12 de julio de 2022

Cómo evitar hacer daño a tu pareja cuando te enfadas




Después de publicar el post de ayer sobre lo importante que es dejar una relación cuando tu pareja te insulta, te humilla, te menosprecia o te hace sentir un basura, porque es violencia emocional y psicológica, me escribieron muchas chicas contándome que ellas son violentas cuando discuten con sus parejas, y me preguntaban si es posible pelearse sin violencia, y cómo dejar de usarla cuando se sienten mal.
Solo mujeres las que piden ayuda.

Lo más importante para entrenar en las artes de la comunicación no violenta, es entender que la violencia es todo aquello que decimos o hacemos para hacer daño a alguien y para beneficiarnos personalmente del sufrimiento del otro o la otra.

Por ejemplo, cuando hacemos daño para divertirnos, para sentir que hemos ganado una pelea, para dejar claro que llevamos razón, o que somos superiores a nuestra pareja. Cuando hacemos daño para ser obedecidos o para obligar a alguien a que haga lo que queremos.

En nuestra cultura parece que "lo normal" cuando te enfadas con alguien es intentar hacerle daño usando las armas que más duelen: comentarios cargados de desprecio, bromas humillantes, insultos, acusaciones falsas, ataques y amenazas.

Es más, creemos que tenemos derecho a hacerlo cuando nos sentimos mal. Creemos que la gente que nos quiere tiene que aguantar nuestra ira, nuestra frustración, nuestra rabia, y que sólo con pedir perdón se soluciona todo hasta la siguiente vez.

Lo primero es darnos cuenta de que no tenemos derecho a hacer daño a los demás por muy dolidos o dolidas que estamos, y que este es el principal motivo por el cual se nos acaba el amor en todas las relaciones, pero sobre todo en las de pareja.

Lo segundo es tomar conciencia de que el objetivo de una pelea no es machacar a tu "enemigo/a", en realidad discutimos porque queremos arreglar el problema, así que hay que centrarse en llegar a acuerdos y buscar soluciones. Las lluvias de reproches "es que tú..." no sirven de nada si no hablas de ti, de la parte que te toca en el conflicto.

Lo tercero es que tomar conciencia de cómo usas tus palabras cuando discutes con tu pareja o con tu gente querida. Si cuidas cada palabra que sale de tu boca, y a pesar de ello notas que estás muy intentando hacer daño a la otra persona, tienes que parar inmediatamente. 

Si no logras controlarte, tienes que salir del espacio de discusión y no volver hasta que te hayas calmado y puedas hablar sin herir y son hacer sufrir a la otra persona.

A veces es suficiente con media hora, otras veces hacen falta varias horas o varios días, hasta que puedas sentarte a escuchar con amor a la otra persona y puedas hablar de cómo te sientes sin atacar.

"Pelearse con amor "es todo un reto, sobre todo en la pareja. A la gran mayoría de las personas nos cuesta tratar con amor a nuestra gente cuando nos enfadamos, pero sin duda es un hermoso desafío en el que podemos entrenar a diario: tratarnos bien mutuamente, en las buenas y en las malas. 

Cuando tú tratas bien a tu pareja y haces autocrítica amorosa es más fácil que tu pareja también cuide sus palabras, su tono, su volumen, y sea capaz de pedir disculpas y buscar soluciones al problema.

Si tu pareja no es capaz, tienes que ponerle límites y no permitir que te hable o te toque hasta que se calme. 

Una buena estrategia para parejas es tener en la mesa papel y lápiz y apuntar en el papel todas las expresiones verbales y actos que nos hagan daño del otro. Si al cabo de una semana nos juntamos a leerlos y esos papeles están cargados de insultos y comentarios humillantes, entonces es que algo está yendo muy mal. 

Ten en cuenta que toda la violencia verbal tiene como objetivo minar tu autoestima, y que por muy fuerte que seas, no es posible aguantar mucho tiempo cuerda junto a alguien que te demuestra tanto desprecio en las discusiones.

Si es tu pareja la que no puede tratarte bien por mucho que lo intente, o si eres tú la persona que maltrata, entonces hay que alejarse y pedir ayuda profesional. 

Coral Herrera Gómez 



Autocuidado para chicas que no quieren sufrir por amor

 



¿Qué le diría yo a las chicas jóvenes que van a empezar su primera relación amorosa y no quieren sufrir ni pasarlo mal?


