa, así sin más. Para el neoliberalismo los derechos humanos son un negocio, por eso defiende la idea de que las residencias de mayores, las escuelas infantiles, los hospitales, los hogares para menores sin familia deben ser privatizados. Son las personas más vulnerables, ellas y las trabajadoras que les cuidan: los empresarios creen que tienen derecho a maltratarles y a ganar dinero sin ningún tipo de control.
¿Es ético creer que los seres humanos son mercancía que puede intercambiarse, alquilarse, venderse y comprarse? El neoliberalismo defiende “la libertad” de cada cual para poner su cuerpo en el mercado, pero esta tesis choca con la Declaración Universal de los Derechos Humanos Fundamentales que contempla que ningún ser humano es propiedad privada de nadie, que nacemos libres y no somos objetos ni productos para uso comercial. Es un negocio brutal que mueve miles de millones de euros al año: usan inmigrantes como mano de obra barata, usan mujeres como esclavas sexuales y reproductivas, usan bebés recién nacidos para hacerse de oro. Y abogan por legalizar la explotación, aunque ello suponga que cualquier pederasta pueda comprarse un ser humano recién nacido. En su extremo más radical también afirman que los pobres tiene derecho a vender sus riñones y sus córneas y a ayudar a los ricos a ser felices.
¿Es ético afirmar que los deseos de los ricos son derechos humanos y que deben ser los pobres los que satisfagan estos deseos? El neoliberalismo defiende la idea de que con dinero se puede comprar absolutamente todo en esta vida: esposas, hijos e hijas, sirvientas domésticas, sirvientas sexuales, sirvientas reproductivas. Y defiende la libertad de la gente que tiene dinero para explotar sin misericordia a los que menos tienen. Ellos viven del tiempo y de la energía de los demás a cambios de salarios que no dan para vivir.
El neoliberalismo está por todas partes: no hay más que echar un vistazo a las leyes y las políticas públicas de las democracias occidentales. En todos los países democráticos los políticos se dedican a transferir el dinero que ponemos entre todos cada año para los dueños de los bancos y las grandes constructoras. No le ponen trabas al dinero, las fronteras son solo para los seres humanos. Cada día pasan por ellas traficantes de armas, de drogas y de mujeres, y miles de dólares que no se declaran.
El neoliberalismo afirma que la pobreza es inevitable y sabe que sin amplias masas de pobres, el capitalismo no podría funcionar. Defiende la idea de que los ricos tienen derecho a acumulan y acaparar la riqueza, y que los demás debemos estar a su servicio. Afirman que cualquiera en la vida puede llegar a ser rico si se esfuerza, pero los datos nos demuestran que no es cierto. Los ricos son ricos por herencia, apellidos, contactos y explotación de seres humanos.
Los neoliberales carecen de sentido de la ética y defienden “la libertad” de los ricos para comprar un país entero, para especular, para destrozar la naturaleza, para extraer sus recursos, para evadir impuestos, y para vivir de nuestros impuestos.
El neoliberalismo también está dentro de toda la gente que aún siendo pobre defiende este sistema violento basado en el abuso y la explotación de unos pocos sobre el resto. Los conocerás porque todo el tiempo usan la palabra “libertad”, pero jamás hablan de igualdad, ni de derechos humanos, ni de ética, ni de redistribución de la riqueza, ni del Bien Común, ni de justicia social.
El neoliberalismo está plagado de mitos como el de la meritocracia, el de “los pobres son pobres porque quieren”, y el más dañino que nos han colado es el de que “tú puedes ser quien quieras ser”
Por eso es tan importante aprender a desmontar mitos, hacerse preguntas y contrastar estas tesis neoliberales con cifras reales sobre la pobreza, la explotación, y la violencia que sufre la población mundial.
El orden neoliberal choca frontalmente con los derechos humanos y no es un orden “natural”: otras formas de relacionarnos y de organizarnos son posibles.
Sin derechos y sin igualdad no es posible la libertad.
Coral Herrera Gómez