29 de agosto de 2009

Ciberamores: El Amor en Internet



Hoy quería escribir acerca de cómo las nuevas tecnologías están modificando nuestras formas de relacionarnos. Contra la tesis que afirma que Internet es un medio que contribuye a aumentar la soledad de los individuos posmodernos, yo pienso que es una poderosísima herramienta de comunicación horizontal. Pese a los esfuerzos de la televisión, Internet es el único medio que integra al consumidor al dispositivo comunicacional. Es el primer medio que proporciona herramientas para expresarse y para el desarrollo de la creatividad sin trabas, y además permite la comunicación de las personas entre sí, cosa que no es posible en otros medios masivos. 

Es cierto que existe una brecha lingüística (determinada por el uso internacional y masivo del inglés) y una brecha tecnológica entre los seres humanos que pueden acceder a la red y los que no, pero su uso cada vez es más masivo incluso en países subdesarrollados, y supone una vuelta a la creación de la cultura e intercambio de información entre la gente sin mediaciones. Es cierto también que los imperios tecnológicos como Microsoft y fenómenos masivos como los de Google, Yahoo, Facebook o Myspace están copando abusivamente el mercado cibernético. 

A pesar de ello, la Red es un sitio que permite a miles de personas comunicarse, escribir y exponer sus creaciones artísticas, y tener acceso a un número ilimitado de productos culturales, blogs, páginas web, periódicos, revistas, fanzines, folletos digitales, portales de información, etc.



. Como aspectos positivos del amor en Internet, me gustaría subrayar el hecho de que muchas personas han vivido y están viviendo historias de amor tan reales o más que en la realidad de la vida cotidiana (Berger y Luckmann). Cada vez son más numerosos los matrimonios de gente que se conoció por Internet, los romances a distancia, los adulterios cibernéticos, los reencuentros con antiguos novios y amantes. Internet es la gran alternativa para la gente que huye de los lugares tradicionales de ligoteo, como bares y discotecas, o para los que lo utilizan indistintamente, complementando los ligues reales con los ligues cibernéticos.

Muchas personas tienen, por distintas razones, problemas para ligar: timidez, complejos, inseguridad, horarios de trabajo difíciles, prohibición de salir de casa (para las mujeres musulmanas o los presos cumpliendo condena en su domicilio), aspecto físico no adecuado para los cánones de belleza hegemónicos (obesidad mórbida, malformaciones, enfermedades), personas que viven en entornos aislados, (como es el caso del mundo rural), o simplemente personas casadas que echan canitas al aire cibernéticas. Además, para los habitantes de las grandes ciudades, donde el tiempo es el gran problema, Internet es cada vez más un medio para conocer gente, ligar o echarse unos polvos sin compromiso. En este sentido, por la web se ahorra tiempo porque tenemos un catálogo de hombres y mujeres dispuestos a conocer a alguien y establecer relaciones sin tener que salir a la calle a buscarlas.

Internet es un mundo en el que las barreras físicas, arquitectónicas o ambientales se eliminan; la desconexión puede producirse de inmediato (no tenemos que excusarnos para irnos), y la conexión se da en unas condiciones de total libertad: las personas hablan entre sí si les apetece, si se gustan, si quieren intercambiar información…. Hablar por Internet es más fácil que en el cara a cara (especialmente para los más tímidos), y a menudo facilita la primera cita porque los amantes virtuales ya han podido escribirse, oírse y verse en la pantalla. Los nervios ante la cita "a ciegas" son los mismos, pero al menos ya tendremos bromas con las que romper el hielo.   



La gran utopía amorosa de Internet ha sido, para muchos, la idea de que en el amor la belleza interior es lo que cuenta. Anque no seas excesivamente guapa o guapo, pueden enamorarse de ti por lo que uno realmente es por dentro, sin tener en cuenta el factor físico. Es una utopía porque con el desarrollo de los perfiles, podemos ver videos y fotos de la persona sin conocerla de nada, de modo que el aspecto físico o la fotogenia siguen siendo fundamentales. 

Después de todo, en la Web ocurre lo mismo que en la vida diaria: buscamos gente perfecta del mismo modo que buscarmos el producto que nos satisfaga. Lo queremos todo y ya; la gente se encuentra a un golpe de ratón, a un click. Esto es un fenomeno que va en aumento, porque ya no es cosa de frikis, sino que cada vez más la gente lo usa con naturalidad, para tener encuentros sexuales esporádicos, o para encontrar al amor de su vida (aunque sea una y otra vez).

  Gracias, sin duda, a Internet, el amor es hoy en día más globalizado e intercultural, pues une a parejas de todo el mundo. Con Internet no existen las distancias físicas o temporales, de modo que dos enamorados pueden verse diariamente, aunque uno esté en Moscú y otro en un pueblecito de la costa portuguesa. 

Internet sin duda tiene muchas ventajas, porque permite a la gente trascender su pueblo, su entorno, su localidad, y conocer gente de todas partes sin moverse de casa. Estas mismas relaciones a distancia también mueven a la gente; hay personas que se recorren medio globo por ir a conocer a su amado.Yo conozco parejas maravillosas que nacieron en los chats y que hoy en día comparten felizmente su vida; en realidad, Internet es un modo más de conocerse, tan válido como las agencias de contactos, los viajes organizados, las fiestas privadas y públicas, etc.




Además, Internet permite a las organizaciones y los movimientos sociales ampliar sus redes de apoyo e información; cada vez hay más clubes de frikis, asociaciones vecinales, culturales o políticas, ONG’s, Plataformas, medios de contrainformación, organizaciones de todo tipo que unen a gente por su ideología política, su orientación sexual, su estilo de música preferido, su deporte favorito, su preocupación por el medio ambiente, o sus aficiones personales. Y esto es positivo porque revitaliza los movimientos sociales, visibiliza nuevas formas de organizarse, permite el intercambio de información, ... dando una oportunidad de aportar cosas y relacionarse a la gente con problemas de movilidad o con escasas habilidades sociales. También disminuye la soledad del raro del pueblo o las dificultades de relación de los ex-presos; Internet, en este sentido, es un medio enormemente democrático e integrador, porque las personas con discapacidades o los ancianos pueden moverse con soltura por la World Web Wide.


