Llamadme loca si queréis. Yo seguiré soñando con un mundo mejor hasta el día en que me muera.
Aquí algunas de las medidas que creo que podríamos tomar para erradicar la explotación, la violencia y el sufrimiento humano y animal en el planeta:
- Los permisos de maternidad y paternidad deberían durar tres años, porque todos y todas deberíamos tener derecho a criar y educar a nuestras propias criaturas. Tener que dejarlos en manos de personas desconocidas y sin vínculos afectivos es una crueldad. Que esas personas no puedan tampoco criar a sus propios hijos/as para criar a otros es una injusticia.
- La ratio en la Escuela Infantil debería ser de una cuidadora por tres o cuatro personas, la única forma de poder atender adecuadamente a los seres más vulnerables e indefensos de nuestra sociedad.
- Las ratios en el colegio, institutos de bachillerato, formación profesional y universidades, deberían ser de 1 por 15. También ratios humanizadas para hospitales y centros médicos.
- La jornada laboral debería dividirse en dos mitades: una para producir y otra para cuidar a nuestros bebés, a nuestros familiares mayores, a nuestros familiares dependientes, amigas y amigos, animales y plantas que forman parte de nuestra tribu amorosa.
Los cuidados deberían ser una responsabilidad social, colectiva y compartida por toda la comunidad.
- Todos y todas deberíamos tener garantizado un ingreso básico mensual proporcionado por el Estado que nos proteja de la precariedad y la pobreza, y garantice nuestros derechos humanos fundamentales. No hablo de ayudas, ni de parches, ni de ingresos mínimos vitales, sino de una Renta Básica Universal e Incondicional: un salario digno.
-Todas las democracias deberían contar con un sistema de defensa colectivo frente a la maldad y la crueldad de nuestros gobernantes. Este sistema podría garantizar que ningún político pudiera meternos en guerras, atentar contra nuestros derechos humanos fundamentales, ni destrozar nuestro patrimonio común a base de recortes y privatizaciones (hospitales, centros médicos, centros escolares, universidades, centros de investigación, sistema de transporte público, servicios sociales esenciales)
- Las personas que trabajan la tierra y las que trabajan con seres humanos deberían cobrar más y gozar de mayor protección social porque realizan tareas esenciales para nuestra sociedad.
-Las políticas públicas y los presupuestos del Estado deberían estar enfocados en la erradicación de la pobreza y el sufrimiento humano. En todos los países las bolsas de pobreza constituyen mano de obra barata para los empresarios y la élite, así que al acabar con la pobreza los ricos tendrían que renunciar a los privilegios que les permiten acumular riquezas y acaparar tierras y bienes de una forma obscena.
- Todos los niños y niñas deberían poder aprender en las escuelas los mecanismos que usan las élites para crear sistemas de manipulación de las masas, a través de la publicidad y la propaganda, para poder defenderse de ellos, y para aprender el arte del análisis y el pensamiento crítico.
- Todos los pueblos y ciudades deberían tener espacios comunitarios y autogestionados por la gente, y el Estado tendría prohibido infiltrar a las fuerzas de seguridad en organizaciones populares y movimientos sociales.
- La población debería poder decidir en qué queremos gastar el dinero que ponemos entre todos y todas cada año a través de los impuestos. Deberíamos poder elegir si queremos gastar nuestro dinero en armamento y bombas, o si preferimos invertirlo en Educación, Sanidad, Energía, etc.
- Ningún servicio social esencial debería estar en manos de la élite eclesiástica, militar, empresarial o financiera, porque no buscan el Bien Común sino el beneficio propio. Los políticos tendrían prohibido trabajar para ellos.
- Los derechos humanos estarían garantizados para toda la población, no solo para quien tenga dinero.
- Las mujeres que hoy están obligadas a convivir con familias que no son su gente querida deberían ser liberadas, y la explotación doméstica abolida.
- También la explotación sexual y reproductiva debería ser abolida. En mi mundo ideal las mujeres y los bebés no podrían ser tratadas como un producto ni una mercancía, ni como criadas al servicio de los ricos.
- El derecho a moverse con libertad en el planeta estaría garantizado por la comunidad internacional: las personas migrantes y refugiadas tendrían protección especial.
- Una parte de los presupuestos generales deberían ir dirigidos a facilitar la creación de cooperativas de trabajo y empresas en las que los y las trabajadoras se repartan las ganancias.
- El Estado debería tener Banca Nacional, Energía Nacional, Transporte Público, Medios de Comunicación y Redes Sociales, que estarían protegidos y blindados de forma que ningún gobierno pudiera regalarlos o destrozarlos.
- Los Estados deberían garantizar la protección de nuestros hábitats, y la prohibición de envenenar y contaminar el aire, los suelos, los ríos, los lagos y los mares. Los animales salvajes y los domésticos contarían también con esta protección estatal, y deberían ser liberados de los trabajos forzados a los que les sometemos.
Sin filtros: en mi blog he publicado unas cuantas ideas locas para soñar con un mundo mejor. Llamadme loca, utópica, ilusa, que no me importa.
Hay muchas más como yo.
Coral Herrera Gómez
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