30 de enero de 2022

Rebeldes con, y sin causa




Ni llevar tatuajes, ni piercings, ni rastas. Ni teñirte el pelo de colores, ni pintarte las uñas, ni llevar ropa cool. Tampoco pillarte grandes borracheras, ni fumar, ni consumir drogas. Ni hacer lo que te da la gana y transgredir normas de convivencia te hace una persona especial. Ni siquiera los selfies que públicas sacando la lengua como si fueras muy rebelde, ni tus posados sexys, ni el tipo de música que escuchas. 

Lo que te hace realmente transgresora y subversiva es tu forma de tratar a los demás, tu manera de relacionarte con el mundo, y la forma en que luchas contra las injusticias. 

La gente rebelde es la que pone su inteligencia y su cuerpo, su tiempo y su energía para luchar por un mundo mejor. 

La revolución estética no sirve de nada si no es ética, de hecho hay gente que parece muy "moderna" y tiene la mente y el corazón lleno de prejuicios clasistas, machistas, racistas, especistas. Es gente que disimula ofreciendo una imagen muy fashion en redes, pero viven soñando con el regreso del fascismo y demás sistemas autoritarios, y votan en contra de la Sanidad y la Educación públicas. 

La gente más rebelde es la que tiene causas por las que luchar, la más sensible y comprometida con sus ideas, la que desobedece las normas injustas, la que lucha por los derechos humanos, la que sueña con el Bien Común y aporta su granito de arena para que todos y todas podamos vivir mejor. 

No te dejes engañar por las apariencias: la rebeldía estética no es rebeldía si no es también ética. 

Todo esto lo aprendí gracias a Alaska, ídola de mi juventud, el día en que supe de su ideología. Hoy mis heroínas son las mujeres de América Latina (como Berta Cáceres) que defienden a sus comunidades y se enfrentan a los señores de traje y corbata jugándose la vida. Ellas no son famosas, pero sí son rebeldes, porque tienen todas causa.

También os pongo a Mario Vaquerizo, un tipo muy "moderno" y famoso, y a Óscar Camps, capitán del Open Arms, un hombre al que idolatro, que salva todos los días decenas de vidas en el Mediterráneo.

Coral Herrera Gómez

28 de enero de 2022

Humildad para pedir ayuda

Ilustración de Mónica Castanys


Cuando empiezas a perder la capacidad auditiva, lo más difícil es aceptarlo, y decirte a ti misma que tienes un problema. 

Una de las peores violencias que yo cometo contra mí misma es disimular y tratar de parecer "normal", es decir, hablar con la gente haciendo como que no soy sorda. Lo he hecho mucho en el trabajo, por miedo a que se den cuenta que no oigo bien y no me contraten para dar talleres o charlas. Ahora que he tomado conciencia, soy más humilde y pido ayuda, pero ha sido todo un proceso: primero ir al médico, después asumir que tienes que usar audífonos, y luego pedirle a todo el mundo que te ayude. 

Es una discapacidad invisible, de manera que no puedes pedirle a nadie que se solidarice de forma espontánea. Con cada persona que hablas, tienes que pedirle que vocalice mejor, que eleve el volumen, o que se baje la mascarilla para poder leerle los labios. 

Hasta que admites que tienes una discapacidad, lo pasas fatal: a mucha gente le irrita que le preguntes tres veces ¿Qué?, o que le pidas que te repita lo que ha dicho. 

En Costa Rica por ejemplo nadie me elevaba el tono porque es de mala educación, y aquí en España me pasa lo contrario, que te gritan y con tono de irritación: "¡¡qué cierres la puerta, coño!!" 

De alguna manera hay gente que cree que no oyes porque no estás poniendo atención, y es más, nuestra gente nos reprocha: "oyes lo que quieres". Y esto ocurre porque hay días que el zumbido, el tinnitus o el pitido es más fuerte, y otros es más débil. Hay gente a la que entiendo súper bien y gente a la que no entiendo nada. Escucho mejor los agudos que los graves.

Hay días mejores y días peores, pero el asunto es que todo cambia cuando le dices a la gente que tienes una discapacidad y necesitas ayuda. Hay que ser muy humilde y ponerle mucho amor, y asumir que aunque los audífonos también son una tortura, ayudan a no aislarse. No nos podemos permitir el lujo de tirar la toalla porque uno de los riesgos que corremos es que la hipoacusia nos aísla, nos ensimisma, y con el tiempo produce deterioro cognitivo.

 Es decir, las personas sordas tenemos mayor tendencia a la depresión y a la demencia por este aislamiento social que llega a ser también afectivo. Yo lucho mucho contra el ensimismamiento, porque me da por quedarme en mi mundo pensando en mis cosas, para mí es muy cansado seguir las conversaciones. 

También es agotador estar en sitios con mucho ruido o con música muy alta. Para nosotras los gritos que da la gente son dolorosos. Desde que conozco el "terrorismo acústico", amo profundamente el silencio. 

Todo esto para contaros que además de la ayuda de la tecnología y de la gente, también ayuda mucho la humildad: ya no me da vergüenza , ya no intento parecer "normal", y si tengo que pedir ayuda mil veces, pues la pido. 

¿Y sabéis que? A la gente le encanta ayudar y sentirse útil, a la gran mayoría les sale lo mejor de sí mismos cuando les pides con amor que te ayuden ☺️

Esto aplica también para las personas que tienen que usar gafas, bastón, muletas, andador, silla de ruedas, e incluso también para la gente que ya no debería conducir un coche y se resiste a aceptarlo. 

