“No hay pueblo ni civilización que no posea poemas, canciones, leyendas o cuentos en los que la anécdota o el argumento –el mito, en el sentido original de la palabra- no sea el encuentro de dos personas, su atracción mutua y los trabajos y penalidades que deben afrontar para unirse”. Octavio Paz. (1993)
“Ninguna civilización conocida, en los siete mil años que llevan sucediéndose, ha dado al “amor” llamado romance esa publicidad cotidiana: en las pantallas, en los carteles, en los textos y los anuncios de las revistas, en las canciones y en las imágenes, en la moral corriente y en lo que ésta deifica. Ninguna ha intentado tampoco con esa ingenua seguridad la peligrosa empresa de hacer coincidir el matrimonio y el “amor” así comprendido, y de basar el primero en el segundo”. Denis de Rougemont (1939).
El amor en la posmodernidad
es una utopía colectiva que se expresa en y sobre los cuerpos y los
sentimientos de las personas, y que, lejos de ser un instrumento de liberación
colectiva, sirve comoanestesiante
social. El amor hoy es un producto cultural que calma la sed de emociones y
entretiene a las audiencias. Alrededor del amor ha surgido toda una industria y
un estilo de vida que fomenta lo que H.D. Lawrence llamó “egoísmo a dúo”, una
forma de relación basada en la dependencia, la búsqueda de seguridad, necesidad
del otro, la renuncia a la interdependencia personal, la ausencia de libertad,
celos, rutina, adscripción irreflexiva a las convenciones sociales, el
enclaustramiento mutuo… Este enclaustramiento propicia el conformismo, el
viraje ideológico a posiciones más conservadoras, la despolitización y el
vaciamiento del espacio social, con notables consecuencias para las democracias
occidentales y para la vida de las personas. Las redes de cooperación y ayuda
entre los grupos se han debilitado o han desaparecido como consecuencia del
individualismo y ha aumentado el número de hogares monoparentales. La gente
dispone de poco tiempo de ocio para crear redes sociales en la calle, y el
anonimato es elmodus vivendide la ciudad: un caldo de cultivo,
pues, ideal para las uniones de dos en dos (a ser posible monogámicas y
heterosexuales).
Las relaciones humanas están, en
general, jerarquizadas y mediatizadas por el poder. En un mundo injusto y
desigual como el nuestro, las personas se relacionan de un modo jerárquico e
interesado (a excepción de los círculos íntimos de parentesco y amistad, en la
que sí existe la ayuda mutua y la cooperación). En la era capitalista, los
humanos somos también mercancía, objetos de consumo y de ostentación, medios
para ascender en la escala social. De este modo, nos atrevemos a afirmar que
los modelos de relación erótica y amorosa de la cultura de masas son
superficiales, rápidos e intensos, como la vida en las grandes urbes. Es cada
vez más común elenamoramiento
fugaz, y las personas más que lograr la fusión lo que hacen es “chocar”
entre sí.
Creemos, coincidiendo con Erich
Fromm, que a pesar de que el anhelo de enamorarse es muy común, en realidad el
amor es un fenómeno relativamente poco frecuente en nuestras sociedades
actuales: “La gente capaz de amar, en el sistema actual, constituye por
fuerza la excepción; el amor es inevitablemente un fenómeno marginal en la
sociedad actual”. Y lo es porque el amor requiere grandes dosis de apertura
de uno mismo, de entrega, generosidad, sinceridad, comunicación, honestidad,
capacidad de altruismo, que chocan con la realidad de las relaciones entre los
hombres y las mujeres posmodernas.
Por eso creo que el amor, más que una
realidad, es unautopía
emocional de un mundo hambriento
de emociones fuertes e intensas. En la posmodernidad existe un deseo de
permanecer entretenido continuamente; probablemente la vida tediosa y
mecanizada exacerba estas necesidades evasivas y escapistas. Estautopía emocionalindividualizada surge además en lo que
Lasch denominala era del
narcisismo; en ella las relaciones se basan en el egoísmo y el egocentrismo
del individuo. Las relaciones superficiales que establecen a menudo las
personas se basa en una idealización del otro que luego se diluye como un
espejismo. En realidad, las personas a menudo no aman a la otra persona porcomo es,en toda su complejidad, con sus
defectos y virtudes, sino más bien porcómo
querría que fuese. El amor es así un fenómeno de idealización de la otra
persona que conlleva una frustración; cuanto mayores son las expectativas, más
grande es el desencanto.
El amor romántico se adapta al
individualismo porque no incluye a terceros, ni a grupos, se contempla siempre
en uniones de dos personas que se bastan y se sobran para hacerse felices el
uno al otro. Esto es bueno para que la democracia y el capitalismo se
perpetúen, porque de algún modo se evitan movimientos sociales amorosos de
carácter masivo que podrían desestabilizar elstatu
quo. Por esto en los medios de comunicación de masas, en la
publicidad, en la ficción y en la información nunca se habla de un “nosotros”
colectivo, sino de un “tú y yo para siempre”. El amor se canaliza hacia la individualidad
porque, como bien sabe el poder, es una fuerza energética muy poderosa. Jesús y
Gandhi expandieron la idea del amor como modo de relacionarse con la
naturaleza, con las personas y las cosas, y tuvieron que sufrir las
consecuencias de la represión que el poder ejerció sobre ellos.
