24 de junio de 2018
Romper con la cadena familiar del dolor
Hay que romper la cadena del dolor que se transmite de madres a hijas, de abuelos a nietos, y deshacernos del peso de los traumas que cargamos durante generaciones. Hay que acabar con los ciclos de la violencia y dejar de reproducir las dinámicas del maltrato en nuestras relaciones con los demás. Tenemos derecho a ser nosotras mismas, a viajar ligeras de equipaje, a dejar atrás al pasado, a empezar con ilusión una nueva etapa, a poner en práctica los aprendizajes de nuestras experiencias, a aprender desde el placer y no desde el sufrimiento.
Si el sufrimiento no para en algún punto, se perpetúa por generaciones. Podemos ser nosotras mismas las que detengamos la cadena del dolor, las que por primera vez en siglos no interioricemos los traumas de los demás, las que curemos las heridas abiertas para que se conviertan en bellas cicatrices. Hay que darse una oportunidad, a nosotras mismas y a los demás: podemos parar los malos tratos, y criar niñas y niños felices que no hereden de nosotros la culpa, los miedos, los odios, las carencias, las dependencias, los abusos, la explotación, el sadismo y la violencia.
Vamos a intentar acabar con las guerras, a rechazar las herencias familiares, a probar nuevas formas de relacionarnos, a aprender a expresar y gestionar nuestras emociones, a liberarnos de los viejos patrones y esquemas que no nos dejan ser felices.
Vamos a cerrar las heridas abiertas de nuestros antepasados, vamos a parar la guerra contra nosotras mismas, vamos a intentar tratarnos bien, y a querernos mucho, vamos a intentar hacer la vida propia y la de los demás más bonita. Nos merecemos mucho amor, más profundo que el océano.
Coral Herrera Gómez
Publicado por
Coral Herrera Gómez
La Manada en la tele, o como convertir a los violadores en víctimas
La Manada en la tele, o como convertir violadores en víctimas. Después del mensaje que nos han lanzado los jueces y las juezas machistas, es el turno de los medios, que ya se pelean por entrevistar a estos criminales para crear morbo, para hacer del sufrimiento de la víctima un espectáculo, y para legitimar la violencia contra las mujeres.
No sólo les premian con la libertad, también les van a hacer millonarios a los que vayan a los platós de televisión y radio. Los periodistas intentarán convencernos de que una mala mujer ha querido destrozarles la vida a ellos, una panda de buenos chicos que sólo querían divertirse.
Estos son los mensajes que nos lanzarán durante unas semanas hasta que nos quede bien clarito:
- Mensaje a la población: las culpables de las violaciones son las mujeres que van provocando a los violadores. Las mujeres no deben emborracharse ni quedarse solas en las fiestas, están mejor en casa o con su novio.
- Mensaje para mujeres violadas: si sales de fiesta te expones a que te violen, asume las consecuencias. Si no te resistes, no es violación. Si te resistes, te matan. Es mejor entonces quedarse quieta y aguantar para que acaben pronto. Es mejor también que no denuncies: si denuncias, te van a violar varias veces, y lo que te espera es un calvario. Después de los violadores le toca el turno a los jueces, luego a los periodistas, y luego vienen los empresarios que se forran con la publicidad de los programas en los que se analizan tus jadeos para ver si es verdad que disfrutaste más que tus violadores. Además, tus violadores querrán vengarse si les denuncias, y publicarán sus datos personales para que cualquier otro violador te localice y te vuelvan a violar, y para que quedes marcada de por vida.
- Mensaje para las feministas: da igual que saqueis a millones de personas a la calle a protestar, nosotros tenemos el poder judicial, político, mediático, y absolvemos a los violadores que queremos. Especialmente si son policías o soldados. Seguireis pagando sus salarios, además, con vuestros impuestos.