No es fácil, pero ayuda mucho trabajarse la humildad, admitir que solas no podemos, y dejarnos ayudar por los demás.

#discapacidadauditiva #sordera #solidaridad #hipoacusia

Coral Herrera

24 de enero de 2022

¿Cuando se vuelve peligroso un ex?



 ¿Cuando se vuelve peligroso un ex? 

-Cuando se niega a aceptar la separación y te pide que vuelvas con él cien mil veces, y no escucha cuando le dices que no.

-Cuando le deja de importar cómo te sientes tú y pierde totalmente la empatía hacia tí.

-Cuando se obsesiona con la separación, no puede dejar de pensar en ti, y pierde el interés por todo a su alrededor.

-Cuando trata de poner de su parte a vuestra gente en común y a tu gente querida haciéndose la víctima.

-Cuando trata de poner de su parte a los hijos/as que tenéis en común.

-Cuando su rencor, su frustración y su rabia le dominan, y pierde el control sobre sus emociones y su forma de expresarlas.

-Cuando tomas conciencia de que es un machista porque no soporta tu libertad y no respeta tu derecho a separarte.

-Cuando pasa del chantaje emocional (si no vuelves conmigo me voy a morir) a la amenaza (si no vuelves conmigo me mato/te mato/mato a los niños)

-Cuando trata mal y cuando amenaza a tu pareja o a cualquier persona a la que quieres.

-Cuando tiene el orgullo herido y el ego destrozado.

-Cuando le pides que se aleje y te deje tranquila y se pone más insistente. Cuando le pides que deje de llamarte y busca cualquier excusa para hacerlo cuando le apetece.

-Cuando se presenta en tu casa o en tu trabajo a buscarte sin pedirte permiso.

-Cuando te lo encuentras por la calle y en los lugares que frecuentas constantemente.

-Cuando daña tu coche, tu casa o cualquier cosa que tenga valor para ti.

-Cuando le pides contacto cero y no lo respeta.

-Cuando su forma de tratarte y su estado de ánimo cambian con brusquedad.

-Cuando todos los días o casi todos los días busca motivos para montarte broncas o dramas, y son cada vez más intensos y violentos.

-Cuando se pone tierno, dice que va a cambiar, y vuelve a odiarte de nuevo al día siguiente sin motivo aparente.

-Cuando trata de tener una presencia constante en tu vida y se impone todo el rato para seguir teniendo poder sobre ti.

-Cuando te habla con odio: insultos, bromas crueles, burlas despiadadas, comentarios despreciativos y humillantes, acusaciones falsas...

-Cuando te acosa a través de las redes sociales y te llama por teléfono. Cuando le bloqueas e intenta contactar contigo desde números desconocidos.

-Cuando retuerce la realidad para que se adecúe a sus deseos, y acaba por no distinguir su realidad de la realidad real.

-Cuando empiezas a tenerle miedo, se da cuenta, y disfruta de ello. 

-Cuando miras a los lados antes de entrar a tu casa.

-Cuando tomas conciencia de que él está ciego, no razona bien, y no va pedir ayuda.

-Cuando el objetivo de su vida se convierte en hacer la tuya una auténtica pesadilla.


Cuanto más grande es la obsesión y la tensión emocional, más peligro corres. Es muy importante que tu gente y su gente sepan lo que está pasando y guardes pruebas. No creas que puedes sola con ésto, ni que vas a poder pararlo de alguna manera. Pide ayuda a tu gente querida, tu red de apoyo puede salvarte la vida.

Coral Herrera Gómez


Article in english: When does an ex become dangerous?


Más artículos sobre Autocuidado

30 de diciembre de 2021

Año nuevo, vida nueva: no te quedes sentada esperando


Ilustración de Cristina Troufa


 Año nuevo, vida nueva: para que cambie algo en tu vida, tienes que moverte. Nuestra mente trabaja para analizar nuestra realidad, para hacer autocrítica amorosa, para buscar soluciones, planear estrategias, tomar decisiones, e imaginar una vida mejor. Pero luego el cuerpo tiene que moverse, porque si no, los cambios no son posibles. Sentada en casa, esperando milagros o deseando que los demás cambien, perdemos el tiempo. 

En la ficción nos salva la magia, aparece alguien o sucede algo extraordinario, las cosas ocurren por sí solas. 

Pero en la realidad somos nosotras las únicas que podemos hacer que las cosas cambien, las cosas que tienen que ver con nosotras. 

Salir de las cárceles en las que vivimos y transformar la realidad no es fácil, porque implica tener que romper con lo anterior, convertir el presente en pasado, y llevar el discurso a la práctica. 

Y esto tiene no solo un impacto en ti misma, sino en mucha gente alrededor, lo que implica que algunos de tus seres más queridos se resistan a las decisiones que has tomado. 

Luego están los enemigos internos, el miedo y la culpa, que te impiden avanzar y te llevan a quedarte donde estás, para que todo siga igual 

Así que los cambios requieren de mucha valentía y fuerza de voluntad, porque no solo te mueves tú: los demás a tu alrededor también se mueven cuando tú te mueves. 

Pasar a la acción requiere también de mucho amor propio, por eso es tan importante construir una relación bonita contigo misma, porque tú eres tu gran amiga, la que te cuida y te acompaña de la cuna a la tumba. 

Por último, los cambios que necesitas no son sólo personales, también son colectivos, porque no solo tienes que cambiar tú, sino la estructura social, política y económica en la que vives. 

