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30 de julio de 2023

Rosalía: consejos para superar el desamor



Rosalía se está separando, ¿qué le diría yo si me pidiese consejo para tener un duelo corto?

Yo le contaría que a mí me ha ayudado mucho el feminismo en mis separaciones, porque gracias al movimiento de liberación de las mujeres, estoy plenamente convencida de que yo no he venido al mundo a sufrir, y que tengo derecho a vivir una Buena Vida, libre de violencia y sufrimiento.

En mis duelos, me he sentido muy conectada a las millones de mujeres que en esos momentos estaban sufriendo por el desamor, y me ha ayudado mucho la rebeldía que llevo dentro: no quiero pasarme la vida sufriendo por la falta de amor. Y gracias al feminismo, hoy sé que el final de una pareja jamás significa que nos quedamos solas: estamos rodeadas de gente que nos quiere y nos cuida.


 ¿Qué más me ha ayudado a recomponer mi corazón roto?


Puedes seguir leyendo el post en el diario Público


26 de julio de 2023

Yo viajo por amor


El viaje del amor, lo llama Gael. Porque en lugar de visitar sitios, nos hemos movido visitando amigas y amigos, conociendo a las amigas y amigos de mis amigos, y hemos disfrutado de nuestra gente querida en Ourense, A Guardia, Arousa y Lugo. Como no nos gusta hacer turismo, hacemos "viajes por amor", que nos cargan de energía para todo el año.   

No sólo he disfrutado yo de mi gente querida: Gael también se ha ido enamorando de niñas, niños y personas adultas allá donde íbamos. Me recuerda tanto a mí cuando era pequeña. Yo vivía el amor como una forma de conocer y aprender de los demás, de asomarme a otras vidas, otros idiomas, otras formas de preparar la comida y de disfrutarla, otras formas de pensar y de relacionarse. El amor me abría los horizontes de la mente y me mostraba el mundo más allá de mi círculo familiar y escolar. 

Ver a Gael amar con tanta curiosidad, con tanta libertad, me ha recordado a mi infancia. A esa forma de amar sin miedo, sin sufrimiento, disfrutando del aquí y del ahora, sabiendo que te tendrás que separar de la gente que te enamoras, pero a la vez disfrutando de los días como si fueran eternos y no se fuesen a acabar nunca. 

El amor de la infancia, libre de romanticismos, es una delicia. Porque no hay necesidad de poseer, puedes disfrutar del momento y de la gente con intensidad, puedes sentir una conexión total con la gente que te fascina, y puedes compartir el amor con más personas. 

Gael bebía con gozo de estos amores de verano, en los que no estabamos sujetos al reloj, no había horarios ni calendarios, y mientras paseábamos por ríos, playas, bosques, y pueblitos, mi hijo aprovechaba para compartir momentos de intimidad hermosos con todo el mundo.

Yo también he sido el amor de varias niñas y niños en este viaje,  me bombardeaban a preguntas y  hemos hablado de mil temas: los reyes y las reinas, la democracia y la dictadura, la acumulación y la pobreza, las religiones, la relación del ser humano con la naturaleza y demás seres vivos, la diversidad y las discapacidades, la enfermedad, la vida, el amor y la muerte. Les he contado como se escriben libros, cómo se venden, cómo funciona el mundo editorial, cómo se vive cuando te dedicas a la cultura, y también les he hablado del amor, de mi escuela virtual, de la formación que imparto en mis viajes, de cómo querernos mejor y disfrutar más de las relaciones.

La verdad que es hermoso viajar con crías y críos, y ver a tu hijo aprendiendo tantas cosas de tu gente querida, y volver a conectar con la niña que fuiste, y con ese amor impregnado de inocencia y felicidad del que disfruté tantos años. 

¿Y vosotras, también habéis viajado por amor este verano?


Coral Herrera Gómez

24 de julio de 2023

Entrevista a Coral Herrera Gómez: La Revolución de los Cuidados



La Revolución de los Cuidados: en esta entrevista de 20 minutos hablo de cómo cambiaría nuestro mundo si erradicasemos el trabajo gratis de las mujeres, y si los hombres se sumasen masivamente al sistema de cuidados. 

Si todos tuviéramos tiempo y dinero para dar y recibir cuidados, si tomáramos conciencia sobre la tremenda injusticia sobre la que se asienta nuestra civilización, podríamos acabar con la esclavitud doméstica y podríamos dejar de explotar a las mujeres más pobres del planeta. 

Gracias Acufade Asociación de Cuidadoras  de Tenerife, Canarias, por este espacio 💜


Más artículos de Coral Herrera Gómez sobre los cuidados.

15 de julio de 2023

Piel con piel, corazón con corazón

Gustavo Klimt


¿Hay algo más delicioso que sentir el calor de un ser vivo que se duerme encima tuyo? Un bebé humano o un cachorro animal, que confía y se siente seguro en tus brazos. Una amiga que se recuesta en tu panza o en tus pantorrillas para dormir la siesta, un hijo que se acomoda a tu lado buscando calor y refugio en la tormenta, un gato que se acurruca ronroneando en tu regazo, un amante o un amante que se queda rendido en tus brazos después de hacer el amor. 

¿Hay algo más delicioso que caer en el sueño encima de alguien que te quiere y te cuida? Recostada sobre el pecho de tu abuela, refugiada en el cuerpo de tu madre, escuchando el corazón de tu compañera o compañero, de tu gato, de tu perro. 

Acompasar la respiración y el latido cardíaco, sentirse a salvo de todo, sabiendo que alguien te acuna y te vela el sueño para que navegues por un mar en calma, y al abrir los ojos, salgas poco a poco hacia tierra firme. 

Dormir encima, que se duerman encima de ti, encontrar refugio amoroso en los brazos de otro ser vivo. 

El mejor somnífero y ansiolítico del mundo, la mejor borrachera de oxitocina, es el piel con piel, el corazón con corazón ❤️


Coral Herrera Gómez 

9 de julio de 2023

Enamórate




Enamórate

De la vida

De tus pasiones 

De tu gente querida 

De tu barrio o tu pueblo

De la gente desconocida


Enamórate 

De tu alegría de vivir, 

De tus ideales y tus sueños,

De la filosofia y la poesía 

De tu curiosidad y tus ganas de aprender

De la pasión por el conocimiento

Del arte y de la gente que te regala otras perspectivas de la Vida. 


Enamórate 

De los hombres desobedientes que no le tienen miedo al amor,

De las mujeres valientes que hay en tu vida, 

De las redes de afecto y de apoyo mutuo,

Del Bien Común y del Buen Vivir


Enamórate 

De la gente honesta, trabajadora, luchadora y solidaria que te rodea

De la gente que crece y evoluciona para ser mejor persona 

De la gente que lucha por un mundo mejor

Del planeta que te acoge

De todas las revoluciones y las utopías


Enamórate

De los bosques, los valles, los ríos y los lagos

Del mar y de las montañas, del sol y del viento, 

Del fuego y el agua

De todos los seres vivos y los animales que habitan la Tierra


Enamórate

De los cielos estrellados

Los atardeceres 

Los amaneceres

De la lluvia y el viento

De los brotes de la vida

Y de las sembradoras de semillas


Enamórate de la vida, 

de tu antigua rebeldía,

del amor del bueno, 

del amor compañero, 

de la gente que te cuida.

