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2 de mayo de 2023

La Revolución de los Cuidados

 


La Revolución está en los Cuidados

Acompáñame a imaginar los cambios que se producirían si los hombres se unieran masivamente al sistema de Cuidados, de la misma manera que nosotras nos incorporamos masivamente al mercado laboral en el siglo XX.

Vamos a soñar con la posibilidad de que en este siglo XXI, toda la población pueda dedicar 4 horas al trabajo remunerado, y 4 horas a las tareas de cuidados (crianza y educación de hijos e hijas, cuidados del hogar, cuidados a personas mayores adultas, mascotas y plantas, jardines y huertos, familiares dependientes por enfermedad o discapacidad, autocuidado).

 
Si le sumamos 1 hora de transporte al trabajo fuera del hogar (como máximo media hora de ida y media de vuelta), y 8 o 9 horas de sueño, nos quedarían 6 horas al día libres.

Si los hombres cuidasen, y tuviéramos ingresos y derechos humanos garantizados, los principales cambios serían estos:
-al reducir las jornadas laborales a la mitad, habría trabajo para todo el mundo (y si no hubiese empleo para todo el mundo, el Estado garantizaría que nadie se quede sin ingresos)
-nuestra salud mejoraría muchísimo, porque ahora enfermamos por el estrés y la sobrecarga de trabajo, y además la medicación que tomamos para resistirlo también nos quita años de vida.
- podríamos descansar y dormir más horas, y dedicar más tiempo al ejercicio físico, al bienestar, y al autocuidado.
- nuestra salud mental y emocional también mejoraría porque tendríamos más tiempo libre para disfrutar de nuestras pasiones y de nuestra gente querida.
- no tendríamos que ser cuidados por gente desconocida y mal pagada: nuestra gente podría cuidarnos, y nosotros podríamos cuidar a nuestra gente, porque todos tendríamos más tiempo para turnarnos en los cuidados de hijos, hijas, sobrinas, madres, padres, abuelos, amigas y vecinas.
- acabaríamos con la explotación doméstica, pues no sería necesario cargar a una mujer pobre con todo a cambio de un salario de miseria, podríamos repartirnos el trabajo doméstico y de cuidados entre todas y todos.
- la vida de nuestras niñas y niños sería mejor: podríamos dejar de medicarles y dejar de obligarles a seguir nuestro ritmo de vida infernal. Podríamos dedicarles más tiempo de calidad, así se acabarían muchos de los trastornos que sufren hoy en día por falta de atención, de cuidados y de amor.
- nuestras vidas serían mejores porque nos podríamos liberar de la prisa, de la culpa y de la angustia que nos genera hoy no tener ingresos suficientes y no tener tiempo para nada.
- las relaciones de pareja mejorarían mucho porque los cuidados serían mutuos, nos querríamos mucho más, nos pelearíamos menos, tendríamos más ganas y más tiempo para hacer el amor. Por fin podríamos amarnos en igualdad, y construir relaciones libres de abuso y explotación.
- las relaciones con los demás también mejorarían porque tendríamos mejor humor, menos rabia acumulada, y menos frustración. Al estar más contentos y relajados, trataríamos mejor a nuestra gente y a la gente desconocida.
- tendríamos más tiempo para crecer y para aprender cosas nuevas, para investigar y adquirir conocimientos, para hacer deporte, para disfrutar del arte y la cultura, para poner en marcha nuestros proyectos y emprendimientos.
- tendríamos más energía y más tiempo para disfrutar de la vida, para cuidarnos y apoyarnos entre todos y todas, para organizarnos y luchar por nuestros derechos, y para divertirnos cantando, bailando, y celebrando la vida.

Con los cuidados en el centro,

más nuestros derechos fundamentales garantizados,

más una Renta Básica Universal,

cambiaríamos de forma radical nuestras formas de relacionarnos y de organizarnos.

Es decir, cambiaríamos nuestro sistema social, político y económico, y entonces sí podríamos lograr el objetivo común de construir un mundo mejor.

¿Creéis que los hombres estarían dispuestos a unirse a la Revolución de los Cuidados?, ¿les imaginais renunciando a sus privilegios?, ¿les veis en las calles exigiendo a los gobernantes y a los empresarios tiempo y dinero para cuidar de sus padres, de sus hijos, de su hogar, de sus mascotas, y de sí mismos?

Yo si me lo imagino, para eso estoy educando a mi niño. Para que sea una persona responsable, autónoma y solidaria. Para que nunca se aproveche de sus privilegios. Para que no abuse nunca de los demás, para que se relacione en igualdad y en libertad con las mujeres, para que sepa cuidarse y cuidar a los demás. Para que sueñe y trabaje por un mundo mejor.
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#RevoluciónDeLosCuidados
#RevoluciónAmorosa
#cuidados #crianza #masculinidades #hombres
#HombresQueCuidan


Más artículos de Coral Herrera sobre cuidados

1 de mayo de 2023

Decálogo para el Autocuidado

 


Autoconocimiento, para aceptarte y conocerte mejor a tí misma

 Amor del bueno, para construir una relación bonita contigo misma 

 Autoestima, para aumentar la confianza en nosotras mismas

 Autonomía emocional, para no tener relaciones de dependencia. 

 Autonomía económica, para ser libres y tener una Buena Vida.

 Autocrítica amorosa, para identificar todo aquello que nos hace sufrir y hace sufrir a los demás.

 Autorregulación y autocontrol: tú puedes controlar las dosis y ser dueña de tus acciones

 Autodefensa emocional: aprender a evitar el abuso, a poner límites a los demás, y a ser asertivas.

Aceptar la Realidad: fundamental tener los pies en la tierra para cuidar mi salud mental y emocional

Aprender a cuidar las Emociones: aprender a identificar, expresar y cuidar las emociones para que no nos hagan daño y no dañen a los demás.

Cuidar la humildad y trabajar el ego para que no nos domine, y para evitar las luchas de poder con los demás.

