15 de enero de 2018

Propuesta para recuperar el placer de conversar

¿Y si probamos a eliminar el tono de desprecio cuando opinamos en los hilos para hablar con la gente que no piensa como nosotras? Se me ocurre de pronto que si utilizásemos un tono más tranquilo a la hora de opinar y de aportar en una buena conversa, seguro que la conversa no se convertiría en una guerra. También habría que abstenerse de insultar, de hacer suposiciones y acusaciones si no conoces bien a la persona, de ofenderse por todo, de descalificar automáticamente a las que opinan lo contrario a nosotras, de explicarle a la otra persona cosas en tono de superioridad y condescendencia. No es fácil, pero hay que intentar no meternos personalmente con alguien y no desviar el foco de la conversación hacia la pelea.

Y por último, podríamos también intentar no etiquetar ni situar a la gente en el bando de las enemigas o las amigas, creo que también ayudaría mucho a que recuperáramos el placer de conversar, de aprender juntas, de construir conocimiento colectivo en las redes sociales. Tenemos unas herramientas muy potentes para debatir, para organizarnos, para denunciar, para visibilizar, para llegar a acuerdos, aprovechemosla. 

Cuidemos las formas a la hora de hablarnos y de pensar colectivamente sobre un tema para no herir ni tratar mal a las compañeras. Yo creo que es importante poner en práctica nuestro feminismo, que es un movimiento y una teoría que lucha por garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. De violencia también en las redes. 

Pensemos entre todas, ¿cómo podríamos hablar sobre temas delicados (prostitución, maternidad y lactancia, compraventa de bebés, etc) desde el respeto, y el cuidado mutuo?, ¿cómo podríamos hacer para convertir el enojo en argumentos, para evitar malentendidos y malos rollos, para comunicarnos de la forma más amorosa posible?, ¿cómo debatir sin ira, sin rencor, sin agresividad, y sobre todo, sin ese tono de desprecio que se nos pone automáticamente cuando convertimos la conversación en una guerra? 

Pensemos, amigas, que este facebook ultimamente está cargado de tensiones, peleas y malos rollos, y cada vez la gente se aísla más en sus grupos de afinidad, vamos a ver cómo podemos hacer para construir una comunicación más placentera para que podamos disfrutar todas.

Coral Herrera Gómez

14 de enero de 2018

Hombres maltratados




Si cientos o miles de hombres empezasen a hablar del acoso sexual, el maltrato y las violaciones que sufren de otros hombres, ¿pondrían los demás hombres en duda sus testimonios?, ¿les acusarían de ser vengativos, mentirosos, de querer destrozar el prestigio de sus violadores?, ¿les tacharían de puritanos, de exagerados, o sentirían empatía hacia ellos? 

Pienso por ejemplo en los niños que han sufrido abusos sexuales y violaciones en su infancia a manos de sus padres, abuelos, padrastros, tíos o amigos cercanos a su familia. A la mayor parte de los niños no se les cree, o no se les protege aunque se les crea. Para no generar escándalo social les obligan a seguir soportando los abusos, o a permanecer callados toda su vida. Unos se suicidan, otros viven con el trauma en silencio para toda la vida, y otros denuncian en el ámbito familiar o públicamente a sus agresores, que nunca irán a la cárcel porque sus delitos prescriben cuando esos niños alcanzan la edad adulta. 

Hay muchos hombres heterosexuales que sufren la violencia machista de otros hombres porque son raros, porque no son como los demás, o porque su aspecto es afeminado. Desde pequeños están sometidos a constantes pruebas por parte del grupo para demostrar su virilidad, y quienes no dan la talla sufren el desprecio, las burlas y las humillaciones de sus compañeros. El acoso a los niños diferentes, extranjeros, o niños disidentes del patriarcado es constante: en los colegios, en los parques, en todos sitios hay matones que ejercen la violencia patriarcal junto a su grupo de seguidores. Es curioso que en lugar de llamarlo machismo, lo llamemos "bullying", cuando en realidad toda la violencia que reciben los hombres es patriarcal. Pienso en todos los hombres con discapacidades, con malformaciones, con enfermedades mentales y emocionales que tienen que enfrentarse a diario con un mundo hecho por y para los machos alfa. 

También pienso en los hombres gays y bisexuales, y en cómo les jode la vida el patriarcado. No sólo sufren la opresión patriarcal desde que salen de su casa hasta que vuelven, día a día, en todos los sitios, sino que además, también sus relaciones afectivas y de pareja están impregnadas de machismo. Pienso en la vergüenza y el dolor que sienten al denunciar a su pareja por malos tratos, del trato que sufren en comisarías y juzgados, del miedo a no ser creídos cuando cuentan su historia. 

