11 de febrero de 2014

Canciones de Amor para el Drama Sentimental






Cantar es terapéutico. La pena hay que cantarla: son miles las canciones de amor que sirven para desahogarse, para despedirse de la amada o el amado, para expresar el despecho y la rabia, para maldecir a la persona que te rompió el corazón, para ahogarse de tristeza, para entonar quejíos de dolor profundo, para quejarse por amor, para vivir el drama, para llorar y quedarse a gusto.

Este es uno de los ejercicios que llevamos a cabo en el Taller on line de "Señoras que dejan de sufrir por amor. Porque otras formas de quererse son posibles", y que nos sirven para conectar con las emociones del presente y del pasado, pero también para hacer un poco de teatro sentimental, a solas o con amigas.

Espero que disfruten de la selección de canciones escogidas: Martirio, Luz Casal, Edith Piaf, Janis Joplin, Celia Cruz, Concha Buika, La Lupe, Paquita la del Barrio, Julieta Venegas y la Amparo, de Amparanoia. Para finalizar, un baile con aires de verbena:  el himno de la primera semana del curso: "Me cago en el amor", interpretada por Tonino Carotone. 








Primavera de mis veinte años
relicario de mi juventud
un cariño feliz yo soñaba
y estoy sola con mi esclavitud
Quisiera amarte menos
no verte más quisiera
salvarme de esta hoguera
que no puedo resistir
es cruel este cariño
que no me da descanso
sin ti la paz no alcanzo
y lejos no sé vivir

Quisiera amarte menos
porque esto ya no es vida
mi alma está perdida
de tanto quererte

No sé si necesito
tenerte o perderte
yo sé que te he querido
más de lo que he podido
quisiera amarte menos
buscando el olvido
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más...

6 de febrero de 2014

El Salvador y el Príncipe Azul: grandes mitos de la masculinidad.




La mayor parte de los mitos religiosos y profanos de nuestras sociedades están basadas en la figura masculina del héroe que nos salva de los peligros, del pecado, de nosotros mismos. Es la historia del capullo que se convierte en mariposa tras superarse a sí mismo. Son héroes salvadores de la Humanidad que se sacrifican por todos nosotros, por eso nosotros los admiramos, los veneramos, les damos gracias por sus hazañas. 

No solo los mitos religiosos, sino también la mayor parte de los protagonistas de los cuentos que nos cuentan son adolescentes inseguros que se convierten en superhombres, como el pequeño y dulce Hobbit en el Señor de los Anillos. 

Frodo y su escudero, Sancho Panza


El cristianismo, el budismo y el islamismo están construidos bajo este simple esquema narrativo: un hombre joven sale de su hogar para encontrarse a sí mismo, para superar sus miedos e inseguridades, para enfrentarse a los monstruos interiores y a los reales, para salvar al mundo. La misión del héroe siempre es superior a sí mismo, él se sacrifica por todos nosotros y no le importa arriesgar su vida para salvarnos del Mal, del diablo, de los extraterrestres, del dragón, de los orcos, los trolls, los comunistas, los terroristas, los virus mortales, los robots que se rebelan, una banda poderosa de mafiosos que se quiere apoderar del mundo... 

Cualquiera puede ser un héroe, sólo hace falta ser un joven idealista, inseguro de sí mismo, que logra salir del útero materno que es la casa familiar para demostrarnos a todos lo mucho que vale. Este joven también nos demostrará que si logras creer en tí mismo, si eres valiente, si te sacrificas, si te disciplinas y trabajas duro, si eres generoso y te entregas a la causa al cien por cien, podrás convertirte en un adulto heroico. Un adulto admirado por los hombres y deseado por las mujeres, y venerado durante añales. 

Como el Che Guevara. 




Joseph Campbell cree que toda nuestra estructura mítica y religiosa se puede reducir a un solo esquema narrativo: el monomito del viaje del héroe, que ha inspirado obras como la Odisea, la Iliada, la Biblia, o Don Quijote de la Mancha, la historia del loco idealista que sale a salvar lindas doncellas aunque ellas no deseen ser "salvadas".


Don Quijote y su escudero Sancho Panza

Otros héroes mesiánicos: en The Matrix, el guapísimo Neo (Keanu Reeves) aparece en la profecía de Zion, la Resistencia, como El Elegido para salvar a la Humanidad. En el año 2199, los humanos estamos esclavizados a las máquinas tras la revolución de la Inteligencia Artificial. Matrix cultiva humanos para alimentarse de su energía, y mientras nos mantiene aletargados soñando con una realidad fabricada. Neo corre una serie de aventuras con hackers y otros personajes para salvarnos del poder de la Matrix, que es como una mantis religiosa que se come todo. Uno de los grandes misterios de la película es si Neo es o no el Elegido: cuando él logra creer en sí mismo y en su poder, es cuando logra vencer a la Matrix y salvarnos a todxs.