Que se cuiden mucho a sí mismas, y entre ellas. Y que entrenen en las artes del autocuidado feminista todo el tiempo, tengan o no pareja.


Les diría que lo primero, antes de empezar una relación, es asumir la responsabilidad enorme que tienes sobre tu bienestar y tu salud mental y emocional. 


Y que para poder cuidarte a tí misma, tienes que entender que tú eres dueña de tu vida y de tu amor.


Autocuidado es dejar inmediatamente a tu pareja la primera vez que te insulta. No importa que te pida perdón, con una vez que intente hacerte daño es suficiente. 


Autocuidado es dejar a tu pareja la primera vez que se burle de ti para humillarte, o haga bromas crueles para que los demás se rían también de ti. 


Autocuidado es dejar esa relación de inmediato, la primera vez que lo haga. No puedes permitirte el lujo de estar con personas que tienen complejo de inferioridad y necesitan aplastarte para sentirse superiores a ti.


Autocuidado es reaccionar rápido si en vuestro primer conflicto o problema te trata mal, te grita o te hace sentir una basura.


Autocuidado es entender que por mucho que te guste alguien, no puedes permitirte el lujo de estar con una persona que no controla su ira.


Es en el primer conflicto donde puedes ver con claridad el infierno que puedes pasar si te comprometes con una pareja que ejerce violencia verbal contra tí: amenazas, insultos, chantaje emocional, comentarios cargados de desprecio, palabras que hieren.


Autocuidado entonces, es que no te comprometas en ninguna relación hasta que os toque vivir la primera pelea. Si la otra persona es capaz de expresar como se siente sin hacerte daño, y si quiere arreglar el problema, todo bien. Si lo único que quiere durante la pelea es hacerte sentir mal, entonces tienes que alejarte inmediatamente. 


Autocuidado es renunciar a tu romance con rapidez, no pasar ni una, desenamorarte rápido, en cuanto notes que tu pareja quiere quiere hacerte sufrir.


Recuerda que estar enamorada, encantada, encandilada o intoxicada no es una excusa para quedarte en relaciones donde no te quieren bien. 


Autocuidado es tener muy claro que te mereces buenos tratos todo el rato, y que tú eres la máxima responsable de tu felicidad.


Autocuidado es también ser humilde, aceptar la realidad, y asumir que tú no vas a cambiar a nadie con tu amor. 


No pierdas tiempo y energía tratando de enseñar a tu pareja a tratarte bien. 


Es más importante que pongas el foco en cuidarte a tí misma.


Recuerda siempre, todo el rato, que tienes derecho a vivir una Buena Vida. 


Y cuando se te olvide, ojalá todas las mujeres de tu vida puedan recordártelo cada día.


Coral Herrera Gómez 


Libros para la Revolución Amorosa

El Laboratorio del Amor 

9 de julio de 2022

Escucha a tu gente con amor

 


¿Cómo saber qué es lo que necesitas trabajar para liberarte, para crecer y para vivir mejor? El auto engaño, el miedo y la soberbia muchas veces no nos dejan asomarnos a las profundidades de nuestro yo, y así es difícil tomar conciencia de lo que nos hace sufrir y lo que hace sufrir a los demás. 

Para saber qué podríamos mejorar en nosotros y nosotras, hay un método infalible: escucha a la gente que tienes a tu alrededor. Abre tu corazón y escucha con amor.

Ellos/as te pueden decir con cariño y honestidad cómo te ven, y qué creen que te tienes que trabajar para estar mejor y para que ellas estén mejor.

La gente que más te quiere puede decirte, también, con amor cuáles son tus defectos, tus meteduras de pata, tus torpezas, miserias y mezquindades..

 siempre y cuando tengas ganas de escucharles. 

La gente que te quiere protesta de maneras diferentes cuando les haces daño o abusas: puedes ignorarles, puedes ponerte a la defensiva, o puedes hacer autocrítica amorosa y asumir tu parte de responsabilidad en los conflictos que tienes en tus relaciones.

Si la gente siente que no puede decirte las cosas con franqueza, si sienten que no puedes o no quieres ver la realidad, si reaccionas fatal y jamás admites errores, es probable que se alejen sin decirte el por qué.  

O quizás te lo han dicho muchas veces ya. Y por eso se van.