Cuida tu salud: dormir bien, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico, pasar tiempo al aire libre y a la luz del sol…

Cuida tus redes de apoyo y de afecto: son tu mayor tesoro, y para que se mantengan vivas tienes que regarlas y cuidarlas con amor. 

Cuida tus niveles de autoexigencia: somos seres humanos y somos imperfectos, es imposible ser buena en todo y no equivocarse nunca. 

Comunicación no violenta: aprender a cuidar mis palabras, entrenar en el arte de la asertividad, hablarme a mí misma con respeto y con amor. 

Derecho a divertirte y a disfrutar: haz hueco en tu agenda para ti, y para dedicar tiempo a tus pasiones, y a tu gente querida.

Feminismo: para aprender a relacionarme sin dominar y sin someterme, para aprender a cuidar mis relaciones con las demás mujeres, para trabajar juntas en nuestra liberación.

Grupos de Cuidados: pertenecer a grupos de cuidados es fundamental. Solas no podemos hacer frente al abuso y la violencia, pero juntas podemos protegernos, crear espacios seguros, y proporcionarnos ayuda mutua.  

Honestidad con nosotras mismas, para ser realistas, para evitar el autoengaño y para tener los pies en la tierra.

Lealtad con una misma; para no traicionar tus principios, tus valores, tus ideas, tus apetencias, tus deseos, tus necesidades.

Responsabilidad afectiva con nosotras mismas: somos responsables de nuestra salud mental, emocional y física. 

Sé tú misma: es muy importante que tengas espacios con tu gente querida en los que puedas sentirte libre para ser tú misma, para expresarte sin miedo, para mostrarte tal y como eres. 

Terapia para sanar los traumas y las heridas del pasado.

Toma decisiones:  identifica todo aquello que quieres cambiar para vivir mejor, y toma decisiones para empezar hoy mismo. 

Compromiso con nosotras mismas: 

Elaborar unos pactos de cuidado y firmar un contrato amoroso con nosotras mismas para procurarnos una Buena Vida, para ser mejores personas, para trabajar en nuestro bienestar y en nuestra felicidad. 
Tu compromiso es con el derecho que tienes y tenemos todas a vivir una Buena Vida.




























Más artículos de Coral Herrera sobre Cuidados 

22 de marzo de 2023

México: Gira La Revolución Amorosa 2023

 


La Revolución Amorosa se hace internacional: voy a visitar México invitada por la Secretaría de Igualdad Sustantiva de Puebla. Será este viernes 24 de marzo en la Universidad de Puebla, el evento será gratuito y podéis inscribiros aquí: 

acortar.link/cd2qvE

¡muchas gracias!

#México #LaRevoluciónAmorosa


11 de marzo de 2023

Mi blog cumple 15 años



Empecé en marzo de 2008, hace quince años, y nunca imaginé que alcanzaría estas cifras: 

1.000 posts publicados

9 millones de visitas  (cifra exacta: 8,960,168) 

150. 000 fans en redes sociales

48.000 libros vendidos 


Los países que más me leen son: España, México, Estados Unidos, Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, Perú, Ecuador, Venezuela, Alemania, Francia, Uruguay, Bolivia, Irlanda, Paraguay y Rusia. 

Quiero dar las gracias a todas mis lectoras, pues sois mayoría las mujeres que me leeis, compartís mis textos, recomendáis mis libros, venís a verme a las charlas, difundís mi trabajo en redes sociales, participáis en mis talleres, y me animáis a seguir publicando. 

Cuando empecé a escribir, jamás pensé que podría llegar a tantísima gente en tantos países diferentes, ¡muchas gracias por leerme y por seguir mi trabajo con tanto amor!

Ahora podéis convertiros en mis mecenas, apoyar mi trabajo y aparecer (solo si queréis) en mi lista de mecenas.






¡muchas gracias!

26 de febrero de 2023

Vamos a contar verdades



Vamos a contar verdades: seamos solidarias con las demás mujeres, contar nuestras historias es la única forma de hacer frente a los mitos patriarcales que nos quieren hacer creer que nuestra única fuente de felicidad es la pareja y los hijos. 

Igual que todas necesitamos quitarnos la venda y ponernos las gafas violetas, también necesitamos las gafas del amor, porque necesitamos desmontar los mitos y ver la realidad para poder sobrevivir a ella.

Para que las nuevas generaciones dejen de caer en la trampa del amor romántico y la maternidad, tienen que saber lo duro que es vivir en pareja, el trabajo personal enorme que requiere quererse bien, la falta de herramientas que tenemos para resolver problemas y resolver conflictos sin hacernos daño.

A las mujeres heterosexuales, hay que explicarles lo difícil que es encontrar un hombre sin problemas de honestidad y de masculinidad. Tienen que saber que maternar en un mundo anti-madres es una bestialidad. 

Muchas mujeres siguen creyendo en el mito de la familia feliz porque creen que ellas no han tenido suerte. Ven a todas presumiendo en las redes sociales de su familia feliz, y se preguntan por qué ellas no pueden. 

La realidad es que donde más peligro corremos las mujeres y las niñas es en el hogar, según la ONU, a manos de nuestros maridos, padres, hermanos, tíos, abuelos, padrastros, primos y amigos de la familia feliz. Es en la familia el lugar en el que más sufrimos la explotación, los malos tratos y la violencia: psicológica, emocional, económica, física sexual, vicaria. 

 Contar nuestras historias puede ayudar a muchas mujeres para que no caigan en relaciones tóxicas o de dependencia, y para que no crean las mentiras que se traga la mayoría. Hablemos de las renuncias y sacrificios, de la carga mental y emocional, de lo que hay que aguantar para que dure la pareja, de las violaciones en el seno del matrimonio, de los malos tratos, de las mentiras y de la decadencia a medida que se acaba "el amor"

Es importante que las nuevas generaciones sepan que los hombres en su mayoría no saben amar desde el compañerismo, que los que saben cuidarse a sí mismos y a sus hogares dejan de hacer las tareas en cuanto se casan, que muchos se convierten en un hijo más para tí.