Las revoluciones son siempre personales y políticas: en la medida que yo me libero, se liberan las demás, porque las liberaciones son contagiosas. Es todo un desafío personal y colectivo el que tenemos para que todos y todas podamos vivir mejor: cambio yo, y cambia el mundo conmigo. Recordad que el inicio de todo está en el cuerpo: quien no se mueve, dijo Rosa Luxemburgo, no siente sus cadenas. 

Hay que moverse y pasar a la acción: el verbo principal después de soñar, es hacer. Hacer posible el cambio, hacer posible otra realidad, descargar peso, echar a volar. Y por supuesto, celebrar nuestras liberaciones con las demás.

En buenas compañías y en redes de apoyo mutuo, la liberación se disfruta más, y mejor: vente con nosotras al Laboratorio del Amor

#mujeresqueseliberan

#acompañamiento #ApoyoMutuo #Redes #cambios #revoluciónamorosa  

#feliz2022 #añonuevovidanueva




Mujeres que se liberan

Libros para tu Revolución Amorosa






25 de diciembre de 2021

Brindis por las Mujeres que se liberan


Un brindis por todas las mujeres que están ideando su proceso de liberación y pensando, mientras brindan en las cenas y comidas, que este es su último año. 

Mujeres que se están ilusionando en secreto con la idea de que van a recoger los frutos de las semillas que están sembrando, y que el Nuevo Año es el inicio de una nueva etapa en la que van a echar por fin a volar.

Saben que no va a ser fácil, que liberarse es un proceso de trabajo interior muy duro, que una no se transforma de la noche a la mañana, que cada una de nosotras necesitamos nuestro tiempo para liberarnos. 

Saben que no existen los milagros, que ya han esperado demasiado a que algo o alguien las libere, que la única magia posible es la que hacemos nosotras mismas. Saben que los cambios empiezan cuando empezamos a movernos, a hacer elecciones y a tomar decisiones. 

Brindo por todas las que, aunque tienen miedo ante la incertidumbre, saben que ya no hay vuelta atrás.

Da vértigo darse cuenta de que el presente se está convirtiendo en pasado, pero la alegría de vivir les empuja para delante. El futuro está en sus manos, y ya nadie las puede parar: están todas convencidas de que tienen derecho a disfrutar de la vida. 

Este año, por fin, se van a liberar.

Coral Herrera Gómez

#Liberaciones #AVolar 

Año nuevo, vida nueva: no te quedes sentada esperando 

Celebremos nuestras liberaciones

Bienvenidas de Soltera: mujeres que se liberan

Tu chico no te lo va a regalar







Si quieres liberarte en buenas compañías, ¡vente al Laboratorio del Amor!

Empezamos un nuevo curso: 

Mujeres que se liberan 

¡eres bienvenida! 




20 de diciembre de 2021

Libros de Coral Herrera en América Latina



Estoy muy contenta de anunciaros que la Casa del Libro hace envíos de mis libros a todos los países de América Latina, en papel y en ebook,

Aquí tienes mi web con todas mis publicaciones, 

puedes hacer tu pedido on line y recibirlo en tu domicilio en unos cuantos días,

¡espero que los disfrutéis mucho!


Libros de Coral Herrera en la Casa del Libro Latam

Libros de Coral Herrera envíos internacionales


Gracias por venir



Mañana termino mi #gira2021 en Granada, presentando mi nuevo libro, y a punto de terminar el año, me siento muy feliz de haber podido viajar tanto por España impartiendo conferencias y talleres presenciales, y virtuales en México y Colombia.

Mil gracias a toda la gente que llenó auditorios, salas, aulas, librerías y hasta la calle, en pleno centro de Madrid. Gracias por vuestros besos, abrazos y regalos, gracias por vuestros aplausos y vuestro amor, gracias por el calorcito que me disteis en todos los rincones.

Han sido miles de kilómetros, grandes ciudades y pequeños pueblos en Barcelona, Vigo, A Coruña, Tenerife, Gran Canaria, Huesca, Madrid, Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba, Cádiz, Jaén, Donosti, Tolosa, Pamplona, Santander, Ibiza, Valencia, Valladolid, Cartagena...

También tuve el placer de conectarme en directo con miles de personas en pueblos y cuidades México: Puebla, Oaxaca, León, Taumalipas, Morelia, Ciudad de México, y con Bogotá y Bucaramanga en Colombia.

Gracias a todos los ayuntamientos, institutos y universidades, ferias del libro, colectivas y asociaciones, escuelas feministas y unidades de Igualdad por contratarme, y por apoyar mi trabajo.

Ahora, después de mi cierre en Granada, toca descansar, disfrutar de mi gente querida, y poner en práctica las artes del autocuidado, para volver con nuevas energías en la #Gira2022.


Aquí podéis ver todas las fotos de mi Gira 2021

Próximos eventos 

16 de diciembre de 2021

Ejercicios para trabajar tu violencia



¿En cuántas lapidaciones públicas has participado en estas dos últimas semanas?, ¿has empezado tú algún linchamiento?, ¿a cuánta gente has insultado o ridiculizado?, ¿has hecho alguna publicación o comentario sin utilizar la violencia verbal en tus redes en estas dos semanas? 

¿De qué manera has dado rienda suelta a tu mal humor, y quiénes han sido tus víctimas?, ¿a quienes se dirige tu odio, son siempre las mismas personas o vas variando?, ¿cómo reciben los demás tus burlas, ironías, sarcasmos y comentarios cargados de desprecio?, ¿hay más hombres o mujeres entre tus víctimas?, ¿te sientes mejor cuando estallas tu rabia, tu cabreo y tu frustración, o no te satisfaces nunca?, ¿utilizas el humor para dar rienda suelta a tu crueldad? 