 

Enamórate: 


el amor es una energía universal y está en todas partes, te rodea siempre, te acompaña día a día


Enamórate de la relación contigo misma, 

de tu hermosa compañía, 

y no te olvides nunca:

tienes derecho a vivir una Buena Vida.


Coral Herrera Gómez 

 💜


#enamoratedelavida #amor #buenvivir  #amordelbueno #BuenaVida #Utopías


Artículos relacionados: 

Amor mutuo y cuidados recíprocos

Cuida a tus amores

Qué bonito es el amor (correspondido)

El amor está en todas partes

¿Como nos empoderamos las mujeres?

5 de julio de 2023

¿Por qué cuando tengo pareja me olvido de mí misma?




El mito del amor-­fusión está basado en el de la media naranja. Es un mito muy dañino que nos hace creer que debemos fundirnos con nuestra pareja y dejar de ser nosotras mismas y dejar nuestras relaciones para centrar toda nuestra energía, nuestro tiempo y amor en una sola persona.

Les pasa a algunos hombres, pero sobre todo nos pasa a las mujeres, porque desde pequeñas nos educan para que pongamos al novio en el centro de nuestras vidas y nos olvidemos de nosotras mismas.

Por ese motivo, muchas mujeres se preguntan, al finalizar una relación, quiénes son realmente.

Algunas no saben identificar sus pasiones, porque al enamorarse adoptaron las de sus parejas y se olvidaron pronto de su placer, de sus aficiones, de las cosas que les gustaban antes de emparejarse.

Y esto ocurre porque nos han hecho creer que uno más uno es uno y que cuando nos enamoramos, dejamos de ser quienes somos para fundirnos con la otra persona, por eso cuanto más absorbente e intensa es una relación, peor nos sentimos cuando acaba.

Muchas mujeres se hunden emocionalmente cuando terminan sus relaciones, pues se sienten perdidas, desorientadas, vacías e incompletas y lo peor: no recuerdan quiénes eran ellas, cuáles eran sus sueños, qué es lo que definía su personalidad y su identidad.

La mayoría trata de adaptarse a la vida de sus parejas masculinas para pasar todo el tiempo posible con ellas. 

Dejan de escalar, de patinar o de bailar y empiezan a ir a ver a sus chicos jugar al fútbol o surfear en la playa. 

Dejan sus proyectos y sus costumbres, y pasan a ser espectadoras y acompañantes de sus parejas masculinas. 

Incluso dejan a un lado sus propias ideas y opiniones para asumir las de sus compañeros.

Algunas mujeres dejan a sus amigas y a sus grupos sociales, y se acoplan a los grupos del novio, lo cual hace que aumente su dependencia. 

Cuanto más lejos estamos de nuestra gente querida, más vulnerables somos. Cuanto más solas nos sentimos, más inseguras y más necesitadas de amor.

¿Qué ocurre cuando se termina la relación basada en la fusión?, que nos damos cuenta de que nos hemos quedado sin nuestra red de gente querida, que nuestra personalidad se ha diluido, que no sabemos quiénes somos ni qué queremos... y por eso las rupturas duelen muchísimo más.

¿Qué hacer para no dejar de ser tu misma aunque te enamores?

¿Qué puedo hacer para que mi pareja se sienta libre a mi lado?

¿Qué hacer para que mi pareja no limite mi libertad?

¿Por qué el amor romántico parece una guerra? 

¿Cómo saber si estoy tratando mal a mi pareja?

¿Quieres ver el índice del libro? 

¿Quieres leer el prólogo? 

Sigue leyendo en el libro 100 preguntas sobre el amor, en papel y en ebook


Coral Herrera Gómez




Todos los libros de Coral Herrera Gómez

El Laboratorio del Amor 


1 de julio de 2023

Coral en Málaga: 6 de julio

 



El próximo jueves 6 presento mi libro en Málaga, en la Librería Luces 

Hora: a las 19 horas 

Ubicación: en la Alameda Principal, 37


Más presentaciones de Coral 

14 de junio de 2023

Mujeres que leen




Este domingo empezamos el círculo de lectura en el Labotarotorio del Amor. 

Todos los meses las Mujeres que leen... celebraremos una reunión virtual para leer textos sobre el amor, las emociones, las relaciones, la lucha de las mujeres, el trabajo de crecimiento personal, biografías de mujeres que nos inspiran... vamos a hablar de todos los temas que nos inspiran, nos preocupan, y nos apasionan, desde una perspectiva feminista.

Leeremos en voz alta, y después comentaremos los textos: vamos a aprender juntas, a lanzar preguntas, a resolver dudas, a debatir, y a compartir nuestras experiencias personales en torno a los temas que estemos trabajando.

Es una sesión de dos horas, una vez al mes, ¿te apuntas?

Para celebrar la inauguración de nuestro círculo de lectura, lanzamos una oferta irresistible: un 50% de descuento en la entrada de 3 meses al Laboratorio.

*Oferta válida hasta el sábado 17 de junio

Puedes inscribirte aquí: 

https://coralherreragomez.com/mujeres-que-leen/

8 de junio de 2023

Prólogo del Libro: 100 preguntas sobre el amor, de Coral Herrera Gómez





¡BIENVENIDA A LA REVOLUCIÓN AMOROSA!


Cuando yo tenía tu edad, tenía mil preguntas en la cabeza sobre el sexo y el amor, y era muy difícil encontrar las respuestas. Yo quería saber cómo nos enamoramos, qué cambios se experimentan en el cuerpo y en el corazón, cuánto tiempo dura el amor, y por qué unas parejas disfrutan tanto y otras no. No entendía por qué es tan importante el sexo, por qué las historias de amor de las películas tenían tan poco que ver con la realidad, por qué las personas adultas se complicaban tanto la vida y por qué sufrían tanto por amor. 

Me costaba entender por qué las mujeres se sometían a los hombres cuando se enamoraban, por qué había tantos divorcios, por qué se trataban tan mal las parejas, por qué los hombres eran tan infieles, por qué para tanta gente el amor era una auténtica cárcel.

Busqué las respuestas en la biblioteca de mi barrio, pero solo encontré algunos libros sobre educación sexual. En mi infancia no había educación emocional y la única manera de poder investigar sobre los sentimientos y las relaciones humanas era a través de las novelas, o hablando de manera muy íntima con mis amigas o con personas adultas. Sin embargo, este tipo de conversaciones no eran habituales: todo lo que tenía que ver con el sexo y el amor era tabú y las personas adultas no estaban acostumbradas a tratar de estos temas con niñas ni adolescentes.

Cuando me enamoré por primera vez, me surgieron más preguntas todavía y cuando tuve mi primera relación, me sentía muy perdida: ¿cómo hacer para compaginar mis amistades con la pareja?, ¿puedo ser libre y a la vez estar en pareja?, ¿cómo hacer para que nos dure el amor y no se nos acabe?, ¿cómo resolver nuestros problemas sin hacernos daño?, ¿cómo manejar los celos?, ¿cómo superar un rechazo?, ¿cómo sobrevivir a una ruptura?

