14 de febrero de 2022

Amor y feminismo: lo romántico es político



Me metieron el amor romántico en vena  durante toda mi infancia y adolescencia. Tengo dentro de mí el mito romántico y me lo trabajo desde hace años para entender los valores del patriarcado que transmiten las historias románticas, y la manera en que yo los tengo dentro de mí. 

Tengo una tesis doctoral y varios libros publicados, pero eso no me ha liberado por completo del peligro de sufrir violencia y malos tratos, da igual cuantos títulos tengas y cuanto hayas leído: ninguna estamos a salvo.

El proceso de liberación no tiene un final, es para toda la vida: son muchos siglos de patriarcado encima, y muchos años de mi vida consumiendo historias de amor en las pelis, en la tele, en las canciones, en las revistas, en las novelas.

Tengo una relación romántica desde hace diez años y trabajo en ella para liberarla de los mitos, los roles y los estereotipos, y para investigar y crear mi propia relación de pareja con estructuras diferentes, pero es un proceso que lleva muchos años y que no resulta nada fácil. 

A nivel teórico lo tengo muy claro, no hay otro camino que la Revolución Amorosa. Pero mis emociones siguen impregnadas de romanticismo, y el trabajo en ellas es más lento, y más difícil que el trabajo intelectual. 

Siento haberos decepcionado con mi post sobre la pareja feliz, pero soy hija del patriarcado como todas vosotras y también tengo mis mitos, como todo el mundo. 

El feminismo me ayuda a entender cómo aprendí a amar, y a desaprender todo lo que me enseñaron en la infancia a través de los relatos. Me ayuda a abrir los ojos y a tomar conciencia de cómo me somete el patriarcado y como nos somete a todas con el amor romántico. Y sueño con otras formas de relacionarnos, de querernos y de organizarnos entre nosotras, y con los hombres, y trato de ser coherente y de no guerrear contra mí misma. 

Porque sé que hay un punto en el que el amor se encuentra con el feminismo, y nos ayuda a todas a vivir mejor. 

Tengo mi propia utopía amorosa, la de los amores compañeros, y sueño con liberar al amor de pareja del machismo y el patriarcado, dentro de mí corazón, y también a nivel colectivo, pues sueño no solo con mi liberación sino con la de todas las mujeres del mundo.

Es un camino y yo no he llegado a la meta: me queda muchísimo trabajo personal por hacer. Y mucho trabajo colectivo también, al que aporto cada día con las herramientas que voy fabricando para liberarme de los mitos y de los patriarcados que me habitan. 

Porque lo romántico no es sólo un asunto personal, es un tema político, y porque no me siento sola en el proceso: cada vez somos más mujeres practicando la autocrítica amorosa, y trabajando por la liberación. 

Y que más puedo decir, que soy humana e imperfecta, que lloro en las bodas, que tengo mis mitos, que me los trabajo con amor y paciencia. Se hace camino al andar, amoras, gracias a todas por leerme, por aportar, y por acompañarme en este camino tan hermoso. 

Os abrazo a todas  ❤️

13 de febrero de 2022

Una pareja feliz



Siento una debilidad especial por los dos, por separado, y como pareja. Cuando mitificamos a alguien, le atribuimos cualidades sobrehumanas y por eso me imagino a Cruz y a Bardem como una pareja igualitaria que comparte las tareas domésticas y de crianza. Me es imposible imaginar a Javier tumbado en el sofá mientras Penélope dobla ropa, los veo más bien como una pareja que trabaja en equipo. 

No me imagino a Javier yendo a visitar a sus amantes mientras Penélope se queda en casa cuidando a sus hijos: asumo que Javier es un compañero honesto que no se aprovecha de sus privilegios como hombre para disfrutar de una doble vida, como la gran mayoría. 

Los adoro cuando veo como se apoyan mutuamente en sus carreras, los imagino resolviendo sus conflictos sin hacerse daño, los sueño a ambos rodeados de gente querida, y los adoro pensando que ellos sí saben disfrutar del amor, aunque pasen tiempo separados cuando ruedan (o precisamente gracias a esto). 

En mis sueños los veo como una pareja en la que los cuidados son mutuos y los sentimientos recíprocos, una pareja también capaz de cuidarse si les llega el momento de separarse. 

Una pareja que se alegra de los éxitos del otro, que se comunica amorosamente, que se tratan bien incluso cuando se enfadan, y en la que los dos tienen el mismo tiempo y espacio para sus pasiones y su gente querida. 

