A las mujeres nos educan de manera diferente a los hombres en todo lo que tiene que ver con el sexo y el amor. Entender estas diferencias puede ayudarnos a comprender cómo hemos aprendido a amar, y por qué es tan complicado quererse bien y disfrutar del amor. Entender cómo aprendemos a amar nos puede ayudar también a desaprender todo lo que hemos aprendido, a liberarnos de los patriarcados que nos habitan, a dejar de sufrir por amor, y a cuidarnos mucho mejor para poder disfrutar más de nuestras relaciones.