Me habría gustado aprender sobre el arte de amar sin tener que sufrir. Pero me tocó pasarlo mal, como a todo el mundo. Cuando entré en la universidad, estaba intentando separarme de mi pareja y no lo lograba, me sentía presa en la cárcel del amor, así que cuando llegó el momento de elegir el tema de mi tesis doctoral, lo vi muy claro: yo quería investigar el amor, quería liberarme del sufrimiento y, de paso, liberar a millones de mujeres en el mundo.

El primer paso fue analizar el amor desde todas sus dimensiones, para entender por qué amamos así y no de otra manera, y para conocer a fondo la cultura amorosa en la que vivimos.

Mi investigación sobre el amor se convirtió en un libro y yo me convertí en doctora. Ya por entonces tenía las respuestas a muchas preguntas y un objetivo claro: sufrir menos por amor y disfrutar más de la vida. Estaba convencida de que el amor se puede transformar, pero no sabía por dónde empezar.

La cuestión era ¿cómo liberarnos todas?, ¿cómo liberar al amor del machismo?, ¿cómo cambiar nuestras formas de relacionarnos para que el amor sea una experiencia maravillosa, libre de violencia y sufrimiento?

En mi infancia, mi madre y sus amigas estaban tratando de llevar los discursos feministas a la realidad de su día a día.

Ellas hablaban mucho de libertad, de igualdad, del derecho de las mujeres al placer y al disfrute, pero en sus vidas personales sufrían mucho por amor.

Ellas fueron las protagonistas de la revolución sexual y de la segunda ola feminista, y gracias a mujeres como ellas hoy podemos disfrutar del sexo sin miedo a los embarazos y las enfermedades de transmisión sexual, podemos tener las parejas que queramos, podemos elegir con quién queremos compartir la vida y durante cuánto tiempo, podemos casarnos y divorciarnos libremente de nuestras parejas, podemos estudiar y trabajar, y elegir libremente si queremos ser mamás o no y cuántos hijos e hijas queremos tener.

Y, sin embargo, a pesar de los derechos y las libertades conseguidos, durante toda mi vida he visto mujeres maravillosas esclavizadas por el amor romántico, sufriendo muchísimo por hombres que no las querían, no las cuidaban y no las trataban bien. Me chocaba ver que, aunque podían separarse de esos hombres porque tenían autonomía económica, no lo hacían porque sufrían dependencia emocional.

Y cuando empecé a sufrir yo, me di cuenta de que nos tocaba a todas las hijas y las nietas de esas mujeres luchadoras seguir con su revolución feminista y dar un paso más: además de liberar nuestra sexualidad, nos tocaba trabajar en nuestros sentimientos y emociones para poder ser libres de verdad. 

El amor romántico sigue estando impregnado de machismo y la tarea que tenemos por delante es transformarlo para que no sea una cárcel y para que todas las mujeres que sufren violencia de sus parejas puedan liberarse y escapar.

Así que aquí estamos ahora, haciendo la Revolución Amorosa, trabajando para llevar la teoría a la práctica y elaborando herramientas que nos sirvan para desmitificar el amor romántico, para liberarnos de los patriarcados que nos habitan, para aprender a valorarnos, a aceptarnos y a cuidarnos a nosotras mismas, y para aprender a cuidar nuestras relaciones.

Una de las mejores cosas que me han pasado en la vida es tomar conciencia de que ni yo ni ninguna mujer hemos venido al mundo a sufrir y que todas tenemos derecho a una buena vida, que el amor del bueno no duele, que somos dueñas de nuestro amor y de nuestras vidas, y que el amor se puede reinventar y transformar. 

Desde entonces me dedico a escribir libros, a impartir conferencias y talleres, y a acompañar a mujeres en su proceso de liberación.

Hace unos años fundé el Laboratorio del Amor, una comunidad de mujeres en la que nos ayudamos unas a otras a fabricar las herramientas que necesitamos para querernos mejor, para sufrir menos y para disfrutar más del sexo, del amor y de la vida. 

Desde hace años estoy en un proceso de autoconocimiento y de liberación apasionante, porque lo que yo quiero es ser mejor persona, tener relaciones más plenas y aportar a la creación de un mundo más justo. Trabajo desde la autocrítica amorosa para identificar todo lo que me tengo que trabajar para sufrir menos (y para que sufran menos mis seres queridos) y desde la ética amorosa y la filosofía de los cuidados.

He aprendido a aceptarme tal y como soy, he aprendido a cuidarme a mí misma y a cuidar mis relaciones, a comprometerme y a hacerme responsable de mi bienestar, mi salud y mi felicidad.

Y en estos años de investigación y trabajo personal no he estado sola: somos cada vez más mujeres investigando, debatiendo, compartiendo conocimientos, imaginando otras formas de relacionarnos y de organizarnos.

La Revolución Amorosa es un camino hacia la construcción de un mundo mejor, un camino de liberación en el que empezamos investigando el amor de pareja para entender qué es, por qué tiene tanta importancia en nuestras vidas, por qué el mito nos influye tanto, por qué y para qué sufrimos tanto.

Después de entender nuestra cultura amorosa, viene entonces el trabajo de autoconocimiento, para comprender cómo aprendemos a amar, cómo hemos interiorizado los valores del romanticismo, cómo desaprender todo lo que nos enseñaron en los cuentos de princesas y príncipes azules.

El último paso es el de la liberación, en el que identificamos todo aquello que nos hace sufrir y planeamos los cambios que necesitamos para que nuestras relaciones sean mejores, tanto las que tenemos con nosotras mismas, como las que tenemos con los demás.

Para aprender a querernos bien, lo que necesitamos son herramientas resolver nuestros conflictos sin hacernos daño, aprender a tratarnos bien, liberarnos de los patriarcados que nos habitan y relacionarnos en libertad y en igualdad.

Tengo derecho a disfrutar, todas las mujeres tenemos derecho a disfrutar, y para poder hacerlo, debemos poner los cuidados en el centro: aprender a cuidar nuestras emociones para que no nos hagan daño y no hagan daño a los demás, aprender a guiar nuestras palabras y nuestras acciones, a nosotras mismas y a nuestras relaciones.

Gracias a este trabajo, ahora puedo sentarme a hablar con mi compañero de cómo me siento, qué necesito, qué es lo que quiero y lo que no, y he aprendido a comunicarme sin violencia y a negociar para llegar a acuerdos que nos permitan convivir en alegría y cuidar nuestra relación.

Ya tengo 45 años y no dejo de aprender: ahora estoy aprendiendo a usar mi poder, y a controlar el ego, y también a escuchar a los demás y a escucharme.

Cada vez soy más humilde y más asertiva, sé encajar mejor las derrotas, sé lo que quiero y lo que no quiero, y lo estoy disfrutando mucho porque no trabajo sola: voy acompañada de muchas mujeres que también quieren una vida mejor.

Lo más bonito de la Revolución Amorosa es cuando comprendes que el amor no está solo en la relación de pareja, sino que está en todas partes, en todas las relaciones que tienes con la gente, con los animales, con las cosas, con los espacios que habito, con la naturaleza, y con el planeta.