También es positiva la visibilidad que adquieren grupos de sexualidad heterodoxa. Estos grupos poseen ideologías alternativas en torno a las relaciones sexuales y afectivas, e Internet es un lugar donde poder encontrar gente que comparte estas prácticas sexuales no hegemónicas con mucha discreción. A través de la Red, homosexuales que no han salido del armario, individuos que quieren practicar intercambio de parejas (swingers), tríos, cuartetos y orgías, sadomasoquistas, etc. pueden entrar en contacto; a menudo se hacen quedadas masivas a festivales de fin de semana que reúnen a cientos o miles de personas afines a determinadas prácticas. En los medios de comunicación masivos estos grupos no existen o son presentados como gente excéntrica; por ello Internet es el medio a través del cual adquieren visibilidad y pueden organizarse. 




El aspecto negativo es, por supuesto, la mediación. Internet es un espacio a la vez liberador (para las personas que eligen voluntariamente otras prácticas sexuales alejadas de la monogamia y la heterosexualidad) y opresivo (para las prácticas comerciales que explotan a personas que son víctimas de la explotación sexual o el abuso, como es el caso de la pederastia y la esclavitud infantil). Nos parece importante distinguir este punto porque las únicas noticias que salen de Internet están relacionadas con la pederastia y el tráfico de esclavos sexuales, pero nunca presentan el lado positivo de Internet: su capacidad para conectar a las personas y la posibilidad de interacción y comunicación que ofrece, por ejemplo, a las parejas que tienen que vivir separadas por océanos por motivos de trabajo. En este sentido, Internet rompe las barreras del tiempo y del espacio y nos acerca al sueño humano de la teletransportación. Estoy segura de que en unas décadas podremos enviar hologramas, imágenes nuestras tridimensionales con movimiento, a la otra punta de la Tierra en tiempo real.


Las relaciones amorosas de Internet se ven influenciadas en gran medida por páginas como meetic, planazo, badoo, match, etc. que ofrecen la posibilidad de conocer gente e iniciar amistades o romances. Estas páginas facilitan un espacio a cada persona para colgar su perfil y tener fotos, videos, correo y sistema para chatear. Esto implica que la forma de conocerse está predeterminada por los parámetros que ofrece la página para registrarse y relacionarse. Algunas son de pago y otras gratuitas, pero en todas parece que vamos a comprar on line el mejor producto. El producto que se adecue a nuestras necesidades. 


Si somos españoles de clase media con profesión liberal buscamos un perfil similar al nuestro creyendo que así será más fácil ser compatible con la otra persona. Los miembros de estas páginas de citas varían en sus apetencias: unos buscan gente con la que pasar ratos agradables, y otros buscan a su princesa ideal, el problema es que el amor es caprichoso, variable, impredecible. Es fácil decir: “me voy a enamorar de esta mujer que es parecida a mí y tiene mis mismos intereses”, pero no es fácil que suceda. A menudo las personas nos enamoramos de gente diferente a nosotros (diferente profesión, clase socioeconómica, religión, raza, etnia, idioma o cultura), o buscamos que tengan lo que nosotros no tenemos; por eso buscar al príncipe azul en Internet a menudo genera más frustración que buscarlo en la Realidad.

En la interacción cara a cara conocemos gente y se activan muchos mecanismos (el olor que emitimos, los gestos que percibimos, la forma de caminar o de estar sentado, la sinceridad de la mirada, etc.) que en Internet no se dan. Por eso el amor en estas páginas de Internet no es fácil, y a menudo se parece a una búsqueda consumista de un producto ideal. 


Sin embargo, nuestro veredicto es positivo: Internet mejora las relaciones humanas porque permite comunicarse con gente lejana al instante, porque permite hacerlo a través de distintos medios: escribir un mail, chatear, postear en un blog, enviar videos y fotos, grabar una canción o una declaración de intenciones… y porque normalmente las relaciones atraviesan la pantalla y la gente queda para conocerse cara a cara e intercambiar feromonas olfativas. A veces se dan flechazos brutales, otras veces el encuentro no va más allá de una amigable charla, y en otras acaba siendo una cita divertida en la que intercambiar placeres sin compromisos posteriores.

Otras voces más críticas se escandalizan porque se considera que Internet promueve la infidelidad. Cada vez son más los hombres que están chateando por el celular mientras sus compañeras cocinan, y cada vez más mujeres que tienen al marido viendo la televisión y chatean con su amante desde el portátil. Intercambian comentarios, y cada uno está en otra parte del mundo intercambiando mensajes picantes, tiernos, banales o profundos. El deseo de volar hacia otros brazos creo que es el mismo de siempre; es la tecnología la que ha avanzado. Antes se hacía más clandestinamente, ahora puedes ser descubierto si tu pareja entra en tu correo, en tu celular o tus perfiles en las redes sociales. Así que no podemos echar la culpa a Internet; son millones las parejas aburridas de sí mismas que sondean en el ciberespacio en busca de un poco de emociones fuertes. 


Las voces más críticas consideran aberrante que la gente pase delante de la pantalla un tiempo precioso que podría emplearse en estar con gente en la realidad. Los últimos estudios recalcan lo importante que es para nosotros poder hablar con alguien cara a cara, dar y recibir abrazos y besos, sentir calor humano, bromear y reírnos… y sobre todo, poder quitarnos las máscaras y las pantallas y tener gente con la que poder compartir nuestras intimidades sin necesidad de defendernos o medir nuestras palabras. 


