Me hace muy feliz ver que el tema del amor romántico se ha puesto de moda, que cada vez hay más gente pensando, hablando y escribiendo sobre ello. Me encanta que ya no se considere parte del ámbito privado de cada cual y que por fin se vea que lo romántico es un tema social y político. Aún recuerdo la sorpresa con la que la Academia recibió mi deseo de estudiar el amor romántico en el año 2000 para mi investigación doctoral, y lo importante que fue para mi, al terminarla, poder convertir mi tesis feminista en un libro y compartir mis ideas en un blog que pudiese leer todo el mundo.
Porque lo que yo quería era sacarla a la calle, y fabricar colectivamente herramientas con las que poder sufrir menos y disfrutar más del amor. Hoy recibo cientos de mails de estudiantes de master o doctorado que están investigando sobre el tema, feministas y activistas LGBTIQ que lo trabajan en sus asambleas, movimientos sociales y políticos que se sienten atraídos por la idea de que hay otras formas de quererse y organizarse.
Creo que lo estamos logrando: somos cada vez más trabajando en la deconstrucción del romanticismo, en la tarea de separar amor y sufrimiento, de liberar al amor del machismo, y de buscar fórmulas para querernos bien y para inventarnos otras formas de relacionarnos afectiva, sexual y sentimentalmente.
#QuererseBien #OtrasFormasDeQuererse #NingúnAmorEsIlegal #LoRománticoEsPolítico