Gracias a este descubrimiento, he comprendido que cuando no tengo pareja no estoy sola: tengo una red maravillosa de gente que me quiere y me cuida, el mayor regalo de la existencia.

Un regalo que hay que cuidar para poder disfrutar de la existencia: todas las mujeres deberíamos tener una red amorosa para no sentirnos nunca solas, porque cuanto más solas estamos, más dependientes y vulnerables somos.

He escrito esta obra porque quiero compartir contigo todos estos aprendizajes y descubrimientos sobre el mundo de los sentimientos y las relaciones de pareja. En este libro encontrarás algunas certezas, también es posible que encuentres preguntas que no te hayas hecho y que te surjan, probablemente, otras nuevas: me encantaría que te ayudase a sufrir menos, a disfrutar más y a encontrar las piezas que necesitas para crear tus propias herramientas.

Con ellas podrás conocer mejor la cultura amorosa en la que vivimos y conocerte mejor a ti misma y podrás unirte a la Revolución Amorosa que estamos haciendo mujeres y hombres para transformar nuestra forma de relacionarnos, de organizarnos y de querernos.

En el amor está todo por inventar: los modelos de pareja de nuestros abuelos y nuestros padres ya no nos sirven. Tenemos que crear nuevas formas de emparejarnos más acordes con los tiempos en los que vivimos y que nos permitan relacionarnos sin dolor, en redes amorosas y horizontales libres de dominación y violencia.

La Revolución Amorosa consiste en aprender a convivir desde la ética amorosa y la filosofía de los cuidados, y liberar el amor del machismo y el sufrimiento. Lo que queremos es crear un mundo mejor construyendo relaciones desde la empatía, la solidaridad, el apoyo mutuo, la cooperación, los cuidados, el trabajo en equipo, la sensibilidad, la ternura, el compañerismo y la alegría de vivir.

Suena bien, ¿verdad? En este libro que tienes en tus manos encontrarás el camino para empezar a trabajar en ti misma, en tu proceso de investigación y de liberación. Ojalá te ayude a encontrar las respuestas que necesitas para hacer tu propia Revolución Amorosa y puedas ayudar a más gente a unirse a ella.

Recuerda que lo más importante es aprender sin sufrir y disfrutar del camino, y aprender a cuidarte a ti misma, y a cuidar tus relaciones.

Ahora voy a pedirte que cierres los ojos y te conectes con todas las lectoras que tienen en este momento este libro en sus manos. Chicas y chicos como tú, que han abierto este libro con mucha curiosidad, con muchas ganas de aprender, con muchas ganas de disfrutar de la vida. 

¿Estás preparada para empezar tu propia Revolución Amorosa?, aquí me tienes para acompañarte todo el camino, ¡empezamos!

Coral Herrera Gómez


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2 de junio de 2023

Estas son las 100 Preguntas sobre el Amor, de Coral Herrera Gómez


                                          



 ÍNDICE 100 PREGUNTAS SOBRE EL AMOR 


Introducción

 BIENVENIDA A LA REVOLUCIÓN AMOROSA


EL AMOR Y LA PAREJA 


1. ¿Qué es el amor? 

2. ¿Qué es el amor romántico? 

3. ¿Qué tiene que ver el amor con el matrimonio? 

4. ¿Por qué es tan importante el amor romántico para las mujeres? 

5. ¿Por qué nos gusta sufrir? 

6. ¿Por qué sufrimos tanto por amor? 

7. ¿Es el amor una droga? 

8. ¿Cómo nos enamoramos? 

9. ¿Cuánto tiempo dura el enamoramiento y por qué se acaba? 

10. ¿Por qué antes las parejas duraban juntas toda la vida? 



EL AMOR Y SUS MITOS 


11. ¿Existe el ‘amor verdadero’? 

12. ¿Es cierto que ‘quien bien te quiere te hará llorar’? 

13. ¿Por qué no encuentro a mi media naranja? 

14. ¿Por qué las princesas esperan y los príncipes viajan? 

15. ¿Por qué la mayor parte de las historias de amor son dramas o tragedias? 

16. ¿Por qué los finales felices siempre acaban en boda? 

17. ¿Qué tiene que ver el mito de la salvación con el del amor? 

18. ¿El amor transforma a las personas? 

19. ¿El amor lo puede todo? 

20. ¿Es lo mismo el amor que el odio? 



EL AMOR Y LA LIBERTAD 


21. ¿Puedo ser libre y tener pareja al mismo tiempo? 

22. ¿Por qué cuando tengo pareja me olvido de mí misma? 

23. ¿Cómo hacer para ser tú misma cuando te enamoras? 

24. ¿Qué pasa si mi pareja quiere controlarme y quitarme la libertad? 

25. ¿Necesitan los hombres dominar a las mujeres? 

26. ¿Por qué hay mujeres que intentan controlar a los hombres de los que se enamoran? 

27. ¿Es cierto que el amor no tiene edad? 

28. ¿Qué estrategias usamos para limitar la libertad de nuestra pareja? 

29. ¿Qué puedo hacer para que mi pareja se sienta libre a mi lado? 

30 ¿Qué hacer para que mi pareja no limite mi libertad? 



EL AMOR Y LA EXCLUSIVIDAD 


31. ¿Por qué somos monógamos e infieles? 

32. ¿Son más infieles los hombres o las mujeres? 

33. ¿Por qué siento celos y necesidad de poseer a mi pareja? 

34. ¿Cómo son las relaciones sin exclusividad? 

35. ¿Qué pasa si tengo pareja y me enamoro de otra persona? 

36. ¿Las infidelidades son violencia? 

37. ¿Qué puedo hacer para dejar de sufrir por celos? 

38. ¿Qué es el ego y por qué me hace sufrir tanto? 

39. ¿Qué pasa si alguien se siente atraído por mí y a mí no me gusta? 

40. ¿Qué pasa si mi pareja no quiere tener pareja? 

41. ¿Qué hago si sospecho que mi pareja quiere dejar la relación? 



EL AMOR Y LA IGUALDAD 


42. ¿Somos iguales las mujeres y los hombres? 

43. ¿Por qué el amor tiene que ser recíproco y los cuidados mutuos? 

44. ¿Qué relación hay entre el dinero y el matrimonio? 

45. ¿Se puede comprar el amor? 

46. ¿Por qué el amor romántico parece una guerra? 

47. ¿Cómo saber si estoy tratando mal a mi pareja? 

48. ¿Cómo sé si estoy sufriendo violencia machista? 

49. ¿Cómo nació el patriarcado y para qué? 

50. ¿Cómo ha sobrevivido tanto tiempo el patriarcado? 

51. ¿Cuándo se acaba el patriarcado? 

52. ¿Por qué no se suman los hombres a la revolución? 

53. ¿Cómo ayudar a un hombre a liberarse de su machismo? 

54. ¿Existen de verdad los hombres igualitarios? 

55. Soy un chico, ¿cómo puedo liberarme de mis patriarcados? 

56. ¿Y cómo hago si soy una mujer y también quiero liberarme de mis patriarcados? 