Así, el uso de Internet como pantalla para no enfrentarse al mundo sí que puede llegar a ser patológico, sobre todo porque esa pantalla nos permite mostrarnos como queremos que nos vean, no como somos. Eso se ve en la vida real (casi siempre mostramos nuestro mejor lado) y en Facebook, donde todo el mundo va de buen rollito y siempre se cuentan buenas noticias y grandes hazañas, o pequeños problemas cotidianos. Pero nunca contamos miserias personales que ensucien nuestro perfil (he traicionado a mi amiga, me he aprovechado de mi primo, he mentido a mi compañero de trabajo, he sido infiel a mi marido, he robado en una biblioteca, he leído el correo de mi esposa, he hablado mal de mi vecino a los otros vecinos...).








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24 de agosto de 2009

Radio Tarifa



Radio Tarifa es uno de mis grupos favoritos desde los años de la Universidad; los conocí gracias a Virtu, a Gema, a Ana, a Ruth, a Mayte, a Fidel... que lo ponían a todas horas. Es un grupo de madrileños que se reunieron en los 80 para hacer música tradicional investigando con instrumentos de entonces y fusionandolos entre sí, sin miedos. Este proceso de investigación se refleja en la mezcla de estilos musicales ibéricos (flamenco, música árabe andalusí, música medieval, música castellana), desarrollados y enriquecidos a base de un continuo diálogo entre instrumentos de percusión, sección de viento, cuerdas y voz solista.

En su página web se declaran "alejados de todo purismo en la elección de los timbres y el tratamiento de las melodías, mezclan arreglos de melodías tradicionales y composiciones propias, utilizando instrumentos que ya tocaban los Egipcios faraónicos (ney : flauta de caña), y los Griegos y Romanos clásicos (instrumentos mediterráneos como los oboes de madera o los armonios), mezclados con instrumentos modernos como el saxo, el bajo y la guitarra eléctrica".

"RUMBA ARGELINA" se publicó en 1993 y obtuvo muy buena crítica a nivel internacional. Era un trabajo ecléctico donde cabían música arabe oriental, un tema medieval alemán, temas andalusies y sefardies, una canción de Sanábria, algunos temas compuestos por Faín, con letras de Benjamin, y varias incursiones en el flamenco y el folklore andaluz (Rumba Argelina, Tangos del Agujero, La Mosca, Bulerías Turcas, Oye China). La propuesta se complementaba con la participación de una quincena de músicos invitados entre los cuales destacaba la voz de Javier Ruibal, la guitarra de Gerardo Nuñez, los instrumentos de viento de Javier Paxariño y la participación de Wafir Sh. Gibril, Ramiro Amusategui y Eduardo Laguill.

"TEMPORAL" fue editado a finales de 1996. En 1994 se había formado el grupo en directo, con 8 músicos y un bailaor que han llevado la música de Radio Tarifa a numerosas ciudades españolas y diversos países extranjeros. Después vinieron Cruzando el Río (2000) y Fiebre (2003), y hace poco se separaron. Espero que alguna vez se junten de nuevo porque es uno de los grupos con los que me he sentido transportada a otra época, a otra dimensión. La fusión de la música sefardí y la castellana te pone por lo menos en el siglo XIV; Granada.

Una de las experiencias más surrealistas que he tenido fue en una fiesta de ochenteros con mis abuelos. Los más jóvenes tenían 70 años; imaginadme yo con veinte añitos y cantando con gente que había nacido en los primeros años del siglo XX. Disfruté mogollón porque cantaron casi todo el repertorio de Radio Tarifa; muchas son canciones de la infancia de esa generación, como la Tarara. Así que me encantó darme cuenta de que la música y las canciones son nuestro verdadero patrimonio cultural, lo que conecta a las generaciones.

Oye China




(Trad. flamenco - Escoriza)

oye china los lamentos
de este amante desgraciao
que la fortuna le ha dao
pesares y sentimiento,
la alegría y el contento
se apartan de mi persona,
que las cuentas las ajusten
por favor

tu me estás matando
yo no puedo más
yo mo voy contigo
donde tu me quieras llevar

señora aqui esta el cochero
que viene muy disgustao
que dice que la mandao
a echar una carta al correo
y le ha parecido feo
que le llamen sin galón
que las cuentas las ajusten
por favor

tu me estás matando
yo no puedo más
yo mo voy contigo
donde tu me quieras llevar



Muchas de sus canciones me sacan de dentro la alegría de vivir en forma de baile.


Rumba Argelina
(Trad. flamenco)

si quieres que te toque la lotería
casaté con el lotero siquiera un día
que como se la lleva el río
que como se la lleva el agua la cañita
y el corcho con que pescaba
corcho con corcho, caña con caña
tú eres la reina de mis entrañas

un vez que te quise fue por el pelo
y ahora que estas pelona ya no te quiero
que como se la lleva el río
que como se la lleva el agua la cañita
y el corcho con que pescaba
corcho con corcho, caña con caña
tu eres la reina de mis entrañas

gitana si me quisieras
gitana si me quisieras
te compraría en Granada
la mejor cueva que hubiera

niña cuando yo voy a mi casa
le digo a mi madre, madre
que me ponga ponga ponga
la ropita aqui en la calle
a tí lo que te gusta mora
palitos de ron


El mandil de Carolina


El Mandil de Carolina
(trad. Castilla y Galicia )

el mandil de Carolina
tiene un lagarto pintado
cuando Carolina baila
el lagarto menea el rabo
bailaches Carolina
baile si señor
dime con quien bailaches
baile con miño amor

el zapato pide media
la media pide zapato
una muchachita guapa
también pide un chaval guapo
bailaches Carolina
baile si señor
dime con quien bailaches
baile con miño amor

el jilguero cando canta
mete rabo entre jilgueira
yo también lo metería
en una chica soltera
bailaches Carolina
baile si señor
dime con quien bailaches
baile con miño amor

el señor cura no baila
porque tiene una corona
baile señor cura baile
que Dios todo lo perdona
bailaches Carolina
baile si señor
dime con quien bailaches
baile con miño amor

La Tarara

La Tarara
(Trad. andaluz)