En la Biblia, Jesús vino a salvarnos del pecado que cometió Eva y que condenó a la Humanidad entera. Buda vino a abrirnos los ojos y a enseñarnos los espejismos de realidad en los que vivimos. Mahoma vino a hablarnos del paraíso y de cómo llegar a él. Todos ellos son hijos de Dios o representantes suyos en la Tierra, pero no hay mujeres protagonistas en estos relatos religiosos. 






La mayor parte de las leyendas y relatos de nuestra cultura están basadas en el mismo esquema narrativo del Niño-Hombre que corre aventuras variadas por el mundo, y que logra la victoria para todos nosotros. 

En el caso de las religiones, el premio es la eternidad, de modo que pasan los siglos y seguimos dando gracias y honrando los sacrificios de aquel que vino a salvarnos. En el caso de las novelas, películas, obras de teatro, óperas, canciones y cuentos, el premio es la gloria, la fama y la chica. La figura mítica de El Salvador se convierte en El Príncipe Azul que después de salvar a la Humanidad o a la comarca de los peligros y los enemigos que la acechan, corre a salvar a su princesa, normalmente encerrada en algún castillo medieval en espera de ser rescatada.





La masculinidad hegemónica del hombre blanco, heterosexual, joven, sano y rico se nos impone en todos los relatos para que los hombres sigan su ejemplo y para que las mujeres amen a estos hombres salvadores. Las mujeres  de estas historias somos las madres que sufren por tener a su hijo en la batalla de la vida, o las novias que esperan a ser las elegidas para disfrutar de las mieles del éxito. Este mito, entonces, cumple con la doble función de justificar la división de roles patriarcal (él es valiente, ella miedosa, él es fuerte, ella es débil, él no necesita nada, ella lo necesita todo, él resuelve, ella espera a qué el resuelva...) y a la vez sirve para que todos los hombres puedan sentirse los héroes de su propio reino. 


4 de febrero de 2014

Cómo saber si mi amor es patriarcal



-La Posesividad es patriarcal: la gente no es tuya: te acompaña un ratito en el camino. Se nos olvida que todos nacemos libres y que los humanos no somos mercancía, se nos olvida que a la gente hay que quererla como a los pájaros que vuelan libres y acuden libremente a tu ventana. Encerrar pajaritos lindos y cortarles las alas es una auténtica crueldad. Se nos olvida todo esto mientras cantamos canciones de amor patriarcal: "Yo soy tuya para siempreeeee", "Él es mío todo mío, mi amor es todo para él...", "Sin ti no soy nada". 
-Las jerarquías del Amor son patriarcales: Darle todo el amor a una sola persona es jerarquizar sentimientos. Todos estamos rodeados de gente que nos aprecia y a la que apreciamos. Tenemos familia, amigos y amigas, y gente con la que compartimos aficiones. Olvidarse de estas redes de amor y vivir por y para una sola persona es totalmente antinatural. Una sola persona no puede ser nuestra única razón para ser felices. Demasiada responsabilidad... Tu felicidad está dentro de ti y en las redes de afecto que has construido. Decir cosas como "Estoy sola" cuando hay un montón de gente que te quiere, es patriarcal. Jerarquizar afectos y emociones es patriarcal, porque abriendo un poco nuestros horizontes afectivos nos daremos cuenta que el querer es un fenómeno muy diverso.
- Someterse o dominar a la otra persona es patriarcal, porque las relaciones basadas en la lógica del amo y el esclavo son patriarcales. Si estableces relaciones basadas en luchas de poder, estás reproduciendo la dinámica patriarcal de las relaciones sádicas y masoquistas. No hablo de la gente que juega en la cama, sino de la gente que disfruta humillando o dejándose humillar fuera de ella. Las herramientas de control y dominación son sutiles y apenas visibles, por eso tanto mujeres como hombres al juntarnos asumimos roles contrarios y reproducimos la batalla eterna de género. Ellas tratarán de retenerlos en el calor del hogar, ellos tratarán de hacer respetar su libertad y sus espacios. Ellos tratarán de que ellas se queden en el calor del hogar, ellas defenderán sus derechos y libertades... unas y otros tratando de llevar a su terreno a la persona amada, a la que probablemente conocieron libre.
- Exigir a alguien que permanezca a  tu lado aunque ya te haya expresado su desamor o su rechazo, es patriarcal. El amor no se puede exigir, se da, se recibe, se comparte libremente. Cualquier mecanismo violento para doblegar la voluntad ajena es patriarcal: amenazas, chantajes, estrategias sucias, etc. Así pues, no permitas que nadie te obligue a hacer nada, y pon ojo cuando tú necesitas algo de alguien... no sea que sin darte cuenta te portes mal. Haz autocrítica para ver si eres una persona con ética amatoria o si careces de escrúpulos en el mundillo de las relaciones amorosas...

-Portarse mal con la persona amada es patriarcal, porque las mentiras, las traiciones, los gritos, la violencia, las exigencias, la humillación, el chantaje, los insultos, las  amenazas, el mal trato, el control y la vigilancia, los reproches continuos son patriarcales. Si no tratas con amor a tu pareja, en un plano de igualdad y cariño mutuo, tienes que plantearte cómo cambiar y despatriarcalizar tu forma de relacionarte. Porque los malos tratos son patriarcales, vengan de donde vengan.

