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26 de octubre de 2017

Las mujeres machistas, el amor y el feminismo




Claro que hay mujeres machistas, vivimos en un mundo machista.  

Las mujeres machistas son la prueba evidente de que el machismo existe. Por eso un machista después de negarte la existencia del patriarcado, te señala sin darse cuenta que hay mujeres machistas para mostrarte que el patriarcado no es un problema exclusivo de los hombres. Y tienen razón: el machismo también es un problema que nos afecta a nosotras. Somos nosotras las principales víctimas de la brutalidad machista en forma de acoso, vigilancia y control, agresiones, maltrato psicólogico y emocional, abusos sexuales, violaciones en grupo, secuestros para el tráfico de esclavas sexuales, feminicidios. 


Existen las mujeres violentas, vivimos en un mundo basado en la violencia patriarcal. 


La culpa no es de las mujeres, aunque en los medios nos sigan machacando con la idea de que nos pasa lo que nos pasa por desobedientes, por provocadoras, por imprudentes, por locas. No somos las asesinas, somos las víctimas.


Esto no nos exime de la responsabilidad que tenemos todas las mujeres para terminar con la desigualdad y la violencia, para romper con los roles y los estereotipos de género, para desobedecer  los mandatos del patriarcado, para luchar por nuestros derechos humanos fundamentales y nuestras libertades, para educar niños y niñas en la diversidad y la igualdad, para protestar cada vez que asesinan a una de nosotras, para visibilizar a las mujeres importantes de nuestra cultura y nuestra Historia,para revisar nuestros privilegios y nuestros prejuicios, para hacer autocrítica sobre las opresiones que ejercemos sobre los demás, para aprender a querernos a nosotras mismas, para aprender a querer a las demás.  


En todas las épocas históricas ha habido mujeres desobedientes al patriarcado. Sin embargo, las feministas aún somos minoría, aunque seamos millones de personas. Y todas nosotras llevamos el patriarcado en los adentros, por eso estamos trabajando individual y colectivamente para liberarnos de todos sus mandatos. 


La buena noticia es que cada vez somos más, y más diversas: estamos transformando nuestra sociedad, nuestra economía, nuestra cultura, nuestra sexualidad, nuestras emociones, nuestra formar de organizarnos y de relacionarnos con los demás. Y el cambio es imparable, aunque genere tantas resistencias en las mujeres y los hombres machistas. 


A continuación os ofrezco un breve análisis de por qué la mayoría de las mujeres en el planeta son patriarcales, cómo interiorizamos el patriarcado, cómo lo reproducimos y transmitimos, cómo ejercemos el poder, qué estrategias utilizamos para sobrevivir en un mundo de dominación masculina, cómo nos relacionamos entre nosotras y con los hombres, cómo amamos y cómo podemos liberarnos colectivamente del patriarcado.   




23 de octubre de 2017

Necesitamos toneladas de autocrítica amorosa

Necesitamos toneladas de autocritica amorosa para identificar los patriarcados que nos habitan a todos, hombres, mujeres y gente diversa. Del patriarcado no se libra nadie: nacemos en él, nos educamos en él, lo interiorizamos, lo reproducimos, lo transmitimos y lo enseñamos a las nuevas generaciones. Está muy dentro y alrededor de nosotros, en la interacción social y afectiva, en la cultura y la comunicación, en las leyes, en el ámbito laboral, en las escuelas, en las redes sociales, en las relaciones de pareja, en la Ciencia, en las religiones, en la Medicina, en la Filosofía, en el arte, en los partidos políticos, en los movimientos sociales, y si, también en los feminismos. T

Tenemos que analizar la realidad colectivamente, tenemos que conocernos mejor a nosotras mismas, tenemos que desaprenderlo todo y volverlo a inventar, tenemos que despatriarcalizar el deseo, las emociones, la manera en la que nos relacionamos sexual y afectivamente, la manera en que convivimos y nos organizamos política y económicamente. 

Es un trabajo de transformación individual y colectiva, una revolución a todos los niveles, y el objetivo es cambiar el mundo. Por eso necesitamos tanta autocrítica amorosa: para visibilizar el problema, para hablarlo, para generar debate, para reflexionar a solas y en grupos, para empezar con la interacción cotidiana con nuestra gente cercana, la del día a día. 

El objetivo común es acabar con la desigualdad, la discriminación, la explotación, los abusos, las agresiones y las violaciones. La violencia nos afecta a todos: si queremos un mundo mejor y una vida mejor hay que hablar mucho sobre lo que nos pasa, escucharnos las unas a las otras, trabajarnos los patriarcados, elaborar pactos de convivencia, tejer redes de ayuda mutua, y tomar acción, en las calles, en las plazas y en las redes. Y sobre todo, en una misma, en uno mismo, para que la autocrítica pueda ser colectiva. 

#AutocríticaAmorosa #LuchaFeminista #Despatriarcalizarnos

Coral Herrera Gómez 

6 de octubre de 2017

Los que más se pelean, no son los que más se desean



“Los que más se pelean, (no) son los que más se desean”: hay gente que disfruta mucho peleando y sumergiéndose en la violencia pasional, pero es un desperdicio estar mal años de tu vida, con lo corta que es, entre llantos, conflictos, gritos, escenas de celos, insultos, palabras que hieren… . Tenemos que dejar atrás las guerras románticas, apostar por la alegría y el disfrute en el amor, y cambiar la perspectiva. Por ejemplo: los que comparten orgasmos y risas son los que más se desean. No rima, pero suena infinitamente mejor".

Coral Herrera Gómez

#DesmontandoElAmorRomántico

El Amor no es para siempre




El amor (no) es para siempre: dura lo que dura. Algunos amores duran veinte años, otros dos meses, otros dos días… por eso hay que saborear  el presente, y no trasladar tu mente al futuro incierto: la plenitud está en el momento que estamos viviendo, amar es estar presente, parar los relojes, disfrutar del  aquí y del ahora.

Coral Herrera Gómez 

#DesmontandoElAmorRomántico


Quien bien te quiere, no te hará llorar





“Quien bien te quiere, (no) te hará llorar”: no es cierto que cuando alguien te hace daño es porque te quiere mucho y le importas, no es cierto que quien te trata mal es por tu bien. Si alguien te quiere y te hace llorar es porque no sabe quererte bien ni tiene herramientas para disfrutarte sin dominarte. Es hora de romper la unión entre amor y sufrimiento: es posible (y aconsejable) disfrutar de la vida sin tragedias". 

Coral Herrera Gómez  

#DesmontandoElAmorRomántico

3 de octubre de 2017

¿Por qué no he dejado ya esta relación que no me hace feliz?




Mujeres de diferentes países contestaron a este hilo en mi perfil de facebook para aportar a la reflexión colectiva sobre por qué nos quedamos en relaciones en las que no nos quieren y no nos cuidan. ¿Será por qué seguimos creyendo que algo puede cambiar, por que nos conformamos con migajas, por que seguimos esperando el milagro romántico?