Tiene mi Tarara un vestío verde
lleno de volantes y de cascabeles
ay Tarara si, ay Tarara no,
ay Tarara niña de mi corazón

ay Tarara loca mueve la cintura
para los muchachos de la aceituna
ay Tarara si, ay Tarara no,
ay Tarara niña de mi corazón

baja mi Tarara por la cuesta abajo
con una peineta de color rosao
ay Tarara si, ay Tarara no,
ay Tarara niña de mi corazón

Luce mi Tarara un mantón de seda
entre la retama y la hierbabuena
ay Tarara si, ay Tarara no,
ay Tarara niña de mi corazón


Lo increíble de Radio Tarifa es que en sus canciones lo importante no es la letra ni la voz del cantante, Benajmín Escoriza, que me pareció un tío dandy, arreglao, salao y con presencia en el escenario; no me imaginaba así para nada. Lo vi subida a unos columpios en la Casa de Campo, con Nati, porque no teníamos pasta para entrar al WOMAD. Pero como más me gusta entrar en ellos es a oscuras, a solas, dejandome llevar por los oboes, los acordeones, las flautas, los yenbés... o conduciendo al atardecer. Es una música con la que es fácil desconectar del mundo, y conectar con tu yo más profundo. A veces tienen canciones que son como letanías o mantras con los que es fácil caer en trance:

Nu Al Rest

NU ALREST
( Walter von der Vogelweide)

Nu alerst lebe ich mir verde
Sit min sündie ouge siht
Mirst geschehn des ich jebat
Ich bin komen an die stat,
Da got mennisch lichen trat.

Hie das laut und ouch die erde
Den man vil der eren giht.
Mirst geschehn des ich jebat
Ich bin komen an die stat,
Da got mennisch lichen trat


Canción Sefardí
(Benjamín Escoriza)



sentaillo en una piedra
delante pasa su vida
y arrugaítas las manos
ay, ay, ay

ya está oscureciendo el día
destellos de luz brillantes y rubies
nube blanca en su cabeza
ay, ay, ay

despacito se levanta
volviendo su cabeza
para atrás
ojos tristes y apagados
ay, ay, ay

caminando entre la hierba
sombrero para atrás
ya está oscureciendo el día
ay, ay, ay

La Canal
(Benjamín Escoriza)






de la Sierra del Cerro

riachuelo bajaba de agua

le llaman "la canal"

estaba lavando trapos
en invierno
secaba sus manos coloradas

canastita de mimbre
en la cadera
la lleva
cantando va

camino de piedra y barro
caminaba sin mirar atrás

canastita de mimbre
en la cadera
la lleva
cantando va

28 de junio de 2009

El placer del sufrimiento





Llevo mucho tiempo pensando en el placer del sufrimiento. A primera vista pueden parecer dos términos contrapuestos, pero piensen en la cantidad de gente que disfruta pasándolo mal. Una característica esencial de la cultura occidental cristiana es el gusto por la sangre, el dolor, el sacrificio, el martirio. .. toda la simbología cristiana está plagada de espinas, lágrimas, cruces, llagas, sangre... y los nazarenos en semana santa, que se fustigan con deleite ante la admiración y el respeto del público en las procesiones. 

De esta cultura cristiana, además, viene nuestro gran sentimiento de culpa 
(por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa).










A los humanos, no sé por qué, nos gusta sufrir y hacer sufrir. No he visto ningún animal que acorrale a otro animal mientras los suyos jalean para que lo mate después de marearle con tanta vuelta. Los animales no torturan, no disfrutan viendo a otros matar o maltratar. 

Nosotros somos, en ese sentido, una especie sanguinaria y malévola.






En otro nivel están los sadomasoquistas, que sienten el dolor como placer asociado al erotismo. El sadomasquismo es una cuestión de grados, obviamente. Unos lo llevan en silencio, como las almorranas, y otros se meten en club de sados y masos: no se imaginan la cantidad de gente que se coloca en el papel de amo o esclavo, gente a la que le encanta jugar a dominar o someterse, humillar o sentirse humillados, azotar o ser azotados. A mí me parece un juego muy divertido, siempre pienso que es más sano practicar el sadomasoquismo en la cama que fuera de ella (veasé parejas que se maltratan mutuamente en público y en privado).




Conozco mucha gente a la que le gusta sentirse triste porque así parece una persona sensible, desgraciada, y especial.  Son muchos y muchas los que creen que el mundo está contra ellos, y en general a todos nos gusta quejarnos, porque es gratis y nos desahoga mucho. 

En las reuniones sociales no es frecuente que la gente entone discursos sobre lo feliz que es con lo poco que tiene. A todo el mundo le falta algo: el amor de su vida, un familiar fallecido, una casa más grande, un trabajo mejor... sufrimos de insatisfacción permanente y nos cuesta detenernos a pensar en todo lo que tenemos, en la riqueza de nuestras relaciones afectivas, en las herramientas que hemos adquirido con el paso de los años, en el techo que nos cobija de la intemperie a las noches, en la ducha de agua caliente que nos anima por la mañana, en la comida que tenemos en la nevera, en la sonrisa que nos saluda en las mañanas... Damos el interruptor de la luz pensando que lo natural es que se encienda la bombilla, sin detenernos a pensar en lo afortunados que somos por poder disfrutar algo de lo que nuestros bisabuelos no podían disfrutar, sencillamente porque no existía la luz eléctrica en las casas.




La tristeza se puso de moda en el siglo XIX, y en el XX empezamos a exaltar a todos los suicidas que dejan cadáveres bonitos, gente excesivamente sensible incapaz de adaptarse al mundo cruel que graban unos discos estupendos y luego mueren, como es el caso de Jimi Hendrix o Janis Joplin.  

La autodestrucción y la insatisfacción es algo que heredamos del Romanticismo y que nos hace perder mucho tiempo de vida porque nos hace infelices, nos aísla, nos roba las energías. Cuando tenemos techo y comida asegurada, los humanos tenemos la manía de lanzarnos a ahondar en la angustia existencial, el miedo al vacío, la falta de sentido del mundo posmoderno, el miedo a la muerte, el porqué de la vida...