El amor constituye una
realidad utópica porque choca con la realidad del día a día, normalmente monótona
y rutinaria para la mayor parte de la Humanidad. Las industrias culturales
actuales ofrecen una cantidad inmensa de realidades paralelas en forma de
narraciones a un público hambriento de emociones que demanda intensidad,
sueños, distracción y entretenimiento. Las idealizaciones amorosas, en forma de
novela, obra de teatro,soap
opera,realityshow, concurso, canciones, etc.
son un modo de evasión y una vía para trascender la realidad porque se sitúa
como por encima de ella, o más bien porque actúa de trasfondo, distorsionando,
enriqueciendo, transformando la realidad cotidiana.
Necesitamos enamorarnos del
mismo modo que necesitamos rezar, leer, bailar, navegar, ver una película o
jugar durante horas: porque necesitamos trascender nuestro “aquí y ahora”, y
este proceso en ocasiones es adictivo.Fusionarnuestra realidad con la realidad
de otra persona es un procesofascinanteo, en términos narrativos,maravilloso, porque se unen dos
biografías que hasta entonces habían vivido separadas, y se desea que esa unión
sitúe a los enamorados en una realidad idealizada, situada más allá de la
realidad propiamente dicha, y alejada de la contingencia. Por eso el amor es
para los enamorados como una isla o una burbuja, un refugio o un lugar exótico,
una droga, una fiesta, una película o un paraíso: siempre se narran las
historias amorosas como situadas en lugares excepcionales, en contextos
especiales, como suspendidas en el espacio y el tiempo. El amor en este sentido se vive como algo extraordinario, un suceso excepcional que cambiamágicamentela relación de las personas con su
entorno y consigo mismas.
Sin embargo, este choque entre el
amor ideal y la realidad pura se vive, a menudo, como una tragedia. Las
expectativas y la idealización de una persona o del sentimiento amoroso son
fuente de un sufrimiento excepcional para el ser humano, porque la realidad
frente a la mitificación genera frustración y dolor. Y, como admite Freud
(1970), “jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos;
jamás somos tan desamparadamente infelices como cuando hemos perdido el objeto
amado o su amor”.
Quizás la característica más
importante de estautopía
emocionalreside en que
atenúa la angustia existencial, porque en la posmodernidad la libertad da
miedo, el sentido se ha derrumbado, las verdades se fragmentan, y todo se
relativiza. Mientras decaen los grandes sistemas religiosos y los bloques
ideológicos como el anarquismo y el comunismo, el amor, en cambio, se ha
erigido en unasolución totalal problema de la existencia, el vacío
y la falta de sentido.
Otro rasgo del amor romántico en la
actualidad es que en él confluyen las dos grandes contradicciones de los
urbanitas posmodernos: queremos ser libres y autónomos, pero precisamos del
cariño, el afecto y la ayuda de los demás. El ser humano necesita relacionarse
sexual y afectivamente con sus semejantes, pero también anhela la libertad, así
que la contradicción es continua, y responde a lo que he denominadola insatisfacción permanente,un estado de inconformismo
continuo por el que no valoramos lo que tenemos, y deseamos siempre lo que no
tenemos, de manera que nunca estamos satisfechos. A los seres humanos nos
cuesta hacernos a la idea de que no se puede tener todo a la vez, pero lo
queremos todo yya:
seguridad y emoción, estabilidad y drama, euforia y rutina.
La insatisfacciónpermanentees un proceso que
nos hace vivir la vida en el futuro, y no nos permite disfrutar del presente;
en él se aúna esa contradicción entre idealización y desencanto que se da en el
amor posmoderno, porque la nota común es desear a la amada o el amado
inaccesible, y no poder corresponder a los que nos aman. La clave está en el
deseo, que muere con su realización y se mantiene vivo con la imposibilidad.
Si la primera contradicción amorosa
posmoderna reside fundamentalmente en el deseo de libertad y de exclusividad, la segunda reside en la
ansiada igualdad entre mujeres y hombres. Por un lado, la revolución feminista
de los 70 logró importantes avances en el ámbito político, económico y social;
por otro, podemos afirmar que el patriarcado aún goza de buena salud en su
dimensión simbólica y emocional.
En algunos países las leyes han
logrado llevar las reivindicaciones de los feminismos a la realidad social,
pese a que la crisis económica nos aleja aún más de la paridad y la igualdad de
mujeres y hombres en el seno de las democracias occidentales.
Además de esta ansiada igualdad
legal, política y económica, tenemos que empezar a trabajar también el mundo de
las emociones y los sentimientos. El patriarcado se arraiga aún con fuerza en
nuestra cultura, porque los cuentos que nos cuentan son los de siempre, con
ligeras variaciones. Las representaciones simbólicas siguen impregnadas de
estereotipos que no liberan a las personas, sino que las constriñen; los
modelos que nos ofrecen siguen siendo desiguales, diferentes y complementarios,
y nos seguimos tragando el mito de la media naranja y el de la eternidad del
amor romántico, que se ha convertido en una utopía emocional colectiva impregnada
de mitos patriarcales.
Algunos de ellos siguen presentes en
nuestras estructuras emocionales, configuran nuestras metas y anhelos, seguimos
idealizando y decepcionándonos, y mientras los relatos siguen reproduciendo el mito
dela princesa en su castillo(la mujer buena, la madre, la santa,)
y el mito delpríncipe azul(valiente a la vez que romántico,
poderoso a la par que tierno). Muchos hombres han sufrido por no poder amar a
mujeres poderosas; sencillamente porque no encajan en el mito de la princesa
sumisa y porque esto conlleva un miedo profundo a ser traicionados, absorbidos,
dominados o abandonados.Los mitos femeninos han sido dañinos para los hombres porque al dividir a las mujeres en dos grupos (las buenas y las malas), perpetúan la deigualdad y el miedo que los hombres sienten hacia las mujeres. Este miedo aumenta su necesidad de dominarlas; el imaginario colectivo está repleto de mujeres pecadoras y desobedientes (Eva, Lilith, Pandora), mujeres poderosas y temibles (Carmen, Salomé, Lulú), perversas o demoníacas (las harpías, las amazonas, las gorgonas, las parcas, las moiras).