Si pudiésemos escuchar a los hombres hablar de la violencia machista que sufren con sus parejas masculinas, de sus relaciones de dominación y sumisión, de la manera en que reproducen el régimen heterosexual en sus parejas gays, y cómo se sienten cuando son maltratados emocional, física y psicológicamente, podríamos entender mejor cómo funciona el patriarcado, y cómo nos afecta a todas y a todos. 

Visibilizar la violencia patriarcal que sufren los hombres podría servir para acabar con el negacionismo de los machistas, que insisten que todo es un invento de las feministas para dominarlos y acabar con ellos, y que sólo hablan de los hombres maltratados por las mujeres. La realidad es que la mayor parte de los violadores, maltratadores y asesinos de mujeres y de hombres en el planeta son hombres, aproximadamente un 90%, Los hombres vivirían también mejor sin patriarcado, así que la lucha feminista también les beneficia a ellos.  


Coral Herrera Gómez 

13 de enero de 2018

Las víctimas del feminismo

Las víctimas del feminismo: quería lanzar una pregunta sobre las víctimas del feminismo, es decir, todas aquellas personas que se sienten oprimidas por los avances de la igualdad entre hombres y mujeres. Y sobre las víctimas de la lucha LGBTQ, todas aquellas personas que se sienten oprimidas por el avance en torno a los derechos y libertades de mujeres lesbianas, hombres gays, gente bisexual, mujeres u hombres trans, etc. 

¿Os habéis sentido alguna vez perjudicados o perjudicadas por las victorias de estas luchas sociales y políticas?, 

¿conocéis a gente que haya sufrido injusticias, discriminación y violencia a causa de las mejoras en el ámbito de los derechos humanos de las mujeres?, 

y por último, ¿creéis que está bien planteada la pregunta, será que hay demasiado sarcasmo en el planteamiento?

10 de enero de 2018

Los cambios son imparables, no te resistas

Los cambios son imparables. Da igual que te resistas, que lo niegues, que hagas berrinche, que mientas, que manipules información, que llores desconsolado, que te llenes de odio: vamos poco a poco, pero estamos ganando la lucha por las libertades y los derechos humanos, la igualdad y la paz, el bien común, la diversidad y el amor. 

Vamos lento, porque estamos haciendo una revolución y vamos lejos: vuestra rabia ante cada avance nuestro nos nos detiene, nos hace más fuertes y más felices. Cuanto antes os adapteis a lo que se os viene encima, mejor: para sobrevivir necesitáis aceptar y asumir que los cambios son imparables



 #MatrimonioIgualitario #Amor#Feminismo #DerechosHumanos #Diversidad #RevoluciónDeLosAfectos#QuererseBien #Empoderamiento #OtrasFormasDeQuererse#LoRománticoEsPolítco

3 de enero de 2018

#AmorDelBueno #RomanticismoSocial

Todo mi trabajo se mueve en torno a la idea de cómo con mucho amor del bueno se puede transformar el mundo. No hablo sólo del amor de pareja, sino más bien de un amor colectivo que nos permita querernos bien, querernos más y mejor. Con mucho amor del bueno podríamos acabar con las guerras, con el patriarcado, con el capitalismo salvaje, con la violencia y las enfermedades de transmisión social (racismo, clasismo, xenofobia, homofobia, homofobia, lesbofobia, transfobia, islamofobia, etc).

Necesitamos más romanticismo social, porque para trabajar por un mundo mejor necesitamos toneladas de empatía, generosidad, solidaridad, apoyo mutuo, cooperación, trabajo en equipo, autocrítica. Y para eso hay que acabar con las jerarquías y la explotación, y poner de moda el buen trato y las relaciones basadas en el respeto y la ternura social. El amor del bueno ha de ser colectivo: vamos a juntarnos a luchar por la igualdad, la diversidad, las libertades y los derechos humanos. 

