Páginas

17 de marzo de 2009

Citas varias





“Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”. 
Concepción Arenal, jurista española.


"Las diferencias de sexos no existe: las mujeres también pean”. 
Pascal Bruckner, sociólogo.

“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único”. 
Agatha Christie, escritora.


“La estupidez consiste en querer terminar” 
Gustave Flaubert, escritor.

“¡Arriésgate! ¡Arriésgate a todo! No te preocupes de lo que piensen los demás, de esas voces. Haz lo que se te antoje más difícil. Actúa por ti misma. Enfréntate con la verdad”. Mansfield, Katherine

“Deseo que quien amo sea libre, incluso de mí”. 
Morrow Lindbergh, Anne

“¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte”
Dietrich, Marlene

“Cuando soy buena, soy muy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor”. 
Mae West

“Cuando la felicidad nos sale al paso nunca lleva el hábito con que nosotr@s pensábamos encontrarla". 
Amiel Lapeyre

“De todos los pozos se puede salir cuando se enciende la curiosidad por saber lo que estará pasando fuera mientras uno se hunde”.
Carmen Martín Gaite, escritora española.

“Yo no sufro de locura... la disfruto a cada minuto” 
Les Luthiers.

“Dios mio, dame paciancia... pero damela YAAAA!!” 
Les Luthiers.

“Amar es un acto. No te fatigues en pensar: ama”. 
Emilia Pardo Bazán, escritora española.


“Yo no sé cómo hay gente de izquierdas con lo bien que
 vivimos los de derechas”.(Chiste de derechas)


"Toda la educación de las mujeres debe girar en torno a los hombres. Gustarles, serles de utilidad, propiciar que las amen y honren, educarlos cuando son jóvenes, cuidarlos de mayores, aconsejarles, consolarlos, hacer que la vida les resulte agradable y grata, tales son los deberes de las mujeres en todos los tiempos”, 
J.Jaques Rosseau en Émile.

“Realmente parece como si nos fuera necesario destruir alguna otra cosa o persona para no destruirnos a nosotros mismos, para evitar el impulso de autodestrucción”, Sigmund Freud, 1933.

“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”.
Isaac Newton. Matemático y físico británico.

“Cuando eres consciente de la muerte, acabas asumiendo tu propia soledad”. 
Rosa Regás, escritora española.
"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Albert Einstein. Científico estadounidense de origen alemán.

2 de marzo de 2009

Lo personal es político


Estas son mis botas nuevas caminando por ARCO.
Nos filmaban los pies al pasar y no pude resistirme a hacerme una foto.



Este fue un lema del movimiento de Mayo del 68. No sé por qué, cada vez que leía esta frase tenía que pararme a pensarla en profundidad. Llevo varias semanas pensando en ella de manera más insistente, porque hace pocos días en Granada comprendí su verdadero significado.

A mí leer los periódicos y ver la tele me deprime mogollón y me suele provocar rabia; no puedo evitar sentir odio hacia la gente más poderosa del planeta que fabrica armamento, que fabrica enfermedades para vender medicamentos, que gobierna y saquea pueblos, provincias, distritos, comunidades y países enteros. Odio al clero religioso, a los empresarios con sueldos indecentes que pagan míseros sueldos a las personas, a la gente que maltrata a los animales y a las personas, a los banqueros y los gobiernos que los ayudan. Mi lista de rabias es enorme, así que deciros que si aguanto esta lluvia de noticias sobre el mundo es por la otra gente; esas comunidades de vecinos que se organizan para protestar y pedir mejoras en transporte e infraestructuras, las asociaciones de madres y padres de alumn@s para luchar por los derechos de sus retoños, los colectivos de inmigrantes, los sindicatos horizontales de trabajador@s, los colectivos de estudiantes, el trabajo colectivo organizado feminista, las asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer, los colectivos gays y transexuales, el trabajo pacifista, los colectivos ecologistas, anticapitalistas y antifascistas, y en general todas las personas que se reunen para organizarse y exigir, protestar, mejorar, cambiar su entorno o las injusticias económicas y sociales del sistema.



Verlos en los telediarios, ver sus carteles pegados por la calle, leer sus comunicados... su visibilidad me hace sentir bien, porque eso demuestra que no estamos aborregados del todo aún. Que cuando la gente se organiza asambleariamente y concentra sus energías en un objetivo común, muchas veces lo consigue. Un ejemplo de ello es la lucha vecinal por la construcción de un hospital en Aluche; pero podría citar muchos éxitos más. Me admira mucho el curro que se pegan, el entusiasmo que la gente pone para sentir que cuenta algo en esta democracia en la que nosotros solo podemos elegir a la gente que luego en el poder hace lo que quiere y, generalmente, no cumple sus promesas electorales.

Los movimientos colectivos me hacen sentir, como sentí hace años, que otro mundo es posible; sé que el poder económico y político es un monstruo grande, pero la ciudadanía le pone los límites, porque hemos aprendido a usar el poder mediático para provocar reacciones en el poder político. Revolución no va a haber, pero al menos la gente sigue pensando y alzando la voz, y reuniendose para parar injusticias, o defender el medio ambiente, o para pedir la paz, o defender unas condiciones de trabajo dignas.