-Aguantar que se porten mal contigo es patriarcal. Porque somos capaces de aguantar situaciones espantosas y creemos que lo hacemos "por amor". La cultura sublima a la mujer que sufre, a la dolorosa, a la llorona, porque solo alcanza grandeza cuanto mayor es su sacrificio. Así que muchas cumplimos el papel de mujeres sufridoras sin medir las consecuencias que esto tiene en nuestro bienestar, en nuestra psique, en nuestras emociones. Cuanto peor se portan con nosotras, más vulnerables y dependientes somos. Y como nos han enseñado a esperar a que las cosas cambien por sí solas, o que alguien venga a salvarnos, tardamos mucho en darnos cuenta de que nuestra pareja no es buena persona con nosotras, aunque de cara a los demás parezca un amor. El masoquismo es patriarcal y hay que evitarlo: es cierto que nos cuesta aceptar que no nos aman, o identificar cuándo nuestra pareja o amante no nos está tratando bien. No es  fácil saber cuándo es el momento de parar esas situaciones que nos van dejando huella y se prolongan a veces toda una vida, pero cualquier momento es bueno para romper con las cadenas que nos aprisionan, nos empequeñecen, nos torturan con sufrimientos románticos. Por ejemplo, ahora mismo.
-Ser egoísta es patriarcal: Estar siempre pensando en lo que "necesitamos". En nuestro deseo, nuestros sentimientos, en lo que el otro no nos da. Estar siempre exigiéndolo. Aislar a tu pareja de su círculo familiares y redes afectivas es patriarcal. Pretender encerrar a tu pareja en el ámbito doméstico es patriarcal. Tener a tu pareja siempre pendiente de ti es de ser una persona egocéntrica. El ego nos tiende muchas trampas patriarcales, y se adapta estupendamente a los privilegios de género...

- La culpabilidad es patriarcal. Porque es un arma que sirve para bloquearnos y oprimirnos. Porque podemos utilizarlo como arma para oprimir a los seres amados en actos de chantaje terrible. Las mujeres hemos vivido inmersas en esta cultura cristiana de la gran culpa y del pecado de Eva, por eso nos sentimos mal por todo: porque rompimos la relación que no nos hacía felices, porque trabajas y no cuidas a tus bebés, porque no das el cien por cien a diario, porque engordamos si no hacemos ejercicio, porque tomamos decisiones o porque no las tomamos...  Pero también intentamos que los demás se sientan culpables usando el victimismo para hacer sentir culpable al hombre que te abandona, o a la mujer que te confiesa que ya no te ama. Si lo que quieres es lograr tus objetivos exigiendo a la otra persona que te satisfaga tus deseos y dando pena, estás cayendo en la cultura patriarcal que ata a las mujeres con las cadenas invisibles del patriarcado.


- La división tradicional de roles es patriarcal: Si eres de las mujeres heteros que piensan que "todos los hombres son iguales", si eres lesbiana y le das a tu pareja todo el poder sobre ti, si eres gay y decides asumir el rol de "mujer" con tu pareja, si eres lesbiana y decides que tú eres la que manda en la relación, si eres un hombre heterosexual que todavía tiene problemas con su masculinidad y te haces el macho alfa para no parecer beta.... la división de roles no sólo se da en parejas heterosexuales, sino en todo tipo de parejas. Incluso se da en grupos: si una gente se reúne a celebrar la vida en el campo para comer carne asada, ellos estarán junto al fuego, con la carne, y ellas estarán haciendo la ensalada o limpiando mientras cada grupo habla de sus cosas: ellos de fútbol, motos, coches, etc., ellas de moda, salud, nutrición, maternidad y crianza, y chismes.
Esto es la división de roles: que por ser mujer tengas que hablar de determinados temas, que por tu condición femenina tengas que aparentar ser frágil y débil, que por ser hombre te veas obligado a ser valiente o agresivo. En nombre del amor, ellas asumen el papel de princesa elegida para el trono (sumisas, complacientes, felices, domésticas, tranquilas), y ellos asumen toda la carga de la ideología patriarcal mientras construyen su identidad de género y sufren por todas las obligaciones que conlleva la masculinidad (apariencias, represión de las emociones, relaciones competitivas, conteo de fracasos deportivos, laborales y sociales...).

- El uso de la violencia para resolver conflictos es patriarcal: violencia simbólica, violencia psicológica o violencia física... cualquier forma de dominación a través de la fuerza o de actos agresivos como golpear, humillar, insultar, amenazar, chantajear, atemorizar, son patriarcales. En todas las películas de Hollywood, la violencia es el arma con el cual el "bueno" vence al "malo", es la única manera en la que los protagonistas pueden resolver problemas, dominar a los enemigos/as, y lograr sus objetivos. Toda nuestra cultura está impregnada de esta idea: si necesitas algo, puedes conseguirlo matando o haciendo daño a la persona a la que quieres dominar. Si necesitas modificar la realidad para que sea de tu gusto, sólo tienes que construirte un enemigo y machacarlo con todas tus armas posibles, ya sean verbales o físicas. Esta forma de relacionarse con el mundo y con la gente es completamente patriarcal, por eso es tan necesario que aprendamos a relacionarnos de otras formas, y que aprendamos, también, que las batallas y las luchas de poder con las personas que nos rodean son parte de la estructura patriarcal.

