29 de abril de 2014

Romantic Love from a Queer perspective. Coral Herrera








ROMANTIC LOVE FROM A QUEER PERSPECTIVE

INTRODUCTION: ¿WHAT IS LOVE?
-          How do we build our loving culture?

o   The social construction of romantic love: laws, institutions, gender roles, patriarchal hierarchies, tags, inequality, discrimination.
o   Cultural construction of romantic love: myths, traditions, stereotypes, beliefs.
o   Our loving model in our Patriarchal Romanticism.

-          The romantic postmodern utopia. Individualism and collective goals.

1 PATRIARCAL ROMANTICISM MYTHS 
o   Media Naranja Myth
o   Love forever myth
o   Wedding for love Myth
o   Omnipotence  of Love Myth
o   Heterosexuality Myth
o   Monogamy Myth

Gender Myths: Femininity and Masculinity Myths.
o   Good girls/bad girls
o   “Don Juan”, “Prince Charming” and “Alpha Macho” myths.

2 ANALYSIS OF LOVE IN OUR CULTURE
- Multidisciplinary analysis of two movies (Pretty Woman and Dirty Dancing) and a Coca Cola advertising campaign
- Royal Weddings Analysis

3 QUEER LOVE
- Models of diverse gender identities and relationships.
- Different love is possible. Proposals to make a better world.  Proposals to build good and beautiful relations between us.




INTRODUCTION: ¿WHAT IS LOVE?

Love is not only a human feeling. Animals enjoy loving relations between them and with humans. We have survived as species thanks to love, because we have been able to feel empathy and solidarity, and to care for our children and elderly, help our sick fellows, or any people that we find suffering.

We have a lot of ways to build loving or romantic relationships, and love has been changing as economy, politics and society have changed. Our grandmothers loved in a different way we love now in this 21 century.  Love changes with history, and the laws, the beliefs, the models, the heroes and heroines, and it changes at the same time as societies change.

 Love is a very complex phenomenon: It’s a mix between hormones, enzymes, amphetamines that transform the chemistry and physics of our bodies. When we fall in love, our bodies change, and we live a revolution inside of us. Love makes us usually more handsome, or prettier, because our eyes and hair are brighter, and because our happiness enhances our beauty … it is often contagious. Our behavior changes as well: We get nervous if we are waiting for a phone call, we are a little clumsier and sometimes we say or do things we don´t usually say or do. Love is a personal revolution in our lives, because we generally become very generous and nice when we feel something beautiful … we can make a lot of crazy things like leave our jobs to find a better one, or change our country of residence … we are able to do any kind of mad and strange things in the name of love.

Love is not only a chemical issue: Love is a social and cultural construction and has an hegemonic ideology in it that is not visible to us. We think that love is an universal feeling, but the way we love each other is not the same … we love according to our religions, our socioeconomic class, the education we have received, our age, the country where we were born, the language we speak, the gender we identify with.
Our societies are based on systems that are essentially unequal: The traditional division of gender roles is the principal way to divide us in two opposite human groups, women and men. This discrimination between us has been built to make us think that we are very different and that we must partner with a member of the other group to be completed.


18 de marzo de 2014

La interconexión del amor


Un grupo de alumnas y alumnos del Pregrado de Comunicaciones de la Universidad de Antioquía (Colombia) ha realizado un estudio de investigación de mi trabajo en las redes y como resultado han presentando un artículo de investigación y un vídeo precioso:






24 de febrero de 2014

"7 reason why I love new man" Coral Herrera Gomez at "The Good Men Project"

She likes the new man

Coral Herrera Gomez describes the new man and says why she loves him. The Good Men Project