Paralelamente, multitud de mujeres
han besadosaposcon la esperanza de hallar al hombre
perfecto: sano, joven, sexualmente potente, tierno, guapo, inteligente,
sensible, viril, culto, y rico en recursos de todo tipo. El príncipe azul es un
mito que ha aumentado la sujeción de la mujer al varón, al poner en otra
persona las manos de su destino vital. Este héroe ha distorsionado la imagen
masculina, engrandeciéndola, y creando innumerables frustraciones en las
mujeres. El príncipe azul, cuando aparece, conlleva otro mito pernicioso: elamor verdaderojunto al hombre ideal que las haga
felices.
Pese a estos sueños de armonía y felicidad eterna, las luchas de poder entre hombres y mujeres siguen siendo el principal escollo a la hora de
relacionarse libre e igualitariamente en nuestras sociedades posmodernas; por ello es necesario seguir luchando por la igualdad, derribar estereotipos, destrozar los modelos tradicionales, subvertir los roles, inventarnos otros cuentos y aprender a querernos más allá de las etiquetas.
CONCLUSIONES
Los humanos somos animales soñantes que perseguimos utopías; y coincido con Lluís Duch en la idea que la disposición utópica del ser humano “puede ser considerada, junto a su disposición crítica, como una “estructura de búsqueda”.Así, toda construcción utópica puede ser, por un lado, un poderoso instrumento de control social al servicio del poder, pero también un dispositivo liberador si lo pensamos como una planificación del futuro y una crítica a las realizaciones culturales, sociales, religiosas y políticas del presente: “Siempre, las ilusiones han formado parte de los asuntos humanos. Cuando la imaginación no encuentra satisfacción en la realidad, busca refugio en lugares y épocas construidos por el deseo”.
Analizando la dimensión social y política del amor romántico, Francesco Alberoni (1979), afirmó que el enamoramiento es la forma más simple de movimiento colectivo, y lo comparó con los grandes procesos revolucionarios de carácter religioso, social, sindical, o político. El amor de pareja es una aventura que sitúa a las personas en un estado de euforia similar en intensidad a los estados de euforia colectivos; de hecho afirma que entre los grandes movimientos colectivos de la Historia y el enamoramiento hay un parentesco estrecho. Para Alberoni, el enamoramiento es la subversión del orden, el trastrocamiento de las instituciones sociales y económicas. Pone de ejemplo la sociedad feudal, en la que subsistía la estructura de las relaciones de parentesco cuando nace la burguesía y la intelectualidad. El enamoramiento surge en este contexto histórico y social como una chispa entre dos individuos que pertenecen a dos sistemas separados e incomunicables. Se buscan y se unen transgrediendo las reglas endogámicas del sistema de parentesco o de clase, como Abelardo y Eloísa, o Romeo y Julieta.
Creo que si el amor alcanzase una dimensión colectiva, las personas aprenderían a relacionarse con empatía y altruismo y podrían eliminarse las desigualdades sociales y las jerarquías, de modo que el sistema podría transformarse de un modo radical. Esta idea fue planteada en la década de los 70 por Shulamith Firestone, que acuñó el término de pansexualidad perversa polimorfa para describir un tipo de relaciones eróticas y afectivas liberadas de la represión que no estarían configuradas de una manera genital ni evitarían la represión del niño al afecto materno, de modo que toda nuestra cultura experimentaría un proceso de erotización.
Un amor hacia la totalidad de la existencia nos llevaría sin duda a cuidar el planeta y los seres que lo habitan, y cesaría la explotación de unos pocos sobre la mayoría. Nosotras coincidimos con Marcuse(1955) en la idea de que el fin de la represión instintiva, y la liberación sexual humana no supondrían el final de la civilización ni el advenimiento del caos. Para Marcuse la liberación de la represión humana sería tal que permitiría la gratificación, sin dolor, de las necesidades, y la dominación ya no impediría sistemáticamente tal gratificación. La liberación de Eros podría crear nuevas y durables relaciones de trabajo; el mundo no se acabaría y los seres humanos no nos destruiríamos los unos a los otros.
Es entonces cuando verdaderamente podríamos coincidir con algunos autores (Alberoni, De Rougemont, Giddens, Morín) en que el amor es un acto transgresor, un elemento subversivo que amenaza la ley del pater y el sistema patriarcal en su conjunto. Esto es visible en los escándalos amorosos que ponen en peligro las estructuras básicas sociales, como sucede con el incesto, el amor homosexual, el amor interclasista e interracial, las uniones estables de tríos, los amores entre deficientes mentales, entre ancianos, los amores adúlteros o el sexo en grupo. Son todas formas de relación que muestran otro tipo de ideologías amorosas (marginadas, pero existentes) frente a la aparente omnipotencia de la ideología hegemónica patriarcal.
Si bien a un nivel legislativo e incluso político el patriarcado está en decadencia, en el ámbito emocional y narrativo sigue gozando de buena salud. El fin del patriarcado a nivel simbólico aún está lejos, y es probable que, aunque finalmente llegue a su fin, sea sustitudo por otro sistema de poder, porque, en definitiva, el poder atraviesa todas las relaciones humanas y todas las organizaciones sociales y políticas. La conclusión, es pues, que la idea de una liberación sexual y amorosa colectiva, sin jerarquías de género ni luchas de poder, no deja de ser otra utopía emocional de la posmodernidad.
