Los hombres abortan hijos todos los días, pero nadie habla de ellos. No van a la cárcel, nadie les juzga ni les critica, no agarran infecciones, no lo viven como un trauma, no se gastan plata en pagar a carniceros, no mueren desangrados, no se sienten culpables, sus padres no les echan de casa.
Si no hay aborto, no dejan de trabajar ni de estudiar: su vida no sufre ningún cambio si conciben un hijo no deseado. Simplemente huyen, rompen con su pareja, y no se vuelve a saber nada de ellos. No les da remordimientos saber que tienen hijos e hijas que algún día preguntarán por ellos, no les hace sentir mal el saber que esos niños y niñas puedan necesitarles.
Pongamos pues de moda la vasectomía, para todos esos que van regando su esperma, pero luego no quieren ser padres. Esos que no quieren ponerse condón, pero tampoco quieren pagar pensión alimenticia. Esos que van dejando el mundo lleno de niños sin papá porque se creen muy machos: todos necesitan esterilizarse con urgencia.
Los Estados tienen que ponerse a la tarea. En la mayor parte de los países los hombres no reciben educación sexual ni emocional, no les enseñan lo importante que es responsabilizarse de la planificación familiar, no les explican que es violencia presionar a sus parejas para que acepten tener relaciones sin preservativo.
Ya que la crianza se sigue considerando una cosa de mujeres, ya que los hombres no son sensibilizados para que asuman sus obligaciones ni para que aprendan a disfrutar de su paternidad, que al menos tengan la posibilidad de hacerse la vasectomía. Sólo hay que convencerlos de que no van a dejar de ser machos, que su virilidad no corre peligro, que van a vivir mejor.
Pongamos de moda la esterilización masculina, todo son ventajas: reduciremos drásticamente el número de niñas, adolescentes y adultas que mueren en abortos clandestinos. Habrá también menos niñxs con trauma de abandono paternal, menos mujeres humildes cargadas de hijos sin padre haciendo frente a la vida sin ayudas ni apoyos, y condenadas a la miseria.
Yo hasta les pagaría por hacerse la vasectomía (así seguro se la harían muchos). América Latina necesita acabar con tanto dolor, tantas ausencias, y tantas muertes de mujeres en abortos clandestinos.