Vamos a contarles las verdades que descubrimos nosotras cuando ya era tarde. Que no todo es de color de rosa, que no acabamos de princesas sino de sirvientas, que la gran mayoría de las mujeres casadas tienen doble jornada laboral y peor salud que las solteras, y que los hombres casados viven más tiempo, y viven mejor que los divorciados o los viudos.

Tienen que saber que nosotras con el matrimonio perdemos tiempo libre y tiempo para descansar, y que ellos tienen el doble que nosotras.

Tienen que entender que la monogamia es solo para nosotras, que muchos hombres casados tiene sexo con otras mujeres, gratis o pagando, y que tienen el privilegio de la doble vida igual que tu padre y tu abuelo. Y la prueba está en la cantidad de burdeles que hay en todos los países abiertos las 24 horas, los 365 días al año, con los aparcamientos repletos de coches de hombres casados.

Tienen que saber que no es posible conciliar la carrera profesional con la maternidad, que el día no tiene horas suficientes para brillar en el trabajo, tener la casa limpia y la nevera llena, la ropa lavada y doblada, para cuidar a tus padres y a tus hijos e hijas, para cuidar a tu pareja, a tus mascotas y a tus plantas, para cuidar a tus familiares dependientes, y para cuidarte a tí misma, hacer ejercicio, ir al salón de belleza, descansar entre medias, y dormir ocho o nueve horas. 

Tienen que saber que cuando pasa la emoción del parto, después de las fotos, la gente desaparece y te quedas sola con la cría, y que luego tienes que dejar a la cría con otras personas y volver a ser productiva y poder con dos y tres jornadas laborales. Tienen derecho a pensarse si les compensa gestar y parir para luego estar separada de su bebé 10 horas al día. 

Hay que contarles que los bebés no son muebles, que crecen y que tienen unas necesidades tremendas que los hacen muy dependientes, especialmente si nacen con problemas de salud, sobre todo los cinco primeros años de su vida.

Los bebes no están todo el día durmiendo y hay que tener una energía tremenda para criar, y la mayor parte de las mujeres se enfrentan solas porque los padres huyen al trabajo. Y muchos, cuando llega un bebé, se van de casa para no volver. Hay hombres a los que les aterroriza la paternidad y otros que se quedan contigo pero son padres ausentes que pasan de tí y de tus hijos, y te hacen sentir inmensamente sola. 

Hablemos de las hemorroides, de las estrías, del suelo pélvico, y la incontinencia. Hablemos de la falta de energía para tener sexo, del sexo después del parto, de los duelos por la muerte de los bebés que no nacieron.

Hablemos de los miedos del embarazo, de los malos tratos en el hospital, hablemos de la desolacion de la soledad, del agotamiento, del caos, de los castigos de las empresas a las mujeres que tienen hijos. 

Hablemos de la dependencia emocional, de cómo penalizamos a las mujeres que no quieren tener hijos, de las críticas que recibimos cuando somos madres, del trato que recibimos en un mundo anti-niños y niñas.

Hablemos de las pastillas que nos tomamos para aguantar tanto trabajo dentro y fuera de casa, de los ansiolíticos, antidepresivos, y somníferos que tomamos para calmar la angustia, para sobrevivir al agotamiento, para sobrellevar la frustración, para poder con todo sin enfermar del todo.

Vamos a contar verdades para que las niñas y adolescentes desmitifiquen cuanto antes el matrimonio y la familia feliz, y para que puedan elegir libremente si quieren o no tener pareja y/o hijas. 

Solo si conocen la realidad y tienene los pies en el suelo podrán cuidarse a sí mismas y evaluar qué es lo que realmente quieren, y qué es lo mejor para ellas.

Coral Herrera Gómez 


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14 de febrero de 2023

Si todo es mutuo, es Amor del Bueno

 



En el sexo y el amor todo debe ser mutuo. Las ganas, los sentimientos, el deseo sexual, la ternura y los cuidados. 

Solo se puede disfrutar del sexo y del amor cuando hay correspondencia entre ambas personas, cuando a ambas les apetece lo mismo, y quieren un tipo de relación similar. Si hay reciprocidad, si tenemos la misma libertad y los mismos derechos, si las tareas se reparten por igual, si nos relacionamos en horizontal, de tú a tú, de igual a igual, podemos lanzarnos a disfrutar, y a vivir una bonita historia de amor. 

Las relaciones en las que el amor no es mutuo nos hacen sufrir mucho. Cuando lo damos todo y la otra persona tiene el privilegio de recibir amor y cuidados sin darlos, está abusando de nuestra generosidad y de nuestra vulnerabilidad. 

Si el amor no es mutuo, es explotación emocional. 

Si los cuidados no son mutuos, es explotación doméstica.

Si el deseo sexual no es mutuo, si el placer no es mutuo, es explotación y violencia sexual. 

Si nos quedamos a esperar el milagro romántico, vamos a sufrir mucho. Así que lo mejor es dejar la relación en cuanto notes que no es mutuo, lo mismo si te enamoras que si no te enamoras. Así no sufres, ni haces sufrir a tu pareja. 

Recuerda siempre: 

Es Amor del Bueno si todo es mutuo. 

Coral Herrera Gómez 










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Entrevista a Coral Herrera #14F


 

Aquí mi entrevista para el Consejo de la Juventud de España en el que hablo de cómo otras formas de quererse son posibles.

17 de enero de 2023

Nos salvan las amigas





No nos salva el príncipe azul, ni la policía, ni los servicios sociales, ni los abogados, ni los jueces, ni los políticos que gobiernan. El Estado no llega nunca a tiempo. Así que no nos queda otra que cuidarnos y organizarnos entre nosotras para que no nos maten.