Este silencio, esa distancia, y tu soledad, también te pueden dar pistas de que algo está pasando. 

De tí depende: si quieres cuidar tus relaciones, si quieres cuidar tu salud mental y emocional, si quieres conocerte mejor, si quieres trabajar tu inconsciente, si quieres ir a mejor, 

cultiva la humildad y escucha a tu gente.

Con amor.

Coral Herrera Gómez

#autocríticaamorosa #mujeresquesecuidan

#humildad #escuchaconamor


Espacios de liberación y amor entre mujeres


Una de las mejores cosas de ser mujer es que nosotras tenemos tres espacios amorosos en los que podemos desnudarnos, abrir nuestros corazones, desahogarnos, llorar y reír, compartir secretos, jugar como niñas, crear, cantar, danzar y divertirnos juntas. Son espacios de liberación y disfrute en los que todas damos y recibimos cuidados.

El primer espacio lo disfrutamos con amigas y mujeres de nuestra familia, con las que creamos redes de afecto y apoyo mutuo que nos permiten sobrevivir.

El segundo es el de los pequeños grupos de mujeres con los que nos juntamos para hacer talleres, para compartir conocimientos y saberes, para leer libros y ensayos, para investigar y aprender cualquier cosa juntas, para hacer retiros espirituales, para hacer terapia, para hacer deporte, para organizarnos por alguna causa, para trabajar en nuestras liberaciones, y para prestarnos ayuda mutua.

El tercero es más amplio, es el de los grupos femeninos grandes: manifestaciones, concentraciones, congresos, jornadas, seminarios, proyectos artísticos, colectivas feministas de carácter cultural, social y político, las asociaciones, las casas de mujeres, y las comunidades virtuales de mujeres en lnternet.

En estos espacios las mujeres dejamos de ser empleadas, madres, hijas, esposas, y dejamos nuestra máscara social para integrarnos en una comunidad en la que todas hablamos el mismo idioma, y podemos ser nosotras mismas, aunque no nos conozcamos. 

Son espacios seguros en los que nos sentimos libres para hablar de sexo, de emociones, y sentimientos, para disfrutar juntas de nuestras pasiones, para mostrar nuestros proyectos y crear alianzas, para sanar y florecer juntas. 

Es muy reconfortante a la par que terapéutico darte cuenta de que tus problemas personales son también colectivos, y que por tanto, las soluciones tienen que ser colectivas. 

Y que no estamos solas, somos muchas mujeres con ganas de defender nuestro derecho a vivir una Buena Vida. 

Es hermoso poder pertenecer a estas comunidades y compartir el trabajo que estamos haciendo cada una para liberarnos (de los miedos, de la culpa, de los mitos, de los mandatos, de la angustia, del cansancio), celebrar juntas los éxitos y acompañar a las que están en ello, abrazar a las que están empezando, y aprender de las veteranas, que nos demuestran que sí se puede, y nos enseñan el camino a seguir.

Yo me siento muy afortunada por poder disfrutar de estos espacios tan amorosos, me dan energía y alegría para poder soportar este ritmo de vida tan bestial que llevamos. 

Y me siento muy orgullosa por la capacidad tan hermosa que tenemos para organizarnos, da igual que seamos 20 o 200: nos lo pasamos súper bien, aprendemos un montón, y volvemos a casa llenas de rebeldía y de amor.

Hoy venía pensando en el tren que me encantaría que mi hijo Gael pudiera disfrutar con grupos de chicos cuando sea mayor. 

Estoy segura de que si los hombres pudieran crear sus propios espacios de liberación y acompañamiento, vivirían mucho mejor y disfrutarían más de sus relaciones. 

Sé que hay unos cuantos brotes de hombres en proceso de liberación, pero son muy pocos aún: les queda mucho para llegar a la primavera.

Mientras ellos arrancan, nosotras seguimos caminando. 

Yo siento que hay que cuidar con mucho mimo y ternura estos espacios de intimidad y amor entre mujeres, crear muchos más, expandirlos y multiplicarlos, que haya varios en cada barrio, en cada comunidad, en cada pueblo. 

Porque a muchas mujeres les salva la vida tener una red de apoyo, y porque son nuestra mejor medicina, una hermosa fuente de energía, y uno de los mayores regalos de la vida. 