Sin embargo, de lo que yo quería hablar es del activismo político llevado al terreno de lo personal. Admiro mucho a la gente que funciona colectivamente en pequeños grupos para ofrecer ayuda económica, psicológica y emocional a sus miembros. Normalmente son comunidades unidas por lazos afectivos, bien sean de parentesco o no. Sucede por ejemplo con los inmigrantes: a menudo hacen fondos comunes de dinero que actúen de colchón para cuando alguien lo necesite. Todos pueden aportar, y todos pueden beneficiarse en momentos difíciles.


Otro ejemplo son las comunidades rurales indígenas en las todo el mundo aporta algo a la gran olla (verduras, huesos, trozos de pollo, de vaca, etc.) y se cocina para tod@s (esto es común en Guatemala). El que más tiene, más aporta. Y el que no tiene para comer, come. Es una forma de solidaridad comunal maravillosa que funciona mientras nadie quiera apropiarse de los bienes comunes para beneficiarse personalmente. Otros ejemplos en nuestra sociedad occidental son los grupos de gente que se reúnen para encontrar trabajo y ayudar a los demás a encontrarlo, o la gente que funciona por trueque. En este sistema, el fontanero puede pedir a cambio de arreglar una tubería clases de inglés para sus hijos, la profesora de inglés puede necesitar a un modista que le haga un traje, el modista un abogado que le asesore legalmente. El abogado puede necesitar sesiones de terapia con la psicóloga, y la psicóloga puede necesitar a un transportista que le haga una mudanza y que necesite una sesión de fisioterapia. La fisioterapeuta puede necesitar un informático que le arregle el ordenador y así sucesivamente.... en estos grupos la gente aporta sus conocimientos y el intercambio se produce con las horas que la gente dedica al grupo y las horas que recibe.

Hay grupos que van más allá, generalmente tienen pocos miembros pero una fuerte conciencia de que lo personal es político, es decir, que lo que le sucede a una persona del grupo importa a los demás. Es como nosotros con nuestros amigos y amigas: nos volcamos si nos necesitan tras una ruptura amorosa, nos prestamos dinero mutuamente, nos preocupamos por la salud de la gente, e incluso podemos hacer turnos para cuidar a un amigo o amiga, o familiar, que lo necesite. Hasta hace poco este tipo de solidaridad grupal solo se daba en el ámbito de la familia, y a menudo rodeado de un gran secretismo. Desde siempre las mujeres han cargado solas con los enfermos de la familia, los bebés, los discapacitados y las personas mayores, y a menudo han sacrificado su vida para entregarse a los demás. Esto no es justo, porque una persona no puede dejar de ser la que es para pasar a ser una enfermera permanente, una cuidadora sin vida propia. Por eso es tan interesante para mí la idea de crear grupos de apoyo, formados por allegados, amigos y familiares.

Ahora cada vez más estos grupos de apoyo están formados por grupos de personas que se quieren o que tienen afinidades ideológicas, musicales, artísticas o vitales. A mí me admira que la gente gestione políticamente cuestiones que siempre se han considerado individuales, como por ejemplo: depresiones, enfermedades graves, rupturas amorosas, y malas rachas en general. Es decir, que el grupo asuma que la persona que se encuentra mal se sienta apoyada en todos los niveles, no sólo en el económico. Así es más fácil sobrevivir en un mundo individualista, competitivo, desigual y a menudo cruel... de hecho nuestra superviviencia como especie se debe precisamente a esa solidaridad grupal. El humano solo no hubiera podido hacer frente al dolor psíquico de la existencia... y ahora hay mucha gente que enferma mental y emocionalmente debido a la pérdida de sentido de la vida, a la angustia existencial, al miedo.




En nuestra sociedad individualista las redes de apoyo y de solidaridad a menudo se pierden por el anonimato de la gran ciudad, y por el ocio dirigido y consumista. La cantidad de horas que tenemos que echar al trabajo, la soledad y el ritmo de vida trepidante nos deja poco tiempo para los demás. Es frecuente que la gente se una a la gente que le va bien, a los triunfadores. A la gente le gusta relacionarse bien (que se lo digan a jueces y políticos de ambos bandos), y estar próxima a la gente que tiene éxito social y profesional. De modo que las personas no competitivas a menudo se ven apartadas de los grupos sociales y se van aislando progresivamente. Esto sucede con l@s parad@s, l@s enferm@s mentales, l@s pres@s y ex-pres@s, delincuentes, las personas drogodependientes, ludópatas o alcohólicas, l@s ancian@s, etc. Tenemos un sistema social, político y económico brutal, despiadado e injusto, pero la gente que no logra adaptarse a él o que no tiene suerte en la vida se ve apartada y marginada. Que se apañen como puedan, se piensa. Se les mira a menudo como si fueran responsables de su situación, como si fuesen vagos o débiles para triunfar. Es aquí cuando lo individual acaba siendo colectivo; hasta algo tan íntimo como el amor romántico nos afecta social y colectivamente.