Podemos empezar aquí mismo, en las redes sociales, este campo de batalla donde todo el mundo quiere ganar. Vamos a tratar de recuperar el placer de la conversa incluso ante diferencias ideológicas abismales, intentemos escucharnos sin insultarnos y sin descalificar a las demás. Podemos seguir con nuestras redes afectivas, nuestro vecindario, nuestros compañeros y compañeras del trabajo, y extender ésta energía brutal al conjunto de la Humanidad, los animales, los seres vivos y la naturaleza. Así podríamos caminar acompañandonos los unos a otros hacia la utopía individual y la colectiva, que al final son la misma cosa: no podemos ser felices en un mundo tan violento como el que habitamos ahora, por mucho que tratemos de cerrar los ojos ante el dolor de los demás. 

Vamos a querernos más y mejor, que la vida es muy bonita y muy corta. #ADisfrutarYAQuerernos

Coral Herrera 

Ideología de género y fascismo






¿Por qué dicen que están en contra de la «ideología de género» cuando en realidad están en contra del feminismo, la igualdad y los derechos humanos?

¿Por qué los llamamos «conservadores» cuando en realidad queremos decir «fascistas»?


2 de enero de 2018

Oferta en el Laboratorio del Amor



El domingo acaba la oferta navideña de 6 meses en el Laboratorio del Amor por 45 euros, si estás pensando en hacerte un regalo, ¡aprovecha!

 Tienes toda la información y el botón de inscripción en mi web:

http://otrasformasdequererse.com/laboratorio-del-amor/

¿Cual es la diferencia entre la Escuela y el Laboratorio del Amor?



¿Cuál es la diferencia entre el Laboratorio del Amor y la Escuela?
La Escuela del Amor es mixta, para mujeres, hombres y gente diversa. Los talleres tienen un comienzo y un final, los cursos son cuatrimestrales y comienza con los solsticios de primavera, verano, otoño e invierno. Dura 4 meses y celebramos 3 chats en directo, pero el resto del tiempo no hay horarios y tú decides cuánto tiempo y a qué horas conectarte. Con sólo hacer un curso o taller en mi Escuela, te conviertes en miembro permanente de manera gratuita, y tienes acceso a los espacios comunes:  la Biblioteca del Amor, el Cine-Fórum, el Blog, y los foros de trabajo. Cuesta 80 euros.
El Laboratorio es una red social privada, una comunidad virtual sólo para mujeres. Tenemos foros, ejercicios, la Biblioteca del Amor, el Cine-Fórum, el Blog,  y celebramos dos chats al mes en directo. En el Laboratorio tenemos un foro de acompañamiento para escucharnos, desahogarnos, pedirnos consejo y compartir nuestros procesos individuales. Puedes permanecer el tiempo que quieras, y puedes apuntarte y desapuntarte en cualquier momento. Cuesta 10 euros al mes, o 100 euros al año. 

Si quieres saber más sobre la Escuela del Amor y el Laboratorio, entra en mi web: 

21 de diciembre de 2017

¿Cómo le digo a mi pareja que ya no le quiero?





Ayer publiqué un post que es un ejercicio de autocrítica y honestidad para la gente que ya no ama a su pareja y sigue en la relación, y un ejercicio para trabajar el auto-engaño para la gente que está con parejas que no están ya enamoradas (o nunca lo estuvieron), y para convertir la pregunta ¿Por qué está conmigo si no me quiere?, en otra más importante: ¿Por qué estoy en esta relación si no me quiere?

Me escribieron unas cuantas personas contándome que se habían dado cuenta de que les pasaba algunas de las respuestas, y preguntándome: "yo sé que no amo a mi pareja, y que lo está pasando mal, pero, ¿cómo se lo digo?"

Es muy sencillo. Quedas con tu pareja en un espacio tranquilo e íntimo en el que se pueda hablar, como tu casa o su casa, o vuestra casa, sin prisas ni límite de tiempo, y os sentáis frente a frente. Respiras hondo, le miras a los ojos con amor, y le explicas cómo te sientes. La clave es hacerlo en un estado anímico lo más zen posible, es decir, que te sientas tranquila, en confianza, con libertad para expresarte, cuidando el volumen, el tono, la modulación de tu voz, y tus palabras para no herir a tu pareja. Suavidad y firmeza: "Así me siento", evitando utilizar el "es que tú...". Es mejor siempre hablar de una misma, así evitas los reproches, las falsas acusaciones, y evitas que la otra persona se sienta atacada y se ponga a la defensiva. Centra el discurso en ti, y en cómo te sientes, sin justificarte, sin sentirte culpable. Habla con la misma confianza de siempre, pide no ser interrumpida o interrumpido si no es necesario. Luego escuchas a tu pareja con toda la atención amorosa del mundo, para que se sienta también libre de explicar cómo se siente.