La buena noticia es que podemos trabajar en estas estructuras patriarcales para construir otras formas de resolver conflictos, que hay otras maneras de relacionarse no basadas en el binomio ganador/perdedor, dominante/dominado, y que todos y todas podemos cambiar nuestros esquemas para disfrutar más de la vida, de la gente, y del amor. 

Coral Herrera Gómez


Si quieres trabajarte el amor con Coral, 
únete al Laboratorio del Amor 








1 de febrero de 2014

Coral Herrera en griego





El 30 de Mayo María Durán Barbero dará una charla para hablar de los mitos románticos y del trabajo de Silvia Federici y el mío. Es impresionante leerse en este idioma... yo estudié griego en el bachillerato pero no para comunicarme con los griegos y griegas contemporáneos, sino con los textos de los fílósofos de la Grecia Antigua, de modo que no entiendo nada, pero me emociono mucho viendo la belleza del alfabeto griego. 

Me siento muy afortunada, y desde aquí quiero dar las gracias a todas las madrinas traductoras y en especial a María por su arduo y bello trabajo, mil gracias por la difusión de mi obra en la isla de Syros : 


Ο ΡΟΜΑΝΤΙΣΜΟΣ ΕΙΝΑΙ ΠΟΛΙΤΙΚΟ ΘΕΜΑ

Αγαπάμε πατριαρχικά. Αγαπάμε δημοκρατικά. Αγαπάμε σαν τους καπιταλιστές. Με τη αδηφάγο ανησυχία να κατακτήσουμε το αντικείμενο του έρωτα, με την βάναυση ανησυχία όπως αυτός που συλλέγει κυνηγημένα ζώα. Κατακτιόμαστε, γλυκαινόμαστε, συγχωνευόμαστε, χωρίζουμε, καταστρεφόμαστε αμοιβαία ο δικός μας τρόπος αγάπης είναι διαποτισμένος από ιδεολογία, σαν τα άλλα τα φαινόμενα κοινωνικά και πολιτικά.

Τον ρομαντικό έρωτα τον έχουμε κληρονομήσει  από την αστική τάξη του 19ου αιώνα και είναι βασισμένος στον πιο αποτρόπαιο ατομικισμό.. Να μας κοπανάνε με την ιδέα ότι πρέπει να ενωνόμαστε δυο,  το δυο δεν είναι τυχαίο. Κάτω από τη φιλοσοφία, του να ο σωζων εαυτόν σοθήτου, ο πατριαρχικός ρομαντισμός διαιωνίζεται στα παραμύθια που μας λένε στα διάφορα μέσα (σινεμά, τηλεόραση, περιοδικά)


29 de enero de 2014

¿Qué necesitan las Madres en su Día?







Este artículo fue publicado originalmente en la Red de Centros de Documentación de los Derechos de las Mujeres en Centroamérica:


http://cdmujeres.net/que-necesitan-las-madres-en-su-dia#forum45

En estos días en los que la publicidad nos bombardea a través de todo tipo de ondas, soportes y formatos con la Celebración del Día de la Madre en Costa Rica, me acuerdo mucho de la impresión que me causó, la primera vez que fui de vacaciones a la playa, ver a todas las madres y abuelas ticas pegadas a las ollas burbujeantes de arroz y frijoles durante todo el día.

En la orilla del mar sólo había hombres, niños, y adolescentes jugando, divirtiéndose, paseando, haciendo deporte, leyendo, charlando, tomando el sol, y a nadie parecía importarle el ocio y el descanso de las madres costarricenses. Nada más llegar a la playa empiezan a trabajar: construyen una especie de casita al aire libre (con sus mesas, sillas, la plancha de cocinar, pequeñas refrigeradoras, toldos para crear sombra y protegerse de la lluvia, hamacas, recipientes… sólo falta la televisión) y ahí se pasan todo el día, pelando papas, removiendo frijoles, lavando ropa, dando el pecho a sus bebés, y atendiendo al resto de la familia. Lo mismo que en la ciudad, pero viendo el mar.




Cuando llegó el Día de la Madre me sorprendió, sin embargo, cómo se ensalza la maternidad en Costa Rica para aumentar los beneficios de las empresas e incentivar el consumo. En todos los países, los comercios nos lanzan el mensaje de que si realmente quieres a la persona que te dio la vida, y aprecias su labor sacrificada y abnegada, lo lógico es comprarle algo como muestra de tu amor. Mamá se sentirá muy apreciada cuando abra los regalos: una sartén, un perfume, una crema, unas flores, un microondas, un celular último modelo, un libro, una plancha… pero ese día cocinará y lavará, como siempre, los platos de todos nosotros.