I like new men. They fascinate me. I’ve known they exist since I wrote my PhD thesis. I discovered them on their blogs and I follow them today like a groupie.
Actually my dad was a new man. My mother worked in a factory and my father, who was a writer, took care of my sister and me when we were kids. He cooked, did the dishes, changed diapers and cleaned his babies.
He loved to raise his girls and educated us so that we may become independent working girls.
My love is huge for him because dad was so beautiful, so feminist. I looked at other fathers as very patriarchal compared to mine. It might be slightly oedipal I think, but my first boyfriend was a new man as well. Thanks to them both and the life I’m living, I discovered why new men are the men I love.
1. They don’t believe they owe me

11 de febrero de 2014

Canciones de Amor para el Drama Sentimental






Cantar es terapéutico. La pena hay que cantarla: son miles las canciones de amor que sirven para desahogarse, para despedirse de la amada o el amado, para expresar el despecho y la rabia, para maldecir a la persona que te rompió el corazón, para ahogarse de tristeza, para entonar quejíos de dolor profundo, para quejarse por amor, para vivir el drama, para llorar y quedarse a gusto.

Este es uno de los ejercicios que llevamos a cabo en el Taller on line de "Señoras que dejan de sufrir por amor. Porque otras formas de quererse son posibles", y que nos sirven para conectar con las emociones del presente y del pasado, pero también para hacer un poco de teatro sentimental, a solas o con amigas.

Espero que disfruten de la selección de canciones escogidas: Martirio, Luz Casal, Edith Piaf, Janis Joplin, Celia Cruz, Concha Buika, La Lupe, Paquita la del Barrio, Julieta Venegas y la Amparo, de Amparanoia. Para finalizar, un baile con aires de verbena:  el himno de la primera semana del curso: "Me cago en el amor", interpretada por Tonino Carotone. 








Primavera de mis veinte años
relicario de mi juventud
un cariño feliz yo soñaba
y estoy sola con mi esclavitud
Quisiera amarte menos
no verte más quisiera
salvarme de esta hoguera
que no puedo resistir
es cruel este cariño
que no me da descanso
sin ti la paz no alcanzo
y lejos no sé vivir

Quisiera amarte menos
porque esto ya no es vida
mi alma está perdida
de tanto quererte

No sé si necesito
tenerte o perderte
yo sé que te he querido
más de lo que he podido
quisiera amarte menos
buscando el olvido
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más...

6 de febrero de 2014

El Salvador y el Príncipe Azul: grandes mitos de la masculinidad.




La mayor parte de los mitos religiosos y profanos de nuestras sociedades están basadas en la figura masculina del héroe que nos salva de los peligros, del pecado, de nosotros mismos. Es la historia del capullo que se convierte en mariposa tras superarse a sí mismo. Son héroes salvadores de la Humanidad que se sacrifican por todos nosotros, por eso nosotros los admiramos, los veneramos, les damos gracias por sus hazañas. 

No solo los mitos religiosos, sino también la mayor parte de los protagonistas de los cuentos que nos cuentan son adolescentes inseguros que se convierten en superhombres, como el pequeño y dulce Hobbit en el Señor de los Anillos. 

Frodo y su escudero, Sancho Panza


El cristianismo, el budismo y el islamismo están construidos bajo este simple esquema narrativo: un hombre joven sale de su hogar para encontrarse a sí mismo, para superar sus miedos e inseguridades, para enfrentarse a los monstruos interiores y a los reales, para salvar al mundo. La misión del héroe siempre es superior a sí mismo, él se sacrifica por todos nosotros y no le importa arriesgar su vida para salvarnos del Mal, del diablo, de los extraterrestres, del dragón, de los orcos, los trolls, los comunistas, los terroristas, los virus mortales, los robots que se rebelan, una banda poderosa de mafiosos que se quiere apoderar del mundo... 

Cualquiera puede ser un héroe, sólo hace falta ser un joven idealista, inseguro de sí mismo, que logra salir del útero materno que es la casa familiar para demostrarnos a todos lo mucho que vale. Este joven también nos demostrará que si logras creer en tí mismo, si eres valiente, si te sacrificas, si te disciplinas y trabajas duro, si eres generoso y te entregas a la causa al cien por cien, podrás convertirte en un adulto heroico. Un adulto admirado por los hombres y deseado por las mujeres, y venerado durante añales. 