-Mensaje para los hombres: podéis violar a solas y en grupo a todas las mujeres que queráis, vuestras novias y los grupos de hombres misóginos y machistas os apoyarán incondicionalmente. Son sólo son 6 mil euros de multa, no es nada. Violar en grupo es un juego muy divertido, despertareis la admiración de muchos hombres, y a vuestros amigos les encantará hacerse pajas con los vídeos, cuanto más brutales y violentos, mejor. Recordad que sólo os acusarían de violación si hay autopsia, todo lo demás es «abuso». No robeis el celular a vuestra víctima, que te caen más años por robo que por violación.
Así quedará reforzada la cultura de la violación y la violencia machista en la tele, en la radio y en la prensa, una vez más. El resumen será este:
- Las culpables de las violaciones son las «putas» que van por ahí provocando a los hombres.
- Las malas y violentas son las feministas, un grupo de histéricas que odian a los hombres. Son tan violentas que los chavales necesitan escolta porque en cualquier momento un grupo de feminazis podrían acorralarlos en un portal y violarles por todos los agujeros posibles.
- Los buenos son los violadores, la justicia les ha dado la razón, y los medios les presentarán como héroes que sufrieron en la cárcel durante dos años hasta que se ha hecho «justicia».
También les premiarán con dinerito fresco, volverán a sus trabajos como si nada, y cuando todo pase, volverán al puticlub a hacer lo mismo, pero pagando 30 o 40 euros entre todos. No es tan divertido como hacerlo gratis, pero nadie les va a denunciar porque a nadie le importa que violes esclavas sin papeles.
Morbo, espectáculo, dinero, basura, mucha misoginia, y mucho machismo: esto es lo que nos espera en los próximos días, si es que las marcas financian estos programas basura con su publicidad. #HagamosBoicot #StopViolaciones #MediosCómplices #StopMachismo #LaManadaDeLosVioladores
No sólo les premian con la libertad, también les van a hacer millonarios a los que vayan a los platós de televisión y radio. Los periodistas intentarán convencernos de que una mala mujer ha querido destrozarles la vida a ellos, una panda de buenos chicos que sólo querían divertirse.
Estos son los mensajes que nos lanzarán durante unas semanas hasta que nos quede bien clarito:
- Mensaje a la población: las culpables de las violaciones son las mujeres que van provocando a los violadores. Las mujeres no deben emborracharse ni quedarse solas en las fiestas, están mejor en casa o con su novio.
- Mensaje para mujeres violadas: si sales de fiesta te expones a que te violen, asume las consecuencias. Si no te resistes, no es violación. Si te resistes, te matan. Es mejor entonces quedarse quieta y aguantar para que acaben pronto. Es mejor también que no denuncies: si denuncias, te van a violar varias veces, y lo que te espera es un calvario. Después de los violadores le toca el turno a los jueces, luego a los periodistas, y luego vienen los empresarios que se forran con la publicidad de los programas en los que se analizan tus jadeos para ver si es verdad que disfrutaste más que tus violadores. Además, tus violadores querrán vengarse si les denuncias, y publicarán sus datos personales para que cualquier otro violador te localice y te vuelvan a violar, y para que quedes marcada de por vida.
- Mensaje para las feministas: da igual que saqueis a millones de personas a la calle a protestar, nosotros tenemos el poder judicial, político, mediático, y absolvemos a los violadores que queremos. Especialmente si son policías o soldados. Seguireis pagando sus salarios, además, con vuestros impuestos.
-Mensaje para los hombres: podéis violar a solas y en grupo a todas las mujeres que queráis, vuestras novias y los grupos de hombres misóginos y machistas os apoyarán incondicionalmente. Son sólo son 6 mil euros de multa, no es nada. Violar en grupo es un juego muy divertido, despertareis la admiración de muchos hombres, y a vuestros amigos les encantará hacerse pajas con los vídeos, cuanto más brutales y violentos, mejor. Recordad que sólo os acusarían de violación si hay autopsia, todo lo demás es «abuso». No robeis el celular a vuestra víctima, que te caen más años por robo que por violación.
Así quedará reforzada la cultura de la violación y la violencia machista en la tele, en la radio y en la prensa, una vez más. El resumen será este:
- Las culpables de las violaciones son las «putas» que van por ahí provocando a los hombres.