Una pareja feliz que disfruta de la crianza de sus críos, con buena salud, con buenos ingresos, con una red amorosa a su alrededor.

Veo a Penélope empoderada, feliz, viviendo una vida libre de machismo, explotación y violencia, creciendo todo el tiempo, y siendo consciente de sus privilegios. 

Veo a Bardem comprometido con las causas más hermosas, incluida la precariedad que sufren las actrices y los actores en España. 

Sé que no son perfectos, que tendrán problemas como todo el mundo, que su vida no es color de rosa, que ellos dan una imagen como hacemos todos, y que aunque llevan muchos años juntos, pueden separarse y acabar haciéndose la guerra.

Sé que es posible que no sean tan felices ni tan igualitarios como parecen, pero... los veo anoche en la gala de los Goya haciéndose declaraciones públicas de amor, y me derrito. 

Como veis, yo tampoco estoy a salvo del mito romántico feminista. Porque sueño, en el fondo de mi alma, con la utopía de los amores compañeros. 

Y frente a los matrimonios patriarcales de la prensa rosa, tener como modelo de pareja feliz a Cruz y Bardem no está nada mal. Porque entre los famosos, y también los no famosos, no abundan las parejas que se cuidan y se quieren con mucho amor del bueno.

Es un placer soñar otras formas de quererse con vosotros, Javier Bardem y Penélope Cruz.


Coral Herrera Gómez 

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 ❤️

8 de febrero de 2022

La Revolución Amorosa, por Coral Herrera Gómez



Primero fue la Revolución Sexual 

Nuestras madres y abuelas lucharon a finales del siglo XX contra la culpa y el pecado, y por su derecho al placer. Los métodos anticonceptivos y de protección ayudaron a separar el sexo de la reproducción, la enfermedad y la muerte.

En los años 70 las mujeres reivindicaron su libertad sexual, su derecho a elegir libremente la maternidad, su derecho a gozar y a vivir una vida libre de violencias. Por eso lucharon por nuestro derecho al aborto, y lucharon contra la trata y la prostitución, la mutilación genital femenina, el acoso sexual en las calles, en el transporte público, en los centros de estudio y de trabajo. 

También denunciaron las violaciones que sufrimos las mujeres por parte de nuestros padres, padrastros, abuelos, tíos, hermanos, primos, maridos, y amigos "de confianza" de la familia, y años después, se atrevieron a denuciar a jefes, gerentes, curas, directores de cine, productores, profesores y hombres poderosos con nombres y apellidos en las sucesivas olas del #MeToo.

Hemos avanzado mucho en estos años, aunque aún mucha gente sigue educando a sus hijas para que vivan su sexualidad en torno a las necesidades de los hombres, para que se desvivan por gustarles y complacerles, para que se sientan culpables de las violencias sexuales que sufren y para que las callen, para que vivan siempre de rodillas frente a los hombres (en el burdel, en la Iglesia o en casa), y para que los niños aprendan a tratarlas como meros objetos sexuales de usar y tirar. 

Hoy nuestra cultura sigue siendo profuindamente patriarcal y machista, como hace 40 años, pero las mujeres no nos callamos y señalamos a todos los hombres que siguen promoviendo la cosificación de las niñas y las mujeres, y a todas las personas que siguen defendiendo la idea de que las mujeres pobres son libres para alquilar y vender sus cuerpos y sus bebés, y para permitir que los hombres hagan negocio con ellos. 


A la revolución sexual se le une ahora la Revolución Amorosa: 

Las mujeres ya estamos hartas de sufrir por amor: hemos destronado al amor de pareja como la única forma posible para alcanzar la felicidad, queremos liberar al amor del machismo y transformarlo de arriba a abajo, para que el amor no nos duela, ni nos someta. Queremos sacar de la violencia a todas las mujeres que siguen creyendo que amar es aguantar, queremos acabar con los femicidas que asesinan cada día a 137 mujeres en el planeta a las que dicen amar. 

El amor ya no puede ser una vía hacia la opresión, el sufrimiento y la muerte, sino una experiencia gozosa que nos permita tejer redes amorosas en las que la pareja es un elemento más, pero nunca el único. 

Como nos han educado para que seamos todas dependientes emocionales y adictas al amor, estamos desaprendiendo todo lo que nos enseñaron para poder ser libres. Porque cuanto más yonkis somos, más violencia y abusos aguantamos por parte de hombres. En las leyes de algunos países las mujeres parecemos seres libres, sujetos de pleno derecho, pero la realidad es que hay millones de mujeres esclavizadas por el amor romántico que viven de rodillas y al servicio de un macho.