#mujeresqueseliberan #amorentremujeres #cuidados #gruposdemujeres #buenvivir #buenavida #autocuidado #feminismo# liberación #colectivas #buenavida  #comunidaddemujeres

6 de julio de 2022

Tu también tienes derecho a vivir una Buena Vida




Todas nosotras tenemos derecho a vivir una Buena Vida, libre de sufrimiento, explotación y violencia.

Una Buena Vida es aquella en la que tenemos todas nuestras necesidades básicas cubiertas: agua potable, techo para protegernos del viento y la lluvia, comida caliente 3 veces al día, ropa de abrigo en invierno, energía para calentarnos y refrescarnos, aire limpio, todos nuestros derechos garantizados, y una buena red amorosa de gente que nos cuide y nos quiera bien. 

Una Buena Vida es aquella en la que todas tenemos derecho a tener derechos. Todas nosotras necesitamos dinero, porque sin ingresos no es posible tener nuestros derechos garantizados.

Además necesitamos tener derecho a descansar y a divertirnos: para disfrutar de la Buena Vida, necesitamos tener tiempo y energía para disfrutar de nuestras pasiones y de nuestros seres queridos. 

El derecho a tener una Buena Vida es universal: todos los seres vivos de este planeta lo tenemos. 

Ni los animales ni las mujeres estamos excluidas: nosotras no vinimos al mundo a servir a los hombres, ni a sufrir, ni a pasarlo mal. No vinimos aquí a sacrificarnos, sino a gozar de la existencia de la misma manera que gozan los hombres.

La vida es un regalo, y a veces es muy corta, y es solo una, así que vivir una Buena Vida es también un deber. 

Los políticos están obligados a erradicar la explotación, el sufrimiento y la violencia, y a proporcionar a toda la población las condiciones necesarias para una Buena Vida.

Ninguno de nosotros podemos ser felices si los demás sufren: la Buena Vida es un asunto colectivo. 

Mucha gente cree que solo unas pocas personas tienen derecho a vivir bien, y que unas se lo merecen más que otras, pero lo cierto es que no es una cuestión de méritos.

Es una cuestión de justicia social: todos y todas nacemos con este derecho. 

Las mujeres y las niñas también.



 

A mí se me cambió la vida el día en el que me di cuenta de que yo tengo este derecho y este deber, y desde entonces no paro de contárselo a todo el mundo en mis libros, en mis charlas, en mis talleres, en mis posteos en redes. 

Sentí mucha alegría y mucha fuerza al tomar conciencia de la responsabilidad que tengo: es mi deber cuidarme y procurarme una Buena Vida, a mí misma y a las demás mujeres y niñas del mundo.

Tomar conciencia de que no puedo ni debo renunciar a mi libertad y a mis derechos fundamentales en nombre del “amor” me permitió comprometerme a fondo con mi bienestar y mi salud física, mental y emocional. 

Y también con mi placer y mi derecho al goce y al disfrute.

Ahora sé que para poder vivir una Buena Vida es fundamental construir relaciones basadas no en la servidumbre, sino en la reciprocidad, el compañerismo, la libertad, la solidaridad y los cuidados mutuos. 

Sin redes de amor no es posible sobrevivir en un mundo tan violento y cruel. Solo el amor puede frenar la violencia y la autodestrucción, solo el amor nos puede salvar como especie: tenemos los conocimientos, las habilidades, y las capacidades necesarias para mejorar nuestras vidas, para cambiar la forma de organizarnos y de relacionarnos. 

Sabemos cómo eliminar la pobreza y la explotación, cómo aprender a resolver nuestros problemas sin hacernos daño, y sabemos que para garantizar los derechos de todas las mujeres, y para que todos y todas podamos disfrutar de la Vida, hay que colectivízar y repartir los cuidados. 

Muchas de nosotras ya hemos empezado con los cambios personales que necesitamos para la transformación social, porque sabemos que todo empieza en una misma, y que la principal batalla está en el hogar, 

#UnaBuenaVida #buenvivir #disfrutar #JusticiaSocial #cuidados #autocuidado #BienComún #DerechosHumanos 

#OtroMundoEsPosible

Coral Herrera Gómez 









30 de junio de 2022

Coral Herrera en Julio

 




Este mes voy a estar presencial y virtualmente en varios sitios: 

El martes 5, a las 18 horas podéis uniros a la retransmisión de mi charla virtual en Ecuador con la organización PAZ Y DESARROLLO , a las 11 am en Ecuador, a las 6 pm en España 





El miércoles 6 presencialmente en la Universidad de Valencia en un evento organizado por Psicólogas y psicoólogos Sin Fronteras.