En estas dos semanas, ¿has puesto más energía en construir o en destruir?, ¿has hecho comentarios positivos, le has dicho a alguien cosas bonitas, has utilizado las redes sociales para expresar tu amor a la gente que quieres?, ¿en qué empleas más tiempo, en meterte en las guerras de las redes sociales o en cuidar tus redes afectivas?, ¿y en la vida real?, ¿has hecho algo en estas dos semanas para que alguien se sienta mejor?, ¿te has divertido haciendo bromas pesadas a alguien, has animado a los demás para que se unan a ti?, ¿has chismeado o cotilleado sobre la vida de otra persona a sus espaldas?, ¿has criticado a alguien desde la ira?, ¿has intentado hacer daño o machacar psicológica y emocionalmente a alguien a quien admiras u odias?

¿Qué sientes cuando repartes zascas en los muros de la gente?, ¿lo haces por placer o por sentirte superior a los demás?, ¿sirven de algo tus comentarios cargados de rabia y frustración, mejoran tu vida en algo?, ¿qué tipo de reacciones generan en los demás tus ingeniosos comentarios cargados de energías negativas?

Otro ejercicio estupendo es hacer un repaso de cómo te tratas tú a ti misma/o: ¿en qué tono te hablas?, ¿utilizas insultos para hablarte a ti misma/o?, ¿te dices cosas buenas o malas cuando te miras al espejo?, ¿cómo te cuidas?, ¿qué cosas haces para hacerte daño a ti mismo/a?, ¿por qué te tratas mal y permites que los demás te traten mal?, ¿disfrutas más ejerciendo o recibiendo violencia de los demás?

Si disfrutas volcando tu miseria sobre los demás, si te das cuenta de que gran parte de tu tiempo y tu energía la empleas en hacer daño para sentirte poderoso/a, para inflar tu ego, para aliviar tu frustración, si te das cuenta de que tu mierda no aporta nada a nadie, y que no sirve para hacer de este un mundo mejor, igual los demás también pueden tomar conciencia y entre todos podemos hacer algo para poner nuestro tiempo y nuestra energía en algo que no sea destruir a los demás.  

Si supiésemos hacer autocrítica individual y colectiva, podríamos podamos acabar con la violencia y disfrutar mucho más de nuestras redes sociales. Si no revisamos nuestras formas de relacionarnos, si seguimos justificando nuestra violencia con los argumentos de siempre, si seguimos echándole la culpa siempre a los demás, nada va a cambiar. 

Para acabar con la violencia y el sufrimiento, los cambios tienen que ser personales y colectivos: asume la parte que te toca a ti. Revisa tu forma de interactuar y de tratar a los demás, y busca otras maneras de comunicarte y desahogarte que no impliquen hacer daño a nadie, ni a ti mismo/a. Piensa que el mundo es mejor sin tu violencia, y que tu vida también es mejor cuando evitas sufrir y hacer sufrir a los demás. 


#autocríticaamorosa

#comunicaciónnoviolenta

#otrasformasdedivertirsesonposibles 

#otrasformasderelacionarsesonposibles

#tuviolenciatehacedañoatitambien

#éticaamorosa

#revoluciónaamorosa


Coral Herrera Gómez 


Aquí tienes más posts para trabajar la autocrítica amorosa

Si quieres trabajar la autocrítica amorosa en buenas compañías, ¡vente al Laboratorio del Amor!


14 de diciembre de 2021

Cuida a tus amores

 



Algunas de las historias de amor más importantes y hermosas de nuestra vida las disfrutamos con gente con la que no tenemos sexo ni vínculos románticos. 


Valoren y cuiden a sus amores: son nuestros grandes tesoros, el único antídoto que tenemos contra la soledad y el miedo.

Tu chico no te lo va a regalar



Tu chico (amante, compañero, novio, marido) no te va a regalar jamás mi nuevo libro porque sabe muy bien que sale perdiendo. Tener una caja de herramientas feministas para aprender a usar tu poder es una amenaza para sus privilegios: haciendo los ejercicios que te propongo podrías darte cuenta de que no hay condiciones para tener una relación igualitaria y disfrutar del amor. 

Con el libro rojo, "Mujeres que ya no sufren por amor", entendiste las claves de la estafa romántica y aprendiste a escucharte y a cuidarte. 

Luego te conociste mejor leyendo el rosa, "Cómo disfrutar del amor", después abriste los ojos y te hicistes Dueña de tu amor con el naranja, y ahora con el malva de "El Contrato Amoroso" vas a aprender a negociar, a marcar tus líneas rojas, a decir que no sin miedo, a conocer tus puntos fuertes y tus puntos débiles, a construir tu autonomía, a liberarte de tu dependencia emocional, a gestionar tus emociones, a defender tu libertad y tus derechos fundamentales, y a poner en el centro tu derecho a disfrutar de una buena vida, con o sin pareja.

Solo un hombre que se trabaja sus patriarcados con la autocrítica amorosa podría regalarte un libro que va contra sus propios intereses de macho, así que hay que ser realista: es mucho más probable que te lo regale una amiga, o tú a ti misma, o se lo regales a alguna amiga a la que quieres mucho. 