En Facebook pueden ver todas las respuestas, aquí he seleccionado algunas: 

Anabel: "Yo creo que nos creemos el mito de "ya cambiará" o peor aún "ya lo cambiaré YO"


Cristina: "Marcela Lagarde decía que las mujeres aguantamos mucho mejor el desamor que la falta de alguien a quien amar. Soportamos mejor estar con alguien que no nos ame pero al que puedes amar que no tener a nadie. Hay que reflexionar sobre esto".


María: "Es el terrible amor romántico que hace creer que él si me puede querer más, que es posible "salvarlo" de su incapacidad para amar y disfrutar, que le quiero tanto que puedo transformarlo, y la dificultad para reconocer que sola estoy mejor" 


Pilar: "El bombardeo machista que recibimos desde chicas, tanto en la familia como en las películas, libros,etc: el amor es sufrimiento, debemos cuidar de los otros y ayudar de los otros, que ya van a cambiar, debemos sacrificarnos por el bien social, no podemos sobrevivir sin un hombre que nos "proteja", no valemos sin un hombre socialmente, etc. Estamos más pendiente de tener a pareja o a mantener la pareja o vínculo afectivo a cualquier precio que de desarrollar todo nuestro potencial, todos nuestros sueños. No nos enseñan a decir NO, a que en las relaciones tiene que haber reciprocidad, respeto, cariño, y que está bien no aceptar menos, a que no somos egoístas ni menos mujer por eso. Hay que empezar a ejercer una libertad individual plena con vínculos correspondidos y no tener esa "necesidad" de compañía que nos hace estar con alguien a cualquier precio".


Alejandra: "La intoxicante idea del amor romántico, esa que te enseñan desde chiquita. Estuve dentro de una montaña rusa de emociones por años, todo era tan adictivo. Eso aderezado con la falta de amor propio, la nula capacidad de poner límites y la tendencia a imaginarme hombres como príncipes de cuento. 

El feminismo fue mi salvación".

Adriana: "Me parece que como mujeres nos han enseñado, y hemos aprendido, a amar sin importar que nos amen. Sentimos que es nuestro deber, pocas veces nos importa la reciprocidad convirtiéndonos en "mártires del amor" así como en las novelas y películas que consumimos. Además de que suele existir cierta dependencia a la pareja ya sea económica o emocional. Necesitamos construirnos una bonita soledad".

Sabrina: "El tema de la dependencia emocional es una de las grandes epidemias que sufrimos las mujeres. Como ha dicho una compañera, es como una adicción. Estaría bien crear una Unidad de Conductas Adictivas Emocionales para tratarlas"


Ana Lucía: "A menudo, porque la vida cotidiana se siente monótona, la máxima aventura consiste en inventarse un melodrama. Hasta que uno descubre lo bien que es... estar bien".

Alm: "Por jugar al poder y al deseo . Y GANAR"

Ali N. Kioux: "en la mala relación me quedé porque esperaba que mejorara, que él al conocerme mejor se "diera cuenta" de "cuánto valgo" o "de el amor tan grande que le tenía" o que "nadie lo iba a querer como yo" -y sí,cuando lo escribes suena taaaan idiota".

Vero: "En mi caso es un miedo irracional, no lo comprendo, se estar sola, hago muchas cosas un me gustan. Y no logró explicar ese miedo-angustia que me origina pensar en la separación".

Paqui: "Yo creo que permanecemos en ese tipo de relaciones principalmente, fue mi caso y ahora lo veo, por falta de amor a nosotras mismas, miedo a la soledad, por nuestras creencias de que para ser "felices" tenemos q estar con esa persona o en pareja sí o sí, lo de felices lo pongo entre comillas porque es lo que creemos, yo soy mucho más feliz y sobre todo estoy mucho más tranquila desde que tomé las riendas de mi vida y desde que me conozco más a mi misma y sé que no es imprescindible nadie para vivir nada más que tú misma, y amarte, amarte mucho y después vendrá lo que tenga que venir, no esperar que por tener una relación nos vayan a salvar de todas nuestras carencias y miserias, esas las tenemos que sanar nosotras mismas!! Feliz presente!!

Adaliz: "La tonta idea de que el "amor" lo puede cambiar, y de que cuando vea todo lo que sacrifico me amará de igual manera, como tanto lo he esperado viví 5 años así. Queriendo llenar todas sus expectativas, siendo humillada, muy lejos de quien era yo realmente, y sabía que no podía seguir así pero no tenía el valor de irme, era una dependencia emocional más que otra cosa. Los planes, si bien por momento los amaba, en algunos breves lapsos de lucidez me decía a mi misma que no podía soportar eso más, que yo no nací solo para ser una novia o esposa sumisa. Yo siempre fui una persona muy alegre, sin embargo, en aquellos días andaba triste o de mal humor casi siempre, no tenía el control de mis emociones ni mis decisiones, todo se lo relegué a él".

Alejandra J: "Después de años de sufrimiento, de terapia, de fortalecer mi autoestima puedo irme de relaciones que me hieren o donde no me siento amada y correspondida y mantengo la idea de que las mujeres que tienen pareja la tienen porque aguantan un sin número de violencias, de desamor. A la fecha cuando me voy de relaciones así, sigo lamentándome haberme ido "no haber aguantado", "no haber sido perfecta", "no haber estado incondicionalmente", aún me llego a sentir sola, desamparada, sin protección y apoyo a pesar de que he salido adelante sin figuras masculinas en mi vida, sigo arrastrando el pesar, la culpa, el vacío de no "haber logrado" retener a un hombre y que quiera casarse conmigo".


Yael: "Cada día me doy más cuenta de que no va a parar la violencia de género si no se reeduca al género masculino. Nosotras nos empoderamos y nos concientizamos, luchamos por nuestras vidas y nuestros derechos. Pero la mitad de la población son hombres y es con ellos con quiénes tenemos que relacionarnos desde el amor y a la vez lamentablemente de quiénes tenemos que defendernos. Entonces creo que hay que multiplicar los espacios de pedagogía antipatriarcal para los hombres. Porque sólo si ellos trabajan su masculinidad separandola de la violencia y la opresión, podremos ser libres y también amarnos".