Todo el mundo sabe que lo que más necesita una madre es tiempo para ella misma, pero a ningún publicista se le ocurre animarnos a que cocinemos y limpiemos ese día «tan» importante para liberar a “Mami” de “sus” tareas. Y en el transcurso de la comida familiar, a nadie se le ocurrirá tampoco proponer que nos repartamos el trabajo siempre que haya reunión para que La Madre tenga la mañana libre.

Además de tiempo, las Madres necesitan cosas tan básicas como remuneración a cambio del trabajo que realizan, como todo el mundo, y vacaciones pagadas, como cualquier trabajador. Sin embargo, la cultura patriarcal invisibiliza estas necesidades y nos impone otras, como si los regalos caros pudiesen compensar la carencia de nuestros derechos básicos.

20 de enero de 2014

Que me tenga como una reina


Artículo de Coral Herrera publicado en El País: 

La peluquería es el lugar donde más aprendo sobre el patriarcado. En la de mi barrio, las mujeres no hablamos de lo que nos importa: solo se dan consejos de belleza, trucos domésticos o culinarios, sobre noviazgos, casamientos y divorcios.
Yo querría ir a una peluquería feminista, o a una peluquería ecologista, o a una de intelectuales, pero no sé si las han inventado aún en mi ciudad. De modo que no me queda más remedio que resignarme y escuchar el patriarcado mientras lo sufro en mis carnes como una tortura. Y pago yo, encima.
Siempre me digo que nunca más, y siempre vuelvo porque no se me da bien autotorturarme con la cera y he de reconocer que es un espacio maravilloso como fuente de inspiración. Suelo salir de allí con menos canas, menos pelos, menos esperanza en la Humanidad y con ideas nuevas para mis artículos.
De todas las cosas espantosas que escucho, la peor es: "yo quiero un marido con plata". Y es que piden poco mis compañeras de barrio: un marido con dinero que además sea joven y guapo, tierno y sensible a la vez que viril y fuerte, inteligente, divertido, fiel, sincero, comprometido, deportista, sano, simpático, estable…

Los hombres nos maldicen en sus operas, boleros y soleás, pero desde pequeñitas se nos educa para que deseemos un marido con plata. El estereotipo de las mujeres como seres interesados que nos aprovechamos de los hombres y les rompemos el corazón ha dado muchos frutos en la poesía y el cine, pero nos perjudica porque refuerza el estereotipo de la mujer mala, de la puta. Paralelamente, nos bombardean con la utopía del amor para que deseemos ser buenas esposas, entregadas a la causa. Pero invisibilizan el coste que tiene ser mantenida por un príncipe azul mientras se engorda y se envejece a su lado.
Para que las mujeres disfruten de la vida con sus compañeros en lugar de frustrarse anhelando "maridos con plata", creo que es esencial acabar con la desigualdad de género en todos los ámbitos. El camino, creo, es ir trazando estrategias conjuntas para crear economías solidarias en las que poder construir relaciones amorosas basadas en el bien común.

Conferencias y Talleres de Coral en España 2014



Gira por España Junio-Julio 2014: 

Barcelona-Sevilla-Cádiz-Madrid-País Vasco



BARCELONA 

27 de Junio, Viernes: Charla "Lo Romántico es político" en Llibrería Proleg
28 de Junio, Sábado: Taller en Centre Civic Barceloneta

Organizan: Homes Igualitaris





SEVILLA

2 de Julio: "Lo romántico es político"






CÁDIZ

4, 5 y 6 de Julio: 

Organiza: Campus Relatoras

MADRID

12 de Julilo, Sábado
Presentación libro Bodas Reales, Bodas patriarcales. en 

c/Tres Peces, Madrid



12 y 13 de Julio: 
Taller Lo Romántico es político





PAÍS VASCO 



15 de Julio: 
Conferencia: "Me cago en el amor"


12 de enero de 2014

Autocrítica amorosa para sufrir menos, y disfrutar más




Autoestima y autocrítica 

Las redes sociales están plagadas de cartelitos que nos aconsejan querernos mucho a nosotras mismas, habitualmente cargados de victimismo y autoconsejos para que no te rompan el corazón (podéis ver el análisis que hice de estos cartelitos en la serie  "Amores Horribles"). Son muchos los "expertos" que nos dicen que lo primero en la vida es quererse a una misma, que tenemos que lograr que nuestra propia vida sea el centro de nuestra atención, que nos alejemos de aquellos que nos critican y nos envidian, que no necesitamos a nadie más que a nosotras mismas para ser felices. En la mayor parte de los libros de autoayuda se incide mucho en la necesidad de tener la autoestima bien alta, en la necesidad de amarse sin límites, aceptarse tal y como una es, y exigirles a los demás que te acepten tal y como eres. Otros autores, sin embargo, han encontrado en sus investigaciones que no existe una correlación directa entre un alto nivel de autoestima y la felicidad.