Nos gusta estar depres, melancólicos, tristes, decepcionados, derrotados... es como una actitud permanente ante la vida. Unos porque aman la poesía del victimismo, otros porque así se sienten protagonistas absolutos de un drama folletinesco. Unos lo utilizan para provocarse crisis, otros para crear: narradores y artistas cantan al dolor, la confusión, la sensación de pérdida, el miedo a la soledad. Los cantantes siempre cantan canciones de desamor. Prueba de ello es que apenas hay canciones de amor de verdad, de alegría y entusiasmo. Todas los reclamos son muy parecidos: "¿por qué te vas?, no me dejes, no te vayas de mi lado, no me abandones, ¿porqué me has dejado?, no entiendo lo que pasó, ingrata, ingrato, tengo el corazón partío, sin ti no soy nada", etc.

Nuestras sociedades gustan de catarsis emocionales colectivas, por eso el éxito del fútbol. La gente en televisión siempre sale llorando, exclamando, presos de euforia, arrebatados de emoción, o invadidos por la ira. A muchos les gusta ver cómo se reencuentran las personas después de años de dolor, y las audiencias se decantan por programas en los que se humilla y degrada a los concursantes "por su bien", "para que aprendan", como en Operación Triunfo.





Lo más sorprendente es cómo la gente se presta a estas cosas. Me cuesta entender por qué los concursantes lloran de felicidad cuando son aceptados en OT, o cómo pueden desear ser juzgados y humillados en público de ese modo, y como bajan la cabeza en señal de sumisión y culpabilidad ante el jurado. Operación Triunfo y muchos realities-concurso como Gran Hermano llevan un rollo super sadomasoquista; sus métodos pedagógicos están basados en disciplinas militares basadas en la resistencia al dolor o en la capacidad para someterse a los maestros. El aprendizaje de baile, canto o interpretación no deberían darse en un clima hostil y competitivo; de tanta presión es difícil que surja arte. Es cierto que el dolor puede ser muy creativo; pero no un dolor gratuito, artificial, que no viene a cuento.



Nuestras relaciones amorosas también están determinadas por este gusto por el sufrimiento. A menudo deseamos a personas que no nos desean solo porque no las tenemos, porque no se dejan dominar. Es cuando la gente valora más al amado o la amada: cuando no están, cuando no son objetivos alcanzables  (ejemplo: personas casadas, personas que viven lejos, personas que se mueren, o personas que nos abandonan). Despreciamos a los que nos aman y anhelemos los favores de los que no nos estiman. Son desafíos contra uno mismo que acarrean mucho dolor y que suponen un despilfarro emocional y psíquico. Toda esa energía entregada a la causa amorosa nos beneficiaría mucho más, creo yo, si la invirtiésemos en cuestiones más prácticas, más reales. 

Luego están los que se quieren y no saben vivir sin pelearse, sobre todo por lo gratas y emocionantes que resultan las reconciliaciones. Gente que cree que para poder hacer el amor salvajemente primero hay que tener una bronca descomunal y después dejarse llevar por las dulzuras de las reconciliaciones... es todo buscar intensidad, al precio que sea, para poder alimentar la pasión. 




A la gente le gusta tatuarse en zonas delicadas, o agujerearse el cuerpo, llevar zapatos de tacón aunque duelan, corsés, fajas, sujetadores, cinturones... algunas personas gustan de pasar por quirófanos, abrasarse la piel, injertarse cosas raras, o machacarse con el hambre para poder adelgazar. 


Están también los que salen a la calle con ganas de que les peguen una paliza. Es ese tipo de gente que siempre está montándola en un bar, molestando a alguien o provocando para que se les preste atención. A veces es mejor pasar un rato discutiendo y llevarse dos hostias a casa, que volver sin haber interaccionado con nadie. A esta gente que le gusta meterse en líos y demostrar su bravura sabiendo que le van machacar no la entiendo. Pero somos así. 

Nos gusta el drama, nos gusta sufrir, nos gustan las películas que nos hacen llorar, nos gusta que nos compadezcan, nos gusta sentir emociones fuertes aunque duelan.... y perdemos de vista que la vida es muy corta, que solo tenemos una para vivirla, que si no disfrutamos ahora, ¿cuándo?. El sufrimiento es una parte inevitable de la vida, pero no debemos aferrarnos a él como estructura vital sobre la que construir nuestro día a día. 

Hay que tratar de buscar soluciones cuando tenemos problemas. y mejor si son soluciones colectivas que individuales... porque sólo pre-ocupándonos y ocupándonos de lo que nos pasa a todos podremos hallar soluciones conjuntas, podremos encontrar modos de expandir la alegría de vivir y formas de compartir para poder sentir que no estamos solos/as con nuestras desgracias. 



Coral Herrera Gómez


Otros artículos de la autora:


Soluciones para afrontar la soledad



Sexualidades alternativas: el BDSM




Amores Sin Sexo



LA INSATISFACCIÓN PERMANENTE




16 de junio de 2009

CULTURA DE MASAS Y TELEVISIÓN

La foto la hice en Aluche, en las canchas de baloncesto me encontré esta pancarta.


Este artículo lo escribí para la Tesina que lleva por título: 

"TELEVISIÓN Y ESPECTÁCULO. CRÓNICAS MARCIANAS COMO NUEVO MODELO DE ENTRETENIMIENTO", Universidad Carlos III de Madrid, 2004.

“La televisión está transformando nuestra cultura en un vasto anfiteatro al servicio del espectáculo”. Neil Postman, sociólogo y analista crítico de los medios estadounidense.

“Se estima que los españoles pagamos entre 3.3 y 6.6 pesetas por ver una hora de televisión. ¿En qué lugar se puede entretener una persona, una familia al completo por menos de 20-25 pesetas al día?”. Ricardo Vaca Berdayés, periodista español.

