Llegué a Costa Rica el 1 de Marzo para participar en los eventos del Día de la Mujer Trabajadora; pero lo más fascinante está siendo, sin duda alguna, conocer a las mujeres costarricenses. He tenido la fortuna de poder coordinar el encuentro intercultural entre mujeres de la cultura caribeña y latina y mujeres procedentes de países tan dispares como Argentina, Canadá, Estados Unidos y Noruega que llegaron al país para participar en eventos y talleres de baile, música, danza, fotografía, escritura creativa, y crítica de arte feminista.
Los días más emotivos los vivimos en Playa Chiquita, Puerto Viejo, en el Encuentro Internacional de Mujeres del Caribe. Las caribeñas nos recibieron con una rueda de energía, de apertura del encuentro, en el que una chamana ritualizó la bienvenida y la unión de tantas mujeres y hombres de diferentes países. Fue muy especial cantar todas juntas dadas de la mano en torno a una vela y un palo sagrado que humeaba en el centro de la estancia.
Al día siguiente comenzamos los talleres, os presento en primer lugar a Megan Plante, fotógrafa de Canadá,
que hizo fotos en playa Chiquita como estas:
... expuso parte de su colección fotográfica "Dismantled Doll parts" en Tree House ....
... y llevó a cabo un taller de pintura titulado "Las mujeres de nuestras vidas" con niñas y niños de Puerto Viejo en la escuelita:
Actuación en Tree House de la compañía de danza herStay, de Noruega, que se llevó a cabo sin escenografía ni luces, fue como un ensayo general con público de la actuación que tuvo lugar en el Teatro Melico Salazar:
Además de la actuación, la directora de la compañía herStay , Monica Emile Herstad, impartió un workshop en Gaia Centro Cultural:
También disfrutamos del Taller de Danza Africana por una de las chicas de Act Like a Grrrrl, organización que trabaja con adolescentes norteamericanas:
Y también hubo taller de danza Burlesque con Gabrielle Saliba , Yoga, y teatro:
Gabrielle Saliva
Wanda Patterson es una de esas mujeres; puso mucho empeño y trabajó mucho para que nos sintieramos a gusto en su precioso hotel Playa Chiquita Lodge. Además de coordinar las actividades, se encargó de tenernos bien alimentadas y atendidas durante todos los días que estuvimos allí.
Además de los talleres, las comidas y las cenas, también hubo ratitos de paseo por la selva y la playa, los paisajes en Playa Chiquita son espectaculares:
La noche del sábado hicimos una marcha por el pueblo por la visibilidad de las mujeres, y nos vestimos todas de blanco, con carteles y velas encendidas, queriendo simbolizar el deseo de paz y reclamando el fin de la violencia contra las mujeres en el mundo entero.
Mañana os cuento como siguieron las celebraciones en San José, el día 8 de marzo y sucesivos...