El jueves 8 y viernes 9 en Soria, también presencial, impartiré dos talleres en el Congreso de Género y Educación en Soria , organizados por la Universidad de Valladolid y el Instituto de las Mujeres de España. 




Y mañana día 1 de julio en este directo en Instagram con @adiosamoresperros


Más eventos de Coral Herrera 



23 de junio de 2022

No cuidar es un privilegio patriarcal



Hay personas en este mundo que solo reciben cuidados, pero no los dan. Es un privilegio de hombres y de mujeres ricas: su vida no se ve alterada lo más mínimo cuando sus padres enferman o envejecen, ni cuando tienen crías. Su tiempo de sueño y de descanso, su trabajo, su vida social, su tiempo de ocio, permanecen intactas. Alardean de ello públicamente, y tienen los hijos que les apetece, sin que nadie se pregunte cómo le afecta a un ser humano recién nacido ser cuidado por personas desconocidas con las que no tienen vínculos sentimentales. 

Sólo los y las profesionales de la salud mental saben cómo se siente la gente que se pasa toda la infancia cambiando de nana,  mendigando tiempo a a sus progenitores y pidiendo atención, amor, y cuidados. 

Ellas saben bien cómo nos afecta vivir con padres y madres ausentes, las implicaciones que tiene para nuestra autonomía y nuestra autoestima crecer con carencia de afecto, y cómo esa carencia nos crea todo tipo de traumas, miedos, complejos, inseguridades, dolencias mentales y dependencia emocional. 

La falta de cuidados y de afecto es violencia porque nos provoca un sufrimiento tremendo, especialmente en la infancia y la vejez, y en los momentos de nuestra vida en los que somos más vulnerables y más amor necesitamos. 

No cuidar es un privilegio, y siempre se hace a costa de las mujeres más pobres, que son quienes sostienen nuestra economía con su trabajo gratuito y/o mal pagado.

Coral Herrera Gómez

La Renta Básica y la liberación de las mujeres


 


Si las mujeres tuviésemos ingresos garantizados gracias a una Renta Básica Universal, nuestras vidas cambiarían de arriba a abajo. Los efectos más inmediatos serían estos:  

- podríamos divorciarnos y separarnos: sin autonomía económica no hay libertad.

- podríamos dejar de trabajar gratis (o precariamente) para los hombres y abandonar la doble jornada laboral.

- miles de mujeres podrían salir de la prostitución, de la noche a la mañana. 

- los traficantes no tendrían a su disposición millones de mujeres desesperadas y estaríamos a salvo de la Trata de mujeres y niñas. 

- podríamos escapar con más facilidad de la violencia de nuestras parejas, si además tuviéramos apoyo psicológico y emocional, y el apoyo de nuestra gente querida. 

- podríamos enfrentar y parar el acoso sexual de nuestros compañeros y superiores en el centro de trabajo, sin miedo a quedarnos sin empleo.

- no tendríamos que alquilar nuestros cuerpos ni vender a nuestros bebés.

- podríamos elegir nuestras maternidades con más libertad, y no tendríamos que renunciar a ser madres por falta de recursos económicos.

- podríamos criar a nuestros propios hijos e hijas el tiempo que queramos.

- podríamos juntarnos y separarnos con libertad, y podríamos cambiar nuestra forma de organizarnos y de relacionarnos entre nosotras y con los hombres.

- podríamos disfrutar de una Buena Vida libre de explotación doméstica, laboral, sexual, reproductiva y emocional.

Todo son ventajas: si seguimos trabajando en la defensa de los derechos humanos de las mujeres y acabamos con la pobreza, podremos erradicar la explotación, la violencia y el sufrimiento de millones de mujeres. Sin dinero, sin ingresos, no hay liberación posible. 

#RentaBásicaUniversal #paratodas #MujeresQueSeLiberan

No sé si sabéis que hay una iniciativa de ley para la Renta Básica Universal en Europa, y la recogida de firmas acaba el sábado:

https://rentabasicaincondicional.eu/


Artículo de Coral Herrera Gómez: El amor, las mujeres y la Renta Básica Universal






¿Has firmado ya para la Inciativa de Ley por la Renta Básica Universal en Europa? 





