Si no se enamora de tí al principio, en las primeras semanas de relación, ya no se va a enamorar. A veces sucede que nos enamoramos antes de empezar, otras veces durante el romance, pero si no se da la magia en los inicios, es difícil que surja después. ¿Por qué?
Porque el enamoramiento surge de la admiración y también de la idealización de la otra persona. A nosotras nos resulta muy fácil admirar a los hombres, a ellos no les resulta tan fácil. Pocos reyes se enamoran de plebeyas, casi ninguno de sus criadas.
Cuando nos emparejamos y nos vamos conociendo más a fondo, la idealización va disminuyendo a medida que conocemos los defectos de la otra persona. Si la endiosamos demasiado, lo normal es que nos decepcionemos en la misma medida. Las parejas que sobreviven al final del enamoramiento son las que quieren al otro tal y como es.
Nosotras las mujeres sabemos perfectamente cuándo una persona se derrite de amor por nosotras, y cuándo es solo atracción sexual. No hace falta que nos lo diga nadie, lo sabemos. Y también sabemos que cuando solo hay química sexual, las relaciones duran lo que duran.
El problema es que el patriarcado nos seduce para que nos engañemos a nosotras mismas y nos aferramos a la esperanza.
Por eso nos quedamos con hombres que nos dicen cosas como: "no me voy a enamorar", "no te hagas ilusiones", "no quiero tener pareja", "no quiero nada serio", "no siento nada por tí y no significas nada para mí". Algunos son capaces de estar años y años diciendo lo mismo.
Si nos dejamos llevar por el sentido común, lo normal es que salgamos corriendo. Todas sabemos que es imposible disfrutar del sexo y del amor con alguien que pone un muro enorme entre él y tú. No es miedo, es simplemente que no siente las mismas ganas que nosotras. Si no hay arrebato, locura y pasión en los inicios, no la va a haber después.
Entonces, ¿por qué nos quedamos a esperar a ver si sucede el milagro?
Primero porque creemos que es un reto: "¿Cómo que no te vas a enamorar?", piensa tu ego, furioso, "¡¡yo, que soy tan maravillosa y tengo tanto amor para darte!! Ya verás como vas a acabar rendido de amor ante mí "
Segundo, porque nos han contado muchísimos cuentos en los que él tiene miedo de amar, ella pasa muchas pruebas para demostrarle que es una mujer en la que se puede confiar, y exhibe su capacidad de sacrificio y su amor. Al final "él se da cuenta" de lo maravillosa que es ella y de lo mucho que la ama (es el premio por esperar tanto)
En la vida real, no hay recompensa por sufrir por amor.
A nosotras nos da mucha pena el hombre que no se enamora. Y nos creemos que podremos ayudarle a confiar y a dejar de defenderse de las mujeres y del amor.
Pero no podemos.
El sistema defensivo masculino es buenísimo y todo el mundo lo fortalece constantemente mediante los chistes, los dichos populares, los refranes y los consejos, que vienen a decir más o menos que las mujeres somos interesadas, malas, retorcidas, manipuladoras, aprovechadas, caprichosas, perversas, irracionales, y que enamorarse de cualquiera de nosotras es un peligro.
Aunque nos creamos muy especiales y poderosas, nosotras no podemos curar la misoginia ni hacer que "se den cuenta" de que somos buenas personas y no vamos a hacerles daño.
La única forma de que un hombre se entregue al amor es que se enamore locamente, y no hay nada que podamos hacer para lograr esa reacción química brutal que se desata entre dos seres humanos que se atraen y se idealizan mutuamente.
Lo que sí podemos hacer es estar despiertas, ser realistas, olvidarnos de los milagros románticos y dejar una relación cuando los sentimientos no son mutuos.
Las mujeres no podemos permitirnos el lujo de enamorarnos locamente de alguien que no nos ama. Se sufre demasiado, y se nos hunde la autoestima: estar en relaciones sin reciprocidad es una tortura psicológica y emocional, y una forma de autodestrucción lenta, pero súper violenta contra nosotras mismas.
Por eso es tan importante que las mujeres aprendamos a cuidarnos, a ser honestas con nosotras mismas, y a ser humildes para aceptar la realidad: si un hombre no se enamora, no se enamora, y no se va a enamorar después.
Da igual lo guapa que te pongas, lo sumisa y complaciente que seas, no importa si le obedeces en todo y le cuidas mucho: hay millones de mujeres como tú, dispuestas a darlo todo y a conformarse con unas migajas de amor.
Esta es una de las principales reglas del auto cuidado: si no se enamora de tí, controla tu ego, y no te auto engañes. Tus amigas pueden decírtelo las veces que hagan falta, hasta que seas capaz de decirlo en voz alta: "no se ha enamorado de mí, no se va a enamorar, y yo no nací para esperar milagros"
Recuerda que solo se puede disfrutar del amor en las relaciones donde todo es mutuo y recíproco ☀️
Coral Herrera Gómez
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