Yo me pregunto, ¿cómo se puede ser feliz o estar equilibrado en un mundo demenciado que se autodestruye lentamente?. ¿Cómo se le puede pedir a la gente que esté bien cuando todo va mal y sólo tienen suerte unos pocos?. Yo pienso en el teléfono de la Esperanza. Es horrible que exista un teléfono al que llama gente llorando con ganas de suicidarse y millones de problemas que no son sólo personales, sino también políticos. Se les presta atención psicológica, pero, ¿qué hay más terapéutico que un abrazo lleno de cariño o una charla en la que poder desahogarse con alguien y tomar perspectiva?. Si además de tener amigos íntimos tenemos grupos de personas cuyo objeto principal es la ayuda mutua, el consuelo, el trabajo colectivo por superar enfermedades, dependencias y retos, la vida se hace más fácil, sin duda alguna. Porque la soledad es la gran enfermedad del siglo XXI y si no nos solidarizamos unos con otros, si no tratamos de hacernos la vida más fácil y amable, la cotidianidad y la vida diaria pierden sentido.


Este post se lo dedico a Charles, porque es mi amigo,
porque protestó por mis vacaciones sin aparecer por el blog,
porque sé que me lee y que me sigue y eso me motiva mogollón.

A Ruth porque siempre que la veo se me multiplican por mil las preguntas;
con ella aprendo siempre cosas nuevas, y
me estimulo mucho intelectual y políticamente a su lado.

A Gema porque he comprendido muchas cosas reflexionando sobre esto,
porque hemos practicado mucho la terapia mutua y porque la quiero mucho.

Datos violencia patriarcal






“La violencia contra los más débiles se inscribe en listas interminables: las niñas soldados de Colombia que abrazan las armas huyendo de la violencia domésticas; una de cada 3 mujeres en el mundo, según datos de la ONU, padecen abusos psíquicos y físicos; según el informe de Amnistía Internacional, 135 millones de mujeres sufre mutilación genital; se producen abusos sexuales a cambio de alimentos, en Guinea, por ejemplo; en EEUU las estadísticas informan que una mujer es golpeada cada 15 segundos; el 80% de las personas refugiadas en el mundo son mujeres; los informes de la ONU señalan que el infanticidio femenino, la alimentación insuficiente, los malos tratos físicos, la mutilación genital femenina, las relaciones sexuales forzadas y los alumbramientos precoces se cobran la vida de muchas niñas. La mayoría de los 1.500 millones de personas que viven con un dólar o menos al día son mujeres, (ellas representan el 70% de las personas pobres de todo el planeta). En todo el mundo, las mujeres ganan sólo el 50% de lo que ganan los hombres[1] . () Nos mostramos esperanzadas, huimos del victimismo, pero las cifras, además de frías, son duras”.

Carmen Alborch, Malas. Santillana Ediciones Generales, Madrid, 2002.
MÁS ESTADÍSTICAS (extraídas de: Atlas de Las Mujeres en el Desarrollo del Mundo, Ediciones SM, 2006.)


- Cada año, 2 millones de niñas de entre los cinco y los quince años de edad son incorporadas al llamado “mercado comercial del sexo” a través de la prostitución o la pornografía.
- Se estima que, en todo el mundo, 4 millones de niñas son compradass y vendidas con destino al matrimonio, la esclavitud y la prostitución,
- Los asesinatos perpetrados presuntamente “para restaurar la honra” de los varones se cobran al año las vidas de miles de jóvenes mujeres, principalmente en Asia Oriental. En 1999, al menos 1000 mujeres fueron asesinadas por esta razón en Pakistán.
- Según datos de la OMS, la cifra de mujeres adultas maltratadas por su pareja ascendía en Turquía al 57% en Etiopía, al 45% en India, al 40% en Perú, al 31% en Canadá, y el 35% en Nueva Zelanda.
- Al menos 60 millones de niñas han “desaparecido” de diversas poblaciones, mayoritariamente en Asia, como resultado del aborto selectivo en función del sexo, el infanticidio, la desatención y la desnutrición.
- Más del 20% de las mujeres adultas de Sudáfrica, Zimbaue, Suazilandia, Lesoto, Zambia, Botsuana, Namibia están infectadas por el VIH..
- De los 876 millones de personas analfabetas del mundo, dos tercios son mujeres. Las tasas más latas de analfabetismo femenino se localizan en el continente africano, los países árabes y Asia, y en parte de Latinoamérica.
- Frente a un 85% de niños que logran completar sus estudios, sólo lo hacen un 76% de las niñas.
- En Canadá existen 129 mujeres bajo el nivel de pobreza por cada 100 hombres; y en Botsuana 192 mujeres por cada 100 hombres.
- En Noruega la renta femenina solo alcanza el 73% de la masculina; en España, la renta femenina no alcanza el 44% de la masculina.
- En Arabia Saudí y en Brunei aún las mujeres no tienen derecho al voto. () Sólo ha habido 30 mujeres Presidentas de Estado o Jefas de Estado.

Por si quereis echar un vistazo a estadisticas y análisis: