Tuvo el micrófono y el privilegio de disponer de varios minutos delante de millones de personas, podría haberlo utilizado para explicar por qué duele tanto cuando se hace una broma cruel a alguien que está sufriendo la enfermedad que padece Jada.
Podría haber contado lo mal que lo están pasando ambos, en qué consiste la enfermedad, y como se sintió cuando escuchó la broma de Rock.
Podría haber pedido a Rock que se disculpara y le pidiera perdón a su compañera delante de una audiencia planetaria, y habría quedado como un señor.
Y todos los que defendéis a Smith lo sabéis: los humanos tenemos muchas herramientas para resolver conflictos y reparar el daño que hace la violencia verbal sin usar la violencia física.
Y utilizar la excusa de que fue violento por amor es absurda: amor y violencia no pueden ir en una misma frase. Es puro patriarcado.
Si Smith hubiese podido aprender esto en la escuela, si le hubiesen dado estas herramientas en un tallercito de Masculinidades No Violentas, si le hubiesen enseñado a cuidar sus emociones y a usar el poder de la palabra, no tendría que estar ahora pidiendo perdón y agachando la cabeza.
Y su Óscar no estaría en peligro.
Y Rock, y los demás hombres podrían haber aprendido una hermosa lección.
Y el auditorio le habría aplaudido a rabiar.
#MasculinidadesNoViolentas #OtrasFormasDeRelacionarse son posibles
Coral Herrera Gómez