¿Cómo nos esclaviza el amor romántico a las mujeres "libres"? Echen un vistazo a las estadísticas del uso del tiempo libre: las mujeres trabajadoras tienen 2 jornadas laborales al día, una dentro de casa y otra fuera, y las que tienen hijos sufren el peso de 3 jornadas laborales, y nada de tiempo libre. Mientras, los hombres solo tienen una jornada laboral y disponen de mucho más tiempo para invertir en su carrera profesional, para hacer ejercicio físico, para dedicarse a sus pasiones, para dedicar tiempo a su gente querida, para descansar, para disfrutar de la vida y para tener todas las amantes que quieran. 

Ninguna mujer es obligada a cuidar a un hombre de por vida, pero son millones las que viven sirviendo a sus maridos. Nos han hecho creer que el trabajo gratuito es amor, que todas nacimos para sufrir y sacrificarnos, que solo los hombres tienen derecho a ser felices, que nuestra función es que ellos vivan como reyes, y que al final de nuestra vida habrá una recompensa por todos nuestros sacrificios. 

Ahora que nos hemos rebelado contra esta enorme injusticia, ya tenemos claro que si los cuidados no son mutuos, son explotación.


¿En qué consiste la Revolución Amorosa?

Es una lucha de las mujeres feministas que estamos hartas de sufrir y de desperdiciar nuestro tiempo y energía en el amor romántico. Desde que empezó el siglo XXI hemos dado escribiendo, leyendo, debatiendo, y analizando el mito romántico. Ya sabemos que es una estafa con la que han sometido a millones de mujeres, y ya estamos trabajando en nuestras liberaciones, personales y colectivas. 

Estas son las claves de la Revolución Amorosa: 

- Las relaciones que no están basadas en los cuidados mutuos y la reciprocidad son relaciones de explotación y abuso.

-Las mujeres tenemos derecho a disfrutar de la vida y que para eso necesitamos tener energía y tiempo libre para descansar, para dedicarnos a nuestras pasiones y a nuestra gente querida. 

-No podemos seguir priorizando el bienestar y la felicidad de los hombres: nuestras necesidades, deseos y apetencias son más importantes. El auto cuidado de las mujeres es un asunto político de primer orden. 

- No necesitamos reyes a los que servir, lo que nosotras queremos son compañeros. No podemos vivir en relaciones que no sean igualitarias: vivir de rodillas frente a un hombre no es bueno para nuestra salud física, mental y emocional.

- Sabemos que se vive mejor sin pareja que mal acompañada, y que nunca estaremos solas si tenemos una buena red afectiva a nuestro alrededor. 

-No es lo mismo relacionarse desde la libertad que desde la necesidad: debemos cultivar la autonomía económica y la autonomía emocional para no depender de los hombres y para que no dependan de nosotras. 

- Sabemos que para tener autonomía hay que seguir luchando para que todas las mujeres tengan empleo digno e ingresos dignos, porque la pobreza y la dependencia emocional femenina no son un problema personal sino un problema político. 

- Ya tenemos claro que Cupido no tiene un poder total sobre nosotras, que ningún hombre lo tiene, y que cada vez somos las Mujeres que ya no sufren por amor 

- Las mujeres somos dueñas de nuestro amor y de nuestras vidas: somos responsables de nuestro bienestar y nuestra salud mental, y somos libres para hacer elecciones, para tomar decisiones, para llevar las riendas de nuestra vida. 

-Las mujeres enamoradas somos capaces de cualquier cosa: ya hemos comprobado que podemos desenamorarnos cuando queramos y que no tenemos por qué vivir presas del amor romántico.  

- Estamos trabajando para ahorrarnos toneladas de sufrimientos innecesarios porque cada vez le damos más valor a nuestro tiempo y nuestra energía, y queremos vivir mejor. 

- Hemos aprendido que otras formas de quererse, de relacionarse y de organizarse son posibles, y que solo transformando nuestras relaciones, podemos cambiar el mundo entero.

- Nuestros problemas personales son políticos: millones de mujeres viven con la autoestima por los suelos y sufriendo por hombres que las tratan como si fueran basura. Es un problema estructural: educamos a las niñas para que aguanten malos tratos y se crean que la violencia es romántica. Ya no más.

