Necesitamos más romanticismo social, porque para trabajar por un mundo mejor necesitamos toneladas de empatía, generosidad, solidaridad, apoyo mutuo, cooperación, trabajo en equipo, autocrítica. Y para eso hay que acabar con las jerarquías y la explotación, y poner de moda el buen trato y las relaciones basadas en el respeto y la ternura social. El amor del bueno ha de ser colectivo: vamos a juntarnos a luchar por la igualdad, la diversidad, las libertades y los derechos humanos.
Podemos empezar aquí mismo, en las redes sociales, este campo de batalla donde todo el mundo quiere ganar. Vamos a tratar de recuperar el placer de la conversa incluso ante diferencias ideológicas abismales, intentemos escucharnos sin insultarnos y sin descalificar a las demás. Podemos seguir con nuestras redes afectivas, nuestro vecindario, nuestros compañeros y compañeras del trabajo, y extender ésta energía brutal al conjunto de la Humanidad, los animales, los seres vivos y la naturaleza. Así podríamos caminar acompañandonos los unos a otros hacia la utopía individual y la colectiva, que al final son la misma cosa: no podemos ser felices en un mundo tan violento como el que habitamos ahora, por mucho que tratemos de cerrar los ojos ante el dolor de los demás.
Vamos a querernos más y mejor, que la vida es muy bonita y muy corta. #ADisfrutarYAQuerernos
Coral Herrera