22 de junio de 2022

Les duele vernos enamoradas y felices



Les escandaliza que la infancia vea un beso entre dos mujeres que se quieren en una película infantil, pero no protestan por las peleas, los golpes, los tiroteos, las batallas a muerte, los insultos, las humillaciones, las bromas crueles, los chistes y estereotipos machistas, gordofóbicos, clasistas, racistas, homófobos y misóginos que van incluidos en la mayor parte de las historias dedicadas al público infantil.

Les irrita una escena de amor, pero no les cabrea la violencia ni los valores y principios a los que están expuestos los niños y las niñas desde su más tierna infancia. 

No les da miedo que sus hijos sean insensibles al sufrimiento ajeno y  salgan violentos, les da miedo que vean a dos mujeres que se quieren y se cuidan. 

Les duele vernos enamoradas y felices, les jode que triunfe el amor.

Cuánta lesbofobia, cuánta misoginia, y cuánto trabajo tenemos por delante, compañeras #RevoluciónAmorosa 

#Feminismo #ternurasocial #mujeresquesequieren 

#amordelbueno  #cuidados #infancia #buzzlightyear #disney

Mujeres que trabajan con mujeres


Os presento con mucha ilusión mi nuevo taller para mujeres que trabajan con mujeres: psicólogas, terapeutas, docentes y educadoras, trabajadoras sociales, técnicas de igualdad, sexólogas, orientadoras...

Es un taller virtual que dura 3 meses, no hay horarios y puedes hacerlo a tu ritmo. 

Está pensado para las profesionales que trabajan con mujeres y quieren conocer mejor nuestra cultura amorosa. entender cómo aprendemos a ser hombres y mujeres, cómo aprendemos a amar, y cómo a través de los mitos románticos asumimos los roles de género, los valores y los mandatos del patriarcado. 

Es un curso ideado para facilitar la liberación de las mujeres y el trabajo personal basado en el contratro amoroso con una misma: un método basado en la autocrítica amorosa y la autodefensa emocional con el que aprenderemos técnicas para llevar la teoría a la práctica, y nos centraremos en la fabricación de herramientas para entrenar en las artes de la asertividad, la comunicación no violenta, el autocuidado, la autoestima y el uso de nuestro poder. 

Aprenderemos las estrategias para ayudar a las mujeres a aprender a negociar con ellas mismas, con sus parejas, y con el resto de sus relaciones sociales y afectivas. Y profundizaremos en las claves del trabajo que hacemos las mujeres para liberarnos de la espiral de la violencia machista, de la explotación doméstica y emocional, de la culpa y los miedos, la dependencia emocional, la adicción romántica, y el sometimiento que sufrimos cuando nos enamoramos y nos emparejamos con hombres machistas.

Aprenderemos a llevar el feminismo a nuestro día a día, a nuestras relaciones y a nuestra forma de trabajar, a nuestra vida personal y profesional, para poder enseñar a las mujeres cómo el feminismo les puede ayudar a cuidarse y a tener una Buena Vida, libre de sufrimiento y violencia. 


CONTENIDOS

Fundamentos de la cultura romántica y la violencia machista

Amar es cuidar: otras formas de querernos son posibles. 

Amar es disfrutar: tengo derecho a tener una Buena Vida. 

La autocrítica amorosa

Autodefensa emocional: autocuidado y autoestima

El contrato amoroso (conmigo misma y con mis parejas)

Mi poder y el poder de las mujeres. 

Liberaciones nuestras de cada día: Herramientas para llevar la teoría a la práctica. 

Ejercicios y herramientas para nuestro trabajo personal y nuestra actividad profesional.


QUÉ INCLUYE 

2 Cursos:  Mujeres que trabajan con mujeres + Mujeres que se liberan

9 masterclass

3 meses en la Comunidad de Mujeres.

3 encuentros en directo, uno cada mes.

30 vídeos exclusivos de Coral Herrera

Acceso a la Biblioteca del Amor y descarga gratis de todos los contenidos.

Diploma con el que podrás acreditar haber estudiado en el Laboratorio del Amor con Coral Herrera Gómez



Tienes el botón de inscripción en mi web: 

http://otrasformasdequererse.com/mujeres-que-trabajan-con-mujeres/

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