1 de febrero de 2017

El feminismo lo cura todo, también las enfermedades de transmisión social

El feminismo lo cura todo. Todas las enfermedades de transmisión social se pueden prevenir y eliminar con feminismo: el racismo, la xenofobia, el clasismo, la gordofobia, la lesbofobia, la homofobia, la transfobia, y todos los odios contra la gente diversa. 

Que el feminismo se ponga de moda: necesitamos más defensoras y defensores de los derechos humanos, de la naturaleza, de los animales. 

Necesitamos más amor, más igualdad y más diversidad: el feminismo es el mejor antídoto contra los millones de trumps que hay en el mundo.

25 de enero de 2017

Sobre la lucha contra el cáncer

Una cosa que he aprendido hoy en el facebook gracias a compañeras que tienen cáncer es que no es una batalla con vencedoras y con perdedoras. El cáncer no es una guerra, es una enfermedad que a veces se cura y a veces no, y no depende de la actitud de la persona enferma. No podemos pensar que "no luchó lo suficiente" o que aunque hizo todo lo que pudo "el cáncer venció": curarse no es responsabilidad de la persona que sufre la enfermedad. La responsabilidad si acaso podríamos buscarla en los gobiernos que no garantizan nuestro derecho a una sanidad de calidad, pública y gratuita. Esos señores que recortan son los mismos que hacen negocio con nuestros derechos humanos, por eso es tan importante entender que el cáncer es político, y que no es una batalla de cada cual. El cáncer se cura con recursos para detectar y curar, para pagar medicamentos, para pagar buenos salarios a los mejores profesionales de la sanidad, y para investigar #LosRecortesMatan #ElCáncerEsPolítico

20 de enero de 2017

Mini Taller con Coral Herrera: separaciones y rupturas

¿Te estás separando?, ¿hace poco que te separaste?, ¿te están entrando ganas de separarte?. ¿Te gustaría vivir tu duelo de una forma menos dolorosa?,  ¿te gustaría tener herramientas para sufrir menos y para poder llevar la teoría a la práctica?
En compañía se pasa mejor: en este mini taller podrás trabajar con Coral Herrera y con más compañeras de diferentes países todo tu proceso. Es un curso intensivo en el que tenemos un ejercicio para cada día, materiales de lectura, una caja de herramientas, y un chat en directo con Coral Herrera.
Fechas: del 29 de enero al 12 de febrero (dos semanas)
Horarios: no hay horarios fijos, puedes conectarte cuando quieras
Precio: 50 euros por persona, con los que podrás disfrutar de un mes gratis en el Laboratorio del Amor,
¿te apuntas con nosotras?

Es muy fácil, en solo dos pasos podrás entrar a la plataforma Otras formas de Quererse: 
1. Pagar en Paypal  Haces click en el botón ¡Quiero inscribirme!, que te lleva a Paypal. Una vez finalizado el proceso de pago, serás redireccionada a Ning, la plataforma on line en la que está alojado nuestro taller.
2. Inscribirte en Ning.  El día de comienzo del taller, Coral activará tu perfil en la plataforma Ning, y recibirás un mail de aviso.  
¡Muchas gracias por unirte al mini taller!
Si tienes dudas sobre el curso o el proceso de inscripción, visita Preguntas frecuentes

Sobre lo felices que seríamos las mujeres....

Lo felices que seríamos las mujeres sin tener que sufrir las decepciones del amor romántico. Perdemos toneladas de tiempo y de energía buscando al príncipe azul, viviendo una historia de amor que en nada se parece a los cuentos que nos cuentan, y luego curándonos las heridas, el dolor y la rabia cuando nos damos cuenta de que nos han engañado con mitos. 

Si empleáramos ese tiempo y esa energía en nuestros propios proyectos y en la gente a la que queremos, nos sentiríamos más libres, viviríamos mejor, tendríamos más alegría de vivir, y mucha más calidad de vida.

18 de enero de 2017

Sobre la crianza en pareja

Sobre la crianza en pareja: por lo que estoy viviendo hasta ahora, ese rollo de que un bebé necesita mucho más a su madre que a su padre es un mito. Estoy criando a mi hijo a medias con su papi y la única diferencia entre los dos es que yo tengo leche en las tetas y él no, y que yo soy mamá primeriza y él tiene mucha experiencia porque ha criado a otros dos seres maravillosos. Así que creo que la crianza no es cosa de mujeres, y por eso estoy a favor de los permisos iguales e intransferibles para ambos. Se necesita mucho tiempo y energía para criar bebés, por eso me parece injusto que toda la carga recaiga sobre nosotras, y también es injusto que ellos no puedan disfrutar de la paternidad ni puedan cumplir con sus obligaciones. Tremendo que si lo hacen sean penalizados en sus trabajos. 

En caso de separación de la pareja, estoy a favor de la custodia compartida excepto para padres que nunca ejercieron y que no sienten ningún interés en la crianza, y por supuesto, jamás para hombres violentos que maltratan a su pareja. ¿Cómo lo ven ustedes?