- Las malas y violentas son las feministas, un grupo de histéricas que odian a los hombres. Son tan violentas que los chavales necesitan escolta porque en cualquier momento un grupo de feminazis podrían acorralarlos en un portal y violarles por todos los agujeros posibles.
- Los buenos son los violadores, la justicia les ha dado la razón, y los medios les presentarán como héroes que sufrieron en la cárcel durante dos años hasta que se ha hecho «justicia».
También les premiarán con dinerito fresco, volverán a sus trabajos como si nada, y cuando todo pase, volverán al puticlub a hacer lo mismo, pero pagando 30 o 40 euros entre todos. No es tan divertido como hacerlo gratis, pero nadie les va a denunciar porque a nadie le importa que violes esclavas sin papeles.
Morbo, espectáculo, dinero, basura, mucha misoginia, y mucho machismo: esto es lo que nos espera en los próximos días, si es que las marcas financian estos programas basura con su publicidad. #HagamosBoicot #StopViolaciones #MediosCómplices #StopMachismo #LaManadaDeLosVioladores
Publicado por
Coral Herrera Gómez
22 de junio de 2018
Llenar el mundo de escuelas ecofeministas y diversas
Urge llenar el mundo de escuelas ecofeministas para niños y niñas. Ya que la educación tradicional está tardando tanto en incorporar la perspectiva de género y se resiste a incorporar a las mujeres a los libros de texto, hay que crear espacios alternativos feministas, libres de bulling, de discriminación y de violencia. Espacios educativos en los que enseñen derechos humanos, en los que se enseñe a valorar la diversidad, y a interiorizar la cultura del buen trato, la empatía, la solidaridad, el amor del bueno hacia los y las humanas, los animales y la naturaleza.
Necesitamos escuelas ecofeministas sin jerarquías, sin competitividad, sin luchas de poder, sin fobias sociales, en las que se trabaje en horizontal y en redes para construir herramientas que permitan a las nuevas generaciones aprender a gestionar y a expresar sus emociones sin hacer daño a nadie, y a resolver conflictos sin violencia. Las niñas y los niños tienen derecho a saber sobre todas esas mujeres importantes que aportaron a la Historia de la Humanidad y que fueron invisibilizadas, y tienen que saber que muchas de ellas eran lesbianas y bisexuales, y que muchos de los hombres importantes eran gays o bisexuales.
Es urgente incorporar la educación emocional y los valores ecologistas, pacifistas, antirracistas y feministas a la educación que reciben nuestras hijas e hijos, porque en las escuelas tradicionales les enseñan a ser machistas. El bombardeo mediático es demasiado fuerte, no podemos dejarlos indefensos ante tanto odio y tantos prejuicios: necesitan herramientas para analizar con perspectiva crítica lo que les están contando, cómo se lo están contando, y lo que no les están contando.
Vivimos en un mundo racista, machista, clasista, xenófobo, homófobo, lesbofobo, y la única manera de construir un mundo mejor es revolucionar la educación, la cultura y la comunicación. Necesitamos transversalizar el ecofeminismo en la educación tradicional, y también crear espacios de educación feminista, diversa y amorosa: llenemos el mundo de escuelas feministas.
Publicado por
Coral Herrera Gómez
17 de junio de 2018
Cómo destrozar tu relación de pareja en pocas semanas. Método garantizado.
Lo más importante a la hora de destrozar tu relación de pareja es que te asegures de que hay sufrimiento constante, que hay drama y desgarro, que hay dolor. Se trata de convertir una relación que podría ser hermosa, en un infierno para ambos miembros de la pareja. No importa si estás en una relación hetera, bisexual, lesbiana o gay: siempre que apliques los mitos del romanticismo patriarcal en tu forma de relacionarte con el amado o la amada, tienes casi garantizada la ruptura. Puedes empezar este método desde el incio del romance, aquí mis consejos para estropear una relación bonita:
1. Desconfía en todo momento: tu pareja es tu enemigo/a, así que nunca debes confiar en ella. Da igual lo que te diga o lo que haga: no la creas. No es tu amiga ni tu compañera, no es tu amigo ni tu compañero: el amor es una guerra y tú quieres ganar todas las batallas. Así que no te fíes: cada cual tiene sus estrategias para dominar al otro, y para hacer lo que no se debe cuando se está en pareja. Si das por sentado que te miente y te engaña, te será más fácil hacerle la vida imposible con tus continuas sospechas, y por lo tanto, antes se hartará de ti.