Llano: "Entiendo que cuando se quiere cambiar a una persona es mal asunto, mejor cambiemos nosotros mismos. No hay que cambiar cómo somos, sino empezar a contemplar las cosas del otro de forma diferente, aceptándolo si se puede y si no, pues con valentía acabar esa relación. Quienes somos para pretender cambiar a los demás? Recordemos que acoplarnos a un proyecto de vida con alguien no significa que cambiemos para dejar de ser quienes somos"

Diana: "Eso me pregunté yo muchas veces y cuando tuve clara la respuesta me dediqué a trabajar esa respuesta y luego me separé. Tardé 4 años pero lo hice y hoy estoy muy orgullosa de mi. No abandoné antes por sentir q yo no era capaz de hacerme la vida sola. Era un miedo irracional inculcado culturalmente. Mi hija me dijo un día: si eres tú quien está sosteniendo esta familia incluido él!! Pensé largo y tendido y me di cuenta q era cierto. Me fui desprendiendo de mi dependencia. Dejé de retocar la realidad y afrontar la verdad. Yo era un buen instrumento para su bienestar pero no me quería y si alguna vez lo hizo me quiso mal. Luché por la relación incluso dejando de ser yo quien era pero nada sirvió. 
Hoy, soy muy feliz conmigo misma. He tenido varias relaciones fallidas porque en ellas fui rechazando lo q se repetía de nuevo. Yo escogía ese tipo d relaciones. Me " encerré un año" para depurar aquello q me llevaba a escoger tan mal y lo conseguí. Hoy estoy empezando una relación con un hombre q se relaciona de otra manera y es maravillosa la sensación q me da esta relación. Yo soy libre en ella y por primera vez siento q me quieren bien, q me quiere a mi y no lo q pudiera yo representar. Pensé que nunca pasaría y eso me entristecía mucho pero lo asumía. No renunciaré nunca a mi libertad, a la libertad de ser quien soy nunca más. Un beso a todas"

Ligia: "Yo en lo que creo es que si somos adultas y nos damos cuenta de lo mal que andamos con respecto al tema del amor, el primer paso es reconocer esas limitaciones y empezar a ver de lo vivido qué es rescatable para seguir apoyándome en eso positivo y todo lo que vea que no ayuda, tener la fuerza para empezar a trabajarlo ello tiene implicaciones y este espacio de compartir desde la apertura de reconstruirnos es muy importante".

Elsita: "El mandato social indicó durante años que "el amor duele", sí vimos miles de novelas donde la protagonista sufría y sufría hasta que en el último capítulo se casaba vestida de blanco con su gran amor! Triunfante... Esas porquerías han ido penetrando en nuestras cabezas desde pequeñas, quién no escuchó alguna vez a una madre pedirle a la hija que tenga "paciencia" que se comporte como "debe comportarse una señorita"... Esperar como la Cenicienta la llegada del Príncipe y si se trata de un bravucon convertirse en la Bella que calma a la Bestia... Necesitamos entre todas deconstruir esos relatos que nos tildan de "media persona" si no hemos encontrado aquella persona que nos complete.. Es larguísimo el debate y muy enriquecedor! "Derribemos la prisión que han creado para nuestras mentes" Abrazos desde Neuquén- Argentina"



Sandra: "En mi caso, y después de 12 años de haber dejado esa relación, he reconocido que había muchos miedos, y no precisamente a estar sola. Miedo a las reacciones pasivo-agresivas o abiertamente agresivas cuando les dices que esto no puede seguir así, miedo al chantaje emocional que viene cuando dices que quieres dejarlo, miedo a que me atrape de nuevo con la enésima luna de miel tras hablar sobre separarnos. Miedo a no poder pagar sola la hipoteca, a que tratar de separarte te tenga 10 años más atada con el piso que no quiere vender (como efectivamente fué en mi caso). Miedo a que lxs demás te bajen del pedestal de mujer inteligente e independiente por tener todos estos miedos y lo etiqueten como un FRACASO, del que "hay que REHACERSE", en lugar de una liberación de la soga que te asfixia... Visto así, mujeres, separarse de las relaciones que no te aman, que no te desean todo lo mejor y no te animan a recorrer tus propios caminos, son todo ventajas".

Lluvia: "Yo creo que una de las principales razones es que pensamos que la situación puede cambiar, que con el tiempo el cariño será mutuo, que esa persona se implicará tanto como lo hacemos y tendrá con el tiempo cada vez más interés, hasta que llegue el día en que ambos seáis un equipo. Por el momento sigues escuchando que le agobias por querer verle cuando llega el fin de semana (algún día), que no le presiones si le has visto el anterior, pero eso tal vez algún día deje de ser así (piensas). Creo que es la esperanza lo que nos mueve a seguir aguantando".


Mi contribución al hilo fue: "Nos quedamos porque vivimos en un mundo hecho por y para las parejas en el que estar soltera es sinónimo de ser una fracasada. Las rupturas se viven como un fracaso: no has tenido paciencia, no has sabido cambiarle, no has aguantado nada, no has podido retenerle a tu lado... La presión social es muy fuerte, especialmente cuando somos nosotras las que ponemos fin a una relación. Somos siempre las malas, especialmente si nuestra pareja es una buena persona que no nos pega ni nos viola: todo el mundo pregunta por qué dejaste de quererle, como si el único motivo para dejar de querer a alguien fuese la violencia. 


Creo que además muchas de nosotras esperamos el milagro romántico con el que lloramos de emoción en las películas. Esperamos a que suceda algo mágico que le cambie a él y le convierta en un príncipe azul, esperamos que en algún momento él se de cuenta de lo mucho que valemos y lo mucho que merecemos ser amadas. Esperamos, esperamos, y se nos va la vida esperando a que suceda el milagro. Las mujeres de los cuentos poseen toneladas de paciencia: la principal virtud de una princesa es capacidad para quedarse quieta y esperar, como la Bella Durmiente que esperó cien años a que la salvase un príncipe azul. Nos quedamos en las relaciones que no somos felices porque nos auto-engañamos y nos auto-boicoteamos: creemos que no nos merecemos nada mejor, que nadie nos va a amar, que es mejor que te traten mal a que no te traten.

Nos creemos también un poco salvadoras: "Yo le enseñaré a amar, le haré creer en el amor, ablandaré su corazón, le haré madurar, le curaré todas sus heridas, le enseñaré el camino hacia la felicidad". Ahí es donde nosotras nos sentimos importantes, queremos ser imprescindibles, y queremos creer que algún día nos recompensarán por nuestra entrega y nuestra sumisión. 


Luego además está la falta de autoestima y el exceso de Ego: necesitamos que alguien nos ame, nos quiera, y nos desee, y si no lo logramos, mendigamos las migajas del amor o exigimos reciprocidad con lluvias de reproches cargados de amargura y resentimiento porque no nos aman como quisiéramos. Cuanto más amor necesitamos, más vulnerables y dependientes somos. Por eso es tan importante amar sin necesidad, amar desde la libertad, y cortar las relaciones cuando no funcionan. Lo que nos hace daño es seguir en ellas durante meses y años".  