Sobre los políticos que no amaban a la gente

Los políticos de derechas odian a las masas, al pueblo, a la muchedumbre o a la chusma, con la que jamás se mezclan (excepto en período electoral porque necesitan nuestros votos). 

Cuando llegan al poder, se dedican a legislar y gobernar en contra nuestra. Regalan nuestros recursos a sus cuñados y a sus amigos (lo llaman privatizar), pagan las deudas de los bancos con nuestro dinero, desahucian a las familias más pobres con hipotecas abusivas y sin empleo, bajan los salarios y abaratan los despidos, rescatan autopistas privadas y otros negocios de sus amiguetes, recortan las pensiones de la gente jubilada, deterioran la sanidad y la educación pública, y financian la privada con nuestros impuestos. En campaña nos prometen que bajarán, y después nos los suben para poder robarnos más y mejor. 

El dinero que ponemos entre todos se lo gastan en comprar jueces y medios de comunicación, y en vivir como reyes: cenan en marisquerías carisismas, compran cocaína para todos, van de putas, viajan en yate y lo que les sobra se lo llevan a Suiza. Amnistían a las grandes empresas que no pagan impuestos y castigan duramente a la gente que menos tiene, por eso los que roban cien euros tienen más años de cárcel que los que roban cien millones de euros. Mientras nos cierran la boca con sus leyes mordaza, nos echan encima a la policía si salimos a la calle a protestar, si nos detienen nos torturan (y les importa poco que la Onu les eche la bronca), y si nos presentamos a las elecciones se dedican a mentir y a difamar para meter miedo a los demás. 

Nos dicen que los enemigos son los inmigrantes, que nos quieren robar los pocos puestos de trabajo que hay, y a la vez nos animan a emigrar al extranjero en busca de "nuevas oportunidades". Nos dejan sin becas para estudiar, now suben la luz y nos dejan sin calefacción en invierno, matan a los y las enfermas de Hepatitis C, nos dejan en listas de espera cuando tenemos que operarnos. 

Nos maltratan, nos roban, nos mienten, nos utilizan, nos explotan y se ríen descaradamente de nosotros, y luego nos piden el voto. Y a todo este desprecio y a esta violencia la llaman democracia.

Coral Herrera Gómez 

6 de enero de 2017

Sobre la invasión y colonización de España por parte de Isabel y compañía

¿Han leído ustedes algo sobre cómo vivieron los habitantes de las iberias el reinado de Isabel y su gente? ¿Por qué nadie nos cuenta sobre la "colonización" de España? 

Antes del genocidio en América, la corte isabelina invadió multitud de pueblos y comunidades en España (aunque aún no existía España) a cuyas gentes explotó, encarceló, asesinó, o expulsó de su casa y de su tierra, como ocurrió en el Al Andalus. Fueron millones de personas las que fueron sometidas al fascismo isabelino, que invadió e impuso su religión y su idioma a muchisimas personas.

Por eso creo que es importante distinguir entre los conquistadores y los millones de españoles que sufrieron la violencia y la explotación de la corte isabelina para sufragar los gastos de su proyecto imperialista. En definitiva, que estaría bien que en las escuelas y universidades se enseñe que no fue un pueblo el que masacró a otro pueblo, sino que fueron unos pocos los que jodieron a todos. Yo tomé conciencia cuando leí a Itziar Ziga explicando el proceso colonizador de Isabel en el País Vasco (ella lo hace desde una perspectiva de género, además) y pude relacionarlo con la expulsión de españoles del Al Andalus y darme cuenta de que los enemigos no fueron los habitantes de Iberia, que eran campesinos y campesinas que tuvieron que vivir en la miseria durante siglos. 

Todos fueron víctimas de la insaciable y fanática Isabel y compañía: no se engañen porque "los españoles" jamás se beneficiaron del genocidio en América. Son siempre las cúpulas del poder las que se benefician explotando, robando, matando, violando y aniquilando a la gente humilde. Lo mismo hace quinientos años que hoy. Por eso me cabrea tanto que haya gente que hable de los españoles como "los malos" y haya tantas personas que crean que somos todos imperialistas, colonizadores y fascistas. Supongo que nos hace falta hablar de cómo se construye este odio hacia los pueblos, cuando en realidad debería ser contra los gobiernos de esos pueblos.

Sobre el hacer "como si" no pasara nada: el miedo a resolver el conflicto

Una de las cosas que más echo de menos de la cultura española es poder hablar cuando hay problemas. Yo en España sabía perfectamente cuando alguien estaba enfadado, dolido o molesto conmigo. Son muchas las maneras que tenemos de expresar el enojo o el dolor: ponemos malas caras, lanzamos indirectas muy directas, bromas de doble sentido, utilizamos la ironía, e incluso le decimos abiertamente al otro o la otra cómo nos sentimos y por qué. Echo de menos las peleas y las discusiones, con llantos incluidos, que permiten sincerarse, hacer autocrítica, deshacer malentendidos, pedir perdón, y arreglarlo todo con un fuerte abrazo. 