Los mass media son en la actualidad el vehículo que transmite en tiempo real a todo el planeta no sólo información, sino también productos culturales y artísticos, consumidos bajo la fórmula del entretenimiento y el espectáculo. En la actualidad, la cultura se ha convertido en una mercancía como otra cualquiera.

Además de vendernos cosas que no necesitamos, la ideología subyacente a los productos mediáticos transmite y promueve unos valores consumistas e individualistas, y con ello, el bloqueo de cambios estructurales, cuyo resultado es la regresión del progreso cultural, económico, político y tecnológico de la sociedad.

Lo paradójico es que algunos medios como la televisión incomunican a la gente, pues sus mensajes y contenidos no proceden de la masa que los consume, sino de una minoría muy concreta y poderosa. Lo lógico en una cultura de masas sería el intercambio igualitario de ideas y la profusión de manifestaciones artísticas proveniente de todas las clases socioeconómicas, de todos los niveles culturales, de todos los países del planeta. Pero la producción cultural y mediática se concentra en unas pocas empresas que constituyen auténticos gigantes mediáticos, como Walt Disney Company, News Corp, Vivendi Universal, AOL Time Warner, Bertelsmann, RTL, Reuters, AT&T Corporation, Sony, Liberty Media Corporation Vivendi Universal, Viacom Inc, Microsoft, Telefónica, France Telecom.

El poder real se encuentra ahora entre las manos de estos conglomerados porque tienen más poder económico que la mayoría de los gobiernos, y porque retransmiten los espectáculos que ellos mismos financian, patrocinan u organizan: No sólo invierten en producciones televisivas, sino también en producciones musicales, editoriales, revistas, radios, películas de cine, centros de ocio, parques temáticos, construcción inmobiliaria, telefonía, etc. Todo un sinfin de productos culturales hegemónicos acallan otras voces, otras músicas, otras culturas, otras cosmovisiones, en definitiva.

Y no porque exista una censura visible, sino porque el mercado y la producción en masa están en manos de pocas industrias, estadounidenses en su mayoría, y esto afecta, por tanto, a la diversidad, a la pluralidad y a la libertad de expresión. Porque además en la posmodernidad el proceso de creación y evolución de la cultura ya no está creado por el pueblo, sino por una minoría, y este únicamente posee tradiciones que aún perviven como es el caso del Carnaval, pero posee dificultades para crear nuevos espacios de encuentro social para crear y relacionarse.

Un dato que corrobora esta apreciación, es el hecho de que sólo en nuestro país encienden cada día la televisión 30 millones de personas (Vaca Berdayes, 1997). Nuevas tecnologías como Internet estén permitiendo que circule la información, el entretenimiento, el arte y los conocimientos de manera horizontal, en una gran red con acceso desde cualquier punto del planeta. A pesar de ello, la televisión sigue siendo el medio más generalizado y común para obtener información y entretenerse.
Según Marc Augé (1998), la gran novedad de la cultura posmoderna (que se repite en sus contenidos) reside en su forma discursiva, en la espectacularización y la ficcionalización de la realidad. Este es el principal cambio que ha experimentado nuestra cultura, pues antiguamente el mundo de la fantasía se distinguía claramente de la realidad:La fantasía no es un “correctivo de la realidad”; la fantasía no juega con la realidad, sino que se evade de ella”. 

En nuestro presente, sin embargo, Augé cree que “la condición de la ficción y el lugar del autor están actualmente muy alterados: la ficción lo invade todo y el autor desaparece”,
Este afán de evasión y de entretenimiento están cada vez más presentes en los productos culturales, artísticos y comunicacionales instaurando un discurso espectacular permanente, pero también han transmutado profundamente los estilos y filosofías de vida de la población occidental. Las causas son, principalmente, el aumento de la soledad y la angustia (Fromm, 1947), el empobrecimiento de las relaciones personales en una sociedad cada vez más individualizada e individualista. Además, la despolitización y el desencanto de la población, el alejamiento de la política y la economía hacia macroestructuras, la insensibilización ante el bombardeo de imágenes que recibimos.

En este sentido, Gerbner, Morgan y Signorelli creen que la exposición a la televisión provoca el “síndrome del mundo mezquino”, es decir, tiende a cultivar la imagen de un mundo peligroso lleno de desalmados, y aportan el concepto de aculturación para definir hasta qué punto las imágenes televisivas dominan las fuentes de información del espectador. La aculturación implica un conjunto de actitudes y de resistencia al cambio, y significa para la mayoría de espectadores un establecimiento progresivo de orientaciones predominantes, con lo que la televisión reitera, confirma y alimenta sus propios valores y perspectivas. Pasquali afirma, por su parte, que "la ideología que nos transmiten esos medios, de carácter “ultraindividualista” que arranca históricamente de la reacción de la periferia europea contra las presiones religiosas y culturales de las metrópolis latinas del Renacimiento y cuyo primer teórico de talla es Hobbes". De ella es heredera, dice este autor, la pretensión de destruir toda doctrina de la simpatía como vínculo espontáneo y perfectible entre hombres y toda fe en su esencia social.


Coral Herrera Gómez


BIBLIOGRAFÍA
1) Abril, Gonzalo: “Teoría general de la información”, Cátedra, 1997.
2) Augé, M: “La guerra de los sueños. Ejercicios de etno-ficción”, Gedisa, Barcelona, 1998.
3) Bourdieu, Pierre: “Sobre la televisión”, Anagrama, Barcelona, 1997.
4) Bustamante, Enrique (coord.), “Hacia un nuevo sistema mundial de comunicación. Las industrias culturales en la era digital”, Gedisa, Serie Multimedia, Barcelona, 2003.
5) Debord, Guy: “La sociedad del espectáculo”, Gallimard, París, 1992.
6) Fromm, Erich: “El miedo a la libertad”. Ed.Paidós, 1947.
7) Postman, Neil: “Divertirse hasta morir. El discurso público en la era del “show business”, Ediciones la Tempestad”, Barcelona, 1985.
8) V.V.A.A.: “Valores y medios de comunicación: de la innovación mediática a la creación cultural”. II Foro Universitario de Investigación en Comunicación. Comunicación 2000. Universidad Complutense.
9) Vaca Berdayes, Ricardo: “Quién manda en el mando”, Ed. Visor, 1997.