Desde los feminismos también se incide en esta necesidad de acompañar el empoderamiento de las mujeres con altas dosis de autoestima, por eso siempre nos lanzamos mensajes unas a otras para que aprendamos a aceptar nuestro cuerpo tal y como es, para que seamos capaces de confiar en nosotras mismas y en nuestras habilidades, para que construyamos nuestra autonomía económica y emocional femenina y podamos así alejarnos de las estructuras patriarcales que nos discriminan en todos los ámbitos. 


Las mujeres hemos sido educadas para admirar la independencia de los hombres, para agradar a los hombres con nuestra belleza y encantos femeninos, para depender de ellos económica y afectivamente, para rivalizar con otras mujeres, para utilizar estrategias de guerra en nuestras relaciones sexuales y sentimentales.  Hemos sido entrenadas para el autosacrificio y la abnegación, para ser amantes, madres, enfermeras, cocineras, psicólogas, educadoras y arreglatodo. Hemos aprendido a anteponer los intereses de los demás miembros de la familia a los nuestros, y nos han enseñado que somos el sexo débil y que necesitamos la protección masculina, por eso es importante que nos cuidemos también a nosotras mismas. Nos han tiranizado con la idea de que para ser amadas hay que estar bellas y por eso luchamos contra la edad, las imperfecciones, la grasa y  los pelos. Por eso es importante que nos deshagamos de la culpa, nos aceptemos como somos y nos queramos por dentro y por fuera. Muchas mujeres gastan todos sus recursos en encontrar un marido que las salve del trabajo, y eso nos hace seres dependientes e inseguros que establecen relaciones interesadas. 


Entonces, sí, necesitamos querernos a nosotras mismas para poder querer a los demás. Pero es necesario saber reconocer la carga ideológica que se esconde bajo este bombardeo que recibimos para que reforcemos nuestra autoestima, porque se nos lanzan mensajes para reforzar el ego y propiciar el individualismo. Nos acabamos convenciendo de que "como nadie nos comprende" y todo el mundo nos hace daño, lo mejor es confiar solo en una misma, y alejarse de los demás. 


El mensaje de los libros de autoayuda es que tú eres mejor que los demás, que debes protegerte de los demás, y que son los demás los que están equivocados. La realidad sin embargo es que no somos "mejores" que los demás. Somos diferentes, somos singulares, pero no ayuda en nada lo de que la gente construya su autoestima sintiéndose superiores con respecto a los demás. 


Hay que empoderarse y quererse una misma, pero nunca podremos solas, actuando bajo la filosofía del "salvesé quién pueda". Solo unidas y tejiendo alianzas entre nosotras podremos liberarnos de las tiranías patriarcales que nos hacen odiar nuestros cuerpos y odiar a nuestras semejantes. 


Se trata, yo creo, de olvidarse de romanticismos individualistas y de trabajar desde y por para el amor, la empatía, la solidaridad, la cooperación, la ayuda mutua. La solución a la dependencia emocional femenina o a las soledades posmodernas creo que pasa por, entre otras cosas, crear redes de afecto colectivo. 


Sin embargo, para poder querernos más, y mejor, no podemos imponerle a la gente que nos acepte "tal y como somos", con todas nuestras miserias, con todos nuestros defectos, traumas y carencias. Para querer y que nos quieran, tenemos que trabajarnos todo aquello que nos hace daño o que hace daño a la gente que nos rodea. 


Creo que una debe de estar siempre en un proceso continuo de deconstrucción y construcción, de auto-análisis, de trabajo amoroso sobre una misma. Todos y todas podemos trabajarnos los miedos que nos habitan y nos comen, y muchas otras fobias como el racismo, el clasismo, el machismo, la homolesbotransfobia, la xenofobia... 


Podemos trabajarnos el egoísmo, la envidia, el masoquismo, el sadismo, la violencia y la agresividad, la impulsividad, la pereza, la tacañería, la avaricia, la  soberbia, el orgullo, la competitividad, la falta de sinceridad, la maldad y las miserias que nos habitan, la necesidad de dominar al otro, la tendencia a mentir, en fin, son miles los defectos que acumulamos todos en mayor o menor medida. 


Para poder trabajar todo esto lo primero es poder verlo: si nos creemos perfectas o perfectos, va a ser muy difícil identificar nuestros puntos a mejorar. Por eso es tan esencial escuchar con atención a la gente que nos quiere y que es sincera con nosotras, y por eso es tan sano reírse con los demás de una misma. 








¿Por qué es importante la autocrítica amorosa?

Creo que para estar bien una de las cosas más importantes es tener afectos diversos. Estar centrada en amarse mucho una misma no ayuda a construir relaciones bonitas con los demás. Por eso es importante trabajar autoestima y autocrítica a la vez. El reto sería: ¿cómo puedo ser mejor persona?, ¿cómo hacer más bonita mi vida y la vida de la gente que me rodea?, ¿cómo mejorar en lo que fallo, cómo eliminar lo que no me gusta de mí misma, cómo transformarme, cómo llegar a ser quien querría ser? 