2. Sé egoísta y piensa solo en ti, en tus necesidades, en tus apetencias y tus deseos. Para dominar la situación, puedes optar por dos vías: o dejarle muy claro que le amas, o que no lo tenga nada claro. Puedes decirle que estás dispuesta a renunciar a todo por ella, o por él, que la cosa va muy en serio, que el centro de tu vida ahora mismo es ella, o él, que vives por y para ella, o para él, que tu vida carece de sentido sin ella, o sin él. Así se agobiará con la tremenda responsabilidad de hacerte feliz y empezará a pensar en dejarte. O puedes hacer justo lo contrario: no te comprometas, repite insistentemente que "no sois nada", coloca a tu pareja en una segunda o tercera categoría, insiste en que no quieres pareja formal aunque la tengas. Así aunque primero puede que se esfuerce en enamorarte, al final se hartará de intentarlo y de sufrir para nada.
3. No negocies el modelo de relación que váis a seguir: impón el tuyo, por ejemplo, el modelo romántico ideal para seguir la senda del noviazgo tradicional, siguiendo los pasos marcados por el patriarcado, como Dios manda: "Voy a presentarte a mis padres, a mi familia, a mis amigas y amigos, voy a pedirte que te hipoteques conmigo, voy a pedirte matrimonio, hijos y familia feliz". Algunas personas salen corriendo cuando les planteas esto en las primeras citas, no falla. También puedes imponer una relación de amantes o de amigos, avivando de vez en cuando su esperanza para que se convierta en algo más, pero sin dar un solo paso. Más temprano que tardé, se cansará de esperar el milagro romántico.
4. Lluvia de reproches: intenta montar una escena a tu pareja plagada de reclamos y falsas acusaciones, al menos una vez al día. Convierte la lluvia en tormenta cuando notes que la otra persona está feliz o se siente muy bien. Que los reproches le dejen claro que es imperfecta, que es una mala persona, que no se puede confiar en ella, que se sienta culpable por todo, que se vea a sí misma como un monstruo. Es una peli en el que tú siempre eres el bueno o la buena, y ella la mala o el malo. Así se harta y te deja enseguida porque sabe que quieres bajar su autoestima para aumentar su dependencia emocional. Y como ya lo sabe, no se deja, y se aleja.
5. Hazte indispensable: sé el mejor o la mejor en todo. Ten a tu pareja como a una reina: ayudale en todo, intenta resolver tú sus problemas, ofrece tus recursos y tus conocimientos para apoyarle en momentos difíciles, hazle la vida más fácil en todo momento: lleva su coche a reparar al taller, hazle la declaración de la renta, cocina como una diosa, o como un dios, limpia su casa, paga la cuenta en el cine y en el bar, hazte necesaria e importante para su día a día. Cuando se de cuenta del tremendo poder que tienes sobre ella, saldrá espantada, o espantado, a recuperar su autonomía y su libertad.
6. Mientras, intenta manipularla, controlarla, tenerla vigilada. Pídele sus contraseñas del correo y de sus perfiles en redes como una prueba de su amor. Sugierele qué ropa le sienta bien y señala sin piedad la que no le queda bien. Opina sobre sus proyectos de vida y sus proyectos profesionales para minusvalorarlos o para hacerle sentir que está perdiendo el tiempo y que no lo logrará. Exige que esté pendiente del teléfono porque si no te vas a sentir muy mal porque eres muy sensible y tienes miedo al abandono. Sé crítico o crítica en plan destructivo, intenta que se sienta poca cosa y se sienta poderosa. Al principio puede que se sienta confundida y triste, pero luego te mandará a Siberia a freír espárragos.