La era del consumismo desaforado, la era de la soledad, la era de la (in)comunicación, la posmodernidad está inundada de pacientes con el síndrome de la Insatisfacción Permanente. Para la especie humana el inconformismo y la búsqueda de desafíos nos ha servido como motor para innovar, para desarrollar nuestra tecnología y nuestra ciencia, para explorar otros mundos, para lograr superar límites, como por ejemplo la medicina. Esta insatisfacción es un estímulo permanente para el ser humano, gracias a nuestra curiosidad e imaginación,y es lo que nos permite evolucionar, transformar o mejorar nuestro mundo.
Pero en su lado negativo, la Insatisfacción Permanente nos mantiene angustiados, siempre anhelantes de metas que una vez cumplidas, no nos sirven. Con el paso de los siglos el ritmo de vida ha multiplicado por mil su velocidad y todos lo queremos todo, y ya. Y como es imposible, vivimos permanentemente frustrados pensando en lo que no somos, en lo que no tenemos, en lugares lejanos donde querríamos vivir, en la gente con la que querríamos estar. Este escapismo nos hace imaginarnos en otras situaciones que siempre idealizamos como mejores (si estamos solteras deseamos estar casadas, si somos jefas desearíamos tener menos responsabilidades, si somos pobres desearíamos ser ricas, si viajamos deseamos la estabilidad, si la tenemos nos aburrimos... La gente que se ve presa por el IP nunca disfruta el momento; siempre está pensando en lo que va a hacer dentro de diez minutos o de dos horas, y está siempre colocada en un intervalo de tiempo finito, esclavizada por el reloj, el ansia de control, la planificación de sus horas y sus actividades. Por eso la Instisfacción Permanente es una fuente constante de frustraciones; vivimos en un mundo lleno de gente insatisfecha y de mensajes publicitarios que nos incitan a ser, a tener, a aparentar, que nos presionan hacia el éxito, la ascensión en la escala social. Lo llaman progreso pero no nos satisface nunca. El consumismo es una constante en nuestras vidas que nos distrae, pero nunca nos sacia. La Insatisfacción Permanente consiste no sólo en querer siempre más, sino sobre todo en nunca disfrutar de lo que uno tiene. Lo más normal es encontrarse con gente cuyo sueño es irse a vivir a otra ciudad, dejar a su pareja para encontrar otra mejor, cambiar o mejorar en el trabajo, etc. como si el cambio externo favoreciese el cambio interno. Tenemos, además, una tendencia terrible a ahogarnos en un vaso de agua por mil preocupaciones nimias, que nos afectan mucho y sólo tienen que ver con nuestro nivel de frustración. A muchos adultos les sucede como a los bebés: que no soportan el no, que no entienden que los demás no les den la razón, que no aguantan rechazos ni negativas, que creían que el matrimonio era indisoluble y eterno, los padres inmortales, los amigos incondicionales, y el futuro lleno de riqueza y armonía. Es gente que se endeuda hasta las cejas para adecuar su sueño de realidad con la realidad de la vida cotidiana, pero luego se aburre cuando lo tiene todo, y se frustra porque no tiene más (es lo que les pasa a los ricos cuando se encuentran con hiperricos, por ejemplo).
Sólo valoramos las cosas importantes de la vida (la salud, una vivienda digna, una red de afectos, la nevera llena, la mantita cuando hace frío, el agua en el grifo) cuando nos quedamos sin ellas (cuando nos cortan la luz, cuando enfermamos, cuando tenemos sed, o hambre, cuando nos deja la pareja) Nos parece natural no tener que ir a cazar o a recolectar algo para comer, y nos parece natural abrir la nevera y tenerla llena; es muy común en las sociedades urbanas que mientras se come se está pensando en la cena. También hay gente que mientras hace el amor ya está pensando en el cigarrito de después, porque estamos siempre en el futuro, deseando, proyectando, imaginando, anhelando, luchando, invirtiendo, en lugar de disfrutar el instante en el que estamos. Y no hay nada más gozoso que sentirse viva en determinado momento. Viva, sana, de pie, nada más. Una de las cosas esenciales para mí es la autonomía de una misma, la capacidad de moverte, de pensar, de ganarte la vida, de tener gente querida alrededor, de poder disfrutar de tu tiempo libre.
Yo lucho mucho contra mi IP. Todos los días hago un repaso de las cosas buenas que tengo en la vida, y siempre trato de alejar de mí la tendencia que tenemos los occidentales a la melancolía, la desazón, la angustia existencial, el miedo al vacío, el miedo a la soledad… Me siento inmensamente afortunada en muchos aspectos, sobre todo por la cantidad de amigos y amigas que tengo. Me tortura el paso del tiempo, pero trato de disfrutar al máximo las diferentes etapas de mi vida porque sé que terminan para dar paso a otras nuevas. Me cuesta mucho asumir las pérdidas y me desespero cuando pierdo seres queridos, cuando me alejo de seres queridos, cuando destruyen los símbolos de mi infancia, cuando cambia el rostro del amado, cuando pierdo la inocencia, cuando pierdo ingenuidad… Por eso es necesario el carpediem, porque uno no para de adquirir cosas y de perderlas, y porque el tiempo pasa muy deprisa. Si te descuidas te pasas la vida lamentándote por lo que no tienes, por lo que nunca tendrás, por la infancia, la adolescencia, la juventud perdida.. y se te pasa el tiempo y no has disfrutado ninguna etapa, y has estado siempre mirando hacia atrás, y el futuro ya ha llegado y no te ha dado tiempo a vivir.