Podéis seguir aportando con vuestras experiencias, opiniones, reflexiones en el hilo de mi perfil de facebook

¡muchísimas gracias a todas por vuestra generosidad y vuestros aportes! Seguimos desmontando, despatriarcalizando, desmitificando, y trabajandonos el amor, 




Coral Herrera


1 de octubre de 2017

La renta básica, las mujeres y el amor

Ilustración de la Señora Milton

¿Qué ocurriría en un país en el que se aprobase una renta básica de 2.500 euros al mes para todos y todas?, ¿qué cambios sociales, políticos, económicos, culturales, emocionales y sexuales implicaría en las vidas de las mujeres?
¿Cómo sería el amor en un mundo de mujeres libres y autónomas? Amor y Renta Básica, una utopía feminista en mi nuevo post para Pikara Magazine. Es el más loco que he escrito en mi vida. No se imaginan cómo disfruté escribiéndolo, fue un placer imaginar un mundo en el que las mujeres no dependemos de los hombres, ni económica, ni laboral, ni emocionalmente. Un mundo en el que tendríamos todas más tiempo para nuestros proyectos, para nuestros sueños, para los afectos y los cuidados, para vivir el amor desde la libertad, no desde la necesidad. Ay, pero qué delicioso es soñar con otros mundos posibles.

Acompáñenme a soñar una utopía feminista, y lean mi nuevo post en la revista Pikara Magazine. 

30 de septiembre de 2017

Si tú te liberas del mandato "sufrirás por amor", nos liberamos todas. Gracias, compañera.


Hoy te atreviste a romper tus cadenas después de varios meses sufriendo en una relación que ya no era de amor. Estuvimos acompañándote y acuerpandote entre todas, viendo como dudabas, como cogías fuerzas poco a poco, respetando tus tiempos, sosteniéndote cuando te venías a abajo, y escuchándote cuando necesitabas desahogarte. Y hoy diste el paso, lo hiciste, hablaste claro y alto y te dijiste a tí misma: prefiero estar sola a estar mal acompañada. Ya no más sufrir por amor: te has liberado, y nos ha liberado a todas.

Nos has enviado un audio alucinante para contarnos de su liberación, y se nos han saltado las lágrimas al escuchar tu voz emocionada y tu llanto. Hay alegría, hay miedo, hay mucha pena, y un profundo dolor en tu voz, pero también hay muchas ganas de vivir, de pasar a otra etapa, de empezar de cero, de mirar con ilusión el futuro. Y es contagioso: todas las compañeras del Laboratorio del Amor nos sentimos felices de haber podido acompañarte, y de sentir que es posible sufrir menos, y disfrutar más del amor.

Cada vez que una de nosotras se rebela contra el mandato patriarcal "sufrirás por amor", todas las demás damos un paso hacia delante. Cada vez que una de nosotras decide romper una relación en la que no se siente bien cuidada, bien amada, bien querida, bien tratada, las demás nos liberamos con ella. Porque lo romántico es político, y cada vez somos más las mujeres que estamos haciendo un trabajo inmenso a nivel personal y colectivo para liberarnos del patriarcado.

Lo que has hecho hoy, poner fin a una relación que te hacía daño y te chupaba las energías y el tiempo, nos ha ayudado a todas. Porque vos sos el ejemplo de que podemos salir de relaciones que nos hacen daño, y de que podemos acabar con la dependencia emocional que nos subordina y nos mantiene sumisas a un hombre que no nos trata bien. Con tu decisión, nos damos cuenta de nuevo de que podemos tomar decisiones sensatas que nos beneficien a nosotras y a todas las demás, podemos disfrutar del amor de nuestros seres queridos y así no sentirnos solas jamás. Podemos elegir con quien queremos estar, cuánto tiempo y en qué condiciones, podemos elaborar pactos con nosotras mismas y cumplirnos, podemos cuidarnos, escucharnos, protegernos y querernos a nosotras mismas. Podemos irnos cuando nos hacen daño, podemos gritar basta cuando ya no le vemos sentido a vivir sufriendo por amor. Podemos ayudar a las demás en el proceso de empoderamiento frente a los mandatos del amor romántico que nos quiere de rodillas, sufridoras, sumisas, masoquistas. Podemos ser la mujer que nos de la gana de ser: podemos construir nuestra identidad femenina rebelandonos a los estereotipos, los roles y los mandatos de género, podemos desmitificar el amor romántico y reinventarlo. Podemos fabricar nuestras propias herramientas para gestionar nuestras emociones, para superar los duelos, para aprender a cuidarnos, para elegir las mejores compañías.

Me siento muy orgullosa de esta comunidad de mujeres tan diversas: jamás pensé que podría ser tan maravilloso trabajar juntas en el proceso de despatriarcalizar y desmitificar el amor. Es tan hermoso sentirnos escuchadas sin ser juzgadas, animarnos unas a otras, darnos buenos consejos, y acompañarnos las unas a las otras desde puntos tan lejanos del planeta. Poco a poco, nuestro trabajo colectivo va dando sus frutos, y esto nos empodera a todas porque nos hace pensar que podemos soñar con otras maneras de amar, y que realmente otras formas de quererse son posibles.

Gracias, amora, por compartir este proceso de liberación con nosotras, y por demostrarnos que aunque no es fácil llevar la teoría a la práctica, es posible transformar nuestras vidas y el mundo que habitamos. Habrá momentos muy difíciles a partir de ahora, pero estamos contigo para sostenerte y acompañarte en todo el proceso. El paso más duro ya lo has dado: ahora tienes delante un folio en blanco para pintarlos con los colores que desees, tienes dentro de ti muchas ganas de vivir, y tienes alrededor mucha gente que te quiere y te apoya.

¡Te mandamos un abrazo todas las compañeras del Laboratorio, gracias por atreverte a ser feliz!

26 de septiembre de 2017

Mejor sola que mal acompañada




Solas no estamos nunca, tenemos un montón de gente que nos quiere. No tener pareja(s) no es un fracaso: el fracaso es estar con alguien que no te quiere bien, que no te trata bien, que te hace sufrir. El fracaso es estar en una relación que no funciona y que no te hace sentir bien. Siempre se está mejor soltera y rodeada del amor de tu gente querida, que en una relación de pareja que no te hace feliz.
Coral Herrera Gómez

2 de septiembre de 2017

Escuela de Otoño

19 de agosto de 2017

Amor del bueno: la ternura social. Barcelona 2017

Lo que yo entiendo como "Amor del bueno", es lo que palpita y se derrama por Barcelona. Esa energía amorosa la siento como un gran corazón formado por muchos corazones latiendo al mismo tiempo. Gente que en momentos de angustia y tristeza se une para luchar contra el miedo, para protestar contra el terror, para curar heridas juntas, para ayudarse en todo lo que pueden, para acompañarse en estos días de dolor, rabia y tristeza. Gente que se vuelca en ayudar a los demás y que se hermana sin importar el color de piel, la religión, la edad, el idioma, la nacionalidad, la orientación sexual, la clase social. Se están mezclando todas para ayudarse y darse calorcito humano, y todas están demostrando que otras formas de relacionarse, de quererse y de amarse son posibles. Me admira mucho tanta ternura y solidaridad, y la valentía que le están echando a esta lucha contra la violencia, el fascismo, el terrorismo, el racismo,y ojalá que el machismo. Yo las siento, a todas esas personas, a diez mil kilómetros de todas ellas, unidas en el amor. Es justo la utopía romántica que yo anhelo: un mundo de gente amorosa y unida.
 #OtrasFormasDeQuererseSonPosibles#AmorDelBueno #QuererseBien #Barcelona