¿Cómo ser más generosa, más solidaria, más sincera, más honesta, más buena gente? Esa es la pregunta con la que yo trabajo en el Laboratorio del Amor. Creo que si logramos ser mejores personas, podremos reducir el nivel de conflicto con los demás. Las relaciones humanas son difíciles porque son interesadas, porque nos organizamos jerárquicamente, y porque nos movemos en torno a continuas luchas de poder (con tu hija, con tu marido, con tu madre, con tu hermana, con tu jefa, con tu vecino, con tu abuelo, con tus compañeros de trabajo, con el empleado del banco, con la empleada del hogar, con el policía que te multa...)


A menudo creemos que "la gente" es mala, y que "nosotras" somos las buenas, y los demás son los "otros", son "los malos".  Sucede por ejemplo con la batalla eterna entre mujeres y hombres, cuando asumimos por ejemplo que "todos los hombres son iguales" para hacer ver que todos son mentirosos, egoístas e infantiles (y al revés cuando se mete en el mismo saco a todas las mujeres). 

Y ocurre que nadie es perfecto y que nuestro historial no está inmaculado. Todos hemos daño a alguien alguna vez, y hemos tenido que pedir disculpas cuando nos hemos portado mal. Pedir perdón es una gran capacidad humana, porque nos permite reconocer que nos hemos equivocado y que trataremos de no volver a hacerlo, y así es mucho más fácil arreglar los problemas y superar los conflictos. 









9 de enero de 2014

Amor romântico vs. igualdade de gênero: uma entrevista com Coral Herrera


Este post faz parte da nossa série sobre género e sexualidade na América Latina e Caraíbas [en], 
em colaboração com o Congresso Norte-americano sobre a América Latina [en] (NACLA, 
da sigla em inglês). Fique atento a mais artigos.

Ler Coral Herrera é como soprar uma rajada de ar fresco e optimismo na luta pelo respeito à diversidade. 
O seu blogue [es], os seus artigos, os seus livros [es] e as suas ideias são viagens ao fundo do que é 
considerado óbvio e normal. Coral interessa-se sobretudo pela igualdade de género e pelo efeito que
 os imaginários românticos têm na maneira como os homens e as mulheres se relacionam e se vêem a
 si mesmos.

Poderia também dizer-se que Coral Herrera pertence a uma nova geração de activistas que partem da
 luta pela igualdade de género mas que se recusam a ficar por aí. Os seus escritos analisam problemas
 estruturais nas sociedades ocidentais e identificam o desconforto que se expande para a vida íntima
 de homens e mulheres. A ideia é fazer uma desconstrução e uma crítica honesta das causas e 
consequências dos conceitos que são perpetuados e dos imaginários que defendemos sem sequer 
saber porquê.

Coral Herrera é uma grande entusiasta dos novos media e utiliza-os para partilhar uma grande parte do
 seu trabalho. Mas além de blogueira, Coral é também doutorada em Humanidades e Comunicação 
Audiovisual. Nascida em Espanha, mudou-se para a Costa Rica há alguns anos e trabalhou como
 professora e consultora para a UNESCO, para o Instituto Latino-americano das Nações Unidas
 para Prevenção do Delito e Tratamento do Delinquente (ILANUD), para a Agência Espanhola de 
Cooperação Internacional para o Desenvolvimento (AECID), a Universidade Sorbonne em Paris 
e a Universidade Carlos III em Madrid. A sua principal especialização é em matéria de género, 
e o seu ponto de partida o amor romântico. Assim, muito do trabalho que Coral Herrera tem 
publicado online está centrado na defesa da diversidade de amores [es], os mitos [es] e a
 dimensão política e colectiva do que entendemos por amor. Em Os mitos românticos [es], 
por exemplo, aborda as origens das imagens que temos sobre o amor e põe o dedo directamente
 na ferida:

Através do amor romântico, inoculando desejos alheios, o patriarcado aproveita para controlar 
os nossos corpos, para heterodirigir o nosso erotismo, para conseguir que assumamos os limites 
que tem a feminilidade e sonhemos com a chegada do Salvador (Jesus, o Príncipe Encantado…) 
que nos escolha como boas esposas e nos ofereça o trono do matrimónio.

18 de diciembre de 2013

“We Are More Alive Than Ever:” Coral Herrera and the Struggle for Gender Equality