7. Intenta asilarla de su familia y amigos/as. Primero hazte el simpático o la simpática para caerles bien, luego te dedicas a criticarles. Ponle difícil la conciliación de su vida contigo y con su gente. Exige que su tiempo es tuyo con este rollo del amor verdadero, que asuma que tiene que dedicarte
a ti todos los ratos en los que no estudia o trabaja. Pon malas caras cuando te obligue a ir a sus compromisos, y no vayas a todos, pero quéjate porque te sientes excluida o excluido. Siempre que puedas, monta enormes broncas a tu pareja, así lograrás que la gente que la quiere reaccione en contra tuya y empiecen a convencerla de que debe dejarte inmediatamente. Ella misma se resistirá con uñas y dientes a que la aisles, el feminismo la ha ayudado a valorar su red de afectos y de cuidados.
8. Cuando tu pareja salga sin ti, intenta amargarle la noche y hacerle sentir culpable de la ansiedad que sientes. Da rienda suelta a tus celos, y exige "tus derechos" como pareja. Obligale a estar permanentemente conectado/a, localizable y disponible para ti, intenta que le de miedo tu forma de reaccionar, monta la bronca si no te contesta en una hora, intenta chantajearla/e con la idea de que no puedes ni respirar del dolor que sientes por su culpa. El objetivo es que no disfrute con sus amigas, sus amigos o su familia, o que no disfrute de su tarde de soledad y lectura. No se puede disfrutar sin ti.
9. Aunque tampoco se puede disfrutar contigo: dale unas migajas de amor, y el resto del tiempo, una de cal y otra de arena. Que se crea que estar en guerra es estar en el paraíso, cambia de humor con rapidez, intenta aguar todas las fiestas, monta peleas por nada, tratala mal, amenaza con dejarla, o con dejarle. Dale placer, regalalé orgasmos, sé cariñoso/a, concedelé todos sus deseos, ponte de rodillas para que se sienta una diosa. Ponte sado, ponte masoquista, ponte victimista, ponte autoritario/a. Seguro que al principio se resistirá y aguantará todo lo que pueda, pero al final te dejará, harta de tu patriarcados, tus miedos, tus traumas, tus limitaciones, tu mal humor y tu agresividad.
10. Sé infiel, miente, portaté mal, hazle putadas, da donde más duele. Si sufre es más fácil que te de todo el poder al principio. Que vea que eres una persona muy deseable, que sospeche de tus infidelidades, que cuando quiera hablar de ello te pongas de malas. Ves dejando pistas que te delaten, pero niegalo todo. Que sienta que está loca y se inventa las cosas. Que llore, que lo pase fatal, que te perdone, que empiece a odiarte: acabará harta de tus mentiras, tus paranoias, y tus malos tratos. Y le entrarán unas enormes ganas de liberarse de ti, y de todos los que son como tú. No estará sola, estará acompañada de un montón de gente que la quiere y a la que le preocupa su bienestar y su felicidad.
Algunas personas tardan más, otras tardan menos, pero este método es infalible. Estas relaciones patriarcales de dominación y sumisión empiezan a quedarse atrás: cada vez somos más las mujeres que queremos disfrutar del amor.
Ninguna relación resiste tanta desconfianza, tantas luchas de poder, tantos dramas llenos de reproches, tanta posesividad y tantos celos, tanta agresividad e intentos de manipulación. Cualquier romance muere con chantajes, amenazas, mentiras, peleas y escenas desagradables con llantos, gritos e insultos casi todas las semanas. Tampoco resiste a la presión social de la gente que quiere a tu pareja y hace todo lo posible por convencerla para que salga de ahí. Porque no hay amor posible en el corazón del patriarcado: si no te cuidan, si no hay igualdad, si no hay compañerismo, si no hay ternura, si no hay placer, si no hay confianza y honestidad, si no se puede disfrutar, nosotras nos vamos ya: no aguantamos más.