17 de marzo de 2009

Citas varias





“Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”. 
Concepción Arenal, jurista española.


"Las diferencias de sexos no existe: las mujeres también pean”. 
Pascal Bruckner, sociólogo.

“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único”. 
Agatha Christie, escritora.


“La estupidez consiste en querer terminar” 
Gustave Flaubert, escritor.

“¡Arriésgate! ¡Arriésgate a todo! No te preocupes de lo que piensen los demás, de esas voces. Haz lo que se te antoje más difícil. Actúa por ti misma. Enfréntate con la verdad”. Mansfield, Katherine

“Deseo que quien amo sea libre, incluso de mí”. 
Morrow Lindbergh, Anne

“¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte”
Dietrich, Marlene

“Cuando soy buena, soy muy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor”. 
Mae West

“Cuando la felicidad nos sale al paso nunca lleva el hábito con que nosotr@s pensábamos encontrarla". 
Amiel Lapeyre

“De todos los pozos se puede salir cuando se enciende la curiosidad por saber lo que estará pasando fuera mientras uno se hunde”.
Carmen Martín Gaite, escritora española.

“Yo no sufro de locura... la disfruto a cada minuto” 
Les Luthiers.

“Dios mio, dame paciancia... pero damela YAAAA!!” 
Les Luthiers.

“Amar es un acto. No te fatigues en pensar: ama”. 
Emilia Pardo Bazán, escritora española.


“Yo no sé cómo hay gente de izquierdas con lo bien que
 vivimos los de derechas”.(Chiste de derechas)


"Toda la educación de las mujeres debe girar en torno a los hombres. Gustarles, serles de utilidad, propiciar que las amen y honren, educarlos cuando son jóvenes, cuidarlos de mayores, aconsejarles, consolarlos, hacer que la vida les resulte agradable y grata, tales son los deberes de las mujeres en todos los tiempos”, 
J.Jaques Rosseau en Émile.

“Realmente parece como si nos fuera necesario destruir alguna otra cosa o persona para no destruirnos a nosotros mismos, para evitar el impulso de autodestrucción”, Sigmund Freud, 1933.

“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”.
Isaac Newton. Matemático y físico británico.

“Cuando eres consciente de la muerte, acabas asumiendo tu propia soledad”. 
Rosa Regás, escritora española.
"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Albert Einstein. Científico estadounidense de origen alemán.

2 de marzo de 2009

Lo personal es político


Estas son mis botas nuevas caminando por ARCO.
Nos filmaban los pies al pasar y no pude resistirme a hacerme una foto.



Este fue un lema del movimiento de Mayo del 68. No sé por qué, cada vez que leía esta frase tenía que pararme a pensarla en profundidad. Llevo varias semanas pensando en ella de manera más insistente, porque hace pocos días en Granada comprendí su verdadero significado.

A mí leer los periódicos y ver la tele me deprime mogollón y me suele provocar rabia; no puedo evitar sentir odio hacia la gente más poderosa del planeta que fabrica armamento, que fabrica enfermedades para vender medicamentos, que gobierna y saquea pueblos, provincias, distritos, comunidades y países enteros. Odio al clero religioso, a los empresarios con sueldos indecentes que pagan míseros sueldos a las personas, a la gente que maltrata a los animales y a las personas, a los banqueros y los gobiernos que los ayudan. Mi lista de rabias es enorme, así que deciros que si aguanto esta lluvia de noticias sobre el mundo es por la otra gente; esas comunidades de vecinos que se organizan para protestar y pedir mejoras en transporte e infraestructuras, las asociaciones de madres y padres de alumn@s para luchar por los derechos de sus retoños, los colectivos de inmigrantes, los sindicatos horizontales de trabajador@s, los colectivos de estudiantes, el trabajo colectivo organizado feminista, las asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer, los colectivos gays y transexuales, el trabajo pacifista, los colectivos ecologistas, anticapitalistas y antifascistas, y en general todas las personas que se reunen para organizarse y exigir, protestar, mejorar, cambiar su entorno o las injusticias económicas y sociales del sistema.



Verlos en los telediarios, ver sus carteles pegados por la calle, leer sus comunicados... su visibilidad me hace sentir bien, porque eso demuestra que no estamos aborregados del todo aún. Que cuando la gente se organiza asambleariamente y concentra sus energías en un objetivo común, muchas veces lo consigue. Un ejemplo de ello es la lucha vecinal por la construcción de un hospital en Aluche; pero podría citar muchos éxitos más. Me admira mucho el curro que se pegan, el entusiasmo que la gente pone para sentir que cuenta algo en esta democracia en la que nosotros solo podemos elegir a la gente que luego en el poder hace lo que quiere y, generalmente, no cumple sus promesas electorales.

Los movimientos colectivos me hacen sentir, como sentí hace años, que otro mundo es posible; sé que el poder económico y político es un monstruo grande, pero la ciudadanía le pone los límites, porque hemos aprendido a usar el poder mediático para provocar reacciones en el poder político. Revolución no va a haber, pero al menos la gente sigue pensando y alzando la voz, y reuniendose para parar injusticias, o defender el medio ambiente, o para pedir la paz, o defender unas condiciones de trabajo dignas.

Sin embargo, de lo que yo quería hablar es del activismo político llevado al terreno de lo personal. Admiro mucho a la gente que funciona colectivamente en pequeños grupos para ofrecer ayuda económica, psicológica y emocional a sus miembros. Normalmente son comunidades unidas por lazos afectivos, bien sean de parentesco o no. Sucede por ejemplo con los inmigrantes: a menudo hacen fondos comunes de dinero que actúen de colchón para cuando alguien lo necesite. Todos pueden aportar, y todos pueden beneficiarse en momentos difíciles.