This post is part of our series on gender and sexuality in Latin America and the Caribbean, in collaboration with NACLA (North American Congress on Latin America). This is the continuation of a conversation with Coral Herrera Gómez, published in two parts, the first of which can be read here.
In the first part of our dialog about the work of artist, blogger, and scholar Coral Herrera, we discussed the opportunities presented by new technology for gender equality and the social struggle for the rights of women and LGBT persons. This time we will enter into a discussion about the struggle for gender equality in Latin America.
We asked Coral to give us her impressions of the evolution of these struggles, both online and off, and we also talked about the road we have traveled and the one that remains before us.
Global Voices: What have you discovered about the pro-gender equality movements thanks to new media?
Coral Herrera: I am amazed by social networks because they have opened doors and windows for me to the entire world, they have broaden my horizons on all levels of my life: at the intellectual, personal, and professional levels. Before connecting to the world, I felt very alone with my books and my research, but now I sense that there are a lot of people who are also writing and sharing, with whom I can debate, build up, and deconstruct collectively.
When I got connected to these networks, I entered into contact with a diverse group of women who fascinated me because they allowed me to meet other realities beyond what I had known in Spain. I'm amazed at the struggle of peasant women, Afro-descendant woman, indigenous women, migrant women, victims of trafficking, factory workers, domestic workers, disabled women, and being able to come into contact with them has allowed me to grow beyond the Euro-centric feminism in which I was living.
Besides meeting with activists, it was fascinating to connect with feminist writers who were not only still living, but were also very active on social networks. Being able to follow them on a daily basis and to get to know them so “up close” allowed me to connect with feminist organizations and online publications from all over Latin America, and that was how I began to expand my networks and make contact with the groups of egalitarian men and LGBT activists, and with the queer groups that are slowly emerging.
GV: What are the most pressing conversations that you're finding in the area of gender in Latin America?
CH: Above all, I think it's necessary to continue to highlight the struggles of women for access to land and water, and the work being carried out in fighting against genetically modified crops and for obtaining food sovereignty.
We also have to open up the debate within the feminisms in order to engage in self-criticism; it worries me that young people aren't identifying with feminist values and that our struggles are stereotyped in such a negative way.
I believe it's a problem in communication: we feminists are the object of ridicule, jokes, insults, and pejorative comments; we are called ugly, witches, man-haters, sexually frustrated, etc. This is what's going on in Europe; in other parts of the world you can be murdered for being a feminist, as has happened in Mexico with human rights activists, for example.
Within the feminisms, I think we have to create networks that are more horizontal and more inclusive. As in all social and political movements, within the feminisms there are still hierarchies, relationships of power, patriarchal power structures that we have to eliminate in order to be able to transform the world we live in. It's necessary to expand our sisterhood not only to those who are our equals, but also to humanity as a whole. [...] Diversity is an asset we have to take advantage of in order for, say, post-modern women to identify with the struggles of indigenous women, cissexual women with the demands of transexual women, women entrepreneurs with working-class women, Catholic women who struggle to depatriarchalize their religion with Islamic feminist women, etc.


Written by Laura Vidal

Read more: https://nacla.org/blog/2013/12/18/we-are-more-alive-ever-coral-herrera-and-gender-equality-part-2


"Estamos más viv@s que nunca"

Entrevista de Laura Vidal a Coral Herrera en Global Voices: 



"Creo que es necesario seguir visibilizando las luchas de las mujeres por el acceso a la tierra y al agua, y el trabajo que se está llevando a cabo para luchar contra los cultivos transgénicos y por la obtención de la soberanía alimentaria.
Además, hay que abrir el debate dentro de los feminismos para hacer autocrítica, a mí me preocupa que la gente joven no logre identificarse con los valores feministas y que nuestras luchas estén estereotipadas tan negativamente.
Creo que es un problema de comunicación: las feministas somos objeto de burlas, chistes, insultos, y comentarios peyorativos tales como que somos brujas, feas, odiadoras de hombres, frustradas, etc. Esto en Europa, en otras partes del mundo te asesinan por ser feminista, como ocurre en México por ejemplo con las activistas de derechos humanos.
Dentro de los feminismos creo que tenemos que crear redes más horizontales de trabajo, y más inclusivas. Como en todos los movimientos sociales y políticos, dentro de los feminismos sigue habiendo jerarquías, relaciones de poder, estructuras patriarcales de poder que tenemos que eliminar para poder llegar a transformar el mundo en el que vivimos. Es preciso expandir la sororidad no solo a las que son iguales a nosotras, sino con relación a la humanidad entera. [...] La diversidad es una riqueza que tenemos que aprovechar para lograr que las mujeres posmodernas puedan identificarse con las luchas de las mujeres indígenas, las mujeres cisexuales con las reivindicaciones de las mujeres transexuales, las mujeres empresarias con las obreras, las católicas que luchan por despatriarcalizar su religión con las feministas islámicas, etc.
Creo que desde los feminismos no podemos luchar solo por la igualdad entre hombres y mujeres, sino que hay que abrirse a las luchas de las compañeras trans y lesbianas, las compañeras ecologistas o las islámicas, los compañeros igualitarios, o los grupos pacifistas, movimientos sociales, etc. Tenemos que abrazar la diversidad para incorporar las luchas contra cualquier jerarquía o etiqueta que nos oprima, porque en luchas parciales somos todos minorías.
Es cierto que tenemos muchas divergencias ideológicas, pero sin duda todas queremos un mundo más equilibrado, más justo, más igualitario y pacífico. Creo que sin solidaridad es más lento y más difícil mejorar nuestras realidades, por eso me gustó tanto la campaña de “Somos el 99%”, porque nos crea un sentimiento de unidad frente a la casta privilegiada del mundo, que es un grupo muy pequeño de gente.

Leer entrevista completa en: 

Entrevista en inglés: Global Voices: "We are more alive than ever"


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