#MujeresQueYaNoSufrenPorAmor
Coral Herrera Gómez
Artículos relacionados:
Publicado por
Coral Herrera Gómez
15 de junio de 2018
Amor en Construcción
Amor en Construcción es el blog semanal de la Revista Mente Sana en el que publico todos los lunes un post, podéis visitarlo aquí:
http://www.mentesana.es/blogs/coral-herrera
http://www.mentesana.es/blogs/coral-herrera
Publicado por
Coral Herrera Gómez
13 de junio de 2018
Desaprender la crueldad
Somos crueles con las mujeres embarazadas, con los bebés recién nacidos, con la persona que se enamora de nosotros, con el anciano que pierde sus facultades, con los niños y las niñas, con los inmigrantes y los refugiados, con la gente diversa en capacidades y orientaciones sexuales, con los raros y los anormales, con los locos, con los animales domésticos y con el ganado que criamos para comer. Somos crueles con los demás en los momentos de máxima vulnerabilidad: cuando las mujeres dan a luz, cuando llegamos al mundo, cuando enfermamos o cuando nos vamos a morir.
Nuestra cultura sadomasoquista nos hace creer que para amar, para aprender, para adaptarse a este mundo enfermo hay que sufrir. Muchos ejercemos estos malos tratos sin darnos cuenta, sin pensar en si está mal o no, si la otra persona está sintiendo dolor o no. Nos importa poco porque la crueldad con la que nos tratamos entre nosotros hoy en día nos resulta "normal" y "natural": la hemos sufrido, la hemos interiorizado, la reproducimos y la transmitimos a las nuevas generaciones como parte de nuestra "sabiduría popular".
La cultura de la crueldad es una forma de practicar la violencia y de ejercer nuestro poder que está legitimada y naturalizada en nuestra sociedad patriarcal, del mismo modo que la cultura de la violación. La crueldad, como el amor, es también una construcción social y cultural. Está tan normalizada que no percibimos la crueldad como una forma de violencia: nos parece natural dejar llorar a un bebé que necesita cariño, o pegar a los niños cuando desobedecen. Nos parece normal también devolver el daño que nos hacen los demás: justificamos nuestra violencia con el "derecho a la venganza" y con la filosofía del "ojo por ojo".
Nuestra cultura sadomasoquista nos hace creer que para amar, para aprender, para adaptarse a este mundo enfermo hay que sufrir. Muchos ejercemos estos malos tratos sin darnos cuenta, sin pensar en si está mal o no, si la otra persona está sintiendo dolor o no. Nos importa poco porque la crueldad con la que nos tratamos entre nosotros hoy en día nos resulta "normal" y "natural": la hemos sufrido, la hemos interiorizado, la reproducimos y la transmitimos a las nuevas generaciones como parte de nuestra "sabiduría popular".
La cultura de la crueldad es una forma de practicar la violencia y de ejercer nuestro poder que está legitimada y naturalizada en nuestra sociedad patriarcal, del mismo modo que la cultura de la violación. La crueldad, como el amor, es también una construcción social y cultural. Está tan normalizada que no percibimos la crueldad como una forma de violencia: nos parece natural dejar llorar a un bebé que necesita cariño, o pegar a los niños cuando desobedecen. Nos parece normal también devolver el daño que nos hacen los demás: justificamos nuestra violencia con el "derecho a la venganza" y con la filosofía del "ojo por ojo".
Justificamos la crueldad con los
argumentos más disparatados. Nos decimos los unos a los otros que para aprender
en la vida hay que sufrir y pasarlo mal, que es lo que toca, que es lo
natural: la vida es dura y nosotros tenemos que hacernos duros también.
Aprendemos a insensibilizarnos y perdemos la empatía a medida que resistimos
los golpes de la vida, y luego interiorizamos esta cultura de la crueldad para
reproducirla y transmitirla a las nuevas generaciones. Así es como se perpetúa
en cada uno de nosotros el ciclo de la violencia y los malos tratos hacia los
demás.