Como el Che Guevara. 




Joseph Campbell cree que toda nuestra estructura mítica y religiosa se puede reducir a un solo esquema narrativo: el monomito del viaje del héroe, que ha inspirado obras como la Odisea, la Iliada, la Biblia, o Don Quijote de la Mancha, la historia del loco idealista que sale a salvar lindas doncellas aunque ellas no deseen ser "salvadas".


Don Quijote y su escudero Sancho Panza

Otros héroes mesiánicos: en The Matrix, el guapísimo Neo (Keanu Reeves) aparece en la profecía de Zion, la Resistencia, como El Elegido para salvar a la Humanidad. En el año 2199, los humanos estamos esclavizados a las máquinas tras la revolución de la Inteligencia Artificial. Matrix cultiva humanos para alimentarse de su energía, y mientras nos mantiene aletargados soñando con una realidad fabricada. Neo corre una serie de aventuras con hackers y otros personajes para salvarnos del poder de la Matrix, que es como una mantis religiosa que se come todo. Uno de los grandes misterios de la película es si Neo es o no el Elegido: cuando él logra creer en sí mismo y en su poder, es cuando logra vencer a la Matrix y salvarnos a todxs.





En la Biblia, Jesús vino a salvarnos del pecado que cometió Eva y que condenó a la Humanidad entera. Buda vino a abrirnos los ojos y a enseñarnos los espejismos de realidad en los que vivimos. Mahoma vino a hablarnos del paraíso y de cómo llegar a él. Todos ellos son hijos de Dios o representantes suyos en la Tierra, pero no hay mujeres protagonistas en estos relatos religiosos. 






La mayor parte de las leyendas y relatos de nuestra cultura están basadas en el mismo esquema narrativo del Niño-Hombre que corre aventuras variadas por el mundo, y que logra la victoria para todos nosotros. 

En el caso de las religiones, el premio es la eternidad, de modo que pasan los siglos y seguimos dando gracias y honrando los sacrificios de aquel que vino a salvarnos. En el caso de las novelas, películas, obras de teatro, óperas, canciones y cuentos, el premio es la gloria, la fama y la chica. La figura mítica de El Salvador se convierte en El Príncipe Azul que después de salvar a la Humanidad o a la comarca de los peligros y los enemigos que la acechan, corre a salvar a su princesa, normalmente encerrada en algún castillo medieval en espera de ser rescatada.





La masculinidad hegemónica del hombre blanco, heterosexual, joven, sano y rico se nos impone en todos los relatos para que los hombres sigan su ejemplo y para que las mujeres amen a estos hombres salvadores. Las mujeres  de estas historias somos las madres que sufren por tener a su hijo en la batalla de la vida, o las novias que esperan a ser las elegidas para disfrutar de las mieles del éxito. Este mito, entonces, cumple con la doble función de justificar la división de roles patriarcal (él es valiente, ella miedosa, él es fuerte, ella es débil, él no necesita nada, ella lo necesita todo, él resuelve, ella espera a qué el resuelva...) y a la vez sirve para que todos los hombres puedan sentirse los héroes de su propio reino. 


