Brian M. Viveros |
El victimismo es una estrategia para dominar a las personas de nuestro entorno, para manipular a los demás, para modificar la realidad, para lograr nuestros objetivos. El romanticismo del XIX utilizó mucho esta estrategia y la llevó al extremo: los genios románticos llegaban a auto-lesionarse y a suicidarse con el objetivo de convertirse en mártires del amor. No sólo querían dar pena o pasar a la posteridad, sino también hacer sentir culpables a la amada o al amado que no les correspondía.
El victimista o la victimista romántica sufren, pero no en silencio. Siempre multiplican el sufrimiento y lo esparcen para que la persona amada también sufra: "Si tú no haces lo que yo quiero, sufro. Si yo sufro, tú también"
Además de intentar que sufras, el gran objetivo es hacerte sentir que tú eres la responsable de su dolor y su tristeza.
¿Qué más quiere conseguir el victimista dando pena? Que te sientas culpable, que te hagas responsable de su bienestar o su felicidad. Que no te vayas, que te enamores de él, que no te desenamores, que le hagas más caso, que le dediques más tiempo, que le obedezcas, que te sometas a sus necesidades y deseos, que no termines la relación....
¿Qué más quiere conseguir el victimista dando pena? Que te sientas culpable, que te hagas responsable de su bienestar o su felicidad. Que no te vayas, que te enamores de él, que no te desenamores, que le hagas más caso, que le dediques más tiempo, que le obedezcas, que te sometas a sus necesidades y deseos, que no termines la relación....