No sé a quién se le ha ocurrido etiquetar a la gente monógama como reaccionaria y a la gente poliamorosa como subversiva y feminista. Cualquier dicotomía es patriarcal: cis-trans, hetero-lesbiana, poliamorosa-monógama. La poliamoría puede ser tan patriarcal o más que la monogamia.
Ser cis no te convierte en machista. Las lesbianas pueden ser tan patriarcales o más que las heteros.
Ser feminista no tiene que ver con tu orientación sexual, ni con tus apetencias, sino con tu capacidad para ser coherente, para ser honesta, y para llevar la teoría a la práctica.
Despatriarcalizarse es un trabajo personal y colectivo que puede hacer todo el mundo, y consiste precisamente en no juzgar a las demás ni utilizar etiquetas para discriminar a la gente por su origen, nacionalidad, color de piel, orientación sexual o por su forma de amar.
Ser poliamorosas no nos hace más modernas ni más transgresoras, ser lesbianas no nos quita automáticamente la educación patriarcal que hemos recibido ni el pensamiento binario con el que entendemos el mundo y nos relacionamos con los demás.
El feminismo consiste precisamente en poder liberarnos de las etiquetas, las dicotomías y las jerarquías que establecen quién es mejor, quién trasgrede más, quién es más o menos feminista o qué modelo amoroso es el más subversivo.
Vamos a liberarnos de estas nuevas opresiones, vamos más allá de las etiquetas.