57. ¿Qué significa que lo personal es político? 

58. ¿Qué significa que lo romántico es político? 

59. ¿Podremos liberar algún día al amor del machismo y el patriarcado? 



EL AMOR, EL SEXO Y EL PLACER 


60. ¿El sexo también es político? 

61. ¿Por qué a los hombres les cuesta disfrutar del amor? 

62. ¿Por qué nos cuesta a las mujeres disfrutar del amor? 

63. ¿Por qué nos cuesta a las mujeres disfrutar del sexo? 

64. ¿Qué ocurre cuando las mujeres tenemos muchas ganas de sexo? 

65. ¿Qué ocurre cuando las mujeres no tenemos ganas de tener relaciones sexuales? 

66. ¿Por qué a algunos hombres les cuesta entender que ‘no es no’? 

67. ¿Son todas las mujeres respetables? 

68. ¿Se pueden separar el sexo y el amor? 

69. ¿Disfrutan más del sexo las mujeres lesbianas, bisexuales y gais? 

70. ¿Cómo disfrutar más del sexo? 

71. ¿Cuáles son mis derechos sexuales y reproductivos? 

72. ¿Por qué hay mujeres que renuncian a sus derechos cuando se emparejan? 

73. ¿Qué hacer si mi pareja no quiere usar protección cuando tenemos sexo? 

74. ¿Debo contarle a mi pareja mis anteriores relaciones sexuales? 

75. ¿Qué hacer si tengo pareja y me apetece tener relaciones sexuales con otras personas?

76. ¿El sexo oral y el sexo anal también deben ser mutuos? 

77. ¿El porno es violencia machista? 


AMAR ES CUIDAR 


78. ¿Cómo cuidarme a mí mismo? 

79. ¿Cómo cuidarme a mí misma? 

80. ¿Cómo cuidarme cuando estoy enamorada? 

81. ¿Los cuidados también son políticos? 

82. ¿Por qué es tan revolucionario el autocuidado? 

83. ¿Por qué es importante cuidar a tu gente querida cuando te enamoras? 

84. ¿Cómo cuidar mi relación de pareja? 

85. ¿Cuáles son los temas más importantes que tengo que acordar con mi pareja? 

86. ¿Qué pasos hay que seguir para crear nuestro contrato amoroso? 

87. ¿Qué hacemos si no tenemos las mismas ideas sobre el amor y la pareja?

88. ¿Cómo pelearnos sin hacernos daño? 

89. ¿Cuándo hay que poner fin a la pareja? 

90. ¿Cómo despedirme con amor? 

91. ¿Cómo vivir el duelo y superar la ruptura de una relación? 

92. ¿Cómo superar el miedo a la soledad? 


AMAR ES DISFRUTAR 


93. ¿Qué es la buena vida? 

94. ¿Qué quiere decir que otras formas de quererse son posibles? 

95. ¿Cómo sé si mi relación es de amor del bueno? 

96. ¿Qué son los ‘amores compañeros’? 

97. ¿En qué consiste la Revolución Amorosa? 

98. ¿Cómo trabajas tú en tu liberación? 

99. ¿Qué pueden hacer los chicos que quieren disfrutar del amor? 

100. ¿Qué pueden hacer las chicas que quieren disfrutar del amor?


Coral Herrera Gómez


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26 de mayo de 2023

Entre nosotras: empatía, sororidad y compañerismo



Si tú jamás te has puesto de rodillas frente a un hombre, si nunca has sufrido violaciones por parte de tu pareja, si jamás has tenido que servir a un hombre y trabajar gratis para él, si estás orgullosa de ti misma porque no dependes económica ni emocionalmente de un hombre, es normal que te cueste entender por qué hay tantas mujeres en el mundo sufriendo explotación y violencia por parte de sus parejas.

Pero seguro que puedes trabajar un poco dentro de ti la empatía para intentar entender que la culpa no la tienen las víctimas, y que hay mujeres que han sido educadas para ser adictas al romanticismo, y para pasar su vida cuidando a un señor, aguantando, soportando y sacrificandose por él.

El amor romántico es una trampa para muchísimas mujeres porque todo el sistema está volcado en hacernos creer que la felicidad está en el matrimonio y en la familia, aunque las cifras sobre violencia machista, violencia contra la infancia, violencia contra las personas mayores y la violencia contra las mascotas en el seno de la "familia feliz" nos digan justo lo contrario.

El hogar es el sitio más peligroso del mundo para las mujeres, y para millones de ellas es imposible escapar. Cuantos más hijos tienen, cuanto más pobres son, más atrapadas están.

Pero también hay mujeres libres y con autonomía económica que están en la cárcel del amor, y que podrían salir de ella, pero no salen. Y es porque nos han hecho creer que sufrir por amor tiene premio, y tienen que darse cuenta de que es mentira. Que sufrir no tiene recompensa ni merece la pena. Y eso lleva su tiempo.

¿Por qué es tan difícil salir? Porque tenemos el mito dentro, y el amor es una droga muy poderosa y muy adictiva.

No todas las mujeres tenemos claro que no hemos venido a este mundo a sufrir, no todas saben que tienen derecho a una Buena Vida, no todas tienen herramientas para cuidarse a sí mismas y para defender su libertad y sus derechos humanos. No todas las mujeres tienen cerca a mujeres feministas que les ayuden a abrir los ojos.

Así que por favor, un poco de empatía si tú ya los has abierto. No ayuda que hables de las mujeres que sufren por amor desde una posición de superioridad: cada cual necesita su tiempo para salir del infierno. Desde fuera es muy fácil juzgar y decir: "yo jamás permitiría que un hombre me tratase mal". Pero desde dentro, muchas no pueden salir aunque quieran. Unas tienen recursos y red de apoyo, otras están solas y ni siquiera saben que el abuso y la explotación emocional, sexual y doméstica que sufren es violencia machista.

Algunas logran liberarse, otras no lo logran nunca, y otras pierden la vida en el camino, asesinadas a manos de su maltratador. No es un problema personal que cada cual tenga que resolver como pueda, es un problema social y político, es un problema colectivo, y es un asunto de todas y todos. Lo que tenemos que hacer es ayudarnos y cuidarnos entre nosotras, y crear redes de apoyo mutuo.

Si tú ya te has liberado, o si nunca has estado en la cárcel del amor, sé solidaria y ayuda a las demás a quitarse la venda, a abrir los ojos, y a salir de la jaula.

Estamos haciendo una revolución y necesitamos cooperación y trabajo en equipo, en el camino hacia la liberación tenemos que ir todas juntas.

Coral Herrera Gómez


#empatía #solidaridad #sororidad #liberación #mujeres #apoyomutuo

#feminismo

#revoluciónamorosa

#mujeresqueyanosufrenporamor

#mujeresqueseliberan 


Artículo en inglés: 

Among us: empathy, camaraderie and sisterhood


📚 Libros de Coral Herrera 

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23 de mayo de 2023

Nuevo libro de Coral Herrera Gómez, este fin de semana en la Feria del Libro de Madrid






¡Ya puedo mostraros la portada de mi nuevo libro! Hoy salió de imprenta y mañana empieza a distribuirse en librerías, aunque la fecha de lanzamiento oficial es el 5 de junio.  