Sembrando estas semillas, pronto recogeremos sus frutos, la primavera en nosotras es imparable. Lo tienes en ebook y en papel aquí:

España:

Libros de Coral Herrera en Todos tus Libros

fuera de España:

Libros de Coral Herrera

Casa del Libro en América Latina



Dejar de sufrir y de hacer sufrir a los demás


La Revolución Amorosa empezará el día en que dejemos de disfrutar haciendo sufrir a los demás. Nuestra cultura está basada en gran parte en el placer que sentimos  humillando, insultando, haciendo burlas y machacando a la gente. Nos sentimos poderosos y nos divertimos haciendo daño a otros humanos y demás seres vivos, y hasta pagamos por asistir a espectáculos en los que se tortura, física, mental y emocionalmente a otros.

Lo podéis ver todos los días en las redes sociales, en los medios de comunicación, en las aulas y en las oficinas, y en nosotros, en nosotras mismas. A la gran mayoría de la gente le encanta meter zascas, imponer su opinión, mostrar su superioridad, y ganar seguidores destrozando a quien sea. 

Basta con convertir a alguien en nuestro enemigo para convertirnos en fieras despiadadas: no reconocemos nuestra violencia verbal como violencia, y somos incapaces de responsabilizarnos del dolor que causamos para ganar las batallas. Sentimos un intenso placer cuando demostramos que somos superiores, y el placer aumenta cuando el público nos aplaude. 

Estamos enganchados y enganchadas a las guerras cibernéticas y cada vez necesitamos más violencia para disfrutar con estos subidones de adrenalina que experimentamos a diario en redes. No nos damos cuenta de que sus dueños se están enriqueciendo con las batallas, los odios, los linchamientos, las cancelaciones y las campañas para aniquilar a los que consideramos nuestros enemigos/as. Ellos nos controlan a través de nuestro ego y de la intensidad de nuestras emociones: así es como nos hemos hecho adictos a los teléfonos y como malgastamos toneladas de tiempo y energía en guerras absurdas a través de nuestros dispositivos.

Sin embargo, no estamos condenados a vivir sufriendo y haciendo sufrir, podemos hacer muchas cosas para acabar con la violencia:

 -aprender a mantener el ego y los complejos de inferioridad y superioridad a raya, 

- aprender a usar nuestro poder sin hacer daño a nadie, 

- tomar conciencia del impacto que nuestra forma de ser y de relacionarnos tiene en los demás. 

- cuidar nuestras palabras y acciones,

- trabajarnos las emociones (el odio, el miedo, la envidia, la ira, la frustración, etc) para no hacer daño a los demás, ni a nosotros mismos/as.

- aprender las artes de la autocrítica amorosa, personal y colectiva.

- aprender las técnicas de la comunicación no violenta y los buenos tratos

- cuidar nuestra salud mental y emocional porque es sagrada, y, asumir que la salud emocional de los demás también lo es.

- practicar a diario para comunicarnos y relacionarnos desde la empatía y el respeto, la solidaridad y el compañerismo.

-construir una ética amorosa basada en la filosofía de los cuidados. 

-aprender a cuidarnos a nosotros/as mismas, cuidar las relaciones con los demás, y cuidar el planeta que compartimos

-tomar conciencia de que todos y todas tenemos derecho a una buena vida, libre de sufrimiento, explotación y violencia. 


Reivindicar y defender este derecho a una Buena Vida es el único camino hacia la utopía. Para poder vivir bien hay que acabar con el sufrimiento que nos causamos unos a otros en nuestra interacción diaria, tanto en el hogar y los espacios íntimos como en los espacios públicos, tanto en lo presencial como en lo virtual. 


Necesitamos, pues, mucha humildad y autocrítica para aprender a divertirnos de otras maneras. Y toneladas de amor del bueno y de ternura social para comunicarnos y relacionarnos de otras formas.


Vivir sin sufrir es un derecho universal de todos los seres vivos.

Vivir sin hacer sufrir es un principio fundamental para vivir en paz.


#RevoluciónaAmorosa #BuenosTratos #Cuidados #AutocríticaAmorosa #Empatía #ComunicaciónNoViolenta #AmorDelBueno #ÉticaAmorosa #SaludMental #SaludEmocional #EducaciónEmocional 

#Otrasformasdedivertirsesonposibles #Bienestar #Autocuidado #TernuraSocial  #VivirSinSufrir #VivirEnPaz #DerechoAUnaBuenaVida


Post relacionados:

Las bromas para hacer sufrir a los demás

La salud mental y emocional es política

Cómo me trabajo el arte de la no violencia

Para qué sirve la autocrítica amorosa

¿Cómo usas tu poder?

Desaprender la crueldad

Que tus emociones no hagan daño a nadie

Si hizo sufrir a otras mujeres, a ti también te tratará mal

Ser normal o ser tú misma

Cambia tu mundo, y cambias el mundo: la terapia es colectiva

No hay recompensa por sufrir por amor

9 de diciembre de 2021

Eventos de Coral Herrera en Diciembre #GIRA 2021

                                                        10 de diciembre, Málaga

                                          En la Casa Invisible, c/ Andrés Pérez.   


****


21 de diciembre, Granada

Presentación del libro en Biblioteca de Andalucía, en Granada


***

4 de diciembre, País Vasco
Guipuzkoa 


8 de diciembre de 2021

Regalos con amor



Si estáis pensando en hacer (o en haceros) un regalo, en la tiendita de mi web encontraréis 3 propuestas: 

* mis libros en papel y en ebook

* un curso virtual de dos meses: Mujeres que se liberan

* una estancia de 6 meses en la Comunidad de Mujeres del Laboratorio del Amor (+ curso incluido)


http://otrasformasdequererse.com/regalos/

7 de diciembre de 2021

Celebremos nuestras liberaciones



Las liberaciones hay que celebrarlas por todo lo alto. Es súper importante festejar con tu gente querida que has terminado una relación en la que no eras feliz. 