Creo que es importante aceptar. No en el sentido de resignarse, sino de asumir con cierta calma interna que las cosas no son como querríamos que fuesen. Podemos cambiar muchas cosas de nuestra vida, eso está claro, porque somos sujetos activos en nuestras trayectorias vitales, somos los protagonistas de nuestra propia biografía, y del momento histórico en el que nos encontramos. Pero no podemos resucitar seres queridos, ni podemos resucitar amores extinguidos, ni podemos hacer que nos toque la lotería, ni podemos ser felices siempre, y a veces nunca. Pero sí podemos luchar por los derechos que no tenemos, si podemos luchar por la mejora de nuestra sociedad, sí podemos cambiar las desigualdades y las injusticias, sí podemos conseguir cosas si nos unimos para lograrlo. Si podemos dejar una huella que perdure por generaciones, si podemos encontrar satisfacción en los logros que obtenemos cuando nos juntamos para cambiar las cosas. Y podemos también atrapar el momento, congelar el paso del tiempo, desconectar los móviles y los relojes, y disfrutarlo intensamente como si cada segundo fuera un siglo. Solo hay que pararse un momento, respirar hondo, tomar conciencia, y hacer de esa fiesta un instante inolvidable para ti, y para los demás. Que la vida es un ratito. Coral Herrera Gómez
Talleres de costura, plancha y cocina en la Feria de los Pueblos (Málaga), abril de 2005
la foto es de A.H.I.G.E
Este texto lo he copiado de la página de A.H.I.G.E (Asociación de Hombres para la Igualdad de Género): "Todo hombre es una revolución interior pendiente".
Llevamos miles de años mirando hacia fuera y se nos olvidó mirar hacia dentro, hacia lo más importante. Nos hemos dado la espalda a nosotros mismos. Nos hemos / nos han reprimido nuestra afectividad y esto nos marca desde el momento que nacemos.
Nuestras dificultades emocionales determinan nuestra manera de mirar al mundo y a nosotros mismos. Y la forma de relacionarnos con otras personas, tanto hombres como mujeres.
Tenemos muchas "asignaturas pendientes", pero quizás, la clave de todo sea:
- Romper con el modelo de la fortaleza masculina. No podemos seguir exigiéndonos a nosotros mismos ser fuertes, siempre y en todo momento. Somos personas y, como tales, en nuestras vidas coexisten momentos de fortaleza y seguridad, con otros de inseguridad, miedos, tristeza, frustración ...
- Aceptarnos a nosotros mismos como seres completos y por tanto, sensibles, afectivos y también vulnerables. Es el primer paso hacia un cambio necesario, que nos abrirá nuevos espacios y nos hará más libres. Más info en: http://www.ahige.org/
Hoy quería escribir acerca de cómo las nuevas tecnologías están modificando nuestras formas de relacionarnos. Contra la tesis que afirma que Internet es un medio que contribuye a aumentar la soledad de los individuos posmodernos, yo pienso que es una poderosísima herramienta de comunicación horizontal. Pese a los esfuerzos de la televisión, Internet es el único medio que integra al consumidor al dispositivo comunicacional. Es el primer medio que proporciona herramientas para expresarse y para el desarrollo de la creatividad sin trabas, y además permite la comunicación de las personas entre sí, cosa que no es posible en otros medios masivos. Es cierto que existe una brecha lingüística (determinada por el uso internacional y masivo del inglés) y una brecha tecnológica entre los seres humanos que pueden acceder a la red y los que no, pero su uso cada vez es más masivo incluso en países subdesarrollados, y supone una vuelta a la creación de la cultura e intercambio de información entre la gente sin mediaciones. Es cierto también que los imperios tecnológicos como Microsoft y fenómenos masivos como los de Google, Yahoo, Facebook o Myspace están copando abusivamente el mercado cibernético. A pesar de ello, la Red es un sitio que permite a miles de personas comunicarse, escribir y exponer sus creaciones artísticas, y tener acceso a un número ilimitado de productos culturales, blogs, páginas web, periódicos, revistas, fanzines, folletos digitales, portales de información, etc.
. Como aspectos positivos del amor en Internet, me gustaría subrayar el hecho de que muchas personas han vivido y están viviendo historias de amor tan reales o más que en la realidad de la vida cotidiana (Berger y Luckmann). Cada vez son más numerosos los matrimonios de gente que se conoció por Internet, los romances a distancia, los adulterios cibernéticos, los reencuentros con antiguos novios y amantes. Internet es la gran alternativa para la gente que huye de los lugares tradicionales de ligoteo, como bares y discotecas, o para los que lo utilizan indistintamente, complementando los ligues reales con los ligues cibernéticos.
Muchas personas tienen, por distintas razones, problemas para ligar: timidez, complejos, inseguridad, horarios de trabajo difíciles, prohibición de salir de casa (para las mujeres musulmanas o los presos cumpliendo condena en su domicilio), aspecto físico no adecuado para los cánones de belleza hegemónicos (obesidad mórbida, malformaciones, enfermedades), personas que viven en entornos aislados, (como es el caso del mundo rural), o simplemente personas casadas que echan canitas al aire cibernéticas. Además, para los habitantes de las grandes ciudades, donde el tiempo es el gran problema, Internet es cada vez más un medio para conocer gente, ligar o echarse unos polvos sin compromiso. En este sentido, por la web se ahorra tiempo porque tenemos un catálogo de hombres y mujeres dispuestos a conocer a alguien y establecer relaciones sin tener que salir a la calle a buscarlas.