- Las mujeres estamos haciendo autocrítica amorosa para liberarnos de la culpa, del miedo, de los celos, la envidia, la rabia, la frustración, la dependencia emocional...y todos los patriarcados que nos habitan, porque queremos ser mejores personas y aportar con nuestra transformación a la construcción de un mundo mejor. 

- Las mujeres estamos aprendiendo autodefensa emocional y estamos aprendiendo a usar nuestro poder para evitar la explotación, el abuso y la violencia de los hombres.

-Hemos tomado conciencia de que el amor romántico es una droga, que podemos pedir ayuda para liberarnos de la adicción que nos metieron en la infancia, y que podemos desengancharnos y liberarnos. 

- Ahora ya no participamos en el pacto de silencio que protege a los hombres, denunciamos en redes las violencias que sufrimos, compartimos la información entre nosotras y nos cuidamos entre todas. 

- Ya sabemos quienes se benefician de nuestro sufrimiento romántico, y lo tenemos muy claro: ya no nos engañan ni nos manipulan más. 

- Ya sabemos que el amor no lo puede todo, que no podemos cambiar a los hombres, y que los hombres no cambian por sí solos porque no tienen necesidad: les va muy bien así. La única transformación posible es la que hacemos en nosotras mismas. 

- Tenemos claro que no nacimos para ejercer de vigilantes, de policías ni de carceleras, y que solo podemos relacionarnos con hombres honestos. También sabemos que no abundan y que no podemos esperar a que los hombres tomen conciencia de lo importante que es trabajarse la honestidad.

- Hemos aprendido que la violencia verbal es violencia, y que es tan grave la violencia física como la violencia emocional y psicológica. Y sabemos que los hombres que se benefician de nuestro sufrimiento son unos maltratadores, y que no debemos caer en la trampa en la que nos meten los cuentos y las películas: nuestro amor no cambia a ningun hombrem, y aguantar malos tratos no tiene premio ni recompensa. 

- Nos estamos liberando de la tiranía del "qué dirán", y de los roles y los estereotipos que nos dicen cómo debemos ser, porque queremos amar en libertad y ser siempre nosotras mismas 

- Hemos descubierto que para ser felices no necesitamos a un hombre: necesitamos una red de gente que nos quiera bien. 

- Ya sabemos que el Hombre no es el centro del Universo, y estamos aprendiendo a cuidarnos y a querernos al margen de ellos: cada vez hay más mujeres que se aman, y cada vez nos sentimos más libres para gozar entre nosotras. 

-Ahora sabemos que es imposible disfrutar del amor con un hombre que no sabe cuidarse a sí mismo, que no sepa cuidar los espacios que habita ni las personas a las que quiere. 

- Cada vez somos más desobedientes, y más realistas: ya no nos comemos el cuento de la monogamia, y nos vamos quitando la venda unas a otras. Ya no toleramos el privilegio masculino a tener una doble vida, y a tener las amantes que quieran mientras nosotras renunciamos por completo al sexo y al amor encerradas en casa. 

- Estamos convencidas de que tenemos derecho a disfrutar, sin renunciar ni sacrificarnos, y sin aguantar. Sabemos ya que amar no es sufrir, y que si tenemos una relación de pareja es para gozar, no para pasarlo mal. 

-Ya sabemos que no debemos resignarnos ni conformarnos con hombres que no dan la talla para ser buenos compañeros porque no se han trabajado todo lo que se tienen que trabajar. 

-Hemos aprendido que con la mayoría de los hombres lo que mejor funciona es tenerlos como amantes, o con la fórmula magistral: tú en tu casa y yo en la mía. 

-Ya sabemos que solas no podemos: nos necesitamos unas a otras, y en buenas compañías los procesos de liberación son más fáciles y se viven mejor. 

- Ya somos plenamente conscientes de que dejar de sufrir por amor es revolucionario porque la principal batalla del feminismo está en nuestros corazones y nuestro sexo, en la cama y en la casa: no vamos a vivir más de rodillas frente al Señor. 

- Ya estamos fabricando las herramientas que necesitamos para que el feminismo nos haga más libres y para poder llevar la teoría a la práctica, y estamos empezando a recoger los frutos de las semillas que estamos plantando para que todas podamos vivir una Buena Vida. 

- Ahora que sabemos usar nuestro poder, ya nuestras vidas no están centradas en ceder y en complacer. Porque sabemos lo que queremos y lo que no queremos, sabemos decirlo en voz alta, hemos aprendido a decir que no, y sabemos poner límites.

