Hay gente que me pregunta en mis charlas que por qué se ha mitificado en nuestra cultura el amor entre dos personas y para qué. Es decir, ¿cuál es la función social del amor?, ¿Tienen, las formas de querernos, alguna implicación en nuestra economía, en la organización social?.
3 de diciembre de 2011
30 de noviembre de 2011
Video Coral Herrera, amor romántico y dependencias afectivas.
Esta es la charla que di en las Jornadas de Igualdad de Galdakao (Bilbao) el día 28 de Noviembre, en el marco de la semana Contra la Violencia de Género. Aprendí mucho de la gente que está trabajando con adolescentes y que compartió con el público sus experiencias, fue un día maravilloso.
También me hicieron una entrevista en El Correo:
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20111129/nervion/desigualdad-mito-julieta-20111129.html
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Coral Herrera Gómez
20 de noviembre de 2011
12 de noviembre de 2011
La mitificación del macho violento
Es urgente dejar de mitificar al macho violento, y dejar de ensalzar al narco, al mafioso, al asesino en serie, al psicópata, al guerrero en todas nuestras producciones culturales. ¿Cómo vamos a acabar con las guerras, los atentados, los tiroteos, los asesinatos, la tortura y la violencia contra las mujeres si los héroes de nuestra cultura no saben resolver sus conflictos sin violencia? Los protagonistas de las películas y las series consiguen lo que desean o lo que necesitan torturando, golpeando, asesinando a sus enemigos y a sus enemigas, ¿cómo vas a decirle a un niño que hay otras maneras de conseguir lo que uno quiere o de resolver sus problemas si no tiene referentes en los que fijarse?, ¿cómo vamos a dejar de fabricar machos dominantes si no hay otros modelos de masculinidad en nuestra cultura?
La mitificación del macho violento es la base de todas las películas, series de televisión, videojuegos, novelas, spots publicitarios, y productos culturales. En todos ellos se rinde tributo a la virilidad hegemónica: siguen ensalzando un modelo de masculinidad hegemónica basada en la fuerza bruta, en la dominación y en la capacidad para dar muerte a todos sus "enemigos", y a todas las mujeres que no cumplen con su rol femenino tradicional.
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Coral Herrera Gómez
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Violencia de género
10 de noviembre de 2011
5 de noviembre de 2011
EL ROMANTICISMO PATRIARCAL EN EL CINE DIRIGIDO POR MUJERES
PELÍCULAS ANALIZADAS
1) Para que no me olvides, Patricia Ferreira, 2005.
2) Mi Vida Sin Mí (My life without me), Isabel Coixet, 2003.
3) Te doy mis ojos, Icíar Bollaín, 2003.
4) Siete mesas de billar francés, Gracia Querejeta, 2007.
5) Romance X, Catherine Breillat, 1999.
6) El Piano, Jane Campion, 1993.
7) Lost In Translation, Sofia Coppola, 2003.
El cine y el
amor romántico
El cine es un
mecanismo narrativo que nos transmite unos modelos amorosos adecuados a la
ideología hegemónica del capitalismo, las democracias y el patriarcado. Los
relatos románticos de nuestra era posmoderna nos han transmitido la idea del
amor como una salvación, de modo que en nuestra cultura posmoderna constituye
una especie de utopía amorosa colectiva
que sin embargo se inscribe con fuerza en nuestros cuerpos, nuestra sexualidad,
nuestro mundo afectivo.
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Coral Herrera Gómez
16 de octubre de 2011
Después del final feliz de la boda...
“Después del beso, la Bella Durmiente descubrió una suegra infame, un príncipe no tan azul y unos niños no tan indefensos. Es decir, la vida misma”.
Ana María Matute
Estas son las princesitas guapas que están deseando encontrar a su príncipe azul...
Según la artista canadiense Dina Goldstein, Blancanieves no parece muy contentacon su nueva vida en palacio...
Ella es Blancanieves, cinco años después, rodeada de chiquillos mientras su príncipe azul come palomitas y ve el fútbol, ajeno al discurrir de la vida familiar...