Publicación en mi facebook: 

17 de agosto de 2017

Consejos para chicas que quieren disfrutar del amor





Si tuviese una máquina del tiempo, regresaría a mi adolescencia a contarme unas cuantas cosas que he ido aprendiendo en el camino. Siento que me hubiera venido estupendamente una visita de mi yo actual cuando era más joven y estaba llena de miedos, tenía una idea completamente mitificada del amor, y caminaba por las sendas marcadas por la tradición patriarcal. Estos son los consejos que me daría a mi misma, quizás haya chicas jóvenes que querrían escucharlos: 

- El amor es para disfrutar. Hay que romper con la idea patriarcal de que las mujeres tenemos que sufrir, sacrificarnos y renunciar a todo por amor. El amor tiene que ser una fuente de goce, placer, aprendizajes, crecimiento, alegría y orgasmos. Si estás en una relación en la que no lo estás pasando bien, si te juntas a una persona adicta al drama o a la violencia pasional, corta por lo sano. Sufrir por amor daña gravemente tu salud emocional y sentimental, y no sirve para nada: es una forma de perder el tiempo y las energías que podrías emplear en otras experiencias más enriquecedoras. 


 -Eres estupenda, independientemente de cuánto ligues, de si tienes o no pareja. Tu valía personal no tiene nada que ver con gustarle a una persona, o a cien personas. Sigues siendo maravillosa independientemente de que se enamoren de ti o no, sigues siendo la misma aunque dejen de amarte. Así que los rechazos y las rupturas no tienen por qué dañar tu autoestima: hay veces que se da la chispa de la química entre dos personas, y otras veces que no, y no pasa nada. 


- Si quieres que el amor sea una experiencia maravillosa, es fundamental que la gente con la que te juntas se sienta libre para quedarse, o para irse de tu lado. No hay nada que alimente más el amor que la libertad, de la misma manera que el sentirse aprisionada u obligada mata cualquier sentimiento amoroso. Y a la inversa: no permitas que nadie te ate con la excusa de que te ama: no perteneces a nadie, y eres radicalmente libre para estar en una relación o para dejar de estar en ella, y para tomar tus propias decisiones. Tu pareja, sea chico o chica, también. 



- Desmitifica el amor. No es cierto que el amor da la felicidad: a veces te mete en infiernos horribles de dolor y sufrimiento. No es cierto que teniendo pareja nunca más te vas a sentir sola: solos estamos todos en este mundo, y caminamos por la vida con acompañantes que van y vienen. No es cierto que el amor te salva de ti misma o soluciona tus problemas, tu vida mejora en función de cómo tomes tus decisiones y cómo aprendas a gestionar tus emociones, no en función de la aparición de un príncipe azul que cambie tu vida mágicamente. 

- Hay muchas formas de amarse y de quererse, muchos modelos de amor: no estás obligada a imitar la estructura que le impusieron a tus abuelos o a tus padres. No importa si se pone de moda una nueva forma de quererse, no importa si todas tus amigas creen que su modelo es el mejor, no importa si la persona que te gusta prefiere tal o cual modelo. No te ates a ninguna religión del amor, aunque te la vendan como algo subversivo: lo realmente transgresor es vivir tu sexualidad y tus relaciones como a ti te apetezca, sin miedo al qué dirán. No te encajones en ninguna etiqueta: hetera, lesbiana, bisexual, monógama, poliamorosa... puedes ser lo que te apetezca y cambiar las veces que te apetezca. Habla contigo misma y escuchaté: ¿cómo te apetece a ti vivir el amor, los amores de tu vida?

-Se está mejor sola que mal acompañada: solas no estamos nunca, tenemos un montón de gente que nos quiere. No tener pareja(s) no es un fracaso: el fracaso es estar con alguien que te hace daño, que no te quiere bien, que no te trata bien. El fracaso es estar en una relación que no funciona, que no te hace sentir bien, que no te hace feliz. Se está mejor soltera que en infiernos románticos que te chupan las energías. 


- Estás guapa, eres guapa. Como eres joven, eres tremendamente bella. Hay una cosa que se llama "lozanía" y que la tienen todas las mujeres de tu edad. Nosotras las que ya estamos entrando en los cuarenta lo vemos desde lejos: tenéis todas una piel hermosa y unos ojos brillantes. Sois guapísimas todas, pero no os dais cuenta porque todo el tiempo os bombardean desde los medios de comunicación para que os comparéis entre vosotras, para que os sintáis todas feas, imperfectas, demasiado delgadas o demasiado gordas, demasiado altas o demasiado bajitas. El objetivo de la industria de la belleza es que te llenes de inseguridades y de complejos y te veas fatal a ti misma porque cuanto peor te sientes, más consumes: ropa de moda, revistas de belleza, perfumes, cosméticos, gimnasio, peluquería, operaciones estéticas, etc. Cuanto peor está tu autoestima, más sumisa eres a los mandatos del patriarcado, por eso para tenerte bien jodida tratan de hacerte creer que si no eres guapa, no se van a enamorar de ti y te vas a quedar sola. 

- Tu cuerpo es tuyo, y es hermoso así como es. Aprende a amarlo, a cuidarlo, y a protegerlo: en este mundo patriarcal, muchos hombres creen que los cuerpos de las mujeres son de ellos, y por eso creen que pueden tocarnos cuando quieran, creen que pueden violarnos a solas o en grupo, creen que pueden alquilar por un rato nuestros coños, que pueden traficar con nuestros úteros, que pueden secuestrar nuestros cuerpos para enriquecerse con el mercado de esclavas sexuales. Tu cuerpo es tuyo: no es del novio, ni del juez, ni del médico, ni del cura, y esto significa que tendrás que luchar para que te respeten, en un mundo donde los cuerpos de las mujeres son objetos para ser disfrutados e intercambiados por los hombres. 


- Disfruta de tu sexualidad, libera tu imaginación, júntate para compartir placeres con quien quieras, cuando quieras, como quieras, y cuantas veces quieras. Olvídate del qué dirán: el machismo nos hace creer que el deseo de las mujeres es algo anormal o patológico, por eso inventaron la palabra "ninfomanía" para insultar a las mujeres libres que viven su erotismo y su sexualidad como desean. Si sientes curiosidad por probar el sexo con tus amigas, no te reprimas: atrévete a explorar, a descubrir lo que te gusta, a probar experiencias nuevas. El sexo con chicas es fantástico: no te niegues a ti misma la posibilidad de disfrutarlo por miedo al qué dirán, a las etiquetas y a los prejuicios y las fobias sociales. Cuanto antes te liberes de esas cargas, mejor: no esperes a los 40 años para hacer lo que te apetezca. 