 -Ahora que estamos entrenando en las artes de la asertividad, ya podemos firmar un contrato amoroso con nuestras parejas en el que establecer las condiciones para poder querernos bien, y para construir una relación igualitaria basada en los cuidados mutuos y el compañerismo. 

-Las mujeres sabemos que tenemos derecho a vivir una buena vida, libres de sufrimiento, y que este derecho es universal e inalienable

- Soñamos con nuevas utopías amorosas en las que mujeres y hombres podamos querernos bien, en libertad y en igualdad, en relaciones basadas en los cuidados, la solidaridad, la honestidad, el trabajo en equipo y los buenos tratos: los amores compañeros.


La Revolución Amorosa es imparable, y ya no hay vuelta atrás: cada vez somos más mujeres disfrutando de estos procesos de liberación personal y colectiva. En la medida en que vayamos transformando nuestras relaciones, vamos cambiando la sociedad en la que vivimos, porque lo romántico es político y otras formas de quererse son posibles.

Los hombres pueden seguir luchando contra nuestras liberaciones y quedarse solos, o pueden empezar las suyas propias. 

Nosotras ya hemos avanzado mucho y no nos vamos a quedar sentadas a esperar a que nos alcancen ellos: ya estamos recogiendo los frutos de las semillas que hemos ido sembrando, ya estamos cosechando triunfos, y aunque a muchos les de miedo esta revolución, cada vez somos más. 

¡Amar es cuidar, amar es disfrutar!

Coral Herrera Gómez


Artículo en inglés



Libros para la Revolución Amorosa

Podcast para la Revolución Amorosa

Posts para la Revolución Amorosa














































¡Vente con nosotras al Laboratorio del Amor!

2 de febrero de 2022

Libros para la Revolución Amorosa

 



Editorial Catarata, 2021, Madrid. 





Revolution Amoureuse, Coral Herrera Gómez

Editorial Binge Audio Editions, 

Traducción de Sophie Hofnung,

París, France, 2021.

Puedes adquirirlo en Fnac y en más de 160 librerías de Francia.




Libros de la Catarata, Madrid, 2020. 

Formato: papel y ebook








Coral Herrera Gómez, Editorial Libros de la Catarata, Madrid, 2018.











Coral Herrera Gómez, editorial Catarata, Madrid, 2019











Coral Herrera Gómez, Editorial Fundamentos, Madrid, 2011. 
Formato: papel






Si te da a elegir, nunca le elijas a él



Si te da a elegir entre tus amigas o él, elige siempre tus amigas.

Si te da a elegir entre tu familia y él, siempre tu familia.

Si te da a elegir entre tus pasiones y él, siempre tus pasiones.

Si te da a elegir entre tu carrera y él, siempre tu carrera.

Si te da a elegir entre tu mejor amigo o él, elige siempre a tu mejor amigo.

Si te da a elegir entre tu mascota y él, siempre tu mascota.

Si te da a elegir, nunca, nunca elijas a tu pareja. 

La gente que te quiere bien nunca te pide sacrificios, ni te hace renunciar a tus afectos, ni pretende aislarte, ni te pone contra la espada y la pared.


Coral Herrera Gómez

1 de febrero de 2022

Y tú, ¿qué estás haciendo para cuidar tu relación de pareja?

by Anna Gadar


Tu chica va a terapia a trabajarse los traumas provocados por las carencias afectivas, los abusos y las violencias que sufrió cuando era niña y adolescente, y las que le está tocando aguantar de adulta.

Busca herramientas para sanar esas heridas, para poder amar sin miedo, para poder vivir mejor. 

Se trabaja los patriarcados que la habitan, los prejuicios y los estereotipos, reconoce sus privilegios de clase, edad, nacionalidad, orientación sexual, capacidades... y los usa para construir relaciones más igualitarias con el mundo que le rodea.

Se junta con otras mujeres para fabricar las herramientas que necesita para cuidar sus emociones y sus relaciones. 

Investiga, lee, debate, y hace un trabajo profundo de instrospección para conocerse mejor, para cuidarse a sí misma, para mejorar su vida y sus vínculos con toda su gente querida. 

Busca recursos para liberarse de su rol de mujer patriarcal, de la culpa, la adicción romántica, la dependencia emocional, el miedo a la soledad, el miedo al abandono, la tiranía de la belleza, el mito de la supermujer, el mito de la media naranja, el mito de la familia feliz...