4 de febrero de 2014

Cómo saber si mi amor es patriarcal



-La Posesividad es patriarcal: la gente no es tuya: te acompaña un ratito en el camino. Se nos olvida que todos nacemos libres y que los humanos no somos mercancía, se nos olvida que a la gente hay que quererla como a los pájaros que vuelan libres y acuden libremente a tu ventana. Encerrar pajaritos lindos y cortarles las alas es una auténtica crueldad. Se nos olvida todo esto mientras cantamos canciones de amor patriarcal: "Yo soy tuya para siempreeeee", "Él es mío todo mío, mi amor es todo para él...", "Sin ti no soy nada". 
-Las jerarquías del Amor son patriarcales: Darle todo el amor a una sola persona es jerarquizar sentimientos. Todos estamos rodeados de gente que nos aprecia y a la que apreciamos. Tenemos familia, amigos y amigas, y gente con la que compartimos aficiones. Olvidarse de estas redes de amor y vivir por y para una sola persona es totalmente antinatural. Una sola persona no puede ser nuestra única razón para ser felices. Demasiada responsabilidad... Tu felicidad está dentro de ti y en las redes de afecto que has construido. Decir cosas como "Estoy sola" cuando hay un montón de gente que te quiere, es patriarcal. Jerarquizar afectos y emociones es patriarcal, porque abriendo un poco nuestros horizontes afectivos nos daremos cuenta que el querer es un fenómeno muy diverso.
- Someterse o dominar a la otra persona es patriarcal, porque las relaciones basadas en la lógica del amo y el esclavo son patriarcales. Si estableces relaciones basadas en luchas de poder, estás reproduciendo la dinámica patriarcal de las relaciones sádicas y masoquistas. No hablo de la gente que juega en la cama, sino de la gente que disfruta humillando o dejándose humillar fuera de ella. Las herramientas de control y dominación son sutiles y apenas visibles, por eso tanto mujeres como hombres al juntarnos asumimos roles contrarios y reproducimos la batalla eterna de género. Ellas tratarán de retenerlos en el calor del hogar, ellos tratarán de hacer respetar su libertad y sus espacios. Ellos tratarán de que ellas se queden en el calor del hogar, ellas defenderán sus derechos y libertades... unas y otros tratando de llevar a su terreno a la persona amada, a la que probablemente conocieron libre.
- Exigir a alguien que permanezca a  tu lado aunque ya te haya expresado su desamor o su rechazo, es patriarcal. El amor no se puede exigir, se da, se recibe, se comparte libremente. Cualquier mecanismo violento para doblegar la voluntad ajena es patriarcal: amenazas, chantajes, estrategias sucias, etc. Así pues, no permitas que nadie te obligue a hacer nada, y pon ojo cuando tú necesitas algo de alguien... no sea que sin darte cuenta te portes mal. Haz autocrítica para ver si eres una persona con ética amatoria o si careces de escrúpulos en el mundillo de las relaciones amorosas...

-Portarse mal con la persona amada es patriarcal, porque las mentiras, las traiciones, los gritos, la violencia, las exigencias, la humillación, el chantaje, los insultos, las  amenazas, el mal trato, el control y la vigilancia, los reproches continuos son patriarcales. Si no tratas con amor a tu pareja, en un plano de igualdad y cariño mutuo, tienes que plantearte cómo cambiar y despatriarcalizar tu forma de relacionarte. Porque los malos tratos son patriarcales, vengan de donde vengan.

-Aguantar que se porten mal contigo es patriarcal. Porque somos capaces de aguantar situaciones espantosas y creemos que lo hacemos "por amor". La cultura sublima a la mujer que sufre, a la dolorosa, a la llorona, porque solo alcanza grandeza cuanto mayor es su sacrificio. Así que muchas cumplimos el papel de mujeres sufridoras sin medir las consecuencias que esto tiene en nuestro bienestar, en nuestra psique, en nuestras emociones. Cuanto peor se portan con nosotras, más vulnerables y dependientes somos. Y como nos han enseñado a esperar a que las cosas cambien por sí solas, o que alguien venga a salvarnos, tardamos mucho en darnos cuenta de que nuestra pareja no es buena persona con nosotras, aunque de cara a los demás parezca un amor. El masoquismo es patriarcal y hay que evitarlo: es cierto que nos cuesta aceptar que no nos aman, o identificar cuándo nuestra pareja o amante no nos está tratando bien. No es  fácil saber cuándo es el momento de parar esas situaciones que nos van dejando huella y se prolongan a veces toda una vida, pero cualquier momento es bueno para romper con las cadenas que nos aprisionan, nos empequeñecen, nos torturan con sufrimientos románticos. Por ejemplo, ahora mismo.
-Ser egoísta es patriarcal: Estar siempre pensando en lo que "necesitamos". En nuestro deseo, nuestros sentimientos, en lo que el otro no nos da. Estar siempre exigiéndolo. Aislar a tu pareja de su círculo familiares y redes afectivas es patriarcal. Pretender encerrar a tu pareja en el ámbito doméstico es patriarcal. Tener a tu pareja siempre pendiente de ti es de ser una persona egocéntrica. El ego nos tiende muchas trampas patriarcales, y se adapta estupendamente a los privilegios de género...