Las mujeres que sufren violencia machista están muy solas: a menudo no quieren preocupar a su gente y creen que pueden aguantar y resistir la situación durante meses y años. A muchas les cuesta ponerle palabras a lo que están pasando, y cuando lo logran les da mucha vergüenza admitirlo. Se culpan a sí mismas, y a veces les cuesta asumir que sus vidas corren peligro.

Cuesta mucho ir a denunciar sola, y enfrentarse a los jueces y a la burocracia de los servicios sociales sola, y reclamar nuestros derechos solas. Nos piden que denunciemos, pero los femicidas nos matan igualmente. Aunque haya orden de alejamiento, aunque les pongan la pulserita, nos matan igualmente, sobre todo cuando queremos salir de la relación, porque muchos no están dispuestos a permitir que salgamos con vida de ella. 

Y cuantos más pasos damos para separarnos, más peligro corremos: los femicidas actúan cuando sienten que van a perder a su pareja y no van a poder controlarla más. 

Hay mujeres que pueden tomar decisiones y actuar con rapidez, pueden contratar a un abogado, alquilarse una casa, y llamar a sus amigas para hacer la mudanza entre todas en un solo día. 

Pero hay muchas mujeres que están solas, y otras que aunque tienen red familiar, tienen miedo de contarle a su gente lo que les está pasando. Mientras, los maltratadores tienen todo el apoyo de la sociedad, los medios, el poder judicial: toda nuestra cultura nos culpabiliza a nosotras y a ellos les justifica, les comprende, les absuelve a ellos. 

Así que a la vez que pedimos en las calles que dejen de violarnos, de golpearnos, de matarnos y descuartizarnos, también tenemos que hacer política en nuestra vida cotidiana, con las mujeres que nos acompañan en la vida. 

Las redes de cuidado entre mujeres salvan muchas vidas en todo el mundo, y ayudan a miles de mujeres a liberarse de las relaciones de dominación y violencia. En ellas nos ayudamos entre todas a identificar cuándo estamos sufriendo violencia machista por parte de nuestras parejas, y cuándo es el momento de dejar la relación. Pero además, una vez que una de nosotras quiere salir de ahí, las demás organizamos el tema de la logística: todas nuestras casas pueden convertirse en un refugio temporal para las amigas, las primas, las hermanas, las madres, las hijas, las tías, las sobrinas, y las vecinas, podemos juntar  dinero entre todas para que ellas puedan sobrevivir en los primeros meses, y si corre peligro de ser asesinada, podemos turnarnos para que no se queden solas y acompañarlas a todas partes. 

Cuando nos sentimos protegidas, acompañadas y cuidadas, es más difícil para el hombre violento actuar. Los asesinos necesitan víctimas vulnerables que dependan de ellos y estén solas, sin apoyo emocional y sin apoyo logístico para escapar. Por eso es tan importante que todas tengamos nuestra red de apoyo mutuo en la que dar y recibir cuidados e información, calor humano y amor de amigas, un techo para cobijarnos, y dinero para sobrevivir.  

Además tenemos que apoyar también a las mujeres que no tienen amigas ni red familiar, ni compañeras con la que contar: las mujeres inmigrantes, por ejemplo, son algunos de los colectivos más vulnerables, así como las mujeres mayores y las mujeres con discapacidades que dependen al cien por cien de sus maltratadores. Las más vulnerables necesitan también ayuda de grupos de mujeres para salir adelante, tanto a nivel psicólógico y emocional, como a nivel logístico. 

Y creo que una de las cuestiones fundamentales es que las nuevas generaciones entiendan la importancia de las redes de mujeres, que desde la infancia puedan construir las suyas propias, que sepan valorarlas, nutrirlas, expandirlas y cuidarlas con todo el amor del mundo. 

Tenemos que ayudarles a tomar conciencia que es mejor que el tiempo y la energía que desperdician con el amor romántico, buscando a su media naranja, lo dediquen a cultivar mucho amor del bueno y a crear su red de mujeres. 

No podemos seguir contandoles cuentos en los que el patriarcado les hace creer que la salvación está en el príncipe azul. En realidad son estas redes de mujeres las que nos sostienen, y en muchas ocasiones, las que nos salvan la vida. 

#Redes #mujeres #ApoyoMutuo #cuidados #SalvarVidas #NiUnaMenos #VivasNosQueremos

Coral Herrera Gómez



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16 de enero de 2023

Shakira, los divorcios transoceánicos y otros temas políticos


Conocí en París a una mujer colombiana a la que su marido le dejó por otra, y no daba el permiso para que ella pudiera regresar a su país con la niña. 

Estaba condenada a vivir en un país extranjero, sin su red familiar, y no lograba convalidar su título de abogada. El marido le declaró la guerra y su vida se convirtió en un infierno, y aún faltaban siete años para que su niña se hiciera mayor de edad. 

No puedo parar de pensar en ella y en su niña desde que ví la noticia de Shakira, y deseo con todo mi corazón que hayan podido volver ya a Colombia, después de tantos años.

¿Comprendéis por qué lo personal es en realidad un asunto político?, ¿y por qué podemos aprovechar el tema de Shakira para hablar de asuntos que nos atañen a todas?


Mirad cuántos temas tenemos en la mesa: el derecho al divorcio, que hoy es un privilegio al alcance de muy pocas mujeres, porque no tenemos dinero para vivir solas con las crías.

Y si lo hacemos porque no aguantamos más, o porque estamos sufriendo violencia, quedamos en la más absoluta pobreza. Y si somos pobres, o precarias, no tenemos ni libertad ni derechos.

Y las que peor lo tienen, son las mujeres inmigrantes sin papeles, que quedan atrapadas durante años. 

¿Y qué me decís de los hombres que no pasan la pensión alimenticia, que no quieren ver a sus criaturas, que no asumen sus responsabilidades como padres, que ni cuidan ni quieren a sus hijas e hijos, y que maltratan a sus criaturas para hacer daño a sus parejas? 