Echo mucho de menos que me digan las cosas a la cara: acá la mayoría de la gente hace "como si no" pasara nada y es bien difícil saber si has hecho daño a alguien. Es casi imposible resolver los conflictos personales porque no se hablan. Todo el mundo finge que no pasa nada, y tapa el conflicto con una gran sonrisa, y yo siento que en el fondo es muy violento tener que participar en el simulacro de que todo está bien cuando no todo está bien. 

A mí los silencios me duelen, y me duele enterarme de las cosas por otra gente, y me duele mucho no poder decirle a la gente que quiero lo que pienso y lo que siento. La estructura social no me deja sentirme yo, de alguna forma me siento obligada a callarme la boca porque todos huyen o se hacen los distraídos. Creo que no me acostumbraré jamás aunque viva acá veinte años más.

4 de enero de 2017

Fuerza feminista para el parto






En esta foto faltaban 3 minutos para que entrase en quirófano. Mi tremenda labor de parto había terminado, no podía parir, no había dilatado. Había hablado con la Pachamama, me había conectado con todas mis ancestras, en especial con mis abuelas, y estaba unida a todas las mujeres que en ese momento estaban de parto en el planeta. Bailé desnuda, canté, hablé con el bebé, aullé y resistí el dolor de las contracciones. No pedí epidural, solo respiraciones y masajes de Jorge. Y todo para que al final me tocase cesárea. Me sentía fracasada. Y pequeñita. Muy pequeñita. Ya no era dueña de mi cuerpo, ahora mi vida y la de mi bebé dependían de un equipo de gente a la que no conocía. Me moría de miedo. Me temblaban las piernas. Me dio un frío tremendo. Me sentí el ser más frágil del mundo. Sentí que podía morirme si algo salía mal. Nunca he estado tan cerca de la muerte y de la vida. Sentía un vértigo tremendo. Me pidieron que me quitara el audífono y entonces el terror de no oír nada, excepto el zumbido de mis oídos. Y pensé, bueno, al menos lo has intentado con toda tu alma. Venga campeona que tú puedes, poder feminista, claro que sí, empoderaté que sigue siendo tu parto, vamos que todo va a salir bien. 

Le dije al bebé: "mi amor te vamos a sacar. Como no puedes salir, te vamos a sacar. Prepárate, ya pronto nos abrazamos". Y le pedí a mi compañero que me hiciera esta foto porque sabía que no me olvidaría jamás de este momento, traté de sonreír para parecer más fuerte, y para que cuando mi hijo un día vea la foto, pueda sentir esa mezcla entre ilusión, miedo, alegría, pena, valentía y fuerza feminista. 





En esta otra foto, poco os puedo contar. Estaba drogada por la anestesia y borracha de vida. No me lo creía. Gael ya en el mundo, yo partida en dos, sin mi bebé adentro, y sin poder separarme del cachorro que me pedía teta y me miraba encantado. La maternidad está siendo hermosa y brutal. Tan brutal que sigo estando alucinada y dolorida, sigo sintiéndome vulnerable, grande, pequeñita, llena de energía, sensible, fuerte, torpe, valiente, miedosa, generosa, agotada, y aún estoy en fase de recuperación física y emocional. 

Estoy muy agradecida con la vida, porque deseaba mucho vivir esto, y con mi compañero, por este inmenso regalo, por enseñarme a cuidar al bebé, y por la manera en que me acompañas en la crianza de Gael. Contigo es bien fácil disfrutar del amor, de la maternidad y de la vida.


3 de enero de 2017

Sobre los héroes y las heroínas de la fiesta

No entiendo por qué a la gente le parece super transgresor irse de fiesta, ni por qué hablan de sus borracheras como actos heroicos que merecen ser admirados por los demás. Beber y drogarse forman parte de nuestro modo de divertirnos, pero no son actos de rebeldía contra el sistema porque es algo que hacen millones de personas todos los fines de semana y sólo sirve para enriquecer a los narcotraficantes, y a los dueños de los bares y de las industrias alcohólicas. 

Si de verdad quieren ser héroes y rebeldes, háganse defensoras de los derechos humanos. Las que ponen su vida y su cuerpo para luchar contra las hidroeléctricas, las megamineras, las industrias del petróleo y los gobiernos son gente valiente y comprometida que se merecen toda nuestra admiración y apoyo. Porque ellas sí se juegan la vida para acabar con el capitalismo y el patriarcado: son las heroínas del siglo XXI. Las matan, las torturan y las encarcelan por defender los derechos de la naturaleza, de los animales, y de todos nosotros. 

Acuérdate cada vez que te pongas a presumir y a competir en las narraciones sobre tus noches locas: tus borracheras no van a cambiar el mundo, y tus resacas no van a ayudar a nadie. Solo sirven para que te olvides un rato de la mierda del mundo en el que vivimos. Cuando acaba la fiesta, la realidad sigue igual, o peor.

Coral Herrera Gómez Blog

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