- La culpabilidad es patriarcal. Porque es un arma que sirve para bloquearnos y oprimirnos. Porque podemos utilizarlo como arma para oprimir a los seres amados en actos de chantaje terrible. Las mujeres hemos vivido inmersas en esta cultura cristiana de la gran culpa y del pecado de Eva, por eso nos sentimos mal por todo: porque rompimos la relación que no nos hacía felices, porque trabajas y no cuidas a tus bebés, porque no das el cien por cien a diario, porque engordamos si no hacemos ejercicio, porque tomamos decisiones o porque no las tomamos...  Pero también intentamos que los demás se sientan culpables usando el victimismo para hacer sentir culpable al hombre que te abandona, o a la mujer que te confiesa que ya no te ama. Si lo que quieres es lograr tus objetivos exigiendo a la otra persona que te satisfaga tus deseos y dando pena, estás cayendo en la cultura patriarcal que ata a las mujeres con las cadenas invisibles del patriarcado.


- La división tradicional de roles es patriarcal: Si eres de las mujeres heteros que piensan que "todos los hombres son iguales", si eres lesbiana y le das a tu pareja todo el poder sobre ti, si eres gay y decides asumir el rol de "mujer" con tu pareja, si eres lesbiana y decides que tú eres la que manda en la relación, si eres un hombre heterosexual que todavía tiene problemas con su masculinidad y te haces el macho alfa para no parecer beta.... la división de roles no sólo se da en parejas heterosexuales, sino en todo tipo de parejas. Incluso se da en grupos: si una gente se reúne a celebrar la vida en el campo para comer carne asada, ellos estarán junto al fuego, con la carne, y ellas estarán haciendo la ensalada o limpiando mientras cada grupo habla de sus cosas: ellos de fútbol, motos, coches, etc., ellas de moda, salud, nutrición, maternidad y crianza, y chismes.
Esto es la división de roles: que por ser mujer tengas que hablar de determinados temas, que por tu condición femenina tengas que aparentar ser frágil y débil, que por ser hombre te veas obligado a ser valiente o agresivo. En nombre del amor, ellas asumen el papel de princesa elegida para el trono (sumisas, complacientes, felices, domésticas, tranquilas), y ellos asumen toda la carga de la ideología patriarcal mientras construyen su identidad de género y sufren por todas las obligaciones que conlleva la masculinidad (apariencias, represión de las emociones, relaciones competitivas, conteo de fracasos deportivos, laborales y sociales...).

- El uso de la violencia para resolver conflictos es patriarcal: violencia simbólica, violencia psicológica o violencia física... cualquier forma de dominación a través de la fuerza o de actos agresivos como golpear, humillar, insultar, amenazar, chantajear, atemorizar, son patriarcales. En todas las películas de Hollywood, la violencia es el arma con el cual el "bueno" vence al "malo", es la única manera en la que los protagonistas pueden resolver problemas, dominar a los enemigos/as, y lograr sus objetivos. Toda nuestra cultura está impregnada de esta idea: si necesitas algo, puedes conseguirlo matando o haciendo daño a la persona a la que quieres dominar. Si necesitas modificar la realidad para que sea de tu gusto, sólo tienes que construirte un enemigo y machacarlo con todas tus armas posibles, ya sean verbales o físicas. Esta forma de relacionarse con el mundo y con la gente es completamente patriarcal, por eso es tan necesario que aprendamos a relacionarnos de otras formas, y que aprendamos, también, que las batallas y las luchas de poder con las personas que nos rodean son parte de la estructura patriarcal.