Nos parecen normales comportamientos
monstruosos, como separar a las mamás de sus bebés, o la explotación y el
maltrato animal, tan cotidiano en todo el planeta. En las relaciones
familiares, en las relaciones laborales, y en las redes sociales nos aplastamos
los unos a los otros, nos damos lecciones, nos juzgamos y nos insultamos sin
piedad, nos imponemos a los otros para ganar
todas las batallas. No sabemos resolver conflictos sin usar la violencia, no sabemos discutir sin insultarnos, no sabemos expresar nuestras emociones sin hacer daño a los demás.
También en el ámbito del amor
romántico la crueldad se justifica y se sublima: las
relaciones de pareja están atravesadas por el sufrimiento porque antes de llegar al paraíso hay que atravesar este valle de lágrimas. En la cultura patriarcal, parece natural que los hombres casados mientan y sean
infieles a sus esposas, o que las maten cuando son ellas las infieles. Todo el
amor romántico está impregnado de violencia machista disfrazada de violencia
pasional: a las mujeres nos hacen creer que si nos pegan es porque nos quieren
mucho, que quien bien nos quiere nos hace llorar, que si nos sacrificamos al
final tendremos nuestra recompensa. A ellos les hacen creer que el amor es una
guerra que hay que intentar ganarla como sea, y que la única forma de tener a
sus pies a una mujer es combinando los buenos y los malos tratos para que se
muera de amor por ti y así poder dominarla.
Sufrimos la crueldad de los demás, y
la ejercemos nosotros también, dependiendo del lugar que ocupemos en la
jerarquía de poder. Cuando somos hijas, cuando somos madres, cuando somos
empleadas, cuando empleamos a alguien, cuando somos novias, cuando somos
amantes, cuando somos ancianas: con cada persona sostenemos nuestras luchas de
poder para resolver los conflictos y para lograr lo que queremos, lo que
deseamos o lo que necesitamos.
El mundo sería un lugar mejor si pudiésemos
entender los mecanismos con los cuales hacemos daño a los demás y a nosotras
mismas, y si pudiésemos aprender a relacionarnos desde la ternura y el amor. En
lugar de dejarnos llevar por nuestro Ego y su ansia de poder, podríamos poner
en el centro los cuidados, construir relaciones igualitarias, ampliar nuestras
redes de afecto. El mundo sería un lugar mucho mejor sin violencia, y sin la
estructura de explotación que ejercemos unos sobre otros: hay que empezar a
hablar de los malos tratos, y de la cultura de la crueldad que los justifican,
para poder desaprenderlos y aprender otras formas de relacionarnos y de querernos.
He llevado a cabo un breve análisis
con propuestas incluidas para desmontar esta cultura y los argumentos que
justifican el dolor, el sufrimiento y la crueldad como si fueran necesarios
para sobrevivir y para relacionarse. La sufrimos y la ejercemos en el
nacimiento y en la infancia, en la adolescencia, en el amor romántico, en la
vejez, y en la muerte:
Publicado por
Coral Herrera Gómez
12 de junio de 2018
Video-presentación del Libro "Mujeres que ya no sufren por amor", de Coral Herrera
En su nuevo libro, "Mujeres que ya no sufren por amor: transformando el mito romántico", Coral Herrera Gómez analiza la manera en la que aprendemos a ser hombres y mujeres, y a relacionarnos entre nosotros, con el objetivo aportar su granito de arena para liberar al amor de su carga machista y patriarcal. La autora cree que para poder sufrir menos, y disfrutar más del amor necesitamos herramientas para desmontar el amor romántico, y para llevar la teoría feminista a la práctica.
Coral Herrera afirma que el amor es una energía que mueve al mundo, y tiene un potencial transformador que es revolucionario a todos los niveles, porque puede cambiar nuestra forma de sentir, de gestionar nuestras emociones, de relacionarnos y de organizarnos social, política y económicamente. Ella nos invita a trabajar individual y colectivamente para despatriarcalizarlo, reinventarlo, ensancharlo, multiplicarlo, y expandirlo más allá de la pareja.