En el culebrón de Piqué y Shakira se mezclan todos los temas: la emigración y la pobreza femenina, las masculinidades y las paternidades, el derecho al divorcio, el derecho a volver a tu país, el tema del compañerismo y la solidaridad en la pareja, la crianza, los mitos románticos, la autonomía económica de las mujeres... hasta da para hablar sobre la Renta Básica Universal, porque siempre que debatimos, además de analizar lo que nos pasa a las mujeres, hay que echarle imaginación y ponerse a buscar soluciones que eviten tanta violencia y sufrimiento a las mujeres. 

Y además, hacer mucha pedagogía para que las adolescentes no caigan en la cárcel del amor, y no se les ocurra sacrificar su vida por el sueño de una familia feliz. 

Disponemos de muchos datos y cifras que demuestran que el amor romántico es una estafa, y muchas historias de vida de mujeres atrapadas que no pueden separarse como está haciendo Shakira. 

Vamos a ayudarnos una a otras a quitarnos la venda de los ojos, vamos a contarnos las verdades, sólo así podremos dejar de ser súbditas de la monarquía masculina. 

Aprovechemos para liberarnos todas juntas.


Coral Herrera Gómez


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15 de enero de 2023

Shakira y la estafa romántica: qué estamos aprendiendo con su historia



El amor romántico es una estafa, la familia feliz es otra estafa, y con la historia de Shakira y Piqué estamos aprendiendo muchas cosas y estamos tratando temas súper importantes de los que normalmente no hablamos. Además nos está sirviendo para explicarles a las niñas y las adolescentes un montón de cosas, y para desmontarles los mitos uno a uno. 

En casa, en el aula, en las redes, aprovechemos su fascinación con Shakira para explicarles que a las mujeres no nos compensa el matrimonio, que no nos merece la pena dejar nuestro hogar y nuestra red de amor por un hombre. 

Que cruzarse un océano y sacrificar nuestro trabajo para ir detrás de un hombre, y para apoyarle en su carrera, no nos compensa. 

Que ser muy guapa y muy sexy no te garantiza que un hombre vaya a tratarte bien y a cuidarte. 

Que tampoco tener hijos con él te garantiza que vaya a ser fiel y a permanecer el resto de su vida junto a tí. 

Que no nos sale a cuenta construir una familia feliz por que es en el hogar donde más malos tratos y violencia sufrimos las mujeres 

Que sufrir por amor no tiene premio ni recompensa. 

Que la infidelidad es violencia psicológica y emocional. 

Que llevarse a tu amante a la cama es una maldad muy cruel. 

Que aunque la mayoría de las mujeres soportan la humillación pública de los cuernos en silencio, no tenemos por que callarnos. 

Que lo que le pasa a ella, nos pasa a todas, y que lo personal es político 


Con respecto a Piqué, podemos aprovechar para desmontar el mito del príncipe azul, para hablar del privilegio masculino de la tener una esposa fiel y una amante joven durante meses o años, y cómo nos afecta esta doble vida a las mujeres. 

Piqué nos puede servir para hablar del machismo, de los malos tratos cuando se acaba el amor, y de la violencia que ejercen los hombres infieles con sus mentiras y engaños.

Podemos desmontar a este ídolo de masas para que nuestros hijos le vean tal y como es, y reflexionen sobre la falta de ética y la forma de usar el poder de los hombres poderosos. 

Otros temazos que están surgiendo con el relato del desamor son: 

- el papel que nos toca cuando somos "la otra"

- la monogamia que se nos impone a las mujeres, 

- la guerra del divorcio, 

- la autoestima y la dependencia emocional de las mujeres.

- las relaciones de rivalidad entre mujeres , y de cómo nos hacemos daño entre nosotras. 

- las relaciones de poder en la pareja

- las diferencias de edad en la pareja

- las relaciones cerradas y las relaciones abiertas

- cómo terminar las relaciones sin sufrir y sin hacer sufrir a nuestra pareja

- la maternidad, la paternidad y la crianza

- la intimidad como derecho o como negocio

- las mujeres patriarcales 

- las mujeres que se liberan 

- relaciones entre nueras y suegras

- divorcios transoceánicos

- cómo cuidarnos cuando nos emparejamos

- cómo cuidarnos cuando nos separamos

- cómo protegernos de los hombres machistas

- sororidad y cuidados entre mujeres

- amor romántico y violencia machista

- cómo defender nuestra libertad y nuestros derechos

- cómo pasar nuestros duelos rodeadas de amor de amigas

- cómo los medios alimentan el mito del amor verdadero y eterno, y para qué. 

- cómo nos manipulan los medios a través de nuestras emociones más primarias.

- cómo los medios nos vendieron la historia romántica de la cantante y el futbolista, 

- cómo nos están contando ahora la separación, 

-cómo nos impactan estas historias, cómo influyen en nuestra forma de relacionarnos. 

- qué valores y principios subyacen a los mensajes que nos mandan los protagonistas y los que opinan sobre los protagonistas, 

- cómo usan los medios el amor romántico para perpetuar los estereotipos y los mitos del patriarcado.

- ¿por qué las mujeres no podemos separarnos cuando nos ponen los cuernos?, ¿por qué Shakira sí puede y la gran mayoría de sus fans no? 

- ¿por qué a los hombres les resulta tan fácil cambiar de pareja y formar otras familias cuando se cansan de sus esposas?


Es el momento ideal además para disfrutar de la reflexión colectiva, para poner en práctica las artes de la Comunicación No Violenta, y para pensar juntas sobre cómo sufrir menos y disfrutar más de nuestras interacciones presenciales y virtuales. 

Cómo veis, este tema tiene dentro mil temas, por ejemplo la ética amorosa, la dimensión económica del matrimonio, la evasión fiscal, las millonadas que están ganando los protagonistas, el sexo y el deseo...

Como engancha mucho a la gente, es ideal para lanzar preguntas y poner a pensar a todo el mundo sobre nuestras formas de comunicarnos y de contarnos historias, y sobre nuestras formas de relacionarnos, de querernos y de separarnos. 