Ella es Cenicienta, ¿recuerdan?, la dulce muchachita que iba a ser feliz con su príncipe azul en su palacio... aquí la vemos tres años después, sola, aburrida, y ahogando sus penas en el alcohol...
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Coral Herrera Gómez
11 de octubre de 2011
CIME: I Congreso Iberoamericano de Masculinidades y Equidad.
Este fin de semana estuve en el CIME, en Barcelona, y disfruté muchísimo. Estar con los protagonistas de las luchas que están llevando a cabo los Hombres por la Igualdad ha sido para mí como un sueño; pasé mucho tiempo investigando su trabajo y sumergiéndome en las obras de los grandes teóricos (Luis Bonino, Enrique Gil Calvo, R.Conell, Michael Kimmel, etc.) para mi tesis doctoral, de la que publiqué el libro de "Más allá de las etiquetas".
El Congreso fue una mezcla deliciosa entre teoría, activismo y talleres en los que se trabaja con el cuerpo y las emociones. Así que tuve la oportunidad de escuchar las exposiciones de la gente que está estudiando el tema, pero también pude revolcarme por el suelo, bailar, impregnarme de chocolate por todo el cuerpo y vendarme los ojos para experimentar ese transmundo en el que no hay mujeres ni hombres, lesbianas ni homosexuales, ni patrones estéticos llenos de prejuicios.
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Coral Herrera Gómez
8 de septiembre de 2011
El Arte de Amar (Tributo a Erich Fromm)
amarte, desearte, comunicarte, desnudarte, follarte, besarte,
chuparte, saborearte, quererte, pensarte, extasiarte, liberarte
... todo acaba en "arte". Qué razón tenía Erich Fromm cuando
escribió El Arte de Amar.
esta es una obra colectiva con los aportes de las amigas y los
amigos de Especialista en Amores en Facebook, que me
han obsequiado con una lluvia de ideas transoceánica,
transcultural, transgeneracional, intersexual,
multicultural.... gracias a tod@s!!
https://www.facebook.com/elrincondehaika
Artículos relacionados:
Hombres por la Igualdad
El Amor Romántico como utopía emocional de la posmodernidad
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Coral Herrera Gómez
30 de agosto de 2011
"El futuro es Queer"
Vivimos en un mundo marcado por la desigualdad y las jerarquías. En Occidente, el capitalismo, la democracia y el patriarcado han impuesto la división del mundo en grupos y subgrupos con diferentes grados de poder que se diferencian entre sí por categorías abstractas como el género, el idioma, la raza, la clase socioeconómica, la religión, etc. A base de etiquetas, los humanos nos clasificamos para diferenciarnos unos de otros y establecer posiciones de superioridad e inferioridad en forma piramidal, por eso en el libro “Más allá de las etiquetas” defiendo la idea de que el futuro no consistiría en anular las diferencias, sino tomar conciencia de que éstas nos enriquecen, integrarlas como elemento de conexión, unión e igualdad.
“Ir más allá del género puede salvarnos no sólo de las
jerarquías de género, sino también de otro tipo de categorías que, más que
unirnos, nos desunen”
Creo que el futuro es queer, y creo que su propuesta teórica
y política de transgenerizar la realidad, ir más allá del género, puede
salvarnos no sólo de las jerarquías de género, sino también de otro tipo de
categorías que, más que unirnos, nos desunen. En la actualidad posmoderna se
nos han venido abajo muchos esquemas que antaño parecían estructuras sólidas y
que hoy no se sostienen por sí solas. No sé si algún día todos los estereotipos
y roles patriarcales se vendrán abajo (tanto a nivel sociopolítico como a nivel
simbólico), una vez deconstruidos teóricamente, pero sí creo que el patriarcado
está diluyéndose lentamente, al menos en las estructuras sociopolíticas.