A veces sucede que el amor se va yendo, y no hay ningún motivo que lo explique. Ocurre que estás con tu pareja tan a gusto, pero no sabes por qué te vas desenamorando, y no es culpa tuya, y no es culpa de tu pareja. Simplemente sucede. El amor no es eterno, el amor es una energía en constante movimiento que se transforma a lo largo del tiempo, que evoluciona, que hace explosión, que se contrae, y a veces, desaparece o se convierte en otro sentimiento bonito.

Con lo cual es importante que hables sin sentirte culpable. Quizás alguna vez juraste amor eterno, pero eso son cosas lindas que nos decimos para expresarle al otro nuestro deseo de poder amarle para siempre. Y como a veces no se puede, en realidad ni es un juramento, ni es una promesa: es una declaración de intenciones: "quiero amarte para siempre".

Cuando nos comprometemos con alguien emocional, sentimental y sexualmente, siempre el contrato es revisable y se puede acabar en cualquier momento. Dos seres libres que se aman pueden elegir cuanto tiempo estar con alguien, y hasta cuándo. La otra persona sólo puede aceptar con humildad y generosidad: cuando te dicen "ya no te amo", no queda otro camino que aceptarlo.

Es duro, es difícil, pero es también muy liberador. No hay nada más bello en este mundo que la libertad para poder elegir, para poder deshacer los lazos que nos unen a la gente, para poder construir nuevos lazos. No hay nada más lindo que saber que cuando alguien está con nosotras, es libre para irse cuando quiera. Por eso mismo sabemos que nos ama: porque es libre para estar y para irse. Y bueno, si ocurre que se va, nos llenamos de dolor, pero no podemos hacer nada por retener a la otra persona, ni por volverlo a enamorar. Sólo podemos aceptar lo que nos están diciendo y agradecer la honestidad, que no es lo común en nuestros días.

Despedirse con amor es posible, sólo hay que trabajarselo. Hay gente que se funde en largos abrazos, hay gente que hace el amor por última vez, hay gente que se despide con amor varias veces antes de desconectar del todo.

Esto, claro, si la otra persona se ha portado bien con nosotras y nosotras nos hemos portado bien con ella. Hay parejas que no pueden ni sentarse a hablar del odio y el rencor que sienten.
La mayoría entra en guerras románticas muy dolorosas, o en despedidas intermibables que nos quitan mucho tiempo y mucha energía, y nos hacen sufrir mucho a todos: a la pareja y a la gente que quiere a la pareja.

Así que en lugar de hacerlo mal, vamos a hacerlo bien: nos sentamos a hablar con toda nuestra honestidad, nuestra sinceridad, nuestro respeto, nuestro cariño hacia la persona con la que hemos compartido estas semanas, o meses o años de nuestra vida.

Si nuestro caso es que estamos bien con la pareja, y queremos separarnos con amor, podemos decirle muchas cosas bonitas. Podemos decir: estoy agradecida con la vida por el tiempo que hemos estado juntos. Le podemos decir: "ya no siento lo mismo, ya no estoy enamorada, ahora quiero seguir mi camino. Suelto el lazo, te doy toda la libertad para volar. Yo vuelo ya, y me despido con amor"

Podemos escuchar a la otra persona para ver cómo lo recibe, cómo se siente. Y puede haber llantos, lamentos, reproches, abrazos, sonrisas, y también puede haber mucho enojo. Y no pasa nada mientras no empecemos la guerra para hacer daño al otro: todas las emociones pueden ser expresadas, pero evitemos utilizarlas como bombas de dolor. Se trata de cuidar a nuestra pareja cuando nos separemos, y cuidarnos a nosotras mismas en todo el proceso. Cuidarse, tratarse bien, actuar con amor y empatía.

Los duelos de las historias que acaban bien son más cortos y duelen menos. Cerrar la historia con tu pareja es una de las cosas más reconfortantes del mundo en medio del sufrimiento por la pérdida. Y así es más fácil cerrar tú también por dentro una etapa de tu vida para poder empezar otra.

Así que todo son ventajas si logras hacer este ejercicio de honestidad, empatía, generosidad, y amor del bueno con tu pareja a la hora de deshacer el lazo que os ha unido. Sólo tienes que ser valiente y relacionarte desde la ternura, verás como una vez que te atreves resulta muy liberador y muy placentero saber que estás haciendo las cosas bien, o al menos, que lo estás intentando.


Coral Herrera Gómez



Aquí os propongo unas lecturas relacionadas con el tema: 


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