Internet es un mundo en el que las barreras físicas, arquitectónicas o ambientales se eliminan; la desconexión puede producirse de inmediato (no tenemos que excusarnos para irnos), y la conexión se da en unas condiciones de total libertad: las personas hablan entre sí si les apetece, si se gustan, si quieren intercambiar información…. Hablar por Internet es más fácil que en el cara a cara (especialmente para los más tímidos), y a menudo facilita la primera cita porque los amantes virtuales ya han podido escribirse, oírse y verse en la pantalla. Los nervios ante la cita "a ciegas" son los mismos, pero al menos ya tendremos bromas con las que romper el hielo.
La gran utopía amorosa de Internet ha sido, para muchos, la idea de que en el amor la belleza interior es lo que cuenta.Anque no seas excesivamente guapa o guapo, pueden enamorarse de ti por lo que uno realmente es por dentro, sin tener en cuenta el factor físico. Es una utopía porque con el desarrollo de los perfiles, podemos ver videos y fotos de la persona sin conocerla de nada, de modo que el aspecto físico o la fotogenia siguen siendo fundamentales. Después de todo, en la Web ocurre lo mismo que en la vida diaria: buscamos gente perfecta del mismo modo que buscarmos el producto que nos satisfaga. Lo queremos todo y ya; la gente se encuentra a un golpe de ratón, a un click. Esto es un fenomeno que va en aumento, porque ya no es cosa de frikis, sino que cada vez más la gente lo usa con naturalidad, para tener encuentros sexuales esporádicos, o para encontrar al amor de su vida (aunque sea una y otra vez).
Gracias, sin duda, a Internet, el amor es hoy en día más globalizado e intercultural, pues une a parejas de todo el mundo. Con Internet no existen las distancias físicas o temporales, de modo que dos enamorados pueden verse diariamente, aunque uno esté en Moscú y otro en un pueblecito de la costa portuguesa. Internet sin duda tiene muchas ventajas, porque permite a la gente trascender su pueblo, su entorno, su localidad, y conocer gente de todas partes sin moverse de casa. Estas mismas relaciones a distancia también mueven a la gente; hay personas que se recorren medio globo por ir a conocer a su amado.Yo conozco parejas maravillosas que nacieron en los chats y que hoy en día comparten felizmente su vida; en realidad, Internet es un modo más de conocerse, tan válido como las agencias de contactos, los viajes organizados, las fiestas privadas y públicas, etc.
Además, Internet permite a las organizaciones y los movimientos sociales ampliar sus redes de apoyo e información; cada vez hay más clubes de frikis, asociaciones vecinales, culturales o políticas, ONG’s, Plataformas, medios de contrainformación, organizaciones de todo tipo que unen a gente por su ideología política, su orientación sexual, su estilo de música preferido, su deporte favorito, su preocupación por el medio ambiente, o sus aficiones personales. Y esto es positivo porque revitaliza los movimientos sociales, visibiliza nuevas formas de organizarse, permite el intercambio de información, ... dando una oportunidad de aportar cosas y relacionarse a la gente con problemas de movilidad o con escasas habilidades sociales. También disminuye la soledad del raro del pueblo o las dificultades de relación de los ex-presos; Internet, en este sentido, es un medio enormemente democrático e integrador, porque las personas con discapacidades o los ancianos pueden moverse con soltura por la World Web Wide.
También es positiva la visibilidad que adquieren grupos de sexualidad heterodoxa. Estos grupos poseen ideologías alternativas en torno a las relaciones sexuales y afectivas, e Internet es un lugar donde poder encontrar gente que comparte estas prácticas sexuales no hegemónicas con mucha discreción. A través de la Red, homosexuales que no han salido del armario, individuos que quieren practicar intercambio de parejas (swingers), tríos, cuartetos y orgías, sadomasoquistas, etc. pueden entrar en contacto; a menudo se hacen quedadas masivas a festivales de fin de semana que reúnen a cientos o miles de personas afines a determinadas prácticas. En los medios de comunicación masivos estos grupos no existen o son presentados como gente excéntrica; por ello Internet es el medio a través del cual adquieren visibilidad y pueden organizarse.
El aspecto negativo es, por supuesto, la mediación. Internet es un espacio a la vez liberador (para las personas que eligen voluntariamente otras prácticas sexuales alejadas de la monogamia y la heterosexualidad) y opresivo (para las prácticas comerciales que explotan a personas que son víctimas de la explotación sexual o el abuso, como es el caso de la pederastia y la esclavitud infantil). Nos parece importante distinguir este punto porque las únicas noticias que salen de Internet están relacionadas con la pederastia y el tráfico de esclavos sexuales, pero nunca presentan el lado positivo de Internet: su capacidad para conectar a las personas y la posibilidad de interacción y comunicación que ofrece, por ejemplo, a las parejas que tienen que vivir separadas por océanos por motivos de trabajo. En este sentido, Internet rompe las barreras del tiempo y del espacio y nos acerca al sueño humano de la teletransportación. Estoy segura de que en unas décadas podremos enviar hologramas, imágenes nuestras tridimensionales con movimiento, a la otra punta de la Tierra en tiempo real.
Las relaciones amorosas de Internet se ven influenciadas en gran medida por páginas como meetic, planazo, badoo, match, etc. que ofrecen la posibilidad de conocer gente e iniciar amistades o romances. Estas páginas facilitan un espacio a cada persona para colgar su perfil y tener fotos, videos, correo y sistema para chatear. Esto implica que la forma de conocerse está predeterminada por los parámetros que ofrece la página para registrarse y relacionarse. Algunas son de pago y otras gratuitas, pero en todas parece que vamos a comprar on line el mejor producto. El producto que se adecue a nuestras necesidades.