- Aprender a decir "NO" es fundamental. Hay que decirlo cuando no nos sentimos bien, cuando no queremos hacer algo, cuando no nos apetece o no podemos hacer lo que nos piden los demás. Hay que poner límites a la gente y a las parejas, aunque cueste mucho. Resulta más fácil cuando te sientas a hablar y a pactar contigo misma lo que quieres y lo que no. Lo que te apetece y lo que no. Cuando lo tienes claro, puedes ceder en algunas cosas, pero no en lo fundamental. En el sexo, tu pareja tiene que respetar si no te apetece hacer el amor: no estás obligada incluso cuando has dicho primero que sí y luego tu cuerpo te dice que no. Recuerda: no es no. 

- Sé tu misma. No te empequeñezcas para ligar. No dejes de ser quien eres, no te avergüences de ti misma, no trates de cambiar para adaptarte a los demás. Lo que nos enamora de alguien es su luz, su alegría de vivir, su poder, su fuerza para resolver problemas y para luchar por lo que quiere. Lo que nos atrae de la gente es su seguridad en sí misma, su forma de relacionarse y de moverse en el mundo. Así que no te escondas, no te invisibilices, no te apagues ni dejes que te apaguen. Brilla con toda tu luz y sé tú misma: no permitas que te aplasten ni que te pidan que seas quien no eres. 


- Sola eres más vulnerable, dependiente y necesitada de afecto. No dejes que tu pareja te aísle y te aleje de tu gente querida, nunca. No hagas lo mismo con tu pareja cuando la tengas: el amor hay que multiplicarlo, expandirlo, ensancharlo y hacerlo más y más grande. Lo más valioso que yo conservo hoy, veinte años después, son mis amigas y amigos. Con ellas me he reído tanto, he aprendido tanto, he conversado tanto: con ellas he hecho las mayores locuras, he crecido como persona, he viajado, he construido muchas cosas, y me he construido a mi misma. Los novios y las novias van y vienen: las amigas y los amigos permanecen durante años, y a veces, durante toda la vida. Por eso es tan importante quererlos y cuidarlos, tengas o no pareja: porque son tu gran tesoro. Si tienes una hermosa red afectiva en tu vida, nunca estarás necesitada de amor y será más difícil que se aprovechen de ti o te hagan daño.


- El amor ni se mendiga, ni se exige. Si te quieren bien, a disfrutar. Si no te quieren bien, si no te tratan bien, si no te quieren como tú quisieras, entonces corta por lo sano. Las relaciones en las que no eres correspondida y no hay reciprocidad son las más dolorosas, así que no tienes por qué conformarte con lo poco que te den, ni tienes por qué quedarte esperando a ver si la otra persona se enamora de pronto de ti. Recuerda que la gente se junta para probar, y que en los inicios de una relación a veces hay química y salta la chispa, y otras veces no. A veces descubrimos que somos afines y compatibles, y otras veces vemos que no lo somos y que por mucho que nos queramos, no podemos estar juntos. Utiliza el sentido común: si funciona, adelante. Si no funciona, a otra cosa mariposa.


- Sé asertiva y sincera; di como te sientes, di lo que quieres, di lo que te apetece, y no tengas miedo a la reacción de la otra persona. Puedes decir todo sin hacer daño a los demás, con respeto y ternura. Ser asertiva es evitar por un lado la agresividad (imponerte al otro para que haga lo que tú deseas) y por otro lado la victimización (hacer sentir culpable a la otra persona cuando no cumple con tus expectativas). En temas de amor, no vas a lograr jamás que te amen tratando de dar pena o de hacer sentir culpable o mala persona a tu pareja porque no hace lo que tú quiere o no te da lo que tú necesitas. La única responsable de tu felicidad eres tú: libérate del masoquismo romántico, el mejor invento del patriarcado para tenernos a las mujeres constantemente sufriendo y pasándolo mal porque no somos amadas como soñamos. 


-El amor no es una guerra, y las personas con las que te juntas no son tus enemigos a los que debes vigilar, controlar y castigar. Amar es cuidar a la otra persona, tratarla bien, dar lo mejor de ti en la relación, y que la otra persona sepa también cuidarte, incluso cuando se acaba la relación. No es cierto que los que más se pelean son los que más se desean, no es verdad que del amor al odio hay un paso, y es mentira que quien bien te quiere te hace llorar. Quien bien te quiere te trata bien y contribuye a tu felicidad, y las peleas románticas no son una prueba de amor. Vivimos en un mundo cruel y violento, por eso lo verdaderamente subversivo es lograr relacionarte con la gente desde el amor, la ternura, el cariño, y la alegría de vivir. Además, puedes separarte con amor y cariño: los finales de las parejas no tienen por qué ser traumáticos, desgarradores o terribles. Otros finales son posibles. 

- Cuidaté y usa anticonceptivos: tus compañeros sexuales o sentimentales no te van a querer más si les permites penetrarte sin condón. Es absurdo pensar que así vas a retener a un chico que te gusta: te expones inncecesariamente a embarazarte y a contraer enfermedades de transmisión sexual. Cuantas más veces te expongas, más posibilidades tienes de que te toque la lotería. Y la que sufre la enfermedad y el aborto eres tú, no ellos: no te la juegues. Cuida tu salud, cuida tu cuerpo, y no cedas a los chantajes de aquellos a los que les importa más su placer que tu salud y tu bienestar. 


- Confía en ti misma. Por supuesto que eres capaz de cualquier cosa que te propongas, pero tardamos muchos años en comprenderlo porque los mensajes machistas en los los medios nos hacen creer que las mujeres somos inferiores y por eso necesitamos al lado a un hombre valiente que nos cuide, nos ayude, nos mantenga, nos apoye y nos proteja. Confía en ti, en tus habilidades, en tus potencialidades, en todo lo que se te da bien, en tu capacidad para aprender, para mejorar, para hacer lo que vas a hacer. Hazlo con todo el amor del mundo, inténtalo con todas tus energías, y verás cómo si se puede. No esperes a tener cuarenta años para confiar en ti misma: cuanto antes, mejor.



La vida es muy corta, no pierdas tu tiempo ni tus energías


- La juventud no dura toda la vida, el tiempo pasa muy deprisa. No lo pierdas intentando que relaciones que no funcionan, funcionen. No te quedes esperando el milagro romántico al que nos acostumbran las películas: las princesas Disney, como no tienen proyecto propio, se pasan la vida esperando. La Bella Durmiente estuvo cien años esperando a su príncipe, y la otra Bella pasó años esperando a que la Bestia cambiase. Nosotras no podemos quedarnos esperando al milagro romántico: tenemos muchas experiencias que vivir, mucha gente que conocer, muchas cosas que aprender. 