Aquí tenéis mi primer libro para adolescentes y jóvenes sobre el amor, el octavo que publico en España. 

💙💙💙💙💙


El viernes llega a la Feria del Libro de Madrid, estaré firmando ejemplares el sábado y el domingo desde las 12 en la caseta 192 de la editorial Catarata.






En España podéis ver en Todos tus Libros qué librerías son las primeras en tenerlo, y te mandan un mail para avisarte.

Fuera de España, está en preventa en Amazon, en papel y en Kindle.


Aquí podéis verlo en la web de la Editorial Catarata, que más adelante lo publicará en formato ebook.


Y aquí puedes ver todos mis libros,

¡muchas gracias a todas y a todos!




 

20 de mayo de 2023

El amor está en todas partes



Puedes sentirlo cuando recibes un mensaje de una de tus mejores amigas preguntándote que tal estás y si necesitas algo, en los abrazos largos y apretados que recibes en el funeral de tu hermano, en las felicitaciones que te hacen el día de tu cumpleaños toda la gente que te aprecia y te quiere. 

Puedes experimentar la fuerza del amor en las enfermeras que te suben el ánimo con palabras de aliento mientras te cambian la sonda y te preparan para la operación. Puedes sentirlo en la mano que te coge tu madre para darte fuerzas y aliviar tu miedo. Puedes verlo en la mirada de tu hija cuando llegas a casa, y en los saltos de alegría de tu perra anciana. 

Cuando te sientas sola, piensa que aunque no tengas pareja, estás rodeada de amor. Piensa en toda la gente que te quiere, y toma conciencia de que el amor está en todas partes: en las perras que regañan a sus cachorros cuando juegan demasiado duro, en el papá que pone pañitos húmedos en la frente de su bebé para bajarle la fiebre durante la noche, en la abuela que lleva a los nietos a comer chocolate con churros para que sus hijas tengan una tarde libre solo para ellas.  

El amor está cerca de ti, dentro de tí, y todo el mundo lo lleva en su interior. Puedes sentirlo cuando acunas a tu sobrino en brazos, cuando te encuentras con una amiga de la infancia por la calle, también en el audio de 12 minutos que te ha enviado tu mamá. 

Puedes verlo en la sonrisa de tu gente cuando le cuentas una buena noticia y reacciona con alegría ante tus éxitos, en los ojos de tu papá cuando te mira con orgullo, en la carta escrita a mano de tu prima la emigrante, que vive al otro lado del mundo y no se olvida nunca de ti.

También los demás se relacionan con mucho amor. Puedes verlo en esa mujer que acompaña por primera vez a terapia a su amiga cuando por fin se decide a dejar de sufrir, en la mirada de ternura del hombre que va a recoger a su amigo a la cárcel en el día de su liberación. 

Lo puedes ver en los abrazos que se dan los grupos familiares cuando el doctor les dice que la operación ha salido bien y que sobrevivirá. En esa señora que rescata a un animal herido y se lo lleva a su casa para cuidarlo, en el hombre que te ofrece una lechuga y unos tomates recién sacados de su huerto. 

Puedes verlo en esa niña que protege a su hermano menor en el colegio para que nadie le haga daño, en la pareja que sale corriendo del coche para socorrer a esa mujer que acaba de tener un accidente con el coche, en la gente del pueblo que se echa al monte a buscar a un niño desaparecido. 

Puedes verlo en las familias de acogida cuando dan la bienvenida a un niño o a una niña sin hogar y sin familia, en los ojos de los animales que viven presos cuando recuperan su libertad y vuelven al bosque, a la montaña o al océano. 

Puedes verlo en la tele cuando las cámaras nos muestran a la gente que está trabajando en campos de refugiados a causa de las guerras, las inundaciones, los tsunamis, los terremotos, los volcanes, o en épocas de sequía y hambrunas.

Puedes verlo en los ojos de las personas rescatadas en el Mediterráneo por barcos de ONGs, puedes verlo en los ojos de los perros adoptados cuando se dan cuenta de que por fin forman parte de una familia, puedes verlo en la gente que hace una cadena humana para rescatar a alguien que se está ahogando a pocos metros de la orilla. 

Puedes verlo en las profesoras que le ponen todo su corazón a las clases que imparte cada día, en el enfermero que te trata con respeto y amabilidad, en la gente que se dedica a mover recursos para ayudar a otra gente, y en la gente que lucha a diario por un mundo mejor.

Puedes verlo en la mirada de un caballo cuando se acerca su cuidador, en la persona que dona sus órganos al morir a un desconocido o a varios, y en la persona que organiza una reunión con sus vecinos para resolver colectivamente un problema. 

Puedes verlo en los encierros, protestas y huelgas de gente trabajadora cuando las vecinas y los vecinos llegan con mantas y comida a apoyarles. Puedes verlo cuando se abrazan al celebrar y puedes sentirlo en la sonrisa del periodistas que anuncia la victoria. 

Puedes sentirlo cada vez que te das a ti misma un buen consejo, cada vez que tomas una decisión que te ayuda a estar mejor, cada vez que te permites a ti misma un tiempo para el placer y el disfrute. 

Ponte las gafas del amor

El amor está en todas partes, solo tienes que ponerte las gafas para verlo, y prestar atención a los objetos y a las cosas que te rodean, porque el amor también está en la sopa de pollo que te ha hecho la vecina para que te recuperes de la gripe, en el dibujo que hace tu hija para que se te pase la pena, en la amiga que deja el teléfono a un lado para escucharte con atención amorosa durante horas. 

El amor está en cada cosa que hacemos en nuestro día a día: lo mismo da que estés fregando platos, contestando un mensaje, terminando un proyecto, doblando ropa, haciendo una manualidad para el cole de tus hijas, o conduciendo por la ciudad. 

El amor está en la sonrisa que le brindas a la vecina al darle los buenos días, en tu forma de tratar a tus compañeros de clase o de trabajo, en el masaje que le das a tu abuela en la espalda y en las manos, en la bufanda que le estás tejiendo a tu compañera de trabajo, en el dinero que le prestas a tu hermana cuando se queda sin empleo, en el ratito que le dedicas a una madre del cole de tu hijo que necesita desahogarse y sentirse escuchada. 

El amor está también en el café que le haces a tu compañero o compañera de piso en las mañanas de los fines de semana, en la sonrisa que le dedicas a una desconocida por la calle, en la mirada llena de agradecimiento de una mujer a la que has ayudado a rellenar ese maldito formulario, en el donativo que haces a un refugio de perros. 

También está en el post que publicas en tu muro para difundir el trabajo de tu amigo, y en los cuidados que le brindas a tu amiga después del parto (le cocinas unas lentejas, le tiendes una lavadora, le haces la compra, le friegas esa pila de cacharros, le haces una tarta de chocolate deliciosa, y meces al bebé para que ella pueda echarse una siesta)

El amor está en todas las ocasiones en las que te sientes útil ayudando a los demás, y cada vez que estás contribuyendo a que tu vida y las suyas sean más fáciles y más bonitas. 