Bajo el lema de que lo romántico es político y otras formas de quererse son posibles, la autora propone algunas claves para desaprender todas las creencias en torno a la utopía romántica posmoderna de corte individualista que nos mantiene anestesiadas, aisladas unas de otras, en eterna búsqueda del amor, encerradas en nuestra burbuja de miedos, y creyendo que estamos condenadas a sufrir por amor.
Coral Herrera trabaja desde la autocrítica amorosa feminista. Para aprender a querernos bien, y para poder relacionarnos de una forma más libre, igualitaria y amorosa con nosotras mismas, entre nosotras, y con los hombres, cree que es esencial que analicemos las relaciones de poder y las herramientas que tenemos para unirnos, para separarnos, para disfrutar del amor, para arreglar nuestros problemas y resolver los conflictos que tenemos con nuestras parejas y con las demás relaciones que construimos con nuestros seres queridos.
En esta recopilación de artículos, escritos con un lenguaje accesible y con espíritu alegre y combativo, la autora nos abre las puertas de una nueva utopía amorosa de carácter colectivo en la que quepamos todas y todos. Para llegar a ella es necesario hacer una revolución afectiva, sexual, amorosa, emocional, y cultural que nos permita construir relaciones más sanas y más bonitas.
Las mujeres que ya no sufren por amor son las protagonistas de esta transformación social y esta revolución amorosa: hemos puesto en el centro del debate y la lucha feminista la ética de los cuidados, la política de las emociones, y el derecho de las mujeres al placer, al bienestar, y a disfrutar del amor, y de la vida en libertad, y en buenas compañías.
Coral Herrera Gómez es Doctora en Humanidades y Comunicación, escritora y bloggera, y coordinadora del Laboratorio del Amor, una red social de mujeres y un taller permanente en torno a los estudios sobre las relaciones amorosas desde una perspectiva de género. Ha trabajado como consultora de comunicación y género en organismos internacionales como Unesco, ILANUD, AECID y actualmente trabaja en UNED Costa Rica, y en Observatorio de Medios y Comunicación Centroamericano (GEMA). Escribe en su blog desde hace siete años y colabora en diversos medios de comunicación como Mente Sana o Pikara Magazine. Ha sido profesora e investigadora en la Universidad de la Sorbona en París IV, en la Universidad Carlos III de Madrid y ha publicado varios libros, entre los que destacan La construcción sociocultural del amor romántico (Fundamentos, fecha) y Más allá de las etiquetas (Txalaparta, 2011). También ha participado en varios libros colectivos e imparte conferencias en congresos internacionales sobre comunicación y género.
Herrera Gómez, Coral: Mujeres que ya no sufren por amor, Editorial Catarata, 2018, Madrid.
¿Cómo puedo conseguir el libro?
- Puedes encargarlo en tu librería favorita.
- Puedes comprarlo on line en la web de la Editorial Catarata
- Puedes pedirlo en Amazon
Publicado por
Coral Herrera Gómez
Mi página en Amazon
Sólo tenéis que hacer click aquí
¡Muchas gracias a todas por vuestro interés!
Coral
Publicado por
Coral Herrera Gómez
11 de junio de 2018
El Laboratorio cumple 3 años
El Laboratorio del Amor cumple tres años este mes, para celebrarlo me he grabado un vídeo en el que os cuento qué es y cómo trabajamos lo romántico en buenas compañías.
Empezamos nuevo curso el 21 de Junio, aquí tenéis toda la información y el botón para inscribiros:
Publicado por
Coral Herrera Gómez
10 de junio de 2018
Video de Coral: La Escuela del Amor
La Escuela del Amor cumple tres años este mes, para celebrarlo me he grabado un vídeo en el que os cuento qué es y cómo trabajamos lo romántico en buenas compañías.
Empezamos nuevo curso el 21 de Junio, aquí tenéis toda la información y el botón para inscribiros:
Publicado por
Coral Herrera Gómez
Suscribirse a:
Entradas (Atom)