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26 de mayo de 2021

Cómo dejé de trabajar gratis gracias al feminismo

Revista Con la A. Número 75


El día 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, propuse a las mujeres en mi muro un sencillo ejercicio que consistía en calcular las horas que han trabajado gratis para su marido y su patrón (o patrones). Encontré una herramienta muy útil para calcularlo, pero cuando me puse yo a hacer el ejercicio, me di cuenta de que no era tan sencillo como parecía.

En mi caso, calcular la cantidad de horas que he trabajado gratis para hombres en sus universidades, empresas, medios de comunicación, etc. desde el año 2010 se me antojó una tarea imposible. Porque no es sólo calcular lo que dejé de cobrar, sino también el dinero que me gasté en desplazamientos, alojamiento, comida, etc.

Trabajar gratis es muy caro, pero tardé mucho en darme cuenta.

El día en que decidí que sólo trabajaría de un modo altruista para causas sociales y políticas, para proyectos culturales y para colectivos sin ánimo de lucro, mi vida cambió por completo.

Pero me llevó 10 años llegar a este momento.

¿Y cómo llegué a este pacto solemne conmigo misma? Pues gracias al feminismo, gracias a mis compañeras feministas.

Con ellas empecé a entender que lo de trabajar gratis no era un problema mío, sino un problema colectivo, que además afecta muchísimo más a las mujeres que a los hombres. Entendí que la precariedad y el abuso que sufría no se debían a mi forma de ser, sino a un sistema basado en la explotación.

A las mujeres nos explotan en todos los ámbitos: laboral, doméstico, sexual, reproductivo, emocional. Y el sistema capitalista se sostiene sobre esta explotación: sin nuestro trabajo gratis, sin nuestra energía y nuestro tiempo, nada funcionaría, y los hombres no podrían hacerse ricos.

Con mis compañeras feministas entendí por qué lo personal es político: porque lo que nos pasa a una, nos pasa a todas.

Trabajar gratis es un acto insolidario que hace mucho daño a todas las compañeras que se dedican a lo mismo que tú

Nos hemos hecho muchas preguntas a lo largo de estos años que nos han ido ayudando a tomar conciencia de que trabajar gratis es un acto insolidario que hace mucho daño a todas las compañeras que se dedican a lo mismo que tú. Porque si tú escribes e impartes formación gratis, impides que contraten a otras mujeres, y por supuesto que te contraten a ti misma. Devalúas completamente tu trabajo y el de tus compañeras.

Es duro cuando te das cuenta, pero es super necesario hacerse preguntas y confrontar la realidad, aunque duela. Os comparto algunas de estas preguntas que nos ayudaron:

¿Cómo consiguen los hombres que trabajemos gratis para ellos? A casi todas nosotras nos dicen lo mismo: “así te das a conocer”, “así te engorda el currículum”, “trabajar para nosotros aumenta tu prestigio”.

Pero lo cierto es que con prestigio no se puede pagar el alquiler, el agua y la luz. No puedes comprar pan ni pagar el teléfono, ni ir al dentista, ni puedes comprar alimentos. 

¿Por qué nadie le dice a un fontanero, a un dentista, a un electricista o a un ingeniero que trabajen gratis?

Porque todos valoramos su trabajo, sus habilidades técnicas, sus conocimientos y su experiencia.

¿Por qué los hombres cobran más por su trabajo que nosotras las mujeres? Porque ellos también valoran su trabajo.

Mi amiga María Martín Barranco, que es una mujer muy sabia, nos puso un ejercicio: empezar a fijarnos en cómo negocian los hombres, cómo defienden el valor de su tiempo, y lo bien que exhiben sus competencias para venderse a sí mismos.

Me quedé maravillada al darme cuenta de que cuanto más se valoran a sí mismos, más les valoran las empresas, las universidades y las instituciones. Es decir, que se crea un efecto espejo: si yo tengo claro que soy valiosa, los demás me valoran más.

¿Por qué a la gente le gusta gastarse mucho dinero en algunas cosas, y otras las quiere gratis?

Porque la gente valora las cosas caras y no da valor a las cosas baratas. Asocian lo caro a lo bueno. Vean este experimento: una empresa de calzado barato en Nueva York se inventa una marca nueva, saca los zapatos a la venta con precios desorbitantes, y hace una exitosa campaña publicitaria. Lograron que la gente hiciese filas enormes para pagar 400 dólares por zapatos que en realidad costaban 20 dólares. 