- El amor romántico es importante, pero no es lo más importante. Por encima del amor romántico estás tú, tu relación contigo misma, tu relación con tus seres queridos, tus proyectos y tus sueños, y por último, el amor romántico. Con los años vas aprendiendo a distinguir lo importante de lo que no es importante: así eres más práctica y sufres menos. Por ejemplo, que a tal chico no le gustes no es importante. El cáncer de alguien a quien amas sí es importante. La soledad y el dolor de alguien a quien quieres sí es importante. No tener dinero para comer a fin de mes sí es importante. Que el banco te eche de tu casa, sí es importante. Que maten a mujeres todos los días en todos los rincones del planeta, sí es importante. 


- No te vayas con el primer tonto que aparece por la esquina. Es un desperdicio enamorarse locamente de alguien a quien no conoces de nada y luego resulta ser un patán. Elige un buen compañero o compañera, no importa si tu relación dura una noche, una semana o un año. Lo importante es que te sientas bien tratada, que te sientas libre y a gusto, que te sientas bien con la persona con la que estés. 



- No te sacrifiques " por amor." No renuncies a tus proyectos ni a tus sueños por amor, no dejes de hacer nada de lo que te gusta hacer por amor. Los novios van y vienen, el de los 18 no es el definitivo, ni el de los 24, ni el de los 30: no hay novio definitivo. Y si el novio te dura veinte años, el consejo sigue siendo el mismo: para amar no hay que renunciar a nada. Si algún chico te pide que dejes tu pasión, lo hace desde el egoísmo, el miedo, el autoritarismo, los celos, la maldad, o la dominación, no desde el amor. Aplícate esta regla a ti misma: nunca le pidas a nadie que deje de hacer lo que le apasiona por ti. El amor es libre y la gente que te quiere bien respeta y ama tu libertad. 

- No pierdas el tiempo con gente que no sabe, no quiere o no puede disfrutar del amor. Dedica tus fuerzas a lo que te gusta, a lo que te apasiona, a lo que te mueve, y aléjate de las personas que quieren hacerte daño, que quieren dominarte, que quieren apagarte, que quieren aprovecharse o abusar de ti. Las relaciones llenas de peleas, dramas y luchas de poder son una pérdida de tiempo. Quien bien te quiere, no te hace llorar. Los que más se pelean, no son los que más se desean. Y no: del amor al odio no hay un paso. Hay un abismo inmenso. 

- Los duelos cuanto más cortos, mejor. No puedes pasar años enganchada del último ex: es una forma de esclavizarte a ti misma durante mucho tiempo, es una forma de auto-boicotearte y de negarte la posibilidad de vivir otras historias y otros romances. Hay que ser práctica: si no te quieren ya, si se te acabó el amor, si se deterioró la relación, si nos estamos haciendo daño, mejor liberarnos mutuamente. Ayuda mucho pasar el duelo en compañía, rodeada de la gente que nos quiere. Recuerda que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.



Con respecto a los chicos: 


- No te esfuerces en ser aceptada por los chicos adolescentes, en especial los machos alfa y sus seguidores. Es una tarea inútil: ellos se consideran diferentes a nosotras y buscan construir su identidad masculina desde la negación y la oposición a la feminidad. La virilidad patriarcal se construye desde estas tres negaciones: "no soy una chica, no soy un bebé, no soy homosexual". Así que los líderes, los guapos, los alfa, no te van a ver como a una igual. No importa lo que hagas: no te van a tratar como a una compañera, así que ni imitarles, ni masculinizarte, ni hacerte deseable va a servir para que te acepten en su círculo. 

-Evita a los chicos celosos, inseguros, miedosos, machistas y posesivos: cuando un hombre quiere controlar tus movimientos, darte permiso o no dártelo para hacer algo, cuando pierdes tu derecho a la privacidad y a la intimidad, cuando te sientes vigilada, cuando tienes que dar explicaciones de lo que vas a hacer o no, no es porque te quieran mucho. Es porque no te saben querer bien y porque se sienten poderosos al dominar a una chica maravillosa. La posesividad no es una prueba de amor, sino más bien una demostración de machismo, egoísmo e inmadurez. 

- ¿Por qué solo te quieren para tener sexo? La mayor parte de los chicos han aprendido que la única manera de relacionarse con las mujeres es para utilizarlas: las chicas están para follar, para aliviar su deseo sexual, para llevar los vídeos porno a la realidad. Les encanta que te enamores de ellos, que te dejes "hacer de todo", que te sometas a su deseo y a sus necesidades. Las chicas guapas además les dan prestigio, les otorga el certificado de macho, les eleva el status y les aumenta el Ego gracias a la admiración que despierta en tus amigos por tener una chica guapa a sus pies. La mayor parte de los chicos educados en el patriarcado dividen a las mujeres en dos grupos: las buenas (mujeres sin deseo sexual propio, mujeres obedientes a su rol sumiso, mujeres que aman con devoción y cumplen los mandatos de género, mujeres comprensivas con las travesuras de los hombres), y las malas (todas las demás). Su manera de relacionarse con las mujeres está basada en esta filosofía: las mujeres son todas unas putas menos mi abuela, mi madre y mi hermana, que son unas santas. A las putas me las follo (a unas las pago y a otras no), pero jamás se me ocurre concederlas el status de novias. Las utilizo para mi placer y luego las abandono. Hasta que aparezca mi princesa (mujer buena), y con ella me caso, asiento la cabeza y fundo una familia. Esta es la razón por la cual aunque tengas sexo con ellos, no significa que quieran tener una relación contigo: los más machistas valoran más a las mujeres que no tienen sexo, y las respetan mucho más. Ellas son las elegidas para tener una relación formal, aunque generalmente ninguno quiere tener una relación formal. 

- Si sueñas con una historia de amor de película, no creas que se van a enamorar de ti por vestir sexy, por mostrarte disponible para tener sexo, por parecer una chica salvaje deseosa de tener experiencias nuevas. Para muchos de ellos, el amor es una cosa, y el sexo es otra: se enamoran de las chicas buenas, se follan a las malas. Ellos creen que las chicas dan sexo para conseguir amor, y que por el contrario, los hombres dan amor para conseguir sexoPero en realidad no tiene sentido separar una cosa de la otra, pues toda experiencia sexual puede ser amorosa, y toda experiencia amorosa puede ser erótica. Las mujeres también tenemos deseo sexual, también disfrutamos del sexo y necesitamos sexo como los hombres. La diferencia con ellos es que somos multiorgásmicas, por eso son tantos los que tienen miedo al poder de las mujeres y a la sexualidad de las mujeres. Muchas no descubrimos el potencial del placer porque construimos nuestra sexualidad en torno al placer de ellos, de lo que la industria del porno les ofrece a ello. Así es como existen muchas mujeres que no buscan su goce, sino hacer gozar al otro, y para eso se olvidan de su propio cuerpo y su propio erotismo, en el afán de agradar y complacer al otro.