El amor no está solo en la pareja

Si, hay mucho amor dentro de ti, y te llega mucho de los demás también. El amor romántico es solo una forma de amor más, pero no es la única ni la más importante. Todas y todos necesitamos mucho amor, y una sola persona no nos puede cubrir esa necesidad: nuestra gente querida es esencial, porque con ellas formamos nuestras redes de cuidados y apoyo mutuo.

La soledad nos envejece, nos enferma y nos acorta la vida. Por eso es tan importante que aprendamos a cuidar el amor, y a cuidar a las personas que queremos. 

Es una toma de conciencia: tengas o no tengas pareja, el amor es una enegía que mueve el mundo. No se agota: es una fuente de energía sostenible, renovable y ecológica. La producimos todo el rato, se retroalimenta a sí misma.  

El amor está en las pequeñas y en las grandes cosas, en el día a día, en todas tus relaciones con los demás, en la forma en que te relacionas con los espacios que habitas: tu hogar, los hogares de otros familiares, tu centro de estudios o de trabajo, el transporte público, el parque infantil, la calle... mucha gente se relaciona amorosamente con los espacios y las personas, porque ha tomado conciencia de lo importante que es respetar las normas de convivencia y educar a los demás dando ejemplo, con su forma de actuar y de relacionarse con los espacios. 

El poder del amor está dentro de ti, y le llega a los demás cada día. Te llega desde fuera, te envuelve y te sostiene, te acuna en sus brazos como si fueras un bebé, y se te mete dentro. En tu interior se convierte de nuevo en amor, que vuelve a salir de tí para alimentar a los demás, en un ciclo amoroso sin fin. 

Hay mucho amor, hay toneladas de amor para todos y todas, está en todas partes. 

Ojalá puedas tomar conciencia de todo el amor que das y que recibes, y ojalá que puedas disfrutarlo, todos los días de tu vida. 


Coral Herrera Gómez 


Más artículos de la autora: 

19 de mayo de 2023

¿Cómo aprenden los niños a tener miedo al amor y a las mujeres?

 






"Olvídala, solo traen problemas", le dice Baloo a Mogly en "El libro de la Selva" la primera vez que ve un ser humano. Y es que el ser humano es un niña, qué mala suerte. Así aprenden los niños a tener miedo al amor y a odiar a las niñas y a las mujeres, nuestra cultura está plagada de mensajes como éste, en el que los hombres adultos enseñan a los niños a protegerse con buenos consejos. 

¿Y por qué solo traen problemas? Porque son malas, caprichosas, irracionales, histéricas, interesadas, manipuladoras, retorcidas, superficiales, cursis, estúpidas, y si te enamoras de ellas, caerás bajo sus garras y te pueden destrozar el corazón, vaciar la cuenta bancaria,  quedarse con tu casa y con tu coche. O las domesticas y las sometes, o te chuparán la sangre hasta dejarte seco. 

En lugar de plantearse una hermosa amistad entre ambos niños, nos meten una escena de amor romántico. En la siguiente escena Mogly va detrás de la niña, y en sus ojos se ve que está embobado, como cuando le hipnotizó la serpiente, otra malvada hembra. Le lleva el cántaro porque ella como es una mujer y es débil y frágil, no puede cargar peso. Está esclavizado por el amor. 

El amor es cosa de niñas, y es peligroso. Por eso los mayores enseñan a los niños a defenderse de los hechizos femeninos. Y por eso los niños, para humillar a otros niños, les comparan con niñas, ¿hay algo peor en el mundo que ser una niña, o parecerse a ellas?

Desde muy pequeños los niños aprenden a construir su masculinidad rechazando a los bebés, a las niñas, y a los homosexuales. Los niños no nacen machistas, ni nacen violentos, aprenden a serlo escuchando a los mayores y a través de los cuentos, series de televisión, películas, y videojuegos. Todos están plagados de prejuicios, estereotipos, mitos y mandatos del patriarcado, para que niños y niñas aprendan los valores de la misoginia, que es el odio contra el sexo femenino, desde muy pequeños, y para que aprendan a defenderse del amor.

¿Comprendéis por qué es tan importante sensibilizar y educar en la igualdad a los futuros escritores, dibujantes, guionistas, productores, directores y productores? 

No podemos dejarles solos frente a las pantallas consumiendo mitos y estereotipos, deberían poder aprender a identificarlos y a tener herramientas para que aprendan qué es un estereotipo, para qué se usa, y a quienes beneficia que se perpetúe el machismo generación tras generación.

La única manera de acabar con la violencia contra las mujeres es una revolución cultural y educativa. 

 #RevoluciónAmorosa 

#Coeducación #estereotipos #misoginia #ViolenciaMachista

Coral Herrera Gómez


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7 de mayo de 2023

El derecho de las madres a cuidar a sus criaturas




Cuando me convertí en madre, no pensé que iba a envejecer tan rápido por el cansancio y la falta de sueño. Mi bebé estaba sano y dormía super bien, pero yo tenía dos jornadas laborales.

 Me quedé embarazada con 39 años, y era una trabajadora autónoma y precaria, en un país extranjero. Mi compañero trabajaba fuera de casa, y yo tenía 2 jornadas laborales, una empezaba a las 5 de la mañana y terminaba a las 6 de la tarde (bebé, casa), y la otra empezaba a las 6 de la tarde y terminaba cuando me quedaba dormida frente al ordenador, a veces a las 11 o las 12 de la noche. 

Yo tenía dos jornadas laborales, y sin embargo, los ingresos principales eran los de mi compañero.   

Estaba agotada todo el día, los primeros tres años de vida de mi hijo fueron muy duros. 

Mi compañero colaboraba en el cuidado del hogar y del bebé, el bebé comía y dormía muy bien en las noches, excepto cuando enfermaba, y aún así, yo estaba siempre agotada. 

Mi cuerpo me pedía que me quedara dormida junto a mi bebé a las 6 o las 7 de la noche, cuando le daba la última toma de teta. La cama tiraba de mi para que descansase, el capitalismo me sacaba de ella a diario. Cuando terminaba mi trabajo esencial, empezaba mi trabajo remunerado. Y aunque me costaba un mundo, me levantaba, me lavaba la cara, y me sentaba a trabajar. 

Estaba en Costa Rica, sin mi madre, sin mi hermana, sin mis amigas, sin red de cuidados, porque toda nuestra gente trabajaba de lunes a sábado. 

No tenía tiempo libre. No leía ni veía películas y series, porque me quedaba dormida. 

Un día en el que lloraba de cansancio y me preguntaba a mí misma como se me había ocurrido lo de convertirme en madre, me di cuenta de que estaba muy sola y que me sobraba una jornada laboral. Podría haber disfrutado mucho más de la maternidad y de la vida si hubiera tenido tiempo, energía e ingresos.


Nunca pude dejar de trabajar, pero sí le puse remedio a mi soledad. Buscando, encontré una comunidad de crianza cerca de mi barrio en la que mamás y papas podíamos estar todo el día con nuestros bebés, y teníamos una sala de trabajo con wifi por si queríamos trabajar. Las mamás hicimos grupo, éramos casi todas mujeres de países diferentes, casi todas estábamos solas, teníamos nuestros proyectos laborales pero dependiamos de los compañeros. Nos ayudó mucho encontrar este espacio de cuidados en comunidad, en el que aprendimos a ser mamás, y nos apoyamos emocionalmente unas a otras. 


