Conocí en París a una mujer colombiana a la que su marido le dejó por otra, y no daba el permiso para que ella pudiera regresar a su país con la niña.
Estaba condenada a vivir en un país extranjero, sin su red familiar, y no lograba convalidar su título de abogada. El marido le declaró la guerra y su vida se convirtió en un infierno, y aún faltaban siete años para que su niña se hiciera mayor de edad.
No puedo parar de pensar en ella y en su niña desde que ví la noticia de Shakira, y deseo con todo mi corazón que hayan podido volver ya a Colombia, después de tantos años.
¿Comprendéis por qué lo personal es en realidad un asunto político?, ¿y por qué podemos aprovechar el tema de Shakira para hablar de asuntos que nos atañen a todas?
Mirad cuántos temas tenemos en la mesa: el derecho al divorcio, que hoy es un privilegio al alcance de muy pocas mujeres, porque no tenemos dinero para vivir solas con las crías.
Y si lo hacemos porque no aguantamos más, o porque estamos sufriendo violencia, quedamos en la más absoluta pobreza. Y si somos pobres, o precarias, no tenemos ni libertad ni derechos.
Y las que peor lo tienen, son las mujeres inmigrantes sin papeles, que quedan atrapadas durante años.
¿Y qué me decís de los hombres que no pasan la pensión alimenticia, que no quieren ver a sus criaturas, que no asumen sus responsabilidades como padres, que ni cuidan ni quieren a sus hijas e hijos, y que maltratan a sus criaturas para hacer daño a sus parejas?
En el culebrón de Piqué y Shakira se mezclan todos los temas: la emigración y la pobreza femenina, las masculinidades y las paternidades, el derecho al divorcio, el derecho a volver a tu país, el tema del compañerismo y la solidaridad en la pareja, la crianza, los mitos románticos, la autonomía económica de las mujeres... hasta da para hablar sobre la Renta Básica Universal, porque siempre que debatimos, además de analizar lo que nos pasa a las mujeres, hay que echarle imaginación y ponerse a buscar soluciones que eviten tanta violencia y sufrimiento a las mujeres.
Y además, hacer mucha pedagogía para que las adolescentes no caigan en la cárcel del amor, y no se les ocurra sacrificar su vida por el sueño de una familia feliz.
Disponemos de muchos datos y cifras que demuestran que el amor romántico es una estafa, y muchas historias de vida de mujeres atrapadas que no pueden separarse como está haciendo Shakira.
Vamos a ayudarnos una a otras a quitarnos la venda de los ojos, vamos a contarnos las verdades, sólo así podremos dejar de ser súbditas de la monarquía masculina.
Aprovechemos para liberarnos todas juntas.
Coral Herrera Gómez
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