- Los chicos que desobedecen al patriarcado son los más interesantes, y los únicos con los que se puede tener una relación de placer y compañerismo. Son esos chicos que no siguen al líder, que no le imitan, que no cumplen con los estereotipos de la masculinidad patriarcal. Son chicos que no compiten entre sí, no les gusta la violencia, no se someten a la dictadura del patriarcado que les dice cómo deben ser, no se han mutilado emocionalmente, no tienen que demostrar nada porque se sienten a gusto con su forma de ser. Esos son los chicos con los que puedes divertirte mucho, aprender, profundizar, explorar tu sexualidad, y construir una relación basada en el compañerismo.

- No les des tanta importancia: si quieres disfrutar de tu adolescencia y tu juventud, si quieres acabar con la desigualdad y el machismo, no los endioses ni los idolatres. No existen los príncipes azules: son chicos de carne y hueso, con multitud de defectos, y no los vas a cambiar. Con los años vas aprendiendo que en tu vida lo importante eres tú, tu bienestar, tu felicidad, tus sueños, tus proyectos, tus pasiones, tus relaciones sociales y afectivas, tu gente querida. La mejor manera de vencer al patriarcado es no vivir pendiente de ellos, y que tu autoestima no dependa de si ellos te aman o no te aman. 


No esperes a tener 40 años para liberarte

El miedo, de la vergüenza y la culpa, las tres grandes armas del patriarcado para esclavizarnos. Con el paso de los años nos vamos dando cuenta de esto y cuando alcanzamos la mediana edad somos más felices porque logramos liberarnos de todo y empezamos a pensar más en nosotras mismas y en nuestro bienestar. 


 - Tu gran culpa. Tienes derecho a ser feliz, a disfrutar, a elegir con quién quieres estar y con quien no, tienes derecho a ir y venir, a quedarte o a irte: eres libre para tomar decisiones que te beneficien a ti, y no por eso eres egoísta. Las mujeres tenemos todo el derecho del mundo a dejar las relaciones en las que no somos felices, así que no permitas que te sientas responsable de su felicidad o cuando te hacen sentir culpable por el bienestar de la persona que te exige que te quedes a su lado. La culpa es una potente arma de control social sobre las mujeres: no dejes que te hagan sentir mala persona cuando haces algo que te hace feliz, o cuando te proteges de situaciones que te hacen daño.


 - El miedo a la soledad, el miedo al abandono, el miedo al fracaso, el miedo a brillar, el miedo a que no te amen, el miedo a que te amen demasiado, el miedo a no enamorarte, el miedo a que se desenamoren de ti, el miedo al rechazo... el miedo es una arma de control social muy potente, porque sirve para crear masas desesperadas de mujeres de todas las edades, clases sociales, países y orientaciones sexuales que buscan el amor y se olvidan de quererse a sí mismas. No dejes que el miedo te paralice: la vida requiere mucha valentía y coraje, y cuando te atreves a vivirla sin obstáculos ni fantasmas, el gozo es indescriptible. 


- La vergüenza y el miedo al qué dirán: vivimos en una cultura muy hipócrita de doble moral en la que a la gente le encanta criticar, juzgar y señalar a todas las personas que no cumplen los mandatos de género. Sé desobediente y rebelaté: haz lo que te de la gana sin pensar en los demás. Generalmente los que más critican son los que más amargados están y los que más envidia tienen. También vas a recibir muchas presiones por parte de tu familia y tu entorno cercano: que cuando te echas novio, que cuando os casais, que cuando tenéis un bebé, que cuando tenéis otro bebé, que si no te apetece ir a por el niño ahora que tenéis dos niñas... la lista de exigencias es interminable, nunca acaba. Si decides no casarte, no tener hijas, no seguir la senda marcada por la sociedad, se van a poner muy pesados. Pero cada cual es libre de hacer lo que le apetezca con su vida, así que no te dejes presionar: tu vida es tuya y de nadie más. 



Rebelaté todas las veces que hagan falta: 


- El mayor acto de rebeldía contra el sistema consiste en quererte y cuidarte mucho. Ya que el patriarcado y el capitalismo nos quieren amargadas, acomplejadas, deprimidas, tristes, y en guerra contra nosotras mismas, entonces hay que querer bien a la compañera que va a estar junto a ti toda tu vida, desde la cuna a la tumba. Si te quieres podrás tener una relación muy bonita contigo misma, podrás ponerte las cosas fáciles, podrás elegir las mejores compañías, podrás hacer lo que quieras en tu vida. La persona que tiene la mayor responsabilidad sobre tu felicidad eres tú.  Cuanto más feliz seas, más felices somos todas las mujeres del planeta. 


- El segundo acto de rebeldía contra el sistema consiste en cultivar tu autonomía. Para poder construir relaciones igualitarias, es fundamental trabajar en tu independencia económica, emocional, sexual y sentimental. Aprender a estar sola, a resolver tus problemas con la ayuda de tus seres queridos, a disfrutar de tus pasiones en buenas compañías, es esencial para poder relacionarse desde la libertad, no desde la necesidad de ser amada. 


- El tercer acto de rebeldía consiste en no arrastrarte como una perra detrás de un macho alfa. En el mundo hay muchas mujeres que dependen económicamente de un hombre y tienen que obedecerle por miedo a quedarse sin recursos para ellas y sus hijas. Pero también hay muchas mujeres con autonomía económica que dependen emocionalmente de un hombre, y es gracias al patriarcado, que nos hace creer que sin ellos no somos nada. No somos medias naranjas esperando a ser completadas por otra media. Si el hombre del que te enamoras no se porta bien contigo, si te trata con indiferencia, si te chulea, si te marea, si te hace daño, si te controla, si pasa de ti, si no se implica en la relación, entonces mejor dejar la relación, y a otra cosa, mariposa. El amor sólo puede darse cuando hay igualdad, cuando existe el respeto mutuo, cuando hay reciprocidad, cuando ambas personas tienen ganas, energías y generosidad para quererse bien. 


- Puedes empezar ya mismo a llevar la teoría a la práctica: el feminismo aplicado a las relaciones románticas o de pareja consiste en quererse bien, tratarse bien, construir una relación sana y bonita desde la igualdad y la reciprocidad. Lo romántico es político: con el feminismo nos empoderamos individual y colectivamente, por eso queremos relacionarnos con los hombres desde el amor compañero o el compañerismo amoroso, evitando el sistema tradicional de sumisión-dominación que nos propone como modelo el romanticismo patriarcal. 


- El amor hay que multiplicarlo y expandirlo: nunca debe reducirse a una sola persona. Tengas o no pareja, el amor es algo que está dentro de ti, no fuera de ti. Sé generosa con tu amor, repártelo con alegría entre la gente que te quiere. 


Coral Herrera Gómez






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