Más preguntas dolorosas: ¿quién me mantiene mientras yo trabajo gratis? ¿quién paga mis facturas? ¿cómo afecta a esa persona que yo no tenga ingresos? ¿qué tipo de relación puedo tener con alguien desde la dependencia económica? ¿es justo que alguien tenga que sostenerme mientras yo trabajo gratis con la excusa de que así me voy haciendo conocida?

¿Qué pasa cuando eres conocida? Que te siguen ofreciendo trabajo gratis....

¿Quieres seguir leyendo? En este enlace de la Revista Con la A puedes acceder al post entero. 


25 de mayo de 2021

Próximos eventos Coral Herrera

                                                                      GIRA 2021


3 de Junio en Cabra, Córdoba





28 de mayo, Universidad de Cádiz, presencial






27 de mayo en la UNAM, México
Masculinidades y amor romántico, conferencia magistral en el 
Formato: virtual 




23 de mayo de 2021

EDUCACIÓN PARA QUERERSE BIEN



No logramos avanzar en la lucha contra el terrorismo machista porque la Educación sigue siendo patriarcal y machista, sigue sin haber apenas mujeres en los libros de texto, los niños y niñas no reciben educación emocional ni estudian la historia del movimiento de liberación de las mujeres, no les explican cómo nació, como funciona y cómo se perpetúa el patriarcado, no trabajan las masculinidades no violentas, y no saben qué es el feminismo. 

Seguimos educando a las niñas en la adicción al amor romántico, y deberíamos explicarles cómo los mitos románticos nos llevan a todas a asumir los roles de género y a obedecer los mandatos del patriarcado.

Deberíamos contarles por qué y para qué los medios nos invitan a soñar con el paraíso romántico, por qué nos siguen haciendo creer que la felicidad está en el matrimonio y la familia feliz, por qué nos engañan con la idea de que si no estamos en pareja somos unas fracasadas. 

Deberíamos enseñarles a desmitificar el romanticismo y a relacionarse desde los cuidados y el buen trato. 

Deberíamos darles las herramientas que necesitan para aprender a usar su poder y a gestionar sus emociones para que no hagan daño a nadie. 

Deberíamos explicarles que el amor no es una cárcel, que no tienen por qué trabajar gratis para los hombres, que amar no es sufrir ni sacrificarse.

Deberíamos contarles que el amor es una construcción y que podemos transformarlo y reiventarlo para acabar con la explotación, el sufrimiento y la violencia. 

Deberíamos dejarles imaginar otras formas de querernos diferentes para que todas y todos podamos disfrutar del amor en igualdad y en libertad. 

Hay que enseñarles a ver los valores ocultos en los mensajes que consumen a diario, y a entender por qué y para qué los dueños de los medios insisten tanto en normalizar y romantizar la violencia, y en perpetuar esta sociedad de reyes y sirvientas que creyeron que el amor las iba a convertir en princesas.

Necesitamos otras historias, otros héroes y heroínas, otros finales felices, y otras formas de quererse.

Necesitamos que sepan que lo personal es político, que lo romántico es político, y que cambiando nuestra forma de relacionarnos podemos cambiar nuestra forma de organizarnos: es única vía para transformar nuestra sociedad, nuestra economía y nuestra política. 

Necesitamos, entonces una revolución educativa y cultural, y un sistema que garantice la libertad, los derechos humanos, y la autonomía emocional y económica de las mujeres. 

Y esto lo sabemos desde hace décadas: ¿cuándo formará parte de los planes de estudio esta filosofía de los cuidados y del buen trato?  

Las semillas de la revolución amorosa tienen que sembrarse en las aulas, para que el arte de quererse bien florezca en las nuevas generaciones. 

#LoRománticoEsPolítico #QuererseBien #AmarEsCuidar #OtrasFormasDeQuererseSonPosibles

20 de mayo de 2021

Cien Becas en el Laboratorio del Amor



Estoy muy feliz de contaros que ayer alcanzamos las 100 becas en el Laboratorio del Amor. Durante este año, cien mujeres de países diferentes han obtenido herramientas para negociar con sus parejas, o para dejar relaciones en las que no eran felices, para salir de relaciones tóxicas y violentas, para vivir el duelo acompañadas, y para ampliar sus redes afectivas y amorosas.