Poco a poco, la gente está escogiendo unos caminos más
abiertos, plurales y móviles para ser y para relacionarse. Las identidades
posmodernas son cada vez más cambiantes; pese a la americanización de la
cultura (término que utiliza Romá Gubern para hablar de la globalización), creo
que estamos viviendo procesos de resistencia contracultural que permiten la
fusión y la hibridación de formatos, de estilos de música, de corrientes
artísticas, de teorías y de géneros. Por esto creo que en el futuro las
diferencias tendrán más que ver con el status socioeconómico y factores como la
personalidad, los gustos y aficiones, las costumbres o la profesión.
Estamos hablando de los países desarrollados y democráticos,
obviamente. Y dentro de ellos, me refiero concretamente a la pluralidad de
identidades de los habitantes de las capitales del mundo, que viven en islas de
posmodernidad individualista y consumistas donde el anonimato y la libertad de
movimientos es mucho mayor que en el mundo rural, en el que aún prevalecen
códigos de la tradición patriarcal más misógina.
Creo que sólo cuando el código negativo deje de ser lo
femenino, los hombres podrán adquirir cualidades, gestos, maneras y formas de
relacionarse más “femeninas” sin miedo a perder su identidad personal, pues
ésta ya no estará basada tanto en la virilidad como en otros factores. Las
mujeres también podremos situarnos en el estar frente al ser, es decir, cambiar
nuestra orientación sexual o performatividad de género y adoptar otros roles,
otras actitudes vitales intermedias, moviéndonos en ellas a nuestro antojo.
Esto liberará enormemente nuestras relaciones porque
dejaremos de ser unos y otras, para fusionarnos en una especie de arroba
simbólica que incluya todas las identidades en sus diferentes etapas, todas las
sexualidades sean normativas o no, todas las posibilidades de ser, de darse y
de relacionarse.
“En lugar de buscar nuevas formas de clasificación, tenemos
que lograr deshacernos de las etiquetas y buscar en la indefinición todas las
posibilidades que se nos ofrecen cuando salimos del mundo bicolor pensado en
dos dimensiones”
Hasta entonces, hacer el camino consistirá en derribar todos
los supuestos patriarcales que refuerzan las categorías de género y la división
del mundo en dos polos opuestos. Para ello tendremos que seguir analizando los
mitos de nuestra cultura patriarcal, y será necesario deconstruir los
estereotipos, destripar la clave de los roles, cuestionar las ideas y los
hechos dados por supuestos, y explicar la forma en que los condicionamientos
patriarcales influyen en nuestra identidad, nuestra sexualidad y nuestras
emociones.
Identificando el modus operandi de esta ideología hegemónica
podremos poner en cuestión qué es la normalidad y qué es la desviación, a quién
le interesan las jerarquías que generan desigualdad, y qué beneficios obtenemos
hombres y mujeres con la eliminación de esta categoría binaria hombre-mujer de
corte esencialista que no es universal, ni eficaz para explicar la complejidad
humana.
En lugar de buscar nuevas formas de clasificación, lo que
tenemos que lograr es deshacernos de las etiquetas y buscar en la indefinición
todas las posibilidades que se nos ofrecen cuando salimos del mundo bicolor
pensado en dos dimensiones. En el área de la sexualidad ocurre lo mismo: es
hora de superar la genitalidad, de dejar de rendir culto al falo, de exigir
eyaculaciones completas y orgasmos contabilizados… es hora de explorar el
cuerpo, de ampliar el erotismo y expandirlo por toda la piel.
“Asumir que lo personal es político es reivindicar la
experimentación con nuestros cuerpos e identidades; es dar paso al poder del
deseo, de la imaginación y del juego, necesarios para lograr una sociedad más
justa, libre e igualitaria.”
Y para ello tenemos que dejar de pensar en lo que deben de
ser los hombres y las mujeres en la cama; es mucho más divertido intercambiar
roles, rebasar los límites impuestos, dejar de diferenciar entre amor y sexo,
incluir la ternura en la aventura ocasional, atrevernos a expresar emociones,
aunque el patriarcado nos diga que unos no lloran y las otras son de lágrima
fácil.
Las identidades y los cuerpos han de poder ser explorados fuera
de las cadenas del mundo bidimensional que contempla la realidad en blanco y
negro.