Brindar con tus amigas porque has sabido cuidarte a ti misma, y te has dado cuenta de que la vida es muy corta y el amor es para disfrutar. 

Celebrar tu inteligencia, tu honestidad, tu valentía, brindar las veces que sean porque no solo te has ahorrado toneladas de sufrimiento en vano a ti misma, también se las has ahorrado a la gente que te quiere. 

Celebrar que te has rebelado contra la cultura romántica del aguante y el sufrimiento, que sabes demostrarte cuánto te quieres a ti misma, y que has decidido liberarte porque tú, y todas las mujeres de este mundo, nos merecemos una buena vida. 

Celebrar que tu decisión no es un fracaso, sino un éxito; no es un final, sino un inicio. Compartir la alegría porque estás usando tus alas para volar y por fin disfrutas de tu libertad para elegir la vida que quieres vivir, y la gente con la que quieres compartirla. 

No importa lo que hayas tardado: lo importante es que no te has resignado y ya te estás liberando del miedo, de la culpa, de la dependencia o de la adicción romántica.

Has comprendido que no hay amor del bueno en las relaciones en las que los cuidados no son mutuos.  Y por eso hay que celebrar que eres responsable y madura, que te has comprometido con tu felicidad, que te estás haciendo una vida mejor. 

Estás llevando la teoría a la práctica y haciendo uso de tus aprendizajes: sabes que todo acto de autocuidado es un grandioso acto de amor hacia ti misma y hacia la gente que te quiere.

 Hay que dar la buena noticia y compartirla con alegría: tu gente se va a sentir aliviada, y probablemente muy feliz porque has priorizado tu salud mental y emocional y tu bienestar.

 Cuando una se libera, nos liberamos todas: inviten a sus amigas a comer o a cenar, a cantar y a bailar, a disfrutar que estamos vivas, a charlar junto a una hoguera durante horas una noche de luna llena... 

Brindemos todas las veces que haga falta por las nuevas etapas, ¡hagamos una costumbre celebrar fiestas y akelarres para celebrar las liberaciones nuestras, y las de las amigas!

#Mujeresqueyanosufrenporamor 

#Mujeresqueseliberan #celebrar #liberaciones #autocuidado


Coral Herrera Gomez 



Enlace al curso Mujeres que se liberan


Libros de Coral Herrera 

19 de noviembre de 2021

¿Cómo enamorar a una mujer para que te cuide toda la vida?

Ilustración de Señora Milton



"Niña, tú mejor no te cases ni tengas hijos", este extraño consejo lo recibí de algunas mujeres de mi entorno durante la niñez y la adolescencia. Me lo dijeron a solas, en susurros, como si fuera un secreto. Yo no comprendía, porque creía que la experiencia más hermosa que yo podía vivir como mujer era encontrar al amor de mi vida.
Ahora por fin lo entiendo todo.
¿A vosotras también os han dado este consejo en secreto? Rompamos el silencio, las mujeres tenemos que ayudarnos entre nosotras a quitarnos la venda de los ojos.
Mi nuevo post en el blog de Pikara Magazine en eldiario.es 

7 de noviembre de 2021

Révolution Amoureuse, de Coral Herrera Gómez



Os presento mi libro "Mujeres que ya no sufren por amor" traducido al francés 
por Sophie Hofnung para la editorial Binge Audio Editions.







Les femmes du monde entier souffrent par amour, en rêvant d'un modèle d'homme qui n'existe pas, d'un partenaire idéal qui viendrait les sauver. Ce mythe de l'amour romantique, que la société nous présente comme le seul possible, bien aidée par la religion et l'industrie du divertissement, est toxique.

Individuellement et collectivement. Alors, le seul moyen de se désintoxiquer, c'est de faire la révolution !

Comment ? En interrogeant nos façons de s'aimer, pour nous libérer des normes, de l'éducation et des représentations qui enferment nos émotions ; en imaginant d'autres relations amoureuses et affectives dans un monde différent, et en osant les faire advenir.

En 23 courts chapitres précis et percutants, Coral Herrera Gómez nous donne des pistes très concrètes pour changer nos pratiques individuelles et collectives, afin de faire changer le monde. Car l'amour est un puissant outil de transformation : quand il dépasse les frontières du couple pour gagner le collectif, il est un moteur pour construire une société où l'exploitation, la violence et les hiérarchies n'ont pas droit de cité.


Puedes adquirirlo en Fnac y en más de 160 librerías de Francia.

Más libros de Coral Herrera

6 de noviembre de 2021

Las bromas para hacer sufrir a los demás



¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Agarras a un amigo, a tu sobrina, a tu pareja, a tu compañera de la oficina, y le conviertes en el centro de atención para que todo el mundo se ría de ella. Usas la información que tienes sobre su vida para hacer bromas y atacarla con indirectas y comentarios sarcásticos. Todos ríen y te aplauden, porque eres muy graciosa o muy gracioso, y porque no quieren que les hagas a ellos lo mismo. Tu ego se infla y a veces no mides el daño que estás haciendo a tu víctima porque todo el mundo se esta divirtiendo mucho. Cuando la víctima o alguien intenta pararte los pies, tú te escudas en el humor, y le reprochas a tu víctima que sea tan sensible o que no sepa reírse de sí misma. Todos te aplauden y tú te sientes muy poderosa, no malgastas ni un segundo en pensar en tu víctima, en cómo tiene la autoestima, y como se está sintiendo, porque lo importante para ti es recibir los aplausos de los demás. No te das cuenta de que tu forma de someter a los demás es violencia, porque haces daño y te estás aprovechando del sufrimiento de otra persona para sentirte una diosa. O un Dios.