Que nos hace mucha falta a todas y a todos. 


Coral Herrera Gómez 


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14 de enero de 2023

¿Por qué la infidelidad es violencia?



Una de las injusticias más grandes de la infidelidad es que mientras tú gozas de tus relaciones sexuales y sentimentales, niegas a tu pareja la posibilidad de gozar también de otras relaciones. 

Además, ser infiel te lleva a engañar y a mentir, y por lo tanto a hacer daño a tu pareja, que probablemente viva angustiada porque en el fondo de su corazón sabe que te estás portando mal con ella. 

Y hay más, no sólo estás ejerciendo violencia psicológica y emocional sobre tu pareja, sino que también estás abusando de la confianza que ha depositado en tí, estás rompiendo los pactos de cuidado, te estás riendo de ella en su cara. 

Si además tu pareja depende económica y emocionalmente de tí, te estás beneficiando de la explotación emocional que ejerces sabiendo que ella no puede romper la relación. 

Es injusto que esté atrapada contigo soportando la humillación de los cuernos, y tu te estás aprovechando para vivir el mayor privilegio que te otorga el patriarcado: la doble vida. Una como soltero y otra como hombre casado y padre de familia. 

Para terminar, te beneficias del pacto de silencio del que gozan todos los hombres, por el cual todo el mundo ve la cornamenta de tu mujer, menos ella misma. Y además, muchos de vosotros atentais contra la salud de vuestra compañera porque no utilizais métodos de protección en vuestras relaciones, lo que pone en peligro su vida.

¿Cuál es la forma de no hacer daño y evitar la violencia y el abuso? 

Contarle a tu pareja desde el principio lo que te está pasando (me gusta otra, estoy tonteando con otra, me estoy enamorando de otra) para que ella pueda tomar sus propias decisiones, como tener otras parejas igual que tú, o como dejar la pareja si no quiere tener una relación abierta. 

Se trata de ser valiente y de afrontar lo que está ocurriendo con honestidad, así como de asumir las consecuencias de tus actos: si quiero tener otras parejas, mi pareja tiene derecho a hacer lo mismo, o a dejarme en cuanto se entere. 

Y con tus amantes lo mismo: honestidad, respeto, transparencia, valentía y cuidados.

Coral Herrera Gómez 


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13 de enero de 2023

Llevarte a tu amante a la cama de tu pareja es violencia




Una de las mayores violencias que nos puede infligir nuestra pareja es llevar a su amante a nuestra casa y tener sexo con ella en nuestra cama. Nuestra casa es un espacio sagrado, es nuestro refugio, el sitio al que llegamos a descansar después de librar nuestras batallas. 

Es nuestro espacio de intimidad, nuestro nido, nuestra cueva para estar tranquilas, nuestro lugar para quitarnos la armadura, descansar, relajarnos, llorar las penas, disfrutar del sexo a solas o en pareja, tener conversaciones íntimas. 

Es el espacio en el que tenemos nuestras cosas: nuestra ropa, nuestras fotos, nuestros artículos de higiene, nuestros recuerdos, nuestros libros, nuestros secretos, nuestros juguetes sexuales. 

Es un lugar en el que deberíamos estar seguras de que nadie nos va a atacar, ni va a utilizar la información que tiene de nosotras para hacernos daño. 

La cama es el lugar en el que nos desnudamos, soñamos, nos acurrucamos, es el espacio en el que gozamos, en el que nos abandonamos por completo al descanso: no es justo que metas a alguien ajeno a ella, es un daño simbólico irreparable.

  

Llevar a tu amante a la casa de tu pareja es violencia porque mientras tú gozas, estás violando el derecho fundamental que tenemos todos y todas a la privacidad y a la intimidad. 

Quizás para tí y para tu amante sea muy divertido y emocionante, pero para tu pareja es humillante que otra persona entre en tu intimidad, que deje su olor, sus pelos, su sudor, sus fluidos, y sus secreciones corporales en su nido. 

No sé si es verdad que Piqué se llevó a su amante a la casa de Shakira durante un año, y si ella se comió o no la mermelada de la cantante. Pero si es verdad, podemos decir tranquilamente que Piqué es un maltratador: es obvio que elegir el hogar de tu pareja e hijos para tener sexo en lugar de irse a hoteles lujosos es una decisión tomada para hacer daño. Y que Clara fue cómplice de esta violencia. 

No tenían necesidad ninguna de usar el único espacio de seguridad e intimidad que tiene Shakira, y si lo hicieron, fue para disfrutar del daño que le estaban causando. Probablemente tanto Piqué como Clara se sintieron muy poderosos en su momento, pero es un ejercicio de poder muy violento y muy cruel. 


Y lo peor, es posible que no hayan aprendido nada y que en el futuro Piqué le haga lo mismo a Clara, con otra chica más joven.


Nosotras, mientras, leemos y debatimos en redes, y estamos aprendiendo un montón de cosas sobre la historia entre Shakira, Piqué y Clara. Por ejemplo: que hay que ser valiente y decirle a tu pareja que ya no quieres estar con ella. 

Que para separarse no hace falta hacerle daño a tu pareja poniendole los cuernos. Que todos los intentos por hacer sufrir a tu ex son violencia. 

Que la guerra del divorcio no solo te afecta a tí, sino a todos tus seres queridos. 

Que las mujeres no debemos ayudar a los hombres a humillar a sus parejas, ni invadir los espacios sagrados de las demás mujeres. 

Que no debemos hacerle a la gente lo que no nos gustaría que nos hicieran.

Que los hombres tienen que trabajarse los patriarcados con urgencia. 

Que las infidelidades son violencia psicológica y emocional. 

Que las mujeres no tenemos por qué soportar los cuernos en silencio, que estamos hartas de que nos culpen por la violencia que sufrimos, que se nos juzga con mucha más severidad que a los hombres. 