Quiero daros las gracias a todas las madrinas por el apoyo, aún quedan 50 mujeres en lista de espera, pero este año seguro que conseguimos otras cien becas más, ¡vamos a por ello! Gracias de todo corazón

❤

Si necesitas una beca o quieres amadrinar a una mujer, entra en este enlace

12 de mayo de 2021

Puedes desenamorarte cuando quieras

by Cécile Desserle



Una de las mentiras más grandes que nos hemos creído las mujeres es que no podemos hacer nada para desenamorarnos, y eso nos condena a quedarnos relaciones en las que no somos felices o en las que no somos correspondidas. 

Sin embargo, ahora que hemos descubierto cómo usan el mito romántico para someternos y ponernos de rodillas, ya no nos engañan más. Sabemos muy bien que las relaciones sin reciprocidad ni cuidados no funcionan. 

Sabemos que no estamos condenadas a sufrir por amor, que nosotras podemos elegir y tomar decisiones, que podemos cuidarnos a nosotras mismas, y entre nosotras, 

Ya sabemos que somos dueñas de nuestro amor

Es más, ya descubrimos que estar enamorada no es una excusa para quedarnos en relaciones en las que no hay reciprocidad y en las que no nos sentimos bienqueridas ni cuidadas. Sabemos que las mujeres, aún estando profundamente enamoradas, podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos

¿Cómo empezamos? 

Primero vamos a tomar conciencia: ¿por qué hay que desenamorarse cuando no nos quieren? 

1) Desenamorarse es el principio de una nueva vida. Sólo tienes que convertir el presente en pasado, es decir, cambiar de etapa vital mirando hacia el futuro. La vida humana está constituida por diferentes etapas, y en cada una de ellas adquirimos nuevos conocimientos, vivimos nuevas experiencias, dejamos atrás algunos amores, llegan otros nuevos... parece que es la vida la que nos marca el final y el inicio, pero resulta que nosotras también podemos cerrar etapas de nuestra vida y empezar otras nuevas. 

2) Desenamorarse es una elección, y una decisión: eres libre puedes elegir si quieres quedarte junto a una persona, o si quieres dejar de compartir tu vida con ella. Bien porque ya no la amas, bien porque que no te quiere, o porque ambos estáis sufriendo mucho y no merece la pena vivir así. Lo importante es no sentirse culpable: hay que priorizar el bienestar propio. Y a nosotras las mujeres nos han educado para pensar más en las necesidades de los demás que en las nuestras. 

3) Desenamorarte es una demostración de amor hacia ti misma: si te quieres bien, te cuidas bien. Sufrir innecesariamente deteriora tu salud mental y emocional, y no hay medicina que repare los daños en tu cerebro, y en tu corazón. Así que para que el mito romántico no te destroce por dentro, tienes que cuidarte mucho y alejarte de las relaciones en las que no eres feliz. 

4) Desenamorarte te va a servir para vivir mejor, y para disfrutar más de la vida: una vez que tomas conciencia de que no naciste para servir ni para sufrir, entonces es más fácil que defiendas tu derecho a vivir una buena vida, y que dejes atrás todas las relaciones que te están amargando la existencia. 

5) Desenamorarte implica ser honesta y responsable: tienes que cuidarte mucho, mantener a raya el auto engaño y dejar de poner excusas. Puedes desvincularte de la persona a la que amas si logras conectar contigo misma y si logras comprometerte de verdad con tu auto cuidado. Basta con que te des cuenta de que exponerte al sufrimiento innecesariamente es maltrato contra ti misma, y que no te lo mereces.

Recuerda todo el tiempo cuáles son las palabras mágicas para cuidarte: honestidad, responsabilidad afectiva, y compromiso contigo misma. 

¿Cómo desenamorarte? 

Una vez que has tomado conciencia de que se vive mejor sin sufrir por amor, el siguiente paso para desenamorarte es pasar de la teoría a la acción: 

1) Tienes que dejar la relación. Estás sufriendo, y para dejar de sufrir y empezar una nueva vida, tienes que desvincularte. Ten presente todo el tiempo que el amor no es eterno y que tú lo que quieres en realidad es disfrutar del amor.

2) Puedes separarte con amor, sin necesidad de montar una guerra. Puedes romper la relación sin hacer sufrir a tu pareja, con honestidad y cariño, sin dramas ni tragedias. Cuanto más amorosa sea la ruptura, menos duele. Si no se está portando bien contigo, corta de raíz, y contacto cero.

3) Para separarte es necesario desengancharte. Y desengancharse requiere empezar con un proceso de desintoxicación, como cuando decides dejar cualquier droga o cualquier adicción. El amor es una droga muy potente y tu cerebro te va a pedir más, pero tú puedes controlar tus emociones, porque sabes cuidarte.  Lo primero siempre es tu salud y tu bienestar: cuando pasas el síndrome de abstinencia empiezas a sentirte mucho mejor.