Trabaja a fondo para para aceptarse tal y como esr, para econciliarse con su cuerpo, para reconquistar su placer, para cambiar lo que no le gusta de sí misma, para ser mejor persona, 

Hace talleres y cursos para ser más asertiva, para mejorar su capacidad comunicativa, para aprender las arters del Buen Trato, para cuidarse y cuidar a los demás, para  aprender autodefensa emocional,

Se pasa hablando miles de horas con amigas, devorando libros sobre feminismo y amor romántico, leyendo posts en blogs, escuchando podcast, asistiendo a charlas, conversatorios, jornadas y congresos, virtuales y presenciales...

Y tú mientras, ¿qué haces para mejorar tu relación con tu pareja?, ¿cuánto tiempo y energía le dedicas a liberarte de tus patriarcados?, ¿qué aportaciones estás haciendo a la relación?, ¿qué cambios estás haciendo para ser mejor persona?, ¿cómo te ayudas a ti mismo a hacer autocrítica amorosa y a deconstruir tu masculinidad?, ¿qué haces para que tu relación sea más igualitaria?, ¿con quién compartes tus logros, tus penas y tus alegrías mientras te trabajas a ti mismo?

Coral Herrera Gómez 



Artículos sobre Masculinidades

Artículos sobre Autocrítica Amorosa 

Libros sobre amor de pareja y relaciones




31 de enero de 2022

Cómo me trabajo los prejuicios

By Dilan Bati


Yo entreno a diario desde hace años para trabajarme todos los prejuicios que tengo. Soy capaz de detectar el prejuicio en cuanto aparece en mi mente, y señalarme a mi misma con cariño que estoy teniendo pensamientos machistas, racistas, clasistas, gordófobos, homófobos, etc. En cuanto los detecto, los desactivo con facilidad. También aquí me ayudáis a detectarlos cuando escribo (mil gracias)

Bueno pues cuando entré el pasado lunes en el quirófano me quedé alucinada con lo joven que era la anestesista, el cirujano, las enfermeras, parecía que acababan de terminar la carrera y yo era su primera paciente. 

Este prejuicio se llama edadismo, y en cuanto lo detecté me dije: "esta gente ha pasado muchos años estudiando muchísimo, y saben más de las nuevas tecnologías que los más veteranos" Y así me tranquilicé a mi misma. 

Cuando me preguntaron que a qué me dedicaba dije: "escribo libros sobre el amor y... y...las relaciones", y todas exclamaron: "ohh, que romántico". El doctor, quince años más joven que yo, se mostró sorprendido, "ah pues te voy a buscar en Google", con el teléfono en la mano, y a mí se me heló la sangre en las venas pensando, madre mía, ¡por favor que no me busque ahora, que me busque después de la operación!

Sí, me dio miedo que supieran que yo soy feminista y lucho por los derechos humanos. Antes me sentía muy orgullosa, pero ya me he tropezado con varias personas que creen que las feministas estamos rompiendo las familias y expandiendo el covid en nuestras manifestaciones. Es gente que no ha podido estudiar sobre el movimiento de liberación de las mujeres, que cree que odiamos a los hombres, y nos mira cargada de prejuicios. Y pensé, ¡que mi vida está en sus manos, por las diosas, mejor que no sepan!. Porque vete tú a saber los prejuicios de toda la gente que estaba en el quirófano, y como se los trabajan, si se los trabajan.... 

Me tranquilicé pensando que ellos son profesionales y su código deontológico me protege. 

Y mientras me tumbaba en la camilla pensé, ¿no sería estupendo que las nuevas generaciones obtengan en el colegio las herramientas para trabajarse sus prejuicios, fobias y enfermedades de transmisión social?

 Con laboratorios y gimnasios para entrenar estas cuestiones básicas, ¿se imaginan? Y así me quedé inconsciente, rezando para que ninguno fuera votante de extrema derecha, y soñando con una educación feminista, pacifista y basada en los derechos humanos....

Coral Herrera Gómez



Otros post sobre autocrítica amorosa: 

¿Cómo me trabajo el amor romántico? 

¿Cómo usas tu poder?