Que tenemos todas que revisar la forma en que ejercemos nuestro poder, que tenemos todas que trabajarnos más la empatía y la sororidad... ¿qué más estáis aprendiendo vosotras con esta historia?


Coral Herrera Gómez



El pacto de fidelidad es un pacto de cuidados mutuos


Cuando hacemos un pacto de fidelidad, no estamos prometiendo a nuestra pareja que jamás nos sentiremos atraídos por alguien más, ni que jamás nos enamoraremos de otra persona. 

Eso no se puede prometer, porque no sabemos si sucederá. 

Sí que puedes expresar que te gustaría amarle toda tu vida, pero no puedes jurar que el amor no se te va a acabar. 

Lo único que podemos prometernos al juntarnos es que, pase lo que pase, vamos a ser leales y a cuidarnos.

El pacto de fidelidad en realidad es un pacto de cuidados mutuos por el cual nos comprometemos a ser honestos/as con nuestra pareja si se nos acaba el amor o si nos enamoramos de otra persona. 

Es un pacto en el que nos comprometemos a ser sinceros si nos gusta mucho alguien o si estamos empezando a sentir algo fuerte por alguien. Vamos a compartir lo que está sucediendo y lo que estamos sintiendo, para poder gestionar la crisis o el final sin violencia. 

Porque el engaño y la mentira hacen mucho daño, así que como nos queremos, no vamos a hacernos sufrir. O al menos, vamos a intentarlo con todo nuestro corazon. 

Yo confío en mi pareja, pero no pienso que jamás dejará de amarme, ni que nunca se enamorará de otra. 

Confío en que si algún día le ocurre, seré la primera persona en enterarme, confío en que no me va a mentir ni a engañarme. Confío en que no va a estar en dos relaciones a la vez durante meses o años. Confío en que la otra persona no va a meter a nadie en mi casa ni en mi cama. Confío en que la otra persona va a cuidarme incluso cuando se empiece a desvincular románticamente de mí.

Así entiendo yo, al menos, el pacto de cuidados sobre el que construyo mis relaciones de pareja: yo no puedo prometer que voy a amarte para siempre. 

Pero en el tiempo que estemos juntos, y también si llega el desamor, voy a ser valiente para contarte cómo me siento, para escuchar como te sientes. Nos vamos a cuidar mutuamente, y vamos a valorar juntos si queremos o no seguir la relación, o si es mejor terminarla. 

Vamos a seguir siendo cómplices y compañeros hasta el final, y no vamos a meternos en guerras, porque nos hemos comprometido a cuidarnos, en las buenas y en las malas, desde el primer hasta el último día.


Coral Herrera Gómez 


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7 de enero de 2023

El amor de pareja y el derecho al tiempo libre

 


Los hombres tienen más tiempo libre que las mujeres. Ellos pueden descansar y dormir más horas que nosotras, y tienen más tiempo para disfrutar de sus pasiones y de su gente querida. 

Tienen más tiempo para hacer ejercicio físico, para practicar deportes, para dedicarse al arte, a la música, para escribir, para leer, para crear, para inventar, para conocer cosas nuevas.

Tiempo para no hacer nada, para disfrutar de la naturaleza, para ascender en su trabajo, para viajar y conocer sitios nuevos, para recuperarse de sus enfermedades, para hacer excursiones, para aprender cosas nuevas. 

Tienen más tiempo para estudiar idiomas, másters, oposiciones, y tienen más tiempo para tener amigas y otras parejas además de la oficial.

Los hombres tienen más calidad de vida que nosotras, porque tienen más tiempo libre. Esta es una de las grandes injusticias que vivimos las mujeres emparejadas en relaciones heterosexuales: tener que regalar nuestro tiempo y energía a los hombres solo porque nacimos mujeres.

Si pudiéramos negociar en igualdad de condiciones, si tuviéramos los mismos derechos y los mismos ingresos, ninguna de nosotras trabajaría gratis para un hombre.

Para que ellos puedan vivir como reyes, nosotras trabajamos el doble de horas que ellos en casa, y por lo tanto tenemos la mitad del tiempo libre que ellos. 

Esto en España: según las estadísticas del INE, la mitad de españolas que viven en pareja realizan la mayoría de tareas de cuidado y trabajo doméstico. Un 32,5% de los hombres no hace nada en casa.

En el mundo, las mujeres dedican casi 6 horas diarias, y los hombres menos de la mitad, 2 horas diarias.


¿Podemos querernos bien en estas condiciones de desigualdad?, ¿podemos las mujeres disfrutar del sexo y del amor en relaciones de abuso? 

Obviamente, no.


Aunque las mujeres asumamos todo el trabajo de cuidados, o la mayor parte, no lo hacemos con una sonrisa. Nos empastillan para que podamos aguantar el ritmo y podamos convivir con el agotamiento, el estrés, la ansiedad, la frustración, el enojo. Nos dan píldoras para activarnos y para relajarnos, y para no explotar. 

Pero aunque nos quieren medicadas y anestesiadas, la mayoría de nosotras protestamos, exigimos colaboración, tratamos de negociar el reparto de tareas, nos rebelamos, nos cabreamos, peleamos por nuestros derechos, hacemos huelgas, y cuando estamos hasta el moño, nos separamos. 

Las mujeres somos las que más demandas de divorcio ponemos, y la explotación doméstica es una de las principales causas.

Una vez que las mujeres nos rebelamos ante la injusticia, y nos damos cuenta de que los cuidados deben ser mutuos y compartidos, a los hombres solo le quedan dos opciones: o empezar a trabajar en equipo con la pareja, o quedarse solos y pagar el trabajo doméstico del que antes disfrutaban gratis.


Ninguna pareja puede funcionar desde el abuso y el privilegio: muchas de nosotras ya nos hemos dado cuenta de que no nacimos para servir, y que queremos disfrutar de una Buena Vida.