Si somos españoles de clase media con profesión liberal buscamos un perfil similar al nuestro creyendo que así será más fácil ser compatible con la otra persona. Los miembros de estas páginas de citas varían en sus apetencias: unos buscan gente con la que pasar ratos agradables, y otros buscan a su princesa ideal, el problema es que el amor es caprichoso, variable, impredecible. Es fácil decir: “me voy a enamorar de esta mujer que es parecida a mí y tiene mis mismos intereses”, pero no es fácil que suceda. A menudo las personas nos enamoramos de gente diferente a nosotros (diferente profesión, clase socioeconómica, religión, raza, etnia, idioma o cultura), o buscamos que tengan lo que nosotros no tenemos; por eso buscar al príncipe azul en Internet a menudo genera más frustración que buscarlo en la Realidad.
En la interacción cara a cara conocemos gente y se activan muchos mecanismos (el olor que emitimos, los gestos que percibimos, la forma de caminar o de estar sentado, la sinceridad de la mirada, etc.) que en Internet no se dan. Por eso el amor en estas páginas de Internet no es fácil, y a menudo se parece a una búsqueda consumista de un producto ideal. Sin embargo, nuestro veredicto es positivo: Internet mejora las relaciones humanas porque permite comunicarse con gente lejana al instante, porque permite hacerlo a través de distintos medios: escribir un mail, chatear, postear en un blog, enviar videos y fotos, grabar una canción o una declaración de intenciones… y porque normalmente las relaciones atraviesan la pantalla y la gente queda para conocerse cara a cara e intercambiar feromonas olfativas. A veces se dan flechazos brutales, otras veces el encuentro no va más allá de una amigable charla, y en otras acaba siendo una cita divertida en la que intercambiar placeres sin compromisos posteriores.
Otras voces más críticas se escandalizan porque se considera que Internet promueve la infidelidad. Cada vez son más los hombres que están chateando por el celular mientras sus compañeras cocinan, y cada vez más mujeres que tienen al marido viendo la televisión y chatean con su amante desde el portátil. Intercambian comentarios, y cada uno está en otra parte del mundo intercambiando mensajes picantes, tiernos, banales o profundos. El deseo de volar hacia otros brazos creo que es el mismo de siempre; es la tecnología la que ha avanzado. Antes se hacía más clandestinamente, ahora puedes ser descubierto si tu pareja entra en tu correo, en tu celular o tus perfiles en las redes sociales. Así que no podemos echar la culpa a Internet; son millones las parejas aburridas de sí mismas que sondean en el ciberespacio en busca de un poco de emociones fuertes. Las voces más críticas consideran aberrante que la gente pase delante de la pantalla un tiempo precioso que podría emplearse en estar con gente en la realidad. Los últimos estudios recalcan lo importante que es para nosotros poder hablar con alguien cara a cara, dar y recibir abrazos y besos, sentir calor humano, bromear y reírnos… y sobre todo, poder quitarnos las máscaras y las pantallas y tener gente con la que poder compartir nuestras intimidades sin necesidad de defendernos o medir nuestras palabras.
Así, el uso de Internet como pantalla para no enfrentarse al mundo sí que puede llegar a ser patológico, sobre todo porque esa pantalla nos permite mostrarnos como queremos que nos vean, no como somos. Eso se ve en la vida real (casi siempre mostramos nuestro mejor lado) y en Facebook, donde todo el mundo va de buen rollito y siempre se cuentan buenas noticias y grandes hazañas, o pequeños problemas cotidianos. Pero nunca contamos miserias personales que ensucien nuestro perfil (he traicionado a mi amiga, me he aprovechado de mi primo, he mentido a mi compañero de trabajo, he sido infiel a mi marido, he robado en una biblioteca, he leído el correo de mi esposa, he hablado mal de mi vecino a los otros vecinos...).
Radio Tarifa es uno de mis grupos favoritos desde los años de la Universidad; los conocí gracias a Virtu, a Gema, a Ana, a Ruth, a Mayte, a Fidel... que lo ponían a todas horas. Es un grupo de madrileños que se reunieron en los 80 para hacer música tradicional investigando con instrumentos de entonces y fusionandolos entre sí, sin miedos. Este proceso de investigación se refleja en la mezcla de estilos musicales ibéricos (flamenco, música árabe andalusí, música medieval, música castellana), desarrollados y enriquecidos a base de un continuo diálogo entre instrumentos de percusión, sección de viento, cuerdas y voz solista.
En su página web se declaran "alejados de todo purismo en la elección de los timbres y el tratamiento de las melodías, mezclan arreglos de melodías tradicionales y composiciones propias, utilizando instrumentos que ya tocaban los Egipcios faraónicos (ney : flauta de caña), y los Griegos y Romanos clásicos (instrumentos mediterráneos como los oboes de madera o los armonios), mezclados con instrumentos modernos como el saxo, el bajo y la guitarra eléctrica".
"RUMBA ARGELINA" se publicó en 1993 y obtuvo muy buena crítica a nivel internacional. Era un trabajo ecléctico donde cabían música arabe oriental, un tema medieval alemán, temas andalusies y sefardies, una canción de Sanábria, algunos temas compuestos por Faín, con letras de Benjamin, y varias incursiones en el flamenco y el folklore andaluz (Rumba Argelina, Tangos del Agujero, La Mosca, Bulerías Turcas, Oye China). La propuesta se complementaba con la participación de una quincena de músicos invitados entre los cuales destacaba la voz de Javier Ruibal, la guitarra de Gerardo Nuñez, los instrumentos de viento de Javier Paxariño y la participación de Wafir Sh. Gibril, Ramiro Amusategui y Eduardo Laguill.