Cuando me preguntan por qué Gael es un niño tan feliz, yo siempre contesto:  "creo que es porque no ha sufrido". Hay mucha gente que sigue creyendo que es necesario hacer sufrir a los bebés para que sepan lo dura que es la vida, para que se acostumbren, y para disciplinarlos. Ya hay estudios que demuestran que el estrés, la angustia y el sufrimiento dañan el sistema nervioso y producen un deterioro cognitivo en los seres humanos, y es el origen de muchos trastornos y enfermedades. Pero en nuestro imaginario colectivo seguimos apostando por la crueldad: a las mamás se nos invita a dejar llorar a nuestros bebés y a ir en contra de nuestros instintos.


Yo tuve suerte porque leí mucho sobre el sufrimiento y porque siendo autónoma podía criar yo misma a mi bebé. No tuvo que sufrir el trauma de la separación, ni el terror que experimentan todas las criaturas cuando les dejan en brazos desconocidos, en sitios desconocidos, sin saber si van a volver o no a por ellos. No tuvo que pasar 8 o 9 horas al día lejos de sus progenitores, yo no tuve que pasar la angustia y el miedo que pasan las madres cuando se ven obligadas a delegar el cuidado en otras mujeres. Gael no sufrió ningún tipo de estrés en su primera infancia. Nada de cortisol: en su vida todo fue oxitocina, dopamina y serotonina. 


Nosotros en cambio tuvimos momentos muy duros, por el cansancio, la falta de sueño, y la angustia por los ingresos.

Yo dejé de viajar al extranjero durante los dos primeros años, así que gané menos dinero. Después tuve que volver a salir, y me los llevaba a trabajar, a él y a mi compañero, en mis giras por México y España. Metíamos en el coche el carrito, la sillita del coche, la cuna portátil, y nos recorríamos el país, yo dando teta en todos lados.

Cuando el niño cumplió tres años y medio nos fuimos a vivir a España, y se invirtieron los papeles. Yo asumí el papel de principal proveedora, mi chico se encargó de todo en la casa, empecé a viajar sola, y ahora trato de compatibilizar el trabajo con la maternidad como puedo, sabiendo que soy privilegiada porque tengo un compañero que me apoya al cien por cien. 


Pero no me olvido nunca de las mujeres que quieren criar a sus propios bebés en los primeros años de vida, y no pueden porque el Estado les obliga a ser productivas y a simular que no son madres.  


No paro de pensar en las mujeres que no tienen pareja, o cuya pareja no se implica lo más mínimo en la crianza, y tampoco tienen red de cuidados, y no duermen, y lo hacen todo solas.


No paro de pensar en los bebés que tienen que pasar ocho o diez horas al día separados de sus mamás y sus papás. 


Y en las cuidadoras que pasan horas y horas con bebés que lloran desesperadamente hasta que dejan de protestar y se resignan. 


No paro de pensar en los salarios que cobran esas mujeres, ni en los bebés de esas mujeres que cuidan a otros bebés, que también lloran porque no pueden estar con sus mamás. 


Por eso hoy, el Día de la madre, yo reivindico el derecho que tenemos  todas las mujeres a cuidar y a criar a nuestras propias hijas e hijos. Ahora mismo son muy pocas las que pueden elegir, y tienen todo en contra. 


Se ven condenadas a la precariedad y a la dependencia económica de sus maridos o de sus padres, y no es justo.


Tampoco es justo tener que dejar a tu bebé con tan pocas semanas de vida en manos de tu madre o de tu suegra, porque ellas tienen derecho a descansar después de pasar toda su vida cuidando a sus hermanos/as, abuelos/as, madres, padres e hijos/as.


O en manos de personas desconocidas que no tienen ningún vínculo emocional ni sentimental con el bebé. 


El derecho a ser cuidado por tus propios progenitores es un derecho humano fundamental de todos los seres vivos. 


Los humanos recién nacidos necesitan a sus mamás, y las mamás necesitamos una tribu de cuidados.


Las mujeres, para criar, necesitamos tiempo, dinero, energía y la solidaridad de toda la familia y la gente querida.  Necesitamos apoyo del Estado, de nuestra comunidad, y de nuestra pareja, y no son suficientes ni dieciséis, ni veinte semanas. Son al menos los primeros cuatro años de vida, hasta que niñas y niños adquieren cierta autonomía. 


Las mamás necesitamos espacios de crianza comunitaria, y necesitamos que nuestra gente querida tenga tiempo para colaborar en la crianza y para garantizar nuestro derecho al descanso y al tiempo libre. 


Maternar y cuidar son trabajos esenciales para el sistema, y si cada vez tenemos menos criaturas es porque no podemos con todo. Las soluciones que nos proponen no sirven: ni explotar a otras mujeres más pobres pagándoles la mitad de nuestros salarios, ni medicarnos y empastillarnos para que aguantemos este ritmo infernal.


Ya no pueden seguir engañandonos con el mito de la conciliación, y ya sabemos quién se beneficia de la cantidad de horas que dedicamos las mujeres a trabajar gratis.


Es cierto que hay mujeres que tienen trabajos apasionantes y maravillosos, y bien pagados, donde se sienten realizadas, valoradas y felices. Si ellas quieren seguir trabajando a tiempo parcial o a tiempo completo cuando son mamás, pueden elegir con libertad. Sin embargo, la gran mayoría de mujeres no tiene trabajos apasionantes ni bien pagados. 


Nos engañaron a todas cuando nos incorporamos al mercado laboral, con la promesa de que teniendo autonomía económica seríamos libres y podríamos separarnos del marido. Ahora ni tenemos ni autonomía, ni podemos separarnos del marido, lo que tenemos todas es doble jornada laboral. 


Casi ninguna mujer puede elegir si quiere cuidar a sus propios hijos o si prefiere que los cuiden otras mujeres, son muy pocas las que pueden conciliar de verdad.


Para poder maternar en condiciones,  las mujeres madres necesitamos: 

-que los compañeros se incorporen a los cuidados, y compartamos en igualdad las tareas. 

- derecho a descansar y al tiempo libre, el mismo que tienen nuestros compañeros. 

- una Renta Básica Maternal, para no depender de ellos, para tener la libertad de elegir si queremos o no trabajar fuera de casa, cuántas criaturas queremos tener, cuánto tiempo queremos dedicarle a los cuidados. 

- un salario decente para las que se dedican profesionalmente a los cuidados, salarios altos, jornadas reducidas, derechos laborales garantizados, y derecho a maternar a sus propias criaturas. 

- permisos pagados y soluciones como jornadas laborales de 8 horas: 4 dentro y otras 4 fuera de casa.

- una sociedad que ponga en el centro de la vida los cuidados, que no castigue a las madres y que garantice los derechos humanos fundamentales de la infancia.


En esto consiste La Revolución de los Cuidados: 

#Feminismo #maternidad  #crianza #DerechosHumanos #DerechosInfancia


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