La buena noticia es que podemos trabajar en estas estructuras patriarcales para construir otras formas de resolver conflictos, que hay otras maneras de relacionarse no basadas en el binomio ganador/perdedor, dominante/dominado, y que todos y todas podemos cambiar nuestros esquemas para disfrutar más de la vida, de la gente, y del amor. 

Coral Herrera Gómez


Si quieres trabajarte el amor con Coral, 
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1 de febrero de 2014

Coral Herrera en griego





El 30 de Mayo María Durán Barbero dará una charla para hablar de los mitos románticos y del trabajo de Silvia Federici y el mío. Es impresionante leerse en este idioma... yo estudié griego en el bachillerato pero no para comunicarme con los griegos y griegas contemporáneos, sino con los textos de los fílósofos de la Grecia Antigua, de modo que no entiendo nada, pero me emociono mucho viendo la belleza del alfabeto griego. 

Me siento muy afortunada, y desde aquí quiero dar las gracias a todas las madrinas traductoras y en especial a María por su arduo y bello trabajo, mil gracias por la difusión de mi obra en la isla de Syros : 


Ο ΡΟΜΑΝΤΙΣΜΟΣ ΕΙΝΑΙ ΠΟΛΙΤΙΚΟ ΘΕΜΑ

Αγαπάμε πατριαρχικά. Αγαπάμε δημοκρατικά. Αγαπάμε σαν τους καπιταλιστές. Με τη αδηφάγο ανησυχία να κατακτήσουμε το αντικείμενο του έρωτα, με την βάναυση ανησυχία όπως αυτός που συλλέγει κυνηγημένα ζώα. Κατακτιόμαστε, γλυκαινόμαστε, συγχωνευόμαστε, χωρίζουμε, καταστρεφόμαστε αμοιβαία ο δικός μας τρόπος αγάπης είναι διαποτισμένος από ιδεολογία, σαν τα άλλα τα φαινόμενα κοινωνικά και πολιτικά.

Τον ρομαντικό έρωτα τον έχουμε κληρονομήσει  από την αστική τάξη του 19ου αιώνα και είναι βασισμένος στον πιο αποτρόπαιο ατομικισμό.. Να μας κοπανάνε με την ιδέα ότι πρέπει να ενωνόμαστε δυο,  το δυο δεν είναι τυχαίο. Κάτω από τη φιλοσοφία, του να ο σωζων εαυτόν σοθήτου, ο πατριαρχικός ρομαντισμός διαιωνίζεται στα παραμύθια που μας λένε στα διάφορα μέσα (σινεμά, τηλεόραση, περιοδικά)


29 de enero de 2014

¿Qué necesitan las Madres en su Día?







Este artículo fue publicado originalmente en la Red de Centros de Documentación de los Derechos de las Mujeres en Centroamérica:


http://cdmujeres.net/que-necesitan-las-madres-en-su-dia#forum45

En estos días en los que la publicidad nos bombardea a través de todo tipo de ondas, soportes y formatos con la Celebración del Día de la Madre en Costa Rica, me acuerdo mucho de la impresión que me causó, la primera vez que fui de vacaciones a la playa, ver a todas las madres y abuelas ticas pegadas a las ollas burbujeantes de arroz y frijoles durante todo el día.

En la orilla del mar sólo había hombres, niños, y adolescentes jugando, divirtiéndose, paseando, haciendo deporte, leyendo, charlando, tomando el sol, y a nadie parecía importarle el ocio y el descanso de las madres costarricenses. Nada más llegar a la playa empiezan a trabajar: construyen una especie de casita al aire libre (con sus mesas, sillas, la plancha de cocinar, pequeñas refrigeradoras, toldos para crear sombra y protegerse de la lluvia, hamacas, recipientes… sólo falta la televisión) y ahí se pasan todo el día, pelando papas, removiendo frijoles, lavando ropa, dando el pecho a sus bebés, y atendiendo al resto de la familia. Lo mismo que en la ciudad, pero viendo el mar.