"TEMPORAL" fue editado a finales de 1996. En 1994 se había formado el grupo en directo, con 8 músicos y un bailaor que han llevado la música de Radio Tarifa a numerosas ciudades españolas y diversos países extranjeros. Después vinieron Cruzando el Río (2000) y Fiebre (2003), y hace poco se separaron. Espero que alguna vez se junten de nuevo porque es uno de los grupos con los que me he sentido transportada a otra época, a otra dimensión. La fusión de la música sefardí y la castellana te pone por lo menos en el siglo XIV; Granada.
Una de las experiencias más surrealistas que he tenido fue en una fiesta de ochenteros con mis abuelos. Los más jóvenes tenían 70 años; imaginadme yo con veinte añitos y cantando con gente que había nacido en los primeros años del siglo XX. Disfruté mogollón porque cantaron casi todo el repertorio de Radio Tarifa; muchas son canciones de la infancia de esa generación, como la Tarara. Así que me encantó darme cuenta de que la música y las canciones son nuestro verdadero patrimonio cultural, lo que conecta a las generaciones.
Oye China
(Trad. flamenco - Escoriza)
oye china los lamentos de este amante desgraciao que la fortuna le ha dao pesares y sentimiento, la alegría y el contento se apartan de mi persona, que las cuentas las ajusten por favor
tu me estás matando yo no puedo más yo mo voy contigo donde tu me quieras llevar
señora aqui esta el cochero que viene muy disgustao que dice que la mandao a echar una carta al correo y le ha parecido feo que le llamen sin galón que las cuentas las ajusten por favor
tu me estás matando yo no puedo más yo mo voy contigo donde tu me quieras llevar
Muchas de sus canciones me sacan de dentro la alegría de vivir en forma de baile.
Rumba Argelina
(Trad. flamenco)
si quieres que te toque la lotería casaté con el lotero siquiera un día que como se la lleva el río que como se la lleva el agua la cañita y el corcho con que pescaba corcho con corcho, caña con caña tú eres la reina de mis entrañas
un vez que te quise fue por el pelo y ahora que estas pelona ya no te quiero que como se la lleva el río que como se la lleva el agua la cañita y el corcho con que pescaba corcho con corcho, caña con caña tu eres la reina de mis entrañas
gitana si me quisieras gitana si me quisieras te compraría en Granada la mejor cueva que hubiera
niña cuando yo voy a mi casa le digo a mi madre, madre que me ponga ponga ponga la ropita aqui en la calle a tí lo que te gusta mora palitos de ron
El mandil de Carolina
El Mandil de Carolina (trad. Castilla y Galicia )
el mandil de Carolina tiene un lagarto pintado cuando Carolina baila el lagarto menea el rabo bailaches Carolina baile si señor dime con quien bailaches baile con miño amor
el zapato pide media la media pide zapato una muchachita guapa también pide un chaval guapo bailaches Carolina baile si señor dime con quien bailaches baile con miño amor
el jilguero cando canta mete rabo entre jilgueira yo también lo metería en una chica soltera bailaches Carolina baile si señor dime con quien bailaches baile con miño amor
el señor cura no baila porque tiene una corona baile señor cura baile que Dios todo lo perdona bailaches Carolina baile si señor dime con quien bailaches baile con miño amor
La Tarara
La Tarara (Trad. andaluz)
Tiene mi Tarara un vestío verde lleno de volantes y de cascabeles ay Tarara si, ay Tarara no, ay Tarara niña de mi corazón
ay Tarara loca mueve la cintura para los muchachos de la aceituna ay Tarara si, ay Tarara no, ay Tarara niña de mi corazón
baja mi Tarara por la cuesta abajo con una peineta de color rosao ay Tarara si, ay Tarara no, ay Tarara niña de mi corazón
Luce mi Tarara un mantón de seda entre la retama y la hierbabuena ay Tarara si, ay Tarara no, ay Tarara niña de mi corazón
Lo increíble de Radio Tarifa es que en sus canciones lo importante no es la letra ni la voz del cantante, Benajmín Escoriza, que me pareció un tío dandy, arreglao, salao y con presencia en el escenario; no me imaginaba así para nada. Lo vi subida a unos columpios en la Casa de Campo, con Nati, porque no teníamos pasta para entrar al WOMAD. Pero como más me gusta entrar en ellos es a oscuras, a solas, dejandome llevar por los oboes, los acordeones, las flautas, los yenbés... o conduciendo al atardecer. Es una música con la que es fácil desconectar del mundo, y conectar con tu yo más profundo. A veces tienen canciones que son como letanías o mantras con los que es fácil caer en trance:
Nu Al Rest
NU ALREST ( Walter von der Vogelweide)
Nu alerst lebe ich mir verde Sit min sündie ouge siht Mirst geschehn des ich jebat Ich bin komen an die stat, Da got mennisch lichen trat.
Hie das laut und ouch die erde Den man vil der eren giht. Mirst geschehn des ich jebat Ich bin komen an die stat, Da got mennisch lichen trat
Canción Sefardí (Benjamín Escoriza)
sentaillo en una piedra delante pasa su vida y arrugaítas las manos ay, ay, ay
ya está oscureciendo el día destellos de luz brillantes y rubies nube blanca en su cabeza ay, ay, ay
despacito se levanta volviendo su cabeza para atrás ojos tristes y apagados ay, ay, ay
caminando entre la hierba sombrero para atrás ya está oscureciendo el día ay, ay, ay
La Canal (Benjamín Escoriza)
de la Sierra del Cerro
riachuelo bajaba de agua
le llaman "la canal"
estaba lavando trapos en invierno secaba sus manos coloradas
canastita de mimbre en la cadera la lleva cantando va
camino de piedra y barro caminaba sin mirar atrás
canastita de mimbre en la cadera la lleva cantando va