Atreverse a superar las categorías ontológicas que nos
definen y nos otorgan un papel concreto en la sociedad supone poder
reinventarse las veces que un@ quiera, y ampliar el horizonte mental para poder
abarcar el mundo sin prejuicios y sin miedos, de una manera mucho más
enriquecedora y compleja que hasta ahora.
Si vamos a conseguirlo o si el patriarcado seguirá inscrito
en nuestros cuerpos, manejando nuestras emociones y deseo, coleteando unos
siglos más, es algo que no sabemos; pero tenemos que ponernos ya a la tarea
para dejar atrás el pasado y dar paso a lo nuevo, a través del afán
revolucionario y la alegría de vivir.
Asumir que lo personal es político es reivindicar la
experimentación con nuestros cuerpos e identidades; es dar paso al poder del
deseo, de la imaginación y del juego, necesarios para lograr una sociedad más
justa, libre e igualitaria. Las etiquetas impuestas desde arriba no son sino
expresiones del miedo de la sociedad a lo diferente y al caos; por eso frente a
la rigidez de la definición proponemos la flexibilidad de lo ambiguo, la
aventura de la incertidumbre, y la necesidad del cambio.
El camino es la búsqueda: el ser humano es un ser que busca
la aventura y la novedad, que le encanta hacer frente a los desafíos, que lucha
por mejorar sus condiciones de vida, que necesita escapar de la prisión del
presente a base de multiplicar realidades en una suma enriquecedora y no
excluyente.
Dejémonos, pues, llevar por nuestra naturaleza deseante y
nuestro insaciable afán de aventuras y retos para probar nuevas formas de ser,
de quererse, de estar en acción. Yendo un poco más allá de las normas,
rompiendo verdades dadas por supuesto, explorando nuevos caminos,
deshaciéndonos de las etiquetas…
Coral Herrera Gómez
Artículo publicado en Pikara Magazin el 11 de Abril de 2011: http://www.pikaramagazine.com/?p=2775
Para leerlo en francés: "El futur est queer",
trad. Babeth Genais.
trad. Babeth Genais.
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Coral Herrera Gómez
24 de agosto de 2011
Amores Sin Sexo
“En las contradicciones de la sociedad individualizada, la relación con el otro género se convierte muchas veces en motivo de dolores y heridas. Para cuidar la economía del presupuesto psíquico los hombres y las mujeres empiezan a desarrollar estrategias para disminuir el riesgo, o sea, formas de comportamiento que incorporan intentos de autoprotección. Señales evidentes de ello se observan en gente que tiene miedo a comprometerse, y sostienen una desconfianza frente a cualquier forma de vincularse,
pues quien de entrada no quiere
concebir grandes esperanzas no sufrirá grandes decepciones”
(Elisabeth y Ulrick Beck)
Las relaciones amorosas sin sexo son estrategias para sobrevivir
en un mundo individualista en el que todo el mundo se organiza de dos en dos. La
pareja heterosexual tradicional es el modelo que la mayor parte de la gente
sigue, de modo que los y las que no tienen pareja acuden a los eventos sociales y su soledad se
hace más evidente, sea o no elegida. En
los actos sociales, bodas, entregas de premios, cenas de navidad, comidas
familiares etc. la soltería se nota porque los espacios y la estructura del
evento están hechos para las parejas heterosexuales: todos se sientan junto a
la pareja, y lo que se hace es tratar de juntar a los solteros a ver si
abandonan su cruel condición.
En este mundo de dos a dos, sin embargo, es cada vez más común que
establezcamos alianzas de cariño y ayuda mutua para hacer frente a la soledad
con personas con las que no establecemos vínculos eróticos, sino
afectivos. Gente a la que
queremos, con la que nos gusta compartir nuestro tiempo, con la que tenemos una
relación sincera y profunda. Puede ser un ex novio, una cibernovia, un amigo
homosexual, una compañera de trabajo, un futuro amante, un grupo de gente de tu
infancia.
Publicado por
Coral Herrera Gómez
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