En cuanto todas las mujeres del mundo tomemos conciencia de que tenemos derecho a tener tiempo libre, tiempo para descansar y para disfrutar de la vida, se acabaron la monarquía y los privilegios masculinos.


Llevamos siglos luchando por este derecho en las calles, pero sobre todo, en la casa y en la cama, nuestros principales campos de batalla. 


Y no pararemos hasta la victoria final.


Coral Herrera Gómez 


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4 de enero de 2023

Dejar de maternar hombres adultos, y empezar a maternarse a una misma

 



Ayer me preguntabais que qué significa dejar de maternar a un hombre adulto, y cómo se consigue. 

Lo primero es dejar claras dos cosas: una, que los cuidados en una relación deben ser mutuos. 

Dos, que lo que tú necesitas es un compañero, no un hijo mayor. 

¿Cómo se consigue? 

Lo primero, explicarle que para ser autónomo tiene que aprender a cuidarse a sí mismo, a cuidar sus relaciones, y a cuidar su hogar. 

Lo segundo, negociar para establecer pactos de convivencia y para repartiros las tareas de cuidados y la logística del día a día.

Los hombres pueden aprender a cocinar, a mantener recogido y limpio su hogar, a limpiar la ropa y colocarla, a hacer la lista de la compra, ir a la compra, y colocar y preparar los alimentos.

Los hombres pueden llevar las cuentas de la casa, ir al médico por su propia iniciativa, llevar las cuentas del hogar, cuidar las plantas y el huerto si tenéis.

Puede aprender a organizar las actividades en el tiempo de ocio, a planificar los viajes en pareja o en familia, puede aprender a consultar el clima y a hacer las maletas. 

Pueden ir a las reuniones del colegio, participar en las actividades en las que piden la colaboración de los padres y madres, estar pendientes de las revisiones médicas de las criaturas y de las mascotas, estar pendiente de los eventos sociales y familiares, y participar en la organización como un adulto funcional más ( cumpleaños, operaciones y enfermedades, bodas y divorcios, nacimientos y entierros, y demás momentos importantes)


Puede aprender a confeccionar los disfraces para fechas señaladas, llevar a las crías a los cumpleaños de sus amigos y amigas, puede socializar con los demás padres y madres por sí solo. 

Puede aprender a estar pendiente de la ropa de las criaturas, pasarle la ropa que ha quedado pequeña a otra gente, y organizar la que os pasan a vosotros.

Puede cambiar pañales, sonar mocos, limpiar vómitos, vigilar fiebres en la noche, puede dar biberones, puede hacer la matrícula del colegio y todo tipo de trámites administrativos, puede ayudar a sus hijos e hijas con los deberes. 

Puede aprender a hacer limpieza profunda en el hogar, ordenar el trastero, ir al banco a hacer gestiones, sacar entradas para ir al teatro o al cine, cambiar la ropa de verano a la de invierno. 

Puede vigilar y curar heridas, planificar menús semanales, puede sentarse a hablar con los adolescentes y sostener conversaciones íntimas con ellos sobre sexo, emociones y sentimientos, puede acompañar emocionalmente a amigos y familiares en momentos difíciles de sus vidas, puede acompañarles y cuidarles cuando enferman. Pueden pasar noches en hospitales con sus familiares y amigos si lo necesitan, pueden estar pendientes de la medicación. 

Todos los hombres pueden cuidarse a sí mismos y pedir ayuda a su gente o a profesionales cuando no se sienten bien. 

Si en tu pareja tú eres la que se encarga de todo mientras él juega a la play o se entretiene con su teléfono, si no tienes tiempo libre y él sí, si te sientes su criada porque él no sabe hacer nada, es porque te está tratando como si fueras una mamá devota y entregada a sus cuidados.

Muchas mujeres lo hacemos porque creemos que ellos no saben hacerlo bien, pero también porque nos creemos que así nos van a valorar más y nos van a necesitar. 

Cuidado con el ego: nos gusta sentirnos importantes e imprescindibles, y creemos que van a estar tan agradecidos que no nos van a dejar nunca. 
Pero nos dejan.

Maternar a un hombre como si fuera un adolescente genera una relación de dependencia mutua. 

Que no se nos olvide que todas somos sustituibles: hay millones de mujeres deseando cuidar a hombres que no se cuidan y no las cuidan. Nos han educado para dar "sin pedir nada a cambio", y para creer que nacimos para servir. 

¿En que consiste el cambio radical que propongo? 

Se trata simplemente de que te cuides a ti misma y te preocupes por tu tiempo de descanso y diversión. Se trata de que tu pareja se comprometa a trabajar en equipo y asumir sus responsabilidades como un adulto funcional, que se trabaje a fondo su machismo y todo lo que se tenga que trabajar para aprender a quererte, a tratarte y a comportarse como un compañero.

Si cuentas con su colaboración para hacer el cambio radical que necesitáis, estupendo. Si se lo trabaja para ser autónomo y para comportarse como un adulto, y para ser un compañero, estupendo. Si aprende a comunicarse para expresar sus emociones y sus necesidades, genial. Si aprende a negociar para llegar a acuerdos y para repartirse las tareas, genial también.

Si no, tendrás que tomar las decisiones que sean necesarias para cuidarte a tí misma y para dejar de relacionarte con él como si fuera un ser dependiente. 

Recuerda que tú no puedes cambiar a tu pareja, que solo puede cambiarse él a sí mismo, y que cualquier cambio lo tiene que hacer por iniciativa propia. Siempre hemos intentado educar y orientar a los hombres, pero ninguno evoluciona si no lo necesita.

Recuerda que un compañero no es un hijo, y que los cuidados en una relación entre personas adultas deben ser siempre mutuos. Y que si no son mutuos, es explotación emocional y doméstica. 

Recuerda que tienes derecho a tener tiempo libre y a descansar, y a vivir en igualdad de condiciones con los hombres con los que te relacionas.

Los amores que sean siempre compañeros.

Coral Herrera Gómez

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