4) Para desintoxicarte lo esencial es el contacto cero, es decir: no saber nada de la otra persona, no verla ni en pantalla. Lo mejor es desvincular tus redes sociales de las suyas durante un tiempo para no saber nada de tu ex: cuanta menos información tengas de su vida, mejor. 

5) Para pasar el duelo, hay que comer bien, dormir bien, beber mucha agua, cuidarte, y pedir apoyo emocional a tu gente. Puede que te apetezca estar tranquila en tu cueva, o al revés, que el cuerpo te pida salir y hacer cosas. Unas personas necesitan estar distraídas con muchas actividades, otras necesitan estar centradas en su duelo y hablar sobre ello con su gente: mira a ver cómo te sientes, y qué te apetece en cada momento. 

6) Diversidad afectiva y emocional: vuélcate en tus pasiones, y en la gente a la que amas. No te olvides de que el amor está en todas partes: en todas las relaciones que tienes con la gente, con los demás seres vivos, con los espacios, con los objetos, con el planeta, y contigo misma. Tienes mucho amor que dar y recibir: desmitifica el romanticismo y rompe con la idea de que la felicidad está en la pareja. 

7) Trabaja para liberarte del auto engaño y pierde del todo la esperanza: los milagros románticos no existen más que en las películas de final feliz. Tu duelo puede ser corto o largo: elige duelo corto. 

8) Intenta ser práctica y realista: se vive mejor soltera que mal acompañada, te mereces disfrutar del sexo, de la vida y del amor, y te mereces una buena vida, libre de sufrimiento. Tu sentido común puede ayudarte mucho: nadie mejor que tú sabe lo que te viene bien y lo que te hace feliz. Conecta contigo y cuídate.

9) El duelo se pasa mejor en buenas compañías: permanece cerca de la gente que te quiere y te cuida mucho. Juntate con las mujeres de tu vida: unidas lo pasamos mejor, y el olvido llega más rápido. Las mujeres nos apoyamos y nos contagiamos unas a otras de alegría de vivir y de energía positiva.

10) Mira hacia el futuro: imagina cómo va a ser la nueva etapa que comienza, cómo te gustaría que fuese tu vida, qué cosas nuevas y que gentes nuevas están por venir. Expande tu creatividad para diseñar tu nueva vida, y sé valiente para hacer frente a los miedos que surgen ante lo desconocido. 

Atrevéte a ser feliz y a abrirte a los cambios, imagina que después de un largo invierno, está llegando tu propia primavera, y que tú estás a punto de florecer. 

Tenlo presente todo el tiempo: de todas las drogas se puede salir, y el patriarcado se va a caer. 

Tú eres dueña de tus emociones, tus afectos y tus sentimientos, de tu cuerpo y de tu vida, y que nadie te diga que no puedes hacer nada: tú no naciste para ser una prisionera del amor.

Los muros de la cárcel romántica parecen de titanio, pero son de humo. Las puertas y las ventanas están abiertas: sal afuera sin miedo, eres una mujer libre que ya no quiere sufrir por amor.

Puedes desenamorarte cuando quieras. Confía en ti misma, aprende a usar tu poder, y ponte en acción.


Coral Herrera Gómez




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11 de mayo de 2021

No hace falta sexo para disfrutar


Si quieres aprender a relacionarte desde la conexión, no desde la conquista, lo primero es que sepas que puedes disfrutar mucho de una persona sin tener sexo con ella. Si le gustas mucho a alguien pero no quiere irse a la cama contigo, no pasa nada. Si tú sientes deseo y la otra persona no te corresponde, no tienes por qué sentir que has fracasado, ni tienes que dar por terminada la relación. No tienes por qué insistir, y tampoco tienes que renunciar al placer de una larga conve
rsa, una noche loca de fiesta, o a un viaje maravilloso. 

Cuando dejas a un lado la necesidad de poseer a alguien, de pronto puedes sentirte mucho más libre para ser tú misma/o, para compartir un tiempo inolvidable, para empezar una hermosa relación de amistad y por qué no, un gran amor sin sexo. 

No hace falta follar para disfrutar de la gente ni para quererla. 

No necesitas conquistar a nadie para sentirte especial, puedes aceptarlo con humildad. Y puedes seguir siendo esa persona encantadora, generosa y divertida que eras antes de que te dijeran que no.

Coral Herrera Gómez