30 de enero de 2022

Rebeldes con, y sin causa




Ni llevar tatuajes, ni piercings, ni rastas. Ni teñirte el pelo de colores, ni pintarte las uñas, ni llevar ropa cool. Tampoco pillarte grandes borracheras, ni fumar, ni consumir drogas. Ni hacer lo que te da la gana y transgredir normas de convivencia te hace una persona especial. Ni siquiera los selfies que públicas sacando la lengua como si fueras muy rebelde, ni tus posados sexys, ni el tipo de música que escuchas. 

Lo que te hace realmente transgresora y subversiva es tu forma de tratar a los demás, tu manera de relacionarte con el mundo, y la forma en que luchas contra las injusticias. 

La gente rebelde es la que pone su inteligencia y su cuerpo, su tiempo y su energía para luchar por un mundo mejor. 

La revolución estética no sirve de nada si no es ética, de hecho hay gente que parece muy "moderna" y tiene la mente y el corazón lleno de prejuicios clasistas, machistas, racistas, especistas. Es gente que disimula ofreciendo una imagen muy fashion en redes, pero viven soñando con el regreso del fascismo y demás sistemas autoritarios, y votan en contra de la Sanidad y la Educación públicas. 

La gente más rebelde es la que tiene causas por las que luchar, la más sensible y comprometida con sus ideas, la que desobedece las normas injustas, la que lucha por los derechos humanos, la que sueña con el Bien Común y aporta su granito de arena para que todos y todas podamos vivir mejor. 

No te dejes engañar por las apariencias: la rebeldía estética no es rebeldía si no es también ética. 

Todo esto lo aprendí gracias a Alaska, ídola de mi juventud, el día en que supe de su ideología. Hoy mis heroínas son las mujeres de América Latina (como Berta Cáceres) que defienden a sus comunidades y se enfrentan a los señores de traje y corbata jugándose la vida. Ellas no son famosas, pero sí son rebeldes, porque tienen todas causa.

También os pongo a Mario Vaquerizo, un tipo muy "moderno" y famoso, y a Óscar Camps, capitán del Open Arms, un hombre al que idolatro, que salva todos los días decenas de vidas en el Mediterráneo.

Coral Herrera Gómez

28 de enero de 2022

Humildad para pedir ayuda

Ilustración de Mónica Castanys


Cuando empiezas a perder la capacidad auditiva, lo más difícil es aceptarlo, y decirte a ti misma que tienes un problema. 

Una de las peores violencias que yo cometo contra mí misma es disimular y tratar de parecer "normal", es decir, hablar con la gente haciendo como que no soy sorda. Lo he hecho mucho en el trabajo, por miedo a que se den cuenta que no oigo bien y no me contraten para dar talleres o charlas. Ahora que he tomado conciencia, soy más humilde y pido ayuda, pero ha sido todo un proceso: primero ir al médico, después asumir que tienes que usar audífonos, y luego pedirle a todo el mundo que te ayude. 

Es una discapacidad invisible, de manera que no puedes pedirle a nadie que se solidarice de forma espontánea. Con cada persona que hablas, tienes que pedirle que vocalice mejor, que eleve el volumen, o que se baje la mascarilla para poder leerle los labios. 

Hasta que admites que tienes una discapacidad, lo pasas fatal: a mucha gente le irrita que le preguntes tres veces ¿Qué?, o que le pidas que te repita lo que ha dicho. 

En Costa Rica por ejemplo nadie me elevaba el tono porque es de mala educación, y aquí en España me pasa lo contrario, que te gritan y con tono de irritación: "¡¡qué cierres la puerta, coño!!" 

De alguna manera hay gente que cree que no oyes porque no estás poniendo atención, y es más, nuestra gente nos reprocha: "oyes lo que quieres". Y esto ocurre porque hay días que el zumbido, el tinnitus o el pitido es más fuerte, y otros es más débil. Hay gente a la que entiendo súper bien y gente a la que no entiendo nada. Escucho mejor los agudos que los graves.

Hay días mejores y días peores, pero el asunto es que todo cambia cuando le dices a la gente que tienes una discapacidad y necesitas ayuda. Hay que ser muy humilde y ponerle mucho amor, y asumir que aunque los audífonos también son una tortura, ayudan a no aislarse. No nos podemos permitir el lujo de tirar la toalla porque uno de los riesgos que corremos es que la hipoacusia nos aísla, nos ensimisma, y con el tiempo produce deterioro cognitivo.

 Es decir, las personas sordas tenemos mayor tendencia a la depresión y a la demencia por este aislamiento social que llega a ser también afectivo. Yo lucho mucho contra el ensimismamiento, porque me da por quedarme en mi mundo pensando en mis cosas, para mí es muy cansado seguir las conversaciones. 