Cuando hacemos daño a los demás entre risas, no parece violencia. Pero a través de las burlas podemos humillar en público a una persona  y disfrutar viendo lo incómodo, herido o dolido que se siente. Cuanto peor lo pasa, más se ríen los demás: para nosotros lo importante es que todo el mundo (menos tu víctima) se divierta y pase un buen rato. 

En realidad es una más de las estrategias que usamos para someter a los demás y para imponer nuestro poder. Y muchas veces se nos va la mano, pero pocos se atreven a señalar la crueldad porque se presupone que lo haces para alegrar la fiesta.

Pero lo cierto es que utilizar las bromas para imponerte, y aprovecharte del sufrimiento de alguien para recibir aplausos de los demás, es violencia. 

Nos han enseñado desde pequeños a divertirnos viendo pasarlo mal la gente más débil. Sin embargo, nadie quiere ser la víctima: nos gusta más ser el Gracioso y recibir los aplausos del público que ser el blanco de las humillaciones del Gracioso.

 
¿Hasta qué punto punto pasa mal la víctima? Hay gente que sabe defenderse y contraatacar cuando la utilizas para hacerte el gracioso y para sentirte importante. Pero hay gente que no puede defenderse y se siente profundamente herida por tus burlas y comentarios. Su sufrimiento nos infla el ego, a ellos les destroza la autoestima.

Es una violencia que hemos normalizado, nos toca soportarla en la infancia, y la ejercemos cuando somos adultos: nos encanta reírnos de sus torpezas y su falta de habilidades, y más gracia nos hace si el pequeño se siente humillado. 

Lo hacemos también entre nosotros, constantemente, en nuestro grupo de amigos, en el trabajo, en la escuela y aquí en redes sociales.

Nos sentimos muy poderosos cuando atacamos a alguien y nos crecemos cuando los demás nos apoyan con risas. Las víctimas preferidas son la gente rara y la gente desobediente que se desvía de la norma: la humillación es un método de disciplinamiento social que sirve para que los demás se esfuercen en obedecer los mandatos sociales y de género. Los demás generalmente le reímos la gracia al Gracioso para evitar que nos elija como víctimas.

 
Pero hay más. Disfrutamos haciendo sufrir al resto no solo porque no toleramos la diversidad y la diferencia, sino porque lo aprendemos desde la más tierna infancia: nos llevan a cárceles de animales los días festivos, nos llevan a la plaza a divertirnos mientras un tipo tortura a un animal, aplaudimos mientras el animal se retuerce de dolor agonizando. Nos divertimos apresando animales pequeños que no nos vamos a comer: lo hacemos para sentirnos fuertes y poderosos.

Nos sentimos muy grandes sabiendo que podemos matar a seres más pequeños, y por eso nos parece divertido torturar a camarones, hormigas, lagartijas e insectos. También torturamos a las mascotas en casa, y en el aula nos divertimos humillando al niño con gafas, y a la niña gorda, y al niño extranjero, y a la niña con aparato en los dientes, y al niño gay. En las cenas de Navidad, los cuñados se divierten molestando al raro o a la rara de la familia con risitas, indirectas, comentarios humillantes, preguntas incómodas.

 
Cuando la víctima pretende parar el espectáculo y nos señala la violencia, nos defendemos diciendo que nuestra intención no era hacer daño, sino divertir a los demás. Es más, cuando la otra persona protesta, podemos culparle de la violencia que sufre burlandonos de su "extrema sensibilidad", para que parezca que el problema lo tiene ella o él. Así todo el mundo se pone de tu parte: "solo estaba bromeando, no seas exagerada, te falta sentido del humor".

 
Si te beneficias del dolor que generas en alguien, si recibes aplausos y aprobación de los demás, estás ejerciendo violencia. Y no sólo tú, sino la gente que te ríe las gracias para mostrar sumisión y para que no les ataques a ellos.

Cuando el humor va de arriba a abajo, no tiene gracia: desde el privilegio, el humor sirve sólo para legitimar tu posición de poder. Por eso hay tantos chistes sobre tartamudos, cojos, sordos, gangosos, gente con discapacidades, gente que no es blanca, y gente que pertenece a colectivos sociales discriminados: los chistes sobre maricones, gitanos, negros, etc sirven para perpetuar los estereotipos y los prejuicios racistas, machistas y clasistas. Al reírnos de ellos, nos situamos fuera de ellos y los señalamos como inferiores.

 
Aprender a identificar al Gracioso que llevas dentro es uno de los principales trabajos que llevo a cabo en mis talleres de Masculinidades No Violentas: los chavales están todo el tiempo reprimiéndose a sí mismos y reprimiendo a los demás utilizando el humor, que parece inofensivo pero que sirve para castigar a los chicos diferentes, y a los sensibles, es decir, a aquellos que no cumplen con el rol de macho.

Las chicas hacen lo mismo, especialmente las que se masculinizan para obtener la aprobación de los machos.

 
Cuesta mucho hacerles ver que cuando el humor sirve para humillar no tiene gracia, y que  hacer daño a los demás no es divertido.

 
Cuesta porque los adultos lo hacemos todo el tiempo y ellos ven cómo usamos el humor para someter y domesticar a los demás.

 
La única manera de parar estas violencias cotidianas es que seamos valientes y no le riamos las gracias al Gracioso o la Graciosa. 

Si no les tenemos miedo, y no les apoyamos con nuestras risas y aplausos, se quedan sin poder.

Si nos ponemos del lado del que sufre las humillaciones, el Gracioso se queda solo.

 
Ahora bien, lo más efectivo para parar la violencia es tomar conciencia e identificar cuándo somos nosotros el Gracioso o la Graciosa.

 
Uno de mis consejos para cuando sientas ganas de recibir aplausos divirtiendo a la gente: ríete de ti mismo, y ponte tú en el blanco de todas las risas. O busca otras formas de divertir a los demás y recibir aplausos que no hagan daño a nadie. 

La fórmula es muy sencilla:
Cuando te ríes de ti mismo o de ti misma para que los demás se rían, estás haciendo arte.
Cuando te ríes de otra persona para divertir a los demás y para ejercer tu poder, estás siendo violento. 

Hay otras formas de divertirse y de ganarse el respeto que no implican someter ni hacer daño a los demás. 

Coral Herrera Gómez


Otros artículos:

El desprecio para hacer daño a los demás 


5 de noviembre de 2021

Mi contrato amoroso: yo trabajo, él cuida



Muchas me preguntáis cómo puedo con todo. Porque parezco una súper mujer, pero la realidad es que sola no podría. Os voy a contar cómo hago para maternar y para trabajar a este ritmo tan descomunal. 

Yo llevo mis redes sociales, mi agenda y sus eventos, los asuntos administrativos y burocracia, los post en mi blog y en medios, la producción de vídeos y podcast, la preparación de mis clases y conferencias, el proceso de escribir libros, y además asumo mi parte en los cuidados del hogar y mi niño. Mi compañero es ahora el que dedica la mayor parte de su tiempo a los cuidados.

En los 4 primeros años de vida de Gael, lo logré durmiendo muy poco y estando todo el día agotada: después de pasar todo el día con los cuidados de  casa y el bebé, mi jornada laboral comenzaba a las 7 de la noche,  y terminaba muy tarde. Mi compañero traía los ingresos para que yo pudiera escribir mi libro "Mujeres que ya no sufren por amor", y aportaba con su parte de tiempo a los cuidados de la casa y de Gael.

Después, cuando Gael cumplió dos años empecé de nuevo a viajar y nos repartíamos el trabajo de cuidados por igual, aunque yo estuve con la lactancia hasta los cuatro años y medio. Ahora, en España, lo consigo gracias al cambio de roles que he pactado con él. Antes yo ponía más tiempo a los cuidados, ahora los pone él.

Recuerdo el día que le propuse migrar a España (para mí, volver a mi país después de nueve años en Costa rica) Le pedí un cambio de roles para apostarle a mi carrera profesional: él se encargaría de Gael y la casa, y yo sería la principal proveedora de recursos. 

También le propuse dos proyectos: que terminara su novela, y hacer entre los dos cuentos con guía didactica para adolescentes.

Firmamos un contrato amoroso, y desde que nos mudamos a Málaga yo hago facturas, él tiende la ropa, yo viajo a dar formaciones, él hace la compra y la comida, yo respondo mil correos y gestiono los eventos, él lleva al niño a la oftalmóloga, yo escribo los cuentos y él los ilustra.

A veces le miro y pienso que he tenido una suerte increíble de encontrar un compañero que apueste por mi carrera y aparque la suya como antropológo, y que priorice los cuidados de Gael (porque obvio no le da tiempo a terminar su novela). 

Está siendo un proceso bien apasionante y estamos los dos a tope, con nuestro proyecto de crianza, nuestro proyecto común de cuentos, y trabajando sin parar, él en casa, y yo fuera de casa. Una de las cosas más significativas es que hay gente que no entiende esta forma de organizarnos. Lo que él hace, a ojos de la sociedad no es trabajo, no tiene valor, debería poder hacerlo yo mientras trabajo. 

Yo gano el dinero y me llevo los aplausos, atiendo a la prensa, viajo por el mundo, brillo bajo los focos, aoy una súper woman, y su trabajo en cambio es invisible. Dejó su restaurante de pupusas y vive muy lejos de sus hijos mayores, sus hermanas, sus amigas y amigos de toda la vida. Él me dice que vive fuera de su país desde los 14 años y que está acostumbrado a cambiar de roles y a cambiar de escenarios.

Le miro y pienso, esto es amor del bueno, esto es amor compañero. Porque sin él no podría ser madre, escritora, profesora, bloggera, youtuber, instagrammer, administrativa, manager de mí misma, etc. Lo veo tan claro, que a veces me asusto, porque me siento demasiado afortunada. 

Formamos un buen equipo: estamos tratando de criar a Gael con amor, de cuidarnos mutuamente, y de poner en práctica las herramientas del Contrato Amoroso para disfrutarlo, y para que nuestro proyecto vital nos dure. 

Yo, desde el fondo de mi corazón, no puedo por menos que hacerle una declaración pública de amor: cómo no querer bestialmente a este tipo grandullón, alegre y solidario que me está apoyando y cuidando tanto para que yo pueda cumplir con mi sueño. 

Gracias, amor, por estar conmigo haciendo la revolución amorosa del amor compañero. 

#ElContratoAmoroso #cuidados #amordelbueno #amor #roles #crianza #trabajoenequipo #micarreraprofesional #amorcompañero 

Los amores compañeros

¿Quieres leer mi libro El Contrato Amoroso. Herramientas para negociar en la pareja?

Todos los libros de Coral


Coral Herrera Gómez 

Coral Herrera Gómez Blog

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Únete al Laboratorio del Amor

Únete al Laboratorio del Amor
Para saber más pincha en la imagen