Otro ejemplo son las comunidades rurales indígenas en las todo el mundo aporta algo a la gran olla (verduras, huesos, trozos de pollo, de vaca, etc.) y se cocina para tod@s (esto es común en Guatemala). El que más tiene, más aporta. Y el que no tiene para comer, come. Es una forma de solidaridad comunal maravillosa que funciona mientras nadie quiera apropiarse de los bienes comunes para beneficiarse personalmente. Otros ejemplos en nuestra sociedad occidental son los grupos de gente que se reúnen para encontrar trabajo y ayudar a los demás a encontrarlo, o la gente que funciona por trueque. En este sistema, el fontanero puede pedir a cambio de arreglar una tubería clases de inglés para sus hijos, la profesora de inglés puede necesitar a un modista que le haga un traje, el modista un abogado que le asesore legalmente. El abogado puede necesitar sesiones de terapia con la psicóloga, y la psicóloga puede necesitar a un transportista que le haga una mudanza y que necesite una sesión de fisioterapia. La fisioterapeuta puede necesitar un informático que le arregle el ordenador y así sucesivamente.... en estos grupos la gente aporta sus conocimientos y el intercambio se produce con las horas que la gente dedica al grupo y las horas que recibe.

Hay grupos que van más allá, generalmente tienen pocos miembros pero una fuerte conciencia de que lo personal es político, es decir, que lo que le sucede a una persona del grupo importa a los demás. Es como nosotros con nuestros amigos y amigas: nos volcamos si nos necesitan tras una ruptura amorosa, nos prestamos dinero mutuamente, nos preocupamos por la salud de la gente, e incluso podemos hacer turnos para cuidar a un amigo o amiga, o familiar, que lo necesite. Hasta hace poco este tipo de solidaridad grupal solo se daba en el ámbito de la familia, y a menudo rodeado de un gran secretismo. Desde siempre las mujeres han cargado solas con los enfermos de la familia, los bebés, los discapacitados y las personas mayores, y a menudo han sacrificado su vida para entregarse a los demás. Esto no es justo, porque una persona no puede dejar de ser la que es para pasar a ser una enfermera permanente, una cuidadora sin vida propia. Por eso es tan interesante para mí la idea de crear grupos de apoyo, formados por allegados, amigos y familiares.

Ahora cada vez más estos grupos de apoyo están formados por grupos de personas que se quieren o que tienen afinidades ideológicas, musicales, artísticas o vitales. A mí me admira que la gente gestione políticamente cuestiones que siempre se han considerado individuales, como por ejemplo: depresiones, enfermedades graves, rupturas amorosas, y malas rachas en general. Es decir, que el grupo asuma que la persona que se encuentra mal se sienta apoyada en todos los niveles, no sólo en el económico. Así es más fácil sobrevivir en un mundo individualista, competitivo, desigual y a menudo cruel... de hecho nuestra superviviencia como especie se debe precisamente a esa solidaridad grupal. El humano solo no hubiera podido hacer frente al dolor psíquico de la existencia... y ahora hay mucha gente que enferma mental y emocionalmente debido a la pérdida de sentido de la vida, a la angustia existencial, al miedo.




En nuestra sociedad individualista las redes de apoyo y de solidaridad a menudo se pierden por el anonimato de la gran ciudad, y por el ocio dirigido y consumista. La cantidad de horas que tenemos que echar al trabajo, la soledad y el ritmo de vida trepidante nos deja poco tiempo para los demás. Es frecuente que la gente se una a la gente que le va bien, a los triunfadores. A la gente le gusta relacionarse bien (que se lo digan a jueces y políticos de ambos bandos), y estar próxima a la gente que tiene éxito social y profesional. De modo que las personas no competitivas a menudo se ven apartadas de los grupos sociales y se van aislando progresivamente. Esto sucede con l@s parad@s, l@s enferm@s mentales, l@s pres@s y ex-pres@s, delincuentes, las personas drogodependientes, ludópatas o alcohólicas, l@s ancian@s, etc. Tenemos un sistema social, político y económico brutal, despiadado e injusto, pero la gente que no logra adaptarse a él o que no tiene suerte en la vida se ve apartada y marginada. Que se apañen como puedan, se piensa. Se les mira a menudo como si fueran responsables de su situación, como si fuesen vagos o débiles para triunfar. Es aquí cuando lo individual acaba siendo colectivo; hasta algo tan íntimo como el amor romántico nos afecta social y colectivamente.

Yo me pregunto, ¿cómo se puede ser feliz o estar equilibrado en un mundo demenciado que se autodestruye lentamente?. ¿Cómo se le puede pedir a la gente que esté bien cuando todo va mal y sólo tienen suerte unos pocos?. Yo pienso en el teléfono de la Esperanza. Es horrible que exista un teléfono al que llama gente llorando con ganas de suicidarse y millones de problemas que no son sólo personales, sino también políticos. Se les presta atención psicológica, pero, ¿qué hay más terapéutico que un abrazo lleno de cariño o una charla en la que poder desahogarse con alguien y tomar perspectiva?. Si además de tener amigos íntimos tenemos grupos de personas cuyo objeto principal es la ayuda mutua, el consuelo, el trabajo colectivo por superar enfermedades, dependencias y retos, la vida se hace más fácil, sin duda alguna. Porque la soledad es la gran enfermedad del siglo XXI y si no nos solidarizamos unos con otros, si no tratamos de hacernos la vida más fácil y amable, la cotidianidad y la vida diaria pierden sentido.


Este post se lo dedico a Charles, porque es mi amigo,
porque protestó por mis vacaciones sin aparecer por el blog,
porque sé que me lee y que me sigue y eso me motiva mogollón.

A Ruth porque siempre que la veo se me multiplican por mil las preguntas;
con ella aprendo siempre cosas nuevas, y
me estimulo mucho intelectual y políticamente a su lado.

A Gema porque he comprendido muchas cosas reflexionando sobre esto,
porque hemos practicado mucho la terapia mutua y porque la quiero mucho.

Coral Herrera Gómez Blog

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