También es agotador estar en sitios con mucho ruido o con música muy alta. Para nosotras los gritos que da la gente son dolorosos. Desde que conozco el "terrorismo acústico", amo profundamente el silencio. 

Todo esto para contaros que además de la ayuda de la tecnología y de la gente, también ayuda mucho la humildad: ya no me da vergüenza , ya no intento parecer "normal", y si tengo que pedir ayuda mil veces, pues la pido. 

¿Y sabéis que? A la gente le encanta ayudar y sentirse útil, a la gran mayoría les sale lo mejor de sí mismos cuando les pides con amor que te ayuden ☺️

Esto aplica también para las personas que tienen que usar gafas, bastón, muletas, andador, silla de ruedas, e incluso también para la gente que ya no debería conducir un coche y se resiste a aceptarlo. 

No es fácil, pero ayuda mucho trabajarse la humildad, admitir que solas no podemos, y dejarnos ayudar por los demás.

#discapacidadauditiva #sordera #solidaridad #hipoacusia

Coral Herrera

24 de enero de 2022

¿Cuando se vuelve peligroso un ex?



 ¿Cuando se vuelve peligroso un ex? 

-Cuando se niega a aceptar la separación y te pide que vuelvas con él cien mil veces, y no escucha cuando le dices que no.

-Cuando le deja de importar cómo te sientes tú y pierde totalmente la empatía hacia tí.

-Cuando se obsesiona con la separación, no puede dejar de pensar en ti, y pierde el interés por todo a su alrededor.

-Cuando trata de poner de su parte a vuestra gente en común y a tu gente querida haciéndose la víctima.

-Cuando trata de poner de su parte a los hijos/as que tenéis en común.

-Cuando su rencor, su frustración y su rabia le dominan, y pierde el control sobre sus emociones y su forma de expresarlas.

-Cuando tomas conciencia de que es un machista porque no soporta tu libertad y no respeta tu derecho a separarte.

-Cuando pasa del chantaje emocional (si no vuelves conmigo me voy a morir) a la amenaza (si no vuelves conmigo me mato/te mato/mato a los niños)

-Cuando trata mal y cuando amenaza a tu pareja o a cualquier persona a la que quieres.

-Cuando tiene el orgullo herido y el ego destrozado.

-Cuando le pides que se aleje y te deje tranquila y se pone más insistente. Cuando le pides que deje de llamarte y busca cualquier excusa para hacerlo cuando le apetece.

-Cuando se presenta en tu casa o en tu trabajo a buscarte sin pedirte permiso.

-Cuando te lo encuentras por la calle y en los lugares que frecuentas constantemente.

-Cuando daña tu coche, tu casa o cualquier cosa que tenga valor para ti.

-Cuando le pides contacto cero y no lo respeta.

-Cuando su forma de tratarte y su estado de ánimo cambian con brusquedad.

-Cuando todos los días o casi todos los días busca motivos para montarte broncas o dramas, y son cada vez más intensos y violentos.

-Cuando se pone tierno, dice que va a cambiar, y vuelve a odiarte de nuevo al día siguiente sin motivo aparente.

-Cuando trata de tener una presencia constante en tu vida y se impone todo el rato para seguir teniendo poder sobre ti.

-Cuando te habla con odio: insultos, bromas crueles, burlas despiadadas, comentarios despreciativos y humillantes, acusaciones falsas...

-Cuando te acosa a través de las redes sociales y te llama por teléfono. Cuando le bloqueas e intenta contactar contigo desde números desconocidos.

-Cuando retuerce la realidad para que se adecúe a sus deseos, y acaba por no distinguir su realidad de la realidad real.

-Cuando empiezas a tenerle miedo, se da cuenta, y disfruta de ello. 

-Cuando miras a los lados antes de entrar a tu casa.

-Cuando tomas conciencia de que él está ciego, no razona bien, y no va pedir ayuda.

-Cuando el objetivo de su vida se convierte en hacer la tuya una auténtica pesadilla.


Cuanto más grande es la obsesión y la tensión emocional, más peligro corres. Es muy importante que tu gente y su gente sepan lo que está pasando y guardes pruebas. No creas que puedes sola con ésto, ni que vas a poder pararlo de alguna manera. Pide ayuda a tu gente querida, tu red de apoyo puede salvarte la vida.

Coral Herrera Gómez


Article in english: When does an ex become dangerous?


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