Cuando llegó el Día de la Madre me sorprendió, sin embargo, cómo se ensalza la maternidad en Costa Rica para aumentar los beneficios de las empresas e incentivar el consumo. En todos los países, los comercios nos lanzan el mensaje de que si realmente quieres a la persona que te dio la vida, y aprecias su labor sacrificada y abnegada, lo lógico es comprarle algo como muestra de tu amor. Mamá se sentirá muy apreciada cuando abra los regalos: una sartén, un perfume, una crema, unas flores, un microondas, un celular último modelo, un libro, una plancha… pero ese día cocinará y lavará, como siempre, los platos de todos nosotros.

Todo el mundo sabe que lo que más necesita una madre es tiempo para ella misma, pero a ningún publicista se le ocurre animarnos a que cocinemos y limpiemos ese día «tan» importante para liberar a “Mami” de “sus” tareas. Y en el transcurso de la comida familiar, a nadie se le ocurrirá tampoco proponer que nos repartamos el trabajo siempre que haya reunión para que La Madre tenga la mañana libre.

Además de tiempo, las Madres necesitan cosas tan básicas como remuneración a cambio del trabajo que realizan, como todo el mundo, y vacaciones pagadas, como cualquier trabajador. Sin embargo, la cultura patriarcal invisibiliza estas necesidades y nos impone otras, como si los regalos caros pudiesen compensar la carencia de nuestros derechos básicos.

20 de enero de 2014

Que me tenga como una reina


Artículo de Coral Herrera publicado en El País: 

La peluquería es el lugar donde más aprendo sobre el patriarcado. En la de mi barrio, las mujeres no hablamos de lo que nos importa: solo se dan consejos de belleza, trucos domésticos o culinarios, sobre noviazgos, casamientos y divorcios.
Yo querría ir a una peluquería feminista, o a una peluquería ecologista, o a una de intelectuales, pero no sé si las han inventado aún en mi ciudad. De modo que no me queda más remedio que resignarme y escuchar el patriarcado mientras lo sufro en mis carnes como una tortura. Y pago yo, encima.
Siempre me digo que nunca más, y siempre vuelvo porque no se me da bien autotorturarme con la cera y he de reconocer que es un espacio maravilloso como fuente de inspiración. Suelo salir de allí con menos canas, menos pelos, menos esperanza en la Humanidad y con ideas nuevas para mis artículos.
De todas las cosas espantosas que escucho, la peor es: "yo quiero un marido con plata". Y es que piden poco mis compañeras de barrio: un marido con dinero que además sea joven y guapo, tierno y sensible a la vez que viril y fuerte, inteligente, divertido, fiel, sincero, comprometido, deportista, sano, simpático, estable…

Los hombres nos maldicen en sus operas, boleros y soleás, pero desde pequeñitas se nos educa para que deseemos un marido con plata. El estereotipo de las mujeres como seres interesados que nos aprovechamos de los hombres y les rompemos el corazón ha dado muchos frutos en la poesía y el cine, pero nos perjudica porque refuerza el estereotipo de la mujer mala, de la puta. Paralelamente, nos bombardean con la utopía del amor para que deseemos ser buenas esposas, entregadas a la causa. Pero invisibilizan el coste que tiene ser mantenida por un príncipe azul mientras se engorda y se envejece a su lado.
Para que las mujeres disfruten de la vida con sus compañeros en lugar de frustrarse anhelando "maridos con plata", creo que es esencial acabar con la desigualdad de género en todos los ámbitos. El camino, creo, es ir trazando estrategias conjuntas para crear economías solidarias en las que poder construir relaciones amorosas basadas en el bien común.

Coral Herrera Gómez Blog

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